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BioquimicaYBiologiaMolecularParaCienciasDeLaSalud-532

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e. Utilización de fármacos que inhiban la angiogénesis
(angiostatinas) (Recuadro 29-2).
f. Producción de anticuerpos dirigidos contra proteínas
oncogénicas; por ejemplo, contra la proteína Her2, en
el caso del carcinoma mamario.
g. Desarrollo de inhibidores de proteínas oncogénicas. 
h. Diseño de inmunotoxinas por acoplamiento de anti-
cuerpos tumorales a toxinas letales para la célula,
como la ricina y la toxina diftérica.
i. Incremento de la inmunogenicidad tumoral por intro-
ducción de genes, como los de citoquinas o del com-
plejo principal de histocompatibilidad.
j. Introducción de genes supresores de tumores.
En conjunto, todos estos métodos terapéuticos, unidos a las
mejoras en los métodos de diagnóstico precoz, han hecho que
el cáncer deje de ser una enfermedad incurable, ya que en más
del 50% de los casos se consiguen remisiones completas.
Cáncer. Aspectos moleculares | 513
Recuadro 29-2.
ANGIOSTATINA Y CÁNCER
Uno de los prometedores métodos tera-
péuticos para el tratamiento del cáncer
lo constituye la inhibición del proceso
de angiogénesis. No se trata de atacar a
las células cancerosas directamente,
sino de eliminar las vías de suministro
de nutrientes, por medio de la inhibi-
ción de la vascularización.
Existen numerosas sustancias que
participan en la regulación de la angiogé-
nesis. Por una parte, los moduladores
positivos, que estimulan el crecimiento
de nuevos vasos sanguíneos. Entre ellos,
se encuentran el factor de crecimiento del
endotelio vascular (VEGF), el factor β de
crecimiento de fibroblastos (FGFβ) o la
angiogenina. Desde el punto de vista
terapéutico, algunos de estos factores
podrían ser utilizados para tratar afeccio-
nes en las que una nueva vasculatura
ayude a su mejora, como en el caso de las
isquemias o la cicatrización de heridas.
De otro lado, existen moduladores
negativos, que frenan el crecimiento de
los vasos o inducen la apoptosis de las
células endoteliales. Estos factores pue-
den ser utilizados para el tratamiento de
enfermedades que precisen una dismi-
nución de la vascularización, como en
el caso de la retinopatía proliferativa o
la artritis reumatoide. 
Se calcula que cada 100-1000 nue-
vas células tumorales necesitan una
nueva célula endotelial para su manteni-
miento. Por tanto, la eliminación de
células endoteliales conllevaría un freno
apreciable en el desarrollo del cáncer.
Este método terapéutico presentaría la
ventaja adicional de que, a diferencia de
la célula cancerosa, la célula endotelial
tiene muchas menos posibilidades de
mutación y de hacerse resistente a los
fármacos citostáticos.
Uno de los factores inhibidores que
ha demostrado, en estudios in vitro e in
vivo, una actividad antiangiogénica
capaz de frenar el crecimiento tumoral y
la metástasis, es la angiostatina (AGS).
La AGS es un fragmento del plasminó-
geno, que se encuentra situado en la
zona donde se encuentra el potencial
proteolítico enzimático de dicho zimó-
geno. Otras porciones del plasminóge-
no, en zonas vecinas a la localización
de la AGS, presentan también capaci-
dad antiangiogénica, como es el caso de
la denominada kringle 5 (K5).
En el organismo, la producción
fisiológica de AGS es realizada por
metaloproteasas que actúan sobre el
plasminógeno. En cuanto a la obtención
de AGS para su utilización como agen-
te terapéutico, se puede obtener, bien, a
partir del fibrinógeno, por proteolisis
parcial, o bien, sintetizada por técnicas
de ingeniería genética.
En los ensayos clínicos que se rea-
lizan en la actualidad se está evaluan-
do la capacidad antitumoral de la AGS
en solitario o asociada a otros agentes
y tratamientos. Entre estos agentes se
encuentran otros antiangiogénicos,
tales como la endostatina, que es un
fragmento del colágeno tipo XVIII o
el recientemente descrito, endorepeli-
na, un fragmento del proteoglicano
perlecan. En ocasiones, se combina la
acción de la AGS con los tratamientos
de radioterapia y quimioterapia, lo que
permite la disminución de las dosis de
AGS y de los agentes terapéuticos,
disminuyendo los efectos secundarios
y permitiendo un aumento en la fre-
cuencia del tratamiento. En la gran
mayoría de los estudios realizados, los
resultados obtenidos son prometedo-
res.
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