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Los seres vivos - Aula taller

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LOS SERES VIVOS
Características, origen, evolución
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Los seres vivos. Características, origen, evolución
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María Busch, María Cecilia Rodríguez,
Alejandro José Ambas y José Roberto Dadon
LOS SERES VIVOS
Características, origen, evolución
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Los seres vivos. Características, origen, evolución
Los seres vivos: características, origen, evolución / José R. Dadon ... [et.al.]. - 1a ed. -
Buenos Aires : Del Aula Taller, 2010.
75 p. ; 20x23 cm.
ISBN 978-987-1086-45-0
1. Ciencias Naturales. 2. Biología. I. Dadon, José R.
CDD 570
Fecha de catalogación: 11/01/2010
1ª edición Enero 2010
Diseño, composición, armado: Ediciones del Aula Taller
© 2010 by Ediciones del Aula Taller
San Blas 5421, C.A.Bs.As. C1407FUQ
ISBN: 978-987-1086-45-0
Queda hecho el depósito de ley 11.723
Prohibida su reproducción total o parcial
sin la expresa autorización del editor
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ÍNDICE
I- LA BIOLOGÍA Y SU OBJETO DE ESTUDIO
¿Qué separa lo vivo de lo que no lo es?
¿Acaso se diferencian por las sustancias que lo componen?
Polémicas acerca de la naturaleza de lo viviente. Vitalismo y mecanicismo
¿Cuáles son las propiedades emergentes de los seres vivos? ¿Qué cualidades de los seres
vivos no se derivan exclusivamente de las de los materiales que los componen?
Las preguntas de la biología a lo largo de la historia
Desde los primeros hombres: observaciones, descripciones, clasificaciones y preguntas
II- ¿CÓMO SURGEN NUEVOS SERES? LA TEORÍA DE LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA
De las observaciones al método experimental
El experimento de Redi
III- UN MUNDO DE DETALLES. LA INVENCIÓN DEL MICROSCOPIO
Algunos observadores y sus descubrimientos
Preformismo y epigénesis
La teoría ovista
Charles Bonnet. Un ovista preformacionista
Los aportes de la embriología a la discusión. Kaspar Friedrich Wolf
Los experimentos de Spallanzani y Needham
IV- LOUIS PASTEUR Y EL FIN DE LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA
Repitiendo experiencias y realizando descubrimientos
La teoría celular
V- EL PROBLEMA DEL ORIGEN DE LAS ESPECIES
Los aportes de Carl Linné
Las especies “nobles” e “inferiores”. Las ideas de George Louis Leclerc, conde de Buffon
Las bases de la teoría de la evolución. Jean Lamarck
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VI- CHARLES DARWIN Y LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN
Los aportes de la geología
El viaje del Fitz Roy
La influencia de Thomas Malthus
El origen de las especies, resultado de un largo trabajo
VII- LOS AVANCES EN LA GENÉTICA. LOS CROMOSOMAS:
NI PREFORMACIONISMO NI GENERACIÓN ESPONTÁNEA
Mendel y las leyes de la herencia
La teoría cromosómica
No siempre el hijo sale a los padres...
VIII- LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN HOY. NEODARWINISMO
Nuevas hipótesis sobre el origen de la vida. El fin de la teoría de la generación espontánea.
¿Qué transformaciones deberían haber sucedido en los materiales
inorgánicos para llegar a originar un sistema viviente?
¿Hay evidencias de que la vida se pudo originar fuera de la Tierra?
¿Hay evidencias de vida en otros planetas?
IX- LA RELACIÓN ENTRE LA TEORÍA CELULAR Y LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN
X- LA BIOLOGÍA, HOY
RECAPITULACIÓN
ACTIVIDADES
BIBLIOGRAFÍA
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I
LA BIOLOGÍA Y SU OBJETO DE ESTUDIO
La biología es una ciencia, y como tal se caracteriza por tener un objeto de estudio y utilizar un
método ¿Qué significa que tiene un objeto de estudio? Como toda ciencia, la biología intenta responder
preguntas, pero no acerca de cualquier cosa, sino respecto a los seres vivos. Una definición tradicional de
biología la caracterizaba como “la ciencia que se dedica al estudio de los seres vivos”. Pero, como sucede
con muchas definiciones, esa definición incluye conceptos que a su vez deben ser definidos; la más
importante de esas definiciones previas es: ¿qué es un ser vivo? A todos nos parece bastante fácil distinguir
entre lo vivo y lo no vivo; por ejemplo: un elefante, un mono, el pasto, una rosa, están indudablemente en
el primer grupo, mientras que una roca, el aire, o el agua no son considerados seres vivientes.
El objeto de estudio de la biología son los seres vivos
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Los seres vivos. Características, origen, evolución
¿Qué separa lo vivo de lo que no lo es?
¿Acaso se diferencian por las sustancias que lo componen?
En cursos anteriores de biología habrán visto que a partir del dióxido de carbono del aire, del agua, de
sustancias minerales del suelo y de la energía del sol, las plantas son capaces de elaborar compuestos
complejos que forman sus estructuras, mediante un proceso denominado fotosíntesis. A su vez, los animales
y otros organismos heterótrofos construyen sus tejidos a partir de materia orgánica proveniente de otros
organismos, ya sean plantas u otros animales. Estos procesos de fabricación de material a partir de
componentes más sencillos se denominan procesos de síntesis.
También habrán visto que cuando un organismo muere, la materia orgánica se descompone por la
acción de un grupo particular de organismos, los descomponedores, y se liberan nuevamente el dióxido de
carbono y los nutrientes minerales al ambiente. Esta desasimilación también sucede dentro de cada
organismo, ya que las sustancias que son ingeridas como alimento no son incorporadas como tales, sino
que primero se descomponen en sus componentes mediante un proceso que comienza con la digestión
y culmina con la respiración celular.
El proceso de reciclado de los componentes inorgánicos a orgánicos, y viceversa, implica que no
es la composición química lo que diferencia a los seres vivos de los no vivos.
Masa rocosa
La composición química no
es la que diferencia a los
seres vivos de lo no vivo
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Polémicas acerca de la naturaleza de lo viviente
Vitalismo y mecanicismo
Durante mucho tiempo se consideró que la naturaleza de lo viviente estaba determinada por una
característica propia, no derivada solamente de su composición química. Era difícil pensar cómo
propiedades tan complejas como las observadas en los seres vivos, derivaban simplemente de fenómenos
físicos y químicos. Según los vitalistas debía haber una “fuerza vital” que regulara los procesos vitales, y
consideraban que la estructura de los seres vivos (por ejemplo, el cuerpo humano) era sólo un bastidor
donde esta fuerza se manifestaba. Según esta teoría, la existencia de Pinocho no se pondría en duda, ya
que habría recibido la fuerza vital del hada madrina.
Por otro lado, las teorías mecanicistas, que surgieron principalmente en el siglo XVII, influidas por
el racionalismo de René Descartes (1596-1650), planteaban que las funciones vitales podían ser explicadas
por las propiedades físicas y químicas de la materia viva, sin recurrir a ninguna sustancia especial. Los
mecanicistas mostraban la semejanza entre el funcionamiento del cuerpo y las máquinas: el corazón
impulsaba la sangre como una bomba, los brazos actuaban como palancas, los pulmones como fuelles,
etc.
En el siglo XIX, aunque se contaba con mayor información acerca de los procesos naturales, la
polémica continuaba. A medida que se sabía más acerca de los compuestos químicos que se encontraban
en los seres vivos, parecía que se acumulaban los argumentos a favor de los vitalistas, ya que muchas
sustancias que se encontraban en éstos, no estaban presentes en el mundo inorgánico. Uno de los
adherentes a la corriente vitalista fue el célebre Luis Pasteur, que como veremos más adelante, contribuyó
al avance de la biología en muchos aspectos. Uno de los argumentos de los vitalistas era que los cambios
ocurridos durante la fermentación de jugo de fruta a vino podían ser llevados a cabo sólo por seres vivos
(las levaduras).
Un experimento que contribuyó a zanjar esta discusión a favor de la postura mecanicista fue la
síntesis de urea (sustancia orgánica) a partir de cianato de amonio (sustancia inorgánica) por el investigador
Friedrich Wohler (1800-1882).En 1898, los químicos Edward y Hans Buchner (1860-1917 y 1850-1902
respectivamente) extrajeron una sustancia de la levadura que podía producir la fermentación fuera de los
seres vivos. A esta sustancia se la denominó ‘zyme’, que en griego significa levadura o fermento. De ahí se
derivó el nombre actual de las enzimas. Así quedó demostrado que las reacciones vitales son casos
I- La biología y su objeto de estudio
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Los seres vivos. Características, origen, evolución
particulares de reacciones químicas y que pueden reproducirse en condiciones de laboratorio, sin
intervención de los seres vivos.
Como discuten de Robertis y sus colaboradores en su reconocido tratado de citología general, tanto
la teoría vitalista como la mecanicista surgen de la antigua tendencia de los biólogos a separar la forma de
la función. Esto puede haberse derivado de la influencia de Aristóteles, en cuya Lógica la forma es una
cualidad, pero la función no lo es. Hoy se considera a los organismos vivos de manera integrada: la forma
y la función componen una unidad inseparable. Este enfoque, llamado organicismo u holismo, considera
que un organismo es más que la suma de sus partes. Esto implica que estudiar por separado cada una de
las partes, aunque sea con gran detalle, no permite explicar cómo funciona el todo, el sistema completo.
Esto se aplica tanto al mundo vivo como a lo inerte: las propiedades de una molécula de cloruro de
sodio son distintas que las de los átomos de cloro y de sodio que se combinan para darle origen.
Haciendo una analogía con el funcionamiento de un reloj, si éste es desarmado en sus partes
componentes, la observación aislada de éstas no permite inferir el funcionamiento del mecanismo en su
conjunto. También se aplica al funcionamiento de los equipos de fútbol, que no son el resultado de la suma
de sus individualidades. Cuando se habla del campeonato, se habla de cómo juegan Boca o River, no de
cada uno de sus jugadores.
Dos ejemplos de que el todo es más que la suma de sus partes
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¿Cuáles son las propiedades emergentes de los seres vivos?
¿Qué cualidades de los seres vivos no se derivan exclusivamente de las de los materiales
que los componen?
Los organismos vivos crecen y se reproducen
Una de las características distintivas de los seres vivos es la capacidad de crecer y reproducirse, es decir,
de producir material semejante al que los compone, e incluso organismos completos. Mientras que las
sustancias inorgánicas para aumentar en cantidad deben disponer de material semejante al que los
forma, sólo los seres vivos son capaces de incorporar distintos tipos de sustancias y obtener un producto
diferente. O sea, la vida se caracteriza por la capacidad de asimilación y síntesis.
Los organismos vivos se desarrollan a partir de otros seres vivos semejantes
Los organismos vivos se generan a partir de otros seres vivos. Aunque llevó mucho tiempo
llegar a esta conclusión, desechando la teoría de la generación espontánea (véase más
adelante), actualmente se acepta que sólo a partir de sustancias inorgánicas no se forman
seres vivos. Para convertir el dióxido de carbono, el agua y los nutrientes minerales en material
vegetal debe existir previamente una planta capaz de realizar fotosíntesis.
Los organismos vivos transmiten sus características a sus descendientes
Otra característica de los seres vivos es la capacidad de autorreproducirse, es decir, producir
descendientes con características semejantes a sus progenitores. La continuidad de las
características de los seres vivos se produce a través de la herencia, es decir, se transmite
información de generación en generación. La transmisión de la información se realiza a través
del material genético.
Los sistemas biológicos son sistemas abiertos
Los sistemas biológicos funcionan esencialmente a través de reacciones físico-químicas,
pero tienen una característica importante, y es que son sistemas abiertos, es decir, funcionan
mediante el intercambio de materia y energía con el medio ambiente. Para la síntesis de
nuevos materiales hace falta ingresar los ingredientes desde el exterior del sistema y, en último
término, éstos serán devueltos al medio.
I- La biología y su objeto de estudio
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Los seres vivos. Características, origen, evolución
Las transformaciones de la materia van siempre acompañadas de transferencias de energía: en los
procesos de síntesis se requiere el aporte de energía, mientras que en las desasimilaciones se libera
energía; ejemplos clásicos de desasimilaciones son la respiración y la combustión. La mayor parte de la
energía que es utilizada para el funcionamiento de los seres vivos proviene de la luz solar. La energía
lumínica como tal no puede ser utilizada por la mayoría de los seres vivos, sino que debe ser incorporada
en los enlaces de compuestos químicos, proceso que ocurre durante la fotosíntesis. A diferencia de las
transformaciones de la materia, que se producen sin pérdidas, las de la energía son imperfectas, y parte
se pierde o disipa en forma no aprovechable. Por eso, sólo una parte de la energía asimilada por las
plantas puede pasar a niveles tróficos superiores. La transferencia de energía entre los niveles tróficos
Figura 1. En un sistema cerrado únicamente se inter-
cambia energía con el entorno, mientras que en un sistema
abierto se intercambian tanto energía como materia.
siempre es incompleta, parte se disipa como calor.
Por otro lado, cuando un organismo muere, la energía
contenida en sus compuestos orgánicos es utilizada
por distintos tipos de organismos descomponedores,
que terminan de degradar la materia a compuestos
inorgánicos.
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En conclusión, el mantenimiento de la vida depende de la existencia de una fuente de energía, como
el sol. Si bien hay organismos particulares que obtienen energía de otras fuentes, como las bacterias de
aguas termales, o las bacterias fotoquímicas, esos organismos constituyen un grupo muy reducido.
Los seres vivos reciben información del medio ambiente y pueden responder de acuerdo
a ésta
Además de materia y energía, los seres vivos tienen la capacidad de intercambiar información
con el medio ambiente, y de responder de acuerdo a ésta. Hasta los organismos con los
órganos más rudimentarios reaccionan frente a determinados estímulos: las planarias cambian
su dirección de movimiento según la acidez del medio, las partes aéreas de las plantas crecen
hacia la luz, las raíces crecen hacia la tierra, las hojas de las plantas carnívoras se cierran
cuando se posa una mosca sobre ellas, el león detecta el olor de la presa, y a su vez ésta
detecta al león, y ambos reaccionan de acuerdo a lo que percibieron. Si bien los mecanismos
con que se registran los estímulos ambientales y las capacidades de respuesta frente a ellos
son muy variables según los grupos, la existencia de unos y otros es un rasgo común a todos
los seres vivos.
Los seres vivos tienen la capacidad de regular lo que entra y sale de su organismo, y de
mantener su medio interno dentro de límites más o menos constantes
Los organismos vivos intercambian materiales y energía con el medio, pero, a diferencia de lo
que sucede con los sistemas inorgánicos, existe una regulación de ese intercambio. Es decir,
se permite el ingreso o egreso diferencial de sustancias.
La capacidad de regular el ingreso y el egreso de sustancias al organismo, permite mantener un
medio interno distinto del externo y con características más o menos constantes. Esta capacidad de
regular el medio interno, a pesar de cambios en el medio externo, es denominada homeostasis, y es una
característica fundamental para el funcionamiento correcto de muchos órganos, como el cerebro del hombre
(un exceso de temperatura, o la falta de azúcar, provocan daños que pueden llegar a ser irreversibles), o
para mantener la circulación de la sangre evitando que se congele en lugares con muy bajas temperaturas.
Sin esta capacidad de mantener el medio interno en forma independiente del externo,el hombre no podría
haber habitado gran parte de la tierra. Sin embargo, esta capacidad de regulación tiene costos y límites. Si
las condiciones del medio llegan a valores muy extremos, o duran mucho tiempo, la capacidad de
homeostasis no alcanza para mantener el medio interno.
I- La biología y su objeto de estudio
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Los seres vivos. Características, origen, evolución
Los seres vivos atraviesan ciclos vitales
Si bien la vida se ha mantenido durante millones de años, los organismos individuales muestran
ciclos vitales a lo largo de los cuales nacen, crecen, se desarrollan y mueren. Aunque hay gran
variación en la duración de la vida, desde árboles que tienen más de 4000 años a organismos
que viven sólo un día, todos los seres vivos finalmente mueren.
Los seres vivos muestran variabilidad y tienen capacidad de evolucionar
Si bien dijimos que los seres vivos tienen la capacidad de transmitir a sus descendientes sus
características principales, no todos los organismos son exactamente iguales. Incluso entre
individuos pertenecientes a una misma especie existen variaciones. De acuerdo al medio en
que se desarrollen, la supervivencia y el éxito reproductivo de los individuos que mejor se
desempeñen será mayor, y por lo tanto en la descendencia esas características tenderán a
aumentar su frecuencia.
Todos los seres vivos están formados por células
La idea de que todos los organismos están constituidos por una o más unidades morfológicas
y fisiológicas similares, las células, es uno de los principios fundamentales en biología. La
teoría celular afirma que: 1) todos los organismos están constituidos por una o más células; 2)
las reacciones químicas de los seres vivos ocurren dentro de las células; 3) las células se
originan de otras células; y 4) las células contienen la información hereditaria de los organismos
de los cuales forman parte.
¿Qué son los virus?
Los virus comparten algunas de las propiedades de los seres vivos. Tienen una composición química
definida (proteínas y ácidos nucleicos), poseen variabilidad, son capaces de evolucionar. Sin embargo,
difieren en otras cosas de los seres vivos: no están formados por células y sólo se reproducen utilizando
los procesos metabólicos de una célula huésped. Por ello, no pueden ser considerados seres vivos, pero
también son diferentes de la materia inerte. Actualmente se considera preferible incluirlos en una categoría
propia.
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Las preguntas de la biología a lo largo de la historia
Toda ciencia se caracteriza porque intenta responder
preguntas. La clase de preguntas depende de la ciencia
particular, y como vimos, en el caso de la biología están
relacionadas con su objeto de estudio, los seres vivos. Las
preguntas que se pueden formular son muchas, y siempre
dependen del grado de conocimiento alcanzado, del marco
filosófico, de las necesidades de las sociedades y de las
características individuales de los investigadores.
También las respuestas planteadas a estas preguntas,
llamadas hipótesis, dependen en gran medida de las
circunstancias en que se desarrolla la investigación, del
grado de conocimiento alcanzado y de los paradigmas
imperantes. Un conjunto de hipótesis relacionadas entre sí
que intentan explicar un determinado fenómeno de la
naturaleza constituye una teoría. Cuando estas han sido
puestas a prueba repetidas veces, sin ser descartadas,
pueden constituirse en leyes. Una ley es un hecho, o una
explicación para un conjunto de hechos ampliamente
aceptada porque se ha comprobado repetidas veces su
cumplimiento, es decir, no ha podido ser rechazada.
Recordemos que ninguna teoría científica puede
considerarse como totalmente cierta; sus explicaciones
acerca de fenómenos de la realidad son aceptadas en forma
provisoria, y a lo largo de la historia van siendo reemplazadas.
Se mantienen como válidas hasta tanto nuevos hechos no
demuestren su falsedad.
Las teorías fuertemente afianzadas y aceptadas en determinado momento constituyen un paradigma.
Los cambios de paradigma van asociados a grandes cambios en el pensamiento científico, pero se producen
sólo luego de largos procesos de acumulación de evidencias que entran en conflicto con lo que sostiene
Desde la Prehistoria los seres humanos
han estado en contacto con la naturaleza,
formulándose preguntas y dando explicaciones
I- La biología y su objeto de estudio
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Los seres vivos. Características, origen, evolución
el paradigma vigente. Generalmente, al principio estas evidencias en contra del paradigma vigente son
rechazadas por absurdas, o se aduce que derivan de errores metodológicos. Finalmente, al aparecer
muchos resultados conflictivos, o algún descubrimiento nuevo que pone en evidencia sin lugar a dudas la
falsedad de la teoría vigente, se reemplaza el paradigma por otro nuevo.
Por último, la forma de responder a las preguntas también varió a lo largo de la historia, dependiendo
como en los casos anteriores del contexto, y, en gran medida, de los avances tecnológicos. Uno de los
hitos más importantes en la historia de la biología fue el invento del microscopio en el siglo XVII, que
permitió descubrir la existencia de organismos vivos y estructuras muy pequeñas, llevando al desarrollo
de la teoría celular.
Para poder plantear teorías o explicaciones acerca de los fenómenos de la naturaleza, fue necesaria
una acumulación de conocimiento previo. El desarrollo de las ciencias naturales necesitó de una etapa
descriptiva, de conocimiento de los sistemas. No es posible plantearse hipótesis muy sofisticadas si no se
conoce el sistema de estudio.
Como el “hombre primitivo”, el científico
moderno busca conocer el funcionamiento
del mundo natural
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Desde los primeros hombres: observaciones, descripciones, clasificaciones y preguntas
El conocimiento acerca de las características de los seres vivos se remonta a los hombres primitivos,
cuyas observaciones estaban relacionadas principalmente con la obtención de alimento por medio de la
caza, pesca y recolección de frutos. Era un conocimiento empírico derivado puramente de la observación.
El inicio de la domesticación de animales y el cultivo de plantas fue acompañado de, y también estimulado
por, un mayor conocimiento acerca de las características de los animales y las plantas.
Entre los escritos de los babilonios, asirios, hebreos y egipcios hay descripciones que muestran un
conocimiento bastante detallado de un número de animales y plantas. En una postura diferente, los filósofos
griegos pre-aristotélicos ubicaban el problema de la vida dentro de sus sistemas filosóficos: la interpretaban
desde su marco teórico, no a partir de observaciones. Consideraban que las leyes que gobiernan el
universo podían deducirse mediante construcciones mentales elaboradas con el pensamiento, y que por
lo tanto no era necesario comprobarlas mediante la observación. Recién Hipócrates de Cas (460-375 AC)
adoptó un enfoque naturalista y con base causal de la medicina. Posteriormente Aristóteles (384-322 AC)
realizó observaciones detalladas de los animales y sentó las bases de su clasificación, estudiando la
anatomía y las funciones de los órganos, y postulando una teoría de la generación de los seres vivos.
El posterior desarrollo de la biología en la escuela de Alejandría estuvo vinculado con la medicina y la
anatomía. Representantes de esta escuela fueron Erófilo (c.335-c280 Ac) y Erasístrato (c.304-c250 Ac),
que hicieron las primeras disecciones de cadáveres humanos. En Roma la figura más sobresaliente fue
Plinio el Viejo (23-79 DC) y posteriormente Galeno (130-200 Dc), que desarrolló el conocimiento de la
Anatomía, por medio de observaciones realizadas en animales.
Durante la Edad Media no hubo grandes avances en las Ciencias Naturales, que cobraron nuevo
impulso en el Renacimiento, cuando Leonardo da Vinci (1472-1519) realizó extraordinarios dibujos
anatómicos, y Paracelso aplicó sus conocimientos de alquimista a la biología. En esa época se realizaron
nuevasclasificaciones de los organismos conocidos, y se iniciaron las primeras colecciones de Historia
Natural.
Durante los siglos XVI y XVII se desarrollaron principalmente la Fisiología y la Anatomía, la primera
con Andrés Vesale (1514-1564) y la segunda con William Harvey (1578-1657), que descubrió la circulación
de la sangre. Durante estos siglos se intentó responder algunas de las principales preguntas de la biología.
I- La biología y su objeto de estudio
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Los seres vivos. Características, origen, evolución
Desde los orígenes de la humanidad,
el asombro ante la naturaleza
originó preguntas
y se buscaron respuestas a las mismas
Las necesidades del hombre impulsaron
la misma búsqueda
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II
¿CÓMO SURGEN NUEVOS SERES?
LA TEORÍA DE LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA
En el siglo XVI era ampliamente aceptado que se podían originar seres vivos a partir de materia no
viva, ya sea organismos muertos o materia inorgánica. También se creía que de un tipo de organismos se
podían originar otros muy distintos. Eso, que hoy en día puede resultar absurdo, en ese momento era la
consecuencia lógica de la observación de la naturaleza: en la carne en descomposición aparecen larvas,
donde se almacena trigo u otro alimento aparecen ratones, en los charcos temporarios aparecen renacuajos,
de los gusanos surgen mariposas. En general, se consideraba que sólo los seres “de orden inferior”
podían originarse de esta manera, es decir, aquellos de organización más simple a los ojos de los científicos
de entonces (recordemos que las observaciones eran macroscópicas). Más adelante volveremos a esta
concepción de seres inferiores y superiores.
De larva a mariposa, tres momentos de la metamorfosis de la “mariposa monarca”
Fenómenos como este dieron origen a explicaciones erróneas sobre el surgimiento de nuevos seres
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Los seres vivos. Características, origen, evolución
De las observaciones al método experimental
Cuando una disciplina pasa de tener un objetivo puramente descriptivo a la búsqueda de respuestas
a preguntas concretas se convierte en una disciplina científica. La simple acumulación de observaciones,
por más detalladas que éstas sean, no contribuye al conocimiento del funcionamiento de la naturaleza.
Podemos llegar a saber cómo son las cosas (al menos para nuestra capacidad de percepción), pero no
por qué son así. Una disciplina es científica cuando plantea preguntas y propone hipótesis que pueden ser
puestas a prueba mediante experimentos u observaciones. Es por eso que se considera que en el siglo
XVII nace la biología como disciplina científica, momento en que pasa del terreno descriptivo a la utilización
del método científico.
El aficionado a las aves que sale a recorrer los campos, identifica las especies y tal vez hasta
descubre nuevas, no es un científico, es un naturalista. Esto no impide que el conocimiento de las aves
que obtiene con sus observaciones pueda resultar de mucha utilidad para quienes las estudian desde un
punto de vista científico; es más, ese conocimiento es imprescindible para el avance de la ciencia.
La mayor parte de los biólogos tiene su costado naturalista, la vocación y la curiosidad por estudiar
los seres vivos, al margen de las preguntas científicas.
El experimento de Redi
Uno de los primeros que puso en duda la posibilidad de la generación espontánea fue Francisco
Redi (1626-1697), un científico italiano. Era naturalista, médico y filósofo. No sólo resulta extraordinario que
dudara acerca de algo aceptado por la mayoría de sus contemporáneos (el paradigma de la época), sino
que además se planteara ponerlo a prueba mediante un experimento.
Redi quería comprobar cómo surgían los gusanos que aparecían en la carne al descomponerse.
Aunque hoy sabemos que las moscas ponen huevos sobre la carne, y éstos dan origen a los gusanos que
son las larvas de mosca, hasta el experimento de Redi no se había observado a las moscas poniendo
huevos.
Para realizar su experimento, Redi colocó trozos de carne en frascos con una gran abertura, dejando
algunos frascos abiertos y cubriendo otros con un papel herméticamente atado y sujetado. Al cabo de
unos días, la carne que había estado al descubierto estaba cubierta de gusanos, mientras que la que
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estaba en frascos cerrados se mantenía sin variaciones, incluso al cabo de varios meses. Como le criticaron
que el resultado se debía a que el papel impedía la entrada de aire, luego lo reemplazó por una gasa de
malla fina, obteniendo los mismos resultados.
El experimento de Redi tenía todos los ingredientes que debe reunir un experimento:
a. Contestaba una pregunta científica:
¿Cuál es el origen de los gusanos que aparecen en la carne?
b. Ponía a prueba las hipótesis, o sea, las posibles respuestas a la pregunta planteada:
¿Surgen de la carne?
¿Provienen del medio externo?
c. El diseño del experimento permitía comprobar las predicciones de las hipótesis:
Si los gusanos surgen de la carne, aparecerán en los frascos aunque estos estén cerrados.
Si los gusanos surgen a partir de algún organismo que viene de afuera, no aparecerán en los frascos cerrados.
d. El experimento incluía controles, es decir, comparaba lo que sucedía en frascos cerrados con lo que sucedía
en frascos abiertos.
Al dejar los frascos abiertos o cerrados estaba aplicando tratamientos, es decir, una manipulación del sistema que
permite poner a prueba la predicción de una hipótesis. Como le interesaba comprobar si la carne podía generar
gusanos por sí misma, su tratamiento tenía que aislar la carne de cualquier otra fuente de contaminación. El control
consiste en no realizar manipulaciones, es decir, no aplicar tratamientos: en este caso, ver qué sucede si no se tapan
los frascos. Si bien ya se había observado anteriormente que en la carne al descubierto aparecían gusanos, era
necesario probarlo en las condiciones propias del experimento, ya que podría suceder que la carne elegida hubiera sido
tratada con alguna sustancia que impedía el desarrollo de gusanos, que las condiciones dentro de los frascos inhibieran
su desarrollo, o que en ese lugar no estuvieran presentes los organismos que él pensaba responsables de la aparición
de gusanos (por ejemplo, que en el lugar donde hacía el experimento no hubiera moscas).
Mediante el control, Redi quería asegurarse que lo único que afectaba el desarrollo de los gusanos era que los frascos
estuvieran tapados. Si en los frascos control tampoco hubiera encontrado gusanos, no podría haber descartado la
teoría de la generación espontánea, ya que evidentemente en las condiciones de su experimento había algo independiente
de los tratamientos que impedía el desarrollo de gusanos.
II- ¿Cómo surgen los nuevos seres? La teoría de la generación espontánea
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Los seres vivos. Características, origen, evolución
e. El experimento incluía réplicas.
Redi utilizó varios frascos tapados y varios destapados, es decir, realizó réplicas de los tratamientos. Cada uno de los
frascos con carne constituye una unidad experimental, es decir, la unidad a la que se aplica un tratamiento. Las
réplicas consistían en tener varias unidades experimentales con el tratamiento y varias unidades experimentales control.
Si solamente hubiera comparado un frasco tapado contra uno destapado, la diferencia (o no diferencia) entre ellos
podría haberse debido a la casualidad. Cuando se realizan pruebas repetidas y un determinado resultado se repite
muchas veces, no puede ser atribuido a la casualidad; ese es el sentido de incluir réplicas.
Las réplicas son necesarias porque los fenómenos naturales no siempre se comportan de la misma manera, y están
sujetos a fenómenos estocásticos (debidos al azar, no controlados por el experimentador). También podría ocurrir que
algún frasco se hubiera contaminado mientras se colocaba el papel para aislarlo, pero sería poco probable (si el
experimentador era relativamente cuidadoso) que se hubieran contaminado todos.
f. El experimento incluía condiciones experimentalescomparables entre sí.
Otro detalle importante de un experimento es que las condiciones sean semejantes para todos los tratamientos; por
ejemplo, que los frascos tapados y los frascos destapados estén en las mismas condiciones de temperatura, humedad,
iluminación, etc. Es decir, que la única diferencia tendría que deberse al tratamiento. También la forma y dimensiones
de los frascos deben ser las mismas.
Si un investigador no puede someter todas las unidades experimentales exactamente a las mismas condiciones, debe
entonces distribuir los tratamientos de manera que todos estén sujetos a las distintas condiciones. Por ejemplo,
supongamos que en el experimento de Redi no había espacio suficiente para situar todos los frascos a la misma
distancia de una ventana abierta. Entonces tendría que haberlos dispuesto de manera que cerca de la ventana hubiera
tantos frascos tapados como destapados, haciendo lo mismo en la zona más alejada. Si hubiera colocado todos los
frascos tapados cerca de la ventana y los destapados lejos de ella, tal vez hubiera obtenido otros resultados debido a
que los más alejados eran menos accesibles a las moscas que ponían los huevos de donde surgían los gusanos.
De este experimento surgió, en 1668, la teoría de la continuidad de la vida, que afirma que todo ser vivo proviene
de otro ser vivo. Sin embargo, esta teoría no fue aceptada totalmente, reemplazando al paradigma de la generación
espontánea, hasta dos siglos más tarde. El reemplazo de un paradigma por otro requiere muchas más evidencias que
un único experimento.
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III
UN MUNDO DE DETALLES
LA INVENCIÓN DEL MICROSCOPIO
Aunque desde la antigüedad se conocían las propiedades de aumento de las lentes de vidrio o cristal
y las lupas eran usadas ya en el siglo XIII por joyeros, relojeros y mercaderes de tejidos, recién a partir del
siglo XVII los científicos empezaron a utilizar lentes para realizar sus observaciones. Los primeros
microscopios consistían simplemente de una lente montada; luego se utilizaron microscopios compuestos,
combinando dos lentes. El microscopio compuesto fue inventado entre 1591 y 1608 por el holandés
Zaccharias Janssen (1588-1638) y por los ingleses Leonard y Thomas Diggs (1520-1559 y 1546-1595,
respectivamente), pero fue Galileo Galilei (1564-1642) el primero que lo utilizó con fines científicos en
1608.
Retrato de Galileo Galilei,
de Giusto Susterman.
A la derecha un telescopio
usado por él, que se conserva
en el Museo de la Ciencia de
Florencia
24
Los seres vivos. Características, origen, evolución
Algunos observadores y sus descubrimientos
Mediante el uso de un microscopio sencillo, Antony van Leeuwenhoek (1632-1723) hizo numerosas
observaciones sobre musgos, abejas, parásitos, e innumerables objetos más. Leeuwenhoek trabajaba en
casa de un mercader de tejidos, donde tuvo la oportunidad de usar las lentes de aumento que se utilizaban
para analizar los paños. Por curiosidad las empezó a utilizar para observar otras cosas y se apasionó por
el mundo microscópico que aparecía al agrandar los objetos. No sólo realizó observaciones, sino que se
dedicó a tallar lentes y a armar microscopios. Llegó a tener 419 lentes, algunas de las cuales agrandaban
hasta 270 veces. Era famoso por su habilidad artesanal y la calidad de sus microscopios. Sin embargo, lo
que más le preocupaba no era el poder de aumento sino la nitidez de la imagen.
Realizó innumerables observaciones de las cosas más variadas y sin un método preconcebido, ya
que no era un científico; sin embargo, sus observaciones y sus microscopios ya eran famosos cuando
mandó su primer comunicación a la Royal Society of London en 1673. En total escribió 375 comunicaciones.
Entre los principales descubrimientos de Leeuwenhoek están los glóbulos de la sangre (año 1673), los
infusorios (1675) y las bacterias (1683).
El descubrimiento de los animálculos o infusorios tuvo grandes repercusiones en el desarrollo de la
biología. Leeuwenhoek comunicó a la Royal Society: “En agua de lluvia que había permanecido varios días
en un jarro vidriado, descubrí criaturas vivientes”.
Este descubrimiento, que fue seguido de la observación de estos animálculos en todos los líquidos
donde había algún resto de materia orgánica, renovó la discusión acerca de la posibilidad de la generación
espontánea. Si tenían razón los que creían que todo ser vivo se origina de otro ser vivo ¿de qué organismos
salían los infusorios presentes en el agua de lluvia? Había que suponer que los animálculos o sus gérmenes
se encuentran diseminados por todos lados y se desarrollan cuando encuentran un líquido propicio.
Otro descubrimiento importante realizado gracias a la observación microscópica fue el de los
espermatozoides, realizado por Luis de Hamm en 1677, al colocar al microscopio una gota de semen
humano. Comunicó su descubrimiento a Leeuwenhoek, quien se dedicó a buscar espermatozoides en el
semen de numerosas especies, los describió y los relacionó con la generación de nuevos individuos.
Unos años antes, De Graaf (1641-1673) había descripto el folículo ovárico de los mamíferos, al que llamó
“huevo”. También, mediante experimentos en conejos, De Graaf describió el paso del óvulo desde el ovario
a la trompa uterina y al útero.
25
Preformismo y epigénesis
A comienzos del siglo XIX todavía se tenía una idea muy vaga de cómo se originaban los nuevos
seres. Se creía que los organismos inferiores podían surgir de materia no viva, pero en el caso de los
organismos superiores el conocimiento se basaba en lo observado en humanos.
De manera general, se aceptaba la opinión de los antiguos (Hipócrates) que los nuevos individuos se
formaban por la mezcla de dos simientes provenientes de los padres. Sin embargo, no se sabía el papel
que cumplía cada una. Descartes opinaba que se servían mutuamente de levadura y que al unirse
desencadenaban el desarrollo de un nuevo individuo. A medida que se conocía más acerca de la complejidad
de las estructuras de los seres vivos, resultaba difícil imaginarse que se desarrollaban a partir de un líquido
indiferenciado.
Entonces surgió la explicación de que, en realidad, los organismos se originaban a partir de gérmenes
o corpúsculos muy pequeños pero idénticos a ellos, como si fueran modelos completos a escala. Esta
explicación fue llamada teoría preformacionista, porque consideraba que los organismos existían como
tales, pero pequeñísimos, y que la generación de nuevos organismos consistía sólo en aumentar de
tamaño. Esta teoría era apoyada por algunas observaciones de semillas de plantas y de huevos de insectos,
donde se podían distinguir rudimentos de las distintas partes.
Sin embargo, William Harvey (1578-1657) había observado
en huevos de pollo distintos estadíos durante los cuales el
embrión se iba desarrollando por la aparición sucesiva de
nuevas estructuras, lo que dio lugar a la teoría de la
epigénesis, es decir, que los organismos iban
desarrollándose y cambiando a partir de la simiente. Estas
dos teorías coexistían y tenían sus adeptos, por lo cual
ninguna de las dos podía ser considerada un paradigma.
Harvey estudió el desarrollo de los embriones
en los huevos de pollo
III- Un mundo de detalles. La invención del microscopio
26
Los seres vivos. Características, origen, evolución
La teoría ovista
Numerosos científicos de esta época coincidían en considerar que todos los organismos se originan
a partir de un “huevo”, sin embargo había diferencias en cuánto al significado del huevo. El descubrimiento
del óvulo por de Graaf llevó al desarrollo de la teoría “ovista”, que consideraba que dentro del huevo
contenido en la madre, ya se encontraba preformado el futuro organismo. El padre sólo contribuía
estimulando el crecimiento. El descubrimiento de los espermatozoides llevó a plantear la postura inversa,
es decir, que el ser preformado se encontraba en éstos y que el huevo de la hembra sólo actuaba de
receptáculo para el crecimiento.
Pero, ¿qué pasaba conla siguiente generación?, ¿de dónde salía? Las teorías vigentes suponían
que surgía a partir de otro ser preformado que estaba adentro del otro y así sucesivamente. Cada ser
tendría en su interior a sus descendientes, desde hijos hasta tatara-tatara-tataranietos; cada uno de ellos
de un tamaño cada vez más pequeño, pero con todos sus componentes completos. Esta teoría se llamó
del encaje, porque suponía que las sucesivas generaciones estaban encajadas una adentro de otra, como
los cubos cada vez más pequeños con que juegan los chicos a encajar uno dentro de otro, o como las
muñecas rusas, que en su interior tienen otra idéntica más pequeña, que a su vez contiene otra, y así
sucesivamente.
La respuesta alternativa que se planteaba era que los nuevos seres provenían del ambiente, que sus
gérmenes estaban diseminados por todos lados y que se desarrollaban cuando encontraban el lugar propicio;
esta explicación fue llamada teoría de la diseminación. Por ejemplo, un germen humano sólo se desarrollaría
si ingresaba en un humano (por inhalación, o por los alimentos), mientras que los que ingresaban en una
planta u otro animal no se desarrollarían. Igualmente, un germen de planta sólo se desarrollaría en el
interior de una de éstas, etc. Según esta teoría deberían existir innumerables gérmenes de todas las
especies diseminados por todos lados.
De las dos teorías la que tenía mayor aceptación era la del encaje.
Los que rechazaban la idea de que había gérmenes preformados también rechazaban la idea del
desarrollo a partir de un huevo, y consideraban que era la mezcla de las simientes del padre y la madre lo
que conducía al desarrollo de un nuevo organismo. En resumen, en ese momento existían cinco opciones
para explicar la generación de nuevos seres:
27
Ovismo con encaje. Existencia de un huevo en la hembra con un individuo preformado adentro, que
a su vez contenía un huevo con otro individuo preformado, y así sucesivamente.
Ovismo con diseminación. Existencia de un huevo en la hembra pero que sirve de receptáculo para
el desarrollo de gérmenes que se encuentran diseminados por todas partes y que se desarrollan
cuando se encuentran en el sitio adecuado.
Para ambas teorías, el papel paterno sólo era inducir el desarrollo del huevo.
Animalculismo con encaje. Era el animálculo encontrado en el semen (el espermatozoide) el que
contenía al nuevo ser preformado. A su vez, dentro de un animálculo había otros más pequeños, y
así progresivamente.
Animalculismo con diseminación. Existían animálculos diseminados que primero se introducirían en
los machos, de donde pasarían a las hembras, donde finalmente se desarrollaban.
Las cuatro teorías planteadas anteriormente consideraban que los nuevos organismos estaban
preformados en sus ascendientes. En general, quienes las aceptaban a su vez rechazaban totalmente la
idea de la generación espontánea. Para las dos últimas teorías, el papel del sexo femenino se reducía a
proveer un lugar para el desarrollo y alimento del animálculo.
Epigénesis. Consideraba que los nuevos seres surgían a partir de sustancias indiferenciadas, como
los líquidos seminales, y se iban desarrollando y adquiriendo nuevas estructuras. Los partidarios de
esta teoría en general rechazaban la existencia de un “huevo” y aceptaban la posibilidad de la generación
espontánea, al menos de los organismos inferiores.
III- Un mundo de detalles. La invención del microscopio
28
Los seres vivos. Características, origen, evolución
Charles Bonnet, un ovista preformacionista
En el siglo XVIII, dos descubrimientos despertaron el interés hacia organismos considerados
“inferiores”, a los que no se les había prestado demasiada atención en épocas anteriores: la descripción
de la reproducción partenogenética de los pulgones por Charles Bonnet (1720-1793) y de la regeneración
de los brazos de los pólipos por Abraham Trembley (1710-1784). La partenogénesis de los pulgones, que
se hicieron famosos en distintos círculos de la época, implicaba un buen apoyo a los que tenían la teoría de
que los nuevos seres se originaban a partir del huevo de la hembra, ya que en el caso de los pulgones no
había ninguna intervención de machos.
Bonnet consideraba que ningún organismo podía originarse a partir de sustancias indiferenciadas,
por lo que rechazaba la idea de la generación espontánea y la epigénesis. Sin embargo, planteaba:
“No afirmaré yo, todavía, que las yemas que producen los retoños de un pólipo de brazos fuesen pólipos en
miniatura que se encuentran escondidos debajo de la piel de la madre, pero sí afirmaré que debajo de la piel hay
ciertas partículas que han sido preorganizadas de forma que un pólipo pequeño se produzca de su desarrollo”.
Era, entonces, un preformacionista, pero con una versión un poco modificada, y en esta modificación
estaba el esbozo de lo que se descubrió después: los seres vivos no se originan a partir de minúsculas
versiones de sí mismos, pero tampoco de sustancias sin ninguna organización. Para el esclarecimiento
de este tema debía pasar todavía mucho tiempo y antes debía realizarse el descubrimiento del papel del
material genético. Consecuente con la idea de la existencia de seres preformados dentro de los progenitores,
Bonnet también consideraba que las especies habían mantenido sus características a lo largo del tiempo;
es decir, era partidario del fijismo de las especies.
Los aportes de la embriología a la discusión. Kaspar Friedrich Wolf
Wolff (1733-1794) describió con detalle el desarrollo del embrión de pollo, observando que van
apareciendo estructuras que antes no estaban presentes. Esto apoyaba la teoría de la epigénesis en
contra del preformacionismo. Wolff atribuyó a una “fuerza vital” la capacidad de generar las transformaciones
que se producen durante el desarrollo.
29
Los experimentos de Spallanzani y Needham
Spallanzani (1729-1797) era contemporáneo de Bonnet y más que embarcarse en discusiones
teóricas prefería poner a prueba sus ideas con experimentos. Uno de sus primeros trabajos fue realizado
para ver el origen de los “animálculos” que aparecían en las infusiones y que según Buffon se generaban
espontáneamente de la materia orgánica en descomposición. Spallanzani, al contrario, opinaba que debían
surgir de algún germen que se encontraba en las infusiones.
Un partidario de la generación espontánea, John Turberville Needham (1713-1781), había realizado
un experimento que parecía terminar con la eterna discusión: había colocado jugo de cordero en un frasco
cuidadosamente tapado durante media hora sobre cenizas calientes para, supuestamente, eliminar los
gérmenes que ya pudiera contener; al cabo de un tiempo, el jugo de cordero estaba poblado por animálculos,
producto de la “generación espontánea”. Spallanzani repitió el experimento, pero cuidando de cerrar mejor
los frascos, y sometiendo el jugo a un calentamiento más prolongado. No encontró animálculos.
La cuestión era ¿quién tenía razón? ¿Había forma de
saberlo? Spallanzani argumentaba que Needham no había
eliminado los animálculos del jugo de cordero o que había
permitido que penetren nuevos desde afuera, mientras que
Needham decía que el calor que había aplicado Spallanzani
al jugo lo había transformado de manera que no era más apto
para el desarrollo de animálculos. Como resultado de estos
experimentos, la polémica siguió abierta, hasta que los
experimentos de Luis Pasteur zanjaron la cuestión en contra
de la teoría de la generación espontánea.
¿Se te ocurre una manera de contestar la
objeción de Needham, quien opinaba que el
tratamiento de calor de Spallanzani impedía
el desarrollo de nuevos animálculos?
Frontispicio que representa a Lázaro Spallanzani, naturalista italiano
III- Un mundo de detalles. La invención del microscopio
30
Los seres vivos. Características, origen, evolución
Experimentación y observación son
fundamentales en el progreso de las
Ciencias Naturales.
Cultivos de microorganismos sépticos
en tubos en U (InstitutoPasteur, París)
31
IV
LOUIS PASTEUR Y
EL FIN DE LA GENERACIÓN ESPONTÁNEA
Pasteur (1822-1895) se inició realizando estudios de cristalografía y posteriormente se abocó a
temas biológicos. Se caracterizó por utilizar un método tremendamente efectivo para contestar sus
preguntas. Temas que habían sido sujetos a polémica durante años eran tomados por Pasteur y analizados
hasta llegar a una respuesta inapelable.
Cada dos o tres años cambiaba de un problema
biológico a otro: la fermentación del azúcar de remolacha,
enfermedades del vino y la cerveza, enfermedades de
los gusanos de seda, el problema de la generación
espontánea, el antrax, la rabia. En cada uno de esos
temas había cientos de científicos en Europa que sabían
más que Pasteur; sin embargo, él lograba resolver en
meses lo que se había mantenido en discusión durante
años.
Pasteur no se diferenciaba del resto por poseer un
mayor conocimiento enciclopédico, sino por la forma en
que abordaba los problemas: su método era plantear
hipótesis, deducir las consecuencias lógicas de esas
hipótesis (sus predicciones) y ponerlas a prueba
mediante experimentos bien planeados.
Caricatura de Louis Pasteur, en la época
en que realizaba sus estudios antirrábicos
32
Los seres vivos. Características, origen, evolución
Repitiendo experiencias y realizando descubrimientos
Con respecto al tema de la generación espontánea, Pasteur realizó experimentos semejantes a los
ya realizados por Redi, Needham y Spallanzani, pero de manera que sus conclusiones no podían ser
discutidas. Hirvió una infusión de levadura y la mantuvo en contacto solamente con aire calcinado, viendo
que se mantenía sin descomponerse durante años, pero que se alteraba al cabo de poco tiempo si se
introducía en ella un algodón que estuvo en contacto con el aire exterior. Para Pasteur, junto con el algodón
se habían introducido en el recipiente cerrado los gérmenes que causaban la descomposición. Observó el
algodón al microscopio y, efectivamente, ¡ahí estaban!
En otro experimento preparó una infusión muy putrescible en un balón que tenía el cuello estirado en
forma de tubo sinuoso (Figura 1.02), y luego hirvió el líquido. Si el balón se mantiene sobre una estufa y con
el cuello intacto, entonces no aparecían gérmenes en el líquido, pero sí aparecían al cortar el cuello del
balón. Con esto demostró que el calentamiento en sí mismo no impedía el posterior desarrollo de gérmenes;
el cuello sinuoso era el que actuaba de filtro impidiendo que los gérmenes penetraran desde afuera.
Posteriormente demostró que líquidos como la sangre y la
orina pueden mantenerse en forma inalterada si son recogidos
a cubierto de gérmenes y se mantienen en un ambiente estéril.
O sea, inventó la esterilización. También describió la existencia
de gérmenes en el agua y en la superficie de muchos objetos,
y estudió las temperaturas necesarias para eliminarlos. De
sus experiencias surgió la técnica de pasteurización de la
leche, aún hoy utilizada: consiste en someter a la leche a
determinada temperatura durante el tiempo necesario para
eliminar la mayoría de las bacterias.
Otro de los grandes aportes de Pasteur fue el
descubrimiento de que los virus y bacterias, cuando se
desarrollaban fuera de sus huéspedes naturales, no tenían la
misma virulencia; en este descubrimiento se basa el desarrollo
de las vacunas. Por su contribución al conocimiento de los
microorganismos, Pasteur es conocido como el padre de la
microbiología.
Laboratorio de Pasteur,
según un óleo de Buffet en el
Instituto Pasteur de París
33
El mencionado experimento de Pasteur superó el problema que había tenido Spallanzani, que podría
haber contestado las críticas de Needham si hubiera tenido frascos calentados pero a los que se mantuviera
destapados, es decir, un control para el efecto del tratamiento. En los experimentos de Needham y
Spallanzani lo que se pretendía era partir de un jugo sin gérmenes, para poder probar si éstos surgían
espontáneamente o se necesitaba el contacto con el exterior. La forma de aplicar el tratamiento en este
caso fue el calor, pero Needham lo hizo de una manera y Spallanzani de otra. Vemos que la forma de
aplicar los tratamientos influye sobre los resultados y que ninguno de los dos podía estar seguro de haber
logrado el objetivo de eliminar los gérmenes (aunque resulta más dudoso que eso se logre en el
experimento de Needham).
Esta es una de las dificultades con las que se encuentran los biólogos experimentales aún hoy. Muchas
veces sus tratamientos afectan características de los sistemas que desearían mantener constantes. Por
otra parte, las herramientas que utilizan para realizar los tratamientos no siempre garantizan que estén
realizando el tratamiento deseado y evitando otros efectos no buscados.
Figura 2. Experiencia de
Pasteur: si la infusión estéril
dentro del balón no entraba en
contacto con los gérmenes del
aire, no se observaba desarrollo
microbiano dentro de la
ampolla.
IV- Louis Pasteur y el fin de la generación espontánea
34
Los seres vivos. Características, origen, evolución
Yo admiro a Louis Pasteur
La obra de algunos hombres es tan enorme que se vuelve invisible. Tal el caso de Louis Pasteur, para
muchos apenas una estación de subte, una referencia al Instituto homónimo y algo relacionado con la
leche. Su trayectoria fue singular: era un químico cuyos trabajos en biología revolucionaron la medicina.
Focalizado en el problema, lo enfrentaba hasta las últimas consecuencias. Requerido por la industria,
pasó de los cristales a la fermentación de la remolacha, luego a la fabricación de cerveza, las enfermedades
de los animales de granja y finalmente a la prevención de la rabia; a su paso las teorías se derribaban,
incapaces de explicar sus experimentos bien diseñados y concluyentes. Prefería la tranquilidad de su
laboratorio, pero también daba conferencias y escribía artículos para la gente común. Enfatizaba la
responsabilidad pública del científico, criticando los círculos académicos aislados, reducidos y selectos. La
Academia le negó dos veces el ingreso, pero él terminó llevando a la ciencia a la primera plana de los
periódicos. La historia le debe uno de sus momentos más dramáticos (dos niños esperando el efecto de
las inyecciones milagrosas), pero suele olvidarse que el autor del milagro sufría ya una hemiplejia que no
había mermado su capacidad de trabajo. Una de sus frases favoritas decía: “El azar sólo favorece a los
espíritus preparados”.
J. R. D.
La teoría celular
Una vez que Pasteur refutó la teoría de la generación espontánea, estableció que los organismos
vivos derivan de otros organismos, y que existe una brecha entre la materia inanimada y los seres vivos,
uno de los temas centrales del siglo XIX consistió en determinar cuál era la unidad mínima de la vida.
Claro que la búsqueda se dificultaba, sobre todo con microscopios que adolecían de una fuerte aberración
cromática y que no permitían una buena resolución de la imagen, especialmente al incrementarse la
magnificación (aumento) utilizada. Alrededor de 1830 aparecieron los primeros microscopios acromáticos
y paralelamente mejoraron las técnicas de preservación y obtención de secciones histológicas del material
vivo. La idea que venía cobrando fuerza hacía ya bastante tiempo era que los seres vivos eran receptáculos
o bolsas de una maquinaria química altamente organizada. Con la aparición de los microscopios en el
siglo XVII, fue posible obtener las primeras miradas al mundo microscópico.
La palabra ‘célula’ deriva del latín cella (celdilla de los panales de abejas) y fue acuñada por el físico
inglés Robert Hooke (1635-1703) en 1665 para denominar las celdillas que observaba en cortes de corcho.
Distinguido microscopista, publicó sus dibujos en Micrographia, un verdadero best seller de su época. O
35
sea que ya estaba todo listo para que los alemanes Matías Schleiden (1804-1881), trabajando con células
vegetales y Teodoro Schwann(1810-1882), haciendo lo propio con células de tejido animal, formulasen
oficialmente en 1838 la teoría celular, que postulaba que todos los seres vivos están constituidos por
unidades elementales que son las células. Las células pueden ser definidas como compartimentos
delimitados por membranas, y contienen gran variedad de compuestos químicos en una solución acuosa.
El origen de la teoría celular va de la mano del avance tecnológico.
En este mismo siglo Rudolf Virchow (1821-1902) estableció que cada célula se originaba por fisión
de una célula pre-existente (todavía se desconocía el mecanismo de división celular). Se describieron por
primera vez distintas organelas subcelulares (el núcleo, el aparato de Golgi, el retículo endoplasmático, las
mitocondrias, los cloroplastos, etc).
Con el auge de los nuevos descubrimiento se
estimuló un acercamiento reduccionista a los
problemas biológicos. Según esa visión, todos los
procesos vitales se podían explicar a través de lo
que sucedía en las células. Estas eran las unidades
mínimas de la vida, eran totipotentes, es decir, capaces
de cumplir con todas las funciones vitales esenciales
y los organismos multicelulares se consideraban
“repúblicas de estas unidades elementales de vida”.
Las células se convirtieron en el elemento básico de
los procesos patológicos; las enfermedades se
explicaban como alteraciones en las células de un
organismo, independien-temente de cuál fuera el
agente causante de esa alteración. Es evidente que
para estos pioneros, la teoría celular era el nexo que
unificaba todo el conocimiento sobre los seres vivos.
Retrato de Rudolf Virchow,
fundador de la patología celular
IV- Louis Pasteur y el fin de la generación espontánea
36
Los seres vivos. Características, origen, evolución
Comadreja overa, especie arbórea que se encuentra en gran parte de América del Sur
Como en todos los seres vivos, la célula es la unidad mínima de su organismo
37
V
EL PROBLEMA DEL ORIGEN DE LAS ESPECIES
Comprender el proceso de generación de nuevos seres que
ocupaba la atención de gran número de científicos entre los
siglos XVII y XVIII estaba muy vinculado a la comprensión de
cómo se originaban las especies y cómo se mantenían las
características de las ya existentes. Recordemos que hasta el
siglo XVIII no se sabía nada acerca de los mecanismos de la
herencia y tampoco se había desarrollado el concepto de
“especie”. Aunque desde los griegos se habían realizado
clasificaciones de los seres vivientes, estas clasificaciones se
basaban en caracteres externos y no suponían que entre las
especies existieran relaciones de parentesco.
Como se desconocían los mecanismos de la herencia no
parecía increíble que un organismo diera lugar a otros de
características muy distintas; incluso se creía que los animales
podían originarse de plantas. A no sorprenderse, entonces, que
hasta hace poco se hiciera creer a los chicos ¡que habían nacido
de un repollo!
Para los clérigos católicos y protestantes,
la explicación del origen de la vida estaba en el Génesis
Caricatura de uno de los críticos de la teoría de la evolución
38
Los seres vivos. Características, origen, evolución
Los aportes de Carl Linné
La descripción y el ordenamiento de la diversidad de organismos vivientes observada eran pasos
previos necesarios para poder entender qué daba origen a la variedad de las especies. Durante los siglos
XVII, XVIII y XIX los científicos europeos recibían muestras de minerales, plantas y animales de muchas
partes del mundo, resultado de viajes de exploración o expediciones de guerra. La diversidad de seres
vivientes era mucho mayor de lo que se creía hasta ese momento y se tornó necesario encontrar algún
orden en esa diversidad, y explicar su origen.
Linné (Linneo, Carl von,1707-1778) sentó las bases de un sistema de clasificación de los seres
vivos que aún hoy se utiliza. En primer lugar, el sistema linneano agrupaba a los individuos más semejantes
entre sí en especies. Luego, las especies semejantes eran reunidas en géneros, los géneros en familias,
las familias en órdenes, los órdenes en clases, etc. Esta es una clasificación jerárquica, en la cual cada
categoría reúne varias de las anteriores. Linné utilizó una nomenclatura binaria para denominar las especies:
el primer nombre correspondía al género y el segundo a la especie; el primero sería equivalente al apellido
y el segundo al nombre. Por ejemplo, en el caso del tapir, el nombre de la especie es Tapirus terrestris.
Tapirus es el nombre del género y terrestris indica la especie (epíteto específico). Para la clasificación de
las plantas utilizó las características de los órganos sexuales (principalmente las flores). Como éstas son
más semejantes en organismos cercanamente emparentados, su clasificación en gran parte se mantiene
actualmente, ya que las clasificaciones actuales se basan en agrupar los organismos de acuerdo a su
origen común. La contribución de Linné fue fundamental, ya que sirvió como germen de las ideas según
las cuales las especies se formaban diferenciándose a partir de un tronco común.
Ejemplo de clasificación dentro de la familia de las ballenas:
Familia Balaenidae
Género: Eubalaena
Especies: Eubalaena australis
 Eubalaena glacialis
Género: Balaena mysticetus
Especie: Balaena mysticetus
Género: Caperea
Especie: Caperea marginata
39
Si bien Linné consideraba que todas las especies que habitaban la Tierra habían sido creadas por
Dios y se habían mantenido sin modificaciones por millones de años (lo cual implicaba que no tenían un
origen común), su sistema de clasificación jerárquica podía estar indicando relaciones de parentesco,
más cercano en el caso de especies, más lejano a medida que se comparaban géneros, familias, etc.
La teoría que postulaba que las
especies habían surgido todas a la vez, con
características idénticas a las actuales fue
llamada teoría fijista. Según esta teoría, las
variaciones observadas entre individuos de
una especie eran consideradas
accidentales. Sin embargo, la observación
de características de las especies más
similares llevó a que Linné posteriormente
propusiera (en su libro Fundamente
fructificatione, 1762) que las especies de un
mismo género tenían un origen común, que
Dios había creado distintos géneros y a
partir de éstos, por cruzamientos, se habrían
originado distintas especies.
Esta propuesta muestra el esbozo
de una teoría que tendría mayor desarrollo
en un período posterior, la teoría
transformista, que planteaba que las
especies fueron cambiando y dando lugar a
nuevas especies a lo largo del tiempo.
Clasificación de crustáceos realizada
por el naturalista Carl von Linneo
V- El problema del origen de las especies
40
Los seres vivos. Características, origen, evolución
Las especies “nobles” e “inferiores”
Las ideas de George Louis Leclerc, conde de Buffon
Otro científico que aborda en esta época el problema del origen de las especies es Buffon (1707-
1788). En su obra Historia de los cuadrúpedos, publicada en 1753, se pregunta si el burro y el caballo
siempre fueron especies distintas u originalmente pertenecían a la misma. Buffon adhería a la teoría de la
epigénesis, y aceptaba la generación espontánea.
 Al principio rechazaba la idea de que de unas especies se pudieran originar de otras y llamaba la
atención sobre la importancia de la consecuencia lógica de las clasificaciones realizadas por los naturalistas
como Linné. Las familias de especies, ¿son realmente familias porque están emparentadas? ¿Se fueron
transformando a partir de una versión original? Como no estaba de acuerdo con estas posibilidades,
también rechazaba la clasificación de Linné.
Lo único que aceptaba Buffon era la existencia de especies, pero consideraba que las jerarquías
superiores del sistema linneano (superiores a género) son construcciones abstractas, no reales.
Posteriormente, aceptó la idea de que algunas especies pueden dar origena otras, pero lo atribuyó a un
proceso de degeneración, no de progreso. Dividía las especies en “nobles” y en “inferiores”. Las nobles
se mantendrían inmutables a lo largo del tiempo, tal como habían sido creadas; las inferiores, en cambio,
mostraban mayor tendencia a degenerar y producir un número de especies semejantes. Entre estas
últimas situaba especialmente a las de pequeño tamaño y gran capacidad de reproducción.
Consideraba que los tipos primigenios se habían originado por generación espontánea a partir de
material inorgánico, que por acción del calor habría dado lugar a moléculas orgánicas. La naturaleza
produciría moldes según los cuales las moléculas orgánicas se agruparían dando origen a los distintos
tipos de organismos. De los distintos tipos que se podrían generar, sólo persistirían los que tenían una
organización adecuada al medio en el que estaban. Al principio se habrían formado los organismos acuáticos,
porque la Tierra estaba cubierta de agua, luego los terrestres y las aves. Aparecían las especies ya formadas,
y así se mantenían. El cambio en los tipos de especies a lo largo de los tiempos se daba porque cambiaba
el “molde” (los factores generadores); por ejemplo, la Tierra se iba secando o disminuía la temperatura,
pero las especies no surgían unas a partir de otras. Consideraba que si por algún motivo desaparecieran
todos los animales de la Tierra, si el molde se mantuviera, pronto serían reemplazados por otros semejantes.
41
Las bases de la teoría de la evolución
Jean Lamarck
Lamarck (Juan Bautista Pedro Antonio de Monet, caballero de, 1744-1829) fue en 1802 el primero
que utilizó la palabra ‘biología’. A partir de estudios de anatomía y sistemática, primero en vegetales y luego
en animales, propuso una teoría para el origen de las distintas especies. Según Lamarck, sólo los organismos
más sencillos se han originado por generación espontánea y a partir de ellos surgió el resto de las especies.
Consideraba que hay un orden de los seres vivos que refleja un progreso continuo en su organización, es
decir, que hay una tendencia natural a perfeccionarse. Esa tendencia llevaría a un cambio gradual y continuo
hacia especies más “perfectas”. Esta tendencia se derivaría de una energía motriz contenida en los fluidos
internos. Según este planteo, las especies irían dando lugar a formas más perfectas a lo largo del tiempo.
Lamarck pensaba que desde los organismos más sencillos se tendía indefectiblemente hacia los
más complejos, si no había condiciones externas que provocaran desviaciones en esta sucesión. Según
esta teoría, en un momento dado tendría que haber sólo organismos con un determinado grado de
complejidad, es decir, no coexistirían las bacterias, las amebas y el hombre. Ya que innegablemente existen
especies distintas con grados de complejidad muy diferentes, Lamarck consideraba que la falta de
uniformidad observada se debía a la influencia del medio, que produce desviaciones de la tendencia natural.
En el tratado Philosophie zoologique Lamarck planteaba cómo puede actuar el medio modificando
los organismos. Si en un ambiente un determinado órgano no es útil y no es utilizado, se atrofia, degenera
y puede incluso desaparecer. Esta disminución se transmitiría de padres a hijos y sería acumulativa. A la
inversa, Lamarck consideraba también que podían aparecer órganos nuevos como resultado del esfuerzo
y de los movimientos orgánicos provocados por la necesidad. Por ejemplo, la costumbre de pelear entre
machos habría producido cuernos en los rumiantes, las serpientes perdieron las patas por la costumbre
de arrastrarse, a las jirafas se les estiró el cuello porque comían hojas situadas en ramas de árboles altos,
etc. Los cambios provocados por al ambiente o por el comportamiento de las especies se extenderían en
las poblaciones sólo si las circunstancias que les daban origen se mantenían a lo largo de las generaciones.
Lamarck fue el primero en postular que los organismos muestran un ajuste a su medio, es decir, que
las circunstancias y las costumbres modelan la estructura orgánica de manera que ésta se adapta, pierde
lo superfluo y adquiere lo necesario. Y que los cambios se van acumulando a lo largo de generaciones. De
esta manera, ya empieza a esbozarse la teoría de la evolución de las especies. Al contrario de Buffon, que
también proponía que se producían cambios en algunas especies a lo largo del tiempo (en este caso por
V- El problema del origen de las especies
42
Los seres vivos. Características, origen, evolución
degeneración), Lamarck consideraba que esos cambios tenderían al progreso y a un mejor ajuste con el
medio ambiente.
Las ideas de Lamarck sobre la evolución de las especies no fueron aceptadas en su época y recibieron
severas críticas de sus contemporáneos, especialmente de Cuvier. Sin embargo, la idea de que todos los
seres vivos tenían características de organización común, a partir de la cual se generan modificaciones,
se iba afianzando. El aporte de la anatomía comparada, especialmente debido a Étienne Geoffroy Saint
Hilaire (1772-1844), contribuyó a esta idea. Órganos similares presentes en distintos grupos, con distinto
grado de desarrollo y variaciones en la estructura, cumplen funciones semejantes; en algunas especies,
se observan rudimentos que en otras especies aparecen bien desarrollados, como por ejemplo, las patas
de los vertebrados terrestres y las aletas de las focas. Saint Hilaire consideraba a la anatomía comparada
como una herramienta poderosa para encontrar las relaciones entre especies, y, en vez de poner el acento
en las diferencias morfológicas, destacaba las analogías, contribuyendo a la idea de un origen común.
Sin embargo, la formulación de una teoría de la evolución
de las especies necesitaba apoyarse en registros históricos,
es decir, no sólo en el conocimiento de las especies presentes
en ese momento, sino en el de aquéllas que habían existido en
tiempos pretéritos: es decir, el estudio de los fósiles. La
existencia de los fósiles se conocía desde la antigüedad, pero
se habían considerado al principio como formas minerales que
se parecían a algún ser vivo por casualidad, o, durante la Edad
Media, pruebas fallidas de la Creación. Ya en el siglo XVI y XVII,
en cambio, se interpretaba correctamente su significado,
especialmente por los trabajos de Leonardo da Vinci, Bernard
Palissy y Nicolás Stnon.
Retrato de Lamarck, teórico evolucionista
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Los estudios de Georges Cuvier (1769-1832) sobre fósiles de cuadrúpedos mostraron la existencia
de especies en el pasado que no habían subsistido hasta el presente. Si bien se habían encontrado otros
fósiles de cuadrúpedos, estos pertenecían a especies existentes (hipopótamos, elefantes y rinocerontes
en Siberia). La pregunta que surgía entonces era: ¿qué relación hay entre las especies presentes y las que
estuvieron en el pasado? Para Cuvier la respuesta era: “Ninguna”. Simplemente se reemplazaron unas a
otras. Consideraba que la tierra había sufrido numerosos cataclismos a lo largo de su historia y que en
cada cataclismo muchas especies se extinguían.
¿Cómo se repoblaba la tierra? Al revés que Alcides D’Orbigny (1802-1875), que creía que después
de cada cataclismo se volvía a producir la creación de especies, Cuvier pensaba que éstos no afectaban
toda la Tierra a la vez y que los sitios donde desaparecían los seres vivos eran ocupados por otros que
provenían de áreas no afectadas. Según esta idea, en el pasado tenían que haber existido muchas más
especies que en el presente. Cuvier se oponía totalmente a la idea del cambio de las especies a lo largo de
su historia y -a diferencia de Buffon, Lamarck y Saint Hilaire- era preformacionista. Los cambios en la
fauna que él observaba en el registro fósil los atribuía solamente a la desaparición de algunas especies y
a cambios en la distribución de otras.
La posición fijista de Cuvier tenía un sustento bastante sólido en la observación de la naturaleza:no se observaban grandes variaciones en las especies de una generación a la siguiente. La fuente de
variación propuesta hasta el momento era el cruce entre individuos de distintas especies, pero lo que
Cuvier observaba era que eso se producía raramente y que en general la descendencia de esos
cruzamientos era estéril, tal el caso de la mula (cruza de yegua y burro). Pese a que existían variaciones
entre individuos de una misma especie, éstas se producían en estructuras accesorias, no fundamentales,
mientras que el esquema general era marcadamente constante.
Otro argumento en contra de la transformación de las especies era que, de haber existido, tendrían
que haber aparecido formas intermedias en el registro fósil, producto de los cambios graduales, pero
éstas no se encontraban. Cuvier también observó que las características de los animales que vivían en el
Antiguo Egipto y que se habían conservado con las momias eran muy similares a las de los animales
actuales. Argumentó: si algo cambió muy poco entre la época de los egipcios y ahora, ¿por qué hay que
suponer que hubo transformaciones más abruptas en el pasado?
V- El problema del origen de las especies
44
Los seres vivos. Características, origen, evolución
El caracter incompleto del registro fósil llevó a algunos científicos a negar la teoría de la evolución
45
VI
CHARLES DARWIN Y
LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN
En la época de Darwin, el paradigma imperante era que las
especies habían sido creadas una única vez y que se habían
mantenido inmutables a lo largo del tiempo. Sin embargo, existían
antecedentes de posturas contrarias al fijismo que aún no habían
podido consolidarse. Uno de los problemas era encontrar el
mecanismo que había producido la evolución, y otro explicar cómo
había sucedido en el tiempo de vida de la Tierra.
Una de las tantas caricaturas de Darwin, 1871
46
Los seres vivos. Características, origen, evolución
Los aportes de la geología
Aunque en la época de los griegos se consideraba que la Tierra era mucho más antigua, y Anaximandro
(610-547 a.C.) había planteado ya una teoría de la evolución semejante a la actual, en Europa estos trabajos
eran poco conocidos y en el momento en que se producían las discusiones acerca del origen de las
especies se consideraba que la vida en nuestro planeta tenía aproximadamente 6000 años, edad calculada
por teólogos cristianos teniendo en cuenta el número de generaciones que habían transcurrido desde
Adán hasta esa fecha.
Los geólogos pensaban que la Tierra había sido
moldeada por cataclismos, o sea eventos repentinos y
violentos, hasta que James Hutton (1726-1797) propuso que
los cambios en la corteza terrestre podrían haber tenido lugar
en forma gradual, debido a procesos lentos relacionados con
la acción del clima, los vientos y el agua. Esto indicaba que la
edad del planeta debía ser mucho más antigua de lo que se
estimaba. También planteaba una visión de la Tierra en
continuo cambio gradual, no en una situación estática sólo
interrumpida por episodios violentos. Esta teoría acerca de la
evolución de la Tierra se llamó uniformitarista.
Posteriormente, otro geólogo, Charles Lyell (1797-
1875), retomó esta teoría y aportó nuevas evidencias. Lyell
ejerció mucha influencia en el pensamiento de Darwin, del
que era amigo, al darle elementos para postular la evolución
gradual de las especies.
Charles Darwin en
una caricatura de la época
47
El viaje del Fitz Roy
Darwin fue invitado a participar en el viaje de reconocimiento de la región austral de América que iba
a realizar un buque de la marina inglesa, el HMS Beagle (al mando del capitán Fitz Roy) en calidad de
naturalista. Este viaje le permitió coleccionar muestras de minerales, animales y plantas, y realizar
observaciones que luego utilizaría para elaborar la teoría de la evolución. Al visitar las islas Galápagos,
cercanas a la costa del Ecuador, le llamó la atención que en cada isla había una especie de tortuga distinta,
y que también eran distintas a las del continente, situado a unos 950 km. También había un grupo de
pájaros, los pinzones, cuyas trece especies se diferenciaban por las formas de sus picos y, en
consecuencia, en la manera en que obtenían el alimento. Lo que intrigaba a Darwin era cómo se había
originado esta variedad de especies en el archipiélago: si había habido creaciones de especies en forma
independiente, o a partir de una única se habían originado las de las distintas islas. Se inclinaba por la
segunda opción, pero ¿cómo había ocurrido?
El Beagle encallado
en Santa Cruz, en
1839, en un dibujo de
la época
Con este buque
Darwin efectuó una
expedición alrededor
del mundo,
realizando numerosas
observaciones que le
sirvieron para elaborar
su teoría de la
evolución
VI- Charles Darwin y la teoría de la evolución
48
Los seres vivos. Características, origen, evolución
La influencia de Thomas Malthus
Poco después de su regreso del viaje en el Beagle, Darwin leyó el ensayo del reverendo Malthus
(1776-1834), escrito en 1798, acerca de los límites al crecimiento. En este ensayo se sostenía que mientras
el crecimiento de la población humana seguía una progresión geométrica, la producción de alimentos lo
hacía en forma aritmética, lo cual implicaba que en un plazo relativamente corto el alimento no sería
suficiente, a menos que las guerras y enfermedades causaran gran mortandad. Malthus consideraba que
en el resto de las especies existían mecanismos que regulaban la cantidad de descendientes, de modo
que quedaran muchos menos de los que se podían producir potencialmente; y que el hombre no escaparía
a estos mecanismos naturales de regulación. Darwin llevó este razonamiento más lejos, postulando que
los mecanismos que frenaban el crecimiento de la población incidían de manera diferente en distintos
individuos de la misma.
Haciendo una analogía con la selección artificial, que estaba en auge entre los ganaderos, los
agricultores y los floricultores de la época, quienes elegían los progenitores con mejores características
para mejorar las razas y variedades, consideraba que en la naturaleza había una fuerza de selección que
eliminaba a los individuos menos adaptados y favorecía a los que presentaban mejores condiciones. Llamó
a esa fuerza selección natural. Para que pudiera actuar la selección natural debía existir variabilidad; así
como el hombre elegía los mejores entre una variedad de razas, Darwin atribuyó esa variabilidad al azar, a
diferencia de Lamarck, que creía que era el resultado del ambiente y las necesidades de los organismos.
Diferencias entre individuos en cuanto a la capacidad, por ejemplo, de obtener alimento o escapar de
depredadores, determinaban que unos tuvieran más hijos que otros. Como los hijos tienden a parecerse a
los padres, en la siguiente generación habría una mayor proporción de individuos semejantes al primer
grupo, y esta tendencia continuaría por generaciones. Esto llevaría a la transformación de una especie
original en otra de características distintas.
Las nuevas evidencias acerca de la edad de la Tierra le permitían postular este mecanismo, que
implicaba cambios graduales, ya que las diferencias entre individuos no debían ser tan grandes como para
impedir la reproducción entre ellos y por lo tanto el proceso entero tenía que haber llevado muchos años.
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El origen de las especies, resultado de un largo trabajo
Esta teoría, que estamos sintetizando en pocos renglones, le llevó a Darwin muchos años en los
cuales se dedicó a observar los materiales que había recogido en su viaje, reunir nuevas observaciones,
leer y analizar distintas teorías, y realizar numerosos experimentos de cría de animales y cultivos de
plantas. Aunque poco después de regresar del viaje tenía en la mente el esbozo de su teoría, recién después
de haber reunido suficiente información para construir una argumentación sólida, plasmó sus ideas en un
libro. Recién en 1856, veinte años después de haber regresado

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