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1574 © 2019. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos INTERVENCIONES VALVULARES, 1574 Valvuloplastia pulmonar, 1574 Sustitución valvular pulmonar, 1574 Sistemas de válvula pulmonar, 1575 INTERVENCIONES ARTERIALES, 1575 Angioplastia pulmonar, 1575 Colocación de endoprótesis para coartación aórtica, 1576 INTERVENCIONES SEPTALES, 1576 Técnicas de cierre de las comunicaciones interauriculares, 1576 Técnicas de cierre de comunicación interventricular, 1577 Tratamiento del conducto arterial persistente, 1577 PERSPECTIVAS FUTURAS, 1578 BIBLIOGRAFÍA, 1578 76 Tratamiento basado en catéter de la cardiopatía congénita en los adultos JOHN M. LASALA Y DAVID T. BALZER El número de adultos que viven con una cardiopatía congénita ha aumentado continuamente y los cálculos recientes indican que los adultos superan en número a los niños con esta enfermedad (v. capítulo 75). Conforme sigue aumentando la población, sube el número de adultos que precisan intervención por esta enfermedad. La cardiopatía congénita es muy diversa e implica a todos los aspectos de la fisiología cardiovascular, de manera que se ha hecho necesaria una formación especializada para atender a estos pacientes. De hecho, las directrices más recientes del American College of Cardiology/American Heart Association (ACC/AHA) señalan que las intervenciones en adultos deben realizarse en hospitales de excelencia en cardiopatía congénita del adulto mediante profesionales con «experiencia en el tratamiento quirúrgico y transcatéter de los pacientes con cardiopatía congénita».1 Además, debido a la complejidad de los trastornos de estos pacientes, cualquier hospital con asistencia a adultos con cardiopatía congénita debe tener un equipo interdisciplinar consolidado formado por cirujanos cardíacos, anestesistas especializados en cardiología, intensivistas especializados en cardiología y cardiólogos especializados en cardiopatía congénita.1 Los cardiólogos infantiles intervencionistas son personas clave de este equipo, y es imprescindible la colaboración entre cardiólogos intervencionistas en cardiopatía congénita del adulto y cardiólogos intervencionistas infantiles. Conforme siga evolucionando el potencial de los equipos de cateterismo para cardiopatías congénitas, la línea entre intervenciones quirúrgicas y con catéter irá difuminándose poco a poco. Muchas intervenciones se llevan a cabo en quirófanos híbridos muy especializados donde los cardiólogos intervencionistas trabajan con cirujanos cardíacos. Este modelo combinado de interven- ción seguirá adaptándose a las intervenciones congénitas en adultos y esta evolución continua es lo que hace que este sea un campo muy interesante. Además, los cambios en las técnicas intervencionistas hacen que las indicaciones de intervención sean un «blanco móvil». Como consecuencia, las directrices nacionales pueden quedar obsoletas antes que en décadas previas; por tanto, los cardiólogos intervencionistas que tratan adultos deben estar informados de la bibliografía médica relacionada con este campo. En este capítulo analizamos las áreas principales en las que las intervenciones basadas en catéter se han consolidado en adultos con cardiopatía congénita. El tema de la cardiopatía congénita en adultos se expone en el capítulo 75. INTERVENCIONES VALVULARES La primera valvuloplastia con balón pulmonar estático se realizó en 1982 y desde entonces se han realizado con éxito intervenciones basadas en catéter en todos los tipos de válvulas cardíacas.2 Mientras que la valvuloplastia definió la fase inicial del cateterismo intervencionista congénito, la sustitución valvular está definiendo la fase actual. Valvuloplastia pulmonar En la estenosis valvular pulmonar «típica» hay valvas normales con disminución de la excursión de la válvula como consecuencia de una fusión parcial. La valvuloplastia pulmonar estática, que intenta separar las valvas fusionadas, se realizó por primera vez a principios de la década de 1980 y desde entonces ha reemplazado a la valvulotomía quirúrgica como intervención inicial en los pacientes con estenosis pulmonar valvular aislada típica.3 La valvuloplastia para unas valvas gruesas y/o displásicas es menos efectiva; además, la dilatación con balón no consigue corregir la estenosis subvalvular muscular. Las indicaciones de la valvuloplastia pulmonar en adultos con cardiopatía congénita se exponen en otro apartado (v. capítulo 75).1 Antes de realizar la valvuloplastia pulmonar debe realizarse un cateterismo cardíaco derecho completo, seguido de angiografía del ventrículo derecho (VD) para definir el tracto de salida del ventrículo derecho (TSVD). Las mediciones angiográficas del anillo pulmonar permiten elegir el balón de tamaño apropiado, que es aproximadamente el 120% del anillo pulmonar medido. Por lo general la valvuloplastia con balón es efectiva si se infla a mano el balón elegido. Después de dilatar la válvula pulmonar, debe repetirse la angiografía para descartar una lesión vascular y valorar el grado de insuficiencia pulmonar. Resultados y complicaciones La selección de los pacientes es esencial para conseguir buenos resultados. Los pacientes con estenosis valvular pulmonar típica tienen valvas relativamente delgadas con fusión parcial y responden bien a la valvuloplastia con balón.4 La complicación más frecuente de la valvuloplastia pulmonar es la insuficiencia pulmonar (< 10% con insuficiencia pulmonar 2 + o más), que habitualmente se tolera bien. No hubo episodios adversos graves ni intervenciones quirúrgicas imprevistas en los pacientes con estenosis valvular típica en el informe más reciente del National Cardiovascular Data Registry (NCDR).4 Sustitución valvular pulmonar La válvula pulmonar es una válvula semilunar que separa el VD de la arteria pulmonar principal. Permite la eyección del VD sin obstáculos al tiempo que mantiene la presión diastólica arterial pulmonar mediante coaptación valvular competente. Por desgracia, muchos pacientes con cardiopatía congénita presentan valvulopatía pulmonar con estenosis o insuficiencia, o una combinación de ambas. Además, las válvulas bioprotésicas que se implantan a los niños para reconstruir el TSVD acaban fracasando. La subcategoría anatómica más amplia de cardiopatía congénita «grave» en los adultos es la tetralogía de Fallot,5 en la que la reparación quirúrgica deja a los pacientes con insuficiencia pulmonar grave y diversos grados de obstrucción TSVD. Con el tiempo, la valvulopatía pulmonar produce síntomas (p. ej., intolerancia al ejercicio, Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 14, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1575 Tratam ien to b asad o en catéter d e la card io p atía co n g én ita en lo s ad u lto s 76 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . insuficiencia cardíaca congestiva, arritmias) precursores de disfunción del VD considerable. Para evitar esta disfunción, está justificada la corrección de la estenosis y la colocación de una válvula competente. Sigue siendo problemático determinar el momento oportuno para sus- tituir la válvula pulmonar; en la actualidad hay diversas indicaciones en pacientes sintomaticos1 y asintomáticos6 con valvulopatía pulmonar (v. capítulo 75). Sistemas de válvula pulmonar En la actualidad hay dos sistemas aprobados por la Food and Drug Admi- nistration (FDA) estadounidense para utilizar en la válvula pulmonar: Melody Transcatheter Pulmonary Valve y SAPIEN XT Pulmonic Valve. Ambos tienen sus puntos fuertes y débiles. Válvula Melody Desarrollada por el Dr. Philipp Bonhoeffer en colaboración con Med- tronic, la válvula Melody (fig. 76-1) es una válvula venosa yugular bovinasuturada a una malla de platino-iridio y se despliega con el sistema de aplicación patentado Ensemble. Hay dos tamaños de válvula, aprobados para uso en conductos de la arteria pulmonar-ventrículo derecho (AP-VD) circunferenciales con diámetros del implante original de 16 a 22 mm. Numerosos artículos describen su uso en indicaciones no aprobadas en TSVD nativos y en fracasos de válvulas bioprotésicas,7,8 y algunos expertos han demostrado una función valvular óptima con diámetros del implante hasta de 24 mm.9 Con un diámetro máximo del implante de 24 mm, la limitación más relevante de la válvula Melody es el tamaño. Además, dado que la válvula se extrae y no se fabrica, existen limitaciones naturales de suministro. El punto fuerte de la válvula es principalmente el diseño del sistema de aplicación Ensemble, que cubre la válvula hasta que se coloca en el conducto AP-VD y emplea un catéter con balón dentro de balón que permite que la aplicación sea más fácil de controlar y más previsible. Válvula SAPIEN Diseñada originalmente para tratar la valvulopatía aórtica y homologada en el estudio PARTNER,10 la prótesis expansible con balón transcatéter SAPIEN XT (v. fig. 76-1) se ha aprobado recientemente para uso en posición pulmonar. Desde su introducción a principios de la década de 2000, la válvula ha sufrido modificaciones para mejorar su perfil de seguridad y los resultados.11 La válvula SAPIEN 3 es el modelo más reciente; se caracteriza por una válvula con tres valvas creada con pericardio bovino y tratada con el mismo proceso patentado ThermaFix que las válvulas quirúrgicas Carpentier-Edwards. A diferencia del sistema Melody, la familia de válvulas Edwards ha demostrado más resistencia radial y una variedad más amplia de tamaños (aprobada para uso en conductos con un diámetro de 18 a 28 mm), pero sus sistemas de aplicación son más difíciles de manejar. Resultados y complicaciones La válvula Melody está aprobada por la FDA desde 2010. Los datos sobre los resultados iniciales12 y a medio plazo13 han demostrado un éxito excelente de la intervención y ausencia de reintervención del TSVD con tasas del 98% a los 3 años y del 91% a los 5 años. Las válvulas SAPIEN han conseguido resultados iniciales similares14 y han logrado comparaciones favorables con la válvula Melody.15 Las complicaciones importantes durante la intervención son lesión vascular, rotura del conducto, perforación arterial pulmonar, embolia de la endoprótesis o de la válvula, compresión arterial coronaria, arritmias ventriculares y lesión valvular tricúspide.8 Las complicaciones a largo plazo son fractura de la malla de soporte, disfunción valvular y endocarditis.8,13,16,17 INTERVENCIONES ARTERIALES Los trastornos «arteriales» patológicos observados con más frecuencia por los cardiólogos especializados en intervencionismo congénito están relacionados con lesiones anatómicas en al árbol arterial pulmonar, seguidas por las coartaciones aórticas. Igual que en otros campos del intervencionismo, los avances tecnológicos han aumentado la variedad de tratamientos basados en catéter para la cardiopatía congénita, así como la calidad y la durabilidad de los resultados. En los pacientes adultos, el implante de endoprótesis se ha convertido en un com- plemento consolidado de la angioplastia, y ha mejorado los resultados a corto y largo plazo. Angioplastia pulmonar Numerosas lesiones cardíacas congénitas implican trastornos arteriales pulmonares; además, en muchas intervenciones qui- rúrgicas por cardiopatía congénita están presentes conductos AP-VD, cortocircuitos arteriales sistémicos-pulmonares y bandas en la AP que distorsionan la anatomía de la AP. Como consecuencia, muchos pacientes presentan obstrucciones fijas al flujo san- guíneo pulmonar. Según la localización de la obstrucción, estas lesiones pueden aumentar la presión del VD o pueden causar diferencias de flujo considerables entre los segmentos pulmonares. Con el tiempo, estas obstruccio- nes pueden tener efectos perjudiciales en la función del VD y en la vasculatura pulmonar. Las indicaciones de intervención arterial pulmonar se describen en otro apartado (v. capítulo 75).1 En la actualidad no hay endoprótesis aprobadas por la FDA para las arterias pulmonares; sin embargo, se han utilizado las endoprótesis Palmaz Genesis y la familia de endoprótesis EV3, y han demos- trado una resistencia radial óptima, un perfil bajo y unos diámetros apropiados. En los FIGURA 76-1 Válvulas transcatéter aprobadas por la FDA e imagen radioscópica en proyección lateral. A. Válvula Melody. B. Válvula SAPIEN XT de Edwards. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 14, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1576 EN FE RM ED A D ES D EL M IO CA RD IO , D EL P ER IC A RD IO Y D EL L EC H O V A SC U LA R PU LM O N A R IX niños o en las arterias pulmonares distales o pequeñas en adultos, es razonable utilizar endoprótesis premontadas. Resultados y complicaciones La naturaleza heterogénea de la enfermedad arterial pulmonar ha pro- vocado un espectro amplio de resultados clínicos de las intervenciones basadas en catéter. Tanto la localización anatómica de la estenosis como sus circunstancias de formación como complicación congénita o postoperatoria han contribuido notablemente a las diferencias en los resultados clínicos. Las complicaciones son roturas vasculares, embolia o posición incorrecta de la endoprótesis, edema pulmonar y necesidad de intervenciones o cirugías imprevistas; algunos pacientes pueden morir. Varias revisiones del Boston Children’s Hospital han descrito las diferencias entre lesiones proximales y distales,18 así como la eficacia de usar balones cortantes y/o de presión alta en lesiones resistentes.19 Un informe del NCDR indicaba una seguridad razonable; en 245 intervenciones en todos los grupos de edad hubo episodios adversos en el 13,2% y episodios adversos graves en el 1,2% de los casos, y murieron dos pacientes.4 Colocación de endoprótesis para coartación aórtica La coartación aórtica es un estrechamiento de las dimensiones normales del cayado aórtico (v. capítulo 75). Las coartaciones se localizan con más frecuencia alrededor del istmo aórtico, donde antes estaba insertado el conducto arterial. El incremento de la poscarga provocado por la coartación puede causar disfunción del ventrículo izquierdo (VI) y shock cardiógeno, que a menudo aparecen al principio de la lactancia. Lo más frecuente es que se formen colaterales grandes a través de la pared torácica, que disminuyen el aumento de la poscarga y mantienen la función sistólica. Con el tiempo, los pacientes con coartación presentan diversos grados de hipertensión y, por último, enfermedad arterial coronaria y disfunción diastólica del VI.20 El tratamiento de la coartación ha consistido clásicamente en cirugía cardíaca; sin embargo, están evolucionando las técnicas basadas en catéter. La colocación de una endoprótesis en la coartación se realiza habitualmente por vía retrógrada desde la arteria femoral. Después de medir el gradiente basal, se realiza una angiografía y se mide el cayado aórtico distal y la aorta torácica (a la altura del diafragma). La endoprótesis cubierta pulmonar (CP) Cheatham está aprobada por la FDA para la coartación, pero a menudo se han utilizado otras endoprótesis fuera de indicación aprobada. El diámetro del balón implantado no debe ser mayor que el de la aorta circundante o 3,5 veces la dimensión más pequeña.21 Las endoprótesis se colocan con más frecuencia mediante catéteres de balón dentro de balón porque mejoran el control. Después de pasar una guía rígida a través de la coartación, se coloca un introductor largo por encima de la zonaestrecha y se avanza una endoprótesis montada a su posición en la zona de coartación. Se descubre y se despliega la endoprótesis con inflado del catéter con balón. Después de la colocación con éxito de la endoprótesis, puede ser apropiado realizar dilataciones progresivas adicionales si queda alguna zona estrecha. Debe realizarse una angiografía de control para descartar disección o aneurisma antes de medir el gradiente de presión final. Las indicaciones de intervención por coartación se exponen en otro apartado (v. capítulo 75).1 Se han efectuado comparaciones entre angioplastia con balón, endoprótesis aórtica y resección quirúrgica, y la colocación de endoprótesis basada en catéter ha surgido como la técnica más apropiada en niños mayores y en adultos.20 Resultados y complicaciones La colocación de una endoprótesis en la coartación es segura y más apropiada que la cirugía respecto a la eliminación del gradiente de presión.4,20-23 El informe del NCDR señaló un uso más frecue nte de la endoprótesis en niños mayores y adultos, con casi el 84% de los pacientes con endoprótesis con un gradiente después de la intervención inferior a 10 mmHg.4 Las complicaciones son lesiones en la zona de acceso, roturas o disecciones vasculares, embolia o po- sición incorrecta de la endoprótesis, reestenosis y aneurisma; o in- cluso la muerte. En el NCDR, el 8,6% de los adultos presentaron un episodio adverso, pero solo hubo un episodio adverso grave en 92 pa- cientes.4 El seguimiento a largo plazo continuará revelando el riesgo real de aneurisma y reestenosis a largo plazo en estos pacientes. En los niños que no han acabado el crecimiento, hay que anticipar la necesidad de dilataciones futuras para adaptarse al crecimiento corporal. INTERVENCIONES SEPTALES Técnicas de cierre de las comunicaciones interauriculares Las comunicaciones interauriculares (CIA) son la tercera cardiopatía congénita más frecuente. Afectan a entre 56 y 100 nacidos vivos por cada 100.000 lactantes.24 Las CIA aisladas provocan un cortocircuito izquierda-derecha, cuyo grado depende de la distensibilidad ven- tricular y de la estenosis valvular auriculoventricular (AV). Un cortocircuito izquierda-derecha considerable provoca dilatación del VD; si no se repara, puede causar con el paso del tiempo mus- cularización arterial pulmonar y aumento de la resistencia vascular pulmonar hacia la sexta década de la vida.24 El cierre temprano de las CIA relevantes se ha convertido en la norma asistencial con el objetivo de evitar cambios irreversibles en la resistencia vas- cular pulmonar.24 Los dispositivos y las técnicas transcatéter han evolucionado mucho desde el primer caso publicado en 1976 por King et al. Los dispositivos disponibles en la actualidad tienen puntos fuertes y débiles específicos (fig. 76-2).24 Antes se han explicado las indicaciones de intervención.1 FIGURA 76-2 Distintos dispositivos de cierre para las comunicaciones interauriculares. A. Dispositivo Amplatzer Cribriform. B. GORE Cardioform Septal Occluder. C. Amplatzer Septal Occluder. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 14, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1577 Tratam ien to b asad o en catéter d e la card io p atía co n g én ita en lo s ad u lto s 76 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . Dispositivos Amplatzer Introducido a mediados de la década de 1990, el Amplatzer Septal Occluder (ASO) (St. Jude Medical, Inc., St. Paul) se ha utilizado en miles de pacientes en todo el mundo. El ASO es de alambre de nitinol trenzado que forma un dispositivo autocentrador, con discos auriculares derecho e izquierdo y una cintura central. El dispositivo está relleno de fibras de poliéster dacrón para facilitar la agregación plaquetaria y la endo- telización. El dispositivo se fija a un cable de aplicación y se introduce en la aurícula izquierda a través de un introductor TorqVue patentado del tamaño apropiado. El ASO permite tratar CIA de diversos tamaños siempre que el borde septal auricular sea suficiente para colocar el dispositivo de manera segura. Si el borde septal es deficiente (< 5 mm en zonas contiguas), es más difícil conseguir una posición estable y, en ocasiones, imposible. Si el borde septal es deficiente, pueden emplearse numerosas técnicas de despliegue, pero superan el alcance de este capítulo y están descritas en otras publicaciones.25-27 Poco después de la introducción del ASO, Amplatzer desarrolló el Multi-Fenestrated Septal Occluder o dispositivo Cribriform. A diferencia del ASO, el dispositivo Cribriform no tiene cintura y, por tanto, no es autocentrador. Su ventaja principal es que puede colocarse en un defecto central pequeño y que cubre también numerosos defectos satélite. Su despliegue es idéntico al del ASO, empleando los mismos introductores TorqVue y cables de aplicación. Resultados y complicaciones En la comparación con el tratamiento quirúrgico en el U. S. Pivotal Trial, el ASO fue más seguro y logró unos porcentajes de cierre estadís- ticamente similares. El estudio poscomercialización y un estudio de uso comunitario multicéntrico han consolidado la posición del ASO como dispositivo seguro y efectivo para el cierre transcatéter de una CIA o de un foramen oval persistente.28,29 Los episodios adversos graves notificados son arritmias, embolia del dispositivo, erosión del dispositivo, accidente cerebrovascular y trombo arterial izquierdo. Uno de los episodios adversos más relevantes es la erosión del dis- positivo. Después del primer caso notificado en 2002, AGA/St. Jude revaluaron las instrucciones de uso del AO, pero siguieron notifi- cándose erosiones a la base de datos Manufacturer and User Facility Device Experience (MAUDE). En respuesta a estas erosiones (< 0,05% de las ventas mundiales, ≈ 0,1% de los implantes), la FDA y AGA/St. Jude introdujeron cambios adicionales en las instrucciones de uso para intentar bajar el riesgo de erosión y recomendaron un seguimiento más estricto con ecocardiogramas más frecuentes. Además de la erosión, se publicaron varios casos en niños y en adultos de endotelización diferida en presencia de endocarditis, y han surgido problemas relacionados con la duración apropiada de la profilaxis de la endocarditis bacteriana subaguda después de colocar el dispositivo.30 Dispositivos GORE El dispositivo GORE Helex (retirado del mercado) se aprobó en 2006. No era autocentrador y, por tanto, estaba relativamente limitado respecto a los tamaños de los defectos que podía tratar de manera efectiva (es decir, el dispositivo tenía que tener dos veces el diámetro del defecto). El sistema de aplicación Helex original era incómodo, y el dispositivo era demasiado flexible, por lo que GORE rediseñó su sistema oclusor septal. En la actualidad se comercializa como GORE Cardioform Septal Occluder (GSO). El dispositivo nuevo consiste en un marco de nitinol de cinco alambres que añade resistencia radial y mejora la integridad estructural, y está cubierto con la misma membrana de politetrafluoroe- tileno expandido (PTFEe) que el dispositivo Helex original. El sistema de aplicación nuevo es mucho más intuitivo, y mantiene su mecanismo de cuerda de retención novedoso. Debido a su diseño no autocentrador, el GSO solo puede cerrar defectos de hasta 18 mm de diámetro. Resultados y complicaciones El GSO fue aprobado por la FDA en 2012 y ha logrado una seguridad y una eficacia parecidas al ASO en el cierre del foramen oval persis- tente y de CIA.31-33 GORE está llevando a cabo un estudio prospectivo, aleatorizado, multicéntrico y multinacional (REDUCE Clinical Study [NCT00738894]) para comparar el riesgo de accidente cerebrovascular criptógeno recurrenteen pacientes sometidos a cierre de foramen oval persistente con el GSO además de medicación antiagregante plaquetaria y en pacientes tratados solo con medicación antiagregante plaquetaria. A diferencia del ASO, el dispositivo GORE no ha sufrido erosión en ningún paciente después del implante. En conjunto, la colocación percutánea de un dispositivo se ha consolidado como intervención más apropiada para las CIA gracias a sus excelentes resultados y registros de seguridad.34 Técnicas de cierre de comunicación interventricular Las comunicaciones interventriculares (CIV) son los defectos cardíacos congénitos más frecuentes y su tamaño puede ir desde el grosor de un alfiler hasta la ausencia casi completa del tabique (v. también capítulo 75).35 Las CIV pueden ser un hallazgo aislado o pueden estar asociadas a otras cardiopatías congénitas, principalmente defectos conotruncales (p. ej., tetralogía de Fallot, VD con salida doble, trans- posición de los grandes vasos). El tabique interventricular tiene cuatro regiones principales: entrada, salida, área perimembranosa y área muscular, y los defectos pueden localizarse en cualquiera de estas regiones y pueden extenderse a regiones adyacentes. El cortocircuito a través de una CIV depende de la obstrucción del flujo de salida vas- cular y de la resistencia vascular anterógrada. El tratamiento de las CIV sobrepasa el alcance de este capítulo y las indicaciones de intervención se han descrito previamente (v. capítulo 75).1 El cierre con dispositivo basado en catéter de una CIA muscular, traumática, postoperatoria residual y postinfarto se ha convertido en una alternativa razonable a la cirugía. La CIV perimembranosa sigue siendo controvertida por el riesgo asociado de bloqueo cardíaco. Las CIV en la entrada no pueden tratarse con técnicas transcatéter porque no hay tejido circunferencial donde «aterrizar» de manera segura un dispositivo.35,36 Resultados y complicaciones Las complicaciones específicas del cierre con dispositivo transcatéter de una CIV son insuficiencia aórtica, insuficiencia tricúspide, alteraciones del ritmo y bloqueo AV; la muerte es poco frecuente. En un análisis del registro europeo de dispositivos transcatéter para CIV, Carminati et al.37 encontraron que las CIV en la región perimembranosa tenían más riesgo de presentar bloqueo AV. Con dispositivos similares, otros expertos han encontrado tasas parecidas de bloqueo AV, entre el 2 y el 6%.38-40 De manera interesante, se ha observado un riesgo más bajo de bloqueo AV con oclusores ductales Amplatzer de primera generación.41 Tratamiento del conducto arterial persistente El conducto arterial persistente (CAP) es un defecto cardíaco congénito frecuente detectado con más frecuencia en la lactancia debido al soplo asociado (v. también capítulo 75). El conducto arterial es un resto fetal del sexto arco que conecta la arteria pulmonar con la curva menor del cayado aórtico; dirige el flujo de salida del VD de manera preferente a la aorta descendente. Al nacer, varios cambios fisiológicos importantes (desaparición de las prostaglandinas placentarias circulantes y aumento de la tensión de oxígeno) provocan el cierre funcional temprano del conducto seguido del cierre anatómico en las siguientes semanas o meses. En los pacientes con CAP, el aumento de la resistencia vascular sistémica y el descenso de la resistencia vascular periférica favorecen un cortocircuito izquierda-derecha con circulación pulmonar excesiva y dilatación cardíaca izquierda. Si no se trata, el CAP puede causar insuficiencia cardíaca considerable, arritmias auriculares (secundarias a hipertensión auricular) e hipertensión pulmonar. Es poco frecuente la endoarteritis infecciosa en el CAP.42 Antes de las intervenciones basadas en catéter, los CAP relevantes se ligaban quirúrgicamente mediante una toracotomía posterolateral. Las indicaciones de intervención se exponen en otras publicaciones.1 Desde los primeros intentos de cierre basado en catéter en 1967, se han introducido numerosos dispositivos para tratar las diversas diferencias morfológicas en la anatomía ductal. Desde muelles a tapones vas- culares y a dispositivos de oclusión específicos, la intervención tiene numerosas opciones para cerrar el CAP (fig. 76-3). Existe consenso en la indicación de cierre de un CAP grande asociado a dilatación cardíaca izquierda, pero se mantiene la controversia respecto a la necesidad de cerrar los CAP «asintomáticos».43 Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 14, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1578 EN FE RM ED A D ES D EL M IO CA RD IO , D EL P ER IC A RD IO Y D EL L EC H O V A SC U LA R PU LM O N A R IX Oclusores del conducto Amplatzer (de primera y segunda generación) El dispositivo ADO-I es una malla de alambre de nitinol rellena con tejido de poliéster dacrón para facilitar la agregación plaquetaria y la endotelización. El ADO-II de segunda generación tienen faldones de retención simétricos que permiten colocarlo por vía anterógrada o retrógrada. El ADO-II no está relleno de fibras de poliéster porque el trenzado de la malla de nitinol es más denso que en el ADO-I. Tapones vasculares Amplatzer (de segunda y cuarta generación) En los pacientes con un conducto arterial tubular largo el tapón vascular puede ser el dispositivo de oclusión óptimo. Los tapones vasculares tienen un perfil bajo apropiado y son efectivos en los conductos con longitud suficiente para que no obstruir la arteria pulmonar ni la arteria aorta. El AVP-II tiene numerosos tamaños (3-22 mm). El AVP-IV tiene menos tamaños (4-8 mm) y es ligeramente más largo que el AVP-II, pero su perfil es todavía más bajo, lo que permite atravesar la anatomía tortuosa con facilidad. Dispositivo Nit-Occlud El dispositivo Nit-Occlud tiene un solo muelle de alambre de nitinol que puede enrollarse en forma de embudo cuando se avanza desde el catéter. El dispositivo Nit-Occlud puede aplicarse con un catéter guía 4 Fr con un mecanismo de liberación controlada. El Nit-Occlud tiene varios tamaños con grados variables de rigidez del alambre. Muelle ordinario Después de atravesar conductos arteriales pequeños, pueden ocluirse de manera fiable con muelles simples o muelles desmontables. Resultados y complicaciones El cierre transcatéter del CAP se ha convertido en una intervención fiable con éxito técnico considerable y buena eficacia.4 Numerosos estudios han evaluado los resultados de los muelles desmontables y de los dispositivos Amplatzer y han mostrado que la tasa de cierre global es del 94% aproximadamente.43 Los estudios chinos en 1.500 pacientes han registrado una tasa de éxito técnico del 99% y una tasa de oclusión del 100% a los 6 meses de seguimiento.44 Los episodios adversos graves son excepcionales.4 Las complicaciones leves como lesiones vasculares, embolia del dispositivo, cortocircuito residual, pérdida de sangre con necesidad de transfusión, hemólisis y estenosis arterial pulmonar o aórtica sin necesidad de intervención afectan a los pacientes jóvenes, pero son poco frecuentes en los adultos.4 PERSPECTIVAS FUTURAS La corrección transcatéter de una cardiopatía congénita estructural en los adultos ha logrado avances rápidos en la última década. Los implantes valvulares pulmonares se han convertido en la pieza clave del tratamiento de pacientes con estenosis y/o insuficiencia valvular pulmonar. Los implantes tipo válvula dentro de válvula pueden ser importantes para tratar la degeneración de las válvulas bioprotésicas. Es previsible que estas técnicas evolucionen con rapidez, igual que otras nuevas, imprevistas y avanzadas, de tratamiento transcatéter de la cardiopatía estructural. Están en marcha estudios sobreel registro de válvula dentro de válvula Edwards para las válvulas mitral y aórtica. El Medtronic Evolute R está aprobado para intervenciones válvula dentro de válvula aórtica. Agradecimiento Los autores agradecen sinceramente la contribución del Dr. Toby A. Rockefeller a la redacción de este capítulo. Bibliografía Intervenciones valvulares 1. Warnes CA, et al. 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FIGURA 76-3 Distintos dispositivos de cierre del conducto arterial persistente. A. Amplatzer Ductal Occluder. B. Amplatzer Ductal Occluder II. C. Amplatzer Vascular Plug II. D y E. Nit-Occlud PDA Occluder. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 14, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org Botón1:
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