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670 © 2019. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO, 670 Consideraciones generales sobre los fármacos antiarrítmicos, 670 Antiarrítmicos, 675 ELECTROTERAPIA EN LAS ARRITMIAS CARDÍACAS, 688 Cardioversión eléctrica con corriente continua, 688 Dispositivos eléctricos implantables para el tratamiento de las arritmias cardíacas, 690 Tratamiento por ablación de las arritmias cardíacas, 691 TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LAS TAQUIARRITMIAS, 703 Taquicardias supraventriculares, 703 Taquicardia ventricular, 703 BIBLIOGRAFÍA, 705 36 Tratamiento de las arritmias cardíacas JOHN M. MILLER, GORDON F. TOMASELLI Y DOUGLAS P. ZIPES Según algunos indicios, más del 30% de las personas presentarán una taquiarritmia problemática, con más frecuencia fibrilación auricular, en algún momento durante una esperanza de vida normal. Por tanto, la mayoría de los médicos deberán tratar los problemas de ritmo de sus pacientes, o dichos tratamientos pueden influir o ser influidos por el tratamiento de otros trastornos del paciente. El tratamiento de los pacientes con taquiarritmias ha evolucionado mucho en los últimos 40 años y se ha hecho más complejo y especializado. Hasta finales de los años sesenta había pocos fármacos antiarrítmicos (FAA) relativamente inefectivos que eran la única opción terapéutica, cuando se desarrolló el tratamiento quirúrgico para curar (no solo para detener) las taquiarritmias. Por su parte, este modo fue reemplazado por la ablación con catéter para un mejor control e incluso la cura de muchos tipos de taquicardias supraventriculares y ventriculares sin cardiopatía estructural a partir de los años ochenta. El desfibrilador automático implantable (DAI) se introdujo a principios de los años ochenta y se ha convertido en el tratamiento estándar de los pacientes con arritmias ventriculares graves en presencia de cardiopatías estructurales. Algunos pacientes exigen una combinación de tratamientos, como un DAI y FAA, o cirugía y un DAI; el tratamiento farmacológico también puede afectar a la función del DAI, de forma positiva o negativa. El tratamiento farmacológico de las arritmias, que en el pasado era la única opción, ha sido en buena parte reemplazado como abordaje de primera línea por la ablación o los dispositivos implantados. Sin embargo, en la mayoría de los pacientes, las taquiarritmias son inicialmente tratadas con FAA, por lo que estos agentes continúan desempeñando un papel relevante en el tratamiento de pacientes con una variedad de arritmias. TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO Los principios de la farmacocinética y la farmacodinámica clínicas se abordan en el capítulo 8. Consideraciones generales sobre los fármacos antiarrítmicos La mayoría de los FAA existentes puede dividirse según ejerzan una acción bloqueante que predomine sobre los canales de sodio (Na+), potasio (K+) o calcio (Ca2+) y bloqueen los receptores (tabla 36-1). La clasificación empleada a menudo (Vaughan Williams) es un marco de referencia útil para definir la acción del fármaco, pero tiene sus limitacio- nes, porque se basa en los efectos electrofisiológicos causados por una concentración arbitraria del fármaco, generalmente en una preparación de laboratorio de tejido cardíaco normal. En la práctica, las acciones de estos fármacos son complejas y dependen del tipo de tejido, el grado de daño agudo o crónico, la frecuencia cardíaca, el potencial de membrana, la composición iónica del ambiente extracelular, influencias autónomas (v. capítulo 99), la genética (v. capítulo 33), la edad (v. capítulo 88) y otros factores (v. tabla 36-1). Muchos fármacos ejercen más de un tipo de efecto electrofisiológico u operan indirectamente, como mediante una alteración de la hemodinámica, el metabolismo miocárdico o la transmisión neural autónoma. Algunos poseen metabolitos activos que provocan efectos diferentes a los ocasionados por el compuesto original. No todos los fármacos de la misma clase tienen efectos idénticos (p. ej., amiodarona, sotalol y ibutilida). Mientras que todos los de clase III son tremendamente diferentes, algunos que pertenecen a clases diferentes tienen acciones superpuestas (p. ej., los de las clases IA y IC). Por tanto, los estudios de laboratorio en miocardio sano determinan habitualmente las propiedades idealizadas de los FAA y no sus propiedades antia- rrítmicas reales in vivo. El desarrollo y la aprobación de fármacos nuevos son infrecuentes (ninguno en EE. UU. desde la dronedarona en 2009) porque muchos FAA alteran la repolarización ventricular y pueden causar arritmias ventriculares mortales.1 A pesar de estas limitaciones, la clasificación de Vaughan Williams goza de gran fama y brinda un medio útil de comunicación, pero hay que advertir al lector de que los fármacos tienen acciones más complejas que las descritas en ella. El «Sicilian Gambit» es un marco de referencia más realista pero no utilizado de manera generalizada. Esta estrategia de clasificación farmacológica constituye un intento de identificar los mecanismos de una arritmia concreta, determinar el parámetro vulnerable más sensible a su variación, delimitar el blanco que va a influir sobre él con mayor probabilidad y a continuación seleccionar un fármaco que lo modificará2 (tabla 36-2; v. también tabla 36-1). Clasificación farmacológica Según la clasificación de Vaughan Williams, los fármacos de clase I bloquean predominantemente el canal rápido de sodio (INa). A su vez, se dividen en tres subgrupos, clases IA, IB y IC (tabla 36-3). Algunos bloquean también los canales de potasio en concentraciones farmacológicas relevantes. Clase IA Fármacos que reducen la V · máx. (velocidad de ascenso del potencial de acción ascendente [fase 0]) y prolongan la duración del potencial de acción (DPA; v. capítulo 34): quinidina, procainamida y disopiramida. La cinética de comienzo y de cancelación de los fármacos de clase IA en el bloqueo del canal de Na+ son de rapidez intermedia (< 5 s) comparados con los fármacos de las clases IB y IC. Clase IB Fármacos que no reducen la V · máx. y acortan la DPA: mexiletina, fenitoína y lidocaína. La cinética de comienzo y de cancelación en el bloqueo del canal de sodio es rápida (< 500 ms). Clase IC Fármacos, como la flecainida y la propafenona, que reducen la V · máx., frenan la conducción y pueden causar una prolongación mínima del período refractario. Estos fármacos ralentizan la cinética de comienzo y de cancelación (de 10 a 20 s). Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 671 Tratam ien to d e las arritm ias card íacas 36 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . Clase II Fármacos que ejercen un bloqueo sobre los receptores β -adrenérgi- cos. Entre ellos propranolol, metoprolol, nadolol, carvedilol, nebivo- lol y timolol. Clase III Fármacos que ejercen un bloqueo predominante sobre los canales de potasio (p. ej., IKr) y prolongan la repolarización. Entre ellos, sotalol, amiodarona, dronedarona e ibutilida. (Continúa) TABLA 36-1 Acción de los fármacos empleados en el tratamiento de las arritmias CANALES RECEPTORES BOMBA EFECTOS CLÍNICOS PREDOMINANTES FÁRMACO NA* CA KR KS α β M2 P NA-K ATPasa Función del VI Ritmo sinusal ExtracardíacosRápido Medio Lento Quinidina •A ◉ ○ ○ — ↑ ◉ Procainamida •I ◉ ↓ — ◉ Disopiramida •A ◉ ○ ↓ var. • Ajmalina •A — — ↓ ○ Lidocaína ○ — — ↓ ○ Mexiletina ○ — — ○ Fenitoína ○ — — ◉ Flecainida •A ○ ↓ — ○ Propafenona •A ○ ◉ ↓ ↓ ○ Propranolol ○ • ↓ ↓ ○ Nadolol • ↓ ↓ ○ Amiodarona ○ ◉ • ◉ ◉ ◉ — ↓ • Dronedarona ○ ◉ • ◉ ◉ ◉ — ↓ ○ Sotalol • • ↓ ↓ ○ Ibutilida activador ○ — ↓ ○ Dofetilida • — — ○ Verapamilo ○• ◉ ↓ ↓ ○ Diltiacem ◉ ↓ ↓ ○ Adenosina h — ↓ ◉ Digoxina ○ • ↑ ↓ ◉ Atropina • — ↑ ◉ Ranolacina ○ ○ — — ○ Potencia relativa del bloqueo o efecto secundario extracardíaco: ○ = bajo; ◉ = moderado; • = alto; h = agonista; A = bloqueante del estado activado; I = bloqueante del estado inactivado. — = efecto mínimo; ↑ = aumento; ↓ = descenso; var. = efectos variables. ATPasa, adenosina trifosfatasa; Kr, componente rápido de la corriente rectificadora tardía de K+; Ks, componente lento de la corriente rectificadora tardía de K+; M2, receptor muscarínico de subtipo 2; P, receptor purinérgico A1; VI, ventrículo izquierdo. *Rápido, medio y lento se refieren a la cinética de recuperación del bloqueo del canal de sodio. Modificado de Schwartz PJ, Zaza A. Haemodynamic effects of a new multifactorial antihypertensive drug. Eur Heart J 1992;13:26. TABLA 36-2 Clasificación de las acciones de los fármacos en las arritmias según la modificación de la variable vulnerable MECANISMO ARRITMIA VARIABLE VULNERABLE (EFECTO) FÁRMACOS (EFECTO) Automatismo Normal potenciado Taquicardia sinusal inapropiada Algunas taquicardias ventriculares idiopáticas Despolarización en la fase 4 (descenso) β-bloqueantes Bloqueantes del canal de Na+ Anómalo Taquicardia auricular Potencial diastólico máximo (hiperpolarización) Despolarización en la fase 4 (descenso) Agonistas de M2 Bloqueantes de los canales de Ca2+ o Na+ Ritmos idioventriculares acelerados Despolarización en la fase 4 (descenso) Bloqueantes de los canales de Ca2+ o Na+ Actividad desencadenada PDP Torsades de pointes Duración del potencial de acción (acortamiento) PDP (supresión) β-agonistas; vagolíticos (ascenso del ritmo) Bloqueantes del canal de Ca2+; Mg2+; β-bloqueantes; ranolacina PDT Arritmias provocadas por digitálicos Sobrecarga de calcio (descarga) PDT (supresión) Bloqueantes del canal de Ca2+ Bloqueantes del canal de Na+ Taquicardia ventricular del tracto de salida del VD Sobrecarga de calcio (descarga) PDT (supresión) β-bloqueantes Antagonistas del Ca2+; adenosina Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 672 A RR IT M IA S, M U ER TE S ú BI TA y S ÍN CO PE V Clase IV Fármacos que provocan un bloqueo predominante de los canales lentos de calcio (ICa.L): verapamilo, diltiacem, nifedipino y otros (felodipino bloquea la ICa.T). Un modelo más reciente indica que los antiarrítmicos atraviesan la membrana celular e interaccionan con los receptores en los canales de membrana cuando estos últimos se encuentran en su estado de reposo, activados o inactivados (v. tabla 36-1; v. capítulo 34), y cada una de estas interacciones se caracteriza por diferentes constantes de velocidad de asociación y disociación de un fármaco y su receptor. Tales interacciones dependen del voltaje y del tiempo. Las transiciones entre los estados de reposo, activación e inactivación son dependientes del tiempo y del voltaje. Cuando el fármaco se encuentra unido (asociado) al sitio receptor en el poro del canal o cerca de él (el fármaco puede no «taponar» en realidad el canal), esta última situación no se puede mantener, ni siquiera en el estado de activación. Dependencia del uso. Algunos fármacos ejercen unos efectos inhibido- res mayores sobre el ascenso del potencial de acción cuando la velocidad de estimulación es más rápida y después de un período más largo de activación, una característica denominada dependencia del uso. Los fármacos con esta propiedad disminuyen más la V·máx. después de haber «usado» el canal (es decir, después de la despolarización del potencial de acción en vez de después del período de reposo). Los fármacos con acción clase IB tienen una unión y una desunión rápida a su receptor en la proteína del canal, o producen bloqueo dependiente del uso del canal rápido a velocidades rápidas. Los fármacos de la clase IC poseen una cinética lenta y en los de clase IA es intermedia. Cuanto mayor sea el tiempo transcurrido en diástole (velocidad más lenta), más elevada será la proporción de receptores que quede libre del fármaco y menor será el efecto ejercido por él. Las células no sanas con potenciales de membrana reducidos (es decir, anómalos) se recuperan más lentamente de las acciones farmacológicas que las células sanas con potenciales de membrana más negativos (normales). Esto se denomina dependencia del voltaje del bloqueo. MECANISMO ARRITMIA VARIABLE VULNERABLE (EFECTO) FÁRMACOS (EFECTO) Reentrada dependiente del canal de Na+ Intervalo excitable largo Aleteo auricular típico Conducción y excitabilidad (depresión) Bloqueantes del canal de Na+ de tipos IA y IC Taquicardia de movimiento circular en el WPW Conducción y excitabilidad (depresión) Bloqueantes del canal de Na+ de tipos IA y IC Taquicardia ventricular uniforme mantenida Conducción y excitabilidad (depresión) Bloqueantes del canal de Na+ Intervalo excitable corto Aleteo auricular atípico Período refractario (prolongación) Bloqueantes del canal de K+ Fibrilación auricular Período refractario (prolongación) Bloqueantes del canal de K+ Taquicardia de movimiento circular en el WPW Período refractario (prolongación) Amiodarona, sotalol Taquicardia ventricular uniforme y polimorfa Período refractario (prolongación) Bloqueantes del canal de Na+ de tipo IA Reentrada de rama Período refractario (prolongación) Bloqueantes del canal de Na+ de tipo IA; amiodarona Fibrilación ventricular Período refractario (prolongación) Reentrada dependiente del canal de Ca2+ Taquicardia por reentrada del nódulo AV Conducción y excitabilidad (depresión) Bloqueantes del canal de Ca2+ Taquicardia de movimiento circular en el WPW Conducción y excitabilidad (depresión) Bloqueantes del canal de Ca2+ Taquicardia ventricular sensible a verapamilo Conducción y excitabilidad (depresión) Bloqueantes del canal de Ca2+ AV, auriculoventricular; PDP, posdespolarizaciones precoces; PDT, posdespolarizaciones tardías; VD, ventrículo derecho; WPW, síndrome de Wolff-Parkinson-White. Reproducido con autorización a partir de Task Force of the Working Group on Arrhythmias of the European Society of Cardiology. The Sicilian gambit: a new approach to the classification of antiarrhythmic drugs based on their actions on arrhythmogenic mechanisms. Circulation 1991;84:1831. Copyright 1991, American Heart Association. TABLA 36-2 Clasificación de las acciones de los fármacos en las arritmias según la modificación de la variable vulnerable (cont.) TABLA 36-3 Características electrofisiológicas de los fármacos antiarrítmicos in vitro FÁRMACO DPA dV/dt PDM PRE VC FP EN FASE 4 Auto. NS Contr. Corr. EL SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO Quinidina ↑ ↓ 0 ↑ ↓ ↓ 0 0 0 Antivagal; α-bloqueante Procainamida ↑ ↓ 0 ↑ ↓ ↓ 0 0 0 Antivagal suave Disopiramida ↑ ↓ 0 ↑ ↓ ↓ ↓ 0 ↑ ↓ 0 Central: antivagal, simpaticolítico Ajmalina ↑ ↓ 0 ↑ ↓ ↓ ↓ 0 ↓ 0 Antivagal Lidocaína ↓ 0 ↓ ↓ 0 ↓ ↓ 0 0 0 0 Mexiletina ↓ 0 ↓ 0 ↓ ↓ ↓ 0 ↓ 0 0 Fenitoína ↓ ↓ 0 ↑ 0 ↓ 0 ↓ 0 0 0 Flecainida 0 ↑ ↓ 0 ↑ ↓↓ ↓ 0 ↓ 0 0 Propafenona 0 ↑ ↓ 0 ↑ ↓↓ ↓ 0 ↓ 0 ↓ Simpaticolítico Propranolol 0 ↓ 0 ↓ 0 ↓ 0 ↓* ↓ ↓ 0 ↓ Simpaticolítico Amiodarona ↑ 0 ↓ 0 ↑ ↓ ↓ ↓ 0 ↑ 0 Simpaticolítico Dronedarona ↑ 0 ↓ 0 ↑ ↓ ↓ ↓ 0 ↓ 0 Simpaticolítico Sotalol ↑ 0 ↓ 0 ↑ 0 0 ↓ ↓ ↓ 0 ↓ Simpaticolítico Ibutilida ↑ 0 0 ↑ 0 0 ↓ 0 0 0 Dofetilida ↑ 0 0 ↑ 0 0 0 0 0 0 Verapamilo ↓ 0 0 0 0 ↓* ↓ ↓ ↓↓ ¿Bloqueo de los receptores α?; refuerzo vagal Adenosina ↑ 0 ↓ Más (–) ↑ 0 0 ↓ ↓ 0 ↓ Vagomimético Ranolacina ↑ 0 0 ↑ 0 0 0 0 0 0 ↑ = aumento; ↓ = descenso; 0 = sin cambios; 0 ↑ o 0 ↓ = aumento o descenso leve o inconstante. Auto. NS, automatismo del nódulo sinusal; Contr, contractilidad; Corr. EL, corriente de entrada lenta; DPA, duración del potencial de acción; dV/dt, velocidad de ascensodel potencial de acción; FP, fibra de Purkinje; PDM, potencial diastólico máximo; PRE, período refractario efectivo (intervalo S1-S2 más largo con el que S2 no produce una respuesta); VC, velocidad de conducción. *Con actividad simpática de base. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 673 Tratam ien to d e las arritm ias card íacas 36 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . Dependencia del uso inversa. Algunos fármacos ejercen mayores efectos a una velocidad lenta que a una rápida, una propiedad que se denomina dependencia del uso inversa. Esto es especialmente cierto en el caso de los que alargan la repolarización; en el ventrículo el intervalo QT se prolonga más a velocidades lentas que rápidas. Este efecto no es una propiedad antiarrítmica ideal, debido a que la prolongación del período refractario debe incrementarse a velocidades altas, con objeto de interrumpir o impedir una taquicardia, y ha de ser mínimo a velocidades bajas, para evitar el desencadenamiento de torsades de pointes (TdP). Mecanismos de supresión de la arritmia. Dado que el refuerzo del automatismo, la actividad desencadenada o la reentrada pueden provocar arritmias cardíacas (v. capítulo 34), se puede plantear cuáles son los meca- nismos por los que las suprimen los FAA (v. tabla 36-2). Estas sustancias son capaces de frenar la frecuencia de descarga espontánea de un marcapasos automático al deprimir la pendiente de la despolarización diastólica, desplazar el voltaje umbral hacia el cero o hiperpolarizar el potencial de membrana en reposo. En general, la mayoría de los FAA en dosis terapéuticas reducen la velocidad de disparo automático de los focos ectópicos de descarga espontánea, mientras que tienen una repercusión mínima sobre la velocidad de descarga del nódulo sinusal normal. Otros fármacos actúan directamente en el nódulo sinusal para ralentizar la frecuencia cardíaca, mientras que los productos que ejercen efectos vagolíticos, como la disopiramida o la quinidina, pueden incrementar su velocidad. Asimismo, los fármacos pueden suprimir las posdespolarizaciones precoces o tardías y eliminar las arritmias desencadenadas gracias a estos mecanismos. La reentrada depende de forma decisiva de las interrelaciones temporales entre el período refractario y la velocidad de conducción, la presencia de un bloqueo unidireccional en una de las vías y otros factores que influyen en estas dos propiedades, como la excitabilidad (v. capítulo 34). Un antiarrítmico puede detener una reentrada que ya esté presente o impedir su comienzo si reduce o, alternativamente, potencia la conducción. Por ejemplo, la mejora de la conducción es capaz de: 1) eliminar el bloqueo unidireccional de manera que no pueda comenzar la reentrada, o 2) facilitar la conducción en el bucle de reentrada con el fin de que el frente de onda que regresa vuelva a entrar con demasiada rapidez, inunde células que aún sean refractarias y se extinga. Un fármaco que deprima la conducción puede transformar el bloqueo unidireccional en bidireccional y, por tanto, acabar con la reentrada o impedir que suceda al crear un área de bloqueo completo en la vía de reentrada. A la inversa, un fármaco que frene la conducción sin producir bloqueo o alargue considerablemente el período refractario en realidad puede favorecer la reentrada. Finalmente, la mayor parte de los FAA comparten la capacidad de prolongar el período refractario con respecto a sus efectos sobre la DPA; es decir, el cociente entre el período refractario efectivo (PRE) y la DPA supera 1. Si un fármaco prolonga el período refractario de las fibras en la vía de reentrada, esta puede no recuperar su excitabilidad a tiempo para despolarizarse por el impulso que vuelve hacia ella y cesar la propagación de la reentrada. Los diversos tipos de reentrada influyen en la eficacia de un fármaco. Cuando se consideran las propiedades de un fármaco, es importante definir con atención la situación de la que se extraen las conclusiones, su modelo o ambos. Sus efectos electrofisiológicos, hemodinámicos, autónomos, farmacocinéticos y adversos pueden diferir entre las personas normales y los pacientes, en un tejido normal en comparación con otro anormal, en el músculo cardíaco frente a las fibras de conducción especializadas, en el músculo auricular o el ventricular (tabla 36-4). Metabolitos de los fármacos. Los metabolitos de los fármacos pueden sumarse a los efectos del compuesto original o modificarlos al ejercer unas acciones semejantes, competir con él o participar en la toxicidad farmacológica. La quinidina posee como mínimo cuatro metabolitos activos, pero ninguno cuya potencia supere la del fármaco original o que se haya visto implicado de forma preliminar en la aparición de TdP. Alrededor del 50% de la procainamida se metaboliza a la N-acetilprocainamida (NAPA) que prolonga la repolarización y es un FAA menos eficaz, pero compite con la procainamida por la excreción renal y puede incrementar la semivida de eliminación del fármaco original. Un metabolito de la lidocaína puede competir con el fármaco de origen por los canales de sodio y antagonizar parcialmente su efecto bloqueante. Farmacogenética. Las vías metabólicas determinadas desde un punto de vista genético explican muchas de las diferencias en la respuesta de los pacientes a algunos fármacos3 (v. capítulo 8). La actividad de la N-acetil- transferasa hepática dependiente de las condiciones genéticas regula la producción de anticuerpos antinucleares (ANA) y la aparición del síndrome lúpico en respuesta a la procainamida. Los fenotipos acetiladores lentos parecen más propensos a contraer un lupus que los acetiladores rápidos. La enzima citocromo P-450 (CYP450) es necesaria para metabolizar la propafenona, hidroxilar varios β-bloqueantes y biotransformar la flecainida. Su ausencia (aproximadamente en el 7% de los pacientes) reduce el metabolismo del compuesto original, lo que eleva sus concentraciones plas- máticas y disminuye las de sus metabolitos. La propafenona se metaboliza a través de esta enzima en un compuesto con acciones un poco menos antiarrítmicas y bloqueantes β-adrenérgicas, así como menores efectos secundarios en el sistema nervioso central (SNC). Por tanto, las personas con un escaso metabolismo pueden presentar un descenso de la frecuencia cardíaca y una neurotoxicidad mayores que si es intenso. Fármacos como la rifampicina, el fenobarbital y la fenitoína inducen síntesis de una cantidad mayor de CYP450, que disminuye las concen- traciones de los fármacos originales con metabolismo intenso, mientras que la eritromicina, la claritromicina, la fluoxetina y el zumo de pomelo inhiben la actividad enzimática, lo que lleva a la acumulación del compues- to original. Por eso los médicos que atienden a los pacientes que toman FAA deben ser sensibles a los efectos de la medicación no cardíaca y de los suplementos en el metabolismo, en la eliminación y en las interacciones farmacológicas de los FAA. Algunos fármacos de venta sin receta como los inhibidores de la bomba de protones pueden causar hipopotasemia e hipomagnesemia y pueden interaccionar con un antibiótico como la ceftriaxona para causar TdP.4 Muchos médicos utilizan y recomiendan a sus pacientes páginas de Internet como Crediblemeds.org, que contiene información actualizada sobre interacciones farmacológicas de este tipo. Uso clínico La mayoría de los fármacos utilizados para tratar las alteraciones del ritmo cardíaco se administran a diario (a razón de una a tres dosis) para prevenir los episodios o, en algunos casos de fibrilación auricular (FA), controlar la frecuenciaventricular. La eficacia se puede evaluar de diferentes formas, según las circunstancias clínicas. La disminución de los síntomas (en el caso de arritmias benignas, como la mayoría de las extrasístoles ventriculares [EV]) y la monitorización electrocardio- gráfica (duradera o episódica; v. capítulo 35) resultan útiles; en el pasado se utilizaron estudios electrofisiológicos (EEF) con la finalidad de suprimir la inducción eléctrica de las arritmias, pero hoy apenas se utilizan. La consulta de la memoria del dispositivo implantado también aporta un indicador del éxito de la farmacoterapia. Los episodios de taquicardia de algunos pacientes son lo suficientemente raros (pasan meses entre uno y otro) y los síntomas lo suficientemente leves como para que parezca más razonable una administración intermitente de la medicación en lugar de diaria (crónica). El paciente toma la medicación solo después de que ha empezado el episodio, con la esperanza de abortar la taquicardia y evitar la visita a la consulta del médico o al servicio de urgencias. La estrategia de la «pastilla en el bolsillo» ha resultado satis- factoria para los pacientes con FA a los que se les ha administrado uno de diversos medicamentos por vía oral en un entorno vigilado para garantizar su seguridad y también su eficacia antes de proseguir con la automedicación en el domicilio o en cualquier otro sitio. Efectos adversos Los FAA provocan un grupo de efectos adversos relacionados con las dosis y las concentraciones plasmáticas excesivas, que derivan en consecuencias adversas de tipo cardíaco (p. ej., insuficiencia cardíaca, algunas arritmias) y no cardíaco (p. ej., anomalías neurológicas). Otro grupo de efectos secundarios sin vinculación con su concentración plas- mática se denominan idiosincrásicos, entre sus ejemplos figura la fibrosis pulmonar inducida por amiodarona y algunas arritmias como las TdP provocadas por quinidina, que pueden surgir en personas con una forma atípica del síndrome del QT largo (es decir, prolongación importante del intervalo QT normal ante la presencia de ciertos medicamentos; v. capítulos 8 y 33). Puede haber variantes genéticas subyacentes en la predisposición a las reacciones idiosincrásicas. La Food and Drug Administration (FDA) estadounidense ha determinado recientemente que el riesgo de episodios adversos durante el embarazo y la lactancia (antes clasificado como A, B, C, D y X; v. tabla 36-4, nota a pie de página) debe modificarse (la norma Pregnancy and Lactation Labeling de 2014). Este proceso está en marcha, pero no ha finalizado, por lo que el riesgo de episodios adversos en este contexto se tipifica según las clasificaciones previas.5 Proarritmia Las arritmias cardíacas inducidas o agravadas por los fármacos (proa- rritmia) constituyen un problema clínico grave.6 La proarritmia se puede manifestar como un aumento de la frecuencia en una arritmia pree- xistente, el mantenimiento de una arritmia previamente no mantenida (que la vuelve incluso ininterrumpida) o la aparición de arritmias que el paciente no ha sufrido antes. Los mecanismos electrofisioló- gicos se relacionan probablemente con la prolongación de la repola- rización o el aumento de su dispersión transparietal, el desarrollo de Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 674 A RR IT M IA S, M U ER TE S ú BI TA y S ÍN CO PE V TA B LA 3 6 -4 D o si s y o tr a in fo rm ac ió n d e ap lic ac ió n c lín ic a p ar a lo s an ti ar rí tm ic o s d e u so c o m ú n FÁ RM A CO IN TE RV A LO D E D O SI S H A BI TU A LE S TI EM PO H A ST A L A CO N CE N TR A CI Ó N PL A SM ÁT IC A M Á XI M A (O RA L) (h ) CO N CE N TR A CI Ó N PL A SM ÁT IC A O S ÉR IC A EF EC TI VA (µ g/ m l) SE M IV ID A (h ) BI O D IS PO N IB IL ID A D (% ) V ÍA P RI N CI PA L D E EL IM IN A CI Ó N CL A SE E N E L EM BA RA ZO IN TR AV EN O SA (m g) O R A L (m g) C a rg a M an te n im ie n to C a rg a M a n te n im ie n to Q ui ni di na 6 -1 0 m g /k g a 0, 3 -0 ,5 m g /k g /m in — 8 0 0 -1 .0 0 0 30 0 -6 0 0 ca da 6 h 1, 5 -3 3 -6 5 -9 60 -8 0 H íg ad o > r iñ on es C Pr oc ai na m id a 6 -1 3 m g /k g a 0, 2- 0, 5 m g /k g /m in 2- 6 m g /m in 50 0 -1 .0 0 0 25 0 -1 .0 0 0 ca da 4 -6 h 1 4 -1 0 3 -5 70 -8 5 Ri ño ne s < h íg ad o C D is op ira m id a 1- 2 m g /k g en 1 5 -4 5 m in * 1 m g /k g /h * N A 10 0 -3 0 0 ca da 6 -8 h 1- 2 2- 5 8 -9 8 0 -9 0 Ri ño ne s C Li do ca ín a 1- 2 m g /k g a 20 -5 0 m g /m in 1- 4 m g /m in N A N A N A 1- 5 1- 2 N A H íg ad o B M ex ile tin a 50 0 m g* 0, 5 -1 g /2 4 h* 4 0 0 -6 0 0 15 0 -3 0 0 ca da 8 -1 2 h 2- 4 0, 75 -2 10 -1 7 9 0 H íg ad o C Fe ni to ín a 10 0 m g ca da 5 m in ha st a ≤ 1 .0 0 0 m g N A 1. 0 0 0 10 0 -4 00 c ad a 12 -2 4 h 8 -1 2 10 -2 0 18 -3 6 50 -7 0 H íg ad o D Fl ec ai ni da 2 m g /k g* 10 0 -2 0 0 ca da 12 h * 50 -2 0 0 ca da 1 2 h 3 -4 0, 2- 1 20 95 Ri ño ne s C Pr op af en on a 1- 2 m g /k g* N A 60 0 -9 0 0 15 0 -3 0 0 ca da 8 -1 2 h 1- 3 0, 2- 3 5 -8 25 -7 5 H íg ad o C Pr op ra no lo l 0, 25 -0 ,5 m g ca da 5 m in a ≤ 0 ,2 m g /k g N A N A 10 -2 0 0 ca da 6 -8 h 4 1- 2, 5 3 -6 35 -6 5 H íg ad o C A m io da ro na 15 m g /m in d ur an te 10 m in , 1 m g /m in du ra nt e 6 h, 0 ,5 m g / m in d es de e nt on ce s 0, 5 m g /m in 80 0- 1. 60 0 ca da dí a du ra nt e 7- 14 d ía s 20 0 -6 0 0 ca da d ía V ar ia bl e 0, 5 -1 ,5 56 d ía s 25 H íg ad o D D ro ne da ro na N A N A N A 4 0 0 m g ca da 1 2 h 3 -4 0, 3 -0 ,6 13 -1 9 70 -9 0 H íg ad o X So ta lo l 10 m g en 1 -2 m in * N A N A 8 0 -1 60 c ad a 12 h 2, 5 -4 2, 5 12 9 0 -1 0 0 Ri ño ne s B Ib ut ili da 1 m g en 1 0 m in N A N A N A N A N A 6 Ri ño ne s C D of et ili da 2- 5 µg /k g en p er fu si ón * N A N A 0, 12 5 -0 ,5 c ad a 12 h 7- 13 9 0 Ri ño ne s C V er ap am ilo 5 -1 0 m g en 1 -2 m in 0, 0 05 m g /k g /m in N A 8 0 -1 20 c ad a 6 -8 h 1- 2 0, 1- 0, 15 3 -8 10 -3 5 H íg ad o, r iñ on es C A de no si na 6 -1 8 m g (r áp id am en te ) N A N A N A N A N A Se gu nd os 10 0 C él ul as s an gu ín ea s C D ig ox in a 0, 5 -1 m g 0, 12 5 -0 ,2 5 ca da dí a 0, 5 -1 0, 12 5 -0 ,2 5 ca da d ía 2- 6 0, 0 0 0 8 -0 ,0 02 36 -4 8 60 -8 0 Ri ño ne s C Ra no la ci na N A N A N A 50 0 -1 .0 0 0 2 ve ce s al d ía 4 -6 N A 7 60 -7 5 Ri ño ne s > h íg ad o C N A , n o ap lic ab le . Lo s re su lt ad os p re se nt ad os p ue de n va ria r se gú n la s do si s, e l e st ad o pa to ló gi co y s u ad m in is tr ac ió n i.v . o p .o . C la se e n el e m ba ra zo : A , l os e st ud io s co nt ro la do s m ue st ra n qu e no h ay r ie sg o fe ta l; B, e st ud io s no c on tr ol ad os p er o si n in di ci os d e ri es go f et al ; d añ o fe ta l i m pr ob ab le ; C , e l r ie sg o fe ta l n o se p ue de e xc lu ir; e l f ár m ac o so lo d eb e em pl ea rs e si s us p os ib le s be ne fic io s co m pe ns an lo s po si bl es r ie sg os; D , ri es go f et al c la ro ; de be e vi ta rs e el f ár m ac o si n o se t ra ta d e un a si tu ac ió n po te nc ia lm en te m or ta l o n o ex is te n al te rn at iv as m ás s eg ur as ; X , co nt ra in di ca do e n el e m ba ra zo . La ca lifi ca ci ón d e la s eg ur id ad d ur an te e l e m ba ra zo y la la ct an ci a es tá r ev al uá nd os e en la a ct ua lid ad . *U so in tr av en os o en in ve st ig ac ió n o no d is po ni bl e en E E. U U . Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 675 Tratam ien to d e las arritm ias card íacas 36 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . posdespolarizaciones precoces (PDP) que provoquen TdP y alteraciones en las vías de reentrada para iniciar o mantener las taquiarritmias. Los fenómenos proarrítmicos aparecen hasta en el 5-10% de los pacientes que reciben antiarrítmicos, la insuficiencia cardíaca incrementa el riesgo proarrítmico. Una función reducida del ventrículo izquierdo, el tratamiento con digitálicos y diuréticos y una mayor longitud del inter- valo QT antes de su administración son característicos de los pacientes que experimentan una fibrilación ventricular (FV) provocada por FAA. Los fenómenos proarrítmicos más habituales ocurren en un plazo de varios días desde el comienzo del tratamiento farmacológico o desde la modificación de su dosis y están representados por procesos como una taquicardia ventricular (TV) ininterrumpida, y TdP relacionada con el QT largo. Sin embargo, en el estudio Cardiac Arrhythmia Suppression Trial (CAST), los investigadores descubrieron que la encainida y la flecainida reducían las arritmias ventriculares espontáneas, pero que se asociaban a una mortalidad total del 7,7%, en comparación con el 3% en el grupo que recibió placebo. Las muertes seguían una distribución equivalente durante todo el período terapéutico, lo que indica que un tiempo después de empezar el tratamiento farmacológico puede suceder otro tipo de respuesta proarrítmica. Estos efectos proarrítmicos tardíos pueden estar relacionados con el agravamiento inducido por el fármaco del retraso de la conducción miocárdica regional provocado por la isquemia y con las concentraciones farmacológicas heterogéneas que pueden favorecer la reentrada. En el futuro, un compuesto que sea potencial candidato en el marco de la proarritmia podrá analizarse mediante un modelo informático y probarse en células madre.7 La existencia de la ablación por catéter (v. más adelante) y los dispositivos implantables (marcapasos y DAI; v. capítulo 41) para tratar un amplio abanico de arritmias ha relegado el tratamiento farmacológico a un segundo plano en el tratamiento de las arritmias graves. Los fármacos son aún útiles para evitar o reducir la frecuencia de recidivas en pacientes con episodios relativamente infrecuentes de taquicardias benignas, como en aquellos que han obtenido un éxito incompleto con procedimientos de ablación con catéter y pacientes con un DAI para reducir la frecuencia de descargas debidas a arritmias supraventriculares o ventriculares. Antiarrítmicos Antiarrítmicos de clase IA Quinidina La quinidina y la quinina son alcaloides isoméricos aislados de la corteza del quino. Aunque la quinidina comparte las acciones antipalúdicas, antipiréticas y vagolíticas de quinina, solo la quinidina surte efectos electrofisiológicos celulares directos. Bloquea diversos canales, como el canal de sodio de entrada rápida, IKr, Ito y, en menor medida, canal de calcio de entrada lenta, IKs y corriente de potasio sensible a trifosfato de adenosina (IKATP). El efecto definitivo del fármaco en un paciente individual depende de la frecuencia cardíaca, de la concentración del fármaco y de los canales más afectados. La producción de quinidina se ha interrumpido temporalmente debido a la escasa demanda, aunque hay algunas provisiones en muchos pacientes. Debido al repunte reciente de la demanda para pacientes con síndrome de Brugada, por ejemplo, ahora es más fácil obtener la quinidina. Acciones electrofisiológicas. La quinidina ejerce un efecto escaso sobre el automatismo del nódulo sinusal normal, pero lo suprime en las fibras de Purkinje normales (tabla 36-5; v. también tablas 36-1 a 36-3). En pacientes con disfunción del nódulo sinusal, la quinidina puede disminuir todavía más la automaticidad del nódulo sinusal. La quinidina prolonga el intervalo QT en parte mediante formación de PDT en preparaciones experimentales y en el ser humano, que pueden ser responsables de TdP. Debido a su considerable efecto anticolinérgico y a la estimulación simpática refleja secundaria al bloqueo α-adrenérgico que causa vasodilatación periférica, la quinidina es capaz de incrementar de forma refleja el ritmo de descarga del nódulo sinusal y mejorar la conducción del nódulo auriculoventricular (AV). La quinidina prolonga la repolarización, efecto más acusado para frecuencias cardíacas lentas (dependencia inversa del uso) debido al bloqueo de IKr (así como potenciar la corriente de entrada tardía del Na+). Las frecuencias más rápidas determinan un mayor bloqueo de los canales de sodio y un desbloqueo menor dado el porcentaje más bajo de tiempo que se invierte en el estado en reposo (dependencia de uso). El isoproterenol puede modular los efectos de la quinidina sobre los circuitos humanos de reentrada. La quinidina en dosis más altas inhibe la corriente de entrada tardía del Na+. Como se ha indicado, la quinidina bloquea la corriente de salida transitoria Ito, lo que probablemente explique su eficacia al inhibir las arritmias ventriculares del síndrome de Brugada (v. capítulo 33). Efectos hemodinámicos. La quinidina induce vasodilatación por sus efectos bloqueantes de los receptores α-adrenérgicos y, en ocasiones, causa hipotensión significativa. No produce una acción depresora directa pronunciada sobre el miocardio. Farmacocinética. Las concentraciones plasmáticas de quinidina alcan- zan su máximo 1,5-3 h después de tomar una dosis oral de gluconato de quinidina (v. tabla 36-4). El fármaco puede administrarse por vía intravenosa si su perfusión se realiza con lentitud, pero hay que evitar la administración intramuscular. Alrededor del 80% de la quinidina plasmática está unida a proteínas, sobre todo a la glucoproteína ácida α-1. Tanto el hígado como los riñones eliminan la quinidina y es necesario ajustar la dosis, con objeto de conseguir las concentraciones séricas apropiadas. Presenta una semivida de eliminación de 8 a 9 h tras su administración oral. Los efectos de la quinidina sobre la repolarización y su eficacia global varían directamente con la función del ventrículo izquierdo; para la misma concentración sérica, el intervalo QT es más largo en mujeres que en hombres. POSOLOGÍA Y ADMINISTRACIÓN. La dosis oral habitual de sulfato de quinidina para un adulto es de 300 a 600 mg cuatro veces al día, lo que se traduce en una situación de equilibrio en un plazo de unas 24 h (v. tabla 36-4). Una dosis de carga de 600 a 800 mg alcanza la concen- tración efectiva antes. Las dosis orales de gluconato son un 30% mayores que las de sulfato. Existen importantes interacciones con otros fármacos. INDICACIONES. La quinidina es un FAA versátil, útil para tratar las extrasístoles ventriculares y supraventriculares y las taquiarritmias continuas. Sin embargo, debido a su perfil de efectos secundarios y a su potencial de causar TdP, así como a su limitada utilidad en la prevención de TV y FV en la mayor parte de las aplicaciones, su uso ha disminuidosensiblemente. No obstante, en los últimos años, ha aumentado el interés por la quinidina como tratamiento de FV primaria, arritmias ventriculares en síndrome de Brugada8 (v. capítulo 33) y síndrome de QT corto. Dado que atraviesa la placenta, también se utiliza para tratar arritmias fetales. EFECTOS ADVERSOS. Los efectos adversos más frecuentes debidos al tratamiento oral prolongado con quinidina son de tipo digestivo y abarcan náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal y anorexia (más leve con la forma gluconato). Las consecuencias tóxicas en el SNC com- prenden acúfenos, hipoacusia, trastornos visuales, confusión, delirios y psicosis (cinchonismo). Las reacciones alérgicas comprenden exantema, fiebre, trombocitopenia de origen inmunitario, anemia hemolítica y, rara vez, anafilaxia. Los efectos secundarios llegan a impedir la adminis- tración prolongada de quinidina en un 30-40% de los pacientes. La quinidina puede frenar la conducción cardíaca, a veces hasta el punto de bloquearla, lo que se manifiesta como una prolongación en la duración del QRS o en trastornos de la conducción en los nódulos sinoauricular (SA) o AV. La quinidina tiene la capacidad de producir un síncope en el 0,5 al 2% de los pacientes, más a menudo como un episodio que pone fin a las TdP. La quinidina alarga el intervalo QT en la mayoría de los pacientes, existan arritmias ventriculares o no, pero su prolongación notable (intervalo QT de 500 a 600 ms) a menudo es una característica de los pacientes con un síncope por quinidina, que, con frecuencia, presentan predisposición genética a tal respuesta (v. capítulo 8). Muchos de ellos también reciben digitálicos o diuréticos, o tienen hipopotasemia; las mujeres son más sensibles que los hombres. El síncope no está relacionado con las concentraciones plasmáticas de quinidina ni con la duración del tratamiento, aunque la mayoría de los episodios suceden durante los primeros 2 a 4 días de su administración, con frecuencia una vez que se ha convertido la FA en un ritmo sinusal. Este efecto proarrítmico al inicio del tratamiento es reproducible y por este motivo el fármaco no debe tomarse de manera intermitente. La terapia de la proarritmia precisa la suspensión inmediata del fármaco. El magnesio por vía intravenosa (2 g en 1-2 min, seguido de una perfusión de 3-20 mg/min) es el tratamiento farmacológico inicial de elección. La estimulación auricular o ventricular puede emplearse para suprimir la taquiarritmia ventricular y actuar mediante la eliminación de las PDP. Cuando la estimulación deja de ser una opción, puede administrarse iso- proterenol con precaución. La arritmia se disipa gradualmente a medida que desaparece la quinidina y el intervalo QT vuelve a la situación basal. Los pacientes afectados no deben volver a tomar quinidina y también deben evitar otros fármacos con efectos parecidos en el intervalo QT (v. Crediblemeds.org). Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 676 A RR IT M IA S, M U ER TE S ú BI TA y S ÍN CO PE V Los fármacos que inducen la producción de enzimas hepáticas, como el fenobarbital y la fenitoína, pueden acortar la duración de la actividad de la quinidina al incrementar su velocidad de eliminación. La quinidina es capaz de elevar las concentraciones plasmáticas de flecainida al inhibir el sistema de la enzima CYP450. Lo mismo sucede con las concentraciones séricas de digoxina al reducir el aclaramiento, el volumen de distribución y la afinidad de los receptores tisulares. Procainamida Acciones electrofisiológicas. Las acciones cardíacas de la procaina- mida sobre el automatismo, la conducción, la excitabilidad y la reactividad de la membrana se parecen a las de la quinidina (v. tablas 36-1 a 36-3 y 36-5). La procainamida bloquea predominantemente el estado inactiva- do de la Ina. También bloquea la IKr y la IK.ATP. Al igual que la quinidina, suele prolongar el PRE más que la DPA y, por tanto, puede evitar la reentrada. La procainamida ejerce los menores efectos anticolinérgicos entre los fármacos de tipo IA. No afecta el automatismo del nódulo sinusal normal. In vitro, disminuye el automatismo anormal, con un efecto menor sobre la actividad desencadenada o el automatismo normal potenciado por las catecolaminas. A diferencia del fármaco de origen, NAPA, su metabolito principal, es un bloqueante del canal K+ (IKr) y tiene acción de clase III, prolongando la DPA del músculo ventricular y de las fibras de Purkinje de manera dependiente de la dosis. Una concentración alta de NAPA, como en los pacientes con nefropatía, puede producir PDP, actividad de- sencadenada y TdP. Debido al descenso de la demanda, la disponibilidad de procainamida intravenosa (pero no oral) es escasa en algunas zonas. Efectos hemodinámicos. La procainamida puede deprimir la con- tractilidad miocárdica en dosis altas. No produce un α-bloqueo, pero sí es capaz de provocar una vasodilatación periférica, tal vez por sus efectos simpaticolíticos sobre el encéfalo o la médula espinal que pueden alterar los reflejos cardiovasculares (p. ej., provocando síntomas ortostáticos). Farmacocinética. Su administración oral produce una concentración plasmática máxima más o menos en 1 h. Aproximadamente el 80% de la procainamida por vía oral (p.o.) queda biodisponible. La semivida de eliminación total de la procainamida es de 3 a 5 h, de modo que del 50 al 60% lo hace por el riñón y el 10-30% es metabolizado por el hígado (v. tabla 36-4). El fármaco se acetila en NAPA, que se excreta casi exclusivamente por los riñones. Según desciende la función renal y en los pacientes con insuficiencia cardíaca, las concentraciones de NAPA se elevan y, debido al riesgo de toxicidad cardíaca grave, han de vigilarse atentamente en tales situaciones. NAPA posee una semivida de eliminación de 7 a 8 h, pero supera las 10 h si se recurre en dosis altas de procainamida. La edad avanzada, la insuficiencia cardíaca congestiva y la reducción del aclaramiento de creatinina disminuyen la eliminación de procainamida y requieren una dosis menor. POSOLOGÍA Y ADMINISTRACIÓN. La procainamida puede adminis- trarse por vía oral (p.o.), intravenosa (i.v.) o intramuscular (i.m.), hasta alcanzar las concentraciones plasmáticas en el intervalo de 4 a 10 mg/ml y produce un efecto antiarrítmico (v. tabla 36-4). Se han empleado varias pautas i.v. para administrar procainamida, pero normalmente se usan dosis de 10 a 15 mg/kg a razón de 50 mg/min hasta que se controle la arritmia, surja una hipotensión o se prolongue el complejo QRS más de un 50%. Con este método, la concentración plasmática desciende con rapidez durante los primeros 15 min tras la dosis de carga, con unos efectos paralelos sobre el período refractario y la conducción. Una perfusión i.v. de procainamida a velocidad constante puede administrarse a una dosis de 2 a 6 mg/min, en función de la respuesta del paciente. La administración de procainamida p.o. requiere un intervalo entre las dosis de 3 a 4 h hasta alcanzar una cantidad diaria total de 2 a 6 g y el equilibrio dinámico se alcanza en cuestión de 1 día. Cuando se emplea una dosis de carga, debe ser el doble de la dosis de mantenimiento. Es necesaria su administración frecuente debido a la breve semivida de eliminación en las personas normales. Para las formas de liberación prolongada, los intervalos entre las dosis son de 6 a 12 h. La procainamida en inyección i.m. tiene una biodisponibilidad prácticamente del 100% de la dosis. INDICACIONES. La procainamida se utiliza para tratar las arritmias supraventriculares y ventriculares de un modo equiparable a la quinidina. Aunque ambos fármacos poseen unas acciones electrofisiológicassemejan- tes, cada uno corrige con eficacia una arritmia supraventricular o ventricular resistente al otro. La procainamida puede emplearse para convertir una FA de comienzo reciente en un ritmo sinusal. Al igual que la quinidina, se recomienda el tratamiento previo con un β-bloqueante o un antagonista de los canales de calcio para prevenir la aceleración de la respuesta ventricular durante el aleteo auricular o la FA después del tratamiento con este fármaco. La procainamida puede bloquear la conducción en la vía accesoria de los pacientes con síndrome de Wolff-Parkinson-White (WPW) y utilizarse cuando hay una FA y una respuesta ventricular rápida en relación con la conducción por la vía accesoria. Puede producir un bloqueo en el sistema de His-Purkinje y a veces se administra durante el EEF para «sobrecargar» este sistema y evaluar la necesidad de un marcapasos (v. fig. 35-9). Sin embargo, TABLA 36-5 Características electrofisiológicas de los fármacos antiarrítmicos in vivo FÁRMACO MEDIDAS ELECTROCARDIOGRÁFICAS MEDIDAS ELECTROFISIOLÓGICAS Ritmo sinusal PR QRS QT JT PRE-NAV PRE-SHP PRE-A PRE-V AH HV Quinidina 0 ↑ ↓ 0 ↑ ↑ ↑ ↑ 0 ↑ ↑ ↑ ↑ 0 ↓ ↑ Procainamida 0 0 ↑ ↑ ↑ ↑ 0 ↑ ↑ ↑ ↑ 0 ↑ ↑ Disopiramida ↓ 0 ↑ ↓ 0 ↑ ↑ ↑ ↑ ↑ 0 ↑ ↑ ↑ ↓ 0 ↑ ↑ Ajmalina 0 0 ↑ ↑ ↑ ↑ 0 ↑ ↑ ↑ ↓ 0 ↑ ↑ Lidocaína 0 0 0 0 ↓ ↓ 0 ↓ 0 ↑ 0 0 0 ↓ 0 ↑ Mexiletina 0 0 0 0 ↓ ↓ 0 ↑ 0 ↑ 0 0 0 ↑ 0 ↑ Fenitoína 0 0 0 0 0 0 ↓ ↓ 0 0 0 ↑ 0 Flecainida 0 ↓ ↑ ↑ 0 ↑ 0 ↑ ↑ ↑ ↑ ↑ ↑ Propafenona 0 ↓ ↑ ↑ 0 ↑ 0 0 ↑ 0 ↑ 0 ↑ ↑ ↑ ↑ Propranolol ↓ 0 ↑ 0 0 ↓ 0 ↑ 0 0 0 0 0 Amiodarona ↓ 0 ↑ ↑ ↑ ↑ ↑ ↑ ↑ ↑ ↑ ↑ Dronedarona ↓ 0 ↑ ↑ ↑ ↑ ↑ ↑ ↑ ↑ ↑ 0 Sotalol ↓ 0 ↑ 0 ↑ ↑ ↑ ↑ ↑ ↑ ↑ 0 Ibutilida ↓ 0 ↓ 0 ↑ ↑ 0 0 ↑ ↑ 0 0 Dofetilida 0 0 0 ↑ ↑ 0 0 ↑ ↑ 0 0 Verapamilo 0 ↓ ↑ 0 0 0 ↑ 0 0 0 ↑ 0 Adenosina ↓, después ↑ ↑ 0 0 0 ↑ 0 ↓ 0 ↑ 0 Digoxina ↓ ↑ 0 0 ↓ ↑ 0 ↓ 0 ↑ 0 Ranolacina 0 0 0 ↑ ↑ 0 0 ↑ ↑ 0 0 Los resultados presentados pueden variar en función del tipo tisular, de la concentración del fármaco y del tono autónomo. ↑ = aumento; ↓ = descenso; 0= sin cambios; 0 ↑ o 0 ↓ = aumento o descenso leve o inconstante. A, aurícula; AH, intervalo aurícula-His (índice de la conducción en el nódulo auriculoventricular); HV, intervalo His-ventrículo (índice de la conducción en el sistema de His-Purkinje); NAV, nódulo auriculoventricular; PRE, período refractario efectivo (intervalo S1-S2 más largo en el que S2 no produce una respuesta); SHP, sistema de His-Purkinje; V, ventrículo. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 677 Tratam ien to d e las arritm ias card íacas 36 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . debe emplearse con cuidado en los pacientes con signos de enfermedad en el sistema de His-Purkinje (bloqueo de rama) en los que no se dispone con facilidad de un marcapasos ventricular. La procainamida tiene una mayor eficacia que la lidocaína para acabar de forma inmediata con una TV mantenida. Más constante es su acción de reducción sobre el ritmo de la TV, un cambio que se correlaciona con el aumento de la duración del QRS. El fármaco tiene también aplicación diagnóstica administrado por vía i.v. (10 mg/kg en 5-10 min). En pacientes con sospecha de síndrome de Brugada y elec- trocardiograma (ECG) en reposo normal, la infusión del medicamento puede dar lugar al característico «signo de Brugada», mientras que, en pacientes con síndrome de WPW, causa pérdida súbita de la preexcitación, indicativa de presencia de una vía accesoria con período refractario prolongado, indicio de bajo riesgo de la peligrosa frecuencia ventricular rápida durante la FA. No obstante, las evidencias referidas a este último punto son de carácter mixto. EFECTOS ADVERSOS. Los efectos adversos de tipo no cardíaco tras la administración de procainamida, abarcan exantemas, mialgias, vasculitis digital y fenómeno de Raynaud. La fiebre y la agranulocitosis pueden deberse a reacciones de hipersensibilidad y hay que obtener un recuento leucocítico con fórmula diferencial a intervalos regulares. Los efectos secundarios digestivos son menos frecuentes que con quinidina, al igual que las reacciones adversas en el SNC en comparación con lidocaína. Las concentraciones tóxicas de procainamida pueden disminuir el rendimiento miocárdico y favorecer la hipotensión. Existen diversos tras- tornos de la conducción o taquiarritmias ventriculares, que son semejantes a los producidos por quinidina. NAPA también puede ocasionar una prolongación del QT y TdP. Si no existe una enfermedad del nódulo sinusal, la procainamida no afecta negativamente a su función. Sin embargo, en los pacientes con una disfunción a este nivel, tiende a prolongar el tiempo de recuperación corregido del nódulo sinusal y puede agravar los síntomas en algunos casos de síndrome de bradicardia-taquicardia. Se han descrito artralgias, fiebre, pleuropericarditis, hepatomegalia y derrame hemorrágico del pericardio con taponamiento en un síndrome de tipo lupus eritematoso sistémico (LES) relacionado con la adminis- tración de procainamida. Este cuadro aparece antes y más a menudo en los pacientes que son acetiladores lentos de este fármaco y presenta una influencia genética (v. capítulo 8). La acetilación de la procainamida para formar NAPA parece bloquear el efecto inductor del LES. Del 60 al 70% de los pacientes que reciben este producto de manera prolongada forman ANA surgiendo síntomas clínicos en el 20-30%, pero que son reversibles si se abandona su empleo. Las pruebas serológicas positivas no tienen por qué representar una razón para interrumpir el tratamiento farmacológico; sin embargo, la presencia de síntomas con un anticuerpo anti-ADN positivo normalmente indica que el tratamiento se debe inte- rrumpir. La administración de corticoesteroides en estos pacientes puede eliminar los síntomas. En este síndrome, a diferencia de lo que sucede en el LES de origen natural, el cerebro y el riñón, por lo general, están indemnes y no se manifiesta una predilección por las mujeres. Disopiramida La disopiramida está aprobada en EE. UU. para su administración p.o. en el tratamiento de pacientes con arritmias ventriculares y supraventriculares. Acciones electrofisiológicas. La disopiramida produce unos efectos electrofisiológicos semejantes a los de la quinidina y la procainamida, genera un bloqueo de la INa dependiente del uso y un bloqueo de la IKr que no lo es (v. tablas 36-1 a 36-3 y 36-5). La disopiramida también inhibe la IK.ATP; no afecta a los potenciales de acción del calcio, excepto posiblemente a concentraciones más altas. La disopiramida es un bloqueador muscarínico que puede incrementar la frecuencia de descarga del nódulo sinusal y acortar el tiempo de conducción por el nódulo AV, así como el período refractario cuando los nódulos están sometidos a influencia colinérgica (vagal). Sin embargo, la disopiramida también lentifica la frecuencia de descarga del nódulo sinusal a través de una acción directa cuando se aplica una concentración alta y reduce significati- vamente la actividad del nódulo sinusal de los pacientes con disfunción del mismo. Surte efectos anticolinérgicos mayores que la quinidina y no parece modificar los adrenorreceptores α o β. Este fármaco prolonga los períodos refractarios auricular y ventricular, pero su efecto sobre la conducción y el período refractario del nódulo AV no es uniforme. La disopiramida prolonga el tiempo de conducción por el sistema de His-Purkinje, si bien rara vez se produce un bloqueo infrahisiano. Se puede administrar con seguridad a los pacientes con un retraso AV de primer grado y complejos QRS estrechos. Efectos hemodinámicos. La disopiramida inhibe el rendimiento sis- tólico ventriculary es un ligero vasodilatador arterial. Los pacientes con una función anormal del ventrículo toleran sus efectos inótropos negativos bastante mal. En general, hay que evitar su uso en estos casos. Farmacocinética. La disopiramida por vía oral se absorbe en cantida- des del 80 al 90% y la semivida de eliminación alcanza de 8 a 9 h entre los voluntarios sanos y casi 10 h entre los pacientes con insuficiencia cardíaca (v. tabla 36-4). La insuficiencia renal prolonga el tiempo de eliminación. Por tanto, en los pacientes con insuficiencia renal, hepática o cardíaca hay que reducir las dosis de carga y de mantenimiento. En 1 a 2 h tras su administración oral se alcanzan las concentraciones sanguíneas máximas. Aproximadamente el 50% de la dosis oral se recupera sin modificar en la orina, y el 30% en forma del metabolito mono-N-desalquilado. Los metabolitos parecen ejercer menor efecto que el compuesto original. La eritromicina inhibe su metabolismo. POSOLOGÍA Y ADMINISTRACIÓN. Las dosis son generalmente de 100-200 mg/6 h p.o., con un intervalo de 400-1.200 mg/día (v. tabla 36-4). Se puede administrar un preparado de liberación controlada a razón de 200-300 mg/12 h. INDICACIONES. La disopiramida parece equiparable a la quinidina y la procainamida para reducir la frecuencia de EV y prevenir con eficacia la recidiva de la TV en pacientes escogidos. Se ha combinado con otros fármacos como la mexiletina para tratar a los pacientes que no responden o que solo lo hacen parcialmente a un fármaco. Aunque se usa poco para este fin, la disopiramida sirve para impedir la recidiva de la FA tras una cardioversión satisfactoria con una eficacia semejante a la de la quinidina y puede suprimir el aleteo auricular. Al tratar a los pacientes con FA, sobre todo en el caso del aleteo, hay que controlar la frecuencia ventricular antes de administrar disopiramida o, si no, la combinación de un descenso de los efectos vagolíticos sobre la frecuencia auricular a nivel del nódulo AV puede desembocar en una conducción AV 1:1 durante el aleteo (v. capítulo 38). La disopiramida a veces sirve para prevenir los episodios de síncope de origen nervioso. Se ha empleado en pacientes con miocardiopatía hipertrófica para tratar la FA y por su efecto inótropo negativo. EFECTOS ADVERSOS. Hay tres categorías de efectos adversos tras la administración de disopiramida. Los más frecuentes están relacionados con las potentes propiedades parasimpaticolíticas del fármaco y compren- den las acciones siguientes: dificultad para iniciar la micción o retención urinaria, estreñimiento, visión borrosa, glaucoma de ángulo cerrado y sequedad bucal. Los síntomas son menores con la forma de liberación continua. En segundo lugar, la disopiramida puede producir taquiarritmias ventriculares que se asocian con frecuencia a la prolongación del QT y TdP. Algunos pacientes tienen «sensibilidad cruzada» a la quinidina y la disopiramida y presentan TdP al recibir cualquiera de los fármacos. Cuando surgen torsades de pointes inducidas por fármacos (TdP-IF), hay que emplear con prudencia las sustancias que prolongan el intervalo QT o suprimirlas. Finalmente, la disopiramida puede reducir la contractilidad del ventrículo normal, pero la depresión de la función ventricular es mucho más pronunciada en los pacientes con una insuficiencia ventricular pree- xistente. A veces, puede originarse un colapso cardiovascular. Ajmalina La ajmalina, derivado de la rauwolfia, se ha utilizado ampliamente para tratar a pacientes con arritmias ventriculares y supraventriculares en Europa y en Asia, pero no se comercializa en EE. UU. Acciones electrofisiológicas. Como otros fármacos de clase IA, la ajmalina produce un bloqueo de INa dependiente del uso y también bloquea débilmente IKr. Este fármaco posee una actividad anticolinérgica leve (v. tablas 36-1 a 36-3 y 36-5). Efectos hemodinámicos. La ajmalina suprime ligeramente la función sistólica ventricular, pero no modifica las resistencias periféricas. Asimismo, inhibe la actividad plaquetaria con más potencia que el ácido acetilsalicílico. Farmacocinética, posología y modo de administración. La ajmalina se absorbe bien y posee una semivida media de eliminación de 13 min en la mayoría de los casos, por lo que no resulta muy adecuada para tratamientos orales de larga duración. La dosis aplicada para abortar una arritmia aguda suele ser de 50 mg i.v. durante 1 a 2 min (v. tabla 36-4). Indicaciones. A pesar de su utilidad para suprimir las taquicardias supraventriculares (TSV) en infusión i.v., otros fármacos han suplantado en la práctica a la ajmalina, cuyo uso ha pasado al ámbito diagnóstico. Cuando se administran dosis i.v. de 50 mg durante 3 min o de 10 mg/min hasta totalizar 1 mg/kg, la ajmalina puede surtir estos efectos: 1) des- aparición de la onda δ de los pacientes con síndrome de WPW (indica Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 678 A RR IT M IA S, M U ER TE S ú BI TA y S ÍN CO PE V un PRE de la vía accesoria anterógrada mayor de 250 ms); 2) anomalías de ST-T y bloqueos de la conducción interventricular de pacientes con una miocardiopatía chagásica oculta; 3) bloqueo cardíaco de pacientes con bloqueo de rama y síncope pero sin ningún trastorno aparente del ritmo, y 4) elevación de ST en derivaciones precordiales derechas de pacientes con posible síndrome de Brugada, cuyo ECG en reposo es normal. La ajmalina se suele utilizar sobre todo en esta última situación. Efectos adversos. La ajmalina puede producir efectos secundarios anticolinérgicos así como una disminución discreta de la función sistólica del ventrículo izquierdo y empeorar la conducción AV de los pacientes con enfermedad del sistema de His-Purkinje. Se han notificado casos raros de TdP. La ajmalina puede aumentar el umbral para la desfibrilación. Antiarrítmicos de clase IB Lidocaína Acciones electrofisiológicas. La lidocaína bloquea la INa, sobre todo en estado abierto o inactivado. Posee una cinética de comienzo y final rápido y a las dosis habituales no afecta al automatismo del nódulo sinusal normal, pero deprime otras formas tanto normales como anormales, al igual que las posdespolarizaciones precoces y tardías en las fibras de Purkinje in vitro (v. tablas 36-1 a 36-3 y 36-5). La lidocaína solo tiene un efecto depresor modesto sobre V·máx.; sin embargo, situaciones como unas frecuencias más altas de estimulación, la acidosis, un aumento de la concentración de K+ extracelular y un descenso del potencial de membrana (cambios posibles tras la isquemia) elevan la capacidad de la lidocaína para bloquear la INa. La lidocaína tiene la capacidad de convertir áreas de bloqueo unidireccional en bloqueo bidireccional durante la isquemia e impedir la aparición de una FV al evitar la fragmentación en ondulaciones heterogéneas de los grandes frentes de onda organizados. Excepto a concentraciones muy altas, la lidocaína no influye en los potenciales de acción dependientes de los canales lentos a pesar de su inhibición moderada de la corriente lenta de entrada. Ejerce un efecto mínimo sobre las fibras auriculares y no afecta a la conducción en las vías accesorias. Los pacientes con una disfunción preexistente del nódulo sinusal, una conducción anormal en el sistema de His-Purkinje o ritmos de escape ventriculares o de la unión corren el riesgo de presentar una depresión del automatismo o la conducción. Parte de sus efectos pueden consistir en inhibir la actividad nerviosa simpática cardíaca. Efectos hemodinámicos. Rara vez se advierten efectos hemodinámi- cos adversos de importancia clínica con la lidocaína a las concentraciones farmacológicas habituales, a no ser que la funcióndel ventrículo izquierdo se encuentre gravemente deteriorada. Farmacocinética. La lidocaína se utiliza únicamente por vía parenteral debido a que su administración oral da lugar a un amplio metabolismo hepático de primer paso y a unas concentraciones plasmáticas bajas e imprevisibles, con exceso de metabolitos que pueden producir efectos tóxicos (v. tabla 36-4). El metabolismo hepático de la lidocaína depende en gran medida del flujo sanguíneo en el hígado. Una hepatopatía grave o un descenso del flujo sanguíneo por este órgano, como en el caso de la insuficiencia cardíaca o el shock, pueden disminuir notablemente el ritmo del metabolismo de la lidocaína. Los β-bloqueantes son capaces de reducir el flujo sanguíneo hepático y elevar la concentración sérica de lidocaína. Su perfusión prolongada puede disminuir el aclaramiento de lidocaína. La semivida de eliminación media es de 1 a 2 h en personas normales, mayor de 4 en los pacientes tras un infarto de miocardio (IM) relativamente sin complicaciones, superior a 10 cuando está complicado por una insuficiencia cardíaca y aún mayor en presencia de un shock cardiógeno. Las dosis de mantenimiento deben reducirse en un tercio o la mitad en los pacientes con un gasto cardíaco bajo. POSOLOGÍA Y ADMINISTRACIÓN. Aunque la lidocaína puede admi- nistrarse por vía i.m., la vía i.v. se emplea más a menudo, como embolada inicial de 1 a 2 mg/kg de peso corporal a un ritmo de 20 a 50 mg/min, con una segunda inyección de la mitad de la primera dosis de 20 a 40 min después, a fin de mantener la concentración terapéutica (v. tabla 36-4). Si la embolada inicial de lidocaína es ineficaz, se pueden administrar hasta dos más de 1 mg/kg a intervalos de 5 min. Los pacientes que requieran más de una embolada para alcanzar un efecto terapéutico normalmente necesitan dosis de mantenimiento mayores para conservar estos valores superiores, con velocidades de la perfusión de mantenimiento en el intervalo de 1-4 mg/min para generar unas concentraciones plasmáticas en equilibrio de 1-5 mg/ml en los pacientes con un IM sin complicaciones. Estas velocidades pueden reducirse durante la insuficiencia cardíaca o el shock debido al descenso concomitante del flujo sanguíneo hepático. Es improbable que dosis y concentraciones más altas proporcionen un beneficio adicional aunque aumenten el riesgo de efectos tóxicos. INDICACIONES. La lidocaína posee una eficacia moderada frente a arritmias ventriculares de causa diversa; en general, carece de efecto en las arritmias supraventriculares y raramente termina una TV monomorfa. Pese a que en otra época se utilizaba para prevenir la FV en los primeros 2 días después del IM agudo, su eficacia es insignificante y, dado que puede ocasionar efectos secundarios y aumentar incluso el riesgo de asistolia, se desaconseja su empleo. La lidocaína ha resultado útil para los pacientes sometidos a revascularización coronaria o reanimados tras una FV extrahospitalaria, si bien la amiodarona ofrece tasas más altas de supervivencia, por lo menos hasta el ingreso hospitalario. EFECTOS ADVERSOS. Los efectos adversos de la lidocaína descritos con más frecuencia son manifestaciones de su toxicidad en el SNC relacionadas con la dosis: mareo, parestesias, confusión, delirio, estupor, coma y convulsiones. A veces se ha señalado una depresión del nódulo sinusal y un bloqueo del sistema de His-Purkinje. Rara vez la lidocaína causa una hipertermia maligna. Mexiletina La mexiletina, anestésico local emparentado con la lidocaína que posee propiedades anticonvulsivas, se emplea para el tratamiento oral de los pacientes con arritmias ventriculares sintomáticas. Acciones electrofisiológicas. La mexiletina es semejante a la lidocaína en muchas de sus acciones electrofisiológicas. In vitro, acorta la DPA y el PRE de las fibras de Purkinje y, en menor grado, del músculo ventricular. Deprime la V·máx. de la fase 0 al bloquear la INa, sobre todo a velocidades más altas, y reduce el automatismo de las fibras de Purkinje pero no del nódulo sinusal normal. Su cinética de comienzo y de final es rápida. La hipoxia y la isquemia pueden incrementar sus efectos (v. tablas 36-1 a 36-3 y 36-5). La mexiletina es capaz de provocar una bradicardia intensa y un tiempo de recuperación anormal en el nódulo sinusal entre los pacientes con una enfermedad en esta estructura, pero no si es normal. No afecta a la conducción en el nódulo AV y puede reducir la conducción del sistema de His- Purkinje, aunque no mucho, a no ser que la conducción sea anormal desde el comienzo. La mexiletina no parece modificar el músculo auricular humano ni el intervalo QT. Se ha empleado para tratar otros muchos trastornos, como la eritromelalgia (extremidades enrojecidas y dolorosas), en niños, y la miotonía. Efectos hemodinámicos. La mexiletina no ejerce unos efectos hemo- dinámicos importantes sobre la función contráctil ventricular o la resis- tencia periférica. Farmacocinética. Se ha descrito que la mexiletina presenta una absor- ción rápida y casi completa tras su ingestión oral por voluntarios, con unas concentraciones plasmáticas máximas en un plazo de 2 a 4 h (v. tabla 36-4). Su semivida de eliminación en las personas sanas es aproximadamente de 10 h y de 17 h en los pacientes después de un IM. Sus concentraciones plasmáticas terapéuticas de 0,5 a 2 mg/ml se mantienen con dosis orales de 200-300 mg/6-8 h. La absorción con menos de un 10% de efecto hepático de primer paso tiene lugar en la parte superior del intestino delgado, y es retardada o incompleta en pacientes tratados con opiáceos o antiácidos. Aproximadamente el 70% del fármaco está unido a proteínas; el volumen aparente de distribución es grande, lo que manifiesta una amplia captación tisular. Normalmente, la mexiletina sigue una eliminación metabólica a través del hígado, con una excreción por la orina sin modificar inferior al 10%. Las dosis deben reducirse en los pacientes con cirrosis o insuficiencia ventricular izquierda. El aclaramiento renal de mexiletina disminuye a medida que aumenta el pH urinario. Sus metabolitos conocidos no ejercen efectos elec- trofisiológicos. El metabolismo puede aumentar con fenitoína, fenobarbital y rifampicina y disminuir con cimetidina. POSOLOGÍA Y ADMINISTRACIÓN. La dosis de comienzo recomen- dada es de 200 mg p.o. cada 8 h cuando la interrupción de la arritmia rápida no es fundamental (v. tabla 36-4). Las dosis pueden subir o bajar 50-100 mg cada 2-3 días y se toleran mejor cuando se administra con alimentos. Normalmente la dosis diaria total no debe superar 1.200 mg. En algunos pacientes, puede ser eficaz su administración cada 12 h. INDICACIONES. La mexiletina es un antiarrítmico eficaz para tratar a los pacientes con taquiarritmias ventriculares agudas y crónicas, pero no con TSV. Las tasas de éxito varían desde el 6 hasta el 60% y aumentan en algunos pacientes si se combina con otros fármacos como procainamida, β-bloqueantes, quinidina, disopiramida, propafenona o amiodarona. La mayoría de los estudios no muestra una superioridad clara a su favor sobre los demás productos de la clase I. La mexiletina puede resultar muy útil en los niños con una cardiopatía congénita y arritmias ventriculares graves. Al tratar a los pacientes con un intervalo QT largo, resulta más segura que fármacos como la quinidina, que aumenta más este intervalo. La escasa experiencia en el tratamiento de ciertos subgrupos de pacientes con un síndrome del QT largo (LQT3, que está relacionado con el gen SCN5A para el canal cardíaco de sodio) indica su intervención beneficiosa (v. capítulo 33). Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 13, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 679 Tratam ien to d e las arritmias card íacas 36 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . EFECTOS ADVERSOS. Hasta el 40% de los pacientes pueden necesitar un cambio en la dosis o el abandono del tratamiento con mexiletina como consecuencia de sus efectos adversos, como temblor, disartria, mareo, parestesias, diplopía, nistagmo, confusión, náuseas, vómitos y dispepsia. Los efectos secundarios cardiovasculares son raros y consisten en hipotensión, bradicardia y agravamiento de la arritmia. Los efectos adversos de la mexiletina parecen estar relacionados con la dosis y sus acciones tóxicas suceden a concentraciones plasmáticas solo un poco mayores que las terapéuticas. Por tanto, su uso eficaz requiere un ajuste atento de la dosis y control de efectos adversos y probablemente de la concentración plasmática. Debe evitarse el empleo de lidocaína como un FAA, o reducir su cantidad, en los pacientes que reciben mexiletina. Fenitoína La fenitoína se empleó inicialmente para tratar los trastornos convulsivos. Su utilidad como FAA se limita a casos infrecuentes de taquiarritmias auriculares y ventriculares por efecto secundario de la digital (en los que los anticuerpos antidigitálicos consiguen una neutralización más rápida y efectiva) y en casos esporádicos de arritmias ventriculares cuando se combina con otros fármacos (v. tablas 36-1 a 36-5). Antiarrítmicos de clase IC Flecainida La flecainida está aprobada por la FDA para tratar a los pacientes con arritmias ventriculares potencialmente mortales, así como diversas arritmias supraventriculares.6 Acciones electrofisiológicas. La flecainida presenta unos acusados efectos depresores sobre el canal rápido de sodio dependientes del uso, reduciendo la V·máx. con una cinética de comienzo y final lento (v. tablas 36-1 a 36-3 y 36-5). La disociación entre el fármaco y el canal de sodio es muy lenta, con unas constantes de tiempo de 10 a 30 s (en comparación con los 4 a 8 s de quinidina y < 1 s de lidocaína). Por tanto, puede haber notables efectos farmacológicos a las frecuencias cardíacas fisiológicas. La flecainida acorta la duración del potencial de acción en la fibra de Purkinje, pero lo prolonga en el músculo ventricular, acciones que, según las circunstancias, podrían potenciar o reducir la heterogeneidad eléctrica y crear o eliminar arritmias. La flecainida frena profundamente la conducción en todas las fibras cardíacas y, a concentraciones altas, inhibe el canal lento de Ca2+ (v. capítulo 34). Prolonga el tiempo de conducción en las aurículas, los ventrículos, el nódulo AV y el sistema de His-Purkinje. Se genera un aumento mínimo del período refractario auricular o ventricular o del intervalo QT. El período refractario anterógrado o retrógrado en las vías accesorias puede aumentar considerablemente de un modo dependiente del uso. La función del nódulo sinusal permanece inalterada en las personas normales, pero puede estar deprimida en los pacientes con una disfunción a este nivel. La flecainida puede facilitar o inhibir la reentrada y transformar la fibrilación auricular en un aleteo. Es característica la ligera a considerable elevación de los umbrales de estimulación y desfibrilación. Efectos hemodinámicos. La flecainida deprime el rendimiento cardíaco, sobre todo en los pacientes con una función sistólica ventricular alterada y debe utilizarse con prudencia, o evitarse, en los pacientes con una disfunción sistólica ventricular moderada o grave. Farmacocinética. La flecainida se absorbe como mínimo en un 90%, llegando a unas concentraciones plasmáticas máximas en cuestión de 3 a 4 h. Su semivida de eliminación en los pacientes con arritmias ven- triculares es de 20 h, con una excreción del 85% del fármaco sin modificar o en forma de metabolito inactivo por la orina (v. tabla 36-4). Sus dos metabolitos principales ejercen unos efectos menores que el fármaco original. Su eliminación es más lenta en los pacientes con nefropatía e insuficiencia cardíaca, y en tales situaciones las dosis deben reducirse. Las concentraciones plasmáticas terapéuticas oscilan de 0,2 a 1 mg/ml. Aproximadamente el 40% del fármaco está unido a proteínas. Cuando se utilizan junto con flecainida, se producen aumentos de las concentraciones séricas de digoxina (del 15 al 25%) y propranolol (30%). El propranolol, la quinidina y la amiodarona pueden elevar los valores séricos de flecainida. En algunos pacientes es necesario administrar las dosis durante 5 a 7 días para alcanzar el equilibrio dinámico. POSOLOGÍA Y ADMINISTRACIÓN. La dosis de comienzo es de 100 mg/12 h, con ascensos de 50 mg dos veces al día, pero no más que cada 3 a 4 días, hasta que se alcance su eficacia, se advierta un efecto adverso o se llegue a un máximo de 400 mg/día (v. tabla 36-4). Debe vigilarse el ritmo cardíaco y la duración del QRS después de modificar la dosis. INDICACIONES. La flecainida está indicada para el tratamiento de taquiarritmias ventriculares potencialmente mortales, TSV y FA paroxística. Alentadores datos experimentales y de estudios clínicos preliminares señalan que podría ser útil en la TV polimorfa catecolaminérgica (v. capí- tulo 33). Algunos expertos aconsejan que el tratamiento debe comenzar en el hospital mientras se controla el ECG, debido a la posibilidad de que surjan fenómenos proarrítmicos (v. más adelante). La dosis ha de ajustarse para conseguir el efecto deseado, aunque la concentración sérica no debe superar 1 mg/ml. La flecainida resulta especialmente eficaz en la supresión casi total de las EV y los ciclos cortos de TV no sostenida. Al igual que con otros FAA de clase I, no hay datos procedentes de estudios controlados que indiquen una influencia favorable del fármaco sobre la supervivencia o la muerte súbita cardíaca, y los resultados del estudio CAST señalan una mayor mortalidad en pacientes con enfermedad arterial coronaria (EAC). La flecainida prolonga la longitud del ciclo de la TV dependiente del uso, lo que mejora la tolerancia hemodinámica. También es útil en diversas TSV, como la taquicardia auricular (TA), el aleteo auricular y la FA (incluyendo la sobrecarga oral para terminar el episodio agudo). Cuando se administra de forma crónica, el isoproterenol inhibe algunos de estos efectos. Es importante hacer que la frecuencia ventricular sea más lenta antes del tratamiento de la FA con flecainida, a fin de evitar una conducción AV 1:1 de aleteo auricular ralentizado, que puede producirse por el efecto del fármaco sobre la fibrilación. Se ha empleado para tratar arritmias fetales y en niños. Su utilización puede producir una elevación del ST en la derivación V1, característica del síndrome de Brugada, en pacientes propensos (v. capítulo 33), y se ha utilizado como herramienta diagnóstica en personas sospechosas de padecer este trastorno. EFECTOS ADVERSOS. Los efectos proarrítmicos forman parte de los efectos adversos más importantes de la flecainida. Su acusada ralentiza- ción de la conducción descarta su uso en los pacientes con un bloqueo AV de segundo grado sin un marcapasos y justifica una administración prudente en los pacientes con trastornos de la conducción intraventricular. En el 5 al 30% de los pacientes pueden agravarse las arritmias ventricu- lares existentes o comenzar otras nuevas, especialmente en pacientes que presentan una TV sostenida previa, una descompensación cardíaca y dosis más elevadas del fármaco. La ausencia de respuesta al tratamiento en la arritmia vinculada a flecainida, incluida la cardioversión-desfibrila- ción eléctrica, puede traducirse en una mortalidad hasta del 10% en los pacientes que presentan fenómenos proarrítmicos. Los efectos inótropos negativos son capaces de causar una insuficiencia cardíaca o agravarla. Los pacientes con una disfunción del nódulo sinusal pueden presentar su parada y los que llevan un marcapasos y un DAI experimentar un ascenso en los umbrales de estimulación y desfibrilación, respectivamente.
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