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CAPÍTULO 13 Reacciones alérgicas al Anisakis y a otros parásitos Mar Gandolfo Cano, Roberto Pella Fernández Los parásitos se dividen en: mi ero parásitos (protozoos), que se replican en el huésped; y macroparásitos (helmintos o gusanos: pla- telmintos y nematelmintos), que no lo hacen. El huésped reacciona frente al parásito activando una comple- ja respuesta inmunológica (anticuerpos, complemento, células citotóxicas, enzimas lisosómicas, metabolitos tóxicos y fagocitos), que en principio es un mecanismo de defensa frente al mismo, y que puede destruirlo sin producir ningún síntoma en el paciente. Sin embargo, en algún caso puede provocar urticaria, angioede- ma, crisis de broncoespasmo e incluso anafilaxia. No necesaria- mente una infección parasitaria implica la aparición de una reac- ción alérgica, a pesar de existir elevación de la IgE específica y eosinofilia. 1. ANISAKIS EPIDEMIOLOGÍA El Anisakis es un parásito helminto que se incluye en la clase de los nemátodos. Su nombre viene del griego y significa “aní- sos”, desigual y “akis”, punta, pues posee una especie de diente en la extremidad cefálica. La infestación por este parásito se ha descrito fundamentalmente en Asia (Japón) dado el alto consumo de pescado crudo, pero en los últimos años se han incrementado el número de casos en Europa, y en concreto, en España. 196 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA El hombre adquiere las larvas al ingerir pescado crudo o poco cocinado. En España el pescado más afectado parece ser la mer- luza, aunque [a mayoría de los casos descritos se han relaciona- do con la ingestión de boquerones en vinagre, ya que el parásito puede permanecer vivo en este medio bastantes días. El anisakis también parásita cefalópodos, fundamentalmente el calamar, crus- táceos, moluscos, y en general, todos los alimentos que proceden del mar. Además del anisakis se conocen muchas especies de parásitos que pueden producir infestación en humanos, por ingerir pescado crudo o parcialmente cocinado. Se incluyen en total diez especies de cestodos (géneros Diphyllobotrium o Diplogonoporus), doce de digeneans (Heterophyids), cercarias (Schistosomatidae) y nemáto- dos (géneros Anisakis, Hysterothylacium, Pseudoterranova y Trichinella). CICLO BIOLÓGICO El anisakis se incluye en la clase Nematoda, subclase Secernentea, orden Ascaridida, suborden Ascaridina, superfamilia Ascaridoidea, familia Anisakidae y subfamilia Anisakinae. Se cono- cen 4 especies de Anisakis: A. simplex o marina (gusano del aren- que), A. physeris, A. típica y A. schupakovi. Dentro de la familia Anisakidae se incluyen además del Anisakis otros parásitos que son el Pseudoterranova (decipiens o phocane- ma, gusano del bacalao) y el Contracaecum. Los huevos del anisakis adulto se eliminan con las heces de los mamíferos marinos y en el agua se desarrollan hasta formar larvas que son ingeridas por un crustáceo. En él continúa desarrollándose, y al ser ingerido por un cefalópodo o por un pez, las larvas atravie- san el tubo digestivo llegando hasta los tejidos donde se desarrolla el tercer estadio larvario. El ciclo se completa al ser ingeridas las lar- vas por un mamífero marino, llegando entonces al estadio de gusa- no adulto. El hombre es un hospedador aberrante, ya que la larva que le infesta se halla en el tercer estadio, y no consigue alcanzar en él la madurez sexual. Las larvas son portadoras de tres tipos de proteínas: somáticas, de superficie y de secreción-excreción, frente a las que puede sen- sibilizarse el paciente. Los antígenos de secreción-excreción tienen REACCIONES ALÉRGICAS AL ANISAKIS Y A OTROS PARÁSITOS 197 propiedades anticoagulantes e intervienen en la invasión de los teji- dos del huésped. Los antígenos de superficie estimulan la respues- ta inmune de aquél e intervienen en la formación de granulomas eosinófilos. Los antígenos somáticos son los más abundantes y pueden estimular una respuesta inmune en el huésped, aunque el parásito haya muerto. CLÍNICA La parasitación por Anisakis simplex puede producir distintos cuadros clínicos. 1. Clínica digestiva La parasitación del hombre por la larva viva recibe el nombre de anisakiasis, anisakidosis o heterocheilidiasis y puede producir dis- tintos síntomas: 1.1. Forma luminal o no invasiva: sólo se produce adherencia asintomática a la mucosa digestiva. Se diagnostica al identificar las larvas en el vómito o las heces. 1.2. Anisakiasis gástrica o forma invasiva: las larvas alcanzan la submucosa y producen cuadros de epigastralgia. Pueden atravesar la pared gástrica o intestinal, y así invadir los vasos sanguíneos, for- mando granulomas o abscesos, con eosinofilia, fiebre y dolor abdo- minal. También pueden ocasionar cuadros de obstrucción intestinal y apendicitis agudas. En algunas ocasiones se pueden afectar otros órganos como pulmón, hígado, bazo y páncreas. 2. Clínica alérgica En los últimos años se han visto cuadros de hipersensibilidad mediados por IgE frente a este parásito. Los más frecuentes se han descrito en comedores habituales de boquerones en vinagre, que se sensibilizan a lo largo de los años y debutan con urticaria, angio- edema o incluso shock anatiláctico. Muchos de los cuadros de urti- caria crónica etiquetada de “idiomática”, angioedemas recurrentes de etiología no filiada, o incluso de “anafilaxia” idiopática recurrente, se deben a este mecanismo. 198 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA En ocasiones los episodios alérgicos se asocian a epigastralgia, y se conocen como “Anisakiasis gastroalérgica”. Se han descrito episodios de broncoespasmo o infiltrado pulmo- nar eosinófilo (Síndrome de Lofflër), en los que la sensibilización se produce por vía inhalatoria. La alergia a anisakis se debe sospechar en pacientes con reacciones de hipersensibilidad tipo I tras la inges- tión de pescado, especialmente si han tolerado este mismo alimento en otra ocasión posterior al cuadro, y si no se ha podido demostrar un aumento de IgE específica frente al pescado implicado. DIAGNÓSTICO Se basa en una detallada anamnesis, interrogando sobre los hábitos alimenticios del paciente y descartando otras etiologías que justifiquen sus síntomas. En caso de que la clínica sea una reacción alérgica se deben descartar otros factores que puedan desencade- narla, como alimentos, medicamentos, factores físicos, el ejercicio, enfermedades tiroideas o hepáticas, así como otros parásitos, etc. Si los síntomas son fundamentalmente digestivos se recomien- da realizar una endoscopia exploradora con extracción, mediante una pinza de biopsia, de las larvas de anisakis. Para confirmar el diagnóstico, se realiza en primer lugar una prueba cutánea con extracto de anisakis mediante la técnica de prick-test. Su positividad no necesariamente implica que el pacien- te esté sensibilizado a anisakis, y hasta un 9% de controles sanos sin antecedentes de reacción alérgica tras la ingestión de pescado tienen una prueba cutánea positiva. Lo mismo ocurre en el 23% de los donantes de sangre que poseen IgE específica. Esto parece deberse a que el anisakis tiene alérgenos de composición proteica, comunes a otros parásitos y artrópodos, como la tropomiosina, que podría justificar la reactividad cruzada existente entre ellos. Los tests cutáneos se confirman con técnicas que determinan los niveles de IgE específica en suero frente a anisakis (ELISA, RAST, CAP). En nuestro laboratorio empleamos un kit comercial por el método CAP del laboratorio Pharmacia, considerándose posi- tivos valores por encima de 0,70 KU/I. La determinación de IgE total, así como los niveles de eosinófilos en suero llegan a mostrarse ele- vados, pero también pueden ser normales. La IgE específica suele sufrir una elevación significativa tras el episodio agudo, pero des- ciende posteriormente de manera progresiva. REACCIONES ALÉRGICAS AL ANISAKIS Y A OTROS PARÁSITOS 199 Anteuna eosinofilia sanguínea importante se debe realizar una determinación de parásitos en heces en busca de áscaris, toxocara u otros, que pudieran estar asociados. Las larvas de anisakis no se detectan en las heces humanas. TRATAMIENTO DE LAS REACCIONES ALÉRGICAS En la tase aguda, en la que el paciente debuta con una urticaria o un angioedema se usarán antihistamínicos y corticoides, depen- diendo la dosis empleada de la intensidad de los síntomas. Si pre- senta una anafilaxia o un edema de glotis, el primer fármaco que se debe emplear es la adrenalina por vía subcutánea o intramuscular (eventualmente intravenosa), y a continuación, añadir esferoides y antihistamínicos. Una vez resuelto el cuadro agudo y confirmado el diagnóstico, antes se instauraba una dieta exenta de productos del mar durante unos meses, y se seguía la evolución clínica y los niveles séricos de IgE específica. Cuando éstos disminuían, se introducía en la dieta el pescado ultracongelado, y posteriormente los alimentos marinos naturales, pero siempre muy cocinados, y nunca crudos. Sin embargo, se vio que, independientemente de la dieta exenta o no de pescado los niveles de IgE disminuían progresivamente, por lo que actualmente se tiende a permitir al paciente que coma productos marinos ultracongelados prácticamente desde el momen- to del diagnóstico. Este tipo de productos marinos tienen la ventaja de que las capturas son evisceradas en alta mar, para proceder a su congelación en el mismo barco frigorífico, con lo cual la posibilidad de que la larva del anisakis migre del intestino al músculo del pez es mínima. En unos meses se introduce el pescado fresco, a ser posi- ble previamente congelado y siempre muy cocinado, recomendán- dole al paciente que coma la parte de la cola (al alejarse de las branquias es menor el riesgo de parasitación), prohibiéndosele el pescado crudo. • Para extraer las larvas del parásito se visualizan con una endoscopia digestiva en la mucosa gástrica y se agarran con una pinza de biopsia. En casos de obstrucción intestinal puede ser necesario recurrir a la cirugía. • El tratamiento antiparasitario de elección es el tiabendazol, pero se usa sólo en casos seleccionados. 200 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA PROFILAXIS Las larvas de anisakis se destruyen con el calor si la temperatu- ra a la que se las somete es de 60 "C durante al menos diez minu- tos, pudiendo sobrevivir en el microondas. También se destruyen con frío si se alcanzan los -20 °C durante cinco días. Estos parási- tos sobreviven en condiciones adversas (cincuenta días a 2 °C, dos meses en vinagre, seis días en formol y dos horas a -20 °C). En Holanda la legislación obliga a congelar cuarenta y ocho horas todo el pescado que se consuma crudo (salazón o ahumados) con lo que se ha reducido drásticamente la incidencia de anisakiasis. Otra medida preventiva es la evisceración precoz del pescado en alta mar para disminuir la migración de las larvas desde las vísceras al músculo. 2. ASCARIS LUMBRICOIDES EPIDEMIOLOGÍA Es más (recuente en las regiones tropicales, en países en vías de desarrollo y son los niños los más afectados. El hábitat de la variedad humana es el intestino (87% en yeyuno) y con menos frecuencia otros órganos. Los huevos salen al exterior del cuerpo humano, pre- cisando ciertas condiciones ambientales para desarrollarse en el suelo. Si estos huevos son ingeridos, las larvas salen de ellos en el intestino delgado, atraviesan la mucosa intestinal y se desplazan por la sangre o la linfa hacia el hígado, y desde aquí al corazón y hacia los pulmones, donde pueden perforar la pared bronquial, pasando a través de la tráquea a la faringe, y de aquí al esófago, llegando de nuevo al intestino tras su deglución. El contagio se produce por vía fecal-oral, al tocarse la boca con las manos después de haber manipulado la tierra donde estaban depositados los huevos del parásito. También puede adquirirse al beber agua o al comer alimentos vegetales contaminados. CLÍNICA La clínica es variable, pudiendo provocar síntomas gastrointes- tinales, fiebre, cuadros de apendicitis por obstrucción mecánica, y REACCIONES ALÉRGICAS AL ANISAKIS Y A OTROS PARÁSITOS 201 en muchos casos, cursar de forma asintomática. En otras ocasiones se produce una respuesta inmunitaria frente al parásito que se manifiesta, tanto como reacciones de hipersensibilidad tipo I, media- das por IgE (urticaria, angioedema y anafilaxia), como en forma de reacciones de hipersensibilidad retardada, mediadas por células B (formación de granulomas alrededor de larvas en los tejidos). DIAGNÓSTICO Ante la sospecha del cuadro se debe realizar una IgE específica y un estudio de parásitos en heces. TRATAMIENTO Se usan los derivados de la piperazina a dosis de 100mg/kg/día durante tres días consecutivos, repitiendo el tratamiento a la sema- na. También se utilizan los antihelmínticos de acción polivalente como el tiabendazol, pamoato de pirantel y mebendazol. 3. EQUINOCOCO EPIDEMIOLOGÍA La enfermedad que produce el Echinococcus granulosus se conoce como hidatidosis. Es más frecuente en América del Sur y también en la cuenca mediterránea, incluida España. El parásito prevalece en áreas donde el ganado se cría junto a los perros. Es un platelminto que en estado adulto se encuentra fijado al intestino del- gado del perro. Los huevos son ingeridos por un bóvido y la larva lle- ga al intestino del animal desde donde, por vía portal, contamina las vísceras, especialmente el hígado. El perro se infesta al comer las vísceras de un carnero afectado, llegando el huevo al estómago donde se libera el embrión. El hombre se contamina al comer verduras crudas contamina- das o por contacto directo con el perro. El huevo llega al estóma- go humano donde se liberan los embriones que alcanzan el intes- tino, y desde allí pasan a la circulación portal y al hígado (sobre todo al lóbulo derecho), donde se detienen en el 70% de los 202 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA casos. Otras veces, desde el hígado, consiguen llegar al corazón (aurícula y ventrículo derechos) y de allí al pulmón, donde queda retenido el parásito en el 15% de los casos. El resto pueden alcan- zar otros órganos como el miocardio izquierdo, huesos (funda- mentalmente vértebras), riñón, testículo, cerebro o bazo, y desa- rrollarse allí. Sólo excepcionalmente el hombre constituye una fuente de infección. CLÍNICA Las complicaciones derivadas del quiste como masa ocupante de espacio dependen del lugar donde se localice el mismo. En el 1% de los casos puede debutar el paciente con sintomatología alérgica, especialmente en forma de urticaria, angioedema o Inclu- so shock anafiláctico, que se deben a pequeñas roturas de los quistes que ponen en contacto las proteínas antigénicas con el sistema inmune. El quiste suele crecer a razón de 1 centímetro por año. DIAGNÓSTICO Es imprescindible realizar una detallada anamnesis, remontán- dose hasta treinta años antes y realizando una encuesta geográfica. Se solicita un hemograma (en el 7-15% de los casos puede haber eosinofilia, pero si el quiste está Infectado hay además leuco- citosis y neutrofilia). También se solicita una IgE específica y una serología hidatídi- ca. Si éstas son positivas, se realiza una ecografía abdominal. El diagnóstico diferencial, si se localiza en el hígado, debe hacer- se fundamentalmente con el absceso amebiano y el carcinoma. TRATAMIENTO El tratamiento definitivo es exclusivamente quirúrgico, y la inter- vención de elección es la quistectomía. Si no fuera posible, se Ins- taura tratamiento con mebendazol entre 40 y 200 mg/kg/día, duran- te más de tres meses, e incluso por un año. REACCIONES ALÉRGICAS AL ANISAKIS Y A OTROS PARÁSITOS 203 4. TOXOCARA CANIS EPIDEMIOLOGÍA Infecta fundamental mente a perros, y el contagio de un hués- ped humano se produce por vía fecal-oral,produciendo la toxoca- riasis. CLÍNICA Dentro de la toxocanasis se distinguen dos síndromes: 1. “La larva visceral migratoria”: se produce por la migración sistémica de la larva y se caracteriza por inflamación y for- mación de granulomas eosinófilos. 2. “La toxocariasis ocular”: puede producir lesiones oculares permanentes. Sin embargo, en la mayoría de los casos el paciente permanece asintomático. DIAGNÓSTICO Entre los hallazgos del laboratorio destacan eosinofilia, leucoci- tosis y aumento de IgE. La detección de IgE e IgG específicas tie- nen una alta sensibilidad y especificidad y es el método diagnóstico de elección. TRATAMIENTO El tratamiento con antihelmínticos debe ser considerado cuando existen complicaciones severas, aunque no se haya demostrado su eficacia (tiabendazol, mebendazol y dietilcarbamacina). En algunos casos se han usado corticoides, objetivándose cierta mejoría clínica. 5. AMEBAS EPIDEMIOLOGÍA La “amebiasis” es la enfermedad causada por la Entamoeba histolytica, ya que la Entamoeba coli es un parásito saprofito del 204 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTES Y ATENCIÓN PRIMARIA intestino. Es más frecuente en países de clima cálido y bajo nivel de desarrollo socioeconómico. La E. histolytica habita en el intestino humano y la transmisión hombre-hombre se realiza por vía fecal-oral. La forma quística pasa desde la boca al intestino y allí se trasforma en trofozoito invadien- do la mucosa del colon y produciendo la enfermedad CLÍNICA En la amebiasis se forman pequeñas úlceras en el colon con aspecto de “botón de camisa” o “Cuello de botella”, que pueden curar espontáneamente o extenderse por todo el intestino grueso. Llega a cursar de forma asintomática o bien puede producir dia- rrea y rectorragia. Como complicaciones que pueden surgir des- tacan la perforación intestinal, el megacolon tóxico, la estenosis e invaginación intestinal y la amebiasis anogenital. Los trofozoitos pueden llegar al hígado por la vena porta produciendo un “abs- ceso amebiano”. También pueden alcanzar la pleura, piel, peri- cardio, pulmón y cerebro. El absceso amebiano hepático cursa con dolor en hipocondrio derecho, fiebre o febrícula y sudoración profusa. Puede romperse y producir entonces una alta mortali- dad. DIAGNÓSTICO Es fundamental realizar un coprocultivo, aunque no es sinónimo de amebiasis el hallazgo de trofozoitos en heces. Es importante hacer un diagnóstico diferencial con la colitis ulcerosa. TRATAMIENTO Entre los fármacos que actúan en la luz intestinal el más usado es el furoato de diloxanida, y entre los amebicidas hísticos el de elección es el metronidazol, u otros derivados imidazólicos como el tinidazol o el nitroimidazol, durante dos o tres días. La punción- aspiración se emplea en el tratamiento del absceso amebiano hepático. REACCIONES ALÉRGICAS AL ANISAKIS Y A OTROS PARÁSITOS 205 6. GIARDIA LAMBLIA EPIDEMIOLOGÍA La giardiasis es cada vez más frecuente, y predomina en niños de 2-4 años. La infestación se suele producir por vía fecal-oral. CLÍNICA Con frecuencia el paciente permanece asintomático, pero pue- de cursar también con abdominalgias y diarreas crónicas o recu- rrentes. Otra posibilidad es una clínica malabsortiva, con esteato- rrea e intolerancia a la lactosa. Otros síntomas pueden ser reac- ciones alérgicas, y algunos autores han descrito trastornos psico- lógicos. DIAGNÓSTICO Se hace por la demostración del parásito en las heces o en el jugo duodenal. TRATAMIENTO El tratamiento más usado es el metronidazol a dosis de 15 mg/kg/día, durante 7-10 días. Otros medicamentos son la quina- crina, la furazolidona y el tinidazol. 7. BLASTOCYSTIS HOMINIS Fue considerado durante mucho tiempo como una levadura no patógena, pero hoy se sabe que es un protozoo que puede produ- cir enfermedad intestinal. Aunque los pacientes eliminen parásitos por las heces pueden permanecer asintomáticos. Otros cursan con diarrea e, incluso, parece que pueden sufrir reacciones de hiper- sensibilidad mediadas por IgE, del tipo de urticaria. Cuando los síntomas son intensos se puede administrar metroni- dazol durante 10 días o iodoquinol durante 20 días. También resulta útil para su erradicación el sulfato de paromomicina, durante 5 días. 206 GUÍA DE ALERGIA PARA RESIDENTESY ATENCIÓN PRIMARIA BIBLIOGRAFÍA Audicana MT, Fernández de Corres L, Muñoz D et al. Anisakis simplex. A new sea food allergy. Allergy 50 (suppl. 26): 127; 1995. Arias J, Senent CJ. Toxocariasis: a cause of hyper IgE and eosinophilia. Invest Allergol Clin Immunol, 1995; Jul-Aug. 5 (4): 232-234. Buendía E. Amsakis, anisakldosis and allergy to Anisakis. Allergy. 1997; 52:481 -82 Mateo JM, Pelta R, Rublo M. A propósito de un caso de urticaria recidi- vante asociada a parasitación por Ascaris lumbricoides. Rev. Esp. 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