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¿CÓMO COMPITEN LOS ANIMALES POR RECURSOS? 497 de feromonas desde el alimento hasta el nido para que las de- más lo sigan (FIGURA 25-12). Otras feromonas estimulan un cambio fisiológico en el animal que las detecta. Por ejemplo, la abeja reina produce una feromona llamada sustancia de la reina, que evita que otras hembras de la colmena maduren se- xualmente. De forma similar, los machos maduros de algunas especies de ratones producen orina que contiene una feromo- na que influye en la fisiología reproductora de la hembra, pues la estimula para que se vuelva fértil y sexualmente re- ceptiva. La feromona también hace que una hembra recién preñada por otro macho aborte su camada y se vuelva sexual- mente receptiva hacia el nuevo macho. Los humanos han aprovechado el poder de las feromonas para combatir las plagas de insectos. Se han sintetizado con éxito las feromonas de atracción sexual de algunas plagas agrícolas como el escarabajo japonés y la polilla gitana. Tales feromonas sintéticas pueden servir para interrumpir el apa- reamiento o para atraer esos insectos hacia trampas. El con- trol de plagas con feromonas tiene importantes ventajas ecológicas respecto a los plaguicidas convencionales, los cuales matan insectos tanto benéficos como perjudiciales y propi- cian la evolución de insectos resistentes a esas sustancias. En cambio, cada feromona es específica para una sola especie. Además, las feromonas no promueven el desarrollo de resis- tencia, porque los insectos resistentes a la atracción de sus propias feromonas no logran reproducirse. La comunicación por tacto ayuda a establecer vínculos sociales La comunicación por contacto físico entre individuos a menu- do sirve para establecer y mantener vínculos sociales entre los miembros de un grupo. Esta función es muy evidente en los primates, incluido el ser humano, que tienen muchos ges- tos y ademanes —como besar, acurrucarse, acariciar, dar pal- maditas y acicalar—, los cuales cumplen con funciones sociales importantes (FIGURA 25-13a). El tacto incluso resul- ta esencial para el bienestar humano. Por ejemplo, investiga- ciones recientes muestran que si las extremidades de bebés prematuros se acarician y mueven durante 45 minutos al día, los pequeños se vuelven más activos, sensibles y emocional- mente estables, además de que aumentan de peso con mayor rapidez que los bebés prematuros que reciben la atención acos- tumbrada en los hospitales. La comunicación por tacto no se limita a los primates. En muchas otras especies de mamíferos, un contacto físico cerca- no ayuda a afianzar el vínculo entre un progenitor y su prole. En todo el reino animal encontramos especies en las que la actividad sexual va precedida o acompañada por contacto fí- sico (FIGURA 25-13b). 25.3 ¿CÓMO COMPITEN LOS ANIMALES POR RECURSOS? La lucha por sobrevivir y reproducirse de la que habló Dar- win tiene su origen en la escasez de recursos en relación con el potencial reproductor de las poblaciones. La competencia resultante es la base de muchos de los tipos más frecuentes de interacciones entre los animales. Un comportamiento agresivo ayuda a obtener y conservar recursos Una de las manifestaciones más obvias de la competencia por recursos como alimentos, espacio o parejas es la agresión, o comportamiento antagónico, entre miembros de la misma es- pecie. Aunque la expresión “supervivencia del más apto” evo- FIGURA 25-12 Comunicación por mensajes químicos Para guiar a otros miembros de la colonia a una fuente de alimen- to, las termitas tienden un rastro de feromonas. a) b) FIGURA 25-13 Comunicación por tacto a) Un babuino oliváceo adulto acicala a uno jo- ven. Este comportamiento no sólo refuerza re- laciones sociales, sino que también elimina basuras y parásitos del pelaje. b) El tacto tam- bién es importante en la comunicación sexual. Estos caracoles terrestres se enfrascan en un cortejo que culminará en el apareamiento.
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