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Biologia la Vida en La Tierra-comprimido-947

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¿CÓMO REGULAN LAS HORMONAS EL CICLO DE VIDA DE LAS PLANTAS? 915
dos llenos de almidón en algunas células del vástago y la co-
fia informan a la planta acerca de cuál dirección es hacia arri-
ba y cuál hacia abajo. Al teñir estos plástidos y observarlos al
microscopio, los fisiólogos botánicos han descubierto que se
quedan en la parte inferior de la célula y se establecen rápi-
damente en el “nuevo” lado inferior de la célula cuando la
planta se coloca de costado (FIGURA 44-5).
cación botánica de esta práctica es que la punta en crecimien-
to suprime el vástago de yemas laterales para formar ramas,
fenómeno llamado dominancia apical; la punta del vástago es
el “ápice” de la planta y “domina” las yemas laterales inferio-
res (FIGURA 44-6). El mecanismo de control para el brote de
yemas laterales sigue siendo tema de investigación, pero hay
indicios de que deben estar presentes niveles y proporciones
adecuados de auxina y citocinina. La auxina se produce en la
punta del vástago (donde su concentración es máxima) y es
transportada tallo abajo, disminuyendo su concentración gra-
dualmente. La citocinina se produce en la punta de las raíces
(donde su concentración es máxima) y es transportada tallo
arriba. Por lo tanto, las concentraciones relativas de estas dos
hormonas varían a lo largo del tallo y las raíces. Las yemas en
las distintas posiciones experimentarán diferentes influencias
hormonales.
Al parecer, la auxina por sí sola inhibe el brote de las ye-
mas laterales, mientras que la auxina y la citocinina, en con-
junto, lo estimulan. Las yemas laterales más cercanas a la
punta del vástago reciben suficiente cantidad de auxina para
inhibir su crecimiento, pero reciben muy poca citocinina por-
que están muy lejos de las raíces. Por ello, permanecen en es-
tado latente. Las yemas más bajas reciben menos auxina, pero
más citocinina. Las concentraciones óptimas de ambas hor-
monas estimulan esas yemas (FIGURA 44-7). En muchos tipos
de plantas, esta interacción entre las proporciones de auxina
y la citocinina produce una sucesión ordenada de brote de ye-
mas desde la base del árbol hasta la punta del vástago. La 
raíz
plástidos
célula
de la cofia
FIGURA 44-5 Los plástidos podrían ser detectores de la gra-
vedad
tres nuevos tallos brotan
a partir de yemas laterales 
el tallo se
cortó aquí
tallo
sin cortar
FIGURA 44-6 Dominancia apical
La planta de la derecha crece naturalmente, mientras que a la de
la izquierda se le ha cortado la punta de crecimiento, lo que redu-
jo los niveles de auxina en el tallo y permitió que las yemas latera-
les brotaran justo debajo del corte.
¿Cómo es que los plástidos inician la respuesta a la grave-
dad? Una hipótesis es que los plástidos están enredados en fi-
bras del citoesqueleto (véase el capítulo 4), que las conectan
a canales de iones. Cuando la gravedad tira de los plástidos
hacia abajo, la tracción abre los canales de iones, lo que per-
mite el ingreso de éstos (probablemente iones calcio) en la cé-
lula. Así, un estímulo mecánico (el movimiento de plástidos)
se puede convertir en un estímulo químico (mayor cantidad
de calcio). Esta señal química podría iniciar una serie de reac-
ciones que hacen que se acumule auxina en el lado inferior
del vástago o la raíz. Los fisiólogos botánicos aún están pro-
bando estas hipótesis.
La forma genéticamente determinada de la planta
adulta es resultado de interacciones hormonales
Conforme una planta crece, tanto su raíz como su vástago de-
sarrollan patrones de ramificación que en buena medida es-
tán determinados por sus genes. Por ejemplo, los tallos de
algunas plantas, como los girasoles, casi no se ramifican; otras,
como los robles y los chopos, se ramifican profusamente, sin
un patrón definido; otras más se ramifican siguiendo un pa-
trón muy regular, como el que produce la forma cónica de los
abetos y las piceas.
También se debe equilibrar la cantidad de crecimiento en
los sistemas de vástago y de raíz. El vástago debe ser lo bastan-
te grande como para abastecer a las raíces de azúcares; las raí-
ces deben ser lo bastante grandes para proveer al vástago agua
y minerales. Las interacciones entre auxina y citocinina regu-
lan la ramificación de la raíz y el tallo; de esta forma, regulan
los tamaños relativos de los sistemas de raíz y de vástago.
La punta del vástago produce auxina que inhibe 
la ramificación del tallo 
Los jardineros saben que si podan o aplastan la punta de una
planta en crecimiento, ésta se volverá más frondosa. La expli-

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