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geno (TPA). La propia plasmina puede actuar sobre el plas- minógeno, acelerando este proceso de conversión. Otras proteínas exógenas pueden también activar el plasminóge- no. Entre ellas, podemos citar la uroquinasa y la estrepto- quinasa, que presentan interés por su acción terapéutica en la disolución de trombos que obstruyen la circulación coro- naria. Por otro lado, la plasmina puede inhibirse fisiológica- mente por la acción de la proteína plasmática α2-antiplasmi- na, con la que forma un complejo inactivo. El factor XIIIa, además de catalizar la formación del coágulo duro, facilita el entrecruzamiento de fibrina con la α2-antiplasmina, lo que hace a la fibrina más resistente a la plasmina. 30.7.6 Alteraciones patológicas de la coagulación El déficit o la ausencia de alguno de los factores implicados en la coagulación sanguínea da lugar a enfermedades o alte- raciones patológicas de este proceso. Así, a modo de ejem- plo, en la Tabla 30-3 se recogen algunas de ellas y los facto- res implicados. En general, casi todos los factores de la coagulación son sintetizados en el hígado, por lo que enfermedades hepáticas, como la cirrosis o la hepatitis, pueden originar una coagula- ción defectuosa. Por otra parte, la vitamina K es necesaria para la síntesis hepática de protrombina, proteína C, factor VII, factor IX y factor X. Por tanto, la disminución de los niveles de vitami- na K origina deficiencias en la coagulación. En las enferme- dades intestinales y en los procesos con ausencia de secre- ción de bilis al intestino, se puede producir déficit de vitamina K, debido a la malabsorción y digestión de grasas (la vitamina K, sintetizada por las bacterias del tubo digesti- vo es liposoluble y se absorbe junto a las grasas). La más conocida es la hemofilia A, una enfermedad here- ditaria recesiva ligada al sexo, que afecta de forma casi exclu- siva a varones. Aparece un caso por cada 10 000 individuos. Las mujeres heterocigóticas son portadoras asintomáticas. Un ejemplo cercano lo constituye la Reina Victoria, portadora de la enfermedad, que la transmitió a las familias reales de Prusia, Rusia y España. La enfermedad se produce porque el factor VIII de la vía intrínseca (conocido como factor antihemofílico) está ausente o presenta una actividad marcadamente reducida. Hasta hace poco, los hemofílicos graves eran tratados con transfusiones de plasma, que contenía altas concentraciones de factor VIII (ello suponía un alto riesgo de contraer infecciones como el SIDA, la hepatitis, etc.). Actualmente, el factor VIII se sintetiza mediante la tecnología del ADN recombinante (véase el Cap. 25), con lo que se elimina el riesgo de contraer estas infecciones por esa vía. Bioquímica de la sangre | 537 Tabla 30-3. Alteraciones de la coagulación y factores relacionados Factor Enfermedad Fibrinógeno Afibrinogenemia, hipofibrinogenemia Protrombina Hipoprotrombinemia Factor V Parahemofilia Factor VII Déficit congénito del factor VII Factor VIII Hemofilia A Factor IX Hemofilia B Factor XI Hemofilia C Factor XII Síndrome de Hageman Precalicreína Síndrome de Fletcher Quininógeno de elevada masa molecular (HMWK) Síndrome de Fitzgerald Factor Von Willebrand Enfermedad de Von Willebrand 30 Capitulo 30 8/4/05 12:17 Página 537 BIOQUÍMICA Y BIOLOGÍA MOLECULAR (...) CONTENIDO PARTE III EL NIVEL MOLECULAR EN BIOMEDICINA 30 BIOQUÍMICA DE LA SANGRE 30.7 COAGULACIÓN SANGUÍNEA 30.7.6 Alteraciones patológicas de la coagulación
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