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GARCÍA ORZA, Raúl - Método científico y poder político

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· 
Selección e intrpduCclón: � Garcfa Orza 
Traducción: Mabel ·Capelll 
Título del libro: Método cientilico y poder político 
Compilación de Raúl García Orza 
C.E.A.L. 
@ 1973 
Centro Edrtor de América Latina S. A. 
Rincón 87 � Buenos Aires 
Hecho el depósito "de ley 
Impreso en Argentina • Prlnted In Argefltin;¡¡ 
1 
- - -----------
.INT-RODtJCClON 
El proceso de transformación de ·la sociedad feudaf y el 
�crec-entamiento. y ta post�rlor hegemonía de los sectores 
burgueses, se Inicia en el siglo X:V en las más importantes 
ciudades 'europeas y continúa ininterrumpidamente hasta 
su florecimiento .en el siglo XVJ.Il. El camino recorrido a 
lo largo de estos siglos está constituido por marchas y 
contramarchas. por derrotas políticas; por violentas luchas 
entre sector�s opuestos; pero eri Io esencial. d proceso 
se mantiene irreversible y ·el debilitamiento de Jos. lnte· 
reses feudales resulta prácticamente inexorable a pesar 
de los intentos concretos, directos e indirectos, de res· 
tauración de los privilegios de la nobleza ocurridos en la 
Europa de ese período. 
El modo de producción feudal -industria artesanal y 
doméstica, monopolio de las corporaciones artesanales, 
posesión nobiliaria de la tierra, explotación extensiva y 
pobre del campo. economía cérrada. cuasi inexístencla de 
mercado¡;. · etc.- comienza a ser reemplazado por otro 
sisterrill"'4e producción mucho más dinámico y para lo cual 
fue ·necesario la desaparición paulatina de los caracteres 
que· definían al primero. ' ' 
sformaclón comenzó a operarse en el . conjunto 
.de la esfera económica: en el campo, en la industria y .en 
el comercio. En el campo el proceso de cambio se acelera 
en virtud del endeudamiento de la nobleza que era la 
poseedora natu.ral de la tierra. Durante el siglo XV, en 
Inglaterra; se ph:>dú9.e una fuerte desvalorización del pre· 
cio de la tierra, este fenómeno sumado a la Guerra de las 
>dos Rosas, hacé quebrar : a sectores Importantes de la 
'nol>leza. Ante· esta situación el camino que le quedaba a 
la aristocracia era trágico," ya· que sucesivamente debían 
•.caer en hipoteca de tierras, endeudamiento, venta de pro-
piedades. · 
"Desde ·el reinado de Enrique vn· hasta las postrlmerias '¡• 
5 
1
·de Jacobo !, la mejor parte de las propiedades agrícolas 
'de Inglaterra cambió de dueños, pasando, en la .mayoría 
de .los casos, de la vieja nobleza por nacimiento y del ele· 
. ro a manos de quienes poseían dinero en el período Tudor, 
a saber: mercaderes e in_dugrla[!l§, principalmente"'· 
Este cambio que se reallza paradigmátí.camente ·en lngla· 
terra, también se lleva a cabo, en mayor o menor medida, 
· en el resto de Europa. · . .. · 
Quienes compraban; acaudalados mercaderes y· flore· 
clente$ industriales, comienzan a modificar no solamente 
la tenencia de la tierra, sino que también, en la mayoría 
de los casos, producen una renovación importante en · la 
agrí«ola. {:n efecto, la 
oe una expl 
1 y productJVa. Frecuentemente se h1c1 
Eles Inversiones �e capital para el .mejoramiento de 
.p�edios y se· l!egó a lntenslficar· la producción por me­
dio de parcelamlentos <¡ue luego eran arrendados. Tam· 
bién se Introdujeron nuevas herramientas y técnicas mo­
.dernas para el· sembrado y cría de ganado. Todo esto trajo 
como consecuencia un incremento en la producción y ga· 
nancias que -sobr-epasaban en mucho a ·las obtenidas en 
épocas de la nobleza.� · 
· 
. ta tendencia a la compra de tierra·s que caracterizó al 
siglo XVI, no es practicada en el transcurso del Jl!glo XVII 
debido al gran aumento en el precio de los campos. Esta 
·situaclqn; empero, permite que en ese siglo _m cap 
ponible se invierta en la industria, ao.elerando e. __ -. . 
to .mdustrlal y comercial. ·Este, a su: vez. estaba rel 
;do· con el fncremem.v u�t uanco 
que habla cnmt>nzad- ·- ·- -- �-
en el caso d,e 'lng{ater.r.a, .. ---. . 
'La apertura .de 'fas mercados ultramarinos obró éomo 
aliciente para· <H · desarrollo lndustriál; y Ja Industria y el 
comercio atrajeron para sí la mayor cantidad de inversión 
de capitales por ser ·fa·· actividad que comenzó ·a generar 
la ¡nás. alta t&sa de. ganancias, · 
T" Maurice .Oobb. E.studlcs .sobre e/ desarrollo: del. capfta/Jsmo, · 
pág. 226. 
2 
Ei proceso de florecimiento de la industria pudo llevarse 
a cabo por el debilitamiento progresivo de los poderO$OS 
aremlos . de artesanos, que producían en función de un 
local v estrecho. 
de la ¡;,roducclón de mercanclas,' 
diciones e poder elevar la proaücclón dando trabajo 
a gran cantidad de aprendices y operarlos. El peso caila 
vez más creciente que ejercieron sobre el conjunto. de los 
gremios, terminó con su natural Imposición. Este segundo 
tipo de capitalistas entró, a su vez, en competen!'la cpn 
los grupos de comerciantes al pretender cierta Ingerencia 
en la -esfera del comercio. 
· 
•En el siglo xvn, los gremios comienzan a ser 
dos .por grupos de caoltallstas poderosos de las mlsm-ª.$ 
9.orporaclones, y es esta dependencia otro . de los factores 
que acelerará el Impulso lndustrlal que ininterrumpida· 
mente continuará en formá cada vez ·más creciente en loo 
siglos posteriores. · . · 
. �n efecto, los grupos de Influyentes comerciantes que 
controlaron ·los gremios en el siglo fWl, tenlán preocupe· 
clones Propias de) mercado -competidores, luchas pera 
mantener mercados- que frenaban el .crecimiento 
ductivo. Mientras 
· · · ·· · 
del seno de los 
• lbrd.. pág. .177. 
2
competencia del artesano fuera casi imposible, por la 
. gran·lnversión de capital que Implicaba la producción en 
escala industrial. 
•En lo que respecta a la industria extractiva el elevado 
salto -en las inversiones producido en el siglo XVII con 
respecto al siglo XVI, es otro de los índices -con los cua­
les se puede medir las distancias que existen entre las 
operaciones típicamente capitalistas y las modestas in· 
versiones de una economía de subsistencia. 
"En la minería, por ejemplo; 
bastar con un capital de unas puu¡j::; 11 
iniciar q¡:>erac!_qrr�_f!_<! . .min�.rl;L!Je peg 
mo, campesinos extraían muchas veces carbón por cuen­
ta propia o por el. señor· de la _corte. ··Pero aún cuando fue­
'ran ricos establecimientos eclesiásticos los que extraje· 
ran como a menudo sucedía, 50 ó 69 libras esterlinas 
constituían una suma considerable para invertirlas en ope· 
raciones de drenaje ... Más tarde, en el siglo XVII, no se 
consideró extraordinario que se gastara una suma entre 
l!I.OOO y 17.000 fibras esterlinas en reabrir. ·la hullera de 
Fedwort; y entre 1560 y 1680, !a producción de carbón de 
piedra en todo el reino se incrementó en .catorce veces ... 
En el primer año del Parlamento Largo, un empresario lla· 
mado Thomas 'Bus'hel1 empleaba 260 mineros en Cardi· 
gansh!re ... Treinta años después, luego de la Restaura· 
ción, se formó una compañía para -el laboreo de las mi." 
. nas de Cardiganshire y. Merioneth, con un capital de 
E 4.200 en acciones de E 100, mientras que en los últimos 
�ños del siglo, un verdadero complejo conocido como 
Mine Adventure, que poseía minas de plomo, plata, cobre 
y. carbón en Gales del Sur, junto con .. u.n muelle, .. un canal 
y establecimientos de fundición y de fabricación· de ladri· 
-J!os, trataba de reunir un capital de más de E ·1 00.000 por 
suscripción pública" '. · · · 
En resumen, durante el siglo XVII el modo de produc· 
.ci.ón· capitalista· se afianza mediante las siguientes cons· 
tantes históricas: el re$g!l_<!bralamiento de las grandes 
M!.l!P'1Cj.Qo_�§...9e artesanos, l� .. teml.en¡¡[¡¡___!l_<�L.gª'¡it'!l.J>.$!1:i.�: 
. a !bid., pág. 17271n 
3 
con 
verdadero ejército de profesionales y técnicos al servicio 
de la producción. Las aplicaciones de los descubrimientos 
de las ciencias puras (fisica mecánica), posibilitan la 
construcción de nuevas ·herramientas así como el descu· 
brimiento de nuevas técnicas de -procesamiento. El cons· 
tante perfeccionamiento de máquinas y herramientas. po· . 
sibilitan una transformación radical en los volúmenesde 
producción que eran requeridos como consecuencia de 
la ampliación de los mercados internos y del impulso ad· 
quir!do por los mercados ultramarinos. 
"Su principio [el de la industria], consistente en disol· 
ver en sus elementos integrantes, de por sí y sin atender 
para nada, por el momento, a la mano del hombre, creó la 
ciencia moderna de la tecnología. Las formas abigarradas. 
aparentemente inconexas y foslllzadas del proceso social 
de producción se desintegran en otras tantas aplicaciones 
concientemente dirigidas y sistemáticamente diferencia· · 
das, según el efecto útil apetecido, de las ciencias natu· 
rales. !La tecnología descubre asimismo esas pocas gran· 
des formas fundamentales del movimiento a las que se 
ajusta forzosamente, pese a la variedad de instrumentos 
empleados, to.da la. actividad del cuerpo humano, del mis­
mo modo _.que la mecánica no pierde de vista las poten· 
cías mecanlcas simples, constantemente repetidas, por 
grande que sea la complicación de la maquinaria. La mo· 
derna industria no considera ni trata jamás como definl· 
tiva la forma existente de un proceso de producción._ful 
b�s¡¡_!�Q.'1!9a es, __ por tanto, revolucionar, a diferencia de 
ros sistemas anteriores de producción, cuya base técnica 
era esencialmente conservadora. Por medio de la maqui· 
_naria. de 'los proces·os de la qufmica y de otros métodos, 
· r�..\/.Q)!!!'IOQa constantemente la base técnica de la produc­
(!ión, __ y _ _E_on e!Jil las funciones de IOSObreros y las com15i· 
3
naciones sociales del proceso del .trabajo. De este- modo, 
·revoluciona también, no menos mcesantemente, la divi· 
sión· del. trabajo dentro de la sociedad, ·lanzando sin cesar 
masas de_ capital y de obreros de una a otra rama de la 
producción" 4• 
· 
iEn l11glaterra. la política seguidá ·por los Estuardos (Ja· 
-cebo 1 y Carlos 1) de fa"º'���r por medio de licencias y 
Rermlsos a los monopolios lon(\¡�en.��--�.!J..detrim�nto de 
lmUntereses d!>l Interior del_¡¡_¡;ís, constituyó motivo para 
�erar una profunda a!illaciQn...m>lltica que dio como re-
sultado la Belfolución •Puritana de 1648. 
- · 
El descontento sobre los ·sectores monopolistas _londi· 
nenses empieza a tomar estado público durant-e los deba· 
tes·oarlamentarlos de comienzos del-siglo XVII, acerca del 
exterior.-. 
que se acentul!ba el proceso de mohojL __ _ 
lucionariamente- en el .movimiento de los puritanos que 
llevó al cadalso · a Cllrlos ! y -proclamó la República de 
Inglaterra con· Oliverio Cromwell como jefe del gobierno .. 
El movimiento revolucionario polarizó a las fuerzas po-­
lítiéas de la siguiente manera: "una_ parte -muy grande de 
Jos barones y caballt¡ros a!lhirló al Rey y la mayor parte 
de los terrazgueros de. estos caballeros. Del lado del -Par­
lamento estaba la menor parte de la pequeña nobleza de 
la mayoría de ·los éondados y la mayor parte de los pro­
'p¡etarios y comerci'1ntes libres, asr como los hombr�s de 
l]ledlana condición, en especial ·en aquellas_ corporaciones 
.Que depencjían- de la fabricación de paños e industrias 
·semejantes" 5• • · 
•Bien pronto la .revolución se dividió eq dos sectores, el 
más radicalizado estaba formado por la gran masa de cam· 
,¡ Carlos Marx, El Capital, t. 1, pág. 387. 
.S Oobb, 'op. cit., pág. 207 • . 
¡JO 
y 
p _c;sinos. pobres, el otro, que en la práctica tomó la hege· 
monfa . del movimiento, estaba constituido por industria· 
les y comerciantes ligados a los Intereses de :l;l_ .m:!?.cl_!!C· 
giQ!l agraria, razón por la cual mantuviero�_\lf!ª P.ºlltipa oe 
protección a las aspiraciones de ·los me'ilianos y grand!!S 
.terratenientes. No Qbstante, durante este período se pro­
pülsó-aes:aeel gobierno el desarrollo del capitallsm.o en 
todos sus niveles. Se Intensifica la polltica colonialista y 
se acrecienta el movimiento comercial exterior, se favo­
rece los int_E!reses de las provincias Interiores;: 1ª� .cgre-_ 
IJ!!9S. se ino!Jp!)ndizan ªel dominio de los secto_r:_es_ comer· 
clales, por medio del acta de navegación se reconoce la 
¡_üjíremac(a de inglate_rrií en el CQmercio exterior, se .f.E1.'­
!l.!!i_�r:_on sensiblemente los apoyos a las qompañías !!!9no-­
_pQ.ll!lta� etc. A partir de este momento desaparecerán 
paulatinamente las trabas que impedlan el libre accionar 
de los Intereses de la ·burguesía. 
· 
Sobrevenida la Restauración en el año 1660 con Carlos 
· u; lo fundamental de las modificaciones ocurridas duran· 
te el Commonwealth se mantienen. La situación política, 
a_pesar del nuevo triunfo de la realeza, no hubiera' podido 
retrotraerse hasta antes de 1648, sin que se produjeran 
violentas luchas. 
· En -efecto, la república puritana dio una serie de pasos 
que históricamente se tornaron irreversibles. "Desde el 
punto de vista político la prerrogativa de la realeza habla 
sufrido' ,uh golpe mortal, pasando a manos del Parlamento· 
el control del comercio y la finanza, la justlci¡� y el ejér· 
cito. Los terrazgos feudales, abolidos en 1646, casi al final 
de una época, jamás fueron restaurados" •. 
'Desde el punto de vista polftlco, la oposición burguesa 
mantuvo su organización y su crecilmte peso en el Par.la­
mento y fuera de él. Tanto es asf, que la misma nobleza 
gobernante se vio obligada a destronar a Jacobo !1 en 
1688, monarca que habla Intentado restaurar al antiguo 
ré!llmen en todos los niveles y de cualquier manera. 
� •Es justamente .tqn e! levantamiento que lleva al trono a 
Guillermo lll (1688 , cuando la bur uesra· aliada a los­
nuevos ·sectores de la nobleza, se impone e nltivamente 
� . -� Oobb, op. cit., pág. 21 !' 
d'�-t 4
no puede existir más que revolucionando 
inc-esantemente los instrumentos de producción, que tan­
' to vale decir el sistema todo. de la producción, y con él 
·todo el régimen social. Lo contrario de cuantas clases so­
ciales la precedieron,. que teníán todas por condición pri· 
maria de vida !a Intangibilidad del régimen de producción 
vigente. La época de la· bürguesía se caracteriza y distln· 
_gue de todas las dem.ás por el constante y agitado des­
plazamiénto de la producción, por la conmoción ininte-. 
rrumP.ida de todas las relacione's sociales, por una in�ie-: 
tud y una dinámica incesantes. Las ·relaciones inconmo­
vibles y mohosas del. pasado, con todo su séquito de ideas 
y creencias viejas · y venerables,. se derrumban. y !as nue-: 
vas envejecén antes de haber echado raíces. Todo lo que. 
se creía permimente y perenne se esfuma, lo santo es 
· profanadó, y, al fin, el hombre se ve. constreñido por la 
fuerza de·Jas cosas a 'contemplar con mirada fria su vida 
y_ sus relaciones con ·los demás" 7• 
%lll 
Paralelamente al desmoronamiento pol!tico y económico 
del feudalismo, en lail_;¡fera del pensamiento se lleva a cabo· 
una �riticJLprofunda a las Ideas asociadaLC.9.!l.Jl§ft.. régJ.: 
.!P.�n. El resquebrajamiento de los sólidos pilares de 1¡¡ 
-;sociedad medieval, está acompañado por la disolución de 
,sus rígidas estructuras _de pensamiento. · 
-. El primer momento de -esta tarea de .renovación lntelec· 
"wal se lleva a cabo durante el Renacimim:tto; con la mi· 
rada puesta en el .humanismo clásico, ·los Intelectuales 
7 <Marx-Engels, Ef manlflesto comunista, pág. 23/24. ;;. 
12 
h, ,_, 
renacentistas tratan de introducir .un !]\levo modelo de 
hombre. Al rígido encasillamiento de_ las castas, a la clá· 
sica inmovilidad de la sociedád feudal, los hombres del 
Renacimiento llevando a cabo mt:rltiples actividades se 
Qll9ndrá!l_'!!�?lmente . a la clásica división del trabajo me­
_diav,a!.._Con el -surgimiento de la burguesla se "sustituye 
al individuo parcial, simple instrumento de una función de 
detalle, por --el individuo desarrollado en su totalidad" •. 
El cuestioriamiento de la autoridad feudal, trae· como con­
secuencia el cuestionamiento de la vieja.JL'l.diG.i.ó� 
.ló.gl.ca. Si ya no es posible poner como piedra de toque a 
la autoridad de los dogmas, ésta .!l,¡>be provenir de !a libre 
observación _d!'J-'!!!í.':'.to. . \La reivindicacion (íe la individualidadse acentúa con el 
movimiento de la Reforma, por medio del cual es r-esca­
tada la interpretación individual de las Escrituras en fran­
ca oposición al criterio de autoridad de !as más altas jerar­
qufas de la Iglesia, quienes difund!an el dogma elaborado 
por pequeñas élites eclesiásticas. 
También en el Renacimiento se comienza a . .t�J2.tiza.L..§.Q­
bre el origen del poder político. Esta preocupación por la 
temática social aparece en obras de clara orientación uto· 
pista, en Campane!!a (La Ciudad del Sol) y Moro (Utopía). 
Y tienden a postular una O.rgJ!ruzac_lft.rLl!lá.S racional. d!L1a 
S()9.i_e<iac\,,_ La tendencia hacia el pensamiento social utó- · 
pico continúa hasta bien entrado el siglo XVI. Bacon en 
La Nueva Atlántlda, describe una sociedad ideal en la cual 
la armonfa y la felicidad de los ciudadanos tiepe su fun­
damento -en los !ogros alcanzados por la ciencia .. 
La tem.át!ca inaugurada en los siglos XV y XVI ·s¡¡ es· 
tructura con mayor rigor en el siglo XVII y abarcará la 
siguiente problemática: 1.L@seryación directa de la reali­
dad; 2) desplazamiento de la autoridad tradicional como 
-"'MffQ::_de_y_e_n!ad J?9!J� sul¡Jetividad (f�JI)sf}Y.i(iu_!l;_:.-_:3) 
cuestlonamiento del ordenamiento social; el .dereC!ío na­
torar·reempJt¡'z-1L::iil1!119.J.!in9Jimento del_'ll'.il. I!!L(;o_c[¡,�J d!. 'a­a!'tología .. soc.i.aLatis.tP.<<oí.ticJJ.::.teq_Ló.@::JLd!L:!l!s. _g;.lttill< •.. riie- -­
. . •e_va.le.s, ... · 
El nuevo punto de mira tiene como base de sustenta· 
3- Carlos: __ Marx, El Capital, t. l, pág. 388. 
13 5
.ción el grevio análisis de las estructuras · fundamentaLes 
del conocimiento humano. El hombre no es sólo un ani·. 
mal creyente. sino que también y por sobre todas las ce-· 
síis,unanliñaTTaeional ___________ .. ·----.. -- -----
·-·--
-- l.a crítica al pensamiento escolástico se lleva a cabo a 
partir de la nueva gnoseología y "se efectúa tanto desde 
las ):10siciones empiristas, como de las racionalistas. So' 
bre este ·aspecto opina Bacon de la siguiente manera: 
'.'Algunos de los modernos han caído .en este tipo de error 
con rapidez, hasta tal punto que han intentado basar un 
sistema de filosofía natural en el libro 1 del Génesis, en 
el libro de Job y en otros variados pasajes de las Sagra· 
das Escrituras buscando las cosas muertas ; entre las 
vivas"; y agrega en otro pasaje: "si las cabezas de los 
hombres no hubieran ·estado preocupadas con religión y 
teología. durante tantos siglos. y si los gobiernos, funda· 
mentalmente 'las monarqufas, no se previnieran
· de esta 
clase de novedades .(las ciencias) aún especulativas pu· 
ras. hasta tal punto que quienes se dedican a ellas lo 
hacen con riesgo de perder sus bienes y no reciben re· 
'Compensa alguna sino que por el contrario, están ·expues-
tos al desprecio y al odio" (Novum Organum). ; 
También Descartes al iniciar su f!losoffa desde la duda 
_metódica, Jlondrá entre paréntesis no sólo el conocimiento 
vujgar, sino todo aquel conocimiento que aunque estruo-
1\lrado científicamente, re§P9ndle¡:,?_!!J.lL'<.'2Smovlsióúlk>· 
llói!Ca de la· época. En el Discurso del Método narra su 
fórn\ación escolar de esta manera:: "Desde mi infancia 
fu! educado en el estudio de las letrás y tenia yo un gran 
deseo en aprenderlas, pues me aseguraban qua con ellas 
se podfa lograr un conocimiento claro y seguro de todo. 
lo que es prqvechoso para la vida . .Pero en cuant� hube 
finalizado mis estudios, al fin de los cuales se suele ser 
admitido ·60 el rango de los doctos. mudé completamente 
de parecer. Pues me acuciaban tantas dudas .y errores que 
me p¡¡recía que habiéndome esforzado por instruirme, no 
había conseguido sino que descubrir ·cada vez más mi 
ignorancia", Más"'ádelante agrega:· "en lo que se refiere· a 
las demás ciencias, -al tomar sus priÍlclpíos de 'la fllosoffa, 
yo juzgaba que sobre tan débiles fundamentos, no podía 
haberse construido nada firme". 
14 
6 
:Educados en centros universitarios de su época en don· 
de se Impartía una meticulosa formación escolástica, estos 
pensadores conocieron en todá su amplitud las consecuen· 
cias de una .ciencia basada en la siloglstica aristotélica. 
·El silogismo aristotélico con su dialéctica vana y la lnter.· 
pretaclón de las Sagradas Escrituras. constituían los pila­
res de la enseñanza universitaria. 
'b resolución de problemas silogfstlcos adquirió pro· 
porciones de verdaderos torneos en donde la habilidad 
reemplazaba a la refl exión y más aún, a la observación. 
.El Jl.llP.9l'ill!Q fue entonces considerado tau.tolQsi<to_Jlor 
.!11!1\lral�ga y. como instrumento. Inadecuado para ei_J!!9.: 
91'J'SO de lo:;._¡:.Q)locimi.ento¡¡, Partiendo de esta convicción. 
las corrientes renovadoras llevaron un ataque sistemático 
a esta estructura privilegiada de la lógica tradicional. 
"SI intentamos describir y señalar el rasgo fundamen­
tal común que se acusa en las múltiples corrientes y ten· 
dencias del pensamiento que contribuyen a la formación 
· de la filosoffa moderna, lo primero que se nos ofrece 
como ·nota característica es la actitud que todas ellas 
adoptan ante el concepto de la lógica profesado por la 
Edad Media. En la repudiación de la dialéctica .. en la. re­
cusación del silogismo como método fundamental del co· 
nocímiento, se dan la mano el .escepticismo, y la clencla 
de la .experiencia, el ideal histórico del fmmanismo y la 
nueva filosofía de la naturaleza"! 
· 
··En efecto, Descartes en las Reglas para fa dirección del 
espíritu,. considera que el silogismo "es totalmente inú· 
tii para los que quieran investigar la ,verdad de las cosas 
y tan solo puede· ·servir a veces, para decir con mayor 
f¡¡cllidad. a otros ·las razones conocidas de antemano". 
Tam_blén Sacan · en Novum Organum rechaza .el sl!ogismo 
pues es "en absoluto incompetente en cuanto a la parte 
activa de las ·ciencias", Y Galllet' en una carta a Kepler 
ci¡menta: "Como te· reir! as si oyeses cómo el más ilus­
tre de los .filósofos dE! nuestra escuela se esforzaba en 
'borrar y arrancar del cielo Jos nuevos planetás a fuerza de 
argumentos· lógicos, .como si se tratara de fórmulas má· 
glcas"c. 
· 
�.� .... :. 
. ·9··Érnst Casslrer, El problema del .óon9cimfentc, t. 1, pág. 447 .. 
15 6
Un instrumento. que no anunciara de antemano su po:. 
der descubridor, no podía ser utilizado por aquellos gue 
afirmaba11 el éarácter develador de la ciencia. 
lfi!Jllli 
A diferencia de siglos posteriores, la mayoría ·de los 
filósofos más destacados del siglo XVII no tuvieron ·opor· 
tunidad 'de· impartir sus enseñanzas ··en las universidades 
europeas. A pesar de que expresaban cabalmente una épo­
ca, l.ª_burguesfa no estaba afirmada c_Qfl_suficiente fu.er: 
_za .El�ML razón· por la cual .fueron en más de una 
oportunidad �ersegujdos, prohibido.?2Y1Lli!J.rps .por las 3!J· 
toridades eclesiásticas, o como en el caso de Galileo, es• 
pectacularmente enjuiciados por la Inquisición. 
· 
·Esta situación es tlpica en periodos donde el grado d e 
cuestionamiento social d'e una época, n o está acompaña­
do con la misma intensidad; de una influencia considera· 
ble en los _aparatos del e-stado por las clases que lo cues-
tionan. . 
•Las universidades medievales tuerori, en mayor o me· 
nor medida, el reducto del pensamiento escolástico y 
cumplieron, tal como sucede· modernamente, con su pa­
pel de formadqr ideológico de conciencia. Tal corriente 
:controló los centros de enseñanza superior hasta mucho·· 
, después del triunfo de las revoluciones burguesas de! 
'continente. Tendrán que transcurrir casi dos siglos, para 
que las universidades vuelvan a desempeñar cabalmente 
su antiguo rol; recién con el idealismo alemán ;;e reinicia 
el mecanismo por el cual el sistema social vigente cuen­
:.ta con su natural difusor y justificador ideológico en las 
universidades nacionales. 
-El clima de persecución existente en la parte continen· . 
ítal europea generó e .. tre los representan!es . del peosa­
'miento renovador· conductas por demás típicas. Muchos de ellos prefirieronllevar una vida de semirraclusión; re­
sidiendo en comarcas tranquilas, alejl¡dos de los peligros 
,de !¡¡s grandes ciudades y su producción muestra, más 
'de una vez, el sello de la autocensura (Descartes, Soino-
16 
1-
za). Otros. �n cambio. aquellos a quienes les tocó vivir 
en un med;, en donde las luchas políticas eran más agu· 
das. pero iiJe por lo mismo reflejaban la toma · de con­
ciencia de yandes sectores sociales. ·se entregan de lle· 
no a fa luc<a política y ponen sus· ideas al servicio de la 
nobleza o ¡¡ servicio de la burguesía (Hobbes, Locke). 
Esta dif17enciación de actitudes tan marcada que se da 
entre los .. flósofos ingleses ·y los continentales, se expli· 
ca por el �tado de desarrollo alcanzado ·por la revolucí<?n 
burguesa 91 sus propios países,· En Jnglaterra el tránsito 
de la soci!>jad feudal a la sociedad capitalista, se encon· 
traba más 'idelantado que en el resto de Europa. Esta si· 
tuación se reflejaba en las luchas políticas por la hege· 
monía en \1 conducción ·del estado. en donde la burgue­
sía� encab�ada por Cromwell, había logrado imponerse a 
los sector� más conservadores de la nobleza; dándose 
uña e":!r�<;>�r.a. estatal más favorable !WJLIÜ .. PIQR.f§:3Ies: 
a_:l'ol�? .. 9�--��s intereses: l?.�pQblica. -Del mismo modo 
la anstocracla lucha abiertamente por reconquistar sus 
derechos_. logrando en el año 1660 la restauración de la 
monarquta. 
l:\<;tos �vimientós no se llevan ¡¡ cabo, sino .por una 
genera!iza<;íón profunda de la política en el conjunto de 
la poblaci<)n inglesa. En tal clima social, los pensadores 
no necesitan disfrazar sus concepciones. ni hacer conce­
siones a. los intereses de turno, No sienten tampoco di· 
vo..r_c}.9__a_lº'¡no entre sus sistemas filosóficos y la polít!ga, 
lo "'ven Unitariamente y saben que el éxito de. sus !<leas 
depende del éxito de las ideas políticas a las que se han 
enrolado Previamente. 
En .fran�)a. por el contrario, el grado de desarrollo de 
la revoluohín burguesa se encontraos por debajo del al· 
canzado eyn Inglaterra. Por ello en este país, los pensa· 
dores pueden aparecer bajo una mirada superficial, co· 
mo repre�entantes del mítico ideal del filósofo heredado 
d!' la tra<llcíón griega: el sabio recluido, apartado de la 
v1da mundana. ignorante de · Jos· problemas cotidianos y 
alejado d<t los avatares de la lucha. polftíca, Estos casos 
parecen confirmar ·la continuación de la tradición· fllosófl· 
ca del modo de vida escolástica, en el sentido de que la 
17 7
Edad Media habría logrado hacer preválecer la idea del 
sabio alejado y solltario. 
-En realidad, la 
ms 
no 
por Galileo en el año 
1633 y que representa de manera paradigmática, una. sic tuq¡:ión extrema de la persecuciones llevadas a cabo por 
la Inquisición . Tampoco se debe dejar de tener en cuenta, la resonancia continental del proceso y la viva impresión que dejó en Jos espíritus· de la 'época. El texto de la acu- -
· sación y condena lefdo. por el tri-bunal de la Inquisición en el juicio contra Galileo, pone de manifiesto el exacer­
bado dogmatismo de los guardianes· del orden medieval: 
-"En vista de que tú Galileo, hijo de Vincen�o Gal)leo, de 
setenta años de edad, florentino, fuiste denunciado a este 
Santo Oficio por mantener como cierta la falsa doctrina que algunos enseñan de que el sol es el centro del uni­verso y está Inmóvil y la Tierra se mueve y tiene un mo­
vimiento diario;- por tener discípulos a quienes les ense· 
ñaste tal doctrina;· por mantener correspondencia con 
ciertos matemáticos de Alemania sobre lo mismo; por 
publicar ciertas ·cartas sobte ·las manchas solares en las 
cuales explicitaste la misma teoría considerándola verda· 
dera; y por oponerte a las objedones de las Sagrádas Es· 
crlturas, que de tanto· en tanto hablan contra tal doctrina. 
al glosar las Escrituras de acuerdo con la interpretación 
que tú les das; y visto que luego se presentó la copia de 
una carta que se dice que tú la escribiste a un ·discípulo 
tuyo y en donde hay diferentes proposiciones que siguen · · la doctrina ·de Copérnlco y que · se oponen al vendad ero 
séntido y fa· autoridad de las Sagradas E scrituras; 
"Este Santo Tribunal, teniendo la intención de procé-. 
der en 'contra del desorden y daño resultantes, que fue­-ron creciente detrimento de la· santa fe, por orden de S� Santidad y de los eminentfsimos señores cardenales de 
esta suprema y universal Inquisición, los califlc�dores 
teológicos calificaron del modo que sigue, las propbsiblo­
nes referidas a la inmovilidad del Sol y al movlmiP.iito de 
18 
8 
-la .Tier
ra: la proposición de que el Sol es �� ce
ntro del·· 
·umverso y no se mueve de su 
Jugar es ab..wrda y falsa 
filosóficamente, y formalmente he�tica, y ,�
stá en con­
t�a��cción expresa con las Sagnidas Escritu�
s. la propo· 
stcton de que la Tierra no es el ..:e
ntro del untverso y que 
no está inmóvil, sino que se mueve y ad
em# con un mo· 
vimiento diario, es Igualmente absurda y 
rolsa filosófica· 
mente, y desde el punto de vlsttl de la ven
lad teológica, 
es, por lo menos. falsa en la fe . • . 
".Y con el objeto de que una doctrina . 
wn �erjudiclal 
PUdiera desarraigarse del· todo y n
o pud•�ra mslnuarse 
l uego para grave perjuicio de fa verdad catlln
ca, la Santa 
Congregación· del fndex publicó un decre
to por medio del 
cual prohibió Jos Ubros que trotan sobre est
e asunto y 
declaró a la misma doctrina falsa y par 
entero contraria 
a las Sagradas Escrituras. 
".Y en conocimiento de que recien
temente apareció un. 
!!b:o publicado el año pasado en 
Florencia cuyo tftulo es 
Dtálogo de Galileo Galilei sobre los gra!l
des sistemas 
del mundo" y prueba que tú eres el autor, y e
n razón de 
que la Santa Congregación fue m
ás tardo l_nformada de 
q?e por la publicación de dlcho l
ibro las arroneas afirma-
. c10nes sobre el movimiento de la 
Tierra y la Inmovilidad 
del Sol Iban ganando día a dfa terreno. se
 tomó en con-. 
·eider,ación tal libro y· en el se descubrió 
una clara viola·. 
ción · del anteriormente menclon�do manda
to que se te 
·había Im puesto, pues en ese llbro d
efendiste la mencio­
nada opinión, previamente cond
enada y declárada de esa 
manera ante ti, _aunque én el libro heches m
ano a ciertas 
.e;trategemas para produclr la. Impresión d
e que la . cues­
toón queda sin- resolver y que es m
eramente probable, lo 
e� a-l a pesar de todo es un gravfslmo 
error, pues una opl· 
ntón, en· .man11ra. alguna, puede ser p
robnbl.e si ha sid? 
. deélarada y defínnJa como opuesta a -la
s Sagradas Escrr· 
turas... 
.. 
:·Y con el objeto de que tu grave 
y pernicioso error y 
trasgresl_ón ito quede sin castigo, y con-el fin 
de. que seas 
más cauteloso en el futuro y sea par
a todos los -c:lemás 
una advertencia de que cleb
en t\bstenerse de similares 
1P 
8
delitos, ordenamos que e! libro Diálogo de Gafíleo GaliÍei 
se prohíba por edicto púbHco''. 
. 
· 
Ante tal acusación. Galileo debió abjurar de ·sus ideas 
públicamente; este hecho constituyó una de las mayores 
humillaciones intelectuales que ·registra la historia del 
pensamiento científico: "Yo, Galileo Galilei, florentino, de 
>--setenta años de edad, hijo de Vincenzo Galilei, constituí· 
do en persona en juicio y de rodiHas ante vosotros, emi· 
nentísimos y reverendísimo s cardenales de la Iglesia Uní· 
. versal Cristiana, inquisidores generales contra la malig­
: nldad·herética, teniendo ante ml vista los Sagrados Evan­
gelios que toco con mis manos, juro que siempre he creí-
do, y que · también ahora creo, y que, Dios mediante, 
creeré en el futuro, todo lo que sostiene, enseña y prac· 
tica la santa · Iglesia Católica Apostólica Romana. No obs­
tante lo cual; después . de haberme Impuesto este Santo. 
Oficio la orden de que debla dejar completamente la falsa. 
opinión de que el Sol es el centro del universo y que es · 
· inmóvil y también de que la Tierra no es el centro del 
;universo y que además' se mueve y de que yo no debla 
apoyar, defender o enseñar de ningunamaneta, verbal·· 
mente. o por escrito, esa falsa doctrina, y después de ha·. 
>'hérseme notificado que tal doctrina era contraria a .las 
,Sagradas EscrituéaS, escribí y publiqué un libro en dond_�_ 
· discuto esta doctrina anteriormente condenada y propon· 
go argumentos muy convincentes en favor de ella, ·he. sido 
.juzgado sospechoso de ·herejfa, es · decir, por haber defen·. 
-dido y crefdo que el Sol era el ·centro del universo y qu� 
la Tierra no era el centro y que además se movfa. . · · ·::¡ 
"·.flor ello, hoy, deseando borrar de las mentes de vues:. 
tras eminencias y de las de todo cristiano católico _esta, 
sospecha justamente· concebida contra m!, sinceramente.. 
de corazón y de fe no fingida, abjuro, maldigo y aborrezco_ los mencionados errores y herejías y en general cualqui.�
J, 
otro error, herejía o secta contrario a la Santa lglesm. Y. 
juro que en lo sucesivo nunca volveré a afirmar en form'!, 
verbal .o por escrito, cosa alguna que pueda dar funda.;; 
mento a sospechas· .parecidas en cuanto a mí respecta;i antes bien, si ·llagase a conocer a cualquier ·hereje o pe[� 
sooa sospechosa de herej[a la denunciaré a este san..�� 
20 
� 
Oficio, al inquisidor. o al ordinario de la zona en que me 
halle. También, juro y prometo ·que cumpliré y observaré 
en forma íntegra la . totalidad· de las penas que me sean 
Impuestas o que me impong� este .Santo Oficio. Y, en el 
caso de no cumplir cualquiera de mis promesas y jura· 
mentas, que Dios no quiera, me someteré a todos· ·los 
castigos .Y penalidades .impuestas y promulgadas por loo 
cánones sagrados y en . otras disposiciones generales
 y 
particulares, contra tales delitos. Ayúdame, pues, Dios y 
estos Santos Evangelios que toco con mis manos". No es 
de extrañar ·que después de tales acusaciones, Descartes, 
por ·su parte, se niegue a publícar, tal como Jo hiciera sa· 
ber en una carta a Mersenne, El Mundo o Tratado de la 
Luz, en virtud de que allí se afirmaba ·el heli.ocentrísmo 
copernicano. 
· 
'.: La nueva exp_erien<;i.a. ]JJ,stórj!;,.qpQ]Jtica que comienza a 
t:�esta"fSe en Europa. A�.t�r.m.il"!?.�-- �11-.. m��b.9§.. ·_t!§R�ctos _l? __ . . 
problemática filosófica. En efecto, en momentos de acen­
füada rnodificai:ióñ'"(le la estructura polfticosocial, ojos __ 
cambios producidos en el nivel de la infraestructura eco­
ffómi_9.� ... -�!i8nen sU-�C-ói"i!?.§QQnd�Il.cia_J�-�LDlY�r-s_qp"ªfl::�.: 
tructurai de la sociedad . 
' diúoi'Ta·-¡;;:e-ocupáclón básica del pensamiento moderno 
estuviera constituido en lo fundamental por el problema 
gnosealógico y 'por el descubrimiento de .una nueva me· 
todologfa científica que permltiera··el avance ininterrumpi­
do de la razón, se explica en· virtud de una época que 
exigía pc:ira su propio desarrollo, la aplicación técnica de .los resultados de la ciencia. Por lo mismo, requería que 
el . -"�f_�:�erzo �.J]Qnjunto de los sectores intelectuales. 
"stuvlera abocado más directamente a cuestiones de in· 
�e�i' _né_s��ctii.n!lfico�g'i!e::�ñ:
·a¡¡¡récif�íl� ... i§:iles-iiéercaoel or--�.lt uiVmo. - - --·N-::-�-------
�;; Sr' bien el despertar del conocimiento científico · está 
!'1strechamente vinculado a las nuevas condiciones hlstó· ,t., cas, el proceso debe entenderse unitariamente. En el 
21 9
·origen del estado burgués no sólo está Implícito el surgi­miento. de las nuei;as formas de experimentación moder· nas, sino también el ·carácter operativo de las ciencias. Puesto que las nuevas formas de producciól) · necesitaban · de un ·conocimiento .. más· profundo de · la- naturaleza, tal conocimiento no débia 'entenderse como meramente con­templativo; es decir, a lá vieja manera clásica, sinci que debía. ser entendida ile acuerdo a sus notas más nuevas y revolucionar.ias; para esta época el conoci)lliento es, · por sobr-e todas !as. ciiísas, poder y dominio, · · . . . El' carácter o erat!Vo de la c,iencia favorece las osi· · bili ades de ominlo rea sobre a natura eza, ominio que a <SU· vez surge .de !.as necesidades de una clase soma!, de apropiarse de un modo más racior1:al e intensivo del medio natural. "El método que ponga al descubi\')rto esas posi- · bil!dades, se convierte entonces, en el centro de las preo­-PJ!RªI!iones filosóficas y cientific_¡¡s. Las formulaeíqnes de la metodología son, en todos los qascis; proposición-es generales· y sencllloo,· con el oJ;,jeto dé 'que sea¡¡ utilizadas por las más varlaaas disciplinas cientfficas ... Qescart11s pr-esenta en el DiscUrso de! Méto­do sus· cuatro reglas "para blen·._ditlgir la razón y buscar la verdad en las ciencias", de este modo: ."·Primero. no-admitir nada como verdadero si no supie­l!li con evidencia qlle lo es ; es decir, tratar de evitar en todos los casos .la precipitación y la prevención, y no incluir ·en mis_juicios··n·ada más que .lo que se presentara · tan clara y ·distlntaméilt!l a mi espfritu, que no tuviese ninguna posibilidad de· p!)nérlo en duda. . · · " Segundo, dividlr.;.cádá uñ'a' ·de las dificultades ·en tan­tas ·partes ·como. fuera;: posibre ·para su meJor· solución. "iercero, conducir.; orCieriádamente mis, p�nsall!ientos, comenzando por, ·los ·m.ás ioimples Y . . fáciles d�. conocer, .para luego lr·· ascend!endo ROCo.a pocó,.!Jásta·el conoci­miento de los ·más · com¡;liéádos, e lnch1s�Y!I.._.silpóner al­gún orden· entre los qu_e; ·n_ó se preceden. h�Jtl!ra!.ih!>nte. . Y por último, "hacer .. en todos· los casos rec1.1entos tan integrales y revisiones tan. generales, que -llegasé· a estar seguro de" no olvidar nada". ' 
... . .
. . . También ·Bacon eXpone su método ·de -la· _Inducción Jn, 
22 
Jo 
'completa. al cual consideraba como "la llave misma de · 
la Interpretación" de la naturaleza, en unas pocas páginas 
del Novum Organum. ·El método inductivo se oponía a la 
clásica deducción, tlpica del pé'nsamiento silogístico, por 
medio de la cual sl se aceptaba la premisa general se 
concluía en el conocimiento de lo particular. La inducción 
recorre el camino Inverso: lo universal (las leyes), no 
puede ser postulado de antémano. sino que -debe expre� · 
sarlií9eñeralfifaoael comportamiento de los �ob¡etóSfñ/" 
s!Jyl_gYl!!mente observados. Como es un conocl!ñlenfo que· . 
va de. lo particular (observación de los fenómenos), a lo 
general (formulación de leyes), Bacon considera necesa­
rio transcribir las observaciones en ·tres tablas que el 
denominara de presencia, de ausencia y de grados. En la 
primera, el investigador debla anotar todos los casos en 
donde apareciera el fenómeno estudiado; en la segunda, 
aquellos_ casos en donde el fenómimo no aparezca; y en 
la tercera. el modo en que se presenta el fenómeno. es 
decir, sus diversos grados de manifestación. . ... 
Bacon lo dice de hi siguiente manera: "sobre un fenó· 
meno. determinado ha de hacerse primeramente una pre_­
sentación ante el entendimiento de todos los casos cono· 
cidos que forman parte de ese fenóm<!no" (tabla de pre· 
· sencla) . "En segundo lugar deben hacerse presentes an­
te el entendimiento, todos los casos que no forman parte 
del fenómeno" (tabla de ausencias). "Y tercero , ha de 
hacerse comparecer ante el entendimiento, los casos en 
que se presenta en ·más o en menos, el fenómeno estu· 
· diádo" (tabla de grados). 
' 
· Galileo. por sü parte, en su labor concreta de investl· 
gación, lleva a. la práctica por vez primera la observación 
y la experimentación en sentido moderno, esto es, que a 
partir de él comienza. a adquirir importancia el · equipa­
miento del Instrumental cientlflco necesario, como herra: 
mienta imprescindible para el avance de la ciencia. 
. >El uso adecuado del Instrumento especifico permite. 
arribar a ·resultados asombrosos; el propio Galileo, cons· 
truye un telescopio en el año 1609, gracias al cual pudo 
realizar observaciones. más correctas que le permitieron 
descubrir los cuatro Astros Mediceos (_planetas de Júpl· 
23 
10
terl" y realizar las primeras observaciones de los cráteres 
de la Luna, p laneta que la física medieval consideraba 
absolutamente esférico y sin imperfecciones.q,,,La obserVación, Ja experimentación. la utilización del 
' inStrumento científico determinarán el modo de interro· 
:ijar a la iiatüirueza e,ropio del mundo moOei'ilo-:-¡?eri)-¡¡¡¡:n. 
bien para poder comprender sus respuestas, .e l hombre 
�q3:f<fl}Cía::&ii!Lªnde gy�be_,Ula!lii:mt!l�ªr_J1L . .!Jnlverso. 
�nj:erpretar al mundo natural al modo de fa matemática, 
es decir, al modo de la razón, es otro d e Jos rasgos que 
acompañan al pensamiento científico. 
De este . modo,. el espacio natural es pensado con las 
propiedades del' espacio de la geometría; homogéneo por 
@finición. infinito. medible, capaz de ser expresado en 
ecuaciones Inequívocas. De !a misma manera son enten· 
>dJdos Jos cuerpos; se suprimen fas diferencias cualitati· 
.JL!!_:¡__que había puesto en ellos la ciencia medieval y estos 
casan a ser considerados tan solo como "res extensa". 
Todo lo cual permite que los fenómenos sean medidos y 
expresados con exactitud, a! mismo tiempo que las cien-
··cias . básicas se recubren de un barniz de infalibilidad. 
Galileo explicita claramente este nuevo criterio de la 
,_ciencia moderna: "•La filosofía esta escrita en este gran 
"libro que tenemos permanentemente ante nuestros ojos 
r(el universo) , pero no puede comprenderse si con ante­
riorl<lad no s e aprende su lengua y· los caracteres en que 
está escrito. El universo está escrito en Iengua matemá-· 
ti ca' y los caracteres son triángulos, círéulos y demás fi· 
guras geométricas sin cuyo medio es imposible humana· 
mente entender una sola palabra, sin ellos, todo es . errar 
vanamente en un oscuro laberinto" (11 Saggiatore). 
Galifeo parte de la observación concreta de los hechos, 
esto es, d e la experienci? directa, pero su objetivo no es 
hacer una mera . recolección d e fenómenos, sino por el 
contrarío, reunirlos, descifrarlos, interpretarlos, para l o 
cual necesita. postular una naturaleza que s e exprese ·en 
un idioma conocido de antemano: el . lenguaje "'atemático. 
Es así que a la formufaQjón ¡l.§__lm;_j.§YJlll,.rul.Mf.!!lgs, no se 
llega tan sólo por medio · de una observación directa de la r_ealidad, sino también y fundarnentalme(l�e, _ atribuyen·_; 
24 
do al universo la "propiedad" de ser matemático. A los 
ojos de la ciencia el mundo es monótono y gris. "En un 
sistema ·donde se homologan . todas las diferencias, en 
donde no existen movimiento · privilegiados, ni jerarquía 
alguna entre los entes, es pos;ble extraer leyes generales 
de comportamiento. 
Es así que la ciencia matemática logra, en e! siglo XVII, 
un importante · desarrollo: Descartes descubre la geome­
tría analftlca, Newton el cálculo de fluxiones y . Leibniz, 
paralelamente, e l cálcu-lo diferencial. 
TilJll!lién-L'LfiJQ_'illÍ[ª-J!'�!l�ar en general) , si bien po>:__ 
_JJ.Q __ g_ªmJn.o máS especulativo. toma a partir �g�-P��9art..es' 
el modelo de las matemáticas. 
- -5escartes-:-íe plantea. "n última instancia� la íustlfica· 
·ción del mundo natural, encuentra su fundamentación . 
�E>rü?:·¡:,_z§n.. acu ta LSUe es p!2J2ia de la ciencia matemá· 
JLC.h.QQmo los hombres aprehenden los objetos por m
edio 
de los sentidos y éstos en la mayoría d e Jos casos son 
engañosos, Descartes s e propo_n� no aceptar como· vet:_: 
dadero sino aquello que se l e presentara coo__la!LDQ.t¡¡s 
deJ[.§f?ri'Jao::i_ distin<:ió11;__)..o que es evidente (claro _y__ 
drstintoJ , no pueae provenir Talos sentidos porque he­
mos advertido que los sentidos a ye<::es yerran y es acon� 
sejable no confiar demasiado en los que alguna vez nos. 
engañaron'' . 
.Para que los objetos se presenten con claridad y dis­
tinción es convenlente seguir a las matemáticas, esto es. 
partir de aquellas proposiciones que sean más simples, 
para ir Juego elevándonos hacia cuestiones más complí· 
cadas. ];) análisis·. propio del método matemático, figura 
d¡;¡ntro de las cuatro reglas del método. Dividir las difi· 
cuitadas en cuantas partes sea posible, no es sino hacer 
.retroceder al. pensamiento hasta llegar a aquellas propo� 
siciones moleculares que resultan evidentes d e por si, o 
l o que es lo mismo, intuitivas. D e la misma maneta que 
·las matemáticas se construyen a partir de unos pocos 
axiomas que se aprehenden intuitivamente, el ideal del 
conocimiento filosófico debe tender a lo mismo. 
· 
.Descartes considera que hay dos ·caminos que nos per· 
miten .llegar al conocimiento verdadero de las cosas: la 
25 
·H 
11
deducción y 'la· .jntui'!lón� El primerQ¡ consiste en el É>nca­
'.i!EinJ!m.iento de .razonamientos verdlederos, pero tal enca­
denamiento, si . bien es una señcla <l)ue .?Segura el � 
del conoclini<mto._o;I!"Pende, en la un,ión de sus eslabones, 
.de -la memoria. El razonamiento ded.iuctivo, en última· ·ins· 
tanéia, 'pide prestada la certidumbr<e a la memoria". Por 
.esto ml$mo, Déscartes en las regla� del método previene 
. sobre la deducción y .recomienda reevisiones completas y 
generales, pues existe el p_eliqro sieempre latente de cae; 
en el error. Y es por. med1o del meecanismo de las rev•· 
siones generales que <lebemos tenc\:ler al ·ideal del ·cono· 
· cimiento verdadero. es decir, a conlt9ertir la deducción en 
· intuición intelectual. · 
"Si en virtud de repetidas operac;;ones descubro la re­
· laclón que existe entre una primeraa y una segunda mag· 
.n!tud; luego la que hay entre una seegunda y una tercera, 
más .tarde la que existe entre una ttercera y una· cuarta, 
y por. último la que se da. entre unaa cuarta y una quinta, 
no observo por esto la relación que,· hay entre la primera 
y la quinta· ni puedo deducirla de la'% relaciones ya cono· 
·cidas si no las recuerdo a todas, po�r lo que es menester 
recorrerlas muchas veces con el pen,-samlento hasta pasar 
.de la primera a la última con tina rap¡,idez tal de modo que 
parezca q.ue veo Intuitivamente el torodo de una sola vez 
sin la ayuda de la memoria" (Reglas,_:para la dirección del 
bplrltu). 
Por ser las Jnatemática_s un 2ro<lu¡¡cto eiemplar del uso 
correcto de la razón, ha sido, inclussive en momentos d e 
oscuridad . clent!Tíca. la única actlviddad que � 
. .!<9.D!aminada PQLDingún tipo de preiljuicio; por esto mls· 
mo, nada sino la razón puede consttltuirse en._jw;z com­
·petente del pensamiento cl<ell.iífLCQ,_ 
'·---··-La gnoseología moderna, partiend<lo de estas premisas. 
inaugura un. nuevo soporte de la obi'jetivida<l. Al convertir 
al ind!Viduo racional en juez de. sus ¡:propias reallzaciom;s. 
esto es, al poner el criterio de .verdead .en el Interior m1s· 
mo del sujeto, rompe por complet<tQ con el criterio d e 
verdad medieval basado en la corre;!!sponde�cla del cono· 
cimiento con las Sagra<las Escritureas. A partir de este 
momento, es ·¡a sub_�J_et::.!vl.::..::.d�--Q:���.".��-al_J'la_q��-d_e_ci�<:!�!..?: 
.26 
12 
bJ:!l lo objetiVO; el _¡;ui<eto se pone como fundamento
. 
dé JÓ' 
llhi..e.tlll9�l hombre se estatuye a sí mismo como ei ·pa· 
trón de todas las medidas, con .las cuales se mide y 
se 
calcula lo que ha. de considerarse como cierto, esto es:
· 
:verdadero".'• 
: A partir de este momento, el uso apropiado de la razó_n 
.P!lrm.ltl! deljCubrir verdadea eternas (universales v
 nece· 
.l!".éÍa!ll , es decir, que la clase social que comienza a
 
constituirse como clase universal, debía instaurar. al mis· 
mo tlemP.O, como universal su propios productos del pen· 
samieni:Ó, haciendo pasar previamente como universales 
las estructuras básicas del conocimiento: Lo que ella. lns· 
tauraba · como verdadero, debía ser aceptado y rec.onoci· 
do como tal, por el conjunto de la sociedad. 
, · ·Finalizaba así, una época de sojuzgamlento en nombre 
de la iglesia, para dar lugar a otra en donde el sometl· 
miento se haría en nombre d e la ciencia .. 
1tíflco a l a ciencia . sociál 
derna fliosotia soc · 
semejanza de la filosoffa natural. Si se ha· dominado 
.· naturaleza en base a principios racionales� $(,- deben lo­
grar resultados similares aplicando idénticos principios a 
la sociedad civil. Así como se han descubierto las leyes.·que rigen· los procesos de la naturaleza, deb
en descubrir· 
se las leyes que rigen el coniportami�nto soéial.· Porque
 
la ;;ociedad organizada según las pautas del derecho feu· 
: dal, e� Irracional e injusta, es n_ecesari_o; �u es; J'Q!!er "a 
.la . soc¡edad balo nuevos fundamentos. es decir, ba)()_I!!!Jl 
leglslación que contemple· Jos derech_o_s naturaiAA:Jesen­
clales) del indivi-du.o. ·. · •· 
También e n este ·aspecto, er¡¡ensamlento del siglo XVII 
se separa· sustancialmente de las·teorras políticas susten· 
. .. ,. Martfn Ho!degger. I.tr épocs_ de tri ¡;m,�n del mundo • . 
27 
12
tadas por la sociedad medieval, las cu�.les tenian por fun· damento l a ontología cristiana y la ética griega. En efec·" to, "los pensadores modernos ya no se preguntan como los antiguos por las condiciones morales de la vida bue: na y excelente, sino por las condiciones reales de la su­
pervivencia" 11 
rao 
la meCánica 
de la soCiedad 
narth 
con que 
producidos según las leyes de 
Por otro lado, l a clásica Inmovilidad de la sociedad me­dieval, había impuesto el ideal de la vida contemplativa; las nuevas condiciones históricas y las clases en ascenso pujaban por Imponer una nueva concepción: la vida en· tendida como activa. 
:En una cosmovisión del mundo · en donde la práctica social ocupa una jerarquía singular, y en l a cual Jos mé· todos científic_os valen por l a eficacia que surge de su empleo, esta mi·sma práctica social, orientada científica· mente, debe llegar a ser lo más eficaz posible; para elle" era necesario que4la filosofía social pusiera de manifies· 
'''-'V �UV'""''' 
1:roerecbo natural descubre con rigor científico aque· 
11 .Jürgen Habermas, reoria y Pra:tJS, pág. 18. 
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13 
!los caracteres esenciales de la naturaleza humaria. de ,¡a 
misma manera que la física descubre las Jeyes fundamen:!­
ti!les del mundo natural. " "":"",< . · -
Aplicando la metodología de lá filosofía política; f:l¡¡¡)J 
bes determina de esta manera las notas esenciales :del 
individuo social; ''Arribé así a las ':los· exigencias má�')� 
de la naturaleza humana; una es la exiaencia� dé 
__ ..rinetitos naturales. en virtud de los 
Q_Qiere el us.o __ d_e las cosas comunes p 
trae 
como consecuencta una lucna oesenrrenaoa �lllrt:; 1vd in­
dividuos en razón de que cada uno trata de usUfructuar 
en su propio y único beneficio aquellos objetos que pér� 
tenecen a la comunidad; este egoísmo natural pone en. 
fun.Q!pnamíento a la razón.· la cual debe consentir el_so-- · 
metlro.ls>ll);9-llªril--Rreservarse de lo m!!L-!!!�L tef!le: la . 
muert_? violel)!a. Para salir de este virtual estaOoCfe es­
clavitud
J 
los. hgmbres deben asociarse políticamente por 
medio e un �o social que asegure 1a satisfacción 
cle . las necesidades básicas reguladas de acuerdo a un 
.§l§tema jurídico. La· lucha sin cuartel de la sociedad na­
tural se convierte 'en régulación jurídica,"" "er\da .llQQ)ll!!lld 
contractualista. Es así como el contrato social por medio 
de la Imposición de los derechos y deberes · del ciudad a· 
no, permite un disfrute más eficaz d e la propiedad al ela· 
borar una legislación protectora de l a misma. Como lo 
fundamental es asegurar a cada cual . lo suyo, la legisla· 
ción civil no es sino una rfgida legis·lac1ón de l a pro-
. piedad. • 
Al mismo tiempo, todo contrato supone una delegación 
de l a autoridad en un Estado, quien elevado por encima 
de los individuos. garantiza el disfrute de la propiedad al 
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suprimir los apetitos naturales. Es así como el estado sur­
gido por medio del contrato civil aparece a los ojos de la 
s.ocledad civil como una J.n�itución natural y, al mismo 
tiempo, contrapuesto a las autoridades tradicionales que 
eran sentidas como exteriores y coercitivas. 
Esta · racionalización del estado constituye · el germen 
del estado l iberal del cual,. según Habermas, Hobbe.s .es 
el primer teorizador y cuyas notas básicas ·son estas: 
"1•) El poder soberano se instituye por amor a la paz; se 
aspira a la paz para lograr ·el bienestar público. El . bien no 
sólo consiste en la preservación .de la vida en sí, sino en 
· Una vida Jo más grata posible, Esta no surge como la vida 
buena de la tradición clásica, de la virtud, sino del disfru­
te de l a propiedad. libremente. disponible. 2•) El soberano 
procura el biene¡¡tar general mediante leyes. ·Estas fun· 
damentan y regulan el ·órden de la propiedad . . . 3•) Las 
leyes tienen. el caráctar de normas generales y formales. 
La formalidad de las leyes . asegura a los ciudadanos ra 
libertad en el sentido de la libre ubicación . . . Además, 
la generalidad de las !éy�s garantiza uná Igualdad formal 
de derechos y deberes . . . Asegura por otra parte, la cal­
cul.abllidad anticipada de los actos de los aemás. esto es, 
una expectativa de comportamiento .según reglas genera· 
les, sin las cuales es imposible el trato civil. 4•) Mantle· 
ne la paz en el Interior y la defiende contra enemigos 
exteriores, a fin . de· que- cada 'ciudadano pueda aumentar 
su. fortuna y disfrutar de su l ibertad'." 
Hobbes ligado Ideológicamente a· la restauración de la monarquía en· Inglaterra (Carlos IIJ • Qrganlza su doctrina 
�iªLe.!! función de Justificar los derechos de la ant!g!lll 
noblg;g¡_mediante ·!�.:.!l.I.!Jª-nlzaclón de una monarqufa ah· 
solutf.sta. · ·· 
· 
·· ·.Joii'n-Lock�, por el · contrario, centra su especulación 
pol!tica· en la justificación de la monargula constij:uciorial. 
Defensor del más puro liberal ismo político que l levará al 
poder a Guillermo . m y que marca el Inicio de !a hege­
monía de�la burguesía en la vida ¡iolftlca Inglesa, Locke 
se convierte,_ por lo tanto, en portavoz de la Revolución 
de 1688 y en ideólogo de la nueva clase en el poder. 
l2 ibfd.. pág. 38/39. 
30 
1.'1 
No obstante !os distintos intereses que defienden, tan· 
to Locke como Hobbes, QQQ;;trttye.n· el ¡¡_y!!m.9.-º.EU!Y JJI!1: 
�ºf[ª5Q.<;i,al, __ de acuerdo con el· modelo de !a ciencia "ª' 
�!!r'!l._lo que pone de manifiesto una vez más el lugar 
oe 
privi legio que ocupaba el pensamiento científico durante 
el siglo XVII y su capacidad· de Influencia que llegaba. in· 
elusiva. a determinar el pensamiento- pol!tlco. Nadie, ya 
sea desde el lado del conservadorlsmo, o . de ,¡a revolu· 
ción, podía dejar d e lado las nuevas ideas de la f!sica 
mecánica. 
'La diferencia esencial de Locke con respecto a Hobbes, 
consiste en que aquel introduce y trata con detenimiento 
cierta problemática no considerada en épocas anteriores: 
propiedad privada y el cará_Ct!!r del_t.ra��­
nidad de la política con lae«<!_riOI!lía,. 
. es sab.ido, ya Locke convierte eí oroenamlento. 
de la propiedad en l a sociedad civil como tal, en una 
base del poder estatal contractualmente fundado. De alll 
· 
hay tan solo un paso a la concepción de la Economla Po­
lltica tal· como se entiende en ·la segunda mitad de siglo 
XVIll"." 
. 
se 
��r.Q ._!-;1�!-'. ... 9.�.-!!.��!.��-�, ...... t'""J--·-,-- - · · - - - ­vida. salud, libertad y bienes". Pero ocurre que ru.JlQ.m� 
tlimblén puede pasar a l estado d e guerra qué sobreviene 
g!J_ando. alguno· de. Jos hombres intentan violentar a otro$ 
.JLOl1l'!Wsl.Q_!lJLP..\l!!gro st.!..llll.ru:tllli..!LJ.QUald!l.d. . 
Es así que para "evitar el estado de guerra los hom­
bres han formado sociedades y se han separado del es· 
tado de natural·eza". Como miembro de la sociedad civil 
.!'t inÍ!lvicjyQ_..,2ª-mbia ��:Iilietiad natural por l a libert¡¡d 
cl�l. 
. . ; 
-:p¡;-,:iiLocke, "la l ibertad natural del hombre consiste eri 
no reconocer ningún poder soberano en el mundo. · La ll· 
bertad en l a sociedad civil consiste en' no .estar .Slli!!lttidll. 
a más poder legislativo que aquel que .se ha ... !}�tablecldo . · . , 
, lbfd., pág. 51. •. 
31 14
· por el asentimiento de la comunidad. a ningún otro irrip� rio que a aquel que se reconoce en ésta. ni a otras leyés · que las que esta misma potestad legislativa pueda hacér\ conformándose al derecho que le ha sido comun icado'i�fi 
Porotro lado, Locke justifica el derecho de propiedad' ·poi_ medio del trabajo. TOOcilo que el hombre le ha atran� cado a E-.. �atura!eza p�r medio de·l trabajo. le pertenece:; AS!, tant� tierra como un hombre pueda arar, sembrar,!, etc., l e pertenece en propiedad y puede cercarla y dispo� 
ner de ella, ya que es justo que si la ha· trabajado · l e per:!'; tenezca. Es el trabajo acumulado. en este caso en ·la tierra,\ 
,el origen de la m:gpiedad privada y el que además, otorg,?' el valor a las posesiones. Una sociedad pensada a la ma�: nera de Locke, esto es. como una comunidad de produc'' 
· .tares de riqueza, debe considerar su propia· asociación: . civil como sistema que tienda a la mayor seguridad. y dis-] frute de sus bienes, y al estado surgido del convenio so· :; clal, como ejecutor d e una legislación que garantice la per.'' 
petuación de la propiedad. 
La clePola y su utilización no han sido, en ningún mo· 
mento de la historia del ·pensamiento, ingenuas. En el si· 
glo XVII la preocupación por fa estructura del conoclmien· 
to, lnfciado con el Novun Org8flum y e l Piscurso del Mé· 
todo, fue apoyado por los sectores de la burguesía en as· 
censo, con miras a la utilización de ·fas resultados en 
función de sus necesidades de poder y de sus ansias de 
domini o. 
Por medio del afán de universalización, bien pronto 
aquel-íos intereses que estaban estrechamente vinculados 
Y preocupados por el desarrollo ·de la ciencia, transflrie· 
ron sus propias espectativas a la conciencia general de 
Jos pueblos. >Es asf que el d isfrute de los beneficios de la 
ciencia s-e difunde como generalizado. esto es, que del 
desarrollo de la ciencia dependen, en gran parte, las po· 
slbl!ldades de vivir en un ·mundo mejor, que sus aplica· 
cienes l?ropenden al b ien'estar general; la aplicación de 
32 
Js 
Hos principios de la física mecánica al perfeccionamiento 
l'de la maquinaria industrial · responde a la humanizacióri 
:ael trabajo;· el contrato social fundado científicamente. 
'termina con una época de arbitrariedades y viejas prerro· 
"9ativas, para. dar lugar al nacimiento del estado democrá· 
·tico; el aumento de la producción trae como consecuen· 
'cia · un mejoramiento en el bienestar de los individuos. 
,Tales fueron. algunos de los espejismos, que las clases 
'dominanteií estructuraron a lrededor de la ciencia. 
<,.Bacon anticipa los deseos de esa clase: "Hoy domina· 
mos la naturaleza sólo en. nuestra opinión, y nos hallamos 
sometidos a su necesidad pero si nos dejásemos guiar 
por ella en la invención, 'podríamos ser sus . amos en la 
práctica" . Y aclara que el objetivo de la ciencia consiste 
�:en el descubrimiento d e . detalles antes desconocidos 
para meior equipamiento y ayuda en la vida". 
El conocimiento científico entendido como ayuda, es 
también lo útil, lo que sirve. Utilídªº-.Y servicio serán las 
QQ!.�gue la sociedad liberal <ílfundir�..Q.Q_mo especític§� 
!l.�..!!L�Le.r:mi.<' '!!S'Jle"!'2.:..:_La ciencia se erige, pues, en reina 
· de las actividades humanas, en tanto que proporciona uti· 
lldad y servidumbre. · 
J..a ciencia moderna no sólo matematiza al mundo, sino 
tamliién ella misma se mide por sus propios resultados.· 
: dándose a sí misma la posibilidad de corregirse. procedí· 
miento que tiende a hacerla cada vez más eficaz. La nue· 
va jérarquización social de la práctica y de la técnica M 
!a cual sobresale la técnica del cálculo matemático. per· 
mite comprobar los resultados de la ciencia de una ma· 
nera directa. Asl, ."e! número se convierte en el cánon del 
iluminismo. Las mismas ecuaciones dominan la justicia 
burguesa y el intercambio de mercaderías"." 
Puesto que para la justicia todos los hombres son i gual.· 
mente libres, pueden ser medidos con el mismo. patrón 
ya se trate de un propietario; o de un d esposeído: 
€1 mundo de la sociedad civil burguesa. es tan homogé· 
neo como el mundo ·de la ffslca.. nada más natural que 
administrar una misma justicia a. individuos considerados 
14 �ax Horkhelmer, Theodor . W. Adorno, Dialéctica de la naturele· za. pág. 20. 
33 
15
:s�r¡iejantes:·Per<> e� una sociedad organizadá �n relac!!J,lli 
:c·on"•.la propiedad prrvada, conslderar . a todos los hombr�'!j 
·¡gúales·:hace que: el sistema jurídico, - emanado de · es(� 
·postulado; sea en la práctica absolutamente Injusto;. pué$1 
en·tsociedades de este tipo, "el derecho debería no se� 
igual.' eino · desiguar• .'' · . . . · . . . mla ·homologación de la sociedad es la fuente de hi i.!J� 
justicia ·a la vez que la oculta. "Ahora la Igualdad se ·con¿, 
vierte en un fetiche . . La venda . sobre los ojos d e la jus1J 
ticia no significa únicamente que. es preciso no interfe'; 
rlr ·en su <:urso, sin también, que el derecho no· nace · de· 
la llbertad" " sino de la propiedad; con lo que la socie0 
dad natural -contractualista oculta una necesidad prái:> 
tica· de sometimiento, dando origen a un estado jurídic� 
.coercitivo para ·garantizar . l a · eficacia del funcionamientó 
social; esto es, · proteger la · propiedad y los bienes prl:. 
en el pensamiento cientfflco. 
1s Carfps Marx. La ctte$tlón judía. 
Jt;.Horkhelmer, Aáomo, cp. cit., pág. 31. 
. 34 
Raúl Garcla Orza 
4 6 
Crltica al pensamiento tradlélonal 
Si . alguien investigara por dentro con más cuidado to· 
da la variedad de libros de la que se enorgullecen las 
artes y las ciencias, encontrará en todo$ lados infinitas 
repeticiones de lo mismo. distintas en el modo ·de tratar· 
fos, de modo que a simple vista parecen numer
osas. pe· 
ro del ·examen, pocas. 
Y sobre su utilidad, diremos directamente que esa sabi· 
duria, que aprendimos de los griegos muy especialmente,
 
es uná especie de niñez de la ciencia, y que tiene lo que 
esi propio de los niños, el ser rápidos para la charla pero 
Impotentes y prematuros para la generación; ya q
ue es 
fe9unda en discusiones, e impotente en obras, a tal p
unto 
que la fábula de la Escila, parece cuadrar a lo vivo al 
es· 
tado de las letras, en el estado actual: tenia aquella .
cara 
y aspecto de doncella, pero en sus entrañas \\'l}vaba pren· 
didos. y adheridos monstruos que ladraban. Igual las 
cien­
cias a que estamos acostumbrados. tienen algunas 
gene· 
ratidades lisonjeras y bellas, pero cuando se llega 
a lo 
especific.o. que es como la parte de la generación para 
que de fruto obras de sf, entonces nacen rivalidades y 
peleas de ladridos, que es en lo que· quedan Y• hacen las 
veces de pa'rto. Por otra parte, si semejantes ciencias no 
fueran cosa muerta: no hubiese ocurrido lo que ha venido 
aconteciendo durante tantos siglos, el que perma
nezcan 
pegadas e inmóviles sobre sus huellas, ni tomen en in·
 
crementos digno del género humano, hasta el .grado de que 
muchas veces no sólo la afirmación ha quedado a
firma· 
ción, sino que la cuestión qu�;da cuestión, sin que se so· 
Iucione con esas descripciones, sino qúe se fije y man· 
tenga. y que toda la tradición y transmisión de las discl 
plinas, represente y haga ostensible la persona del maes 
tro y oyente y no la del Inventor y la de quien añada algc 
extraordinario a lo Inventado. 
· 
35 . 
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