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El masaje de bebés consiste en toques afectivos muy lentos, suaves o con alguna presión que se realizan a lo largo del cuerpo del niño, buscando su disposición al toque amoroso y placentero generando su relajación. Numerosas investigaciones científicas han demostrado que el tocar y acariciar son conductas muy importantes para el futuro desarrollo del bebé y parecen tan importantes como alimentarse. Los masajes son formas naturales y directas de comunicar cariño y son ideales para que el bebé se sienta relajado y feliz. Los bebés prematuros que son tocados y acariciados progresan más que los que no lo son, el ritmo cardiaco aumenta notoriamente en respuesta al contacto. En todos los bebés, se beneficia la circulación y el funcionamiento del sistema digestivo. Ayudan a que el bebé desde muy temprano inicie el conocimiento de las partes de su cuerpo. Debe realizarse en el momento apropiado, que el bebé no se encuentre cansado ni con hambre. Es recomendable realizarlo todos los días después del baño o antes de acostarlo y medio hora después de haber comido. De preferencia el bebé debe estar sin ropa por lo que la habitación estará a una temperatura templada y libre de corrientes de aire. Si se desea colocar música de fondo que sea suave y relajante. Frotar las manos antes de comenzar para evitar que estén frías. Durante el masaje, establecer contacto visual con el bebé, mirarlo directamente a los ojos, hablarle dulcemente, sonreírle, cantarle, la comunicación debe ser constante. Los movimientos de las manos al masajear deben ser lentos y rítmicos con una presión suave y uniforme. Los movimientos se harán: - de arriba-abajo, es decir se empieza de la cabeza y se termina en los pies; - de adentro-afuera, siempre frotar del centro hacia afuera; - primero masajear por el frente y después de espalda. Repetir los movimientos de tres a cinco veces. Desde que bebé nace lo acariciamos y masajeamos de forma natural al calentar sus manitas o piecitos, al frotar su barriguita, al friccionarlo cuando se le seca después del baño o cuando acariciamos su cara. Sin embargo, cuando el bebé haya cumplido un mes se podrá comenzar con las “sesiones de masaje” en todo el cuerpo, para ello se coloca al bebé sobre una superficie suave y blanda y colocarse frente a él para iniciar la sesión. 1.-Con las palmas de la mano acariciar desde el centro de la cabeza hasta la barbilla en forma cariñosa y suave, sin presiones, pero con cierta firmeza. 2.-Suavemente deslizar las yemas de los dedos, desde el centro de la frente hacia fuera, a lo largo de las cejas. 3.-Colocar los pulgares a cada lado de las fosas de la nariz y subirlos hasta que se junten en la frente. 4.-Rodear los ojos con cuidado, con los dedos índices avanzando por encima de las cejas hacia el exterior y por abajo hasta la base de la nariz. 5.-Trazar grandes círculos con ambas manos y con las yemas de los dedos sobre las mejillas. Con el tiempo los círculos serán cada vez más pequeños hasta que las puntas de los dedos giren suavemente sobre un punto. 6.-Terminar con caricias alrededor de la boca con la yema de los dedos. Levantar suavemente al bebé de la espalda para que la cabeza caiga levemente hacia atrás y deslizar dos dedos en forma horizontal a lo largo del cuello. 1.-Deslizar las manos lentamente del centro hacia afuera , es decir hacia los costados del cuerpo. 2.-Deslizar la mano izquierda lentamente hacia abajo desde el hombro izquierdo hasta el lado derecho. Luego deslizar la mano derecha hacia abajo desde el hombro derecho hasta el lado izquierdo. 3.-Masajea el estómago hacia abajo desde el pecho hasta debajo del ombligo, una mano seguida de la otra, moviendo ambas en la misma dirección. 2.-Sostener la muñeca del bebé con ambas manos y masajearlo. Iniciar con la palma , moviendo los pulgares hacia los dedos del bebé. Luego masajear los dedos mientras se van desdoblando y realizando movimientos rotatorios en cada dedo. Repetir el masaje en el otro brazo y mano. 1.-Agarrar la pierna con una mano por el tobillo y la otra mano deslizarla desde el muslo hasta el pie con movimientos rotatorios. Repetir el movimiento varias veces. 2.-En la misma forma que se le masajeó las manos, masajearle las plantas de los pies con los pulgares desde el talón hasta los dedos, y terminar con movimientos rotatorios en cada dedo. 3.-Masajearle la planta de los pies en la misma dirección, pero esta vez con la palma de la mano. 1.-Alternando las palmas de las manos acariciar el área entre el cuello y la base de las nalguitas. 2.-Con las yemas de los dedos terminar haciendo pequeños círculos, sobre las vértebras de la columna vertebral , deslizándose desde el cuello hasta la base de las nalgas. Para finalizar, con una toalla o manta, abrigar al bebé entre los brazos en forma estrecha y vigorosa, para que se acentúe el contacto y la comunicación.
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