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Unidad I Bases biológicas de la ecología 70 Los productores primarios son organismos que sintetizan sus propios alimentos a través de la fotosíntesis o la quimiosíntesis, por lo cual también se les conoce como autótrofos (de los vocablos auto, propio, y trofos, alimentación); tal es el caso de las plantas, las algas y las bacterias quimio- sintéticas. Por otro lado, los consumidores son los organismos que necesitan alimentarse de otros seres vivos para sobrevivir. Ejemplos de organismos consumidores son los hongos, los animales y los protozoarios no fotosintéticos. A estos organismos también se les conoce como heterótrofos (del vocablo hetero, distinto). Otra forma de designar a los organismos consumidores o heterótrofos es con el término de productores secundarios porque también producen tejidos, aunque ellos lo hacen a partir de la asimilación de los nutrientes presentes en sus alimentos. En un ecosistema existe una cierta cantidad de materia viva presente en un momento dado, que se conoce como biomasa en pie, la cual puede medirse también en términos de energía, puesto que la materia está formada por enlaces químicos que contienen energía. Esta biomasa en pie, a la vez, forma nuevos tejidos de manera constante. En el caso de los productores primarios, la producción de biomasa es el resultado de la fotosíntesis y la quimiosíntesis; mientras que en el caso de los productores secun- darios, se da como consecuencia del consumo de alimentos. Así, la producción de un ecosistema es la cantidad de materia o energía acumulada por unidad de área en los tejidos elaborados por los seres vivos en determinado periodo. Por ejemplo, la producción de tejidos vegetales en un bosque de pino a lo largo de un año es de 1.3 kg/m2; mientras que la producción de energía contenida en tejidos nuevos de una población de elefantes en una sabana africana es de 747 kcal/m2 acumuladas en un año. Un concepto estrechamente relacionado con el de producción de un ecosistema es el de producti- vidad. Este último se refiere a la velocidad a la cual se acumula la materia o la energía en los tejidos producidos por los organismos. Por ser una medida de velocidad (es decir, una tasa), la productividad se mide en unidades de masa o energía por unidad de superficie por unidad de tiempo. Por ejemplo, un pastizal natural en Durango tiene una productividad de 600 g/m2/año, mientras que una población de chapulines en el Pedregal de San Ángel (Distrito Federal) muestra una productividad de 24 kJ/m2/ año. La relación entre biomasa en pie, producción y productividad se explica con mayor detalle en el recuadro 4.1, “Biomasa, producción y productividad”. ppp4.3.3 Producción y productividad La respiración constituye un proceso fisiológico inverso al de la fotosíntesis; consiste en la absor- ción de oxígeno con la finalidad de oxidar moléculas ricas en hidrógeno (glucosa y otras sustancias contenidas en los alimentos). Durante este proceso se libera la energía necesaria para mantener las funciones orgánicas y se desecha CO2 y agua. A excepción de las bacterias anaerobias obligadas, todos los organismos realizan este proceso. Los organismos aerobios respiran a través de un proceso llamado glucólisis, durante el cual se libera la energía química almacenada en la glucosa. Esta reacción libera 646 kcal por cada mol de glucosa (esto es, 180 gramos). La energía liberada durante la glucólisis permite que las células de los organismos funcionen, esto es, que se muevan y mantengan sus reacciones enzimáticas. Durante esos procesos gran parte de la energía química se disipa en forma de calor. ppp4.3.2 Respiración
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