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469 DE UN VISTAZO E S T U D I O D E C A S O H I S T O R I A D E P E C E S E S T U D I O D E C A S O : Historia de peces 24.1 ¿Cuáles son las características distintivas de los cordados? Todos los cordados comparten cuatro estructuras distintivas Los cordados invertebrados habitan en los mares Los vertebrados tienen espina dorsal 24.2 ¿Cuáles son los principales grupos de vertebrados? Algunos vertebrados carecen de mandíbulas Los peces con mandíbulas dominan las aguas de la Tierra Los anfibios tienen una doble vida Guardián de la Tierra: Ranas en peligro Los reptiles y las aves se han adaptado a la vida terrestre Los mamíferos producen leche para sus crías Conexiones evolutivas: ¿Los seres humanos son un éxito biológico? Enlaces con la vida: ¿Los animales pertenecen a los labora- torios? O T R O V I S TA Z O A L E S T U D I O D E C A S O Historia de peces MARJORIE COURTNEY-LATIMER recibió una llamada telefónica el 22 de diciembre de 1938, la cual la llevaría a uno de los des- cubrimientos más espectaculares en la his- toria de la biología. La llamada era de un pescador de la localidad a quien Courtney- Latimer, la curadora de un pequeño museo en Sudáfrica, le había encargado que reu- niera algunos especímenes de peces para el museo. Su bote acababa de regresar de un viaje y estaba esperando en el muelle de la población. Courtney-Latimer se dirigió al muelle donde estaba anclado el bote y em- pezó a buscar entre los pescados que esta- ban colocados sobre la cubierta. Más tarde, ella escribiría lo siguiente: “Observé una aleta azul que sobresalía del montón de pescados. Saqué el ejemplar y ¡qué sorpre- sa, era el pescado más hermoso que jamás haya visto!” Además de su belleza, el pesca- do presentaba características extrañas, in- cluidas las aletas gruesas y lobulares, a dife- rencia de las aletas de cualquier otra especie viva. Marjorie no había reconocido a este ex- traño pescado, pero sabía que era inusual. Trató de encontrar un sitio para refrigerarlo, pero en esta población tan pequeña no pudo encontrar un comercio que tuviera un refrigerador grande y que quisiera guardar- lo. Finalmente, logró salvar sólo la piel. Se dio a la tarea de hacer algunos dibujos del ejemplar y los utilizó para tratar de identifi- carlo. Para su sorpresa, la criatura no se pa- recía a ninguna otra especie conocida que habitara en aguas sudafricanas, pero se pa- recía a los miembros de una familia de pe- ces conocidos como celacantos. El único problema con esta evaluación era que los celacantos eran reconocidos sólo como fósi- les. Los fósiles más primitivos de celacantos se encontraron en rocas que tenían 400 mi- llones de años de antigüedad y, como todos sabían, este grupo se había extinguido ha- cía unos ¡80 millones de años! Courtney-Latimer, un tanto desconcerta- da, envió sus dibujos a J. L. B. Smith, un ic- tiólogo de la Universidad de Rhodes. Smith se asombró al ver los dibujos y más tarde es- cribió: “Parecía como si una bomba hubiera estallado en mi cerebro.” Aunque amarga- mente desilusionado por el hecho de que no se hubieran conservado los huesos y los órganos internos del ejemplar, Smith solicitó ver la piel que se había conservado en refri- geración. Finalmente, pudo confirmar la asombrosa noticia de que los celacantos to- davía nadan en las aguas de nuestro planeta.
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