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OTRO VISTAZO AL ESTUDIO DE CASO 629 Vistas desde corta distancia, las “rústicas” plantaciones de café mexicano no se diferencian de las selvas tropicales. El café es uno de los pocos cultivos que pueden crecer a la sombra (el ca- cao, con el que se fabrica el chocolate, es otro). Las plantacio- nes rústicas a menudo consisten en una selva tropical casi intacta con docenas de especies de árboles que forman un do- sel hasta de 20 metros de altura (FIGURA E30-6). Los árboles protegen el suelo de la erosión, atrapan el agua y humedecen el aire, creando así una sombra fresca que reduce el crecimien- to de la maleza. Los árboles también sirven de hogar para más de 150 diferentes especies de aves. Las aves se alimentan de las diversas comunidades de insectos que habitan tanto en los árboles como en el suelo húmedo creado por las especies que se encargan de descomponer las hojas que han caído al suelo. Los arbustos que crecen hasta la altura de la cintura de un hom- bre continúan produciendo granos de café en este ambiente sombreado durante casi 30 años. El café puede crecer también a plena luz del Sol, lo que aumenta su producción. Desde principios de la década de 1970, se ha tratado de abrir grandes claros en la selva para el monocultivo del café. En Colombia casi el 70 por ciento de las plantaciones de café crecen ahora a plena luz del Sol. Al care- cer de los nutrimentos que se obtienen por la descomposición de la selva, estas granjas requieren de grandes cantidades de fertilizantes a un precio elevado. El suelo soleado y fertilizado, así como la ausencia de depredadores naturales favorecen el crecimiento de la maleza y de los insectos que llegan a conver- tirse en plagas, las cuales tienen que controlarse por medio de herbicidas e insecticidas. La cantidad de especies de aves se re- duce hasta en un 95 por ciento en este ambiente artificial, por- que se envenenan con los pesticidas y se les priva de su hábitat y de los insectos que constituyen su alimento. Como las planta- ciones de café y otras actividades han reducido los doseles de árboles que cubren las selvas tropicales durante los últimos 30 años, ha habido una reducción en las poblaciones de las aves nativas y de las que procrean en Norteamérica pero que pasan el invierno en las selvas tropicales de Centro y Sudamérica. És- tas incluyen tordos madereros, cazamoscas, tanagras escarlatas, vireos, currucas y colirrojos. Estados Unidos consume más de la tercera parte del café producido en el mundo, y dos terceras partes de esa cantidad se cultivan en Latinoamérica y el Caribe. Por fortuna, la mayor parte del café que se cultiva en México, y más de la mitad del que se cultiva en Costa Rica, proviene de plantaciones a la som- bra. Los árboles que forman el pabellón ofrecen también una fuente de alimento o de ingresos por los cítricos, plátanos, gua- yabas y maderas que producen. Los importadores y consumi- dores de café están descubriendo gradualmente la importancia que tienen estas plantaciones tradicionales en la conservación de la biodiversidad, en particular de las aves migratorias. El Centro Smithsoniano de Aves Migratorias certifica las plantacio- nes de café como Bird FriendlyTM (amigables con las aves) si cumplen con los altos estándares para la diversidad de las sel- vas tropicales. La Alianza de las Selvas Tropicales certifica que el café se produjo de forma sustentable por medio del sello de aprobación Rainforest Alliance Certified. El elevado precio de estos cafés refleja el valor de los servicios del ecosistema que conservan, pero los bebedores de café exigentes conside- ran también que el sabor y el aroma agregados de los cafés cul- tivados a la sombra compensan su precio más alto. Preservación de la biodiversidad con café cultivado a la sombraGUARDIÁN DE LA TIERRA FIGURA E30-6 Las plantaciones rústicas de café preservan la biodiversidad Domingo Silva practica la agricultura sustentable en su planta- ción de café a la sombra en Oaxaca, México. Esta granja, la cual ha pertenecido a su familia durante cuatro generaciones, pro- duce una variedad de frutas así como granos de café. (Imagen en recuadro) Los granos de café son uno de los pocos cultivos que prosperan a la sombra. O T R O V I S TA Z O A L E S T U D I O D E C A S O D E R E G R E S O D E L A E X T I N C I Ó N La escasez de árboles longevos y de larvas de escarabajos que habitan en ellos significa que para que una pareja de pá- jaros carpinteros de pico color marfil pueda procrear, en condi- ciones ideales, se requieren hasta 15.5 kiló- metros cuadrados de bosque sin talar. Pero en los bosques tan destruidos que ahora existen, una pareja de estas aves podría re- querir de 50 a 78 kilómetros cuadrados para obtener sus recursos adecuados. Nadie sa- be si todavía existe siquiera una pareja ca- paz de reproducirse en Big Woods, pero los investigadores la están buscando con gran interés y cuidado. Los ornitólogos que fue- ron los primeros en localizar a este pájaro carpintero mantuvieron en secreto su descu- brimiento durante más de un año, pues te- mían que, al hacer pública la información, los aficionados a la observación de la vida de las aves invadirían el lugar, de manera que realizaron expediciones y reunieron evi- dencias de manera subrepticia. Cuando las noticias sobre este descubrimiento llegaron a los diarios, el Servicio de Peces y Vida Sil- vestre de Estados Unidos restringió el acce- so a los aproximadamente 20 kilómetros cuadrados adyacentes al sitio donde se ha- bía visto al pájaro carpintero, y permitió la entrada sólo a unos cuantos investigadores. Sin embargo, mucho de lo que queda de Big Woods está abierto al público. Aunque muchos amantes de las aves, atraídos por la posibilidad de ver aunque sea una vez en la vida a este pájaro carpintero, algunos otros se preocupan tanto por la superviven- cia de esta ave que están decididos a ya no molestarlo. Al describir al pájaro carpintero de pico color marfil como un “símbolo de la vida salvaje,” un amante de las aves, expre- só: “En realidad no necesito verlo o tomarle fotografías, sólo me basta con saber que se encuentra ahí”. Piensa en esto ¿Qué hace que la gente se preocupe tanto por este pájaro al cual quizá nunca verán? ¿Por qué otros se preocupan tan poco que, al igual que los propietarios de los aserraderos que destruyeron el último hábitat de los pájaros carpinteros de pico color marfil, parecieran deseosos de que se extingan?
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