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¿CÓMO REGULAN LAS HORMONAS EL CICLO DE VIDA DE LAS PLANTAS? 915 dos llenos de almidón en algunas células del vástago y la co- fia informan a la planta acerca de cuál dirección es hacia arri- ba y cuál hacia abajo. Al teñir estos plástidos y observarlos al microscopio, los fisiólogos botánicos han descubierto que se quedan en la parte inferior de la célula y se establecen rápi- damente en el “nuevo” lado inferior de la célula cuando la planta se coloca de costado (FIGURA 44-5). cación botánica de esta práctica es que la punta en crecimien- to suprime el vástago de yemas laterales para formar ramas, fenómeno llamado dominancia apical; la punta del vástago es el “ápice” de la planta y “domina” las yemas laterales inferio- res (FIGURA 44-6). El mecanismo de control para el brote de yemas laterales sigue siendo tema de investigación, pero hay indicios de que deben estar presentes niveles y proporciones adecuados de auxina y citocinina. La auxina se produce en la punta del vástago (donde su concentración es máxima) y es transportada tallo abajo, disminuyendo su concentración gra- dualmente. La citocinina se produce en la punta de las raíces (donde su concentración es máxima) y es transportada tallo arriba. Por lo tanto, las concentraciones relativas de estas dos hormonas varían a lo largo del tallo y las raíces. Las yemas en las distintas posiciones experimentarán diferentes influencias hormonales. Al parecer, la auxina por sí sola inhibe el brote de las ye- mas laterales, mientras que la auxina y la citocinina, en con- junto, lo estimulan. Las yemas laterales más cercanas a la punta del vástago reciben suficiente cantidad de auxina para inhibir su crecimiento, pero reciben muy poca citocinina por- que están muy lejos de las raíces. Por ello, permanecen en es- tado latente. Las yemas más bajas reciben menos auxina, pero más citocinina. Las concentraciones óptimas de ambas hor- monas estimulan esas yemas (FIGURA 44-7). En muchos tipos de plantas, esta interacción entre las proporciones de auxina y la citocinina produce una sucesión ordenada de brote de ye- mas desde la base del árbol hasta la punta del vástago. La raíz plástidos célula de la cofia FIGURA 44-5 Los plástidos podrían ser detectores de la gra- vedad tres nuevos tallos brotan a partir de yemas laterales el tallo se cortó aquí tallo sin cortar FIGURA 44-6 Dominancia apical La planta de la derecha crece naturalmente, mientras que a la de la izquierda se le ha cortado la punta de crecimiento, lo que redu- jo los niveles de auxina en el tallo y permitió que las yemas latera- les brotaran justo debajo del corte. ¿Cómo es que los plástidos inician la respuesta a la grave- dad? Una hipótesis es que los plástidos están enredados en fi- bras del citoesqueleto (véase el capítulo 4), que las conectan a canales de iones. Cuando la gravedad tira de los plástidos hacia abajo, la tracción abre los canales de iones, lo que per- mite el ingreso de éstos (probablemente iones calcio) en la cé- lula. Así, un estímulo mecánico (el movimiento de plástidos) se puede convertir en un estímulo químico (mayor cantidad de calcio). Esta señal química podría iniciar una serie de reac- ciones que hacen que se acumule auxina en el lado inferior del vástago o la raíz. Los fisiólogos botánicos aún están pro- bando estas hipótesis. La forma genéticamente determinada de la planta adulta es resultado de interacciones hormonales Conforme una planta crece, tanto su raíz como su vástago de- sarrollan patrones de ramificación que en buena medida es- tán determinados por sus genes. Por ejemplo, los tallos de algunas plantas, como los girasoles, casi no se ramifican; otras, como los robles y los chopos, se ramifican profusamente, sin un patrón definido; otras más se ramifican siguiendo un pa- trón muy regular, como el que produce la forma cónica de los abetos y las piceas. También se debe equilibrar la cantidad de crecimiento en los sistemas de vástago y de raíz. El vástago debe ser lo bastan- te grande como para abastecer a las raíces de azúcares; las raí- ces deben ser lo bastante grandes para proveer al vástago agua y minerales. Las interacciones entre auxina y citocinina regu- lan la ramificación de la raíz y el tallo; de esta forma, regulan los tamaños relativos de los sistemas de raíz y de vástago. La punta del vástago produce auxina que inhibe la ramificación del tallo Los jardineros saben que si podan o aplastan la punta de una planta en crecimiento, ésta se volverá más frondosa. La expli-
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