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Receptores del sistema nervioso

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UNIVERSIDAD VERACRUZANA. FACULTAD DE BIOANÁLISIS. 
ALUMNO: Alicia de los Ángeles Zamudio Sánchez FECHA: 07/05/2021 SECCIÓN: 1 
DOCENTE: Daniel Cabañas Hernández 
 
RECEPTORES DEL SISTEMA NERVIOSO. 
Tacto. 
En el cuerpo tenemos unos 5 
millones de receptores bajo la piel. 
Cuando sientes dolor, presión o 
calor, estos receptores envían 
señales eléctricas a las neuronas 
que transmiten el mensaje hasta el cerebro mediante la médula espinal. La función principal 
de estos receptores es proteger el cuerpo. Cuando, por ejemplo, los receptores avisan de un 
estímulo de dolor o de frío, el cerebro reacciona con una orden adecuada, ya sea apartarse de 
la causa del daño o comenzar a tiritar para subir la temperatura. 
El tacto es un sentido clave y tan vital como la vista o el oído, pero mucho menos visibilizado 
y más difícil de estudiar. Esto quizá se debe a que es un sentido pasivo que no podemos usar 
a voluntad, a punto tal que muchas veces ni siquiera lo asociamos con las sensaciones concretas 
que nos permite, como el frío o el dolor. 
La piel posee distintos receptores nerviosos, cada uno especializado en un tipo de sensación: 
tacto, presión y temperatura. 
• Mecanorreceptores. Una serie de receptores especializados que transmiten la diversa 
variedad de sensaciones táctiles, ya sea proveniente del exterior (exteroceptores, como 
los corpúsculos de Meissner, los receptores de Merkel, los corpúsculos de Krause y los 
corpúsculos de Ruffini) o provenientes del interior del cuerpo (interoceptores, como 
los corpúsculos de Pacini y también los de Ruffini). 
• Termorreceptores. Aquellos receptores especializados en la percepción del frío o del 
calor del medio ambiente. 
• Nociceptores. Aquellos receptores que perciben el dolor y lo transmiten al cerebro 
como una sensación de urgencia. 
Cada tipo de receptor de la piel transmite su información nerviosa al cerebro mediante un tipo 
puntual de fibra nerviosa. 
Las sensaciones percibidas por el tacto son de tres tipos y se transmiten al cerebro por vías 
distintas: 
• Sensibilidad protopática. La más primitiva y poco diferenciada, responde a las 
sensaciones más gruesas y amplias, como el dolor, el frío o calor extremo. Es la primera 
en reaparecer luego de lesiones en los nervios. 
• Sensibilidad epicrítica. La más fina, localizada y exacta, permite apreciar estímulos de 
poca intensidad, permitiendo reconocer formas y tamaños. 
• Sensibilidad termoalgésica. Aquellas que se vinculan con la temperatura y el dolor. 
Vista. 
El sentido de la vista es uno de los cinco sentidos que tiene el ser humano y, quizás, uno de 
los más importantes. 
El ojo es un órgano que se encuentra en la cavidad ósea 
del cráneo, llamada órbita. Su parte externa se compone 
de pestañas, párpados y cejas que lo protegen impidiendo 
que entren sustancias dentro del mismo manteniéndolo 
húmedo, limpio y lubricado. 
El sistema visual detecta los estímulos luminosos (ondas electromagnéticas), distinguiendo 
entre dos características de la luz, su intensidad y la longitud de onda (los colores). Sin 
embargo, la luz, antes de llegar a la retina atraviesa las distintas partes del ojo: la córnea, el 
humor acuoso, la pupila, el cristalino o lente natural del ojo y el humor vítreo. 
Cuando la luz pasa por la córnea y el cristalino, a través de la pupila, se forma una imagen 
invertida y real en la retina. Esta inversión se produce debido a las distintas densidades de las 
zonas que atraviesa la luz, de manera que los rayos luminosos superiores se proyectan en la 
parte inferior de la retina y los inferiores en la superior. 
Este estímulo es llevado por el nervio óptico a la corteza cerebral donde se hace la 
interpretación del mensaje a través de un proceso psíquico-químico según la mayoría de 
teorías. 
La forma del ojo es muy importante para mantener enfocadas las cosas que vemos. Si la 
forma del ojo cambia, esto afecta la visión de la persona. 
Normalmente, la luz se enfoca con precisión sobre la retina en un lugar llamado punto focal. 
Debido a que un ojo miope es más largo desde el frente hacia atrás que un ojo normal, la luz 
se enfoca frente a la retina y no directamente sobre ella. Esto dificulta ver las cosas que están 
más alejadas. A una persona que tenga un ojo “largo” se le llama miope. 
Los anteojos con lentes cóncavos se utilizan para corregir la miopía. El lente cóncavo enfoca 
la luz sobre el punto focal de la retina.
Oído. 
Gracias al sentido del oído podemos interpretar 
cada uno de los sonidos que nos rodean, 
pudiendo reaccionar así a situaciones de alarma, 
a estímulos o, simplemente, mantener una 
conversación. Además de esta función, el oído 
nos permite mantener el equilibrio, ya que es el 
órgano receptor de todos los movimientos que ejecuta la cabeza. 
Es importante tener claro de qué manera entra el sonido en los oídos. Inicialmente las ondas 
sonoras van por el oído externo, pasando por el conducto auditivo provocando la vibración 
del tímpano. Gracias a este proceso comienzan a moverse los tres huesecillos conocidos 
como estribo, yunque y martillo. Posteriormente las vibraciones viajan a través de la ventana 
oval y de ahí al fluido de la cóclea, que se sitúa en el oído interno. 
 
El oído externo 
El oído externo es la parte de este órgano encargado de recibir el sonido para mandarlo hacia 
el oído medio. A su vez está compuesto por: 
• Pabellón auditivo 
• Conducto auditivo 
• Tímpano 
El oído medio 
Esta parte del oído es la encargada de transmitir el sonido del oído externo al oído interno. 
Es aquí donde se sitúan los famosos tres huesecillos: estribo, yunque y martillo. En este punto 
el sonido viaja a través de: 
• Ventana oval 
• Ventana redonda 
• Trompa de Eustaquio 
El oído interno 
Finalmente es en este punto donde los impulsos eléctricos llegan al cerebro en forma de 
sonido. Este proceso finaliza con la recepción del sonido por parte de la cóclea, conocida 
también como caracol. 
Olfato. 
El sentido del olfato al igual que el 
del gusto pertenece a los llamados 
sentidos químicos ya que sus 
receptores, denominados 
quimiorreceptores, son estimulados 
por las sustancias químicas presentes en el aire (odorantes o moléculas odoríferas) y las 
moléculas presentes en los alimentos (moléculas gustativas), que una vez disueltas en el 
moco o la saliva los estimulan. 
El sistema olfatorio es único entre los sistemas sensoriales por varios motivos, el principal 
de ellos es que no hace su primer relevo sináptico en el tálamo. 
Cuando las moléculas volátiles que componen el olor penetran por nuestra nariz a la cavidad 
nasal, las partículas del aroma son captadas por el epitelio olfatorio donde se encuentran 
millones de células receptoras, y éstas llevan los mensajes a los bulbos olfatorios del cerebro. 
Desde el bulbo olfatorio, el mensaje odorífico se transmite por dos vías. Una de ellas se dirige 
a la corteza primaria, área de integración de la información olfatoria. La segunda vía, llega a 
la corteza piriforme, con el sistema límbico como centro integrador de las respuestas 
emocionales, el aprendizaje y la memoria. Esto es así porque la amígdala (órgano del sistema 
límbico) conecta ese aroma con una emoción y el hipocampo relaciona ese aroma con un 
recuerdo en la memoria. De ahí, la capacidad evocadora de los olores, que nos retrotraen a 
momentos vividos y genera unas respuestas vegetativas en nuestro organismo imposibles de 
controlar. 
"Se estima que la cantidad de olores que puede detectar una persona va de entre 10.000 y 100 
mil millones, o incluso más," dice el Dr. Gary Beauchamp, investigador del gusto y el olfato 
del Monell Chemical Senses Center en Filadelfia. En la nariz tenemos diferentes 
combinaciones de células detectoras de olores, explica, por lo que cada persona tiene una 
sensibilidad a los olores muy diferente. "De hecho, cuando usted o yo olemos la misma cosa 
física, nuestraspercepciones podrían ser muy diferentes," dice Beauchamp. 
Gusto. 
El sentido del gusto es el conjunto de procesos 
neurológicos que tienen su origen en las papilas 
gustativas de la lengua y que permiten convertir la 
información química de los alimentos en unos 
mensajes eléctricos capaces de viajar a través del 
sistema nervioso hasta llegar al cerebro, el órgano que 
nos hará experimentar el sabor. 
La lengua es el órgano sensorial del sentido del gusto y, gracias a la acción de más de 10.000 
papilas gustativas presentes en su membrana mucosa, somos capaces de experimentar los 
cuatro sabores básicos (dulce, salado, amargo y ácido) y todos los infinitos matices que puede 
haber en ellos o en su combinación. 
Cuando las moléculas organolépticas de los alimentos circulan por la lengua, estas entran en 
las cavidades de las papilas gustativas. Y una vez ahí, entran en contacto con el sistema 
nervioso a través de las neuronas quimiorreceptoras (los corpúsculos gustativos), que “leen” 
las propiedades moleculares de los alimentos y, en función de qué molécula sea, codificará 
esta información química en forma de un mensaje eléctrico muy específico. 
Es decir, dependiendo de lo que lean los corpúsculos gustativos, crearán un mensaje nervioso 
hecho a medida y que contiene una información muy específica acerca de las propiedades 
organolépticas del alimento. Por lo tanto, cuando este mensaje codificado llegue al cerebro, 
este órgano lo descodificará y nos hará experimentar el sabor. 
Existen distintos tipos y cada uno de ellos está especializado en la asimilación de unas 
moléculas concretas. De ahí que las papilas gustativas puedan dividirse en función de qué 
sabor detectan: 
• Papilas caliciformes: Detectan los sabores amargos y se encuentran en la región más 
trasera de la lengua. 
• Papilas fungiformes: Detectan los sabores dulces y se encuentran por toda la 
extensión de la lengua, aunque es la punta lingual donde hay más concentración. 
• Papilas foliadas: Detectan los sabores salados y se encuentran en la parte más 
delantera de la lengua y en sus bordes. 
 
 
 
 
Ligas utilizadas. 
O. (2021, 4 mayo). El sentido de la vista: Definición, partes y funcionamiento. Blog 
Oftalvist: Lo Último en Salud Ocular. https://www.oftalvist.es/blog/sentido-de-la-
vista/ 
Tacto. (2020, 13 abril). Características. https://www.caracteristicas.co/tacto/ 
NIVEA. (2021, 14 enero). Descubre más sobre el poder del tacto. 
https://www.nivea.com.pe/recomendaciones/piel-bonita/el-poder-del-tacto-213 
Audifon. (2020, 26 agosto). El oído y todas y cada una de sus partes. Audifón. 
https://audifon.es/el-oido/conoce-el-oido/ 
N. (2016, 18 febrero). El sentido del olfato y las emociones. Centros de Daño Cerebral de 
Hospitales vithas. https://neurorhb.com/blog-dano-cerebral/el-sentido-del-olfato-y-
las-emociones/ 
Prieto, P. B. (2021, 6 mayo). Sentido del gusto: características y funcionamiento. l. 
https://medicoplus.com/neurologia/sentido-gusto

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