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1060 EN FE RM ED A D ES C A RD IO VA SC U LA RE S AT ER O ES CL ER Ó TI CA S VII Patología pericárdica La superficie visceral del pericardio es insensible al dolor, como lo es la mayoría de su superficie parietal. Por tanto, las causas no infecciosas de pericarditis (p. ej., uremia; v. capítulo 83) suelen producir poco o ningún dolor. Por el contrario, la pericarditis infecciosa casi siempre afecta a la pleura adyacente, de forma que los pacientes refieren típicamente dolor pleurítico con la respiración, la tos y los cambios posturales. La deglución podría inducir dolor debido a la proximidad del esófago con la parte posterior del corazón. Como la parte central del diafragma recibe su aporte sensitivo del nervio frénico y los nervios frénicos se originan a partir de los segmentos tercero a quinto de la médula espinal, el dolor de la pericarditis infecciosa es referido frecuentemente hacia los hombros y el cuello. La afectación más lateral del diafragma podría referir los síntomas hacia la parte superior del abdomen y la espalda y, por tanto, ocasionar confusión con pancreatitis o colecistitis. La pericarditis produce ocasionalmente un dolor supraesternal continuo e intenso que recuerda al de un IAM.8 Enfermedad vascular La disección aórtica aguda suele causar un dolor intenso lacerante de comienzo brusco, cuya localización refleja la localización y la progresión de la disección (v. capítulo 63). La disección de la aorta ascendente tiende a manifestarse como dolor en la línea media en la cara anterior del tórax, mientras que la disección de la aorta descendente posterior tiende a causar dolor en la espalda. Las disecciones aórticas son infrecuentes, con una incidencia anual estimada de 3 por cada 100.000, y suelen aparecer en presencia de factores de riesgo, entre los que figuran los síndromes de Marfan y Ehlers-Danlos, la válvula aórtica bicúspide, el embarazo (para las disecciones proximales) y la hipertensión (para las disecciones distales). La EP produce a menudo disnea y dolor torácico pleurítico de comienzo brusco, aunque puede discurrir asintomática (v. capítulo 84). La incidencia anual es de al menos 1 por cada 1.000. La EP masiva tiende a producir un dolor subesternal intenso y persistente, que se atribuye a la dis- tensión de la arteria pulmonar. Los émbolos más pequeños que ocasionan infarto pulmonar pueden causar un dolor torácico pleurítico lateral. Las EP hemodinámicamente significativas pueden causar hipotensión, síncope y signos de insuficiencia cardíaca derecha. La hipertensión pulmonar puede producir un dolor torácico similar al de la angina de pecho, presumi- blemente por hipertrofia e isquemia del corazón derecho (v. capítulo 85). Trastornos pulmonares Los trastornos pulmonares que producen dolor torácico generalmente causan disnea y síntomas pleuríticos, cuya localización refleja la localización de la patología pulmonar. La traqueobronquitis tiende a asociarse a sensación de quemazón de la línea media, mientras que la neumonía puede ocasionar dolor sobre el pulmón afectado. El dolor del neumotórax comienza repentinamente y se suele asociar a disnea. El neumotórax primario suele aparecer en hombres jóvenes delgados y altos; el neumotórax secundario aparece en el contexto de enfermedades pulmonares, como enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), asma o fibrosis quística. Un neumotórax a tensión puede comportar riesgo vital. Las exacerbaciones del asma pueden producir molestias torácicas que se caracterizan típicamente como tirantez. TABLA 56-1 Causas frecuentes de dolor torácico agudo SISTEMA SÍNDROME DESCRIPCIÓN CLÍNICA RASGOS DISTINTIVOS ESENCIALES Cardíaco Angina Dolor opresivo, quemazón o pesadez retroesternal; se irradia en ocasiones al cuello, a la mandíbula, al epigastrio, a los hombros o al brazo izquierdo Precipitado por el ejercicio, tiempo frío o estrés emocional; 2-10 min de duración En reposo o angina inestable Igual que la angina, pero puede ser más intenso Típicamente < 20 min; menor tolerancia al ejercicio; patrón en aumento Infarto agudo de miocardio Igual que la angina, pero puede ser más intenso Comienzo súbito, habitualmente duración ≥ 30 min; a menudo se asocia a disnea, debilidad, náuseas y vómitos Pericarditis Dolor agudo y pleurítico agravado por los cambios posturales; duración muy variable Roce pericárdico Vascular Disección aórtica Dolor muy intenso y lacerante de comienzo repentino en la parte anterior del tórax o la espalda Marcada intensidad de un dolor que no cede; habitualmente aparece en un contexto de hipertensión o de enfermedad del tejido conjuntivo subyacente, como el síndrome de Marfan Embolia pulmonar Comienzo repentino con disnea y dolor, habitualmente pleurítico con infarto pulmonar Disnea, taquipnea, taquicardia, signos de insuficiencia cardíaca derecha Hipertensión pulmonar Opresión torácica subesternal, exacerbada con el ejercicio El dolor se asocia a disnea y a signos de hipertensión pulmonar Pulmonar Pleuritis y/o neumonía Dolor pleurítico, habitualmente de corta duración, sobre el área afectada Dolor pleurítico y lateral a la línea media, asociado a disnea Traqueobronquitis Sensación quemante en la línea media Localizado en la línea media y asociado a la tos Neumotórax espontáneo Dolor pleurítico unilateral de comienzo brusco, con disnea Comienzo brusco con disnea y dolor Digestivo Reflujo esofágico Pirosis subesternal y epigástrica; 10-60 min de duración Se agrava con las comidas copiosas y en decúbito posprandial; se alivia con antiácidos Úlcera péptica Pirosis prolongada epigástrica o subesternal Se alivia con comida o antiácidos Patología biliar Dolor epigástrico o en el hipocondrio derecho prolongado No provocado o tras la comida Pancreatitis Dolor epigástrico y subesternal prolongado e intenso Factores de riesgo, incluidos alcohol, hipertrigliceridemia, fármacos Musculoesquelético Costocondritis Comienzo brusco de un dolor intenso fugaz Se puede reproducir mediante presión sobre la articulación afectada; ocasionalmente edema e inflamación sobre la articulación costocondral Patología discal cervical Comienzo brusco de un dolor fugaz Se puede reproducir con los movimientos del cuello Traumatismos o esguinces Dolor constante Reproducido por la palpación o el movimiento de la pared torácica o de los brazos Infeccioso Herpes zóster Dolor como quemazón prolongado en la distribución de un dermatoma Erupción vesicular en la distribución de un dermatoma Psicológico Trastorno de pánico Rigidez o molestias torácicas, a menudo acompañadas de disnea y con duración ≥ 30 min, sin relación con el ejercicio o el movimiento Los pacientes pueden presentar otras evidencias de un trastorno emocional Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1061 A b o rd aje d el p acien te co n d o lo r to rácico 56 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . Trastornos digestivos La irritación del esófago por reflujo ácido puede producir una sensación quemante que se puede exacerbar con el alcohol, el ácido acetilsalicílico y algunos alimentos. La adopción de una posición en decúbito empeora con frecuencia los síntomas, mientras que una posición erguida y los tratamientos de reducción del ácido los alivian. El espasmo esofágico puede producir una sensación de opresión torácica similar a la de la angina. Las laceraciones esofágicas de Mallory-Weiss pueden aparecer en pacientes que han sufrido episodios prolongados de vómitos. La emesis grave también puede dar lugar a una rotura esofágica (síndrome de Boerhaave) con mediastinitis. El dolor torácico causado por la patologíaulcerosa péptica suele aparecer de 60 a 90 min después de las comidas y típicamente responde rápidamente a los tratamientos antiácidos. Este dolor se localiza generalmente en el epigastrio, pero puede irradiarse al tórax y a los hombros. La colecistitis produce un amplio rango de síndromes dolorosos y generalmente ocasiona dolor abdominal en hipocondrio derecho, pero no es infrecuente el dolor torácico o en la espalda causado por esta enfermedad. Se suele describir frecuentemente el dolor como sordo o cólico. La pancreatitis causa típicamente un dolor epigástrico sordo e intenso que se puede irradiar a la espalda. El alivio a través de los tratamientos antiácidos es limitado. Origen musculoesquelético y por otras causas El dolor torácico se puede deber a trastornos musculoesqueléticos que afectan a la pared torácica (p. ej., costocondritis), a trastornos que afectan a los nervios de la pared torácica (p. ej., patología discal cervical), a herpes zóster o a ejercicio intenso. El dolor torácico debido a causas musculoesqueléticas se puede desencadenar a menudo por presión directa sobre el área afectada o por los movimientos del cuello. El propio dolor puede ser fugaz o puede ser un dolor sordo de horas de duración. El trastorno de pánico es una causa mayor de molestias torácicas en pacientes en el SU. Entre los síntomas típicamente figura la opresión torácica, con frecuencia acompañada de disnea y de una sensación de ansiedad, y generalmente durante 30 min o más. CONSIDERACIONES DIAGNÓSTICAS Véanse también los capítulos 10, 59 y 60, y la figura 60D-1. Evaluación clínica Cuando se está evaluando a pacientes con dolor torácico agudo, el clínico debe analizar una serie de cuestiones relacionadas con el pronóstico y el tratamiento inmediatos.9 Incluso antes de alcanzar un diagnóstico definitivo, las cuestiones de alta prioridad comprenden las siguientes: • Estabilidad clínica: ¿necesita el paciente tratamiento inmediato por colapso circulatorio real o inminente o por insuficiencia respiratoria? • Pronóstico inmediato: si el paciente se encuentra en la actualidad clínicamente estable, ¿cuál es el riesgo de trastornos con riesgo vital, como SCA, EP o disección aórtica? • Seguridad de las opciones de clasificación: si el riesgo de un trastorno de riesgo vital es bajo, ¿resulta seguro dar el alta al paciente para estudio ambulatorio o deben realizarse más pruebas y mantener observación para dirigir el tratamiento que debe seguirse? Evaluación inicial La evaluación de un paciente con dolor torácico agudo puede comenzar antes de que el médico le valore, por lo que la efectividad puede depender de las acciones del personal administrativo y de otros profe- sionales no médicos. Las directrices del ACC y la AHA5 (v. capítulos 59 y 60, apartados «Directrices») hacen énfasis en que los pacientes con síntomas compatibles con SCA no deben ser valorados únicamente por teléfono, sino que deben ser remitidos a centros que permitan una valoración por médicos y un registro del electrocardiograma (ECG) de 12 derivaciones.5,10,11 Estas directrices también recomiendan una fuerte consideración de la remisión inmediata a un SU o a una unidad especializada en dolor torácico de los pacientes con sospecha de SCA que sufren molestias torácicas en reposo durante más de 20 min, inestabilidad hemodinámica o un síncope o casi síncope reciente. El traslado de un pasajero en un vehículo privado se considera una alternativa aceptable a una ambulancia solo si la espera pudiera suponer un retraso superior a los 20-30 min. Las directrices5,10 recomiendan que los pacientes con los siguientes síntomas principales sean evaluados de inmediato por enfermeras de clasificación y sean remitidos para valoración adicional: • Dolor, presión, sensación de opresión o pesadez torácicos; dolor que se irradia al cuello, a la mandíbula, a los hombros, a la espalda, o a uno o a ambos brazos. • Indigestión o pirosis; náuseas y/o vómitos asociados a molestias torácicas. • Disnea persistente. • Debilidad, confusión, mareo, pérdida de conciencia. Para tales pacientes, la evaluación inicial comprende la anamnesis, la realización de la exploración física, la obtención de un ECG y de radiografías de tórax, y la medición de los marcadores biológicos de lesión miocárdica. Anamnesis Si el paciente no requiere una intervención inmediata por colapso circulatorio establecido o inminente o por insuficiencia respiratoria, la evaluación médica debe comenzar con la realización de una anamnesis en la que se recojan las características del dolor del paciente, incluidas su calidad, localización e irradiación; el momento de aparición y su evolución (brusco o gradual); la duración de los síntomas; las actividades que lo provocan o alivian; y cualesquiera síntomas asociados, particular- mente aquellos que son pulmonares o digestivos. Los pacientes describen típicamente el dolor de un SCA como una opresión torácica subesternal difusa que comienza gradualmente, se irradia a la mandíbula o los brazos, empeora con el ejercicio y se alivia con reposo o nitroglicerina. Como la angina tiende a manifestarse de la misma forma en un paciente dado (al menos la producida por la isquemia en el mismo territorio), resulta útil comparar el episodio actual con cualesquiera episodios previos documentados de angina. La respuesta a la nitroglicerina puede no discriminar fiablemente el dolor torácico cardíaco del relacionado con acusas no cardíacas.5 Al contrario que la evolución del dolor torácico en el SCA, el dolor de EP, disección aórtica y neumotórax suele ser de aparición repentina e intensa. Más aún, el dolor de naturaleza pleurítica o posicional sugiere EP, pericarditis, neumonía o una alteración mus- culoesquelética. Una revisión de la literatura obtuvo ocho factores de las características del dolor torácico con un índice de probabilidad para SCA significativamente mayor que 1 y seis factores con un índice de probabilidad significativamente de menos de 1 (tabla 56-2).5,6 Además de las características del episodio agudo, la presencia de factores de riesgo para ateroesclerosis (p. ej., edad avanzada, sexo mas- culino, diabetes) aumenta la probabilidad de que el dolor torácico sea el resultado de isquemia miocárdica. El antecedente de un IM se asocia no solo a un elevado riesgo de EAC obstructiva, sino también a una mayor probabilidad de patología de múltiples vasos. Los pacientes más jóvenes presentan un menor riesgo de SCA, pero deben ser valorados con mayor cuidado sobre el antecedente de uso reciente de cocaína5,6 (v. capítulo 80). Aunque es esencial una anamnesis exhaustiva, la evaluación clínica aislada no es suficiente para confirmar o descartar SCA. La combinación de la evaluación clínica con la exploración física y, aún más importante, el ECG y los biomarcadores aumenta considera- blemente los resultados diagnósticos.12 Exploración física La valoración inicial de los pacientes con dolor torácico agudo debe centrarse en identificar las causas potencialmente precipitantes de isquemia miocárdica (p. ej., hipertensión no controlada), las comorbi- lidades significativas (p. ej., EPOC) y la evidencia de complicaciones hemodinámicas (p. ej., insuficiencia cardíaca congestiva, insuficiencia mitral de nueva aparición, hipotensión).5,6,12 Además de las constantes vitales, la exploración de los vasos periféricos debe incluir la evaluación de la presencia de soplos o la ausencia de pulsos, lo que sugeriría patología vascular extracardíaca (v. capítulo 64). En aquellos pacientes con hallazgos clínicos que no sugieran isquemia miocárdica, la búsqueda de causas no coronarias de dolor torácico debe centrarse inicialmente en las entidades de potencial riesgo vital (p. ej., disección aórtica, EP), y posteriormente dirigirse hacia la posibilidad de otros diagnósticos cardíacos (p. ej., pericarditis) y no cardíacos Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexicode ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1062 EN FE RM ED A D ES C A RD IO VA SC U LA RE S AT ER O ES CL ER Ó TI CA S VII (p. ej., molestias esofágicas). La disección aórtica puede producir dis- paridades en la presión arterial o los pulsos, o la aparición de un soplo de insuficiencia aórtica acompañado de dolor de espalda o torácico anterior en la línea media. La pericarditis puede acompañarse de roce pericárdico. Las diferencias en los ruidos respiratorios en presencia de disnea y dolor torácico pleurítico agudos sugieren neumotórax. Taquicardia, taquipnea y un componente pulmonar acentuado del segundo tono cardíaco (P2) pueden ser las principales manifestaciones de una EP en la exploración física. Electrocardiografía Hay que realizar un ECG, una fuente de datos fundamentales, durante los primeros 10 min posteriores a la llegada de personas con molestias torácicas en curso y tan rápidamente como sea posible en aquellos que presentaron síntomas de dolor torácico compatible con un SCA, pero cuyas molestias han desaparecido en el momento de la evaluación, con el fin de identificar a aquellos pacientes que podrían beneficiarse de un tratamiento de reperfusión inmediata (mecánico o farmacológico)5,10 (v. capítulo 12). La obtención de un ECG antes de llegar al hospital reduce el tiempo entre domicilio y diagnóstico y, en el caso de un IM con elevación del segmento ST (IMEST), el tiempo entre domicilio y dilatación con balón. El ECG prehospitalario reduce los tiempos tanto en el escenario como de traslado en el caso de pacientes con IMEST.11,13 El ECG ayuda a definir tanto el diagnóstico como el pronóstico. Las alteraciones del segmento ST de nueva aparición persistentes o transito- rias (≥ 0,05 mV) que se desarrollan durante un episodio sintomático en reposo y desaparecen cuando lo hacen los síntomas son muy sugestivos de isquemia aguda y de EAC grave. Los cambios inespecíficos en el segmento ST o las alteraciones de la onda T de 0,2 mV o menos no resultan tan útiles para la estratificación del riesgo. Los índices de probabilidad para SCA con los diversos hallazgos en el ECG se muestran en la tabla 56-3.5 Un ECG completamente normal no descarta SCA: el riesgo de IAM es de aproximadamente un 4% para los pacientes con antecedentes de EAC y del 2% en aquellos sin tales antecedentes.5,13,14 Los pacientes con hallazgos normales o casi normales en un ECG presentan, sin embargo, un mejor pronóstico que aquellos con un ECG anormal durante la evaluación inicial. Más aún, un ECG normal tiene un valor predictivo negativo (VPN) del 80-90%, independientemente de que el paciente está sufriendo dolor torácico en el momento en que se obtuvo el ECG.5,10,14 La elevación difusa del segmento ST y el descenso del segmento PR sugieren pericarditis. La taquicardia con desviación a la derecha del eje, el bloqueo de rama derecha, las inversiones de la onda T en las derivaciones V1 a V4, y una onda S en la derivación I y una onda Q e inversiones de la T en la derivación III sugieren EP. La disponibilidad de ECG previos mejora la precisión diagnóstica y reduce las tasas de ingreso de los pacientes con trazados basales anormales. Los trazados electrocardiográficos seriados mejoran la capacidad de los clínicos para diagnosticar un IAM, especialmente si el paciente se mantiene asintomático y en particular si se combinan con mediciones seriadas de los marcadores biológicos cardíacos. La monitorización electrocardiográfica continua para detectar variaciones del segmento ST tiene una contribución incierta en el tratamiento de los pacientes. Las derivaciones posteriores pueden ayudar a identificar isquemia en el territorio irrigado por la arteria coronaria circunfleja, una zona por lo demás relativamente silente en los ECG. Radiografía de tórax A todos los pacientes con dolor torácico se les realiza típicamente una radiografía de tórax. No suele ser diagnóstica en los pacientes con SCA, pero puede demostrar el edema pulmonar secundario a las disfunciones diastólica o sistólica inducidas por la isquemia. Resulta más útil para el diagnóstico o sugerencia de otras patologías; por ejemplo, puede demostrar un ensanchamiento mediastínico o del botón aórtico en los pacientes con disección aórtica. La radiografía de tórax suele ser normal en la EP, pero puede demostrar atelectasias, elevación del hemidiafragma, derrame pleural o, más raramente, una joroba de Hampton o el signo de Westermark. La radiografía de tórax puede revelar una neumonía o neumotórax. Marcadores biológicos A los pacientes con dolor torácico posiblemente relacionado con SCA se les deben realizar mediciones de los marcadores biológicos de lesión miocárdica (v. capítulos 57 a 59). El biomarcador de elección es la troponina cardíaca T (cTnT) o I (cTnI); la isoenzima MB de la creatina cinasa (CK-MB) es menos sensible.5,15 Utilidad diagnóstica Los estudios sobre utilidad diagnóstica de cTnI, cTnT y CK-MB indican que cuando los resultados de cualquiera de estas pruebas son anormales, el paciente tiene alta probabilidad de presentar un SCA. Estos análisis suponen una ayuda indispensable para el diagnóstico de IM y tienen una excelente sensibilidad y especificidad cuando se consideran como parte de la evidencia clínica total. TROPONINAS. Diferentes genes codifican las troponinas en el mús- culo cardíaco, el músculo esquelético lento y el músculo esquelético de acción rápida; por tanto, las pruebas sobre troponinas cardíacas son más específicas para lesión miocárdica que las realizadas para CK-MB, y la troponina cardíaca es el marcador biológico diagnóstico de elección.15 La alta especificidad de las troponinas cardíacas para el miocardio hace que las elevaciones falsamente positivas (es decir, elevaciones en ausencia de lesión miocárdica) sean excepcionales. Más aún, las elevaciones en ausencia de otros datos clínicos compatibles con SCA suelen representar verdadera lesión miocárdica debida a otras TABLA 56-2 Valor de los elementos de la anamnesis de dolor torácico para el diagnóstico de síndrome coronario agudo DESCRIPTOR DEL DOLOR COCIENTE DE PROBABILIDADES POSITIVO (IC AL 95%) Probabilidad aumentada de IAM Irradiación al brazo o al hombro derechos 4,7 (1,9-12) Irradiación a ambos brazos u hombros 4,1 (2,5-6,5) Asociación con el ejercicio 2,4 (1,5-3,8) Irradiación al brazo izquierdo 2,3 (1,7-3,1) Asociación con diaforesis 2 (1,9-2,2) Asociación con náuseas y vómitos 1,9 (1,7-2,3) Peor que una angina previa o similar a un IM previo 1,8 (1,6-2) Descripción como opresión 1,3 (1,2-1,5) Probabilidad disminuida de IAM Descrito como pleurítico 0,2 (0,1-0,3) Descrito como postural 0,3 (0,2-0,5) Descrito como punzante 0,3 (0,2-0,5) Reproducible con la palpación 0,3 (0,2-0,4) Localización inframamaria 0,8 (0,7-0,9) Sin asociación con el ejercicio 0,8 (0,6-0,9) IAM, infarto agudo de miocardio; IC, intervalo de confianza. Modificado de Swap CJ, Nagurney JT. Value and limitations of chest pain history in the evaluation of patients with suspected acute coronary syndromes. JAMA 2005; 294:2623. TABLA 56-3 Valor de los hallazgos electrocardiográficos (ECG) para el diagnóstico de síndrome coronario agudo (SCA) HALLAZGO EN EL ECG COCIENTE DE PROBABILIDADES POSITIVO (IC AL 95% CUANDO ESTÉ DISPONIBLE) Nueva elevación del segmento ST ≥ 1 mm 5,7-53,9 Nueva onda Q 5,3-24,8 Cualquier elevación del segmento ST 11,2 (7,1-17,8) Nuevo defecto de conducción 6,3 (2,5-15,7) Nuevo descenso del segmento ST 3-5,2 Cualquier onda Q 3,9 (2,7-5,7) Cualquier depresión del segmento ST 3,2 (2,5-4,1) Pico de onda T y/o inversión ≥ 1 mm 3,1 Nueva inversión de onda T 2,4-2,8 Cualquier defecto de conducción 2,7 (1,4-5,4) IC, intervalo de confianza. Modificado de Panju AA, HemmelgarnBR, Guyatt GH, Simel DL: Is this patient having a myocardial infarction? JAMA 280:1256, 1998. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1063 A b o rd aje d el p acien te co n d o lo r to rácico 56 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . causas diferentes a la trombosis arterial coronaria. Los IM de tipo 2 aparecen en el contexto de EAC estable, bien por reducción del aporte de oxígeno al miocardio (p. ej., hipotensión, vasoespasmo, anemia grave) o bien por aumento de la demanda miocárdica de oxígeno (p. ej., crisis hipertensivas, taquicardia, estenosis aórtica crítica, miocardiopatía hipertrófica grave, ejercicio extremo). El daño miocárdico se puede producir con formas directas de lesión miocárdica, como en el contexto de miocarditis, contusión miocárdica, o cardioversión o desfibrilación. Las situaciones que afectan a la circulación pulmonar, como EP u otras causas de hipertensión pulmonar aguda, también pueden conducir a lesión bioquímicamente detectable del ventrículo derecho. Los pacientes con enfermedad renal pueden presentar niveles elevados de troponinas cardíacas.15 El mecanismo exacto sigue siendo incierto, pero en los pacientes con una anamnesis sugestiva de SCA, un nivel de troponinas cardíacas elevado comporta un aumento similar del riesgo de complica- ciones isquémicas en los pacientes con un amplio rango de funciones renales.15 También pueden aparecer niveles elevados de cTn en pacientes con una sepsis grave. Los umbrales específicos de sexo para las pruebas de troponinas no parecen ofrecer ninguna ventaja práctica.16 La mayor sensibilidad de las pruebas sobre cTn sensibles actuales han permitido acortar considerablemente la tradicional toma de muestras seriadas de marcadores biológicos a lo largo de 24 h. Las directrices estadounidenses actuales recomiendan la medición en el momento de presentación y posteriormente de 3 a 6 h después de la instauración de los síntomas (con mediciones adicionales si aparecen cambios electrocardiográficos u otros hallazgos de alto riesgo).5 Tal estrategia consigue un VPN próximo al 99%.17-19 Más recientemente, las pruebas de troponinas de alta sensibilidad (hsTn) permiten en la actualidad límites de detección incluso menores (p. ej., < 0,001 ng/ml o < 1 pg/ml) y hacen que al menos el 50% (en algunos casos ≥ 95%) de los individuos sanos por debajo del percentil 99° presenten un nivel medible de troponina.15,20 Estas pruebas pueden acortar el intervalo temporal hasta la siguiente medición a 1-2 h y aun así lograr un VPN ≥ 99,5%.21,22 Es más, tales pruebas también podrían permitir dar de alta con seguridad a los pacientes sobre la base de un valor único de troponina a la presentación. Utilizando un umbral de corte muy por debajo del percentil 99° y a menudo del límite de detección, aproximadamente del 20 al 25% de los pacientes presentarán un nivel tan bajo o indetectable que se corresponderá con un VPN > 99%.23- 26 La posibilidad de generalizar estos hallazgos también dependerá del momento y de la naturaleza del síndrome de presentación, con pacientes con un tiempo muy corto entre el comienzo de los síntomas y su presentación que necesitan la toma seriada de muestras.27 La toma seriada de muestras con las pruebas de hsTn también permite la posibilidad de valorar el cambio en la concentración de troponina entre dos momentos temporales, al ofrecer los aumentos relativos, y particularmente los absolutos por encima de ciertos umbrales, potencial de mayor especificidad para IM.2,28-30 Los estudios generales que han valorado la evaluación de hsTn apoyan el concepto de protocolos diagnósticos acelerados que demues- tran un VPN elevado de las concentraciones muy bajas en pacientes que acuden por sospecha de SCA. Sin embargo, hay que tener en cuenta el tiempo desde el comienzo de los síntomas y el riesgo de la población. Además, en centros sin disponibilidad de pruebas de alta sensibilidad, las tomas seriadas a la presentación y pasadas de 3 a 6 h siguen siendo el estándar de actuación.20 Isoenzima MB de la creatina cinasa. La CK-MB tiene menos especificidad que las troponinas cardíacas debido a su producción en el músculo esquelético, la lengua, el diafragma, el intestino delgado, el útero y la próstata. La utilización del índice relativo de CK-MB (índice entre CK-MB y CK total) corrige parcialmente esta limitación del músculo esquelético como fuente. La cantidad de CK-MB en el músculo esquelético, sin embargo, aumenta en los pacientes con situaciones que producen des- trucción y regeneración crónica del músculo (p. ej., distrofia muscular), en aquellos que participan en pruebas atléticas de alta exigencia (p. ej., correr una maratón) y en personas que sufren rabdomiólisis.31 Las elevaciones de la CK-MB resultan particularmente frecuentes en los pacientes en el SU debido a que presentan mayores tasas de abuso de alcohol o de antecedentes traumáticos. Una ventaja de la CK-MB es su menor vida media en la circulación, lo que la convierte en útil para detallar el mo- mento de un IM (una CK-MB normal con un nivel elevado de troponinas podría representar un pequeño IM o un IM que se produjo hace varios días) y para el diagnóstico de reinfarto en un paciente que sufrió un IM la semana previa. Sin embargo, las pruebas de hsTn ofrecen un valor si- milar. Otros marcadores (v. también tabla e60-1). La copeptina la secreta la hipófisis precozmente en el curso de un IM. Se ha investigado en combi- nación con la troponina en pacientes que presentan sospecha de SCA. En el estudio CHOPIN, tanto una copeptina negativa como una prueba sensible de troponina en pacientes que acudieron durante las primeras 6 h desde el comienzo de los síntomas tuvieron un VPN del 99,2%.32 Sin embargo, un estudio que analizó la contribución diagnóstica creciente de una prueba de copeptina de 1 h añadida a hsTn no demostró beneficios en cuanto al VPN para IM.33-35 Se han estudiado como marcadores biológicos diagnósticos la mioglobina, una proteína de unión a ácidos grasos de tipo cardíaco y la albúmina modificada por la isquemia (AMI), pero ninguna es específica del tejido miocárdico. La aparición de las pruebas de troponinas sensibles y actualmente de alta sensibilidad deja poco espacio para el valor añadido de estas pruebas.36 Muchos pacientes con SCA, incluidos aquellos sin evidencia de necrosis miocítica, presentan concentraciones elevadas de marcadores biológicos inflamatorios, como proteína C reactiva, amiloide A sérico, mieloperoxidasa o interleucina 6.37-39 Hasta la fecha, ningún estudio ha identificado los puntos umbrales exactos para la toma de decisiones ni demostrado un aumento del beneficio con una estrategia de ingreso o tratamiento basada en estos nuevos marcadores, por lo que es limitada la utilidad clínica de estas observaciones. La prueba del dímero D resulta útil en los pacientes con dolor torácico como ayuda para descartar EP, porque un análisis por inmunoadsorción ligado a enzimas (ELISA, enzyme-linked immunosorbent assay) negativo tiene un VPN > 99% en los pacientes con una probabilidad clínica baja (los pacientes con una probabilidad clínica alta deben ser sometidos a pruebas de imagen).40 De manera similar, un dímero D negativo tiene un VPN del 96% para disección aórtica.41 Los péptidos natriuréticos de tipo B (BNP y N-terminal pro-BNP) reflejan un aumento en la tensión de la pared ventricular. Los péptidos natriuréticos ayudan con frecuencia al diagnóstico de insuficiencia cardíaca. Los niveles de BNP pueden elevarse en el contexto de una isquemia miocárdica transitoria,42 y la magnitud de su elevación en pacientes con SCA estárelacionada con el pronóstico.43 Aunque no específicos de SCA, la adición de las mediciones del péptido natriurético al algoritmo diagnóstico mejora la discriminación y logra mejoría en la reclasificación.44 Se han estudiado los micro-ARN circulantes en pequeños estudios, pero aún no han demos- trado conseguir un aumento en el valor diagnóstico o pronóstico en pacientes que acuden por sospecha de IAM.45 Estrategia de las pruebas Las directrices sobre práctica actuales recomiendan la medición de los marcadores biológicos de lesión cardíaca en los pacientes con síntomas que sugieran SCA.5,29 Más aún, a los pacientes con una probabilidad muy baja de SCA no se les deben realizar tales mediciones, porque unos resultados de falsos positivos podrían conducir a ingresos hospitalarios, pruebas, procedimientos y complicaciones innecesarios. Las directrices del ACC/AHA y la European Society of Cardiology (ESC) recomiendan cTnI o cTnT como el marcador de elección de primera línea, aunque la CK-MB (por análisis de masa) resulta una alternativa aceptable. La preferencia por las troponinas cardíacas refleja la mayor especificidad de estos marcadores frente a la CK-MB y el valor pronóstico de las elevaciones de la troponina en presencia de niveles normales de CK-MB. Si el conjunto inicial de marcadores resulta negativo, hay que obtener otra de 3 a 6 h más tarde; si se utiliza una prueba de alta sensibilidad, se puede considerar un algoritmo de 1 h.3,5 Ayudas en la toma de decisiones En la figura 56-1 se presenta un algoritmo para la evaluación diagnós- tica del dolor torácico. La integración de la anamnesis, la exploración física, el ECG y los marcadores biológicos de lesión miocárdica permite al clínico valorar la probabilidad de un SCA y el riesgo de complicaciones (tablas 56-4 y 56-5). Más aún, los algoritmos multivariable validados prospectivamente mejoran la estratificación del riesgo en pacientes con dolor torácico agudo. Estos algoritmos permiten estimar la probabilidad de IAM, cardiopatía isquémica aguda o el riesgo de complicaciones cardíacas mayores en pacientes individuales. Sirven fundamentalmente para identificar a los pacientes que están en riesgo de complicaciones y a quienes, por tanto, no precisan ingreso hospitalario o en una unidad de atención coronaria.46 También existen ayudas a la toma de decisiones para la EP aguda (v. capítulo 84) y la disección aórtica (v. capítulo 63). La escala de riesgo Thrombolysis in Myocardial Ischemia (TIMI) deriva y fue validada a partir de pacientes incluidos en los ensayos clínicos sobre SCA.5 Un protocolo de atención (ADAPT) para el tratamiento seguro de los pacientes integra esta escala. Un estudio observacional prospectivo sobre Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1064 EN FE RM ED A D ES C A RD IO VA SC U LA RE S AT ER O ES CL ER Ó TI CA S VII 2.000 pacientes con sospecha de SCA evaluó un protocolo acelerado que incluía la escala de riesgo TIMI y las mediciones de la troponina a las 0 y 2 h. El VPN para episodios cardiovasculares adversos a 20 días fue del 99,7%.47 Siguiendo este protocolo, la proporción de pacientes dados de alta con seguridad en las primeras 6 h aumentó del 11 al 19%.48 Entre las limitaciones de estos análisis están su aplicación en un único centro y que incorporaban un seguimiento estrecho con pruebas de estrés durante las primeras 72 h a los pacientes dados precozmente de alta.19 La escala HEART utiliza componentes similares a los de la escala de riesgo TIMI. Cuando se combinó con las mediciones seriadas de troponina, demos- tró potencial para reducir pruebas cardíacas un 82%.49 Una evaluación posterior de la escala HEART y las mediciones seriadas de hsTn a las 0 y 3 h en pacientes que acudieron por sospecha de SCA (ruta HEART) redujeron las pruebas a 30 días un 12,1% y la duración de los ingresos 12 h, y aumentaron las altas tempranas un 21%. A 30 días, ninguno de los pacientes identificados para el alta temprana presentó episodios cardíacos.50 FIGURA 56-1 Algoritmo para el abordaje diagnóstico inicial del paciente con dolor torácico. AI, angina inestable; an., anamnesis; c/c, compatible con; DAo, disección aórtica; ECG, electrocardiograma; eco, ecocardiografía; EST, elevación del segmento ST; ETE, ecografía transesofágica; IMEST, infarto de miocardio con elevación del segmento ST; IMSEST, in- farto de miocardio sin elevación del segmento ST; IOT, inversión de onda T; RM, resonancia magnética; RxT, radiografía de tórax; SCA, síndrome coronario agudo; TC, tomografía computarizada; V/Q, estudio de ventilación perfusión. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1065 A b o rd aje d el p acien te co n d o lo r to rácico 56 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . TRATAMIENTO INMEDIATO Las directrices del ACC y la AHA sugieren un abordaje del tratamiento inmediato de los pacientes con un posible SCA que integre la información de la anamnesis, la exploración física, un ECG de 12 derivaciones y unas pruebas iniciales sobre marcadores cardíacos para asignar a los pacientes a cuatro categorías: diagnóstico sin relación cardíaca, angina crónica estable, posible SCA y SCA establecido5 (fig. 56-2). Este algoritmo dirige a los pacientes con elevaciones del segmento ST para tratamiento de reperfusión inmediata, de acuerdo con las directrices del ACC y la AHA para IAM. Los pacientes con SCA que presentan cambios en el segmento ST o la onda T, dolor mantenido, marcadores cardíacos positivos o alteraciones hemodinámicas requieren ingreso hospitalario para el tratamiento de isquemia aguda. Los pacientes con un SCA TABLA 56-4 Probabilidad de que los signos y síntomas representen un síndrome coronario agudo (SCA) CARACTERÍSTICA ALTA PROBABILIDAD PROBABILIDAD INTERMEDIA BAJA PROBABILIDAD Cualquiera de los siguientes Ausencia de características de alta probabilidad y presencia de cualquiera de las siguientes Ausencia de características de probabilidad alta o intermedia, pero posibilidad de presentar alguna de las siguientes Anamnesis • Dolor o molestias en el tórax o en el brazo izquierdo como síntoma principal que reproduce una angina previa documentada • Antecedentes conocidos de enfermedad arterial coronaria, incluido infarto de miocardio • Dolor o molestias en el tórax o en el brazo izquierdo como síntoma principal • Edad > 70 años • Sexo masculino • Diabetes mellitus • Probables síntomas isquémicos en ausencia de cualquiera de las características de probabilidad intermedia • Uso reciente de cocaína Exploración física • Soplo de insuficiencia mitral transitorio, hipotensión, diaforesis, edema pulmonar o crepitantes • Enfermedad vascular extracardíaca • Molestias torácicas que se reproducen con la palpación Electrocardiograma • Nueva o presumiblemente nueva desviación transitoria del segmento ST (≥ 0,1 mV) o inversión de la onda T (≥ 0,2 mV) en múltiples derivaciones precordiales • Ondas Q fijas • Depresión del segmento ST de 0,05-0,1 mV o inversión de la onda T > 0,1 mV • Aplanamiento o inversión de la onda T < 0,1 mV en derivaciones con ondas R dominantes • ECG normal Marcadores cardíacos • Elevación de cTnI, cTnT o CK-MB • Niveles normales • Niveles normales Tomado de Anderson JL, Adams CD, Antman EM, et al. ACC/AHA 2007 guidelines for the management of patients with unstableangina/non ST-elevation myocardial infarction: A report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines (Writing Committee to Revise the 2002 Guidelines for the Management of Patients With Unstable Angina/Non ST-Elevation Myocardial Infarction): Developed in collaboration with the American College of Emergency Physicians, the Society for Cardiovascular Angiography and Interventions, and the Society of Thoracic Surgeons: Endorsed by the American Association of Cardiovascular and Pulmonary Rehabilitation and the Society for Academic Emergency Medicine. Circulation 2007;116:e148. TABLA 56-5 Riesgo a corto plazo de fallecimiento o de isquemia miocárdica no mortal en pacientes con angina inestable CARACTERÍSTICA ALTO RIESGO RIESGO INTERMEDIO BAJO RIESGO Debe estar presente al menos una de las siguientes características Sin características de alto riesgo, pero debe existir una de las siguientes Sin características de riesgo alto o intermedio, pero puede existir cualquiera de las siguientes Anamnesis • Aceleración del curso de los síntomas isquémicos de las 48 h previas • IM previo, patología vascular periférica o cerebral, o IDAC; toma previa de AAS Tipo de dolor • Dolor de curso prolongado (> 20 min) en reposo • Angina de reposo prolongada (> 20 min), ya resuelta, con probabilidad intermedia o alta de EAC • Angina de reposo (> 20 min) o que se alivia con el reposo o con nitroglicerina sublingual • Angina nocturna • Aparición o progresión de angina de clase III o IV de la CCS durante las últimas 2 semanas sin dolor prolongado en reposo (20 min) pero con probabilidad intermedia o alta de EAC • Frecuencia, gravedad o duración de la angina aumentadas • Angina provocada con un umbral menor • Angina de nueva aparición que comenzó de 2 semanas a 2 meses antes de la evaluación inicial Hallazgos clínicos • Edema pulmonar, con mayor probabilidad producido por isquemia • Soplo de IMi nuevo o que empeora • S3 o crepitantes nuevos o que empeoran • Hipotensión, bradicardia, taquicardia • Edad > 75 años • Edad > 70 años Electrocardiograma • Angina de reposo con cambios transitorios del segmento ST > 0,05 mV • Bloqueo de rama, nuevo o presumiblemente nuevo • Taquicardia ventricular sostenida • Cambios en la onda T • Ondas Q patológicas o depresión en reposo del segmento ST < 0,1 mV en múltiples grupos de derivaciones (anterior, inferior, lateral) • ECG normal o sin cambios Marcadores cardíacos • Elevación de cTnI, cTnT o CK-MB • Ligera elevación de cTnI, cTnT o CK-MB • Niveles normales AAS, ácido acetilsalicílico; CCS, Canadian Cardiovascular Society; EAC, enfermedad arterial coronaria; ECG, electrocardiograma; IDAC, injerto de derivación arterial coronaria; IMi, insuficiencia mitral. Tomado de JL, Adams CD, Antman EM, et al. ACC/AHA 2007 guidelines for the management of patients with unstable angina/non ST-elevation myocardial infarction: A report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines (Writing Committee to Revise the 2002 Guidelines for the Management of Patients With Unstable Angina/Non ST-Elevation Myocardial Infarction): Developed in collaboration with the American College of Emergency Physicians, the Society for Cardiovascular Angiography and Interventions, and the Society of Thoracic Surgeons: Endorsed by the American Association of Cardiovascular and Pulmonary Rehabilitation and the Society for Academic Emergency Medicine. Circulation 2007;116:e148. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1066 EN FE RM ED A D ES C A RD IO VA SC U LA RE S AT ER O ES CL ER Ó TI CA S VII posible o establecido que no tienen ECG diagnósticos y con marcadores cardíacos séricos inicialmente normales pueden ser vigilados en una unidad de dolor torácico o en una unidad de cuidados no intensivos con realización de pruebas adicionales posteriormente (v. más adelante). Protocolos y unidades para el dolor torácico Una ruta clave sobre el dolor torácico típico comprende varios elementos principales (v. fig. 56-2). De acuerdo con las recomendaciones del ACC y la AHA,5 los pacientes con un riesgo bajo de SCA o de complicaciones asociadas pueden ser vigilados durante varias horas mientras son sometidos a monitorización electrocardiográfica y mediciones seriadas de los marcadores cardíacos. Los pacientes en los que se desarrollan evidencia de isquemia u otros indicadores de mayor riesgo deben ser ingresados en un servicio de cardiología (unidad de cuidados intermedios o coronaria) para tratamiento adicional. Los pacientes que no desarrollan recidiva del dolor u otros predictores de mayor riesgo pueden ser dados de alta a domicilio si su riesgo es muy bajo o ser pro- gramados para pruebas no invasivas precoces (v. más adelante) antes o después del alta. Específicamente, como se indicó anteriormente, los pacientes con niveles de troponina normales, sin alteraciones en el ECG relacionadas con isquemia y con una puntuación de riesgo TIMI de 0 o una puntuación HEART ≤ 3, presentan un riesgo extremadamente bajo de episodios cardiovasculares adversos, por lo que se puede valorar el alta domiciliaria. Los pacientes sin evidencia bioquímica o por ECG de isquemia y con un riesgo muy bajo pueden ser valorados mediante pruebas no invasivas. Las pruebas ambulatorias de estrés son una opción razonable si el paciente presenta un riesgo bajo de SCA y si se pueden llevar a cabo las pruebas en menos de 72 h; tal estrategia puede resultar segura. Estos pacientes pueden recibir ácido acetilsalicílico y posiblemente bloqueantes β -adrenérgicos (β -bloqueantes) y nitro- glicerina sublingual. Para potenciar la eficacia y la fiabilidad de la implementación de tales protocolos sobre dolor torácico, muchos hospitales dirigen a los pacientes de bajo riesgo con dolor torácico hacia unidades especiales para el dolor torácico.3 Estas unidades se localizan con frecuencia adyacentes o dentro de los SU. La tasa de IM se aproxima al 1-2% en la mayoría de tales unidades, habiéndose demostrado su seguridad y ahorro de costes en el tratamiento de los pacientes de bajo riesgo. Se utilizan también a veces las unidades de dolor torácico para pacientes de riesgo intermedio, como aquellos con antecedentes de EAC, pero sin otros predictores de alto riesgo. En un ensayo clínico aleatorizado de base comunitaria, los pacientes con angina inestable y un riesgo global intermedio de complicaciones presentaron resultados similares y menores costes si recibían atención en unidades de dolor torácico frente a los servicios hospitalarios convencionales. Pruebas no invasivas precoces Electrocardiografía durante ejercicio en cinta continua La electrocardiografía durante ejercicio en cinta continua no resulta cara y está disponible a diario en muchos hospitales fuera de las horas laborales tradicionales, y los datos prospectivos indican que los resultados de la prueba de ejercicio precoces aportan información pronóstica fiable en poblaciones de pacientes de bajo riesgo (v. capítulo 13). La mayoría de estudios han utilizado el protocolo de esfuerzo de Bruce o de Bruce modificado. Múltiples estudios han demostrado la seguridad de las pruebas de esfuerzo en pacientes de bajo riesgo y un VPN típicamente superior al 99%, aunque el valor predictivo positivo es frecuentemente inferior al 50% (en función de la prevalencia del SCA en la población en estudio).3 FIGURA 56-2 Algoritmo para la evaluación y el tratamiento de los pacientes en los que se sospecha un síndrome coronario agudo (SCA). La duración necesaria del período de observación (1-3 h) dependeráde la sensibilidad de la prueba de troponina. Las decisiones fundamentales se presentan en negrita. ACC/AHA, American College of Cardiology/ American Heart Association; ECG, electrocardiograma; IMEST, infarto de miocardio con elevación del segmento ST; SCASEST, síndrome coronario agudo sin elevación del segmento ST. (Adaptado de Braunwald E, Antman EM, Beasley JW, et al. ACC/AHA guidelines for the management of patients with unstable angina and non-ST-segment–elevation myocardial infarction: executive summary and recommendations: a report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines (Committee on the Management of Patients With Unstable Angina) [la corrección publicada aparece en Circulation. 2000;102:1739]. Circulation. 2000;102:1193–1209.) Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1067 A b o rd aje d el p acien te co n d o lo r to rácico 56 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . Los pacientes con bajo riesgo clínico de complicaciones pueden ser sometidos de forma segura a una prueba de esfuerzo tras un segundo test de troponina negativo (típicamente pasadas de 3 a 6 h) y sin otra evidencia de isquemia miocárdica.3 En general, los protocolos para pruebas de esfuerzo tempranas o inmediatas excluyen a los pacientes con hallazgos electrocardiográficos compatibles con isquemia no regis- trados en trazados previos, dolor torácico mantenido o evidencia de insuficiencia cardíaca congestiva. El análisis de los datos acumulados ha sugerido que la prevalencia de EAC en poblaciones sometidas temprana- mente a pruebas de esfuerzo se sitúa en un promedio aproximado del 5 al 10%, que la tasa de episodios adversos es insignificante y que menos del 1% evoluciona finalmente hacia angiografía y revascularización.51 La AHA ha elaborado una declaración científica respecto a las indicaciones y contraindicaciones del ejercicio en las pruebas electrocardiográficas de estrés en el SU (tabla 56-6).3 Para los pacientes de bajo riesgo sin evidencia de isquemia miocárdica tras ECG y marcadores biológicos seriados, las pruebas de esfuerzo ambulatorias se han mostrado seguras, idealmente en las primeras 24 h y no más tarde de las 72 h.3 Pruebas de imagen La ecocardiografía de estrés y los estudios de medicina nuclear son las modalidades de imagen no invasiva de elección para los pacientes que no pueden ser sometidos a las pruebas electrocardiográficas de ejercicio en cinta continua debido a discapacidad física o a que presentan ECG de reposo con interpretación equívoca. Los estudios de imagen tienen menor disponibilidad y son más costosos que la electrocardiografía de esfuerzo, pero presentan una mayor sensibilidad para la detección de EAC y la capacidad de cuantificar la extensión y localizar el miocardio en peligro. Los estudios de perfusión en reposo de alto riesgo indican un riesgo aumentado de complicaciones cardíacas mayores, mientras que los pacientes con estudios de bajo riesgo presentan tasas bajas de episodios cardíacos a 30 días (< 2%).52-54 Además de los estudios de imagen en estrés para la detección de isquemia provocable, los estudios de medicina nuclear en reposo también ayudan a determinar si los síntomas de un paciente representan isquemia miocárdica.53 En un ensayo clínico aleatorizado prospectivo multicén- trico sobre 2.475 pacientes adultos del SU con dolor torácico mantenido o de reciente resolución (< 3 h) u otros síntomas sugestivos de isquemia cardíaca aguda y con resultados electrocardiográficos iniciales normales o no diagnósticos, los pacientes fueron aleatoriamente asignados para una estrategia de evaluación habitual o para dicha estrategia suplementada con los resultados de pruebas de imagen de perfusión miocárdica aguda en reposo. La disponibilidad de los resultados de estos estudios no influyó en el tratamiento de los pacientes con IAM o angina inestable, pero redujo las tasas de hospitalización de los pacientes sin isquemia cardíaca aguda del 52 al 42%. Los estudios de imagen de perfusión miocárdica en reposo son más sensibles si se llevan a cabo cuando el paciente está sufriendo los síntomas isquémicos, y dicha sensibilidad disminuye progresivamente con posterioridad. Los estudios de imagen se deben realizar durante las 2 h siguientes a la resolución de los síntomas, aunque los datos apoyan su uso durante hasta 4 h.53 Debe señalarse que los defectos de perfusión que se ven en reposo podrían representar bien isquemia aguda o bien un IM previo, lo cual se puede diferenciar en la prueba de imagen en reposo libre de dolor posterior. La ecocardiografía, sin y con estrés, puede detectar alteraciones en el movimiento de la pared compatibles con isquemia miocárdica o IM. La presencia de alteraciones regionales en el movimiento de la pared de base o inducidas se asocia a un peor pronóstico. La sensibilidad de la ecocardiografía de estrés parece comparable a la de los estudios de imagen de perfusión miocárdica (85-90%), mientras que su especifici- dad es algo mejor (80-95 frente al 75-90%).53 Como con las imágenes de perfusión miocárdica, los resultados son menos interpretables en pacientes con IM previos, en quienes resulta difícil descartar si las anomalías son preexistentes en ausencia de un estudio previo. La ecocardiografía miocárdica con contraste utilizando sustancias con microburbujas ofrece una concordancia razonable (77%) con las pruebas de medicina nuclear, y la combinación de alteraciones regionales en el movimiento de la pared y reducción de la perfusión miocárdica tiene una sensibilidad del 80 al 90% y una especificidad del 60 al 90% para SCA.53 La resonancia magnética (RM) cardíaca también puede ayudar en la evaluación de pacientes con sospecha de SCA.55-57 Un estudio que utilizó la RM cardíaca para cuantificar la perfusión miocárdica, la función ven- tricular y el aumento de realce en pacientes con dolor torácico demostró una sensibilidad para el SCA del 84% y una especificidad del 85%. La adición de imágenes ponderadas en T2, las cuales pueden detectar el edema miocárdico y ayudar, por tanto, a diferenciar los defectos de perfusión agudos y crónicos, mejora la especificidad hasta el 96% sin sacrificar la sensibilidad.57 La integración de la angiografía coronaria por RM está en estudio.56 La RM de estrés con adenosina, aunque más laboriosa, también muestra unas excelentes sensibilidad y especificidad.55 Un ensayo clínico aleatorizado sobre 1.202 pacientes con sospecha de SCA encontró que la RM cardíaca tuvo como resultado una menor probabilidad de angiografías innecesarias en los 12 meses siguientes en comparación con la atención según las directrices, sin diferencias en cuanto a resultados cardíacos adversos.58 La disponibilidad de los recursos y los requisitos de tiempo pueden limitar la utilización habitual de la RM cardíaca en este contexto. En contraste con los datos de imágenes funcionales obtenidos por pruebas de esfuerzo, la angiografía coronaria por TC (ACTC) ofrece datos anatómicos no invasivamente.59 Con la utilización de la TC multide- tector, la ACTC tiene una sensibilidad de aproximadamente el 90% y una especificidad del 65 al 90% para estenosis coronarias superiores al 50%. Se ha evaluado la ACTC en pacientes que presentaban sospecha de SCA. En un ensayo clínico aleatorizado sobre 1.370 pacientes que acudieron con sospecha de SCA con una puntuación de riesgo TIMI de 0 a 2 (bajo riesgo), aquellos que fueron sometidos a una ACTC presentaron mayores tasas de alta del SU (49,6 frente al 22,7%), duraciones de estancias más cortas (18 frente a 24,8 h) y tasas mayores de detección de EAC(9 frente al 3,5%), con solo un episodio adverso en cada grupo.60 En un segundo estudio aleatorizado, 1.000 pacientes con síntomas sugestivos de SCA, un ECG no isquémico y troponinas inicialmente negativas fueron aleatoriamente distribuidos para ACTC precoz o atención estándar. Globalmente, la tasa de SCA fue del 8%, y la ACTC precoz redujo la duración media de la estancia en 7,6 h y consiguió que más pacientes fueran dados de alta directamente desde el SU (47 frente al 12%). No hubo episodios de SCA que pasaran desapercibidos ni se apreciaron diferencias en episodios cardiovasculares adversos a 28 días. El grupo de ACTC sufrió más pruebas posteriores, una mayor exposición a la radiación y un coste similar al del de la atención estándar.4 Un estudio observacional de cohortes evaluó la combinación de hsTn a la presentación y ACTC, en busca de hallazgos avanzados de EAC (≥ 50% estenosis, características de alto riesgo de las placas: remodelación positiva, placas con < 30 unidades Hounsfield bajas, signo del servi- lletero, focos de calcio) en comparación con la troponina convencional y la ACTC, respecto al análisis de las características tradicionales de la EAC (no EAC, EAC no obstructiva, estenosis ≥ 50%), y encontró mayor precisión diagnóstica para el SCA utilizando hsTn y evaluación por angiografía con TC avanzada.61 Además del diagnóstico, la ACTC puede aportar la cuantificación del calcio, lo que da información pronóstica y potencialmente informa sobre la necesidad de pruebas cardíacas TABLA 56-6 Indicaciones y contraindicaciones de las pruebas electrocardiográficas con ejercicio en el servicio de urgencias (SU) Requisitos que hay que tener en cuenta antes de realizar pruebas electrocardiográficas con ejercicio en el contexto del SU: • Dos series de enzimas cardíacas separadas en intervalos de 4 h deben ser normales • Los ECG a la llegada y de 12 derivaciones previos al ejercicio no muestran alteraciones significativas • Ausencia de alteraciones electrocardiográficas en reposo que impedirían una evaluación precisa del ECG de ejercicio • Desde el ingreso hasta la disponibilidad de los resultados de la segunda serie de enzimas cardíacas: pacientes asintomáticos, disminución de los síntomas de dolor torácico o síntomas atípicos persistentes • Ausencia de dolor torácico isquémico en pruebas de ejercicio Contraindicaciones para las pruebas electrocardiográficas durante ejercicio en el contexto del SU: • Alteraciones electrocardiográficas nuevas o en evolución en el trazado en reposo • Niveles anómalos de biomarcadores cardíacos • Incapacidad para realizar ejercicio • Síntomas de dolor torácico isquémico que empeoran o persisten desde el ingreso hasta la realización de las pruebas de ejercicio • Perfiles de riesgo clínico que indican que probablemente sea necesaria una angiografía coronaria de forma inminente Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1068 EN FE RM ED A D ES C A RD IO VA SC U LA RE S AT ER O ES CL ER Ó TI CA S VII adicionales.62 Las directrices más recientes del ACC/AHA reconocen la ACTC como una alternativa razonable a las pruebas de esfuerzo en pacientes con una probabilidad de baja a intermedia de EAC.5 Otra ventaja de la angiografía por TC es que es a menudo la prueba de elección para EP y para disección aórtica (v. capítulos 63 y 83) y, por tanto, una «angiografía por TC de triple descarte» permite valorar EAC, EP y disección aórtica.63-65 Aunque este abordaje detecta con precisión la EAC, la baja prevalencia de EP y disección aórtica y la mayor radiación y exposición a contraste respecto a la ACTC tradicional sugieren que hay que restringir los estudios de triple descarte a los pacientes con una sospecha razonable de EP o disección aórtica.66,67 Al final, la tríada tradicional de la evaluación cuidadosa del clínico sobre la probabilidad previa de origen cardiovascular del dolor torácico, la naturaleza del episodio agudo y la exploración física deben correlacionarse con datos objetivos cada vez más precisos, entre los que se encuentran ECG seriados, pruebas bioquímicas rápidas y técnicas de imagen para ayudar a optimizar la clasificación de los pacientes. 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