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852 Capítulo 41 DESARROLLO ANIMAL Durante la primera mitad del siglo XX, los médicos pensaban que la placenta protegía el desarrollo del feto de casi todas las sustancias dañinas presentes en la sangre materna. Ahora sabe- mos que esto no es verdad. De hecho, la mayoría de los fárma- cos (tanto medicinales como “recreativos”) e incluso algunos organismos patógenos cruzan rápidamente la barrera de defen- sa de la placenta y afectan al feto. LAS INFECCIONES PUEDEN ATRAVESAR LA PLACENTA La bacteria de la sífilis y los virus que causan el herpes genital y el sarampión en ocasiones cruzan la placenta y dañan al em- brión en desarrollo. Los infantes pueden nacer con VIH, trans- mitido por la madre a través de la placenta. LOS FÁRMACOS CRUZAN RÁPIDAMENTE LA PLACENTA Un ejemplo trágico de un fármaco que cruza la placenta es la talidomida, la cual se prescribía comúnmente en Europa a fina- les de la década de 1950 y a principios de la de 1960, como medicamento sedante y para combatir las náuseas matinales propias del embarazo. Los efectos devastadores de la talidomi- da en el embrión se pusieron de manifiesto cuando muchos be- bés nacieron sin extremidades o con deformaciones en ellas. A finales de la década de 1980, se encontró que el fármaco con- tra el acné Accutane® causaba severas deformidades en los be- bés de las madres que lo usaban. Los investigadores ahora saben que el Accutane contiene una sustancia que actúa de una manera similar a las moléculas reguladoras naturales que con- trolan la formación del cuerpo del embrión en desarrollo. Un ejemplo más reciente es el ácido valproico, un anticonvulsivo, que se prescribe comúnmente para controlar la epilepsia. Un estudio demostró que los niños de las madres que habían to- mado este fármaco durante el embarazo tenían una probabili- dad siete veces mayor de presentar defectos congénitos, y otra investigación demostró que el promedio de los cocientes de in- teligencia (CI) de los niños que habían sido expuestos al ácido valproico antes de nacer eran significativamente más bajos du- rante la niñez. Aunque estos son ejemplos extremos, cualquier fármaco, in- cluida la aspirina, tiene el potencial de dañar al feto. Cualquier mujer que piensa que está embarazada debe consultar a su mé- dico acerca de los fármacos que podría usar sin ningún riesgo. LOS EFECTOS DEL TABAQUISMO Muchas mujeres son tan adictas al tabaco que no dejan de fu- mar durante el embarazo y exponen al bebé a los efectos noci- vos de la nicotina, el monóxido de carbono y una variedad enorme de sustancias carcinógenas. Como resultado, presen- tan una incidencia mayor de abortos y tienen tendencia a dar a luz a infantes más pequeños, los cuales presentan un riesgo ma- yor de morir poco después del nacimiento. Hay evidencia de que algunos hijos de mujeres adictas al tabaco también sufren trastornos de conducta y deficiencias intelectuales. TRASTORNOS DEL SÍNDROME DE ALCOHOLISMO FETAL Los efectos del alcohol en el feto que se está desarrollando son devastadores. Cuando una mujer embarazada es bebedora, el alcohol en la sangre del nonato alcanza un nivel tan alto como el que está presente en la sangre de la madre y no se metabo- liza rápidamente. Una mujer que ingiere una o dos copas al día durante los primeros tres meses del embarazo incrementa de manera significativa sus riesgos de sufrir un aborto. A pesar de las advertencias que vienen impresas en las botellas de vino y de cerveza, más del 12 por ciento de las mujeres estadouni- denses beben alcohol durante el embarazo, por lo que cada año nacen unos 40,000 infantes con trastornos del espectro del síndrome de alcoholismo fetal (SAF), es decir, cualquiera de las discapacidades causadas por exposición prenatal al alcohol. Las mujeres que beben aunque sea poco durante el embarazo tie- nen hijos más pequeños en promedio, y un extenso estudio descubrió que estos niños son más proclives a mostrar ansie- dad, depresión o agresividad. Muchos niños de madres que be- ben demasiado y en forma continua (cuatro, cinco o más copas al día) o que ocasionalmente consumen cinco copas (o más) de una sola vez presentan el síndrome de alcoholismo fetal. Estos niños tienen una inteligencia por debajo del promedio, son hi- peractivos e irritables y manifiestan un control deficiente de sus impulsos. Ciertas deformidades faciales sirven de base para diagnosticar el SAF (FIGURA E41-2b). En los casos extremos, los niños que sufren del SAF tienen la cabeza más pequeña y su cerebro muestra un desarrollo inadecuado (FIGURA E41-2a). Los niños con SAF sufren retrasos en el crecimiento y presentan una incidencia por arriba de lo normal de defectos en el cora- La placenta sólo brinda una protección parcialGUARDIÁN DE LA SALUD punto máximo una vez que nace el infante, lo que estimula la producción de leche. La leche empieza a salir cuando el bebé succiona estimulando las terminales nerviosas de los pezones, lo que envía una señal al hipotálamo para que la glándula hi- pófisis libere una cantidad adicional de prolactina y oxitocina. Esta última hormona hace que se contraigan los músculos que rodean a las glándulas mamarias, enviando así la leche hacia los conductos que terminan en los pezones (véase la figura 41-16). Durante los primeros días después del nacimiento del be- bé, las glándulas mamarias secretan un líquido aguado y de color amarillento llamado calostro. El calostro es rico en pro- teínas y anticuerpos provenientes de la madre, lo que ayuda a proteger al infante de las enfermedades mientras se desarro- lla su sistema inmunitario. El calostro es remplazado gradual- mente por la leche madura, que contiene más grasas y azúcar (lactosa) y menos proteínas. El envejecimiento es inevitable El proceso de envejecimiento se inicia desde el momento en que se nace. Durante miles de años, los seres humanos han in- tentado demorar el envejecimiento y prolongar la vida. La mítica “fuente de la juventud” ha sido remplazada por elíxires más modernos. Estas píldoras, hormonas y dietas, de las cua- les se asegura que retardan el envejecimiento, sólo tienen al- go en común: ninguna de ellas ha demostrado que realmente funciona. Pero, ¿qué es el envejecimiento (FIGURA 41-17)? Los inves- tigadores han definido el envejecimiento como una acumula- ción gradual del deterioro aleatorio de las moléculas biológicas esenciales, en particular el DNA, que se inicia en una edad temprana. Con el tiempo, se rebasa la capacidad del organismo para reparar o compensar el daño, lo que deterio-
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