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TEMA N 16-DESPRESCRIPCIÓN Y SEGURIDAD DEL PACIENTE (1)

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SEGURIDAD DEL PACIENTE
Los adultos mayores por la alta prevalencia de polipatología y polifarmacia
5enen un mayor riesgo de presentar desenlaces nega5vos relevantes para la
calidad de vida.
El adecuado conocimiento de la fisiología del envejecimiento y el juicioso
manejo de guías clínicas de prescripción basadas en evidencia existentes, son
una ayuda importante para mejorar la seguridad del proceso de prescripción
farmacológica en este grupo etario.
Un abordaje estructurado y secuencial que considere la conciliación de
terapias, el reconocimiento de cascadas de prescripción, las
contraindicaciones e interacciones farmacológicas, evitar el uso de
medicamentos potencialmente inapropiados.
L. Arriagada. Uso de Medicamentos en el Adulto Mayor Rev Hosp Clin Univ Chile, 19 (2008), pp. 309-317
Principios de prescribir 
prudente
Principios de 
prescribir prudente
Barreras que dificultan la desprescribir
Grupo de fármacos 
a desprescripción
III JORNADA NACIONAL DE MEDICINA FAMILIAR Y COMUNITARIA
Grupo de fármacos a desprescripción
Grupo de fármacos a desprescripción
Grupo de fármacos 
a desprescripción
III JORNADA NACIONAL DE MEDICINA FAMILIAR Y COMUNITARIA
Seguridad del paciente
• La polifarmacia se ha relacionado con numerosos efectos nega3vos como
aumento de caídas, deterioro cogni3vo y funcional y delirium entre otros.
• Los pacientes polimedicados presentan una menor adherencia al
tratamiento, un mayor número de ingresos hospitalarios, incluso una mayor
mortalidad.
• El buen control de la medicación es responsabilidad del médico de atención
primaria, así como la iden3ficación de medicación potencialmente
inapropiada y el proceso de deprescripción.
Semergen. 2019;45(Espec Congr 1):3201 
¿Es segura la desprescripción?
La práctica de la deprescripción no tendría sentido alguno, si no pudiéramos decir que se
trata de un práctica segura.
En la mayor parte de los casos, no vamos a encontrar ningún efecto con significancia clínica
tras la retirada de los fármacos (88-90%).
Existe un porcentaje escaso de pacientes, en los que se debe reintroducir el fármaco retirado
o la aparición de nuevos síntomas. Situaciones estas que habremos acordado con nuestro
paciente, incluyendo un período de seguimiento o vigilancia, y manteniendo siempre una
actitud flexible o de “puerta abierta”.
Podemos afirmar por tanto, que se trata de una práctica segura .

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