Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
690 Capítulo 32 (FIGURA 32-15). Estos peces, conocidos como celacantos, miden casi 2 m de largo. Son depredadores nocturnos de otros peces. Hasta la década de 1980, la hipótesis prevaleciente era que los ce- lacantos eran el fósil viviente representativo del grupo que dio origen a los vertebrados terrestres. Luego, algunos investigadores desafi aron esta hipótesis con datos morfológicos. Las aberturas nasales externas de los peces pulmonados fósiles y vivientes sugerían que, en lugar de los celacantos, ellos eran los ancestros de los vertebrados terrestres. Otras similitudes entre los peces pulmonados y los vertebrados terrestres son el esmalte dental y cuatro extremidades que tienen la misma estructura y posición (FIGURA 32-16). (Recuerde que las aletas de los peces pulmo- nados también son lobuladas). Durante la década de 1990, la hipótesis de los peces pulmonados ganó apoyo por las comparaciones del ADN mitocondrial. Más reciente- mente, estudios submarinos de celacantos demostraron que este pez usa sus aletas musculares para nadar con lentitud en lugar de “caminar” so- bre el fondo marino. En contraste, los peces pulmonados vivientes usan sus aletas para “caminar” sobre el lecho de los ríos. Ahora los biólogos generalmente están de acuerdo en que los ancestros de los peces pulmo- nados, en vez de los celacantos, dieron lugar a los tetrápodos. Datos moleculares apoyan la evidencia estructural de que las extre- midades de los tetrápodos evolucionaron a partir de las aletas lobuladas de los peces. Proteínas codifi cadas por ciertos genes reguladores, inclui- dos genes Hox, se encuentran en los mismos momentos de desarrollo y en las mismas posiciones tanto en extremidades como en aletas. Estos hallazgos indican que el desarrollo de extremidades y de aletas está go- bernado por los mismos genes. ¿Qué impulsó la evolución de las extremidades de los tetrápodos? Una hipótesis sugiere que, durante las frecuentes sequías estacionales del período Devónico, los pantanos se mantenían estáticos o secaban por completo. Los peces con aletas lobuladas tenían una ventaja tremenda para sobrevivir bajo tales condiciones. Estaban sorprendentemente preadaptados para moverse hacia tierra. Tenían pulmones para respirar aire y sus robustas aletas carnosas podían soportar el peso del pez, de modo que podía emerger hacia tierra seca y dirigirse hacia otro charco o corriente. Una hipótesis más reciente sostiene que las extremidades evolucio- naron en un ambiente totalmente acuático. Los animales con extremi- radiación comenzó durante la era Mesozoica temprana y dio origen a los modernos peces óseos. El ancestro común de los peces óseos modernos tenía pulmones primitivos que podían intercambiar gases en el aire. Los pulmones para intercambio de gases los retuvieron los peces con aletas lobuladas y los peces pulmonados. En los peces con aletas radiadas, los pulmones se modifi caron como vejiga natatoria, un saco de aire que ayuda a regular la fl otabilidad (FIGURA 32-13). Huesos y músculos son más pesados que el agua, y sin la vejiga natatoria el pez se hundiría. Al regular el intercam- bio de gases entre su sangre y la vejiga natatoria, un pez puede controlar la cantidad de gas en la vejiga natatoria y en consecuencia cambiar la densidad global de su cuerpo. Esta habilidad permite a un pez óseo, en contraste con un tiburón, fl otar a una profundidad de agua dada sin mu- cho esfuerzo muscular. Existen más especies de peces óseos que de cualquier otro grupo vertebrado. Los biólogos han identifi cado alrededor de 49,000 especies vivientes de peces óseos de agua dulce y agua salada, de muchas formas y colores (FIGURA 32-14). Los peces óseos varían en tamaño desde el del Paedocypris progenetica, que se ha medido en menos de 8 mm de largo, hasta el del pez sol (o Mola; vea la fi gura 20-16c), que puede alcanzar 4 m y pesar aproximadamente 1 500 kg. Paedocypris progenetica, nativo de Indonesia, es el vertebrado más pequeño conocido. La diversidad de peces óseos pudo resultar a partir de la acción de los genes Hox. Durante la radiación de los peces con aletas radiadas, cromo- somas enteros se duplicaron, lo que resultó en uno o más grupos adicio- nales de genes Hox. El pez cebra (vea la fi gura 17-6d) tiene siete grupos Hox. Estos genes adicionales pudieron brindar el material genético para la evolución de las diversas especies de peces con aletas radiadas. Los descendientes de los peces pulmonados se mudan a tierra Los biólogos creen que los peces con aletas lobuladas se extinguieron hacia fi nales de la era Paleozoica, de modo que en 1938 la comunidad científi ca se entusiasmó mucho cuando un pescador comercial capturó uno en la costa de Sudáfrica. Desde esa época se han encontrado más de 200 especímenes de estos “fósiles vivientes” gigantes en aguas profundas en la costa sureste de África, las Islas Comores, Madagascar e Indonesia Vejiga natatoria Cordón nervioso Aletas dorsales Aleta caudalUretraRiñón Cerebro Fosa nasal Faringe con branquias Hígado Corazón Estómago Aleta pélvica Intestino Cloaca Aleta analGónada Vejiga urinaria FIGURA 32-13 Animada Perca, un pez óseo representativo La vejiga natatoria es un órgano hidrostático que permite al pez cambiar la densidad de su cuerpo y permanecer estacionario en una profundidad dada. Las aletas pectorales (no mostradas) y las aletas pélvicas son pareadas. 32_Cap_32_SOLOMON.indd 69032_Cap_32_SOLOMON.indd 690 20/12/12 14:1520/12/12 14:15 Parte 5 La diversidad de la vida 32 Los deuteróstomos 32.7 Evolución de mandíbulas y extremidades: peces con mandíbulas y anfibios Los descendientes de los peces pulmonados se mudan a tierra
Compartir