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las bacterias y los virus podrían llevar genes de una planta a otra, incluso entre plantas no emparentadas. ¿Dicha “transfe- rencia lateral” diseminaría los genes indeseables entre las po- blaciones de plantas silvestres? En realidad nadie sabe las respuestas a esas preguntas. En 2002 un comité de la Academia Nacional de Ciencias estudió el impacto potencial de los cultivos transgénicos so- bre el medio ambiente. El comité señaló que los cultivos modificados, tanto por los métodos de reproducción tradicio- nales como por las tecnologías del DNA recombinante, tienen el potencial para causar cambios importantes en el medio am- biente. Además, el comité encontró que Estados Unidos no cuenta con un sistema adecuado para monitorear los cambios en los ecosistemas que podrían ocasionar los cultivos transgé- nicos. Por consiguiente, recomendaron llevar a cabo una se- lección más cuidadosa de las plantas transgénicas antes de comercializarlas, así como realizar un monitoreo ecológico sustentable de los entornos agrícolas y naturales después de iniciada su comercialización. ¿Y qué sucede con los animales transgénicos? A diferencia del polen, la mayoría de los animales domesticados, como el ganado y las ovejas, son relativamente inmóviles. Es más, la mayoría tiene muy pocos parientes silvestres con quienes in- tercambiar genes, de manera que la amenaza para los ecosis- temas naturales, al parecer, es mínima. No obstante, algunos animales transgénicos, en especial los peces, tienen el poten- cial para causar daños en forma significativa, porque se pue- den dispersar con rapidez y casi son imposibles de recapturar. ¿Debería cambiarse el genoma humano con la biotecnología? Muchas de las implicaciones éticas de las aplicaciones de la biotecnología en seres humanos son fundamentalmente las mismas que las relacionadas con otros procedimientos médi- cos. Por ejemplo, mucho antes de que la biotecnología facili- tara las pruebas prenatales para detectar la fibrosis quística o la anemia de las células falciformes, se podía diagnosticar la trisomía 21 (síndrome de Down) en embriones, simplemente contando los cromosomas de las células tomadas del líquido amniótico (véase “Guardián de la salud: Diagnóstico genético prenatal”). El hecho de que los padres empleen dicha infor- mación, como una base para realizar un aborto terapéutico o para preparar el cuidado del niño afectado, es un asunto ético que genera considerable debate. 270 Capítulo 13 BIOTECNOLOGÍA padres con enfermedad genética óvulo fecundado con gen defectuoso embrión con defecto genético gen terapéutico célula del cultivo genéticamente corregida célula de óvulo sin núcleo clon del embrión original genéticamente corregido bebé saludable bebé con trastorno genético célula de óvulo genéticamente corregida cultivo tratado vector viral FIGURA 13-13 La tecnología de clonación humana permitiría la corrección permanente de los trastornos genéticos En este proceso, los embriones humanos provienen de óvulos fe- cundados in vitro empleando un espermatozoide producido por un hombre y un óvulo de una mujer, donde uno o ambos sufren un trastorno genético. Cuando un embrión que contiene un gen de- fectuoso crece en un conglomerado pequeño de células, una sola célula se elimina del embrión y el gen defectuoso se remplaza uti- lizando un vector apropiado. El núcleo reparado se implanta en otro óvulo (tomado de la misma mujer), cuyo núcleo haya sido re- movido. El óvulo reparado se implanta después en el útero de la mujer para que continúe su desarrollo normal.
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