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Biología - Eldra Solomon, Linda Berg, Diana Martin - 9 Edición-comprimido-1162

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1128 Capítulo 52 
estaban interesados en las preguntas del cómo. Éstas se refi eren a las cau-
sas próximas, como procesos genéticos, de desarrollo y fi siológicos que 
permiten que el animal lleve a cabo la conducta particular.
Actualmente, los biólogos también plantean preguntas sobre los por 
qué relacionadas con las causas últimas de la conducta. Las preguntas, 
que tienen respuestas evolutivas, cuestionan por qué ha evolucionado 
una conducta particular. Las consideraciones fi nales abordan los costos 
y benefi cios de los patrones de conducta. Cuando se estudian las causas 
últimas, cabría preguntarse cuál podría ser el valor adaptativo de una 
conducta particular. La comprensión de la conducta requiere la conside-
ración de las causas próximas y últimas.
Las conductas tienen costos y benefi cios
Los ecólogos del comportamiento usan el análisis de costo-benefi cio 
para comprender las conductas específi cas. Una conducta puede ayu-
dar a un animal a obtener comida o agua, a protegerse, a reproducirse 
o a adquirir y mantener un territorio donde vivir. Los benefi cios suelen 
contribuir a una aptitud directa, que es el éxito reproductivo de un indi-
viduo, medido por el número de descendientes viables que produce. La 
reproducción es, por supuesto, la clave del éxito evolutivo.
Las conductas también implican costos. Un comportamiento par-
ticular puede tener riesgos. Por ejemplo, mientras un progenitor está de 
cacería con el fi n de conseguir alimento para su progenie, las crías pue-
den ser muertas por depredadores. Las conductas también tienen costos 
de energía y costos de oportunidades perdidas para llevar a cabo otras 
conductas. Cuando un animal está fuera en busca de alimento, puede 
perder oportunidades para aparearse. Si los benefi cios son mayores que 
los costos, una conducta es adaptativa.
En consecuencia, la causa última de un comportamiento es incre-
mentar la probabilidad de que los genes de un individuo pasen a las 
generaciones futuras. Ciertas respuestas pueden llevar a la muerte del 
individuo mientras incrementan la posibilidad de que copias de sus ge-
nes sobrevivan por medio de la producción mejorada o la sobrevivencia 
de sus descendientes u otros parientes.
Los genes interactúan con el entorno
Los primeros biólogos debatían naturaleza contra crianza; es decir, la 
importancia relativa de los genes en comparación con la experiencia am-
biental. Defi nieron el comportamiento innato (conducta congénita, 
defi nida popularmente como instinto) como programado genéticamente 
y el comportamiento aprendido como el comportamiento que ha sido 
modifi cado en respuesta a la experiencia ambiental. Más recientemente, 
los ecologistas del comportamiento han reconocido que no existe una 
dicotomía verdadera. Toda conducta tiene una base genética. Incluso 
la capacidad para la conducta aprendida es heredada. Sin embargo, la 
conducta es modifi cada por el ambiente en que vive el animal; es un 
producto de la interacción entre la capacidad genética y las infl uencias 
ambientales. Así, la conducta empieza con un marco de referencia here-
dado que puede ser modifi cado por la experiencia.
Puede pensarse en una gama de conductas, desde los tipos más rígi-
dos programados genéticamente hasta aquellos que, a pesar de tener un 
componente genético, son ampliamente desarrollados por la experiencia. 
La avispa arenera Philanthus triangulum, analizada en la introducción 
del capítulo, lleva a cabo de manera efi caz una serie de conductas que 
dependen principalmente de la programación genética. Cómo excava 
su madriguera, cómo la cubre, cómo mata a las abejas; estas conductas 
están determinadas genéticamente. Sin embargo, algo de su conducta es 
aprendida. No hay forma de que su habilidad para localizar la madriguera 
Suponga que un profesor le da una jeringa hipodérmica llena de veneno y le solicita encontrar un tipo particular de insecto, uno que 
usted jamás haya visto antes y que cuenta con defensas activas. Usted 
debe inyectar los ganglios del sistema nervioso de su presa (acerca del 
cual nadie le ha enseñado nada) con el veneno justo para paralizarlo 
pero no matarlo. Tal vez sería difícil realizar estas tareas, pero una 
avispa solitaria no más grande que una pulgada lo hace con elegancia y 
precisión quirúrgica, sin ninguna instrucción.
La Philantus triangulum, la avispa arenera, atrapa una abeja (o 
escarabajo), la pica y coloca al insecto paralizado en una madriguera 
excavada en la arena (vea la fotografía en la página anterior). Luego, la 
avispa pone un huevo en su presa, que es devorada viva por la larva que 
sale del huevo. A veces, la P. triangulum lleva provisiones a su madri-
guera escondida, hasta el otoño, cuando la larva se transforma en una 
pupa en hibernación. Su descendencia repetirá este comporamiento, 
ejecutando con precisión cada paso sin jamás haber visto cómo hacerlo.
El comportamiento de un animal es lo que hace y cómo lo hace, 
por lo común en respuesta a estímulos en su ambiente. Un perro puede 
morder su cola, un pájaro puede cantar, una mariposa puede liberar 
un atrayente sexual volátil. El comportamiento es tan diverso como la 
estructura biológica y tan característica de una especie animal como su 
anatomía o fi siología. Como su morfología y fi siología, la conducta de 
un animal es producto de la selección natural de fenotipos e indirecta-
mente de los genotipos que codifi can dichos fenotipos. Así, el reperto-
rio del comportamiento de un animal es un conjunto de adaptaciones 
que lo equipan para sobrevivir en un ambiente particular.
Ya sea que los biólogos estudien la conducta en el ambiente na-
tural de un animal o en el laboratorio, deben considerar que lo que un 
animal hace no puede aislarse de la forma en que vive. La ecología 
del comportamiento es el estudio del comportamiento en ambientes 
naturales desde un punto de vista evolutivo. Por más de dos décadas, 
la ecología del comportamiento ha sido el método principal de los 
biólogos que estudian la conducta animal. Antes de la aparición de este 
método, el estudio del comportamiento animal se denominaba etología, 
y este término todavía se usa algunas veces para referirse al estudio 
global de la conducta animal.
En este capítulo se considera cómo el comportamiento de un 
animal contribuye a su éxito reproductivo y a la sobrevivencia de su es-
pecie. Se estudian los tipos de aprendizaje y luego se enfocan los cómo 
y los por qué de algunos tipos de conducta, incluyendo la migración, la 
búsqueda de alimento y el comportamiento social. También se aborda 
la selección sexual y el comportamiento de ayuda.
52.1 CONDUCTA Y ADAPTACIÓN
OBJETIVOS DE APRENDIZAJE
1 Distinguir entre causas inmediatas y últimas del comportamiento, y 
aplicar los conceptos de causa última y el análisis de costo-benefi cio 
para decidir si una conducta particular es adaptativa.
2 Describir las interacciones entre herencia, ambiente y maduración en la 
conducta animal.
Al considerar el comportamiento reproductivo de la Philantus triangu-
lum, cabría preguntarse cómo lleva a cabo su tarea y por qué se comporta 
como lo hace. Los primeros investigadores del comportamiento animal 
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	Parte 7 Estructura y procesos vitales en animales 
	52 Comportamiento animal
	52.1 Conducta y adaptación
	Las conductas tienen costos y beneficios 
	Los genes interactúan con el entorno

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