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MÓDULO 2203- PROCESOS PSICOLÓGICOS BÁSICOS DEL APRENDIZAJE 1 Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: L e c t u r a 1 Domjan, M. (1999). Capítulo 1: “Introducción”. Principios de aprendizaje y Conducta. (Comp.) México: Thompson. INTRODUCCIÓN ............................................................................................ 2 ANTECEDENTES HISTÓRICOS.................................................................. 3 UU NN II DD AA DD II .. AANNTTEECCEEDDEENNTTEESS HHIISSTTÓÓRRIICCOOSS ACONTECIMIENTOS HISTÓRICOS EN EL ESTUDIO DE LA MENTE.................... 4 Reglas de las asociaciones ........................................................................ 5 ACONTECIMIENTOS HISTÓRICOS EN EL ESTUDIO DE LOS REFLEJOS.................. 5 EL COMIENZO DE LA ERA MODERNA ................................................... 6 COGNICIÓN COMPARATIVA Y EVOLUCIÓN DE LA INTELIGENCIA...................... 7 NEUROLOGÍA FUNCIONAL ............................................................................... 7 MODELOS ANIMALES DE LA CONDUCTA HUMANA........................................... 8 DEFINICIÓN DE APRENDIZAJE .............................................................. 10 DISTINCIÓN ENTRE APRENDIZAJE Y EJECUCIÓN............................................. 10 DISTINCIÓN ENTRE EL APRENDIZAJE Y OTRAS FUENTES DEL CAMBIO CONDUCTUAL............................................................................................... 11 ASPECTOS METODOLÓGICOS DEL ESTUDIO DEL APRENDIZAJE .......................................................................................................................... 12 EL APRENDIZAJE COMO CIENCIA EXPERIMENTAL .......................................... 12 ENFOQUE DE PROCESO GENERAL PARA EL ESTUDIO DEL APRENDIZAJE ......... 13 Elementos del enfoque de proceso general ............................................. 13 Evidencia de la generalidad de los fenómenos del aprendizaje. ............. 15 Implicaciones metodológicas del enfoque de proceso general................ 15 Prueba de la generalidad de los fenómenos de aprendizaje ................... 15 USO DE ANIMALES EN LA INVESTIGACIÓN DEL APRENDIZAJE 15 RAZONES FUNDAMENTALES PARA EL USO DE ANIMALES EN LA INVESTIGACIÓN DEL APRENDIZAJE ......................................................................................... 16 LOS ANIMALES DE LABORATORIO Y LA CONDUCTA NORMAL ........................ 16 DEBATE PÚBLICO SOBRE LA INVESTIGACIÓN CON ANIMALES........................ 17 Alternativas a la investigación con animales .......................................... 19 Domjan, M. (1999) Principios de aprendizaje y Conducta. (Comp.) México: Thompson. UNIDAD I. ANTECEDENTES HISTÓRICOS MÓDULO 2203- PROCESOS PSICOLÓGICOS BÁSICOS DEL APRENDIZAJE 2 Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN El objetivo del capítulo 1 es introducir al lector al estudio del aprendizaje y la conducta. Iniciaré la explicación de los conceptos clave de este estudio desde un punto de vista histórico y describiré los orígenes de la investigación experimental en el área. Estos orígenes radican en los estudios de la evolución de la inteligencia, de la neurología funcional y de los modelos animales de la conducta humana. A continuación se describirán las características de definición del aprendizaje, seguidas de una exposición de los planteamientos metodológicos para el estudio de este tema. Debido a que numerosos experimentos sobre el aprendizaje se han efectuado con animales, concluiré el capítulo exponiendo las razones de ser del uso de éstos en la investigación. Es probable que usted esté interesado en entender la conducta, sea la suya o la de otros. Este interés no es mera curiosidad ociosa: la calidad de su vida la rigen las acciones de usted y las de otras personas. Que reciba una oferta de empleo depende de su formación e historial laboral, así como de las decisiones de su patrón en perspectiva. Que se lleve bien con su pareja de habitación depende de cómo reacciona ésta a lo que usted hace y de cómo reacciona usted a lo que hace ella. Que llegue puntual a la escuela depende de si se levanta lo bastante temprano y de qué tan transitados estén los caminos. Cualquier esfuerzo sistemático por entender la conducta tiene que incluir la consideración de lo que aprendemos y de la forma en que lo aprendemos. Numerosos aspectos tanto de la conducta humana como de la animal son resultado del aprendizaje. Aprendemos a leer, escribir y contar; a bajar por las escaleras sin caer, a abrir puertas, a montar en bicicleta y a nadar. También aprendemos cuándo hemos de relajarnos y cuándo ponernos ansiosos; qué alimentos son buenos para nosotros y cuáles nos enfermarán. Aprendemos a distinguir a quién es divertido visitar y de quién debe evitarse la compañía. Aprendemos a distinguir cuándo alguien es infeliz y cuándo se siente bien. Aprendemos a saber cuándo hay que llevar paraguas y cuándo una bufanda extra. La vida está llena de actividades y experiencias moldeadas, pues, por lo que hemos aprendido. El aprendizaje es uno de los procesos biológicos que promueven la supervivencia. La integridad de la vida depende de una gran variedad de funciones biológicas, entre las que se cuentan la respiración, la digestión y la excreción del desecho metabólico. Los sistemas fisiológicos han evolucionado para cumplir con estas tareas. Sin embargo, los procesos metabólicos finamente sintonizados no son suficientes para mantener la integridad de la vida. La gente y los animales se enfrentan a cambios climáticos y de los recursos de alimentación, al ir y venir de los depredadores, y a otras modificaciones ambientales. Los efectos adversos del cambio ambiental a menudo tienen que ser minimizados por ajustes conductuales. Los animales tienen que aprender a encontrar nuevas fuentes de alimentos conforme las viejas se consumen; tienen que aprender a eludir a unos depredadores al tiempo que otros nuevos entran en su territorio; y deben aprender a encontrar nuevo refugio, cuando las tormentas destruyen el anterior. Llevar a cabo estas tareas requiere obviamente conducta motora, como caminar y manipular objetos. Estas tareas precisan asimismo de la capacidad de predecir hechos importantes relativos al ambiente, como la disponibilidad de alimentos en un lugar y un tiempo particulares. La adquisición de nueva conducta motora y de nuevas reacciones de anticipación implica aprendizaje. Los animales aprenden a ir a un nuevo depósito de agua cuando se les seca el que han estado aprovechando y aprenden a prever nuevas fuentes de peligro. Estas adaptaciones aprendidas del ambiente son tan importantes como los procesos fisiológicos de la respiración y la digestión. 1 La mayoría de las personas tiende a pensar que el aprendizaje es algo que implica la adquisición de conducta nueva. Es cierto que se necesita aprendizaje para que un niño pueda leer, montar en bicicleta o tocar un instrumento musical, pero el aprendizaje también puede consistir en la disminución o la eliminación de cierta conducta en el repertorio del organismo. Un niño, por ejemplo, puede aprender a no cruzar la calle cuando la luz del semáforo está en rojo, a no hurtar alimento de un plato ajeno y a no chillar ni gritar cuando mamá está durmiendo una siesta. Aprender a contener respuestas es justamente tan importante como aprender a darlas, si no es que más. Cuando se considera el aprendizaje, la atención se concentra comúnmente en las clases del mismo que requieren enseñanza especial, por ejemplo, en las clases de aprendizaje que tienen lugar en las escuelas y universidades públicas. Resolver problemas de cálculo o ejecutar un salto triple en clavados requiere instrucción especial. Sin embargo, aprendemos todaclase de cosas sin maestro o instructor experto en el curso de las interacciones de rutina con nuestro ambiente social y físico. Los niños, por ejemplo, aprenden a abrir puertas y ventanas, a responder el teléfono que suena, a no tocar la estufa caliente y Domjan, M. (1999) Principios de aprendizaje y Conducta. (Comp.) México: Thompson. UNIDAD I. ANTECEDENTES HISTÓRICOS MÓDULO 2203- PROCESOS PSICOLÓGICOS BÁSICOS DEL APRENDIZAJE 3 Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: a evitar que una pelota los golpee. Los estudiantes universitarios aprenden a orientarse por el campus, a no quemarse con la comida caliente de la cafetería y a predecir cuándo el (la) compañero(a) de cuarto tardará en regresar por la noche... todo sin enseñanza especial. En los capítulos que vienen, exploraré la investigación de los principios básicos del aprendizaje y la conducta. Trataré los tipos de aprendizaje y conducta que son fundamentales para la vida, pero que, como la respiración, a menudo se ignoran; el tema central será el de las formas de aprendizaje básicas y presentes en todo, que son parte normal de la vida, aunque suelen pasar inadvertidas. Expondré el aprendizaje de relaciones simples entre acontecimientos en el ambiente, el de res- puestas motoras sencillas y el de las reacciones emocionales a los estímulos. Estas formas de aprendizaje se investigan en experimentos que implican procedimientos de "instrucción" de varias clases; no obstante, son formas que se dan en la vida de las personas y los animales sin instrucción ni escuela explícitas ni organizadas. AANNTTEECCEEDDEENNTTEESS HHIISSTTÓÓRRIICCOOSS Los planteamientos teóricos del estudio del aprendizaje tienen sus raíces en la filosofía de René Descartes (véase la figura 1.1). Antes de Descartes, la mayoría de la gente pensaba que la conducta humana la determinaban enteramente la intención consciente y el libre albedrío. No se consideraba que las acciones de la gente fueran. Controladas por estímulos externos o por leyes externas mecanicistas; se suponía que lo que una persona hacía era resultado de su voluntad o propósito deliberado. Descartes constituyó la excepción a este punto de vista de la naturaleza humana, porque reconocía que muchas de las cosas que hace la gente son reacciones automáticas a estímulos externos. Con todo, no estaba preparado para abandonar por completo la idea del libre albedrío y del control consciente de los actos. Por consiguiente, formuló una visión dualista de la conducta humana a la que se conoce como el dualismo cartesiano. Conforme al dualismo cartesiano hay dos clases de conducta humana: la involuntaria y la voluntaria. Algunas acciones son involuntarias y ocurren en respuesta a estímulos externos. Tales acciones se llaman reflejos. Otros aspectos de la conducta humana se relacionan con acciones voluntarias que no tienen que ser desencadenadas por estímulos externos, sino que se producen por la elección consciente de la persona de obrar de esa manera. Los detalles de la visión dualista de Descartes sobre la conducta humana se diagraman en la figura 1.2. Consideremos primero los mecanismos de la conducta involuntaria o refleja. Los estímulos del ambiente son detectados por los órganos sensoriales de la persona. La información sensorial es remitida entonces al cerebro a través de los nervios. Del cerebro, el ímpetu para la acción es enviado por la vía de los nervios a los músculos que crean la respuesta involuntaria. De tal suerte, la entrada sensorial se refleja en la salida de respuesta. Por ende, a la conducta involuntaria se le llama refleja. Varios aspectos de este sistema son dignos de observarse. A los estímulos del ambiente externo se les considera la causa de toda conducta involuntaria. Estos estímulos producen respuestas involuntarias por la vía de un circuito neural que incluye al cerebro. Con todo, Descartes suponía que sólo un conjunto de nervios estaba comprendido en ello: que los mismos nervios transmitían información de los órganos de los sentidos al cerebro y de éste a los músculos. Este circuito, creía el filósofo, permitía las reacciones prontas a los estímulos externos —por ejemplo, el rápido retiro del dedo para apartarlo de una estufa caliente. Descartes daba por hecho que el mecanismo involuntario de la conducta era el único del que disponían los animales distintos de los humanos. De acuerdo con este punto de vista, toda la conducta animal no humana ocurre como respuestas reflejas a estímulos externos. De este modo, el pensador francés creía que los animales carecían de libre voluntad y eran incapaces de conducta voluntaria, consciente; consideraba que el libre albedrío y la conducta voluntaria eran atributos únicamente humanos. Esta superioridad de los humanos sobre otros anímales existía porque se pensaba que sólo el ser humano tiene una mente, un alma. Se suponía que la mente era una entidad no física. Creía Descartes que la mente se conectaba con el cuerpo físico por medio de la glándula pineal, que está cerca del cerebro. Debido a esta conexión, la mente podía estar consciente de la conducta involuntaria y llevar registro de ella. Mediante este mecanismo, la mente podía asimismo iniciar acciones voluntarias. Como Descartes pensaba que la conducta voluntaria se iniciaba en la mente, suponía que podía ocurrir independientemente de la estimulacíón externa. El dualismo mente y cuerpo introducido por Descartes inspiró dos tradiciones intelectuales. Una, el mentalismo, se interesaba.por el contenido y los trabajos de la mente; la otra, la reflexología, se ocupaba Domjan, M. (1999) Principios de aprendizaje y Conducta. (Comp.) México: Thompson. UNIDAD I. ANTECEDENTES HISTÓRICOS MÓDULO 2203- PROCESOS PSICOLÓGICOS BÁSICOS DEL APRENDIZAJE 4 Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: de los mecanismos de la conducta refleja. Veámoslas a continuación. Acontecimientos Históricos En El Estudio De La Mente A los filósofos que se ocupaban de la mente les interesaba saber cómo funcionaba y qué había en ella. Descartes tuvo algo que decir sobre ambas cuestiones. Como pensaba que la mente estaba conectada con el cerebro por la vía de la glándula pineal, creía que parte del contenido de la mente procedía de las experiencias sensibles; sin embargo, suponía asimismo . ue mente contenía ideas que eran innatas y que existían en todos os seres humanos independientemente de la experiencia personal. Por ejemplo, pensaba que todos los seres huma- nos nacen con un concepto de Dios, uno del yo y ciertos axiomas fundamentales de geometría (como el hecho de que la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta). A la corriente filosófica que supone que los humanos nacen con ideas innatas acerca de ciertas cosas se le llama innatismo. Figura 1.2 Diagrama del dualismo cartesiano. Los acontecimientos del mundo físico son detectados por los órganos de los sentidos. De aquí la información se transmite al cerebro, el cual está conectado con la mente por la vía de la glándula pineal. La acción involuntaria es producida por un arco reflejo que comprende mensajes enviados primero de los órganos de los sentidos al cerebro y luego de éste a los músculos. La acción involuntaria es iniciada por la mente, con mensajes enviados al cerebro y luego a los músculos. Algunos filósofos seguidores de Descartes discreparon de la postura innatista, en particular, el británico John Locke (1632-1704), quien creía que todas las ideas que la gente tenía se adquirían directa o indirectamente a través de experiencias después del nacimiento; pensaba que los seres humanos nacen sin preconcepciones sobre el mundo. Según Locke, la mente empieza como un pizarrón limpio (tabula rasa, en latín), para irse llenando gradualmente de ideas e información a medida que la persona tiene diversas experiencias sensibles. A este enfoquefilosófico del contenido de la mente se le llaman empirismo y fue aceptado por un grupo de filósofos británicos que vivieron durante los siglos xvn, xvui y xix, que vinieron a ser conocidos como los empiristas británicos. Las filosofías innatista y empirista diferían no sólo en lo que se suponía que la mente contenía sino también en la forma en que se creía que operaba. Descartes pensaba que la mente no funcionaba de manera predecible y ordenada, conforme a reglas o leyes que se puedan descubrir. Uno de los primeros en proponer una alternativa a esta postura fue el filósofo británico Thomas Hobbes (1588-1679). Hobbes aceptaba la distinción entre conducta voluntaria e involuntaria formulada por Descartes y admitía también la noción de que la conducta voluntaria era controlada por la mente. Sin embargo, a diferencia de Descartes, pensaba que la mente operaba precisamente de manera tan predecible y regular como los mecanismos reflejos. Más específicamente, proponía que la conducta voluntaria es regida por el principio del hedonismo. De acuerdo con este principio, la gente hace cosas en su persecución del placer y evitación del dolor. A Hobbes no le preocupaba la cuestión de si la persecución del placer y la evitación del dolor eran loables o convenientes; para este filósofo, el hedonismo era sencillamente un hecho de la vida. Como veremos, esta concepción de la conducta ha permanecido con nosotros de una forma u otra hasta el presente. De acuerdo con los empiristas británicos, otro importante aspecto de cómo funciona la mente implicaba el concepto de asociación. Recuerde que el empirismo supone que todas las ideas se originan en as experiencias sensibles. Pero ¿cómo es que las experiencias de diversos colores, formas, olores y sonidos permiten la formación de ideas más complejas? Considere, por ejemplo, el concepto de automóvil. Si escucha usted la palabra "automóvil" tiene una idea de cómo se ve el objeto, para qué se usa y cómo podría usted sentirse si se sienta en él. ¿De dónde vienen todas estas ideas, si se da solamente el sonido de las letras a, u , t, o, m, ó, v, i,l ? Los empiristas británicos proponían qu e las sensaciones simples se combinan en ideas más complejas por medio de asoc iac ión , Como usted había oído la palabra "automóvil” cuando lo vio, o había considerado utilizar un auto para ir a su trabajo, o se había sentado en uno, pueden Domjan, M. (1999) Principios de aprendizaje y Conducta. (Comp.) México: Thompson. UNIDAD I. ANTECEDENTES HISTÓRICOS MÓDULO 2203- PROCESOS PSICOLÓGICOS BÁSICOS DEL APRENDIZAJE 5 Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: haberse establecido asociaciones entre la palabra "automóvil" y diversos aspectos de automóviles. Los empirístas británicos consideraron muy importantes tales asociaciones en su explicación de cómo funciona la mente; por esto, dedicaron considerable esfuerzo a detallar las reglas de las asociaciones. Reglas de las asociaciones Los empiristas británicos aceptaban dos conjuntos de reglas para el establecimiento de asociaciones, uno primario y el otro secundario. Las reglas primarias fueron formuladas originalmente por el antiguo filósofo griego Aristóteles. Este proponía tres principios para el establecimiento de asociaciones: 1) la contigüidad, 2) la similitud y 3) el contraste. De éstos, el principio de contigüidad ha sido el más destacado en los estudios de las asociaciones. Declara que, si dos acontecimientos tienen lugar repetidamente juntos en el espacio o el tiempo, se asociarán. Una vez que se ha establecido una asociación, el que ocurra uno de los acontecimientos activará el recuerdo del otro. Por ejemplo, si usted se encuentra con el olor de la salsa de tomate unido al del espagueti con la suficiente frecuencia, ese olor de la salsa de tomate será suficiente para hacerle pensar en el espagueti. Los principios de similitud y contraste establecen que dos cosas se asociarán si son semejantes en algún aspecto (si ambas son rojas, por ejemplo) o si tienen algunas características contrastantes (una podría ser asombrosamente alta y la otra asombrosamente corta, digamos). Diversas leyes secundarias de las asociaciones fueron propuestas por varios filósofos empiristas -entre ellos, el escocés Thomas Brown (1778-1820). Brown, sustentaba que algunos factores influyen en la formación de asociaciones entre dos sensaciones, entre ellos la intensidad de las sensaciones y 1p frecuencia con que ambas sensaciones se presentan juntas. Además, se consideraba que la for- mación de una asociación entre dos acontecimientos dependía del número de otras asociaciones en las que ya estaba envuelto cada acontecimiento y de la similitud de estas asociaciones anteriores con la actual que se estaba formando. Los empíristas británicos explicaban las reglas de la asociación como parte de su discurso filosófico. No hacían experimentos para determinar si las reglas eran o no válidas, ni trataban de determinar las circunstancias en las que una regla era más importante que otra. La investigación empírica de los mecanismos de las asociaciones no empezó sino con la obra precursora del psicólogo alemán Hermann Ebbinghaus (1850-1909). Para estudiar como se forman las asociaciones, Ebbighaus inventó las sílabas sin sentido. Éstas eran combinaciones de tres letras (pór ejemplo, "bap"), carentes de sentido alguno que pudiera influir en la forma en que una persona pudiera reaccionar a ellas. Ebbinghaus se utilizó como su propio sujeto experimental. Estudiaba listas de sílabas sin sentido y medía su capacidad de recordar estas sílabas en diversas condiciones experimentales. Este método general le permitió responder a preguntas como la de en qué forma la fuerza de una asociación mejoraba con el aumento de la preparación, la de si las sílabas sin sen- tido que aparecían contiguas en una lista se asociaban más fuertemente que las que estaban más alejadas y la de si una sílaba se asociaba más estrechamente con la siguiente de la lista que con la precedente. Acontecimientos históricos en el estudio de los reflejos El concepto de la acción refleja introducido por Descartes dio gran impulso a la comprensión de la conducta. Sin embargo, Descartes estaba errado en muchas de sus convicciones acerca de los reflejos. Creía que los mensajes sensoriales que van de los órganos de los sentidos al cerebro y los mensajes motores que van del cerebro a los músculos viajaban por los mismos nervios; pensaba que los nervios eran tubos huecos y que la transmisión nerviosa tenía que ver con gases llamados espíritus animales. Se suponía que los espíritus animales, liberados por la glándula pineal, fluían por los tubos nerviosos y entraban en los músculos haciéndolos hincharse y crear el movimiento. Finalmente, Descartes consideraba que todos los movimientos reflejos eran innatos y determinados por la anatomía del sistema nervioso. El trabajo experimental posterior en animales realizado por Charles Bell (1774-1.842) en Inglaterra y por Francois Magendie (1783-1855) en Francia demostró que son nervios distintos los que transmiten información sensorial de los órganos de los sentidos al sistema nervioso central e información motora del sistema nervioso central a los músculos. Si se le corta un nervio sensorial a un animal sigue siendo capaz de efectuar movimientos musculares; si se le corta un nervio 'motor, el animal sigue siendo capaz de registrar información sensorial. La idea de que los espíritus animales tenían que ver con la Domjan, M. (1999) Principios de aprendizaje y Conducta. (Comp.) México: Thompson. UNIDAD I. ANTECEDENTES HISTÓRICOS MÓDULO 2203- PROCESOS PSICOLÓGICOS BÁSICOS DEL APRENDIZAJE 6 Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: transmisión nerviosa fue desaprobada también después de la muerte de Descartes. En 1669, John Swammerdam (1637-1680) demostró quela irritación mecánica de un nervio era suficiente para producir una contracción muscular. De este modo, dejaba de ser necesaria la instilación de los espíritus animales de la glándula pi neal. En otros estudios, Francis Glisson (1597-1677) demostró que las contracciones musculares no se producían por una dilatación debida a la instilación de un gas, como Descartes lo había afirmado. Glisson midió la dilatación de los músculos del brazo haciendo que unas personas sumergieran cada una un brazo en agua y que contrajeran entonces el músculo del brazo. Si la contracción del músculo fuera resultado de la inyección de un gas, el músculo desplazaría más agua estando contraído que estando relajado. Contrariamente a esta predicción, la cantidad de agua desplazada por el músculo no cambió cuando éste fue contraído. Tales experimentos indican que la conducción nerviosa no ocurre por los mecanismos que Descartes había propuesto. El pensador francés y la mayoría de los filósofos que le siguieron suponían que los reflejos sólo constan de reacciones simples a los estímulos. Se pensaba que la energía en un estímulo se traducía directamente en la energía de la respuesta provocada por las conexiones nerviosas. Cuanto más intenso era el estímulo, más fuerte sería la respuesta resultante. Este punto de vista de los reflejos es congruente con muchas observaciones casuales. Si usted toca una estufa, por ejemplo, cuanto más caliente se encuentre ésta más prestamente retirará su dedo. Sin embargo, los reflejos pueden ser asimismo más complicados. Los procesos fisiológicos responsables de la conducta refleja se entendieron mejor en el siglo xix y los reflejos pasaron a ser utilizados como explicación de una gama mayor de conductas. Fue a dos fisiólogos rusos, 1. M. Sechenov (1829-1905) (véase la figura 1.3) e Ivan Pavlov (1849-1936), a quienes principalmente se debieron estos adelantos. Sechenov sostenía que los estímulos no provocan respuestas reflejas directamente en todos los casos; más bien, en algunos casos un estímulo puede liberar una respuesta de la inhibición. Cuando un estimuló liberara una respuesta de la inhibición, la fuerza de aquélla no dependería de la intensidad del estímulo. Esta sencilla idea abrió camino a toda suerte de nuevas posibilidades. Puesto que la fuerza de una respuesta provocada no depende invariablemente de la intensidad de su estímulo desencadenante, es posible que un estímulo muy leve produzca una gran respuesta: pequeñas partículas de polvo en la nariz, por ejemplo, pueden causar un fuerte estornudo. Sechenov se sirvió de este tipo de mecanismo para proporcionar un análisis reflejo de la conducta voluntaria; sugirió que las formas complejas de la conducta (acciones o pensamientos) que se pro- ducen en ausencia de un estímulo provocador obvio son de hecho respuestas reflejas. En estos casos, los estímulos provocadores son tan leves que son imperceptibles. De tal forma, según Sechenov, la conducta y los pensamientos voluntarios son provocados realmente por leves, indistinguibles estímulos. Las ideas de Sechenov sobre la conducta voluntaria ampliaron mucho el empleo de los mecanismos reflejos para explicar diversos aspectos del comportamiento. Sin embargo, sus ideas eran extrapolaciones filosóficas de los resultados que había obtenido de la investigación. Además, Sechenov no abordó la cuestión de la forma en que los mecanismos reflejos pueden explicar el hecho de que la conducta de los organismos no es fija e invariable en todo el lapso de vida de un organismo, sino puede ser alterada por la experiencia. Desde tiempos de Descartes, se consideraba que las respuestas reflejas eran innatas y determinadas por la anatomía del sistema nervioso. Se pensaba que los reflejos dependían de un circuito nervioso preinstalado que conectaba los órganos de los sentidos con los músculos correspondientes. De acuerdo con este punto de vista, podía esperarse que un estímulo determinado provocara la misma respuesta a todo lo largo de la vida de un organismo. Aunque esto es cierto en algunos casos, también hay muchos ejemplos en los que las respuestas a los estímulos cambian como resultado de la experiencia. La explicación de tales casos por los procesos reflejos tuvo que esperar al trabajo experimental y teórico de Ivan Pavlov. Pavlov demostró experimentalmente que no todos los reflejos son innatos; pueden establecerse nuevos reflejos a los estímulos mediante los mecanismos de asociación. De este modo, el papel de Pavlov en la historia del estudio de los reflejos es comparable al de Ebbinghaus en el estudio de la mente. Ambos se preocuparon por establecer las leyes de las asociaciones por medio de la investigación empírica. EELL CCOOMMIIEENNZZOO DDEE LLAA EERRAA MMOODDEERRNNAA Los estudios experimentales de los principios básicos del aprendizaje a menudo se llevan a cabo con animales yen la tradición de la reflexología. La investigación sobre el aprendizaje animal se Domjan, M. (1999) Principios de aprendizaje y Conducta. (Comp.) México: Thompson. UNIDAD I. ANTECEDENTES HISTÓRICOS MÓDULO 2203- PROCESOS PSICOLÓGICOS BÁSICOS DEL APRENDIZAJE 7 Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: emprendió con gran energía hace poco más de 100 años. El impulso para esa investigación provino de tres fuentes principales (véase Domjan, 1987), la primera de las cuales fue el interés por la cognición comparativa y la evolución de la mente. La segunda fue el interés por la forma en que funciona el sistema nervioso (neurología funcional) y la tercera, el interés por formar modelos animales para estudiar ciertos aspectos de la conducta humana. Como veremos en los capítulos siguientes, la cognición comparativa, la neurología funcional y los modelos animales de la conducta humana siguen dominando la inves- tigación contemporánea de los procesos de aprendizaje. Cognición comparativa y evolución de la inteligencia El impulso inicial del interés por la cognición comparativa y la evolución de la mente provino de los escritos de Charles Darwin (véase la figura 1.4), que llevó un paso más adelante las ideas de Descartes acerca de la naturaleza humana. Descartes había empezado por mofarse un poco de la idea antiquísima de que los seres humanos tienen una posición privilegiada en el reino animal, proponiendo que al menos algunos aspectos de la conducta humana (sus reflejos) son de tipo animal; empero, preservó algún privilegio para los seres humanos dando por hecho que los humanos (y sólo ellos) tienen mente. Darwin atacó este último vestigio de privilegio. En la segunda de sus obras mayores, The Descent of Man, and Selection in Relation to Sex (La descendencia del hombre y la selección en relación con el sexo), Darwin afirmaba que "el hombre desciende de alguna forma inferior, independientemente de cuales sean los eslabones conectivos que no se han descubierto hasta ahora" (Darwin, 1897, página 146). Al defender una continuidad de los animales a los humanos, Darwin trataba de caracterizar no sólo la evolución de los rasgos físicos sino también la evolución de las capacidades psicológicas o mentales. De esta forma, sugería que la mente humana es producto de la evolución. Al afirmar esto, Darwin no negaba que los seres humanos tienen capacidades mentales especiales, como las del asombro, la curiosidad, la imitación, la atención, la memoria, el razonamiento \y la sensibilidad estética; más bien planteaba que los animales tienen asimismo estas capacidades. Más aún, sostenía que los animales son capaces incluso de creer en entidades espirituales (Darwin, 1897, p. 95). Darwin reunió pruebas anecdóticas de diversas formas de conducta inteligente en los animales en un esfuerzo de respaldar sus afirmaciones. Aunque las pruebas no fueron de peso de acuerdo con las normas modernas, la interrogante investigada sí lo fue. A partir de entonces, las posibilidades de rastrearla evolución de la inteligencia estudiando las capacidades de diversas especies de animales ha cautivado siembre a los investigadores. Antes de investigar de manera sistemática la evolución de la inteligencia, el investigador debe contar con un criterio para identificar la conducta inteligente en los animales. Una tesis de gran influencia para un criterio fue ofrecida por George Romanes en su libro Animal Intelligence (Romanes, 1884). Romanes sugería que la inteligencia puede identificarse determinando si un animal aprende a hacer nuevos ajustes, o a modificar los anteriores, de acuerdo con los resultados de su propias experiencia individual" (p. 4); así, define la inteligencia en términos de la capacidad de aprender. Esta definición fue ampliamente aceptada por los psicólogos comparativos a fines del siglo xix y principios del xx y sirvió para hacer del estudio del aprendizaje animal la clave para obtener información sobre la evolución de la inteligencia. Como veremos en capítulos próximos, mucha de la investigación sobre los mecanismos del aprendizaje animal no se ha ocupado de tratar de obtener pruebas de la evolución de la inteligencia. No obstante, esta cuestión sigue siendo de considerable interés contemporáneo (por ejemplo, Wasserman, 1993). En los capítulos 11 y 12 describiré algunos de los frutos de esta investigación contemporánea sobre la cognición animal. Neurología funcional Como ya lo mencioné, la era moderna en el estudio de los procesos de aprendizaje halló gran estimulo en los esfuerzos dedicados al uso de los estudios del aprendizaje animal para entender a fondo la forma en que funciona el sistema nervioso. Esta línea de investigación fue encabezada por el fisiólogo ruso Iván Pavlov, muy independientemente de la obra de Darwin, Romanes y otros interesados en la cognición comparativa. Cuando aún era estudiante de medicina, Pavlov se adhirió al principio del nervismo. De acuerdo con el nervismo, todas las funciones fisiológicas clave son gobernadas por el sistema nervioso. Armado de este principio, Pavlov dedicó su vida a respaldar con pruebas la forma Domjan, M. (1999) Principios de aprendizaje y Conducta. (Comp.) México: Thompson. UNIDAD I. ANTECEDENTES HISTÓRICOS MÓDULO 2203- PROCESOS PSICOLÓGICOS BÁSICOS DEL APRENDIZAJE 8 Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: en que el sistema nervioso controla diversos aspectos de la fisiología. Gran parte de su trabajo lo dedicó a identificar los mecanismos nerviosos de la digestión. La investigación de Pavlov avanzó conforme a un plan durante muchos años, pero en 1902 dos investigadores británicos (Bayliss y Starling) publicaron unos resultados que demostraban que el páncreas, un importante órgano digestivo, se hallaba parcialmente bajo control hormonal más que nervioso. Tiempo más tarde, un amigo y biógrafo de Pavlov señaló en sus escritos que estos novedosos descubrimientos produjeron una crisis en el laboratorio, porque "sacudieron los cimientos mismos de las enseñanzas de la exclusiva regulación nerviosa de la actividad secretora de las glándulas digestivas" (Babkin, 1949, p. 228). La evidencia del control hormonal del páncreas le planteó un dilema a Pavlov. Si proseguía con sus investigaciones de la digestión tendría que abandonar su interés por el sistema nervioso. Por otra parte, si persistía en su apego al nervismo tendría que dejar de estudiar la fisiología digestiva. Triunfó el nervismo. Con el afán de seguir estudiando el sistema nervioso, Pavlov pasó del estudio de la fisiología digestiva al del condicionamiento de los reflejos; en esta forma, consideró sus estudios del condicionamiento (que es una forma de aprendizaje) como un medio de obtener información acerca de las funciones del sistema nervioso, esto es, de cómo funciona este sistema. La afirmación de Pavlov de que los estudios del aprendizaje revelan cómo funciona el sistema nervioso es bien aceptada. por los neurocientíficos contemporáneos. Kandel, por ejemplo, ha comentado. ue "el do ma central de la moderna neurociencia es que toda conducta es uh reflejo de la función e cerebro" (Kandel, Schwartz, y Jessell, 1991, p. 3). El psicólogo conductual es como un conductor que trata de conocer un automóvil experimental sacándolo inmediatamente a la prueba de manejo en lugar de ver primero cómo fue armado el vehículo. Manejando el automóvil, una persona puede aprender mucho sobre cómo funciona aquél; puede descubrir su aceleración, su velocidad máxima, la calidad de su manejo, su radio de viraje y en qué espacio puede detenerse. Conducir el automóvil no nos dirá cómo se logran varias de estas funciones, pero revelará las características funcionales principales de la maquinaria interna del auto. El conocimiento de las características funcionales de un automóvil puede, a su vez, aportar indicios acerca de su maquinaria interna; por ejemplo, si acelera lentamente y nunca alcanza altas velocidades es probable que no sea movido por un motor muy potente; si sólo marcha avante cuando está enfilado pendiente abajo tal vez lo haga impulsado por la gravedad más que por un motor y, por otra parte, si no se lo puede detener con presteza, acaso sea porque no tenga frenos. De manera similar, los estudios conductuales del aprendizaje pueden proporcionar claves acerca de la maquinaria del sistema nervioso. Tales estudios muestran las clases de plasticidad que el sistema nervioso puede exhibir, las condiciones en que puede tener lugar el aprendizaje, el tiempo que pueden persistir las respuestas aprendidas y las circunstancias en que la información aprendida es o no accesible. Detallando las funciones del sistema nervioso, los estudios conductuales del aprendizaje definen las características o funciones que tienen que ser explicadas por las investigaciones neurofisiológicas. Modelos animales de la conducta humana El tercer gran impulso para la era moderna en el estudio del aprendizaje animal fue la proposición de que la investigación con animales puede proporcionar información que pudiera hacer avanzar la comprensión de la conducta humana. Los modelos animales de la conducta humana son de origen más reciente que la cognición comparativa o la neurología funcional. El planteamiento fue sistematizado por Dollard y Miller y sus colaboradores (Dollard, Miller, Doob, Mowrer, y Sears, 1939; Miller y Dollard, 1941), y trabajado más adelante por B. F. Skinner (1953). Extraer inferencias acerca de la conducta humana sobre la base de la investigación con participantes animales puede ser riesgoso y controvertible. Las inferencias son riesgosas si no están garantizadas, y son motivo de discusión si las razones de ser del método del sistema ejemplar no están bien entendidas. Aun cuando los modelos animales de la conducta humana se han elaborado sobre la base de la investigación con una variedad de especies, casi todos los modelos fueron desarrollados con ratas y palomas. Al generalizar, partiendo de la investigación con ratas y palomas, a la conducta humana, los científicos no suponen que esos roedores y esas aves sean como la gente. Los modelos animales son como otro tipo de modelos. Los arquitectos, farmacólogos, científicos médicos y diseñadores de automóviles se apoyan, todos ellos, en modelos, y éstos a menudo son asombrosamente diferentes del objeto real. Los arquitectos, por ejemplo, hacen maquetas a pequeña escala de los Domjan, M. (1999) Principios de aprendizaje y Conducta. (Comp.) México: Thompson. UNIDAD I. ANTECEDENTES HISTÓRICOS MÓDULO 2203- PROCESOS PSICOLÓGICOS BÁSICOS DEL APRENDIZAJE 9 Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: edificios que están diseñando. Obviamente, tales modelos no son lo mismo que el edificio real. Son mucho más pequeños, están hechos de cartón y de pedacitos de madera en lugar de ladrillos y cemento, y soportan poco peso. Losmodelos se usan comúnmente porque permiten la investigación de ciertos aspectos de lo que representan en condiciones más simples, de más fácil control y menos costosas que lo real. Por ejemplo, sirviéndose de un modelo, un arquitecto puede estudiar el diseño del exterior de un edificio planeado sin el gasto de la construcción real. El modelo puede servir para determinar cómo se verá él edificio desde diversas posiciones ventajosas y en relación con los edificios vecinos. Estudiar un modelo en un estudio de diseño es mucho más sencillo que hacer lo propio con un edificio en una transitada esquina. Los factores que pueden interponerse en el proceso de obtener una buena vista (aparte de otros edificios, tráfico y cables eléctricos, por ejemplo) pueden controlarse y minimizarse en un modelo. De manera comparable, un diseñador de automóviles puede estudiar la resistencia al viento de diversas características de diseño de un nuevo auto utilizando un modelo en la forma de un programa de computadora. El programa puede utilizarse para mostrar cómo la adición de frenos aerodinámicos (spoilers) o de cambios en la forma del vehículo pueden causar cambios en la resistencia al viento. El modelo de la computadora tiene poca semejanza con un auto real; no tiene neumáticos ni motor y no puede ser manejado; sin embargo, permite probar la resistencia al viento de un diseño de automóvil en condiciones mucho más sencillas, mejor controladas y menos costosas que si el auto se construyera y se condujera por la autopista en varias condiciones para medir esa resistencia. ¿Qué hace que los modelos sean válidos para estudiar algo, dadas todas las diferencias entre e modelo y el objeto real? Para que un modelo sea válido tiene que ser comparable con el objeto real en términos de la característica en estudio: la característica relevante. Si se usa la maqueta de un edificio para estudiar la apariencia exterior del mismo, todas las dimensiones exteriores de aquélla tienen que ser proporcionales a las dimensiones correspondientes del edificio planeado. Otras características del modelo, como sus elementos estructurales, son irrelevantes. En cambio, si el modelo se usara para estudiar qué tan bien resistiría el edificio los efectos de un terremoto, entonces serían críticos sus elementos estructurales (sus vigas y la forma en que estuvieran armadas). De manera parecida, lo único pertinente en la resistencia al viento de un modelo de auto de computadora es que este programa proporciona cálculos para la resistencia al viento que igualan a los resultados obtenidos con automóviles reales conducidos a través del aire real. Ninguna otra característica es pertinente; por ende, el hecho de que el programa de computadora carezca de motor o de neumáticos no tiene importancia. Las razones fundamentales y estrategias asociadas con los modelos animales de la conducta humana son similares a las relativas a los modelos en otras áreas de indagación. Los modelos animales permiten la investigación de problemas que son difíciles, si no imposibles de investigar directamente con la gente. Un modelo permite que la investigación se lleve a cabo en circunstancias más sencillas, mejor controladas y menos costosas. Más aún, la validez de los modelos animales se basa en el mismo criterio que la validez de otros tipos de modelos. Lo importante es la semejanza entre el modelo animal y la conducta humana en las características relevantes para el problema que se tiene entre manos. Por ejemplo, las semejanzas entre las ratas y los seres humanos en la forma en que aprenden a evitar los alimentos peligrosos hacen a un modelo de rata válido para la investigación del aprendizaje de aversión humana al alimento. El hecho de que las ratas tengan rabos largos y anden en cuatro extremidades en lugar de dos es del todo irrelevante para la selección del alimento. La tarea crítica en la creación exitosa de un modelo animal es identificar una semejanza pertinente entre el modelo animal y la conducta humana que nos interesa. Puesto que suelen usarse modelos animales como arietes de empuje contra las fronteras del conocimiento, la correspondencia entre los descubrimientos en animales y la conducta humana debe verificarse cuidadosamente por medio de los datos empíricos. Las razones fundamentales y la estrategia para la creación de los modelos animales de la conducta humana fueron formuladas sucintamente por Dollard y Miller (1950): Al utilizar los resultados [de la investigación con ratas] estamos trabajando sobre la hipótesis de que toda la gente tiene las capacidades de aprendizaje de las ratas [...] Aun cuando los hechos tienen que verificarse a nivel humano, suele ser más fácil notar la operación de los principios después de que éstos se han estudiado y aislado en situaciones más simples, de modo que se sabe exactamente Domjan, M. (1999) Principios de aprendizaje y Conducta. (Comp.) México: Thompson. UNIDAD I. ANTECEDENTES HISTÓRICOS MÓDULO 2203- PROCESOS PSICOLÓGICOS BÁSICOS DEL APRENDIZAJE 10 Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: qué es lo que hay que buscar. Más aún, en los casos en que es imposible usar [a las ratas] como rigurosos controles experimentales a nivel humano, nuestra fe en las pruebas que puedan reunirse en ese nivel aumentará si tal evidencia es acorde con los resultados de experimentos controlados más cuidadosamente en otros mamíferos. (p. 63.) Dollard y Miller defendieron una interacción entre la investigación con animales y humana en la que los estudios con animales se usan para aislar e identificar fenómenos que pueden investigarse en personas con mejores resultados. La investigación con animales se emplea asimismo para aumentar la confianza en datos obtenidos de seres humanos con métodos de investigación más débiles. Se han creado modelos animales para una amplia gama de problemas y conductas humanos (véase Overmier y Burke, 1992, para una bibliografía). En capítulos siguientes trataré los modelos animales de amor y apego, tolerancia y adicción a las drogas, aprendizaje de aversión al alimento, aprendizaje de temores y fobias, y estrés y afrontamiento, entre otros. Los modelos animales han conducido asimismo a la creación de numerosos procedimientos empleados comúnmente ahora con la gente, como la retroalimentación, la instrucción programada, la desensibilización sistemática, las economías de fichas, y otras técnicas de modificación de la conducta. Daré ejemplos de tales aplicaciones a lo largo del texto en los puntos pertinentes. DDEEFFIINNIICCIIÓÓNN DDEE AAPPRREENNDDIIZZAAJJEE El aprendizaje es una experiencia humana tan común que poca gente reflexiona sobre lo que quiere decir exactamente que algo se ha aprendido. No existe una definición universalmente aceptada de aprendizaje; sin embargo, muchos aspectos críticos del concepto están captados en la siguiente formulación: El aprendizaje' es un cambio duradero en los mecanismos de la conducta que comprende estímulos y/o respuestas específicos y que resulta de la experiencia previa con estímulos y respuestas similares. Distinción entre aprendizaje y ejecución Siempre que vemos evidencia de aprendizaje vemos el surgimiento de un cambio en la conducta: la ejecución de una nueva respuesta o la supresión de tina respuesta que ha ocurrido previamente. Una niña se vuelve hábil para abrochar las hebillas de sus sandalias o se vuelve más paciente para esperar y no empezar con su cena hasta que todos se han sentado a la mesa. Tales cambios en la conducta son la única forma de distinguir si el aprendizaje ha tenido lugar o no; empero, la definición precedente atribuye el aprendizaje a un cambio en los mecanismos de la conducta, no a un cambio en la conducta directamente. Por mecanismos de la conducta me refiero a la maquinaria de sustentación que hace que la conducta se produzca. Como Pavlov lo suponía, la maquinariafísica del aprendizaje reside en el sistema nervioso; no obstante, no es necesario observar directamente los mecanismos nerviosos de la conducta para identificar el aprendizaje. La mayoría de los investigadores se conforma con estudiar el aprendizaje en términos de los mecanismos conductuales o de los constructos teóricos. Estos últimos constituyen una maquinaria conceptual o hipotética que se supone sea responsable de la conducta. Ya he mencionado uno de tales conceptos teóricos –el de asociación– que se utiliza para explicar ciertos cambios en la conducta que resultan de la experiencia. En capítulos posteriores trataré otros muchos conceptos teóricos o componentes de la maquinaria hipotética que se emplean para explicar los cambios aprendidos en la conducta. ¿Por qué debería definirse el aprendizaje en términos de un cambio en los mecanismos de la conducta (sean estos mecanismos conceptuales o físicos) más que en términos de la conducta en sí? La razón principal es que a la conducta la determinan muchos factores además del aprendizaje. Considérese, por ejemplo, el comer. Que usted coma algo depende del hambre que tenga, de cuánto esfuerzo se requiera para obtener el alimento, de cuánto le guste éste y de si usted sabe dónde encontrarlo. De todos estos factores, sólo el último implica necesariamente aprendizaje. La ejecución se refiere a las acciones de un organismo en un momento particular. Que usted haga algo o no (su ejecución) depende de muchas cosas. Aún el acontecimiento de una respuesta sencilla, como saltar a una piscina, está determinado en forma múltiple. Que usted salte depende de la disponibilidad, profundidad y temperatura del agua, de su motivación para saltar, de su capacidad física para impulsarse a distancia del costado de la piscina, y así sucesivamente. La ejecución es determinada por la oportunidad, la motivación y las capacidades Domjan, M. (1999) Principios de aprendizaje y Conducta. (Comp.) México: Thompson. UNIDAD I. ANTECEDENTES HISTÓRICOS MÓDULO 2203- PROCESOS PSICOLÓGICOS BÁSICOS DEL APRENDIZAJE 11 Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: sensorial y motora, además del aprendizaje. Por consiguiente, no puede considerarse que un cambio en la ejecución refleje automáticamente el aprendizaje. La definición formulada anteriormente identifica el aprendizaje como un cambio en los mecanismos de la conducta para hacer énfasis en la distinción entre aprendizaje y ejecución. La conducta de un organismo (su ejecución) se utiliza para proporcionar evidencias de aprendizaje. No obstante, puesto que la ejecución la determinan muchos factores además del aprendizaje, el observador debe ser muy cuidadoso al discernir si un aspecto particular de la ejecución refleja o no aprendizaje. A veces, la evidencia del aprendizaje no puede obtenerse hasta que se aplican procedimientos especiales de prueba. Los niños, por ejemplo, aprenden mucho sobre el manejo del automóvil con sólo ver a otros en el acto de conducir, pero su aprendizaje no se manifiesta sino hasta que se les permite ponerse al volante. En otros casos (que se tratarán a continuación), un cambio en la conducta se observa fácilmente pero no puede atribuírselo al aprendizaje porque no tiene la duración suficiente o porque no resulta de la experiencia con los acontecimientos específicos del entorno. Distinción entre el aprendizaje y otras fuentes del cambio conductual He declarado que evaluar diversas situaciones en términos de la definición abstracta del aprendizaje puede ser difícil porque algunos aspectos de esa definición son vagos; por ejemplo, esta definición no especifica cuánto tiempo tienen que durar los cambios conductuales para ser considerados casos de aprendizaje. En otros casos, puede ser difícil decidir qué constituye suficiente experiencia con acontecimientos del entorno para clasificar algo como un caso de aprendizaje. Por esto es difícil distinguir el aprendizaje de otros mecanismos conocidos que pueden producir cambios en la conducta. Varios mecanismos producen cambios en la conducta que son demasiado efímeros para ser considerados casos de aprendizaje. Uno de estos procesos es la fatiga. El ejercicio físico puede dar por resultado un debilitamiento gradual en la fuerza de una respuesta porque el individuo se cansa o se fatiga. Este tipo de cambio es producido por la experiencia. Con todo, no es considerado ejemplo de aprendizaje porque la negativa a responder desaparece si al individuo se le permite descansar. La conducta también puede alterarse temporalmente por un cambio en las condiciones del estímulo. Si en una sala de cine se encienden de repente las luces a mitad del espectáculo, es probable que cambie en forma más que notoria la conducta de los asistentes. Sin embargo, éste no es un caso de aprendizaje porque es probable que el público vuelva a ponerse a ver la película cuando las luces se apaguen de nuevo. Otra fuente de cambio temporal en la conducta que no se considera aprendizaje es la alteración en el estado fisiológico o motivacional del organismo. El hambre y la sed inducen respuestas que no se observan en otros momentos. Los cambios en las hormonas sexuales causan cambios en la receptividad a los estímulos sexuales. También puede haber efectos conductuales de corta duración que acompañen a la administración de drogas psicoactivas. Otros mecanismos producen cambios persistentes en la conducta, pero sin el tipo de experiencia con los acontecimientos del entorno que cumple con la definición de aprendizaje. El proceso más obvio de este tipo es la maduración. Un niño no puede alcanzar algo de un anaquel alto hasta que adquiere la suficiente estatura. Sin embargo, el cambio de la conducta en este caso no es ejemplo de aprendizaje porque ocurre con el mero paso del tiempo. Al niño no se le tiene que enseñar a alcanzar los lugares altos al tiempo que crece. La maduración puede resultar también en la desaparición de ciertas respuestas. Por ejemplo, tocar los pies de un bebé a poco de nacido produce movimientos de pies que semejan el andar, y golpearle levemente la planta del pie hace que los dedos se le extiendan en abanico. Ambas reacciones reflejas desaparecen a medida que el bebé crece. En general, la distinción entre el aprendizaje y la maduración se basa en la importancia de las experiencias especiales en la producción del cambio en la conducta. Sin embargo, la distinción se torna borrosa en casos en que se ha descubierto que la estimulación del entorno es necesaria para que ocurran los cambios de desarrollo que originalmente se pensaba que implicaban maduración independiente de la experiencia. Los experimentos con gatos han demostrado que su sistema visual no se desarrolla lo suficiente para que ellos sean capaces de ver las lineas horizontales a menos que se les exponga a tales estímulos a temprana edad (por ejemplo, Blakemore y Cooper, 1970). Se pensaba en principio que la conducta sexual en la pubertad dependía de la maduración independiente de la experiencia; no obstante, los experimentos sugieren que la conducta sexual exitosa requiere que haya interacciones con Domjan, M. (1999) Principios de aprendizaje y Conducta. (Comp.) México: Thompson. UNIDAD I. ANTECEDENTES HISTÓRICOS MÓDULO 2203- PROCESOS PSICOLÓGICOS BÁSICOS DEL APRENDIZAJE 12 Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: parejas a temprana edad (por ejemplo, Harlow, 1969). Hasta ahora he explicado los mecanismos que crean cambios en la conducta durante el lapso de vida del organismo. Los cambios en la conducta pueden producirse también a través de las generaciones por medio de la adaptación evolutiva. Los individuos que poseen características que promueven su reproducción tienen más probabilidades de transmitir esas características a las generaciones futuras. La adaptación y el cambio evolutivo producidos por eléxito reproductivo diferencial pueden llevar a cambios en la conducta, igual que condujeron a cambios en las características físicas de la especie. Los cambios evolutivos son similares al aprendizaje en el sentido de que se relacionan también con las influencias ambientales. Las características de los individuos que promueven su éxito reproductivo dependen del ambiente en que viven. Sin embargo, los cambios evolutivos se dan sólo a través de generaciones y se distinguen, por consiguiente, del aprendizaje. Aunque el aprendizaje puede distinguirse de la maduración y de la evolución, no es independiente de estas otras fuentes del cambio conductual. El que un proceso particular de aprendizaje ocurra y la forma en que opere dependen del nivel de maduración y de la historia evolutiva del organismo. El grado en que depende el aprendizaje de la maduración es obvio en ciertos aspectos de la crianza infantil. Por ejemplo, ninguna medida de enseñanza higiénica será eficaz hasta que los nervios y músculos del niño se hayan desarrollado lo suficiente para hacer posible el control de la vejiga. La dependencia del aprendizaje de la historia evolutiva puede verse comparando los procesos del aprendizaje en varios tipos de animales. Por ejemplo, los peces y las tortugas parecen aprender de manera diferente que las ratas y los monos en situaciones de condicionamiento instrumental (Bitterman, 1975). Tendré más que decir sobre la interacción de la historia evolutiva y los procesos de aprendizaje en capítulos posteriores (véase también Plotkin y Odling- Smee, 1979; Rozin y Schull, 1988; Sherry y Schachter, 1987; Zeiler, 1992). AASSPPEECCTTOOSS MMEETTOODDOOLLÓÓGGIICCOOSS DDEELL EESSTTUUDDIIOO DDEELL AAPPRREENNDDIIZZAAJJEE Hay dos características metodológicas destacadas de las investigaciones de los procesos de aprendizaje. Una de éstas es el uso exclusivo de los métodos de investigación experimentales, en lugar de los de observación. La segunda es la confianza en un planteamiento de proceso general. El uso exclusivo de los métodos de investigación experimentales es consecuencia inevitable de la naturaleza del aprendizaje. Los fenómenos del aprendizaje sencillamente no pueden estudiarse de ninguna otra manera. En cambio, la confianza en el enfoque de proceso general es más bien cuestión de preferencia que de necesidad. El aprendizaje como ciencia experimental Para hacer una momentánea revisión, he afirmado que el aprendizaje se identifica por los cambios en conducta que resultan de la experiencia previa con estímulos y/o respuestas específicos, siempre que esos cambios sean lo suficientemente duraderos para descartar otros posibles factores, como la fatiga, los cambios temporales en la motivación, y otros por el estilo. El hecho de que mi definición restringe el aprendizaje a los efectos de la experiencia previa tiene algunas impli- caciones importantes. Decir que un cambio en la conducta resulta de la experiencia previa es atribuir aquélla a algo con que el organismo se topó previamente: en otras palabras, es hacer una afirmación acerca de las causas del cambio de la conducta. En consecuencia, el estudio del aprendizaje es un estudio de ciertos tipos de causas de la conducta, causas que alteran la conducta por medio de la experiencia previa. Puede pensarse en la experiencia previa como un "procedimiento de ense- ñanza" que causa un cambio de larga duración en la conducta. El hecho de que el aprendizaje comprende ciertos tipos de causas de la conducta fija estrechos límites a las clases de pruebas que pueden aducirse para hacer afirmaciones acerca del aprendizaje. El estudio del aprendizaje se limita a los métodos de investigación que se requieren para identificar las causas. El p r o b l e m a b á s i co de estudiar las causas es que éstas no pueden observarse directamente; sólo pueden inferirse de los resultados de las manipulaciones experimentales. Considérese el ejemplo siguiente. María abre la puerta de un cuarto oscuro; rápidamente acciona un interruptor cerca de la puerta y se enciende la luz del cuarto. ¿Puede usted concluir que accionar el interruptor de la pared "causó" que la luz se encendiera? No si se parte de la información dada. Tal vez la luz estaba en un activador automático y se habría encendido justamente al momento en que María entró en la habitación. Como alternativa, la puerta puede haber tenido un interruptor interconstruido que encendiera la luz tras una leve demora; o podría haber un detector de movimiento en el cuarto que encendiera la Domjan, M. (1999) Principios de aprendizaje y Conducta. (Comp.) México: Thompson. UNIDAD I. ANTECEDENTES HISTÓRICOS MÓDULO 2203- PROCESOS PSICOLÓGICOS BÁSICOS DEL APRENDIZAJE 13 Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: luz. ¿Cómo podría usted determinar que la manipulación del interruptor de la pared causó que la luz se encendiera? Tendría que ver lo que sucediera en otras circunstancias. Más específicamente, tendría que instruir a María que entrara en el cuarto nuevamente, pero pidiéndole que no accionara el interruptor de la pared. Si las luces no se encendieran en estas circunstancias, podría usted concluir que las luces no fueron encendidas por un detector de movimiento, ni por un interruptor interconstruido en la puerta. Para identificar una causa, se tiene que efectuar un experimento en el que no esté presente la causa presunta. Pueden compararse entonces los resultados obtenidos con y sin la causa presunta. La conclusión de que una cosa causa la otra se basa en tales comparaciones. Para estudiar el aprendizaje, lo que interesa es la conducta de los organismos vivientes, no las luces; pero el investigador tiene que proceder de manera similar para identificar las causas. Se tienen que efectuar experimentos en los que se observe la conducta con y sin la causa supuesta. En los estudios del aprendizaje la causa que interesa tiene que ver con la experiencia previa (la experiencia de entrenamiento). Los estudios de aprendizaje requieren comparaciones entre Individuos que previamente recibieron la experiencia de entrenamiento en cuestión e individuos que no la tuvieron. La única forma concluyente de demostrar que la experiencia de entrenamiento está causando el cambio de conducta que interesa es hacer variar experimentalmente la presencia y ausencia de esa experiencia. Por esta razón, el aprendizaje sólo puede investigarse con técnicas experimentales. También por esta razón, el estudio del aprendizaje es primordialmente una ciencia de laboratorio. No siempre se aprecia la necesidad de emplear técnicas experimentales para investigar el aprendizaje. Muchos aspectos de la conducta pueden estudiarse mediante procedimientos de observación que no comportan manipulaciones experimentales de causas conductuales. Por ejemplo, los estudios de observación pueden proporcionar gran cantidad de información acerca de si ciertos animales demarcan territorios y cómo lo hacen, de la manera en que defienden éstos, de las actividades comprendidas en su cortejo y conducta sexual, de las formas en que crían a su descendencia y del cambio en las actividades de los descendientes a medida que maduran. Muchos aspectos de la conducta animal están abiertos al estudio de observación, y se ha obtenido mucha información fascinante con técnicas de observación que acarrean una alteración mínima, si acaso la hubiera, de las actividades en curso de los animales. Por desgracia, el aprendizaje no puede observarse directamente de la misma manera que actividades como el acicalamiento, la agresión o la conducta de los progenitores. Los investigadores pueden elaborar hipótesis acerca de lo que los animales pueden estar aprendiendo mediante la observación sin intromisiones de su conducta en la naturaleza. Con todo, para asegurarse de que los cambios en la conducta no se deben a cambios en la motivación, desarrollo sensorial,fluctuaciones hormonales u otros posibles mecanismos ajenos al aprendizaje, es necesario efectuar experimentos en los que las presuntas experiencias de enseñanza sean manipuladas sistemáticamente. Enfoque de proceso general para el estudio del aprendizaje La segunda característica metodológica destacada de los estudios de aprendizaje es la utilización de un enfoque de proceso general. Esto es más una cuestión de preferencia que de necesidad. No obstante, al adoptar un enfoque de proceso general, los investigadores del aprendizaje animal están siguiendo una tradición de larga permanencia en la ciencia. Elementos del enfoque de proceso general La característica más obvia de la naturaleza es su diversidad. Considérese, por ejemplo, la espléndida variedad de minerales que existen en el mundo. Algunos son blandos, otros son duros, unos brillantes, los de más allá opacos en apariencia, y así sucesivamente. Las plantas y los animales tienen también muchas formas y tamaños diferentes. Y las propiedades dinámicas de los objetos son diversas; algunas cosas flotan, mientras que otras se van rápidamente al fondo; algunas cosas se quedan quietas, mientras que otras se mantienen en movimiento. Al estudiar la naturaleza, un investigador puede concentrarse en las diferencias, o bien ignorar estas y buscar atributos en común. Científicos Domjan, M. (1999) Principios de aprendizaje y Conducta. (Comp.) México: Thompson. UNIDAD I. ANTECEDENTES HISTÓRICOS MÓDULO 2203- PROCESOS PSICOLÓGICOS BÁSICOS DEL APRENDIZAJE 14 Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: Domjan, M. (1999) Principios de aprendizaje y Conducta. (Comp.) México: Thompson. UNIDAD I. ANTECEDENTES HISTÓRICOS entre los que se cuentan físicos, químicos, biólogos y psicólogos han elegido todos ellos la última estrategia; en lugar de dejarse abrumar por la tremenda diversidad en la naturaleza, han optado por concentrarse en los aspectos en común; han tratado de formular leyes generales para organizar y explicar la diversidad de acontecimientos del universo. Los investigadores del aprendizaje animal también han adoptado este método. Que las leyes generales se descubran o no depende a menudo del nivel del análisis que se pretende. La diversidad de los fenómenos que los científicos tratan de entender y organizar dificulta la formulación de leyes generales al nivel de los fenómenos observados. Es difícil, por ejemplo, descubrir las leyes generales que gobiernan las reacciones químicas concentrándose en la naturaleza de las sustancias químicas comprendidas en varias reacciones. De igual manera es difícil explicar la diversidad de especies en la Tierra catalogando las características de diversos animales. El progreso importante en la ciencia ha venido con frecuencia de analizar los fenómenos a un nivel más elemental o molecular. Hacia el siglo xix, pongamos por caso, los químicos conocían muchos hechos específicos acerca de lo que ocurriría cuando se combinaran diversas sustancias químicas. Sin embargo, la relación general de las reacciones químicas tuvo que aguardar a la elaboración de la tabla periódica de los elementos, que describe y organiza los elementos químicos en términos de sus componentes atómicos constitutivos. Un supuesto fundamental del enfoque de proceso general es que los fenómenos de interés son productos de procesos más elementales. Más atin, se supone que esos procesos elementales operan de manera muy semejante no importa donde se encuentren. Así, pues, se da por hecho que la generalidad existe en el nivel de los procesos básicos o elementales. Los investigadores del condicionamiento y el aprendizaje han adoptado el enfoque de proceso general desde el nacimiento de este campo de la psicología. Se han concentrado en los aspectos en común de diversos casos de aprendizaje y han supuesto que los fenómenos del aprendizaje son productos de procesos elementales que operan de manera muy semejante en diferentes situaciones de aprendizaje. El apego a un enfoque de proceso general guió el trabajo de Pavlov sobre neurología y condicionamiento funcionales. El compromiso con un enfoque de proceso general para el estudio del aprendizaje es evidente asimismo en los escritos de los primeros psicólogos comparativos. Por ejemplo, Darwin (1897) hacia hincapié en los aspectos en comtin entre las especies en funciones cognoscitivas. "Mi objeto [...] es demostrar que no hay diferencia fundamental entre el hombre y los mamíferos superiores en sus facultades mentales" (p. 66). Jacques Loeb (1900) señalo que los atributos en comtin ocurren al nivel de los procesos elementales. "Los fenómenos psíquicos [...] aparecen, invariablemente, como función de un proceso elemental, esto es, la actividad de la memoria asociativa" (p. 213). Otro destacado psicólogo comparativo de la época, C. Lloyd Morgan, declaro en 1903 que las leyes elementales de la asociación "son, creemos, leyes universales" (p. 219). La suposición de que hay leyes universales, elementales de la asociación que son responsables de los fenómenos de aprendizaje no niega la diversidad de los estímulos sobre los que pueden aprender los diferentes animales, la diversidad de las respuestas que pueden aprender a ejecutar, o las diferencias de las especies en las tasas de aprendizaje. Se supone que la generalidad existe en las reglas o procesos del aprendizaje, no en el contenido o la velocidad de este. Esta idea la expreso claramente Edward Thorndike hace casi un siglo: Formalmente, el cangrejo, el pez, la tortuga, el perro, el gato, el mono y el bebe tie- nen intelectos y caracteres muy similares. Todos son sistemas de conexiones sujetos a cambio por las leyes del ejercicio y el efecto. Las differences stand, en primer lugar, en las conexiones particulares concretas, en qué estimula al animal a responder, qué respuesta da, qué estímulo conecta con cuál respuesta; y, en segundo lugar, en el grado de habilidad para aprender. (Thorndike, 1911, p. 280) Aquello de lo que un animal puede aprender (los estímulos, las respuestas, y las conexiones entre estímulo y respuesta) varía de una especie a otra. Los animales difieren también en la rapidez con que aprenden ("en el grado de habilidad para aprender"). Sin embargo, Thorndike suponía que las reglas del aprendizaje son universales. Ya no compartimos la opinión de Thorndike de que estas reglas universales son las "leyes del ejercicio y el efecto". No obstante, los científicos contempo- ráneos siguen adhiriéndose a la idea de que existen las reglas universales del aprendizaje. La labor del psicólogo del aprendizaje es descubrir esas leyes universales. (Se presentarán más detalles de la obra de Thorndike en el capítulo 5.) MÓDULO 2203- PROCESOS PSICOLÓGICOS BÁSICOS DEL APRENDIZAJE 15 Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: Domjan, M. (1999) Principios de aprendizaje y Conducta. (Comp.) México: Thompson. UNIDAD I. ANTECEDENTES HISTÓRICOS Evidencia de la generalidad de los fenómenos del aprendizaje. La evidencia disponible sugiere que los principios elementales del aprendizaje de la clase que describiremos en este texto tienen generalidad considerable. La mayor parte de la investigación sobre el aprendizaje animal se ha efectuado con palomas, ratas y (en menor medida) conejos. Se han encontrado formas similares de aprendizaje en peces, hámsters, gatos, perros, seres humanos, delfines y leones marinos. A más de esto, algunos de los principios de aprendizaje observados con estas especies de vertebrados se han demostrado también en tritones (Ellins, Cramer y Martin, 1982), moscas fruteras (Holliday y Hirsch, 1986; Platt, Holliday y Drudge, 1980), abejas (Bitterman, 1988, 1996), moluscos terrestres (Sahley, Rudy y Gelperin, 1981) y diversos moluscos marinos (Carew, Hawkins y Kandel, 1983; Farley y Alkon, 1980; Rogers, Schiller y Matzel, 1996; Sussweiny Schwarz, 1983). Ejemplos de aprendizaje en diversas especies proporcionan apoyo para el enfoque de proceso general. Sin embargo, las pruebas deben interpretarse con cautela. A excepción del extenso programa de investigación sobre el aprendizaje en abejas llevado a cabo por Bitterman y sus colegas, las diversas especies de invertebrados en los estudios que he citado se han probado en una gama limitada de fenómenos de aprendizaje. Por esta razón, no queda claro si su aprendizaje tuvo lugar por medio del mismo tipo de procesos responsable de casos análogos de aprendizaje observados en especies de vertebrados. Implicaciones metodológicas del enfoque de proceso general Si damos por hecho que existen reglas universales de aprendizaje deberíamos ser capaces entonces de descubrirlas en cualquier situación en que el aprendizaje se produzca. Por ello, una importante implicación metodológica del enfoque de proceso general es que se pueden descubrir reglas generales de aprendizaje estudiando cualquier especie o sistema de respuesta que exhiba aprendizaje. Otra consecuencia del enfoque de proceso general es que justifica el estudio del aprendizaje en un número pequeño de situaciones experimentales. Si los procesos del aprendizaje son en realidad universales entonces no hay necesidad de estudiarlo en gran número de situaciones. Aunque la lista total de especies y situaciones en las que se ha investigado el aprendizaje es bastante larga, el enfoque de proceso general ha animado a los investigadores a elaborar unos cuantos paradigmas experimentales "estándares" o convencionales. La mayor parte de los estudios del aprendizaje se efectúan en uno de estos paradigmas. Daré ejemplos de paradigmas experimentales estándares en las explicaciones de diversos fenómenos de aprendizaje en capítulos posteriores. Los paradigmas experimentales convencionales se han afinado con los años para adecuarlos a las predisposiciones conductuales de los animales de investigación. A causa de estas mejoras, las preparaciones experimentales convencionales permiten el estudio de laboratorio de respuestas razonablemente naturalistas (Timberlake, 1990). Prueba de la generalidad de los fenómenos de aprendizaje El enfoque de proceso general ha dominado los estudios de aprendizaje animal a lo largo del siglo xx. Como lo mostraré en los capítulos que siguen, este planteamiento ha proporcionado un extenso y avanzado cuerpo de conocimiento. Dados los éxitos del enfoque de proceso general, es tentador concluir que los procesos de aprendizaje son ciertamente universales; sin embargo, es importante tener en mente que la generalidad de esos procesos no se demuestra adoptando ese enfoque. Suponer la existencia de procesos comunes de aprendizaje elemental no es lo mismo que demostrar empíricamente esos atributos en común. La verificación empírica directa de la existencia de procesos comunes de aprendizaje en una variedad de situaciones sigue siendo necesaria en los esfuerzos de construir una relación verdaderamente general de cómo se produce el aprendizaje. Una teoría general del aprendizaje no puede verificarse empíricamente investigando éste en unos cuantos paradigmas experimentales estándares. La generalidad de los procesos de aprendizaje tiene que demostrarse estudiándolo en muchas especies y situaciones diferentes. UUSSOO DDEE AANNIIMMAALLEESS EENN LLAA IINNVVEESSTTIIGGAACCIIÓÓNN DDEELL AAPPRREENNDDIIZZAAJJEE Muchos de los experimentos que describiré en capítulos venideros se han llevado a cabo con sujetos animales. Se han utilizado numerosos tipos de animales, entre los que se incluyen ratas, ratones, conejos, peces, palomas y monos. Se emplean animales en la investigación MÓDULO 2203- PROCESOS PSICOLÓGICOS BÁSICOS DEL APRENDIZAJE 16 Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra: tanto por razones teóricas como metodológicas. Razones fundamentales para el uso de animales en la investigación del aprendizaje Como lo he sostenido, se necesitan métodos experimentales para investigar el aprendizaje. Los métodos experimentales hacen posible atribuir la adquisición de nuevas conductas a experiencias previas particulares. Tal control experimental de la experiencia pasada no puede lograrse con el mismo grado de precisión en estudios con participantes humanos como en estudios con animales de laboratorio. Con animales, puede estudiarse el aprendizaje relacionado con la adquisición de alimento, la evitación del dolor físico o el sufrimiento y el descubrimiento de potenciales parejas sexuales, al igual que la forma en que se aprenden las respuestas emocionales fuertes. Con la gente, los investigadores se limitan a tratar de modificar respuestas emocionales desadaptativas después de que éstas ya fueron adquiridas. Sin embargo, incluso el descubrimiento de procedimientos terapéuticos eficaces para el tratamiento de respuestas emocionales desadaptativas ha requerido el conocimiento de cómo se adquieren en primer lugar, conocimiento que requirió estudios con animales de laboratorio. El conocimiento de la evolución y la fisiología del aprendizaje tampoco se puede obtener sin la utilización de animales en la investigación. La cuestión de cómo evolucionaron la cognición y la inteligencia, formulada primero por Darwin, es una de las interrogantes fundamentales acerca de la naturaleza humana. La respuesta a esta pregunta dará forma a nuestra visión de la naturaleza humana, igual que el conocimiento del sistema solar cambió nuestra visión del papel de la Tierra en el universo. Como hemos visto, la investigación de la evolución de la cognición y la inteligencia descansa marcadamente sobre estudios del aprendizaje en animales. El conocimiento de la fisiología del aprendizaje puede no cambiar la opinión de nadie sobre la naturaleza humana, pero puede rendir importantes dividendos en el tratamiento del aprendizaje y las perturbaciones de la memoria, y se apoya también en gran medida en la investigación con animales. La clase de investigaciones fisiológicas detalladas que son necesarias para desenmaranar los misterios de la fisiología del aprendizaje sencillamente no pueden llevarse a cabo con gente. Como lo he afirmado, una investigación de la fisiología del aprendizaje requiere primero la comprobación documentada de la naturaleza de los procesos de aprendizaje a nivel conductual. Por consiguiente, los estudios conductuales del aprendizaje animal son un requisito ineludible para cualquier investigación sobre la fisiología del aprendizaje en los animales. Los animales de laboratorio proveen asimismo ventajas conceptuales importantes sobre la gente en los estudios de procesos de aprendizaje; estos procesos pueden ser mas sencillos en animales criados en situaciones controladas de laboratorio que en personas, cuyos antecedentes y extracción son mucho mas variados. La conducta animal no se complica con los procesos lingüísticos que tienen un papel destacado en ciertas clases de conducta humana. Otra ventaja impor- tante del empleo de animales es que las características de demanda de un experimento no entran en juego. En la investigación con gente, el experimentador tiene que asegurarse de que las acciones de los participantes no se rijan por sus esfuerzos de agradarle (o desagradarle) a el. No es probable que tales factores determinen lo que las ratas o las palomas hagan en un experimento. Los animales de laboratorio y la conducta normal Algunos teóricos han sugerido que las cepas de animales domesticados de laboratorio pueden no proporcionar información útil porque estos animales han degenerado como consecuencia de muchas generaciones de endogamia y largos periodos de cautiverio (por ejemplo, Lockard, 1968). Sin embargo, esta idea esta probablemente equivocada. En una interesante prueba, Boice (1977) tomó cinco ratas albino machos y cinco hembras de una cepa de laboratorio
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