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ALGUNAS CAUSAS DE DIVORCIO PARANOIA HOMOSEXUALIDAD JTL 2007

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Algunas causas de 
Divorcio 
Paranoia 
Homosexualidad 
Violencia intrafamiliar
Los problemas de la sociedad actual, son los mismos que
los de la sociedad antigua, la diferencia es que ahora somos
más descarados y nos enteramos de más detalles. Ni antes
ni ahora, hemos encontrado el fondo del asunto. ¿Por qué?
La verdad es tan dura que no la queremos ver.
Este es un libro que busca la verdad y así empezar a
resolver problemas de una manera más profunda,
dejándonos de banalidades y superficialidades. Afrontar los
problemas y no disfrazarlos es la única forma en que
pueden solucionarse.
El lector se sorprenderá al encontrar en este libro porqué
los hombres golpean a las mujeres, porqué los hombres se
convierten en homosexuales y las mujeres en lesbianas y
porqué se origina la paranoia.
Algunas causas de 
Divorcio 
Paranoia 
Homosexualidad 
Violencia intrafamiliar
Dr. Jordi Torres Latorre
AÑO 2007
Algunas causas de 
Divorcio 
Paranoia 
Homosexualidad 
Violencia intrafamiliar
Dr. Jordi Torres Latorre
Año 2007
ISBN 970-91194-0-0
© Dr. Jordi Torres Latorre
Teléfonos: 04455 2427 7977
 04455 4134 1459
Correo electrónico: jorditol@hotmail.com
Portada: La Adoración del Divino Infante 
y San Juan Bautista Niño.
Pintura de Francesco Mazzola, 1503-1540.
Primera edición.
Impreso en México, D.F. Diciembre de 2007
Indice
Agradecimientos 8
Prólogo 9
La proyección de imágenes 14
La proyección de imágenes como causa
de divorcio y violencia intrafamiliar 16
 Lupita y Rafael 16
 Angélica y Francisco 21
 Sofía 33
 Joel y Silvia 35
 Rosaura y Mario 39
La proyección como causa de paranoia 44
 Ramiro 46
 Georgina 48
 Juan 52
 Alma 54
 Carlos 56
 Susana 57
La proyección en el homosexualismo 60
 Raymundo 61
 Armando 64
 Pedro 73
 Luisa 80
 Irene 82
Fijación materna 89
 Rodolfo 89
 María 93
 Cristina 100
Bibliografía 116
8
Agradecimientos
Dr. José Antonio Flores Oramas. Por haberme ayudado a
conocerme a mí mismo y al ser humano.
Doctores Waine Holtzman padre y Waine Holtzman hijo. Por
el apoyo que me brindaron durante mi estancia en Texas,
Estados Unidos, para difundir mis investigaciones hechas
en el Hospital Psiquiátrico "Rafael Lavista" en la ciudad de
México.
Madre Ángela Solórzano. Por su ayuda en el conocimiento
de la Biblia y por todo el apoyo que me brindó para difundir
algunas de las teorías que se exponen en este libro.
A todos aquellos pacientes que contribuyeron con sus
historias.
9
Prólogo
 Practico el psicoanálisis desde hace veintiséis años, tuve
como maestro a un sabio que tenía como pasión la lectura y
el conocimiento. Fue jefe de Investigaciones Psicológicas y
Sociales, durante treinta y cinco años en el Instituto
Politécnico Nacional, su nombre, Dr. José Antonio Flores
Oramas. Durante su larga carrera hizo muchos
descubrimientos pero nunca se publicaron ya que no tenía
el interés y lo único que deseaba era investigar, descubrir y
aplicar en sus pacientes lo que descubría.
 Lo conocí cuando yo estudiaba la preparatoria, me sentía
muy confundido y necesitaba ayuda. Él a través del
psicoanálisis me ayudo a aclarar mi mente. Me sorprendió
tanto todo lo que descubrí que decidí estudiar lo mismo. Le
pregunté un día aquello que se requería para ser
psicoanalista y me indicó que lo más conveniente era
estudiar primero la carrera de medicina, así lo hice. Luego
tenía dos opciones, estudiar psiquiatría o trabajar como
médico en un hospital psiquiátrico, preferí lo segundo y
trabajé durante tres años en el Hospital psiquiátrico “Rafael
Lavista” (actualmente es una Universidad Pontífice) donde
aprendí psiquiatría. Dentro de este hospital tuve a mi cargo
varios grupos de pacientes, desde el inicio mi principal
preocupación fue ayudarlos.
 zssssssxLe comentaba los casos que tenía al Dr. Flores
Oramas, él me aclaraba lo que sucedía en la mente de cada
uno de ellos 
10
y así fue como aprendí psicoanálisis. Tuve la asesoría del
Dr. Flores durante más de diez años. Desde el principio me 
sorprendía mucho todo lo que me decía. En una ocasión le
hablé del comportamiento de una paciente dentro del
hospital y él me describió el trato que ella había recibido de
su madre sin conocerla, ¡yo tampoco la conocía! Cité a
dicha mamá y en mi presencia trató a su hija tal como me lo
había dicho el Dr. Flores. ¿Cómo lo supo? ¡Me sorprendía
mucho! A veces pensaba que era una especie de mago.
 El Dr. Flores me enseñó, entre otras cosas, la gran
influencia que tiene la madre en la vida de las personas. Los
primeros años de vida son los más importantes para el
desarrollo de un niño, “infancia es destino” y esta etapa de
la vida normalmente la vivimos al lado de mamá. Una madre
que goza de plena salud mental, además de su felicidad
personal, tendrá la capacidad de formar hijos igualmente
sanos y felices. Por el contrario, una madre afectada
mentalmente podrá ocasionar un enorme daño emocional
en sus hijos. Con mucha frecuencia el padre maltrata a su
esposa y es quien la daña emocionalmente, y aunque él no
tiene la misma influencia en los hijos durante los primeros
años de vida, sí los va perjudicar indirectamente. Por lo
tanto, la salud mental de los hijos depende de la salud
mental de ambos padres.
 Una vez le comenté a otros doctores cómo había logrado
curar a una paciente a través de ciertas teorías que el Dr.
Flores me enseñó, todos estaban extrañados de las cosas
que les decía y entonces me di cuenta que era algo
completamente desconocido para ellos. Fui con el Dr. Flores
11
y le pregunté de dónde había sacado esas teorías, él me
respondió:
 -Son cosas de las cuales yo me he dado cuenta.
 -¿O sea que no están escritas en ningún libro?-Le
pregunté.
 -No, a menos que alguien haya descubierto lo mismo y lo
haya publicado.
 ¡Con razón pusieron esas caras los doctores en el
hospital!, pensé yo y le argumenté:
 -¡Oiga doctor, tiene que escribir un libro sobre todas esas
teorías que usted me enseña!
 -Tal vez algún día. -Me contestó.
Nunca escribió el libro, no le interesaba, otras personas
también le pedían que lo hiciera. En otra ocasión le
pregunté:
 -¿Por qué no quiere hacer un libro sobre sus teorías?
 -Mira, si escribo un libro pueden suceder dos cosas: Una,
que a nadie le interese, y dos, que a alguien se le ocurra
convertirlo en “best seller” y de las dos la primera es la
mejor.
 -¿Por qué? -Le pregunté sorprendido- ¡A cualquiera le
gustaría escribir un libro que se hiciera famoso!
 -A mí no.
 -¿Por qué no?
 -Si yo fuera famoso, en este momento no estaría 
platicando contigo; cuando Eric Fromm se hizo famoso, se 
rodeó de mucha gente con intereses y las amistades se 
alejaron de él. Eric Fromm murió de soledad. Muchos años 
después volví a tocar el tema del libro y me contestó:
 12
 -He pensado en la posibilidad de escribir uno, pero no un
libro teórico, eso sería aburrido, sería mejor un libro sobre
la historia de algún paciente y su evolución dentro del
psicoanálisis describiendo lo que se dice en cada una de las
sesiones, así se darían a conocer las teorías, pero nunca
escribo las sesiones con mis pacientes o sea que no tengo
de donde extraer la historia.
 Mi maestro el Dr. Flores murió años más tarde sin haber
escrito ninguna de sus teorías, pero yo todavía continúo
con mi interés por darlas a conocer, porque siento que es
algo muy valioso y que puede ser muy útil para mucha
gente.
 Cuando trabajé en el hospital psiquiátrico y vi la forma
como trataban a los pacientes por medio de métodos que en
general no curan, como electrochoques, pastillas y
lobotomías (extirpación de una parte del lóbulo frontal del
cerebro), pensé: “Yo voy a cambiar esto.” Hasta la fecha no
he logrado cambiar nada, pero espero que este libro haga
su contribución. No será un libro como el que pudo haber
escrito el Dr. Flores, él realmente fue un sabio y sus
palabras mucho más atinadas que las mías, pero he decido
hacer un libro con relatos pequeños sobre algunas historias
de pacientes que he tenido, de quienes guardo recuerdo de
las cosas más sobresalientes y de sus sueños más
significativos. Para proteger la identidad de las personas he
cambiado en cada una de las historias los nombres de los
personajes.
 Mi finalidad es dar a conocer algo de lo que maestro me
enseñó, ya que con frecuencia sorprende que aún no se
13
sepan cosas muy simples sobre la mente pero que
ocasionan se trastornos en nuestras vidas y son causa
muchas enfermedades mentales.
 Espero que este libro logre su fin.
14
La proyección de imágenes
 Hace aproximadamente 35,000 años, durante la era
paleolítica, aparecen las primeras muestras dé la capacidad
del hombre para imaginar y proyectar imágenes al realizar
dibujos de diferentes animales y personas en el interior de
las cavernas, la llamada pintura rupestre.
 Una pintura rupestre es la imagen de algo real; los
animales no hacen dibujos de personas o de ellos mismos,
ya que no tienen la capacidad de proyectar imágenes y ésta
es una de las grandes diferencias entre ellos y nosotros.
 En la mente tenemos grabadas muchas imágenes, entre
las más importantes las de papá y mamá, estas imágenes
representan al hombre y a la mujer. Nos damos cuenta que
existen muchas diferencias entre ellos dos, tanto en su
apariencia externa como en su interior. Su actitud hacia
nosotros, su carácter, su manera de hablar, su forma de
amarnos y de educarnos, son algunas de sus características
internas, estas características conforman una imagen a
partir de la cual vamos a tener un concepto del hombre y
otro de la mujer.
 Ahora bien, si pintamos en una pared una cara sin bigote
y sobre ésta hacemos coincidir, mediante un proyector de
transparencias, la imagen de alguien con bigote, la cara
pintada en la pared se vera como si también tuviera bigote.
 Lo mismo podemos hacer con las imágenes de papá y
mamá. Tomemos como ejemplo la figura de un padre
agresivo, su imagen la podemos proyectar inconsciente-
15
mente sobre los demás hombres y como consecuencia los
veremos a todos igualmente agresivos.
La proyección de las imágenes de papá y de mamá sobre
las demás personas es una de las principales causas de
violencia intrafamiliar, divorcio, homosexualismo y
paranoia. La fijación materna es otra de las principales
causas, este tema lo veremos al final del libro.
Proyectar las imágenes de papá y mamá sobre los demás
es una equivocación de la mente humana. Las imágenes
que proyectamos nos impiden ver la realidad tal como es,
nos confunden, empañan nuestra visión del mundo y de la
gente, y esto puede afectar muy seriamente nuestras vidas.
Comencemos por ver de qué manera la proyección de
imágenes es causa de violencia intrafamiliar relatando
varias historias de la vida real.
16
La proyección de imágenes como
causa de divorcio y violencia
intrafamiliar
Muchas mujeres son como las flores, bellas y atractivas,
se arreglan y se pintan. Los hombres nos acercamos
atraídos por su hermosura y el resultado es la procreación.
Entonces las mujeres tienen hijos y dedican su vida al
servicio de ellos y del marido. Sin embargo hay hombres
que las maltratan y las golpean, ¿por qué? Veamos algunas
de estas historias.
Lupita y Rafael
Una pareja de jóvenes casados, Rafael y Lupita, tenían un
hijo de cinco años de edad llamado Luís. Un día la mamá lo
llevó a mi consultorio:
-¿En qué le puedo servir? -Le pregunté.
-Castigaron a mi hijo en la escuela por problemas de
comportamiento. Me dice la directora que si no cambia lo
tendrá que expulsar.
¿Qué cosa hizo? -Le pregunté.
-Dice la maestra que les exige a sus compañeros que le
den cosas y les pega si no le hacen caso. Ayer le rasguñó la
cara a uno de ellos porque no le quiso dar un lápiz.
-¿Me permite aplicarle una prueba psicológica a su hijo
para ver qué es lo que está pasando?
17 
 -Sí, está bien. -Contestó ella. Le apliqué a Luís una prueba
de tipo proyectiva llamada C.A.T. Esta prueba es muy útil
para ver cómo es el mundo que rodea al niño y qué actitud
está tomando él ante ese mundo. Luís reflejó en esa prueba
que sus padres, Rafael y Lupita estaban en constante pleito.
Se lo comenté a Lupita y me respondió:
 -Es cierto doctor, ya no aguanto a mi marido; hace tiempo
lo dejé por tres meses, nos volvimos a juntar, luego lo volví
a dejar por ocho meses y regresé, pero ésta vez si lo dejo
será la definitiva, ¡ya no lo aguanto!
 -¿Por qué?
 -¡Siempre está de malas, en lugar de pedirme las cosas
amablemente me las exige enojado y en ese momento tengo
que dejar de hacer todo lo que estoy haciendo para
complacerlo, si no, se pone furioso! ¡Además, todo lo toma
a mal y se la pasa reclamándome puras tonterías!
 -¿Qué es lo que toma a mal?
 -¡Muchas cosas!
 -¿Como qué?
 -Por ejemplo, yo lavo su ropa, la seco, la plancho, la doblo
y la guardo en su lugar procurando que todo se encuentre
ordenado. Luego, cuando él llega a buscar una prenda, si no
la encuentra comienza a reclamarme muy enojado: “¡Me
escondes las cosas! ¡Lo haces a propósito! ¡Tú siempre
quieres perjudicarme!” ¡Es absurdo, sólo trato de servirle!
¡A veces se pone enojado que hasta me golpea! El otro día
mi Luís me exigió: “¡Mamá quiero que me sirvas vaso de
leche ahora, de inmediato!” Entonces pensé: “¿Qué se cree
este mocoso de cinco años?” Mi vecina, que todo lo 
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escucha, me comentó: “¿ya te diste cuenta? ¡Te reclama
igual que tu marido! Es verdad utiliza las mismas palabras y
tiene misma actitud.
 -Ahí tienes una muestrade cómo los hijos imitan a sus
padres y así como Luís te trata a ti, que tratar a sus
compañeros en la escuela, comenté a Lupita.
 -¿Qué debo hacer? -Me preguntó ella.
 -Evidentemente el problema es el papá, gustaría hablar
con él para ver por qué te trata ¿Crees que quiera venir a
verme?
 -Sí, no creo que haya problema, le voy a decir. Después
de varios días me visitó Rafael y le expliqué:
 -Su esposa me trajo a su hijo Luís por su comportamiento
en la escuela. Le apliqué prueba psicológica y en ella
encontré que entre usted y Lupita predomina la agresión y
la discordia Si usted está de acuerdo, me gustaría ayudarle
entenderse mejor.
 -Me parece bien. -Respondió Rafael.
 -¿Podría usted platicarme algo de su infancia favor?
 -Mis padres se divorciaron cuando yo tenía o años,
entonces me pidieron escoger con cual ellos quería vivir y
elegí a mi padre. ¡Mi madre nunca me lo perdonó, de allí en
adelante se dedicó a tratar de obstruir mi vida
perjudicándome en todo lo que fuera posible!
 -¿De qué manera? -Pregunté.
 -Yo vivía con mi papá, pero a veces en fin de semana me
quedaba con mi mamá. Si yo tenía algún juguete preferido o
alguna prenda de vestir que me gustara, ella lo perdía o lo
escondía a propósito. En una ocasión necesitaba un acta de
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nacimiento para la inscripción en un curso, ella guardaba
mis actas así que se la pedí. Me hizo esperar varias
semanas hasta que me dijo que ya no tenía ninguna y me
perdí de la inscripción. ¡Siempre miraba la forma de
perjudicarme!
 -Muy bien, ahora ponga mucha atención en lo que le voy a
decir, por haber tenido una madre así, usted va a tener la
tendencia a pensar que todas las mujeres le quieren
perjudicar. Tuvo una madre que le obstruía su vida y cree
que su esposa le quiere hacer lo mismo, por eso tiene
problemas con ella. Esto es debido a la proyección de la
imagen materna sobre las demás mujeres.
 Al terminar mi explicación se quedó pensando, me dio las
gracias, se despidió y se fue. A las dos semanas me habló
por teléfono para decir que quería verme. Me visitó y me
dijo:
 -Me acordé de usted.
 -¿Por qué?
 -¡Porque me dijo que yo iba a tener la tendencia a pensar
que todas las mujeres me quieren perjudicar y así me
sucedió! Verá usted, tengo una pequeña industria y tengo
dos secretarias. Un día por la mañana encontré a una de
ellas metida en mi oficina moviendo un montón de cajas
encima de mi escritorio y por todos lados. Me puse furioso y
le reclamé muy enojado: “¿Qué te has creído? ¡¿Crees que
vas a venir aquí a perjudicar mi vida obstruyendo mi
oficina?! ¡¿Que vas a hacer lo que se te pegue la gana con
tal de molestarme?!” Ella se retiró llorando. Luego se me
acercó la otra secretaria para comentarme que cuando llegó 
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a la oficina, la vio moviendo esas cajas, le preguntó sobre lo
que hacía y recibió como respuesta: “Llegué temprano a
trabajar y encontré que el chofer del camión puso todas
éstas cajas dentro de la oficina de mi jefe, encima de su
escritorio y en el suelo obstruyendo la entrada, así que
estoy acomodándolas para que cuando venga el señor
Rafael vea su oficina bien ordenada y limpia.” Al terminar de
decirme esto, recapacité y se me cayó la cara de la
vergüenza por la forma en que yo había tratado a esa
secretaria. En ese momento me acordé que usted me dijo
que yo tengo ¡a tendencia a pensar que todas las mujeres
me quieren perjudicar.
 -¡Que bueno que ya se dio cuenta! -Le comenté.
 -¿Y ahora qué debo hacer?
 -Cada vez que piense mal de su esposa o de alguna otra
mujer, debe tratar de darse cuenta que está proyectando la
imagen de su madre sobre ellas, y observar que ellas son
diferentes a su madre y que sus intenciones no son las
mismas.
 Continué viendo a Rafael durante algunas sesiones más,
él afortunadamente puso en práctica lo que le sugerí y
desapareció la discordia que existía entre él y Lupita. A su
vez, su hijo Luís comenzó a cambiar ante sus compañeros
de escuela gracias a que tenía un padre diferente a quien
imitar, con lo cual se resolvió este caso y se pudo evitar un
inminente divorcio. 
 Durante el relato de todas las historias, voy a hacer
énfasis en que el tipo de psicoanálisis que me enseñó el Dr.
Flores, busca la verdad y al encontrarla se le comenta al
21 
paciente y si éste está dispuesto a verla, como en el caso de
Rafael, viene la cura, de lo contrario la gente continua
enferma.
 Cristo decía a los judíos que habían creído en él:
 “Ustedes serán verdaderos discípulos míos si perseveran
en mi palabra; entonces conocerán la verdad, y la verdad
los hará libres” (Evangelio según San Juan capítulo 8,
versículos 31, 32).
 Esta historia se resolvió muy fácilmente porque Rafael
supo escuchar y recapacitar, pero no siempre es así, ya que
algunas veces la gente no está dispuesta a escuchar. La
siguiente es una de esas historias.
Angélica y Francisco
 Angélica, una mujer muy trabajadora, sonriente y amable
con toda la gente, conoció a un joven ingeniero civil muy
amigable y aparentemente caballeroso llamado Francisco, al
poco tiempo se enamoraron, se hicieron novios y luego se
casaron. Angélica tenía una pequeña casa que había
comprado a crédito y allí se fueron a vivir. Francisco ejercía
exitosamente su profesión como gerente en una fábrica y
Angélica atendía un negocio propio igualmente exitoso.
 Tuvieron un hijo y una hija. Un día Angélica se acercó a mí
con su hija Lorena de seis años de edad para preguntarme:
 -Me preocupa Lorena, seguido tiene pesadillas horribles.
No se por qué sueña esas cosas. ¿Tu podrías ayudarme a 
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saber que le sucede? -Tal vez sí. -Le contesté, y
dirigiéndome a su hija le pregunté:
 -A ver Lorena cuéntame una de tus pesadillas.
 -Muy seguido sueño que “Choki” quiere destruir a mis
papas. -Contestó ella.
 Deduje porqué soñaba eso y le dije a Angélica:
 -Ya se quien es “Choki”...tu suegra. -Angélica me
escuchaba con interés y le expliqué:
 -Choki es un personaje ficticio de una película de terror y
simboliza al mal. Lorena podía haber soñado con cualquier
otro monstruo maligno, eso no tiene importancia. Lo
importante de la pesadilla es que nos indica que en la vida
real de Lorena debe existir alguien malo, que de alguna
forma, quiere destruir la vida de sus padres. La única
persona que conozco que quisiera hacer eso es tu suegra.
Tú me has dicho que le dicen “la suegra anti-nueras" y que
está ocasionando muchos problemas entre ustedes dos.
 -Si, mi suegra quisiera que ninguno de sus hijos estuviera
casado, no quiere a ninguna de sus nueras, desearía que
todos se divorciaran y se fueran a vivir con ella.
 En varias ocasiones me di cuenta que la relación entre
Angélica y Francisco no estaba bien, él enfurecía muy
fácilmente y trataba mal a Angélica. Dos veces intenté
hacerle ver a Francisco que estaba cometiendo una
equivocación que debía corregir, de lo contrario podría
terminar por perder a su esposa ya que ella no merecía sus
agresiones. Muchas amistades y conocidos de él le hicieron
la misma observación, pero Francisco no hizo caso a
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ninguno y finalmente un día Angélica le pidió el divorcio.
Ese mismo día él me llamó por teléfono para reclamarme:
 -¡Angélica dice que le sugeriste que me pidiera el
divorcio!
 -¡Esta es la primera noticia que tengo al respecto! -Le
contesté sorprendido.
 -Pues eso me dijo.
 -Se me hace muy raro que te haya dicho eso. -Repliqué.
 -¿Estás seguro que no se lo sugeriste? -Me volvió a 
preguntar.
 -¡Claro que no! Ahora piensa, si alguien le sugiriera a tu
esposa que se divorciara de ti ¿no crees que ella sería muy
tonta en hacerle caso? ¿Por qué no piensas mejor que si
Angélica te pidió el divorcio, es porquehay algo de ti que no
le parece y que la relación entre ustedes dos anda muy mal?
No me escuchó ni me contestó. Para Francisco era muy
difícil reconocerse a sí mismo como culpable del rechazo de
Angélica.
 Varios meses después Angélica me contó con más detalle
lo que había sucedido entre ellos dos y los motivos que
tenía para querer divorciarse:
 -Le pedí el divorcio porque ya no lo aguanté más. Desde
el principio del matrimonio Francisco me empezó a tratar
muy mal; la misma noche de la luna de miel me dijo: “Ahora
si ya me fregué.” Desde hace varios años quería separarme
de él, pero no me atrevía porque tenía miedo de que me
hiciera algún daño, me sentía desprotegida en esa casa
viviendo sola con él y mis dos pequeños hijos. Un día
aproveché un pleito que tuvimos con unos vecinos para
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decirle que mejor nos fuéramos a vivir a la casa donde vive
mi abuelo con tres de mis hermanos, es una casa muy
amplia, aceptó y nos mudamos. Allí me sentí más segura
porque ya no estaba sola, entonces me atreví a correrlo de
la casa y a pedirle el divorcio.
 -Tal vez todavía se podría hacer algo para salvar tu
matrimonio, si logro que él me escuche a lo mejor puede
cambiar de actitud. -Le dije a Angélica.
 -Yo no creo que él quiera cambiar, además ya no lo amo,
ya no siento nada por él. Durante años fui víctima de
constantes ataques y reclamaciones absurdas, Francisco se
enojaba por cualquier cosa, discutíamos y a veces me
atacaba a golpes. Yo quería conservar la familia unida, me
esforcé por ser comprensiva y muy cariñosa para ver si lo
hacía cambiar, pero no logré nada, al contrario, cada día era
peor, se ponía furioso por cosas sin ningún sentido. Yo me
sentía frustrada, derrotada, atrapada, sentía el fracaso, nada
de lo que hacía resultaba, me sentía atrapada porque
pensaba: “¿Esto va a ser mi vida?” Un buen día pensé: “Yo
voy a terminar con él, siento que me tiene coraje, que no me
puede ver contenta.” Como si yo hubiera hecho algo muy
malo y no merecía estar contenta; como que estaba
castigada y no merecía ser feliz. Ya tenía tiempo pensando
en el divorcio. Un día cuando llegó por el dinero que yo
había ganado durante el día y se lo llevó para irse a los
antros a emborracharse pensé: “Esto no funciona, esto no
va a terminar bien, ¿aquí me voy a quedar con este tipo?
¿Este va a ser mi futuro?” Luego empezaron las agresiones
físicas. Poco a poco fui perdiendo el amor que sentía por él 
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y me dolía horrible porque yo lo quería, él fue acabando con
ese amor. Todavía cuando ya se fue de la casa me dolía
mucho porque yo soñaba con tener una familia, disfrutar de
los niños y de una relación familiar. Había mucho para ser
felices, mi disposición, nuestros hijos, mi negocio, su
trabajo, la casa... pero no, él acabó con todo. Empecé a
tenerle miedo cuando comenzó a golpearme y fue cuando
decidí divorciarme.
 -¿Por qué se ponía furioso? -Le pregunté a Angélica.
 -¡Por puras tonterías! -Contestó ella.
 -¿Cómo qué?
 -¡No sé... cosas absurdas!
 -¿Cómo qué cosas absurdas?
 -Por ejemplo: Un día paseábamos dentro de un centro
comercial y los niños me pidieron que les comprara un
helado, les compré su helado a cada uno y también le
compré uno a Francisco que se había quedado fuera de la
tienda esperando, cuando se lo di, se le quedo viendo
callado y después de un rato me dijo enojado: “Me lo
compraste de fresa porque sabes que no me gusta la fresa,
¿verdad? ¡Lo haces a propósito para molestarme!” ¡Ese
helado de fresa fue el motivo de pleito para toda la tarde! ¡Yo
qué iba a saber que no le gustaba fresa, tan sólo trataba de
darle gusto!
 -¿Qué otras cosas absurdas te reclamaba?
 -Me decía muy enojado: “¡Mi tiempo es tuyo!”
 -¿Cómo que “mi tiempo es tuyo”?
 -¡No sé, así me decía!
 -¿Qué más te reclamaba que fuera absurdo?
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 -Me decía furioso: “¡Me quieres engordar!”
 -¿Qué quería decir con eso?
 -¡Qué voy a saber! ¡El podía comer lo que quisiera! Yo no
lo obligaba.
 -¿Qué más te decía?
 -Me reclamaba: “¿Qué te crees, que vas a disponer de mi
tiempo a tu antojo?” Yo me quedaba muy desconcertada
pensando: “¿¡Qué!?”
 -¿Qué otras cosas te reclamaba que fueran absurdas?
 -Me decía: “¡Me quieres tener en casa de tu gato, de tu
mandadero!”
 -¿Eso era cierto?
 -¡No! ¡El no era mi gato, ni mi mandadero! ¡En una ocasión
le pedí algo que necesitaba para la comida y no me lo llevó!
Desde entonces no volví a pedirle nada, yo sabía que no
contaba con él. ¡Tampoco disponía de su tiempo a mi antojo,
él podía hacer lo que quisiera con su tiempo! Con
frecuencia salía con sus amigos a ver mujeres encueradas
en los centros nocturnos y yo no le decía nada. ¡Ni siquiera
era celosa! Lo que si me molestaba era que el poco dinero
que teníamos, se lo gastara en esos lugares y que además
llegara a casa borracho a las dos de la mañana, para
quitarme lo que yo había ganado durante el día en mi
pequeño negocio y pagar la cuenta del centro nocturno
porque ya se había acabado todo su dinero. Encima de todo
eso todavía me reclamaba: “¡Eres una mujer posesiva, no
me dejas ser!” Un día hasta mi padre llegó a decirme: “¿No
crees que le das demasiadas libertades?” Le contesté: “Yo
lo dejo ser.”
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 -¿Qué más?
 -En una ocasión decidió no ir a trabajar y se quedó en
casa. ¡Al poco rato de estar allí comenzó a decirme muy
enojado que yo lo quería tener en casa a mi disposición
todo el día! ¡Yo no le pedí que se quedara, ni que dejara de ir
a trabajar, fue él! ¡Yo no merecía sus reclamaciones! ¡Eran
ridículas!
 -¿Qué otros problemas tenían?
 -Con frecuencia se emborrachaba con sus amigos y se
ponía muy agresivo. Una noche llevó a la casa a un amigo
suyo llamado Pepe y se puso a tomar con él. Yo me retiré
muy triste y los dejé solos. Después de varias horas,
Francisco entró a la cocina borracho a decirme que le iba a
vender fruta a su amigo, le contesté al amigo que con
mucha pena no le iba a vender nada, ya que esa fruta era
para el desayuno de mis hijos. Francisco inmediatamente se
puso furioso diciéndome: “¡No te vas a burlar de mis
amigos!” ¡Entonces me agarró por el cuello ahorcándome y
me tiró al suelo! ¡Su amigo Pepe trató de detenerlo pero no
pudo! ¡Mi hija Lorena que apenas tenía cinco años de edad
estaba viendo todo y se le echó encima por la espalda para
tratar de ayudarme! Entonces me dio mucho coraje y a
golpes me libre de él. ¡A mi hija no se le ha olvidado esa
escena! A veces le pide a Dios que le quite el miedo que le
tiene a su papá. También dice que cuando sea grande, ella
no se va a casar y que hubiera preferido nacer como
hombre.
 -¿Por qué dice eso? Porque veía que a su hermano nunca
le gritaba ni lo regañaba, al contrario, ¡todo le consentía!, lo 
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cual también me trajo muchos problemas, porque se hizo
muy berrinchudo, no me obedecía y hasta me pegaba si no
le concedía algún capricho. Desde que el papá no vive con
nosotros el niño ha cambiado mucho, me doy cuenta que
me trataba mal porque lo imitaba a él. Ahora cuando le pido
algo, me obedece y me dice: “Si mamita” También le ha
dado por decirme: “Mamita bonita” ó “mamita hermosa.”
Además va muy bien en la escuela y tanto maestros como
compañeros lo aprecia mucho.
 -¿Era agresivo sólo cuando estaba tomado?
 -No, también cuando estaba sobrio. Con frecuencia me
despertaba a media noche y me atormentaba culpándome
de cosas injustas que yo no le había hecho. Al paso del
tiempo, mejor ya no le discutía, porque si lo hacía podía
terminar golpeada como ya había sucedido en otras
ocasiones, sólo me quedaba callada escuchándolo. Cuando
terminaba su sermón, él simplemente se dormía, pero yo me
quedaba despierta muy desconcertada y ya no podía volver
a conciliar el sueño. ¡Dormía tensa, siempre nerviosa, no
sabíaen qué momento me despertaría enojado dispuesto a
culparme por algo!
 -Dime, ¿cómo era la mamá de Francisco con él?
 -Su madre era una mujer muy posesiva, demandante y
llena de achaques. Todo el tiempo quería que Francisco
estuviera a su lado. En cuanto él se desocupaba iba
inmediatamente a ver a su mamá y allí se la pasaba
complaciéndola en todas sus exigencias y haciéndole toda
clase de encargos: Que fuera a comprar pan, que la llevara a
visitar a sus amigas, que fuera a la farmacia, que fuera por 
29
algún mandado, que la llevara al doctor y muchas otras
cosas. Al terminar de hacer todo lo que le pedía, su mamá le
decía: “Mi hijito, ya es muy tarde para que te vayas a tu
casa, mejor quédate a dormir aquí.” ¡Y allí se quedaba!
¡También se la pasaba todo el día hablándole por teléfono!
Si él no le contestaba entonces me marcaba a mí muy
molesta y me preguntaba: “¡¿Dónde está mi hijo, por qué no
me contesta?!” Yo le respondía: “Debe estar ocupado en la
fábrica, ya le llamará cuando se desocupe.” Pero ella no
quedaba conforme y agregaba: “¡¿Qué le cuesta levantar el
teléfono y llamarme?!” Era una mujer muy agresiva, en una
ocasión me insultó insinuándome que yo era una prostituta.
 -Continúa por favor.
 -En otra ocasión Francisco desayunó en casa bastante
bien y al terminar se fue a ver a su mamá. Ella al verlo llegar
le sirvió de nuevo el desayuno, Francisco argumentó que ya
había desayunado pero ella le contestó: “¡Pues ya te serví y
ahora te lo comes!” Otro día, Francisco y yo fuimos a
visitarla, ¡y a mí me metió un plátano en la boca por la
fuerza!
 -¿Qué más?
 -Hace tiempo cuando la mamá tuvo almorranas, le llegó a
pedir a Francisco que le pusiera la pomada en el ano ¡y él
accedió! Cuando me enteré le dije: “¡¿Por qué tienes tú que
ponerle la pomada en el ano a tu madre?! ¡Eso lo puede
hacer ella sola!”
 -¿Su mamá tenía algún impedimento físico como para
pedirle eso a su hijo?
 -¡Claro que no!
30
 -Bueno Angélica, el problema esta muy claro, dices que
Francisco te culpaba de cosas injustas que tú no le hacías,
por ejemplo te decía: “¡Me quieres tener en casa de tu gato,
de tu mandadero!” ó “¡Eres una mujer posesiva!” Cuando
en realidad era su mamá la que lo traía de su “gato” ó
“mandadero” y la que se posesionaba de él. Francisco
estaba proyectando sobre ti la imagen de su madre. Te
reclamaba a ti: “¿¡Qué te crees, que vas a disponer de mí
tiempo a tu antojo!?” ó “¡Eres la dueña de mi tiempo!”
Cuando realidad era su mamá la que quería disponer de él a
su antojo y la que quería adueñarse de su tiempo. Te decía:
“¡Me quieres engordar!” Pero era su madre la que lo hacía
comer por la fuerza, no tú. Por eso te parecían
reclamaciones absurdas, ridículas y te quedabas tan
desconcertada, no eras tú la que le hacía todas esas cosas.
Te dabas cuenta que Francisco no te podía ver contenta,
como que habías hecho algo muy malo y no merecías ser
feliz, te estaba haciendo pagar a ti todo lo que su mamá le
hacía a él. Por eso por más que te esforzaras en ser
comprensiva y cariñosa no lograbas nada, ¡el problema no
eras tú! Francisco estaba proyectando la imagen de su
madre sobre ti. Todos esos reclamos no iban dirigidos hacia
ti, sino hacia ella.
 -Me daba cuenta que su mamá era así, pero no me había
percatado que me confundía con ella.
 -Tal vez deberías tratar de hablar con Francisco, tienen
dos hijos y valdría la pena componer la relación entre
ustedes dos. 
31
 -Él dejó de estar en mi corazón desde hace muchos años.
Ya no me interesa, nos ha hecho mucho daño a mí y a mis
hijos.
Otro día Angélica me comentó:
 -Algunos de los hermanos de Francisco siempre le han
hablado mal de mí, lo manipulan y lo ponen en mí contra.
¿Por qué lo hacen? ¡Nunca he entendido eso!
 -Es evidente que están del lado de su mamá y tal vez les
conviene que Francisco sea quien esté a su servicio, de lo
contrario el encargado de hacerle todos los mandados a la
mamá tendría que ser alguno de ellos. Después de esto
insistí en dos o tres ocasiones a Angélica que intentara
hablar con Francisco, pero ella ya había tomado una
decisión.
 Con esta historia podemos apreciar la gravedad de la
proyección, que en este caso además de provocar violencia
intrafamiliar, los llevó al divorcio. Todo ese drama familiar
era una simple proyección. Francisco agredía una imagen,
no a su mujer. Angélica lo soportaba porque tenía la
esperanza de hacerlo cambiar y porque tenía la ilusión de
tener una familia.
 Después de la separación Francisco sufrió de depresión,
había perdido lo que más amaba, a su mujer. Lo peor del
caso es que la había atacado sin tener nada en su contra;
había estado peleando contra un fantasma, el fantasma de la
proyección. 
 La proyección es más fuerte que la realidad misma,
aunque a Francisco se le apareciera la princesa más 
32
servicial y cariñosa que haya existido, la proyección de la 
imagen de su mamá sobre ella haría que Francisco la viera 
como una amenaza.
 La agresión de Francisco era contra el sexo femenino,
agredía solo a su esposa e hija, a su hijo varón no. La niña
decía: “Cuando sea grande no me voy a casar.” El miedo
que le tenía a su padre ya lo proyectaba hacia los hombres
en general. Tal vez aquí tenemos el inicio de una futura
feminista o lesbiana ya que también decía: “Hubiera
preferido nacer hombre.”
 Varias personas intentaron hacerle ver a Francisco que
tenía una gran mujer como esposa, pero no los quiso
escuchar. La verdad cura, el engaño enferma. Quien no
acepta la verdad permanece engañado y por lo tanto
enfermo.
 También es muy importante darse cuenta que Francisco
permitía que su mamá abusara de él y que lo utilizara, nunca
se reveló. Mamá es un ser demasiado importante para
nuestras vidas: Somos parte de su cuerpo, nos formamos
dentro de ella, salimos de ella, nos alimentamos de ella, nos
da calor y cariño, nos guía al inicio de la vida, ¡ella es quien
atiende todas nuestras necesidades! Por estas razones
mamá es un ser intocable y preferimos ocultarnos a
nosotros mismos que ella nos haya perjudicado, pero lo que
no podemos evitar cuando tenemos una madre dañina es
que se nos forme una mala imagen de la mujer, la cual
después vamos a proyectar sobre todas las demás mujeres
y a ellas les vamos a reclamar lo que mamá nos haya hecho.
33
 Alrededor del mundo existen miles de mujeres que
diariamente son maltratadas por sus maridos debido a que
proyectan sobre ellas la imagen de sus madres. A través de
la historia quizá son millones de mujeres las que han sido
maltratadas por esta razón.
 A los hombres como Francisco se les llama misóginos y a
continuación veremos lo que una mujer hizo
inteligentemente con uno de ellos.
Sofía
 Una amiga llamada Sofía, estaba muy interesada en el
tema de los hombres misóginos.
 -¿Qué es un hombre misógino? -Preguntó Sofía.
 -Así se les dice a los hombres que están en contra de las
mujeres.
 -¿Y por qué son así?
 -Porque están proyectando la imagen de su madre hacia
todas las mujeres. Un hombre misógino tuvo que ser
dañado durante su infancia por su mamá, y ya que a través
de ella formó una imagen de lo que es una mujer, ahora
siente que todas son iguales. Los hombres misóginos
pueden ser violadores, golpeadores o hasta asesinos de
mujeres. Un ejemplo lo tenemos en la novela “Barba Azul”
 En ella, el protagonista tiene una colección de esposas
disecadas en su sótano. Cada vez que asesinaba a una
mujer, en realidad estaba matando a la imagen de su madre.
34
 -¿O sea que las madres son las culpables?
 -No podemos hablar exactamente de culpables, me he
dado cuenta que en muchos casos se forma una cadena que
se transmite de generaciónen generación.
 -¿Cómo que una cadena? -Me preguntó Sofía.
 -Hay muchos hombres que tratan muy mal a sus esposas,
las insultan, las humillan o les pegan. Ellas no se pueden
defender porque el hombre es más fuerte. El coraje que
llegan a sentir hacia su marido se les queda adentro y con
mucha frecuencia lo descargan contra sus hijos varones, a
ellos les hacen pagar todo lo que su marido les hace. Estos
hijos crecen con odio hacia su madre, su imagen la van a
proyectar en sus futuras esposas y les harán pagar todo lo
que su mamá les haya hecho. De esta manera vuelve a
comenzar la historia. ¿A quién vamos a culpar, al hombre
que golpea a su mujer o a la madre que golpea a su hijo?
¿Quién fue primero, el huevo o la gallina?
 Le puse varios ejemplos a Sofía y continuaba haciéndome
preguntas. Asimiló muy bien lo que era un hombre
misógino, tan bien que un día llegó a platicarme lo que le
sucedió:
 -Iba en mi coche y me quedé atorada en un
embotellamiento. De pronto un hombre se me acercó con su
auto, bajó el vidrio y ¡comenzó a insultarme! Traté de salir
de allí pero no pude y me quedé muy angustiada pensando:
“¿¡Qué le hice, me le cerré o qué!?” Él continuaba
insultándome muy agresivamente, entonces pensé: “¡Son
demasiados insultos! No sé que pude haberle hecho pero
sea lo que sea, ¡no merezco tantas groserías!” En ese 
35
momento me acordé de los hombres misóginos y cuando
acabó con su repertorio volteé a verlo y le dije:
 “¡Usted me está confundiendo con su madre!” -¿Qué hizo
ese hombre? -Le pregunté riendo.
 -Ahora era él quien estaba preocupado por salirse del
embotellamiento.
 -¡Claro, no fueras a soltarle otra verdad!
Sofía supo utilizar lo que sabía sobre la proyección de una
manera muy inteligente: Le dijo la verdad al misógino, se
libró de él y sin ser grosera le devolvió todos sus insultos.
Estudiemos otra historia más proveniente de la vida real.
Joel y Silvia
 Un amigo llamado Joel, deportista, sin vicios, que gozaba
de un buen sueldo trabajando como director de una
compañía transnacional, se casó con una mujer llamada
Silvia y tuvieron dos hijas. Joel se sentía feliz con su esposa
y sus dos hijas, pero un día me buscó para decirme:
 -Jordi, quiero hablar contigo.
 -Sí, dime. -Le respondí.
 -Es una consulta.
 -¡Que te parece si vamos a tomar un café y allí me platicas!
Fuimos a un restaurante y empezó a exponerme su
situación:
 -Resulta que mi mujer se quiere divorciar de mí, pero yo la
sigo queriendo y además tenemos dos hijas muy pequeñas 
36
a las que también amo. No se qué está pasando, ¡¿por qué
se quiere divorciar de mí?!
 -¿Pues que le hiciste? -Le pregunté.
 -No sé.
 -¿Te encontró con otra, o qué?
 -¡No, yo no ando con ninguna otra!
 -¿Entonces, por qué se quiere divorciar?
 -¡No lo sé! Por eso vengo a preguntarte a ti, a ver si tú me
puedes decir que está pasando.
Me imaginé que era un caso de proyección, normalmente
nos desconcertamos cuando alguien nos reclama cosas sin
sentido y Joel se veía desconcertado. Entonces empecé a
formular varias preguntas para tratar de saber si Silvia
proyectaba la imagen de alguien sobre Joel.
 -¿Te has fijado si te reclama cosas que no te pertenecen?
 -¿Como que no me pertenecen? -Me preguntó él.
 -Si, que no eres tú, que te lo reclama a ti pero tú no eres el
responsable. -Se quedó pensando un momento y luego
reaccionó diciendo:
 -Pues sí, precisamente me reclama que por mi culpa, no
se realizó en la vida.
 -¿Y es cierto eso?
 -¡Por supuesto que no! ¡Ella puede hacer lo que quiera, no
soy celoso, ni posesivo y le doy todo lo que me pide!
 -De acuerdo. ¿Qué otra cosa te reclama que no te
pertenece?
 -Me dice que por mi culpa ella no estudió una carrera
universitaria.
 -¿Eso es verdad?
37
 -¡No! ¡Ya le he dicho que le pago la carrera que guste, en
la Universidad que quiera!
 -Bien. ¿Qué más te reclama que no te pertenezca?
 -Pues, dice que por mi culpa perdió su libertad.
 -¿Es cierto eso? -Volví a preguntar.
 -Mira, para acabar pronto, mi trabajo dentro de la
compañía es estar en diferentes países de Centroamérica
durante toda la semana. Todos los lunes por la mañana
tomo el avión y regreso hasta el viernes. ¿Como le voy a
quitar su libertad si no estoy? ¡Puede hacer lo que quiera!
 Aunque yo me opusiera a algo, ella lo podría hacer. ¡No
estoy en toda la semana!
 Definitivamente Silvia le reclamaba cosas que no le
pertenecían a Joel. Ahora busquemos quién era el o la
culpable de sus reclamaciones.
 -De acuerdo, ahora veamos, ¿te has fijado si, por
casualidad, tu mujer se la pasa mucho tiempo por teléfono
con su mamá? -Le pregunté a Joel.
 -No, por teléfono no ¡Silvia se la pasa todo el día pegada a
su mamá! ¡Siempre está con ella!
 -¿Ya te diste cuenta por culpa de quién Silvia no se ha
realizado en la vida, por culpa de quién no estudió una
carrera universitaria y por culpa de quién perdió su libertad?
Si todo el día está pegada a su mamá, ¿cómo va a realizar
todas esas cosas? ¡Te está reclamando a ti lo que quisiera
reclamarle a su madre! La mamá de Silvia la educó para que
siempre estuviera pegada a ella. Ponte abusado, porque
además se ve que tu suegra es una mujer muy posesiva ¡y
te va a querer quitar a tu esposa con todo e hijas!
38
 Educar a los hijos para que nunca se vayan del lado de
sus mamás, es algo muy frecuente en nuestra cultura y al
mismo tiempo muy dañino. Lo que estaba haciendo la mamá
de Silvia para mí era muy obvio, ya he visto muchísimas
madres que su interés principal es separar a sus hijos de
sus esposos o esposas para que regresen a casa con todo y
nietos. ¡No hay cosa que las haga más felices!
 Desafortunadamente no piensan en el enorme daño que
les ocasionan a sus hijos, o no les importa.
 Hace muchos años me di cuenta de que en general,
cuando una pareja de casados se encuentra discutiendo o
peleando, ninguno de los dos tiene algo real en contra del
otro, es muy frecuente que cada cual discuta contra una
imagen. ¡Esto me causó un gran impacto! “¡No existe
comunicación entre ellos!” Pensé sorprendido. “Se
reclaman cosas que deberían reclamar a sus respectivos
padres o madres. ¡No tienen nada uno en contra del otro!”
 Si quitáramos del camino la confusión que hay en ellos, lo
único que quedaría sería una inmensa atracción y un
enorme gozo al tener cerca a su pareja. ¡No habría
discusión! Los animales no tienen la capacidad de proyectar
imágenes, tal vez por esta razón nunca hemos visto a un
toro golpeando o matando a una vaca.
 Joel se indignó al darse cuenta que esa era la verdad. Se
despidió de mí y se fue de inmediato a poner las cosas en
orden con su esposa.
 Tiempo después pude constatar que Joel había logrado
hacer ver a Silvia que ella en realidad no podía tener nada
en contra suya. ¡Era su mamá quien la perjudicaba no él! De 
39
este modo Joel logró mantener a su lado a su esposa y a
sus dos hijas.
 Con estas últimas historias podemos observar cómo la
imagen de mamá puede ser proyectada tanto hacia las
mujeres como hacia los hombres. En una de mis pláticas
con el Dr. Flores me comentó:
 “El mundo funciona como una expansión de la madre.”
 Esto significa que así como haya sido nuestra madre
vamos a tener la tendencia de ver al mundo en general.
 Dentro del vientre materno es donde se concibe la vida,
allí se va a desarrollar un nuevo ser y durante nueve meses
ese es el mundo del bebé. Al nacer mamá continúa siendo
su mundo por un buen tiempo, come de su cuerpo y ella lo
atiende en todos sentidos. Tal vez esta es la explicación de
porqué se puede confundir al mundo con mamá y con
facilidad proyectamos su imagen hacia todas las personas.
 En, cuanto a la imagen de papá, la he visto proyectada
únicamente hacia el sexo masculino. Veamosun caso de
proyección de la imagen de papá.
Rosaura y Mario
 Rosaura era una mujer muy guapa, inteligente y
ambiciosa, se encontraba casada con un hombre muy
tranquilo, estudioso, respetuoso con la gente y sumamente
trabajador llamado Mario. Un día Mario me comentó con
verdadera amargura:
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 -Mi vida ha sido muy grata en muchos aspectos, tengo
mucho éxito profesionalmente, mis hijos ya crecieron,
terminaron sus carreras y están trabajando, pero mi
matrimonio con Rosaura ha sido un fracaso, han sido
veintisiete años tirados a la basura, nuestra vida sexual ya
terminó y jamás hubo nada, ni el menor placer sexual.
 Además la comunicación entre nosotros siempre ha sido
muy difícil, no nos entendemos, discutimos mucho. Esto
para mí ha sido verdaderamente frustrante.
 Muchos años antes, cuando Mario y Rosaura apenas
tenían pocos años de casados, ella un día me confesó:
 -Sabes, yo hubiera deseado no tener hijos, nunca les he
tenido paciencia, la mayor parte del tiempo tan sólo me dan
problemas y yo me la paso regañándolos. Me la pasaba
mejor cuando era soltera. Tenía un grupo de amigas con las
cuales me divertía bastante, convivíamos mucho tiempo
juntas y con frecuencia comentábamos sobre nuestros
novios. Un día yo les propuse hacer una competencia entre
nosotras, ¡a ver quién lograba sacarle más dinero a su novio
en un fin de semana! Ellas aceptaron la competencia y
acordamos que el siguiente lunes nos reuniríamos para ver
quién había ganado. Pasó el fin de semana y nos reunimos
en casa de una de ellas para contarnos lo que habíamos
conseguido de nuestros galanes. Una por una empezó a
contar lo que le había hecho gastar a su novio en cosas
tales como una cena en el mejor restaurante de la ciudad o
algún caro espectáculo en un centro nocturno. Al final fue
mi turno y les platiqué lo que había hecho: Primero me fui
sola a recorrer las mejores joyerías que se encuentran en el 
41
centro de la ciudad para buscar algo muy caro, vi en un
aparador un precioso collar de joyas finísimas sumamente
costoso y pensé que ese debía ser mi trofeo. El sábado
siguiente, cuando mi novio fue a visitarme, le propuse ir a
pasear por el centro y al pasar caminando por la joyería me
detuve, le hice ver el collar y como si yo nunca lo hubiera
visto empecé a exclamar: “¡Qué hermoso collar! ¿Ya te diste
cuenta mi amor? ¡Es la joya más bonita que he visto en toda
mi vida, jamás había visto algo igual, daría lo que fuera por
tener algo así!” Me la pasé un buen rato desviviéndome por
ese collar y luego nos fuimos. El resultado fue infalible: Al
día siguiente llegó a mi casa con una sorpresa... el collar.
 Obviamente Rosaura ganó el concurso.
 Continuamos hablando sobre las relaciones entre parejas
y finalmente ella me hizo el siguiente comentario:
 -El sexo a mí me parece que es una agresión hacia la
mujer. -¿Una agresión? -Pregunté.
 -Si, fíjate en la forma que tiene el pene, es como una
especie de flecha o lanza que perfora y atraviesa a la mujer.
 -¡Bueno! -Exclamé yo- ¡También podríamos decir que la
vagina de la mujer es como una boca que tiene dientes,
mastica y se come al pene! Pero la realidad es que ni el
pene es una flecha, ni la vagina una boca. Más bien están
hechos para poderse acoplar perfectamente, sin lastimarse,
con la finalidad de procrear. -Rosaura se quedó
reflexionando unos segundos y luego comentó:
 -Pues sí, tienes razón. El padre de Rosaura era un
hombre autoritario e impositivo que humillaba, devaluaba y
destruía emocionalmente a otras personas con tal de
42
obtener un provecho sobre ellas. Dentro de su hogar fue un
hombre muy enérgico, autoritario y dominante, sus hijos
debían hincarse ante él y agachar la cabeza cada vez que lo
saludaban. La madre de Rosaura fue una mujer muy
agradable, pero demasiado complaciente, devaluada y muy
sumisa, que no tenía voz ni voto dentro del hogar. Rosaura
tenía dos hermanos y una hermana. Los hermanos de
Rosaura recibieron el ejemplo del papá y lo imitaron,
siempre fueron sumamente abusivos con las amistades y
sobre todo con las mujeres. En una ocasión uno de ellos
cometió una grave falta dentro del hogar y cuando su madre
empezó a reclamarle él fue capaz de voltear todo a su favor
para finalmente hacer sentir a su madre que ella era la
culpable, su madre confundida, miedosa y sumisa se quedó
callada aceptando la culpa. Esta era una escena muy común
dentro de ese hogar.
 “El pene tiene la forma como de una flecha o lanza que
perfora y atraviesa a la mujer” decía Rosaura. El resultado
de esta imagen fue el fracaso de su vida sexual y una larga
historia de discusiones con su marido.
 Rosaura, evidentemente, proyectaba la imagen de su
papá sobre Mario y por el temor de ser humillada por esta
imagen se mantuvo a la defensiva durante todo su
matrimonio y obviamente así no se puede disfrutar del sexo
ni de la presencia del esposo.
 A la hermana de Rosaura esa imagen paterna la llevó a
convertirse en feminista y posteriormente lesbiana, ella
también proyectaba la imagen del padre sobre los hombres
en general.
43
 Pasemos a ver la proyección de imágenes en el
desarrollo de la paranoia.
 
44
La proyección como causa de 
Paranoia
Cuando trabajé en el hospital psiquiátrico, una de mis tareas
era elaborar las historias clínicas de los pacientes que
llegaban a internarse, entre ellos se encontraban
alcohólicos, drogadictos, personas con demencia senil y
esquizofrénicos de varios tipos. Una de las esquizofrenias
más frecuentes es la de tipo paranoide. Estos pacientes
presentan delirios de daño y persecución junto con
alucinaciones auditivas. Varias personas con esta
enfermedad eran internadas semanalmente y yo tenía que
hacerles el interrogatorio para su historia clínica. Cuando
llegaba a la parte del cuestionario donde se preguntaba
sobre papá yo ya sabía, de antemano, que el paciente no lo
tenía, nunca lo había tenido o ya había muerto, lo sabía
porque siempre era lo mismo. Un día se lo comenté al
director del hospital, pero él me dijo que no tenía mucha
importancia, yo no lo consideré así y le solicité que me
permitiera hacer una investigación, a lo cual amablemente
accedió. Realicé una investigación estadística con los
expedientes de 187 pacientes con esquizofrenia paranoide.
Por un lado puse todas las preguntas que se hacen en una
historia clínica en forma de lista y por otro lado puse las
respuestas que aparecían en cada una de las historias de
los 187 pacientes. Sumé los resultados y confirmé la falta
del padre en el 97% de los pacientes, pero además encontré 
45
algo más significativo aún: ¡Todos se habían enfermado
justamente después de perder al padre, nunca antes! La
pérdida del padre había sido por muerte, separación o
divorcio, algunos nunca lo habían tenido. Esto me llamó
tanto la atención, que yo me preguntaba muy intrigado:
“¿Por qué se enferman después de perder al padre? ¡Tengo
varios amigos que son huérfanos de padre y sin embargo
ellos no son esquizofrénicos!” Continué investigando y
cada vez que se internaba un paciente con dicha
enfermedad hacía todas las preguntas posibles sobre su
padre, tanto al paciente como a los familiares, sin obtener
ningún dato de importancia. Hasta que un día, después de
varios meses, la tía de una joven paciente que estaba siendo
internada en ese momento me dijo después de todas las
preguntas que le hice sobre el padre:
 -Mire doctor, su padre fue un buen hombre, no había
ningún problema entre él y su hija, la que sí fue un problema
fue la madre.
 -¿Por qué lo dice? -Le pregunté intrigado.
 -Cuando ella era apenas un bebé, un día entré a su
recámara y encontré que su mamá estabaasfixiándola. ¡Con
la mano le tenía tapada la boca al mismo tiempo que le
apretaba la nariz con los dedos índice y pulgar, la niña ya
tenía la cara morada! Entonces le di un golpe en su brazo y
se la quité de encima diciéndole: “¡¿Estás loca o que te
pasa?!” Yo vivía con ellos y desde ese momento siempre me
la pase vigilando a la niña porque sabía que su madre la
quería matar. “¡Vaya!” -Pensé sorprendido e inmediatamente
me di cuenta de mi error- “¡Me la he pasado haciendo
46
preguntas sobre el papá cuando en realidad el problema es
la mamá, por eso nunca obtenía resultados!” Para mí esto
había sido como una cadena a la cual le faltaban varios
eslabones que no hallaba y en ese momento acababa de
encontrarlos todos: “El mundo funciona como una
expansión de la madre” me dijo el doctor Flores, ¡y esta
teoría aquí encajaba perfectamente bien! Estos pacientes
dicen que la gente los quiere matar o que los vigilan y les
quieren hacer algún tipo de daño, se esconden con
frecuencia dentro de algún cuarto y no salen de allí durante
meses por miedo al mundo. Muchos piensan que los
quieren matar, ¡cuando en realidad fue su madre quien los
quiso matar! Entonces, el padre está funcionado como una
especie de escudo, se sienten protegidos mientras él existe
y deben sentirse completamente desamparados cuando
papá desaparece de sus vidas, ¡por eso se enferman
precisamente después de perderlo y no antes!
 Voy a relatar algunas de estas historias.
Ramiro
Un día, mientras hacía guardia nocturna dentro del hospital
psiquiátrico, me llamaron porque dos pacientes se estaban
peleando en el patio. Cuando llegué, los guardias los tenían
separados, le pregunté a uno de ellos qué había sucedido y
me contestó: -No sé doctor, yo estaba muy tranquilo y sólo
por que me le quedé viendo, ¡él empezó a decir que yo lo
47
quería matar! Volteé a ver al otro y le pregunté:
 -¿Qué es lo que sucede?
 -¡Es que se me queda viendo y me quiere hacer daño! -Me
contestó tartamudeando muy nervioso y asustado.
Entonces le dije:
 -Ven conmigo, acompáñame a la enfermería para ponerte
una inyección que te tranquilice. -Aceptó acompañarme y en
el camino le comencé a hacer varias preguntas:
 -¿Cómo te llamas?
 -Ramiro.
 -¿Hay alguien más que te quiera matar? -Le pregunté
mientras continuábamos caminando hacia la enfermería.
 -¡Sí, se esconden por ahí y me vigilan! -Todo lo decía
tartamudeando nervioso.
 -Mira, yo no creo que haya alguien vigilándote para
matarte. ¿Para qué? ¿Qué ganarían con eso? Sin embargo,
si creo que tu madre te haya querido matar. -Al decirle esto
se detuvo de golpe y allí parado, con la cabeza agachada,
empezó a recordar diciendo en voz baja:
 -Mi mamá me quemaba las manos cuando yo tocaba algo
prohibido... Muy seguido me castigaba encerrándome en
una pequeña bodega debajo de las escaleras, ¡una vez me
dejó allí durante dos días!... ¡A veces me sacaba sangre de
los golpes que me daba con el palo! -Todo esto lo dijo ya sin
tartamudear en absoluto. Entonces le aclaré:
 -¿Te das cuenta lo que me estás diciendo? ¡Ella es la que
te quería matar! ¡Lo malo es que estás confundiendo al
mundo con tu madre! Me miró sorprendido, se quedó
recapacitando un momento y me dijo: -Oiga doctor, yo creo 
48
que ya no necesito la inyección. Realmente ya no la
necesitaba, ¡había dejado de tartamudear por completo!
 -Yo tampoco creo, anda vete a dormir. -Le dije y me retiré.
Al día siguiente Ramiro me estaba buscando por todo el
hospital, era un lugar muy grande que contaba con muchos
jardines y patios, yo estaba en uno de ellos visitando a otros
pacientes cuando Ramiro me encontró y se me acercó para
decirme:
 -Oiga doctor, ¡usted es el mejor doctor de todo el hospital!
Todo eso que me dijo ayer es verdad. Cuando salga de aquí
quiero verlo para platicar con usted.
 -Claro que sí, con mucho gusto. -Le contesté sorprendido.
Ramiro estaba a cargo de otro médico y yo no podía
interferir en su tratamiento, él lo sabía y por eso me dijo:
“Cuando salga de aquí quiero verlo...” Me sorprendió
bastante el cambio tan rápido que tuvo, Ramiro con sólo
una plática dejó de decir que lo vigilaban y lo querían matar,
¡se calmó por completo! Después me enteré que no había
vuelto a tener alucinaciones ni a decir que lo perseguían
para matarlo, por lo cual fue dado de alta. No tuve la misma
suerte con otros pacientes, veamos uno de esos casos.
Georgina
 Una paciente mía llamada Lupita un día me dijo
solicitándome: 
 -Por favor doctor, quiero que vea a una compañera mía
49 
que se llama Georgina, ella y yo nos conocimos cuando
estábamos internadas en un hospital psiquiátrico y nos
hicimos muy amigas, salió del hospital y está en su casa,
pero ella todavía está muy mal, tiene muchos temores y está
muy nerviosa.
 -Con mucho gusto, dile por favor que me llame por
teléfono.
 Georgina me llamó y me pidió que la fuera a ver a su
casa:
 -Sería más fácil para mí si tú vinieras a mi oficina. -Le
pedí a Georgina.
 -No tengo quien me lleve, no se usar bien el transporte
público y además no puedo salir. -Me contestó ella.
 -¿Por qué no puedes salir? -Le pregunté.
 -Porque me están vigilando todo el tiempo, en este
momento está un señor allá afuera, junto a un árbol
espiándome. Además, a donde quiera que yo vaya ponen
por todo el camino pequeños micrófonos para decirme de
cosas. -Me dijo esto muy angustiada y confundiendo
bocinas con micrófonos. Georgina padecía de esquizofrenia
paranoide, los principales síntomas de esta enfermedad son
delirios de persecución junto con alucinaciones auditivas y
Georgina tenía ambos. Accedí en ir a visitarla para intentar
hacer lo mismo que con Ramiro. Llegué a la casa donde
vivía con su mamá, una mujer fría, poco amigable y de
carácter bastante fuerte que todo el tiempo mostraba enojo.
Hablé muy poco con la mamá, me interesaba más hablar
con Georgina. En un salón de su casa, apartados de su
mamá, Georgina empezó a hablarme de su vida: La edad
50
que tenía, los estudios que había realizado, las veces que la
habían internado y entre otras cosas comenzó a contarme:
 -Existe una sociedad internacional encargada de matar a
las mujeres inteligentes como yo, están por todo el mundo y
me están espiando... -Ella continuaba hablando sobre esa
sociedad y de pronto la interrumpí para decirle:
 -Yo no creo que exista esa sociedad de la que me hablas,
no tiene sentido, ¿por qué desearían hacer algo así? ¿Qué
ganarían con matarte? Pero si creo que sea tu madre la que
te haya querido matar. -En ese instante vi como Georgina se
quedaba inmóvil, con la mirada perdida, quedando
inconsciente por dos o tres segundos, luego volvía en sí e
inmediatamente continuaba su plática como si yo no le
hubiera dicho nada. Yo me quedé sorprendido pensando:
 “¡No resultó! ¿Por qué reaccionó así?”
 Volví a visitar a Georgina en varias ocasiones y cada vez
que ella tocaba el tema de que la querían matar, yo le decía
que había sido su madre y ella volvía a perder la conciencia
por unos segundos y al recuperarla continuaba su plática
como si nada, ignorando por completo mi argumento. Yo no
entendía por qué sucedía eso, hasta que un día me di
cuenta: “¡Le duele demasiado lo que le digo, lo está
bloqueando, mis palabras entran por sus oídos pero
inmediatamente son bloqueadas, por eso reacciona así!”
 No pude hacer nada por ella, dejé de consultarla y ella
continuó tomando los medicamentos que otro doctor le
recetaba con los cuales tampoco logró curarse. Finalmente
un día me enteré que Georgina había muerto a causa una
intoxicación. Con cierta frecuencia podemos escuchar en
51
los noticieros que alguna madre mató a sus hijos y luego
desapareció o se suicidó. En una ocasión meenteré de uno
de estos casos, la mamá le disparó a su bebé de apenas
unos meses de edad, luego con la misma pistola mató a su
otro hijo de tres años y finalmente le disparó a su hija de
doce años de edad, que se encontraba aterrada observando
la escena, ella se movió y la bala le pegó en el hombro. La
mamá desapareció y la niña fue trasladada al hospital para
su curación, le extrajeron la bala y luego la trasladaron a un
hospital psiquiátrico porque se encontraba con la mirada
fija, perdida, como si estuviera inconsciente pero con los
ojos abiertos, no respondía a ninguna de las preguntas que
le hacían los doctores, ni lograban hacerla volver en sí.
 Luego varios investigadores de la policía la interrogaron
dentro del hospital:
 -¿Cómo te llamas? -Preguntó uno de los investigadores.
 La niña no respondió.
 -¿Quién le disparó a tus hermanos? -Preguntó otro de los
policías, pero ella permanecía inmóvil y con la mirada
perdida.
 -¿Quién te disparó a ti? -Volvió a preguntar el mismo sin
obtener respuesta. Finalmente uno de ellos le dijo:
 -Fue tu mamá, ¿verdad? -En ese momento la niña empezó
a gritar muy desesperada, moviéndose agitadamente al
mismo tiempo que se tapaba los oídos:
 -¡¡No es cierto, no es cierto, no es cierto!!
 Evidentemente esa niña estaba haciendo un esfuerzo
tremendo para borrar de su mente la terrible escena que
había vivido. Este esfuerzo desconecta a la persona de la
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realidad para lograr quitar de su mente algo demasiado
doloroso, ¡que su propia madre la haya querido matar!
 Me di cuenta con diferentes pacientes que a algunos la
verdad les duele demasiado y no la pueden aceptar.
 Después de muchos años he logrado algunos avances
diciéndoles cosas como: “Tu mamá en realidad te quiere
mucho, pero desgraciadamente se enfermó y por culpa de
esa enfermedad ella te ha querido hacer daño, es como si tu
tuvieras un perrito que te adora, pero si de pronto se
enfermara de rabia él trataría de morderte, ¿pensarías que tu
perrito dejó de quererte? ¡No, más bien sentirías mucha
tristeza, él no dejó de quererte! ¡Es por culpa de la rabia que
te quiere morder! Lo mismo sucede con tu mamá, ella te
quiere pero se enfermó de la mente, tienes que verlo así y
comprenderla.” Con estas palabras he logrado tener éxito
en algunos casos más recientes.
Juan
 Un día un joven de diecinueve años de edad llamado
Juan, fue acompañado por sus hermanos para ser internado
en el hospital psiquiátrico. Les pregunté:
 -¿Qué le sucede a su hermano?
 -Lo traemos porque siempre anda con mucho miedo y
dice cosas sin sentido.
 -¿Que cosas dice?
 -Desde hace tiempo dice que lo vigilan y lo quieren matar,
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se esconde y se encierra en su cuarto. Últimamente es difícil
hacerlo comer porque cree que la comida está envenenada.
 -Y entonces... ¿no come?
 -Cuando se la sirve alguno de nosotros si logramos
convencerlo de que no está envenenada, pero cuando se la
sirve mamá, no hay modo de convencerlo y no se la come
de ninguna manera.
 Fui a buscar a Juan para hacerle algunas preguntas. Lo
encontré sentado en un rincón en el suelo, aislado de todos
los demás pacientes. Me le acerqué amablemente para que
me tuviera confianza y después empecé a preguntarle:
 -¿Con quién vives?
 -Con mi mamá y mis hermanos.
 -¿Cuántos hermanos tienes?
 -Seis.
 -¿Y tu papá, donde está?
 -Murió cuando yo tenía diez años de edad.
 -¿Como murió?
 -Mis papás siempre estaban discutiendo, se insultaban y
a veces peleaban a golpes. Un día decidieron divorciarse y
nos juntaron a mis hermanos y a mí para que escogiéramos
con quién queríamos vivir, con papá o con mamá. Yo fui el
primero en elegir, como era el que más me llevaba con mi
papá, lo escogí a él. Luego les tocó su turno a mis
hermanos y uno por uno escogieron ir a vivir con mamá.
Cuando los vi a todos juntos alejarse con mamá, sentí
miedo y corrí para alcanzarlos. Mi papá se quedó solo, ese
día fue a la cantina a emborracharse, buscó pleito y lo
mataron.
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 -¿Te sentiste culpable por su muerte?
 -No.
 -¿Hubieras preferido vivir con él?
 -Sí.
 Luego fui con los hermanos de Juan, me confirmaron lo
que él me había contado y agregaron:
 -Mamá siempre le pegaba mucho a Juan.
 -¿A ustedes no? -Pregunté.
 -No, sólo a él.
 -¿Por qué?
 -Mis papás se peleaban muy fuerte y como Juan era el
consentido de papá, pues mi mamá no lo quería.
Juan desarrolló una esquizofrenia paranoide debido al mal
trato que recibió de parte de su madre por haber sido el
consentido de papá. Esta razón la he visto en muchos otros
casos. Cuando la relación no es buena entre los papás o
cuando papá abusa de mamá, ella se desquita normalmente
contra el hijo más apegado a él, contra el que más se le
parece o contra el que lleva su nombre, aunque también es
muy frecuente que no quiera a ninguno de los hijos de ese
señor. Voy a contar uno de esos casos:
Alma
 Un día en una reunión, una amiga llamada Alma me
preguntó:
 -¿Tú sabes interpretar los sueños? 
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 -Sí. -Le contesté.
 -¿Podrías interpretar una pesadilla que tengo y que se me
repite desde hace años? ¡No se que quiera decir!
 -Mira, los sueños tienen que ver con nuestras vidas, sé
muy poco de ti y así es más difícil, pero cuéntamela.
 -Sueño que estoy con mis dos hermanos menores en la
playa, muy cerca de la orilla del mar, ellos están atrás de mí,
entonces veo de pronto como una ola empieza a levantarse
amenazante y se hace inmensa, me pasa por arriba y a mí
no me hace nada, ¡pero a mis dos hermanitos que estaban
atrás de mí los destruye!
 -¿Con quién vives? -Le pregunté.
 -Con ellos dos y con mi mamá.
 -¿Y tu papá?
 -Mi mamá se divorció de mi papá hace mucho. Ella se
volvió a casar con otro señor y de allí nacieron mis dos
hermanitos, pero ese señor la trataba muy mal, la humillaba,
le gritaba y hasta le pegaba, entonces mi mamá se volvió a
divorciar.
 -Ya entendí tu sueño, la inmensa ola representa a tu
mamá, ella destruye a tus dos hermanitos porque son hijos
de ese señor que la trataba tan mal, no los quiere porque
son su descendencia, son su imagen. Tú eres hija de otro
papá y por eso a ti no te hace nada, la ola te pasa por
encima.
 -¡Tienes razón! ¡Mi mamá no los quiere, siempre los está
regañando y les pega muy fuerte, yo siento feo de ver como
los trata y los quiero proteger! En cambio a mí siempre me
ha tratado muy bien. -Me dijo esto sorprendida porque 
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descifré su sueño.
 -En tu pesadilla la clave está en la diferencia entre tú y tus
hermanos, la ola los destruye a ellos, a ti no te hace nada,
entonces hay que encontrar en la vida real esa diferencia.
Mamá podía haber sido representada de alguna otra forma,
aunque es muy frecuente que esté representada como el
mar.
Carlos
 Un niño de cuatro años de edad, hijo de padres
separados, llamado Carlos vivía con su mamá y veía a su
papá los fines de semana. El papá constantemente buscaba
poner al hijo en contra de su madre. Un día le preguntó la
mamá al niño:
 -¿Por qué no recogiste los juguetes?
 -Yo quiero mamá, pero mi mente no me deja.
 La mamá se dio cuenta que su hijo estaba en conflicto
consigo mismo. El niño quería obedecer las indicaciones de
su madre, pero el padre dentro de su mente se interponía a
sus deseos y lo ponía en contra de mamá.
 Nuestro cerebro está formado por dos hemisferios, uno
derecho y otro izquierdo. En el antiguo Egipto, hace cinco
mil años, se sabía que la mente humana está formada por
una parte femenina y otra masculina. Actualmente existe
una prueba psicológica para detectar qué hemisferio
cerebral se utiliza más, basándose en que un hemisferio 
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cerebral tiene características femeninas y el otro
masculinas. Hace doce años, investigando dentro de mi
mente, llegué a la conclusión que la imagen de papá se
encuentraen un hemisferio y la de mamá en el otro. A la
imagen del padre interiorizada en la mente la llamé “Yo” y a
la imagen de la madre dentro de la mente la nombré “Mí”.
También se sabe que existe una transmisión constante de
impulsos eléctricos entre los dos hemisferios, pero no se
sabe qué se trasmiten, tal vez sea una conversación entre
ambos hemisferios, o sea, entre el “Mí” y el “Yo”. De
acuerdo a esto es posible que:
 1.- Si un padre está en constante pleito con su esposa, el
hijo de ellos podrá estar en constante pleito consigo mismo.
 2.- Si una madre engaña a su esposo, el cerebro de ese
hijo tendrá la tendencia a engañarse a sí mismo.
 3.- Si un hijo odia a alguno de sus padres, odiará a la
mitad de sí mismo.
 4.- Si un hijo desprecia a ambos padres, se podrá
despreciar a sí mismo por completo.
 Voy a poner un ejemplo de lo anterior:
Susana
 Tuve una paciente joven de diecisiete años de edad
llamada Susana que me fue a visitar porque estaba muy
angustiada:
 -Mis padres se están separando, yo me siento muy
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angustiada, no puedo dormir bien, ellos constantemente
discuten y me siento muy mal.
 -¿Ellos han buscado la ayuda profesional?
 -No creo que les interese.
 Le puse algunas pruebas psicológicas para ver de qué
manera estaba afectada y cuando terminó me dijo:
 -Tengo otro problema, a veces se me enroncha la mitad
del cuerpo, duro un tiempo así y luego se me quita pero se
me enroncha la otra mitad, ya fui a ver a varios doctores y a
un dermatólogo pero no me han podido curar.
 -¿Cuándo tus papás discuten tú intervienes?
 -Sí, a veces me doy cuenta que mi mamá tiene la razón y
me pongo de su lado en contra de mi papá, pero después de
un tiempo es mi padre el que tiene la razón y me pongo de
su lado en contra de mamá.
 -Entonces cuando te pones en contra de tu papá se te
enroncha la mitad derecha del cuerpo y cuando te pones en
contra de tu mamá se te enroncha la otra mitad. Tú no te
debes poner en contra de ninguno de los dos, al ponerte en
contra de alguno de ellos te pones en contra de la mitad de
ti misma y se te enroncha esa mitad del cuerpo.
 Susana siguió mi consejo, dejó de intervenir en las
discusiones entre sus padres y no se volvió a enronchar.
Hay algo que es innegable, somos la mitad mamá y la mitad
papá. Sabemos que en el momento de la concepción la
mujer aporta la mitad de cada uno de los cromosomas a
través del óvulo y el hombre hace lo mismo por medio del
espermatozoide, de modo que al juntarse forman
cromosomas completos. Los cromosomas están formados 
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de genes y los genes traen la información necesaria para
cada una de las características que va a tener el nuevo ser.
 Mitad mamá y mitad papá.
 Si biológicamente somos ellos dos juntos ¿Por qué no
hemos de serlo mentalmente también?
 Dios dijo: “Dejará el hombre a su padre y a su madre y se
irá con su mujer y serán los dos un solo ser.” (Génesis 2,
24).
 Pasemos a ver cómo influye la proyección en el
homosexualismo.
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La proyección en el Homosexualismo
 Algunas personas piensan que la homosexualidad en el
hombre es ocasionada por la falta de hormonas masculinas
o por un exceso de hormonas femeninas.
 La hormona que da las características masculinas es la
testosterona, ésta se produce en los testículos. Cuando falta
la testosterona se produce una enfermedad llamada
“eunuquismo” esto viene de la palabra eunuco que significa
castrado. Si la testosterona falta desde la infancia, no se va
a desarrollar el pene, tampoco los testículos, estos niños de
grandes serán infértiles ya que no tendrán producción de
espermatozoides, tampoco tendrán apetito sexual hacia
ningún sexo, no tendrán vello en cara ni bigote y el vello en
el pubis no tendrá la distribución masculina ni podrán
desarrollar la musculatura característica masculina, tendrán
los hombros pequeños y los pechos desarrollados. Por
mucho que queramos engañarnos los hombres
homosexuales no tienen las características anteriores.
 En las niñas la falta de hormonas femeninas va a
ocasionar que sus genitales permanezcan infantiles, no se
van a desarrollar las glándulas mamarias, tampoco los
ovarios, nunca llegarán a tener menstruación y también
serán infértiles. Tampoco las mujeres homosexuales tienen
estas características.
 La producción de testosterona también puede disminuir
en la edad adulta sin que eso conduzca al homosexualismo.
Voy a exponer una de estas historias.
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Raymundo
 Raymundo trabajaba como obrero en una fábrica. Tenía la
fama de andar detrás de las mujeres que allí laboraban y ser
de carácter muy fuerte. Sin embargo tenía un problema, la
producción de hormonas masculinas en su cuerpo estaba
disminuyendo. Sus compañeros de trabajo se empezaron a
extrañar al ver que Raymundo no se quitaba la camiseta
para bañarse y no sabían la razón. Lo que sucedía era que
se avergonzaba debido a que le estaban creciendo los
pechos. Un día su jefe jugando le dio un golpe en el pecho y
Raymundo se quejó del dolor, su jefe le dijo:
 -¡No es para tanto, ni siquiera te pegué fuerte!
 -Es que tengo un problema. -Dijo Raymundo.
 -¿Qué te sucede?
 -¿Si le digo, me va a ayudar?
 -Sí, por supuesto, dime.
 Raymundo se descubrió la camisa y su jefe se dio cuenta
que tenía agrandamiento de los pechos.
 -No te preocupes Raymundo, tienes seguro médico, ve a
ver al doctor, puedes faltar a trabajar el día que tú quieras.
 Raymundo fue al hospital y allí el doctor detectó por
medio de exámenes que tenía disminución en la producción
de hormona testosterona. Recibió tratamiento medico a
base de hormonas y se le practicó una operación quirúrgica
estética para corregir el agrandamiento de los pechos.
 Raymundo no volvió a usar camiseta para bañarse, se
casó y tuvo hijos.
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 A pesar de la disminución de testosterona que sufría
Raymundo nunca desarrolló homosexualidad.
 Se han hecho muchas investigaciones científicas
encaminadas a encontrar la diferencia hormonal entre las
personas homosexuales y las que no lo son, pero no se ha
logrado encontrar ninguna diferencia.
 Otros dicen que el homosexualismo es un problema
genético, pero hasta ahora esta aseveración tampoco se ha
podido comprobar. En los cromosomas están los genes.
 Los cromosomas XX definen el sexo femenino y XY el
masculino, cada una de las células de nuestro cuerpo lleva
estos cromosomas. Entre las enfermedades más frecuentes
ligadas a los cromosomas sexuales se encuentran el
Retardo Mental, el Daltonismo, la Hemofilia, la Distrofia
muscular, Ictiosis, Agamaglobulinemia, el Síndrome de
Turner (caracterizado por talla baja, infantilismo sexual,
cuello alado, implantación baja de cabello en la nuca), y el
Síndrome de Klinefelter (caracterizado por esterilidad,
crecimiento de mama, escaso vello y distribución ginecoide
de grasa en el cuerpo). Ninguno de los casos anteriores
desarrolla homosexualismo, ni los homosexuales tienen
ninguna de esas características.
 Algunos hombres deciden cambiar de sexo haciéndose
una operación quirúrgica para quitarse el pene, los
testículos y formar una especie de vagina. ¿Cómo pueden
ser mujeres si en cada una de sus células tienen
cromosomas masculinos? Me he enterado que algunos de
ellos se suicidan después de la operación al darse cuenta
de que lo que hicieron fue en contra de ellos mismos.
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 Sabiendo todas estas cosas después de haber estudiado
la carrera de medicina y extrañado por la incongruencia de
lo que se dice sobre el homosexualismo, un día le pregunté
al Dr. Flores:
 -¿Oiga doctor, a qué se debe el homosexualismo?
 -En los hombres se debe al miedo y rechazo hacia la figura
femenina, que tiene su origen en el miedo y rechazo hacia la
madre. En otras ocasiones el hijo se vuelve homosexual
porque se siente comprometido con su mamá y tiene miedo
a traicionarla

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