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¿CÓMO SE EMPLEA LA BIOTECNOLOGÍA PARA APRENDER SOBRE EL GENOMA HUMANO? 261 genética para producir proteínas inofensivas como las que se encuentran normalmente en las bacterias o los virus patóge- nos. Si estas proteínas resisten la digestión en el estómago e intestino delgado, el simple hecho de comer esas plantas ac- tuaría como una vacuna contra los organismos patógenos. Ha- ce varios años, tales “vacunas comestibles” se consideraban una forma excelente para la vacunación, ya que no habría necesidad de producir vacunas purificadas, no requerirían re- frigeración y, por supuesto, no serían necesarias las agujas. Recientemente, sin embargo, muchos investigadores biomédi- cos informaron que las vacunas de plantas comestibles en rea- lidad no son una buena idea, porque en ellas no existe una forma eficaz de controlar la dosis: si se usa muy poca cantidad el usuario no desarrollaría una buena inmunidad; en tanto que si la cantidad es grande, las proteínas de la vacuna resul- tarían dañinas. No obstante, vale la pena producir proteínas de vacuna en plantas. Las compañías farmacéuticas sólo tie- nen que extraer y purificar las proteínas antes de usarlas. En la actualidad las vacunas producidas en plantas contra la he- patitis B, la rabia y ciertos tipos de diarreas se están proban- do en casos clínicos. Los biólogos moleculares podrían someter también a las plantas a la ingeniería genética para elaborar anticuerpos hu- manos que combatirían diversas enfermedades. Cuando un microbio invade tu organismo, pasan varios días antes de que tu sistema inmunitario responda y produzca la cantidad sufi- ciente de anticuerpos para combatir la infección. Mientras tanto, te sientes muy mal e incluso puedes morir si la enferme- dad es muy grave. Una inyección directa de grandes cantida- des de los anticuerpos correctos te aliviaría la enfermedad casi instantáneamente. Aunque nadie ha probado todavía en la práctica médica los anticuerpos derivados de las plantas, ya se están haciendo pruebas clínicas contra las bacterias que provocan caries dentales o el linfoma no-Hodgkin (un cáncer del sistema linfático). Resultaría ideal que tales “planticuer- pos” se produjeran a bajo costo para que esta terapia estuvie- ra al alcance de todos los estratos sociales. Los animales genéticamente modificados pueden ser de utilidad en agricultura y en medicina crecimiento, aumentaron de tamaño con mayor rapidez que los peces sin este tratamiento y, además, no presentaron efec- tos secundarios desagradables. Sin embargo, todavía es moti- vo de controversia el hecho de si deben permitirse este tipo de “granjas de peces”, básicamente porque es preocupante pensar en lo que ocurriría si éstos se escaparan y llegaran a donde viven peces silvestres. Asimismo, los técnicos en biotecnología están desarrollan- do animales que producirán medicamentos, como los anti- cuerpos humanos u otras proteínas esenciales. Por ejemplo, hay ovejas cuya leche contiene una proteína, la alfa-1-anti- tripsina, que podría resultar valiosa para tratar la fibrosis quística. Otro ganado transgénico se sometió a la ingeniería genética para que su leche contuviera eritropoyetina (una hormona que estimula la síntesis de glóbulos rojos), factores de coagulación (para el tratamiento de la hemofilia), proteí- nas para evitar la formación de coágulos (para tratar los ata- ques cardiacos causados por los coágulos sanguíneos en las arterias coronarias). 13.5 ¿CÓMO SE EMPLEA LA BIOTECNOLOGÍA PARA APRENDER SOBRE EL GENOMA HUMANO? Los genes influyen prácticamente en todas las características de los seres humanos, incluidos el género, la estatura, el color del cabello, la inteligencia, así como la susceptibilidad ante los or- ganismos patógenos y sustancias tóxicas en el ambiente. Para comenzar a entender cómo influyen los genes en nuestras vi- das, el Proyecto del Genoma Humano fue presentado en 1990, con la finalidad de determinar la secuencia de nucleóti- dos en todo el DNA de nuestro conjunto de genes, llamado el genoma humano. En 2003 este proyecto mancomunado de los biólogos mo- leculares de varios países preparó la secuencia del genoma humano con una precisión de cerca del 99.99 por ciento. Para sorpresa de mucha gente, el genoma humano contiene sólo aproximadamente 21,000 genes, lo cual comprende casi el 2 por ciento del DNA. Algo del restante 98 por ciento consiste en factores y regiones que regulan la frecuencia de la trans- cripción de los genes individuales; aunque en realidad se des- conoce cuánto del DNA lo hace. ¿Qué tan benéfico es hacer la secuencia del genoma huma- no? Primero, se descubrieron muchos genes cuyas funciones se desconocen por completo. Ahora que ya se tienen identifi- cados estos genes y se determinó su secuencia, el código ge- nético permite a los biólogos predecir las secuencias de los aminoácidos de las proteínas que codifican. Al comparar es- tas proteínas con las proteínas familiares, cuyas funciones ya se conocen, podremos averiguar lo que hacen algunos de es- tos genes. Segundo, una vez conocida la secuencia de nucleótidos de los genes humanos, esto tendrá una enorme influencia sobre la práctica médica. En 1990 se descubrieron menos de 100 ge- nes que estaban asociados con las enfermedades humanas. Para 2003 esta cifra se había disparado a más de 1400, debido en gran parte al Proyecto del Genoma Humano. Tercero, no hay un “genoma humano” único (porque de otra forma todos nosotros seríamos gemelos idénticos). La mayoría
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