Reporte de lectura_ La primera entrevista con el psicoanalista

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Reporte de lectura: La primera entrevista con el psicoanalista.
En el prefacio del libro, La primera entrevista con el psicoanalista (1987) de Maud Mannoni, escrito por Françoise Dolto podemos encontrar que, esta última, plantea algunos de los problemas más sobresalientes del psicoanálisis de niños, y que más adelante son expuestos en el libro por Mannoni, como lo son la especificidad del psicoanálisis: la escucha, la relaciones dinámicas inconscientes padres-hijos, el complejo de Edipo y su resolución, entre otros.
Dolto explica de manera muy breve el contenido y la estructura del libro y posteriormente destaca una de las mayores dificultades del psicoanálisis que, con la llegada de nuevas ramas de la psicología como la psicología experimental, genética, interracional, las personas han perdido de vista el contenido específico del psicoanálisis. Muchas personas desconocen por completo el trabajo del psicoanalista y le otorgan funciones como moralizar, influir y estimular así como que trabajan de la mano con los psicotécnicos y los psicosociólogos, sin embargo, es importante recordar que su trabajo es encontrar una salida a los conflictos emocionales internos y que el camino para esto es llevado por el mismo paciente. La autora recalca la importancia de la técnica de la escucha psicoanalítica durante la consulta, sin embargo, no es el único elemento a tomar en cuenta para un correcto análisis de los síntomas que presenta el niño, es importante observar también la conducta de este. 
Los trastornos psicosomáticos que los infantes suelen presentar son consecuencia de relaciones perturbadas del mundo exterior, principalmente de las relaciones que sostienen los padres y que posteriormente son soportadas por el hijo inconscientemente. Françoise Dolto divide estos trastornos en dos etapas de la infancia. Los trastornos en la primera infancia van relacionado a la reacción del niño frente a dificultades de los padres, conflictos con hermanos o el ambiente interrelacional mientras que en la segunda infancia se presentan trastornos sobre conflictos frente a las exigencias del medio social o dificultades en la resolución del complejo de Edipo. 
En el texto se postula que las condiciones para el sano desarrollo del niño son: que los padres asuman que su vida no gira en torno a su hijo para que este logre el desprendimiento instintivo y posteriormente autonomía, que la dependencia hacia el hijo sea menos importante emocionalmente que la del cónyuge, puesto que las tensiones o interferencias en la dinámica emocional sexual inconsciente de los padres repercute en el inconsciente de los hijos. 
Actualmente los niños han tenido que permanecer distanciados de su entorno social, por lo que esto provoca un cambio al modo de vida que se tenía y a la vez, en el caso de aquellos que nunca han tenido relación con los otros de su misma edad, ya sea en el kinder o la primaria, se han sometido a un mundo virtual, en donde, solo pueden ver a los demás a través de la pantalla de su dispositivo electrónico; pensemos en los escenarios que se han perdido, como el jugar y platicar con niños de su respectiva edad, hacer amigos y poder gritar o reír sin restricciones en lo que el profesor/ra llegan al aula, hay una falta de interacción socio-emocional. Sentimos que al estar confinados con su familia, no pueden sentir la libertad de expresar sus dudas ante sus compañeros o su profesor, puesto que cerca hay alguien escuchando y ellos deben permanecer sentados y poniendo atención a las instrucciones que le sean dadas. El texto nos menciona que a los niños la angustia e impotencia les son transferidas de los padres, como logramos ver en el caso de un niño de 3 años de edad, el cual le dolía la cabeza y padecía de insomnio, al ser examinado arrojó que era un síntoma de la madre, ya que ella tenía dolores de cabeza psicosomáticos, era una mujer sobreprotegida por el esposo; el niño tenía una impotencia y buscaba también ser sobreprotegido. ¿Cuántos niños están pasando por algún síntoma transferido de la familia, en el confinamiento?
Podemos ver en la primera infancia que los trastornos son de reacción frente a dificultades de los padres, y también ante trastornos de los hermanos o personas de su círculo social, estos pueden tener relación con la falta de adaptación al medio social o las dificultades del complejo de Edipo. Los padres pueden sentir angustia, vergüenza e impotencia ante los problemas del menor. Para que los niños tengan una salud mental sana es necesario una estructura familiar íntegra, puede que cada familia sea un mundo, pero es necesario que no existan enfermedades mentales, impotencia, angustia o neurosis; las cuales afecten el desarrollo del infante. 
Françoise Dolto menciona que el drama de los niños se origina en los programas obsesivos que no les permiten en absoluto un margen de acceso a la cultura porque se olvidan de que las escuelas y los deberes de los niños son un medio y no un fin. Los niños son traviesos y actúan por impulsos que aún no reprimen lo cual es completamente normal y esperado en la conducta de un niño. Lo complicado es que los adultos esperen que los niños sean completamente obedientes y responsables como si fueran pequeños adultos. 
 	Dolto hace énfasis en que es muy grave que los padres, debido a la angustia por el futuro, impongan la lepra de los deberes obligatorios institucionalizando la escuela -que se vuelve la sociedad-. Hoy en día se ven muy afectadas esas obligaciones escolares por la pandemia. Se volvió muy complejo el exigir a todos los niños que cumplieran con esas obligaciones debido a que se evidenció la escasez de los recursos para en México; y de este modo damos por hecho que se ha pausado o ha habido un retroceso en el desarrollo psicosocial de los niños debido al confinamiento.
	En este texto de Dolto identificamos mucha relevancia con lo que se ha visto en este último año, porque el desarrollo de los niños y niñas ha sido afectado por la intervención del confinamiento y hemos considerado importante observar el comportamiento de los niños.