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30 Atlas conciso de los músculos Contracciones isotónicas Son las contracciones isotónicas de los músculos las que nos permiten movernos. Tales contracciones son de dos tipos: Concéntricas En las contracciones concéntricas, las inserciones de los músculos se aproximan y generan movimiento en la articulación. Usando el ejemplo de un objeto sostenido en la mano, si el músculo bíceps se contrae concéntri- camente, la articulación del codo se flexionará y la mano se desplazará hacia el hombro contra la acción de la gravedad. Igualmente, cuando practicamos una flexión de abdominales, estos músculos deben contraerse con- céntricamente para elevar el torso (véase la figura 40). Excéntricas Las contracciones excéntricas suponen que las fibras musculares «actúen» de forma controlada para ralentizar los movimientos que la gravedad, si no se vigilara, haría que fueran demasiado rápidos. Por ejemplo, bajar un objeto sostenido en la mano. Otro ejemplo es sentarse en una silla o tumbarse después de una flexión de ab- dominales. Por lo tanto, la diferencia entre una contracción concéntrica y otra excéntrica radica en que en la primera el músculo se acorta, y en la segunda, se elonga. Figura 40: Los abdominales se contraen concéntricamente para elevar el cuerpo. Biceps contract eccentrically to enable controlled lowering of arm Figura 41: Contracción isotónica excéntrica. El bíceps se contrae excéntricamente para que el brazo baje de forma controlada capítulo 1 001-032 28/11/07 16:36 Página 30
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