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Intercambio de gases 1005 res, conduciendo a una respiración más rápida. A medida que los pul- mones eliminan bióxido de carbono, la concentración de los iones de hidrógeno en la sangre y otros fl uidos del cuerpo decrece y se restablece la homeostasis. Algo interesante es que la concentración de oxígeno no suele des- empeñar un papel importante en regular la respiración. Sólo si la presión parcial del oxígeno desciende notablemente los quimiorreceptores en la aorta y las arterias carótidas son estimulados para enviar mensajes a los centros respiratorios. La respiración profunda, que ocurre cuando hay ansiedad y en mu- chas enfermedades respiratorias, provoca hipoxia, una defi ciencia en oxígeno. Incluso una respiración profunda rápida resulta en hipoxia por- que el aire viciado no se limpia en las vías respiratorias y los pulmones no son ventilados. La hipoxia causa somnolencia, fatiga mental, dolor de cabeza y algunas veces euforia. La capacidad para pensar y emitir juicios se daña, así como la habilidad para realizar tareas que requieren coordinación. necesita más oxígeno que cuando estudia biología. Cuando se hace ejer- cicio, la tasa de respiración celular aeróbica aumenta, produciendo más bióxido de carbono. El cuerpo debe desechar este bióxido de carbono mediante un incremento en la ventilación. La concentración de bióxido de carbono es el estímulo químico más importante para regular la frecuencia respiratoria. Quimiorreceptores especializados en la médula y en las paredes de la aorta y las arterias ca- rótidas son sensibles a los cambios en la concentración de bióxido de carbono en las arterias. Cuando se les estimula, envían impulsos a los centros respiratorios, lo que incrementa la frecuencia respiratoria. Los quimiorreceptores en las paredes de la aorta, denominados cuer- pos aórticos, y los de las paredes de las arterias carótidas, los cuerpos caroti- deos, son sensibles a cambios en las concentraciones de iones de hidrógeno y de oxígeno, así como en los niveles de bióxido de carbono. Recuerde que un aumento en la concentración de bióxido de carbono incrementa los io- nes de hidrógeno (del ácido carbónico) y disminuye el pH de la sangre. Incluso una ligera disminución en el pH estimula estos quimiorrecepto- La enzima anhidrasa carbónica (en los glóbulos rojos) convierte el bióxido de carbono en ácido carbó- nico; el ácido carbónico se disocia, produciendo iones de hidrógeno y iones de bicarbonato. Alrededor de 60% del bióxido de carbono es transportado en el plasma como iones de bicarbonato. CO2 CO2 CO2 CO2 H2CO3 Ácido carbónico HCO3 – Bicarbonato HCO3 – Bicarbonato + H+ H+ Hemoglobina H2O CO2 + H2O Anhidrasa carbónica Célula de tejido Plasma Tejido capilar de la pared Glóbulo rojo Cl– Cl– Desplazamiento de cloruro (a) En los tejidos, el bióxido de carbono se difunde de las células hacia el plasma. La mayor parte del bióxido de carbono entra en los glóbulos rojos, donde la enzima anhidrasa carbónica lo convierte rápidamente en ácido carbónico. El ácido carbónico se disocia, produciendo iones de bicarbonato (HCO3 –) y H+. A medida que los iones de bicarbonato se mueven hacia el plasma, los iones de cloruro los reemplazan. La hemoglobina se combina con H+, evitando una disminución del pH. CO2 CO2 CO2 CO2 H2CO3 Ácido carbónico HCO3 – Bicarbonato HCO3 – Bicarbonato + H+ H+ Hemoglobina H2O CO2 + H2O Desplazamiento de cloruro Tejido capilar de la pared Alveolos Cl– Cl– (b) En los pulmones, el bióxido de carbono se difunde fuera del plasma y hacia los alveolos. Las reacciones descritas en (a) se invierten. Los iones de bicarbonato se difunden del plasma hacia los glóbulos rojos. El H+ liberado de la hemoglobina se combina con los iones de bicarbonato, produciendo ácido carbónico. El bióxido de carbono producido a partir del ácido carbónico se difunde fuera de la sangre y hacia los alveolos. Plasma FIGURA 46-11 Transporte de bióxido de carbono PUNTO CLAVE 46_Cap_46_SOLOMON.indd 100546_Cap_46_SOLOMON.indd 1005 13/12/12 16:2313/12/12 16:23
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