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y confiere a los artrópodos una agilidad mucho mayor en comparación con la de sus antepasados semejantes a los gusa- nos. El exoesqueleto es delgado y flexible en ciertas partes, lo que permite el movimiento de los pares de apéndices articu- lados. Mediante los apéndices duros pero flexibles y los pun- tos rígidos de fijación para los músculos, el exoesqueleto hace posible el vuelo del abejorro y las manipulaciones delicadas e intrincadas que la araña ejecuta al tejer su tela (FIGURA 23-17). Asimismo, el exoesqueleto contribuyó en alto grado a la inva- sión de hábitat terrestres por los artrópodos (éstos fueron los primeros animales terrestres; véase el capítulo 17) al brindar una cubierta impermeable para los tejidos húmedos y delica- dos, como los que se utilizan para el intercambio de gases. Al igual que una armadura, el exoesqueleto de los artrópo- dos implica algunos problemas peculiares. En primer lugar, puesto que no puede expandirse a medida que el animal crece, periódicamente es necesario desechar, o mudar, el exoesqueleto para sustituirlo por uno más grande (FIGURA 23-18). La muda consume energía y deja al animal temporalmente vulnerable hasta que se endurece el nuevo exoesqueleto. (Los cangrejos de “caparazón blando” son simplemente cangrejos normales de “caparazón duro” atrapados durante el periodo de muda). El exoesqueleto también es pesado, y su peso aumenta de manera exponencial conforme el animal crece. No es simple coinci- dencia que los artrópodos más grandes sean crustáceos (can- grejos y langostas), cuyo hábitat acuático sostiene gran parte de su peso. Los artrópodos están segmentados, pero sus segmentos tienden a ser pocos y especializados para desempeñar dife- rentes funciones como la percepción del ambiente, la alimen- tación y el movimiento (FIGURA 23-19). Por ejemplo, en los insectos las estructuras sensoriales y de alimentación se con- centran en el segmento anterior, conocido como la cabeza, y las estructuras digestivas están confinadas en su mayoría en el abdomen, el segmento posterior del animal. Entre la cabeza y el abdomen está el tórax tercambio de gases se lleva a cabo en las branquias. En los ar- trópodos terrestres el intercambio de gases se realiza en los pulmones (en los arácnidos) o en la tráquea, una red de tubos respiratorios angostos ramificados que se abren al ambiente y que penetran en todas las partes del cuerpo. La mayoría de los artrópodos tienen sistemas circulatorios abiertos, igual que los moluscos, en los cuales la sangre baña directamente los órganos del hemocele. ¿CUÁLES SON LOS PRINCIPALES FILA DE ANIMALES? 457 FIGURA 23-17 El exoesqueleto permite los movimientos de precisión Una araña comienza a envolver en seda al insecto capturado. Estas ágiles manipulaciones son posibles gracias al exoesqueleto y a los apéndices articulados que son característicos de los artrópodos. FIGURA 23-18 Es necesario mudar el exoesqueleto periódica- mente Esta mantis religiosa (un insecto depredador) acaba de salir y cuel- ga junto al exoesqueleto (izquierda) que tuvo que mudar porque le resultaba pequeño. abdomen tórax cabeza antenas ojo compuesto partes bucales ala FIGURA 23-19 En los insectos los segmentos están fusionados y especializados Los insectos, como este saltamontes, presentan fusión y especiali- zación de segmentos corporales para formar una cabeza, un tórax y un abdomen definidos. Los segmentos son visibles en el abdo- men, debajo de las alas.
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