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Comportamiento animal 1139 cerebrales que regulan las respuestas emocionales y ciertos procesos en- docrinos. Cuando las neuronas del sistema vomeronasal de ratones vír- genes están dañadas, éstos no se aparean. Los biólogos han identifi cado cerca de 100 genes que codifi can los receptores de feromonas en el ratón y la rata. Estos receptores inician vías de transducción de señales que implican proteínas G. Las jerarquías de dominancia establecen la posición social En primavera, las avispas papeleras hembra se despiertan después de hibernar y empiezan a construir un nido juntas. Durante el transcurso inicial de la construcción, ocurre una serie de disputas entre las hembras, en las peleas las combatientes se muerden unas a otras en el cuerpo o en las patas. Finalmente, una de ellas emerge como la dominante. Luego de eso, esta avispa rara vez es desafi ada. Esta avispa reina pasa cada vez más tiempo haciendo el nido y menos forrajeando para sí misma. Toma la comida que necesita de las demás a medida que regresan. Luego, la reina empieza a interesarse en formar una familia, su fami- lia. Debido a que casi siempre permanece en el nido, puede evitar que otras avispas desoven en las celdas de cría al correr hacia ellas mostrando las mandíbulas abiertas. Debido a su dominancia suprema, la reina puede morder a cualquier avispa sin correr ningún riesgo serio de represalias. Las otras avispas del nido están organizadas en una jerarquía de dominancia ulterior, una clasifi cación de posición social en la que cada avispa tiene más estatus que las ubicadas más abajo en la clasifi cación. Las avispas inferiores en la jerarquía se subordinan a las que están arriba de ellas, como sigue: reina ¡ avispa A ¡ avispa B ¡ . . . avispa M ¡ avispa N Una vez que se establece una jerarquía de dominancia, poco o nada de tiempo se desperdicia en pelear. Cuando las avispas subordinadas son desafi adas se comunican con poses sumisas que inhiben la conducta agresiva de la reina. En consecuencia, pocos miembros de la colonia o ninguno son perdidos por heridas adquiridas al luchar entre sí. Esta or- ganización social asegura un mayor éxito reproductivo para la colonia. En muchas especies, los machos y las hembras poseen sistemas de dominancia por separado. Por ejemplo, los chimpancés machos y hem- bras establecen jerarquías de dominancia. Algunas hembras parecen vol- verse dominantes mediante una conducta agresiva, mientras que otras alcanzan una posición alta en virtud de su condición de madres. Las hembras dominantes tienen más éxito reproductivo que las de menor condición social. En muchos animales monógamos, especialmente aves, la hembra adquiere la condición de dominancia de su pareja en virtud de su relación y por la disposición del macho a defenderla. Así como muchos peces y algunos invertebrados, ciertos peces de arrecifes coralinos (lábridos) son capaces de invertir su sexo. El individuo más grande y dominante del grupo siempre es un macho y los demás pe- ces dentro de su territorio son todas hembras. Si el macho muere o es eli- minado, la hembra más dominante se convierte en el nuevo macho. Si de alguna manera sufre algún daño, la siguiente hembra en la clasifi cación ex- perimenta inversión sexual, asume el cargo y protege el territorio del grupo. Otros peces exhiben la conducta inversa, en la que el pez más dominante siempre es una hembra. En estas especies, el tamaño es menos importan- te para la defensa agresiva que para maximizar la producción de huevos. Al establecer dominancia, los machos pueden gastar energía asu- miendo posturas, rugiendo, saltando o algunas veces peleando con fi e- reza. Estas conductas parecen ser una prueba de la calidad del macho. Es probable que el macho con mayor resistencia gane la dominancia y tenga Algunos animales se comunican por el olor Los perros y los lobos marcan territorio por micción frecuente. Los antílo- pes, ciervos y gatos frotan secreciones de glándulas faciales sobre objetos visibles en su vecindad y orinan en el suelo. Las feromonas son señales químicas secretadas en el ambiente que transportan información entre miembros de una especie. Estas pequeñas moléculas volátiles constitu- yen un simple y amplio medio de comunicación. Los animales usan fe- romonas para comunicar peligro, posesión de un territorio y disposición para aparearse. Por ejemplo, las polillas hembra liberan feromonas que atraen a los machos. Las hormigas marcan sus senderos con feromonas. La mayoría de las feromonas producen un tipo de conducta muy específi co, inmediata pero transitoria. Otras inician actividades hormo- nales que resultan en respuestas lentas pero de larga duración. Incluso otras feromonas pueden producir respuestas tanto transitorias como más duraderas. Una ventaja de la comunicación con feromonas es que para sintetizar los compuestos orgánicos simples pero distintivos se re- quiere relativamente poca energía. Los miembros de la misma especie poseen receptores que se ajustan a la confi guración molecular de la fero- mona; otras especies suelen ignorarla o no la detectan en absoluto. Las feromonas son efi caces en la oscuridad, pueden rodear obstáculos y per- manecen durante varias horas o más. Una desventaja importante de la comunicación con feromonas es que se transmiten lentamente. Además, su contenido informativo es limitado. Sin embargo, algunos animales se- cretan varias feromonas con signifi cados diferentes. Las feromonas son importantes para atraer al sexo opuesto y en el reconocimiento del sexo en muchas especies. Muchos insectos sociales usan estas señales químicas para regular la reproducción. Los humanos han sacado provecho de algunas feromonas sexualmente atrayentes para ayudar a controlar pestes como las polillas gitanas. Atraen a los machos a las trampas cebadas con versiones sintéticas de las feromonas de las polillas gitanas hembra. En las abejas, ciertos ácidos grasos son mezclados con hidrocarbu- ros de glándulas cerosas y esta mezcla es transferida a las abejas obreras cuando tocan el panal. Dicha mezcla funciona como una feromona que identifi ca a todas las abejas que pertenecen a un enjambre particular. Si una abeja de otro enjambre intenta entrar, las abejas guardianas pican a la intrusa e incluso llegan a matarla. En los vertebrados, las feromonas afectan los ciclos sexuales y la conducta reproductiva, inclusive la elección de una pareja. Las feromo- nas también pueden desempeñar un papel en la defensa de un territorio. Entre algunos mamíferos, una hembra que ovula (o está fi siológica- mente lista para aparearse) libera feromonas como parte de su secreción vaginal. Cuando los machos detectan estos olores químicos, su interés sexual aumenta. Cuando el olor de un ratón macho se introduce entre un grupo de hembras, los ciclos reproductivos de los ratones hembra se sincronizan. En algunas especies de ratas, el olor de una hembra extraña, un signo de alta densidad de población, provoca que una hembra recién fecundada aborte. La medida en que los humanos responden a las feromonas es un tema de investigación. Un descubrimiento interesante sugiere que un olor corporal percibido inconscientemente puede sincronizar los ciclos menstruales de mujeres que están asociadas estrechamente (por ejem- plo, compañeras de universidad que comparten habitación o compañe- ras de celda en prisión). Los esteroides humanos usados en fragancias comerciales como perfumes pueden actuar como señales sutiles que modulan el estado de ánimo y el humor. Como se vio en el capítulo 43, los mamíferos detectan feromonas con células quimiorreceptoras especializadas que forman el órgano vomeronasal en el epitelio de la nariz. Las neuronas sensoriales vo- meronasales envían señales a las amígdalas y al hipotálamo, estructuras 52_Cap_52_SOLOMON.indd 113952_Cap_52_SOLOMON.indd 1139 17/12/12 12:3617/12/12 12:36 Parte 7 Estructura y procesos vitales en animales 52 Comportamiento animal 52.5 Costosy beneficios del comportamiento social La comunicación es necesaria para el comportamiento social Algunos animales se comunican por el olor Las jerarquías de dominancia establecen la posición social
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