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FIGURA C6-11. Embarazo ectópico. Recto El recto es la porción pélvica del tubo digestivo que se continúa, proximalmente, con el colon sigmoideo y, distalmente, con el canal anal (fig. 6-37 A). La unión rectosigmoidea se sitúa al nivel de la vértebra S3. El recto sigue la curvatura del sacro y el cóccix, y forma la flexura sacra del recto. El recto termina anteroinferiormente a la punta del cóccix, donde gira de forma posteroinferior, y se convierte en el canal anal. La porción terminal dilatada, la ampolla del recto, sostiene y retiene la masa fecal antes de que esta sea expulsada con la defecación. En la vista lateral, el recto tiene forma de S y presenta tres flexuras al seguir la curvatura sacrococcígea (fig. 6-37 B). Su porción terminal se incurva bruscamente en dirección posterior, flexura anorrectal, cuando perfora el diafragma pélvico para convertirse en el canal anal (fig. 6-37 A). La flexura (ángulo) anorrectal, de unos 80°, es un mecanismo importante para la continencia fecal; se mantiene durante la situación de reposo por el tono del músculo puborrectal y por su contracción activa durante las contracciones peristálticas, si no se produce la defecación (fig. 6-37 B). La relajación del puborrectal durante la defecación produce un enderezamiento de la unión anorrectal. Cuando el recto se observa anteriormente, se aprecian tres flexuras laterales del recto (superior lateral, intermedia lateral e inferior lateral) bien marcadas (fig. 6-38 A). Las flexuras se forman en relación con tres pliegues internos (pliegues transversos del recto): dos en el lado izquierdo y uno en el lado derecho (fig. 6-38 B). Los pliegues descansan sobre porciones engrosadas de la capa muscular circular de la pared rectal. 737 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 6-37. Recto y canal anal. A) Musculatura y regiones del anorrecto. B) Puborrectal. C) Canal anal. FIGURA 6-38. Vascularización del recto. A) Resumen de la irrigación arterial. B) 738 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org Irrigación arterial (lado derecho) y drenaje venoso (lado izquierdo) de un corte coronal del recto. El peritoneo cubre las caras anterior y laterales del tercio superior del recto (v. fig. 6-6; tabla 6-2), solo la cara anterior del tercio medio y ninguna superficie del tercio inferior, por lo que esta porción es subperitoneal. En el hombre, el peritoneo se refleja desde el recto hacia la pared posterior de la vejiga urinaria, donde forma el suelo del fondo de saco rectovesical. En la mujer, el peritoneo se refleja desde el recto hacia la porción posterior del fórnix de la vagina, donde forma el suelo del fondo de saco rectouterino. En ambos sexos, las reflexiones laterales del peritoneo desde el tercio superior del recto forman las fosas pararrectales, que permiten que el recto se distienda cuando se llena de heces. El recto descansa posteriormente sobre las tres vértebras sacras inferiores y el cóccix, el cuerpo o ligamento anococcígeo, los vasos sacros medios y los extremos inferiores de los troncos simpáticos y los plexos sacros. En el hombre, el recto se relaciona anteriormente con el fondo de la vejiga urinaria, las porciones terminales de los uréteres, los conductos deferentes, las vesículas seminales y la próstata (v. figs. 6-14 y 6-18). El tabique rectovesical se sitúa entre el fondo de la vejiga urinaria y la ampolla del recto, y está estrechamente relacionado con las vesículas seminales y la próstata. En la mujer, el recto se relaciona, anteriormente, con la vagina, y está separado de la porción posterior del fórnix y del cuello del útero por el fondo de saco rectouterino (v. figs. 6-15 y 6-33). Inferior a este fondo de saco, el débil tabique rectovaginal separa la mitad superior de la pared posterior de la vagina del recto. VASCULARIZACIÓN DEL RECTO La continuación de la arteria mesentérica inferior, la arteria rectal superior, irriga la porción proximal del recto. Las arterias rectales medias derecha e izquierda, que suelen originarse de las arterias vesical inferior (hombre) o uterina (mujer), irrigan las porciones media e inferior del recto. Las arterias rectales inferiores, que se originan en las arterias pudendas internas, irrigan la unión anorrectal y el canal anal (fig. 6-38). La sangre del recto drena a través de las venas rectales superior, media e inferior. Como la vena rectal superior drena en el sistema de la vena porta hepática, y las venas rectales medias e inferiores drenan en la circulación sistémica, esta comunicación es un área importante de la anastomosis portacava (v. cap. 5). El plexo venoso rectal submucoso rodea el recto y comunica con el plexo venoso vesical, en el hombre, y con el plexo venoso uterovaginal, en la mujer. El plexo venoso rectal consta de dos porciones: el plexo venoso rectal interno, justo profundo al epitelio del recto, y el plexo venoso rectal externo, externo a la pared muscular del recto 739 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org (fig. 6-38 B). Los vasos linfáticos de la mitad superior del recto se dirigen hacia los nódulos linfáticos pararrectales, localizados directamente sobre la capa muscular del recto (fig. 6-39), y luego ascienden hacia los nódulos linfáticos mesentéricos inferiores, a través de los nódulos linfáticos sacros o de los nódulos que acompañan a los vasos rectales superiores. Los vasos linfáticos de la mitad inferior del recto drenan en los nódulos linfáticos sacros o, especialmente desde la porción distal de la ampolla, siguen a los vasos rectales medios para drenar en los nódulos linfáticos ilíacos internos. FIGURA 6-39. Drenaje linfático del recto y del canal anal. C U A D R O C L Í N I C O Tacto rectal 740 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org Muchas estructuras relacionadas con la porción anteroinferior del recto pueden palparse a través de sus paredes (p. ej., la próstata y las vesículas seminales, en el hombre, y el cuello del útero, en la mujer). En ambos sexos, pueden palparse las caras pélvicas del sacro y el cóccix. También pueden palparse las espinas isquiáticas y las tuberosidades isquiáticas. Del mismo modo, pueden palparse nódulos ilíacos internos aumentados de tamaño, el engrosamiento patológico de los uréteres y tumefacciones en las fosas isquioanales (p. ej., abscesos isquioanales y contenidos anómalos en el fondo de saco recotovesical, en el hombre, o en el fondo de saco rectouterino, en la mujer). El dolor de un apéndice inflamado también puede detectarse por vía rectal, si este desciende hacia el interior de la pelvis menor (fosa pararrectal). Resección del recto (rectectomía) Cuando en el hombre se realiza una rectectomía (p. ej., en el tratamiento del cáncer), se localiza el plano del tabique rectovesical (un tabique fascial que se extiende superiormente desde el cuerpo perineal) de manera que la próstata y la uretra puedan separarse del recto. De este modo, estos órganos no suelen dañarse durante la cirugía. 741 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 742 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 6-40. Inervación del recto y canal anal. Los nervios lumbares y espinales de la pelvis y los plexos hipogástricos han sido replegados lateralmente para mayor claridad. INERVACIÓN DEL RECTO El recto está inervado por los sistemas simpático y parasimpático (fig. 6-40). La inervación simpática procede de la médula espinal lumbar, a través de los nervios esplácnicos lumbares y los plexos hipogástricos (pélvicos), y a través de plexos periarteriales en las ramas de la arteria mesentérica inferior y las arterias rectales superiores. La inervación parasimpática procede de los niveles S2-S4 de la médula espinal, y discurre a través de los nervios esplácnicos pélvicos (S2-S4) y los plexos hipogástricos inferiores, hasta el plexo rectal (pélvico). Dado que el recto es inferior (distal) a la línea de dolor de la pelvis, todas las fibras aferentes viscerales siguen a las fibras parasimpáticas, retrógradamente, hasta los ganglios sensitivos delos nervios espinales S2-S4. PERINÉ El término «periné» hace referencia a un área superficial externa y a un «compartimento» superficial del organismo (fig. 6-41). El periné (compartimento perineal) se sitúa inferior a la abertura inferior de la pelvis y está separado de la cavidad pélvica por el diafragma pélvico (fig. 6-42). En la posición anatómica, el periné (área perineal) es la región estrecha entre las porciones proximales de los muslos. Sin embargo, cuando los miembros inferiores están en abducción, el periné es un área romboidal que se extiende desde el monte del pubis, anteriormente, las caras mediales (internas) de los muslos, lateralmente, y los pliegues glúteos y extremo superior de la hendidura interglútea, posteriormente (fig. 6-43). Las estructuras osteofibrosas (figs. 6-42 y 6-44) que forman los límites del periné (compartimento perineal) son las siguientes: La sínfisis del pubis, anteriormente. Las ramas púbicas inferiores y las ramas isquiáticas, anterolateralmente. Las tuberosidades isquiáticas, lateralmente. Los ligamentos sacrotuberosos, posterolateralmente. La parte más inferior del sacro y cóccix, posteriormente. 743 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 6-41. Periné y región perineal. FIGURA 6-42. Límites osteoligamentosos del periné. (Basado en Clemente CD. Anatomy: A Regional Atlas of the Human Body. 5th ed. Philadelphia, PA: Lippincott Williams & Wilkins; 2006: Fig. 272.1.) 744 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org Una línea transversal que une los extremos anteriores de las tuberosidades isquiáticas divide el periné en dos triángulos (figs. 6-42 y 6- 44): El triángulo anal, que se sitúa posterior a esta línea y contiene el canal anal y su orificio, el ano. El triángulo urogenital, que contiene la raíz del escroto y del pene, en el hombre, y la vulva, en la mujer, es anterior a esta línea. El triángulo urogenital está «cerrado» por la membrana perineal (fig. 6- 45), una delgada lámina de fuerte fascia profunda, que se tensa entre los lados derecho e izquierdo del arco del pubis. La membrana perineal cubre la porción anterior de la abertura inferior de la pelvis y es atravesada por la uretra, en ambos sexos, y por la vagina, en la mujer. El cuerpo perineal es una masa fibromuscular irregular localizada en el plano medio, entre el canal anal y la membrana perineal (fig. 6-45 E). Se sitúa profundo a la piel, cubierto por una relativamente delgada capa de tejido subcutáneo, posterior al vestíbulo de la vagina o al bulbo del pene, y anterior al ano y el canal anal. Anteriormente, el cuerpo perineal se fusiona con el borde posterior de la membrana perineal y, superiormente, con el tabique rectovesical o rectovaginal. Contiene fibras de colágeno y elásticas, así como músculo liso y esquelético. El cuerpo perineal es el lugar donde convergen varios músculos (fig. 6- 45; tabla 6-9): Bulboesponjoso. Esfínter externo del ano. Músculos perineales transversos superficiales y profundos. Haces de músculo liso y voluntario desde el esfínter externo de la uretra, el elevador del ano y las capas musculares del recto. 745 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 6-43. Regiones perineales masculina y femenina. Límites y características superficiales de la región perineal, con proyecciones de los límites óseos y de los músculos superficiales del periné. El pene y la parte del escroto se han retraído anteriormente, por lo que no se muestran. FIGURA 6-44. Límites y configuración del periné. A) Cintura pélvica en la cual se observan las estructuras óseas que limitan el periné. Se han superpuesto los dos triángulos que componen el periné romboidal. B) Ilustración esquemática de los triángulos anal y urogenital. Obsérvese que los dos triángulos no ocupan el mismo plano. C) Modelo musculoesquelético del periné. 746 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 747 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 6-45. Músculos del periné. Fascias y espacios perineales del triángulo urogenital FASCIAS PERINEALES La fascia perineal consta de capas superficiales y profundas (fig. 6-46). El tejido subcutáneo del periné, o fascia perineal superficial (fascia de Colles), consta de una capa de tejido adiposo superficial y una capa membranosa profunda. En la mujer, la 748 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org capa adiposa de la fascia perineal superficial forma la masa de los labios pudendos mayores y el monte del pubis, y se continúa, anterior y superiormente, con la capa superficial adiposa de la fascia de la pared anterolateral del abdomen (fascia de Camper; fig. 6-46 A y C). En el hombre, la capa adiposa es mucho menor en el triángulo urogenital, y es sustituida por completo en el pene y en el escroto por músculo liso (dartos). Esta capa continúa, entre el pene o el escroto y los muslos, con la capa superficial adiposa de la fascia de la pared anterolateral del abdomen (fig. 6- 46 B y F). En ambos sexos, se continúa posteriormente con la almohadilla grasa isquioanal, en la región anal (fig. 6-46 E). La capa membranosa de la fascia perineal superficial (fascia de Colles) se une, posteriormente, al borde posterior de la membrana perineal y el cuerpo perineal (fig. 6-46 A y B). Lateralmente, se une a la fascia lata (fascia profunda) de la parte más superior de la cara medial del muslo. Anteriormente, en el hombre, la capa membranosa se continúa con la túnica dartos del pene y el escroto; sin embargo, a cada lado y anterior al escroto, la capa membranosa se continúa con la capa membranosa de la fascia de la pared anterolateral del abdomen (fascia de Scarpa; fig. 6-46 B y F). En la mujer, la capa membranosa se dirige, superiormente, hacia la capa adiposa que constituye los labios pudendos mayores, y se continúa con la capa membranosa de la fascia de la pared anterolateral del abdomen (fig. 6-46 A y C). La fascia del periné o fascia perineal profunda (fascia de revestimiento o de Gallaudet) recubre íntimamente los músculos isquiocavernoso, bulboesponjoso y transverso superficial del periné (fig. 6-46 C y D). También se fija lateralmente a las ramas isquiopubianas. Anteriormente, se fusiona con el ligamento suspensorio del pene o el clítoris y se continúa con la fascia profunda que cubre al músculo oblicuo externo del abdomen y la vaina del recto. ESPACIO PERINEAL SUPERFICIAL El espacio perineal superficial o compartimento superficial del periné es un espacio potencial entre la capa membranosa del tejido subcutáneo y la membrana perineal, limitado lateralmente por las ramas isquiopubianas (fig. 6-46 A a D). En el hombre, el espacio perineal superficial contiene (fig. 6-46 B y D): La raíz (bulbo y pilares) del pene y músculos asociados (isquiocavernoso y bulboesponjoso). La porción proximal (bulbar) de la uretra esponjosa. Los músculos transversos superficiales del periné. Los ramos perineales profundos de los vasos pudendos internos y los nervios pudendos. 749 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org En la mujer, el espacio perineal superficial contiene (figuras 6-46 A y C): El clítoris y músculo asociado (isquiocavernoso). Los bulbos del vestíbulo y músculo circundante (bulboesponjoso). Las glándulas vestibulares mayores. Los ramos perineales profundos de los vasos pudendos internos y los nervios pudendos. Los músculos transversos superficiales del periné. ESPACIO PERINEAL PROFUNDO El espacio perineal profundo, o bolsa profunda del periné, está limitado inferiormente por la membrana perineal, superiormente por la fascia inferior del diafragma pélvico, y lateralmente por la porción inferior de la fascia obturatriz (que cubre el músculo obturador interno). Se relaciona con los recesos anteriores de la fosa isquioanal (fig. 6-46 C y D), llenos de grasa. En ambos sexos, el espacio perineal profundo contiene parte de la uretra, centralmente, la porción inferior del esfínter externo de la uretra y cubre las extensiones anteriores de las almohadillas adiposas isquioanales. En el hombre,el espacio perineal profundo contiene la porción intermedia de la uretra, los músculos transversos profundos del periné, las glándulas bulbouretrales y las estructuras vasculonerviosas dorsales del pene (fig. 6-46 D). En la mujer, contiene la porción proximal de la uretra, una masa de músculo liso en lugar de los músculos transversos profundos del periné, y el paquete vasculonervioso dorsal del clítoris (fig. 6-46 C). En la mujer, los músculos transversos profundos del periné son, sobre todo, músculo liso. Inmediatamente superior a la mitad posterior de la membrana perineal, el músculo transverso profundo del periné, plano y semejante a una lámina, cuando se desarrolla (habitualmente, solo en el hombre), proporciona un apoyo dinámico a las vísceras pélvicas. La fuerte membrana perineal es el límite inferior (suelo) del espacio perineal profundo. La membrana perineal, con el cuerpo perineal, es el apoyo pasivo final de las vísceras pélvicas. El esfínter externo de la uretra se parece más a un tubo o a un canal que a un disco; en el hombre, solo una parte del músculo forma un revestimiento circular (un verdadero esfínter) para la porción intermedia de la uretra, inferior a la próstata (fig. 6-47). Su parte más grande, semejante a un canal, se extiende verticalmente hacia el cuello de la vejiga urinaria, desplazando la próstata y revistiendo la uretra prostática solo anterior y anterolateralmente. Como la próstata se desarrolla a partir de las glándulas uretrales, el músculo posterior y posterolateral se atrofia, o es desplazado por la próstata. Aún se debate si esta parte del músculo comprime o dilata la uretra prostática. Según Oelrich (1983), en la mujer, el esfínter externo de la uretra es más 750 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org propiamente un «esfínter urogenital». Según Oelrich, forma un verdadero esfínter anular alrededor de la uretra, con varias porciones adicionales que se extienden desde él (fig. 6-47): una porción superior, que se extiende desde el cuello de la vejiga; una subdivisión descrita como una extensión inferolateral hacia la rama isquiática de cada lado (músculo compresor de la uretra); y otra porción, semejante a una banda, que circunda la vagina y la uretra (esfínter uretrovaginal). Tanto en el hombre como en la mujer, la musculatura descrita se orienta perpendicular a la membrana perineal, en lugar de descansar en el plano paralelo a esta. Algunos autores dudan de que circunde la uretra en la mujer, y afirman que este músculo no es capaz de actuar como un esfínter. 751 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 6-46. Fascias del periné. 752 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 6-47. Esfínteres externos de la uretra masculina y femenina. Características del triángulo anal FOSAS ISQUIOANALES Las fosas isquioanales (antes fosas isquiorrectales), situadas alrededor de la pared del canal anal, son grandes espacios cuneiformes, tapizados por fascia, entre la piel de la región anal y el diafragma pélvico (fig. 6-48). El vértice de cada fosa se sitúa superiormente en el punto donde el músculo elevador del ano se origina en la fascia obturatriz. Las fosas isquioanales, anchas inferiormente y estrechas superiormente, están rellenas de tejido adiposo y conectivo laxo. Las dos fosas isquioanales se comunican a través del espacio postanal profundo sobre el cuerpo o ligamento anococcígeo, una masa fibrosa localizada entre el canal anal y la punta del cóccix. C U A D R O C L Í N I C O Rotura de la uretra en el hombre y extravasación de orina La fractura de la cintura pélvica a menudo causa la rotura de la porción intermedia de la uretra. Esto provoca una extravasación de orina y sangre en el espacio perineal profundo (fig. C6-12 A). El líquido puede dirigirse superiormente, a través del hiato urogenital, y distribuirse extraperitonealmente alrededor de la próstata y la vejiga urinaria. La rotura de la porción esponjosa de la uretra en el bulbo del pene provoca el paso de orina (extravasación) hacia el espacio perineal superficial (fig. C6-12 B). Las inserciones de la fascia perineal determinan la dirección del flujo de la orina extravasada. Puede pasar orina y sangre hacia el interior del tejido conectivo laxo en el escroto, alrededor del pene y, superiormente, en profundidad a la capa membranosa del tejido conectivo subcutáneo de la pared inferior anterior del abdomen. La orina no puede pasar hacia los muslos, porque la capa membranosa de la fascia perineal superficial se fusiona con la fascia lata (fascia profunda) que envuelve los músculos del muslo, justo distal al ligamento inguinal. Además, la orina no puede dirigirse posteriormente hacia el interior del triángulo anal, ya que las capas superficial y profunda de la fascia perineal se continúan una con otra alrededor de los músculos superficiales del periné y con el borde posterior de la membrana perineal entre ellas. 753 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA C6-12. Extravasación urinaria. FIGURA 6-48. Diafragma pélvico y fosas isquioanales. A) Relaciones entre el diafragma pélvico, la membrana perineal y las fosas isquioanales. B) Ilustración esquemática de los recesos anteriores de las fosas isquioanales. Cada fosa isquioanal está limitada (fig. 6-48): Lateralmente, por el isquion y la porción inferior del obturador interno, cubierto por la fascia obturatriz. Medialmente, por el esfínter externo del ano, con una pared o techo medial 754 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org superior inclinado, formada por el elevador del ano cuando desciende para fusionarse con el esfínter; ambas estructuras rodean el canal anal. Posteriormente, por el ligamento sacrotuberoso y el glúteo mayor. Anteriormente, por los cuerpos de ambos pubis, inferiormente al origen del músculo puborrectal; estas porciones de las fosas, que se extienden hacia el interior del triángulo urogenital superior a la membrana perineal, se conocen como recesos anteriores de las fosas isquioanales. Las fosas isquioanales están atravesadas por fuertes bandas fibrosas y rellenas de grasa, que forman los cuerpos adiposos de las fosas isquioanales. Estos cuerpos adiposos sostienen el canal anal, aunque se desplazan con facilidad para permitir la expansión de la ampolla rectal y el canal anal durante el paso de las heces. Los cuerpos adiposos están atravesados por varias estructuras vasculonerviosas, que incluyen los vasos y nervios anales/rectales inferiores y dos nervios cutáneos: el ramo perforante de S2 y S3, y el ramo perineal del nervio S4. CONDUCTO PUDENDO El conducto pudendo (conducto de Alcock) es, esencialmente, una vía de paso horizontal dentro de la fascia obturatriz (figs. 6-48 y 6-49), que cubre la cara medial del músculo obturador interno y tapiza la pared lateral de la fosa isquioanal. El conducto pudendo empieza en el borde posterior de la fosa isquioanal, y discurre desde la incisura isquiática menor, junto a la espina isquiática, hasta el borde posterior de la membrana perineal. La arteria y la vena pudendas internas, el nervio pudendo y el nervio del músculo obturador interno entran en el conducto al nivel de la incisura isquiática menor, inferiormente a la espina isquiática. Los vasos pudendos internos aportan y drenan sangre al periné; el nervio pudendo inerva la mayor parte de la misma zona. Cuando la arteria y el nervio entran en el conducto, la arteria da origen a la arteria rectal inferior y al nervio, y luego discurre medialmente para irrigar el esfínter externo del ano y la piel perianal (fig. 6-49). Hacia el extremo distal (anterior) del conducto pudendo, la arteria y el nervio se bifurcan, dando origen al nervio y arteria perineales, que se distribuyen fundamentalmente por el espacio perineal superficial (inferior a la membrana perineal), y a la arteria y nervio dorsales del pene o del clítoris, que discurren en el espacio perineal profundo (superior a la membrana perineal) (v. fig. 6-45 C). 755 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.orgFIGURA 6-49. Nervio pudendo. Se muestran en color las cinco regiones por las que discurre el nervio. En la mujer, el nervio perineal da origen a ramos labiales posteriores, mientras que el ramo terminal del nervio pudendo forma el nervio dorsal del clítoris. El nervio perineal tiene dos ramos: los nervios perineales superficiales dan origen a ramos (cutáneos) escrotales o labiales posteriores, y el nervio perineal profundo inerva los músculos de los espacios perineales superficial y profundo, la piel del vestíbulo de la vagina y la mucosa de la porción más inferior de la vagina. El nervio dorsal del pene o del clítoris es el principal nervio sensitivo del órgano masculino o femenino, especialmente del glande. CANAL ANAL El canal anal es la porción terminal del intestino grueso que se extiende desde la cara superior del diafragma pélvico hasta el ano. El canal se inicia donde la ampolla rectal se estrecha bruscamente, al nivel del asa en forma de U formada por el músculo puborrectal (v. fig. 6-37 A y B). El canal termina en el ano, la salida al exterior del tubo digestivo. El canal anal, rodeado por los esfínteres interno y externo del ano, desciende posteroinferiormente entre el cuerpo o ligamento anococcígeo y el cuerpo perineal. El canal anal está normalmente colapsado, salvo durante el paso de las heces. Ambos esfínteres deben relajarse antes de que se produzca la defecación. El esfínter externo del ano es un gran esfínter voluntario que forma una banda ancha a cada lado de los dos tercios inferiores del canal anal (fig. 6- 50). Este esfínter se fusiona superiormente con el músculo puborrectal y consta de tres porciones: subcutánea, superficial y profunda. El esfínter externo del ano está inervado, fundamentalmente, por S4 a través del nervio rectal inferior (v. fig. 6-40). 756 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org El esfínter interno del ano es un esfínter involuntario que rodea los dos tercios superiores del canal anal (fig. 6-50). Es un engrosamiento de la capa muscular lisa circular. Su contracción (tono) es estimulada y mantenida por fibras simpáticas de los plexos rectal superior (periarterial) e hipogástrico. Es inhibido (pierde su contracción tónica y puede expandirse pasivamente) por fibras parasimpáticas. Este esfínter está contraído tónicamente la mayor parte del tiempo para evitar la salida de líquido o gases; sin embargo, se relaja temporalmente en respuesta a la distensión de la ampolla rectal por heces o gas, lo que requiere la contracción voluntaria del puborrectal y del esfínter externo del ano, si no se produce la defecación o la expulsión de los gases. INTERIOR DEL CANAL ANAL La mitad superior de la mucosa del canal anal se caracteriza por una serie de crestas longitudinales denominadas columnas anales (v. fig. 6-37 A y C, y 6-50). Estas columnas contienen las ramas terminales de la arteria y vena rectales superiores. La unión anorrectal, señalada por los extremos superiores de las columnas anales, es donde el recto se une al canal anal. Los extremos inferiores de estas columnas están unidos por válvulas anales. Por encima de estas válvulas hay pequeños recesos denominados senos anales (v. fig. 6-37 C). Cuando las heces los comprimen, los senos anales exudan moco que ayuda en la evacuación de estas por el canal anal. El límite inferior, en forma de peine, de las válvulas anales forma una línea irregular, la línea pectínea (v. figs. 6-37 A y C, y 6-51), que señala la unión de la porción superior del canal anal (visceral, derivada del intestino posterior) y la porción inferior (somática, derivada del proctodeo embrionario). El canal anal superior a la línea pectínea difiere del situado en la parte inferior a esta en su aporte arterial, inervación, y drenaje venoso y linfático. Estas diferencias se deben a sus diferentes orígenes embriológicos (Moore et al., 2012). 757 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 6-50. Recto y canal anal, elevador del ano y fosa isquioanal. VASCULARIZACIÓN Y DRENAJE LINFÁTICO DEL CANAL ANAL La arteria rectal superior irriga la porción del canal anal superior a la cresta pectínea (figs. 6-38 y 6-50). Las dos arterias rectales inferiores irrigan la porción inferior del canal anal, así como los músculos circundantes y la piel perianal. Las arterias rectales medias colaboran en el aporte sanguíneo al canal anal, formando anastomosis con las arterias rectales superior e inferiores. El plexo venoso rectal interno drena en ambas direcciones desde el nivel de la línea pectínea. Superior a la línea pectínea, el plexo venoso rectal interno drena principalmente en la vena rectal superior (una tributaria de la vena mesentérica inferior) y en el sistema porta hepático. Inferior a la línea pectínea, el plexo venoso rectal interno drena en las venas rectales inferiores (tributarias del sistema de la vena cava), alrededor del margen del esfínter externo del ano (v. fig. 6-38 B). Las venas rectales medias (tributarias de las venas ilíacas internas) drenan, principalmente, la capa muscular externa de la ampolla rectal y forman anastomosis con las venas rectales superior e inferiores. Los plexos venosos rectales reciben múltiples anastomosis arteriovenosas desde las arterias rectales superior y media. Superior a la línea pectínea, los vasos linfáticos drenan en los nódulos linfáticos ilíacos internos 758 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org y, a través de ellos, en los nódulos linfáticos ilíacos comunes y lumbares (figs. 6-39 y 6-51). Inferior a la línea pectínea, los vasos linfáticos drenan en los nódulos linfáticos inguinales superficiales. FIGURA 6-51. Inervación y vascularización de las porciones superior e inferior a la línea pectínea del canal anal. Los nervios superiores a la línea pectínea son viscerales; los inferiores a esa línea son somáticos. INERVACIÓN DEL CANAL ANAL La inervación de la porción del canal anal superior a la línea pectínea es visceral desde el plexo hipogástrico inferior (fibras simpáticas, parasimpáticas y aferentes viscerales; figs. 6-40 y 6-51). La porción superior del canal anal es inferior a la línea de dolor de la pelvis; todas las fibras aferentes viscerales discurren con las fibras parasimpáticas hacia los ganglios sensitivos de los nervios espinales S2-S4. Superior a la línea pectínea, el canal anal solo es sensible a la dilatación. La inervación del canal anal inferior a la línea pectínea es somática y deriva de los nervios anales (rectales) inferiores, ramos del nervio pudendo. Por tanto, esta parte del canal anal es sensible al dolor, al tacto y a la temperatura. Las fibras eferentes somáticas estimulan la contracción del voluntario esfínter externo del ano. C U A D R O C L Í N I C O Abscesos isquioanales Las fosas isquioanales son, en ocasiones, focos de infección y en ellas pueden formarse abscesos isquioanales (fig. C6-13). Estos acúmulos de pus son bastante dolorosos. Los signos diagnósticos de un absceso isquioanal son tumefacción y dolor entre el ano y la tuberosidad isquiática. Un absceso perianal puede romperse espontáneamente, y abrirse en el canal anal, el 759 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org recto o la piel perianal. FIGURA C6-13. Absceso isquioanal. Hemorroides Las hemorroides internas son prolapsos de la mucosa rectal que contienen las venas normalmente dilatadas del plexo venoso rectal interno (fig. C6-14). Se cree que se deben a la rotura de la muscular de la mucosa, una capa de músculo liso profunda de la mucosa. Las hemorroides internas que prolapsan a través del canal anal están, a menudo, comprimidas por los esfínteres contraídos, lo que impide el flujo sanguíneo. Como resultado, tienden a estrangularse y ulcerarse. Debido a la presencia de abundantes anastomosis arteriovenosas, el sangrado de las hemorroides internas suele ser de color rojo brillante. Las hemorroides externas son trombosis (coágulos sanguíneos) en las venas del plexo venoso rectal externo, y están recubiertas por piel (fig. C6-14). Los factores predisponentesde las hemorroides incluyen el embarazo, el estreñimiento crónico y cualquier trastorno que impida el retorno venoso, incluido el aumento de la presión intraabdominal. 760 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA C6-14. Hemorroides. Las anastomosis entre las venas rectales superior, media e inferior forman comunicaciones, clínicamente importantes, entre el sistema de la vena porta hepática y el sistema venoso sistémico (fig. 6-51). La vena rectal superior drena en la vena mesentérica inferior, mientras que las venas rectales media e inferior drenan a través de la circulación general, en la vena cava inferior. Cualquier aumento anómalo de la presión en el sistema de la vena porta hepática (sin válvulas) o en las venas del tronco puede causar un aumento de tamaño de la vena rectal superior, que produce un aumento del flujo sanguíneo o estasis en el plexo venoso rectal interno. En la hipertensión portal, la anastomosis portocava entre las venas rectales superior, media e inferior, junto con anastomosis portocava en otros puntos, pueden causar varices. Es importante señalar que las venas de los plexos rectales tienen, normalmente, un aspecto varicoso (dilatadas y tortuosas), y que las hemorroides internas se producen, con mayor frecuencia, sin que exista hipertensión portal. Debido a que los nervios aferentes viscerales inervan el canal anal superiormente a la línea pectínea, una incisión o la inserción de una aguja en esa región no producen dolor. Sin embargo, la parte del canal anal inferior a la línea pectínea es bastante sensible (p. ej., al pinchazo de una aguja hipodérmica), porque está inervada por los nervios rectales inferiores, que contienen fibras sensitivas somáticas. Periné masculino El periné masculino comprende los genitales externos (uretra, escroto y pene), los músculos perineales y el canal anal. PORCIÓN DISTAL DE LA URETRA MASCULINA 761 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org La uretra situada en el cuello de la vejiga (porción intramural) y la porción prostática de la uretra, las dos primeras porciones de la uretra masculina, se han descrito con la pelvis (v. fig. 6-25; tabla 6-8). La porción intermedia (membranosa) de la uretra se inicia en el vértice de la próstata, y atraviesa el espacio perineal profundo, rodeada por el esfínter externo de la uretra. A continuación, atraviesa la membrana perineal, y termina cuando la uretra entra en el bulbo del pene (v. fig. 6-18). Posterolaterales a esta porción de la uretra, se encuentran las pequeñas glándulas bulbouretrales (figs. 6-20 A y 6-21) y sus delgados conductos, que se abren en la porción proximal de la porción esponjosa de la uretra. La porción esponjosa de la uretra empieza en el extremo distal de la porción intermedia de la uretra, y termina en el orificio uretral externo (figs. 6-18 y 6-52 B y D). La luz de la porción esponjosa de la uretra se expande en el bulbo del pene, para formar la fosa intrabulbar, y en el glande, para formar la fosa navicular. A cada lado, los conductos de las glándulas bulbouretrales se abren en la parte proximal de la porción esponjosa de la uretra. En la porción esponjosa de la uretra también hay muchas aberturas diminutas de los conductos de las glándulas uretrales (glándulas de Littré) secretoras de moco. El aporte arterial de las porciones intermedia y esponjosa de la uretra procede de ramas de la arteria dorsal del pene (fig. 6-53 B). Las venas acompañan a las arterias y reciben nombres similares. Los vasos linfáticos de la porción intermedia de la uretra drenan, fundamentalmente, en los nódulos linfáticos ilíacos internos (fig. 6-54), mientras que la mayor parte de los vasos de la porción esponjosa de la uretra se dirigen hacia los nódulos linfáticos ilíacos externos. La inervación de la porción intermedia de la uretra es la misma que la de la porción prostática (fig. 6-55). El nervio dorsal del pene, un ramo del nervio pudendo, proporciona la inervación somática de la porción esponjosa de la uretra. C U A D R O C L Í N I C O Sondaje uretral El sondaje uretral se realiza para extraer orina de una persona que es incapaz de miccionar. También se realiza para irrigar la vejiga urinaria y para obtener una muestra de orina no contaminada. Cuando se introducen sondas uretrales (instrumentos ligeramente cónicos para explorar y dilatar una uretra contraída), deben tenerse en cuenta las curvas de la uretra masculina. 762 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org ESCROTO El escroto es un saco fibromuscular cutáneo para los testículos y las estructuras asociadas. Se sitúa posteroinferior al pene e inferior a la sínfisis del pubis (fig. 6-52). La formación embrionaria bilateral del escroto está indicada por el rafe escrotal (fig. 6-52 C), en la línea media, que se continúa sobre la cara ventral del pene, con el rafe del pene y, posteriormente, a lo largo de la línea media del periné, como rafe perineal. Internamente, profundo al rafe escrotal, el escroto se divide en dos compartimentos, uno para cada testículo, mediante una prolongación de la túnica dartos, el tabique escrotal. El contenido del escroto (testículos y epidídimo) se describen con el abdomen (v. cap. 5). 763 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 6-52. Órganos urogenitales masculinos. A) Estructura interna. B) Genitales externos masculinos: pene sin circuncidar y escroto, y sección del cuerpo del pene. C y D) Anatomía de superficie de los genitales externos masculinos: pene circuncidado. VASCULARIZACIÓN DEL ESCROTO La cara anterior del escroto está irrigada por las arterias escrotales anteriores, ramas terminales de las arterias pudendas externas (fig. 6-55 B; tabla 6-10), y la cara posterior está irrigada por las arterias escrotales posteriores, ramas terminales de las arterias pudendas internas. El escroto también recibe ramas de las arterias cremastéricas, ramas de las arterias epigástricas inferiores. Las venas escrotales acompañan a las arterias, y drenan fundamentalmente en las venas pudendas externas. Los vasos linfáticos escrotales drenan en los nódulos linfáticos inguinales superficiales (fig. 6-54). 764 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 6-53. Disecciones superficial y profunda del periné masculino. INERVACIÓN DEL ESCROTO La cara anterior del escroto está inervada por los nervios escrotales anteriores derivados del nervio ilioinguinal, y por el ramo genital del nervio genitofemoral. La cara posterior del escroto está inervada por nervios escrotales posteriores, ramos de los ramos perineales superficiales del nervio pudendo (fig. 6-56) y por el ramo perineal del nervio cutáneo femoral posterior. PENE El pene es el órgano masculino de la copulación y de salida de la orina y el semen 765 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org (eyaculación del pene, esperma y una mezcla de secreciones glandulares). El pene consta de raíz, cuerpo y glande (fig. 6-52 D). Está compuesto por tres cuerpos cilíndricos de tejido cavernoso eréctil: dos cuerpos cavernosos y un cuerpo esponjoso, en posición ventral. (Obsérvese que, en la posición anatómica, el pene está en erección; cuando el pene está fláccido, su dorso se dirige anteriormente.) Cada cuerpo cavernoso tiene una cubierta fibrosa externa o cápsula, la túnica albugínea (fig. 6-52 B). Superficial a la cubierta externa está la fascia profunda del pene, la continuación de la fascia del periné que forma una cubierta membranosa para los cuerpos y los une. El cuerpo esponjoso contiene la porción esponjosa de la uretra. Los cuerpos cavernosos se fusionan entre sí en el plano medio, excepto posteriormente, donde se separan para formar los pilares del pene (figs. 6-52 A y 6-53). 766 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 6-54. Drenaje linfático del periné masculino. La raíz del pene no pendular está formada por los pilares y el bulbo, rodeada por los músculos isquiocavernoso y bulboesponjoso, respectivamente (fig. 6-56; tabla 6-9). La raíz se localiza en el espacioperineal superficial (fig. 6-46 B y D). Los pilares y el bulbo del pene contienen masas de tejido eréctil. Cada pilar se fija a la parte inferior de la cara interna de la correspondiente rama isquiática, anterior a la tuberosidad isquiática. El bulbo del pene está atravesado por la uretra, que es continuación de su porción intermedia. El cuerpo del pene (también denominado péndulo) es la parte libre que está suspendida de la sínfisis del pubis. Salvo por algunas fibras del bulboesponjoso, cerca de la raíz del pene, y del isquiocavernoso, que abrazan los pilares, el pene carece de músculos. Distalmente, el cuerpo esponjoso del 767 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org pene se expande para formar el glande (fig. 6-52). El borde del glande (cabeza) se proyecta más allá del final de los cuerpos cavernosos, para formar la corona del glande. La corona sobresale por encima del cuello del glande. El cuello del glande separa el glande del cuerpo del pene. La abertura de la porción esponjosa de la uretra, semejante a una hendidura, el orificio uretral externo, se localiza cerca de la punta del glande (fig. 6-52 D). La delgada piel y la fascia del pene se prolongan como una doble capa cutánea, el prepucio, que cubre el glande de forma variable (fig. 6-52 A y B). El frenillo prepucial es un pliegue medio que pasa desde el prepucio hasta la superficie uretral del glande (fig. 6-52 C). 768 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org FIGURA 6-55. Irrigación arterial del periné. Disecciones superficial y profunda 769 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org de la pelvis y el periné. A) Mujer. B) Hombre. FIGURA 6-56. Inervación del periné masculino. El ligamento suspensorio del pene es una condensación de la fascia profunda que se origina en la cara anterior de la sínfisis del pubis, y se divide para formar un asa que se fija a la fascia profunda del pene, en la unión de su raíz y su cuerpo (fig. 6-52 A). Las fibras del ligamento suspensorio son cortas y tensas. El ligamento fundiforme del pene es una banda de tejido subcutáneo que desciende, por la línea media, desde la línea alba superior a la sínfisis del pubis. Se dirige inferiormente, y se divide para rodear el pene; luego, se une y se fusiona con la túnica dartos para formar el tabique escrotal. Los músculos superficiales del periné son el transverso superficial del periné, el bulboesponjoso y el isquiocavernoso (v. figs. 6-45 E y 6-53; tabla 6-9). Estos músculos se encuentran en el espacio perineal superficial y están 770 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org inervados por los nervios perineales. Debido a su función durante la erección y a la actividad del bulboesponjoso posterior a la micción y la eyaculación, para expulsar las últimas gotas de orina y semen, los músculos perineales están, generalmente, más desarrollados en el hombre que en la mujer. VASCULARIZACIÓN DEL PENE El pene está irrigado por ramas de las arterias pudendas internas (fig. 6-55 B; tabla 6-10). La sangre de los espacios cavernosos de los cuerpos es drenada por un plexo venoso, que se convierte en la vena dorsal profunda del pene en la fascia profunda (fig. 6-52 A y B). Esta vena discurre profunda entre las láminas del ligamento suspensorio del pene, anterior a la membrana perineal, para alcanzar el plexo venoso prostático. La sangre de las cubiertas superficiales del pene drena en la(s) vena(s) dorsal(es) superficial(es), que termina(n) en la vena pudenda externa superficial. Parte de la sangre llega también a la vena pudenda interna. La linfa de la piel del pene drena, inicialmente, en los nódulos linfáticos inguinales superficiales; la del glande y la porción distal de la porción esponjosa de la uretra lo hacen en los nódulos inguinales profundos e ilíacos externos. Los cuerpos cavernosos y la porción proximal de la porción esponjosa de la uretra drenan en los nódulos ilíacos internos (fig. 6-54). INERVACIÓN DEL PENE Los nervios derivan de los segmentos S2-S4 de la médula espinal. La inervación sensitiva y simpática corre a cargo, fundamentalmente, del nervio dorsal del pene, un ramo terminal del nervio pudendo (fig. 6-56), que se origina en el conducto pudendo y corre anteriormente hacia el interior del espacio perineal profundo. A continuación discurre por el dorso del pene, lateral a la arteria dorsal, e inerva la piel y el glande. El pene está inervado por diversas terminaciones nerviosas sensitivas, especialmente el glande. Ramos del nervio ilioinguinal inervan la piel de la raíz del pene. Los nervios cavernosos, que contienen fibras parasimpáticas independientemente del plexo nervioso prostático, inervan las arterias helicinas. ERECCIÓN, POLUCIÓN, EYACULACIÓN Y REMISIÓN La mayor parte del tiempo el pene permanece fláccido. En este estado, el flujo sanguíneo arterial se desvía de los espacios potencialmente «vacíos», denominados senos de los cuerpos cavernosos, a través de anastomosis arteriovenosas. Solo circula a través de los senos sangre suficiente para llevar oxígeno y nutrientes a los tejidos. Cuando un hombre es estimulado eróticamente, la estimulación parasimpática de los nervios cavernosos (que lleva fibras de los niveles S2-S4 de la médula espinal a través del plexo nervioso prostático) cierra las anastomosis arteriovenosas. Simultáneamente, la contracción tónica del músculo liso de las trabéculas 771 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org fibrosas y las arterias helicinas (ramas terminales de las arterias que irrigan el tejido eréctil) se inhibe. Como resultado, las arterias se enderezan y aumenta su luz. El flujo sanguíneo ahora llena los espacios cavernosos, los cuales incrementan su volumen, llenando los senos de los cuerpos cavernosos del pene. Los músculos bulboesponjoso e isquiocavernoso se contraen de forma refleja comprimiendo las venas de los cuerpos cavernosos e impidiendo así el retorno de la sangre venosa. La erección se presenta conforme el cuerpo esponjoso y los cuerpos cavernosos se llenan de sangre a presión arterial, causando que los cuerpos eréctiles se vuelvan turgentes (aumentados de tamaño y rígidos), elevando el pene. Durante la polución, el semen es conducido hacia la uretra prostática, a través de los conductos eyaculadores, tras los movimientos peristálticos de los conductos deferentes y las vesículas seminales. Cuando se contrae el músculo liso de la próstata, se añade líquido prostático al líquido seminal. La polución es una respuesta simpática (nervios L1-L2). Durante la eyaculación, el semen es expulsado de la uretra a través del orificio uretral externo. La eyaculación se produce por: Cierre del esfínter interno de la uretra al nivel del cuello de la vejiga urinaria, una respuesta simpática (nervios L1-L2) que impide la eyaculación retrógrada en la vejiga. Contracción del músculo uretral, una respuesta parasimpática (nervios S2- S4). Contracción de los músculos bulboesponjosos por los nervios pudendos (S2-S4). Tras la eyaculación, el pene regresa gradualmente a un estado de flaccidez (remisión), debido a la estimulación simpática que abre las anastomosis arteriovenosas y causa la constricción de la musculatura lisa de las arterias helicinas retrayéndolas. Esto reduce la entrada de flujo sanguíneo conforme los músculos bulboesponjoso e isquiocavernoso se relajan, lo que permite que se drene más sangre de los espacios cavernosos hacia la vena dorsal profunda. MÚSCULOS DEL PERINÉ EN EL HOMBRE Los músculos superficiales del periné son el transverso superficial del periné, el isquiocavernoso y el bulboesponjoso (fig. 6-53). En la tabla 6-9 se ofrecen detalles de sus inserciones, inervación y acciones. Para ayudar en la erección, los músculos isquiocavernoso y bulboesponjoso comprimen el flujo de salida venoso de los cuerpos eréctiles, e impulsan sangre, simultáneamente, desde la raíz hacia el cuerpo 772 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org del pene. El músculo bulboesponjoso, que rodea el bulbo del pene, lo comprime para exprimir las gotasde orina o de semen finales. Periné femenino El periné femenino está formado por los genitales externos femeninos, los músculos del periné y el canal anal. GENITALES EXTERNOS FEMENINOS Los genitales externos femeninos comprenden el monte del pubis y los labios pudendos mayores (que encierran la hendidura pudenda), los labios pudendos menores (que encierran el vestíbulo de la vagina), el clítoris, los bulbos del vestíbulo y las glándulas vestibulares mayores y menores. Los términos sinónimos vulva y pudendo comprenden todas estas partes. El término pudendo suele utilizarse en clínica (fig. 6-57). La vulva/pudendo actúa como tejido sensitivo y eréctil en la excitación sexual y el coito, dirige el flujo de orina y evita la entrada de material extraño en el tracto urogenital. MONTE DEL PUBIS El monte del pubis, o monte de Venus, es la eminencia adiposa redondeada anterior a la sínfisis del pubis, tubérculos y ramas superiores de ambos pubis. La cantidad de grasa del monte aumenta en la pubertad y disminuye tras la menopausia. Tras la pubertad, el monte del pubis se cubre con un grueso vello púbico (fig. 6-57 A). C U A D R O C L Í N I C O Disfunción eréctil La incapacidad de lograr o mantener una erección (disfunción eréctil [DE]) puede ser el resultado de varias causas. Cuando una lesión del plexo prostático o de los nervios cavernosos provoca la incapacidad de alcanzar una erección, se puede insertar quirúrgicamente una prótesis peneana semirrígida o inflable que asuma la función de los cuerpos eréctiles, proporcionando la rigidez necesaria para insertar y mover el pene en el interior de la vagina durante una relación sexual. La DE puede ocurrir sin que haya una lesión nerviosa. Los trastornos del sistema nervioso central (hipotalámicos) o del sistema endocrino (pituitarios o testiculares) pueden provocar una disminución en la secreción de testosterona (hormona masculina). Las fibras de los nervios autónomos pueden fallar al estimular los tejidos eréctiles, o bien los vasos sanguíneos pueden responder de forma insuficiente a la estimulación. En muchos de esos casos, la erección se puede alcanzar con la administración de fármacos por vía oral o inyecciones que incrementan el flujo sanguíneo hacia los sinusoides cavernosos al causar 773 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org Push Button0:
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