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1699© 2019. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos DEFINICIÓN, 1699 ANATOMÍA, 1699 ANATOMÍA PATOLÓGICA, 1699 PATOBIOLOGÍA, 1700 GENÉTICA, 1701 HEMODINÁMICA, 1701 CLASIFICACIÓN DE LA HIPERTENSIÓN PULMONAR, 1701 Grupo 1. Hipertensión arterial pulmonar, 1701 Grupo 1’. Enfermedad venooclusiva pulmonar y/o hemangiomatosis capilar pulmonar, 1703 Grupo 2. Hipertensión pulmonar causada por una cardiopatía izquierda, 1712 Grupo 3. Hipertensión pulmonar causada por enfermedades respiratorias crónicas, 1713 Grupo 4. Hipertensión pulmonar tromboembólica crónica, 1715 REGISTROS DE HIPERTENSIÓN PULMONAR, 1718 PERSPECTIVAS FUTURAS, 1718 BIBLIOGRAFÍA, 1719 85 Hipertensión pulmonar VALLERIE V. MCLAUGHLIN Y MARC HUMBERT DEFINICIÓN La hipertensión pulmonar (HP) se define como un aumento de la presión arterial pulmonar media (PAPm) de 25 mmHg o más en reposo, medida por cateterismo cardíaco derecho (CCD). En otros tiempos se conside raba que la HP era una enfermedad huérfana, es decir, un trastorno que afecta a pocas personas y que suele ser ignorado por los profesionales de la medicina, los sistemas asistenciales y las empresas farmacéuticas. Aunque la HP es infrecuente, ya no puede decirse que esté pasando desapercibida. De hecho, una serie de importantes descubrimientos recientes nos han permitido mejorar nuestros conocimientos acerca de esta enfermedad, nos han ayudado a tratar a los pacientes afectados y han establecido las bases para futuras investigaciones. Desde mediados del siglo XX se han realizado progresos importantes en este campo, desde el desarrollo de técnicas de CCD hasta la primera descripción de la denominada HP primaria y los avances conseguidos gracias al Primary Pulmonary Hypertension Registry de los National Institutes of Health (NIH) y a los cinco congresos mundiales sobre HP que han tenido lugar en 40 años: 1973 (Ginebra, Suiza), 1998 (Evian, Francia), 2003 (Venecia, Italia), 2008 (Dana Point, California, EE. UU.) y 2013 (Niza, Francia). Las directrices más recientes incluyen una clasificación muy clara de las principales subcategorías clínicas de la HP (tabla 85-1), entre las que destacan la hipertensión arterial pulmonar (HAP) y la hipertensión pulmonar tromboembólica crónica (HPTEC), por haber experimentado los progresos más rápidos en términos de conocimientos y opciones de tratamiento en las últimas décadas. La HP es un trastorno complejo y multidisciplinar. La denominación hipertensión pulmonar hace referencia a la presencia de una presión vascular pulmonar elevada, que puede ser el resultado final de una serie de procesos subyacentes diferentes. Por definición, la HP representa una PAPm de 25 mmHg o más.1 La definición de normal o anómalo se basa en varios factores: 1) la PAPm en reposo de la población es aproximadamente de 14 mmHg, y una presión de 20 mmHg abarca dos desviaciones estándar por encima de la media; 2) por consiguiente, una presión de 25 mmHg se sitúa claramente por encima de la distribución normal de los valores, y 3) por consenso, se ha establecido la cifra de 25 mmHg para identificar a los posibles candidatos a participar en estudios clínicos y registros. La HP precapilar se define como una PAPm de 25 mmHg o más; una presión de enclavamiento capilar pulmo nar (PECP) de 15 mmHg o menos, y una resistencia vascular pulmonar (RVP) de más de 3 unidades Wood. La HP precapilar puede ser de grupo 1 (HAP), grupo 3 (HP por neumopatía), grupo 4 (HPTEC) o grupo 5 (HP por mecanismos dudoso o multifactorial). La HP poscapilar está presente cuando la PAPm es de 25 mmHg o más y la PECP es 15 mmHg o más. La HP poscapilar es más frecuente en los pacientes del grupo 2 o en los pacientes con HP por cardiopatía izquierda; también puede ocurrir en aquellos con HP con mecanismos dudosos o multifactoriales. Las directrices recientes han actualizado la definición de la HP pos capilar y en la actualidad se basan en un gradiente GPD (PAP diastólica PECP media) para determinar la presencia de enfermedad vascular pulmonar a diferencia de congestión pasiva. Un GPD < 7 mmHg y/o una RVP < 3 unidades Wood indican HP poscapilar aislada, mientras que un GPD > 7 mmHg y/o una RVP > 3 unidades Wood se considera HP precapilar y poscapilar combinada.1 ANATOMÍA El pulmón dispone de un aporte sanguíneo arterial doble y exclusivo a través de las arterias pulmonar y bronquial, y de un drenaje venoso doble hacia las venas pulmonar y ácigos. Cada una de las arterias pulmonares acompaña al bronquio correspondiente y se divide con el mismo hasta alcanzar el nivel de los bronquíolos respiratorios. Las arterias pulmonares se clasifican como elásticas o musculares. Las arterias elásticas son vasos conductores que se pueden distender considerablemente con una presión transmural reducida. Al disminuir el calibre de las arterias, disminuye también el número de láminas elásticas y aumenta la cantidad de músculo liso. En última instancia, en los vasos que miden entre 100 y 500 µm, el tejido elástico desaparece de la media y las arterias se convierten en vasos musculares. La íntima de las arterias pulmonares está formada por una sola capa de células endoteliales con su membrana basal correspondiente. La adventicia está compuesta por tejido conjuntivo denso que se continúa directamente con la vaina de tejido conjuntivo peribronquial. Las arterias musculares tienen un diámetro de 500 µm o menos, y se caracterizan por poseer una media muscular limitada por sendas láminas elásticas interna y externa. Las arteriolas son arterias precapilares que tienen menos de 100 µm de diámetro exterior y están formadas exclusivamente por una íntima muy fina y una única lámina elástica. Los capilares alveolares están tapizados por una capa continua de endotelio que descansa sobre una membrana basal continua y está co nectada focalmente a pericitos dispersos, localizados bajo la membrana ba sal. Dentro de las unidades respiratorias, las arterias y arteriolas pulmonares ocupan una posición central y dan origen a las arteriolas precapilares, de las que parte una red de capilares hacia las paredes alveolares. Los capilares al veolares se juntan en la periferia de los ácinos y acaban drenando en vé nulas situadas en los tabiques interlobulillares e interlobulares. La circulación bronquial se encarga de la nutrición de las vías respiratorias. Las arterias bronquiales se ramifican, formando una red de capilares que van a drenar en las venas bronquiales; algunas drenan en las venas pulmonares y el resto lo hace en el lecho venoso sistémico. Por consiguiente, la circu lación bronquial constituye una derivación derechaizquierda fisiológica. Normalmente, el flujo sanguíneo a través de este sistema representa aproximadamente el 1% del gasto cardíaco (GC) y la desaturación resultante de la sangre auricular izquierda suele ser insignificante. ANATOMÍA PATOLÓGICA Los diversos grupos de HP clínica se caracterizan por diferentes rasgos anatomopatológicos. En la HAP, las lesiones histopatológicas afectan fundamentalmente a las arterias pulmonares distales (< 500 µm de diámetro) y se caracterizan por hipertrofia de la media, cambios cirróticos y proliferativos de la íntima (concéntricos, excéntricos), engrosamiento de la adventicia con infiltrados inflamatorios perivasculares moderados, lesiones complejas (lesiones plexiformes dilatadas) y lesiones trombóticas (fig. 85-1). Los pacientes HAP pueden presentar una remodelación arterial bronquial notable. Estos cambios en la vasculatura sistémica pueden causar episodios de hemoptisis y son más frecuentes en los pacientes HAP portadores de la mutación BMPR2.2 Clásicamente, las venas pulmonares no resultan afectadas en la HAP, mientras que en la enfermedad venooclusiva pulmonar (EVOP) se ven afectadas las venas septales y las vénulas preseptales, que muestran lesiones Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevieren enero 14, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1700 En fE rm Ed a d Es d El m io ca rd io , d El p Er ic a rd io y d El l Ec h o v a sc u la r pu lm o n a r IX fibróticas oclusivas, muscularización venosa, proliferación capilar segmen taria, edema pulmonar, hemorragias alveolares ocultas, dilatación linfática con aumento de tamaño de los ganglios linfáticos (transformación vascular del seno) e infiltrados inflamatorios. En la EVOP, las arterias pulmonares distales experimentan hipertrofia de la media, fibrosis de la íntima y lesiones complejas y poco frecuentes. Los capilares alveolares en la EVOP están dilatados y congestionados habitualmente por obstrucción anterógrada, y puede haber incluso una angioproliferación que produce lesiones de hemangiomatosis capilar pulmonar (HCP). Antes se consideraban trastornos diferentes, pero los datos recientes apoyan el concepto de que la EVOP y la HCP son de hecho expresiones distintas del mismo trastorno. Además, los estudios anatomoclínicos indican una coincidencia notable en los hallazgos histológicos entre la EVOP y la HCP, y sus signos clínicos y radiográficos son casi indistinguibles. El concepto de trastorno común se ve reforzado por el descubrimiento reciente de que las mutaciones en el gen EIF2AK4 son responsables de los casos hereditarios de EVOP y de HCP.3 En la HP secundaria a cardiopatías izquierdas, los cambios histopato lógicos se caracterizan por aumento del tamaño y el grosor de las venas pulmonares, dilatación de los capilares pulmonares, edema intersticial, hemorragias alveolares, y aumento del tamaño de los vasos y los gan glios linfáticos. Las arterias pulmonares distales pueden experimentar hipertrofia de la media y fibrosis de la íntima. En la HP secundaria a trastornos pulmonares y/o hipoxia, los cambios histopatológicos consisten en hipertrofia de la media y proliferación obstructiva de la íntima de las arterias pulmonares distales. También puede producirse una destrucción variable del lecho vascular en zonas enfisematosas o fibróticas. En la HPTEC se observan trombos organizados y firmemente adheridos a la media de las arterias pulmonares elásticas, que reemplazan la íntima normal. Estos trombos pueden llegar a ocluir completamente la luz o producir diferentes grados de estenosis, membranas y bandas. En las zonas no ocluidas puede desarrollarse una enfermedad arterial pulmonar que no se distingue de la HAP (incluidas las lesiones plexiformes). Pueden formarse vasos colaterales a partir de la circulación sistémica (de las arterias bronquiales, costales, diafragmáticas y coronarias) que pueden perfundir, al menos en parte, las zonas distales a las obstrucciones completas.4 En la HP del grupo 5 (v. tabla 85-1) se pueden identificar condiciones heterogéneas con diferentes bases histopatológicas cuya causa es desconocida o multifactorial. PATOBIOLOGÍA La HP tiene una patobiología multifactorial, en la que un desequilibrio entre la vasoconstricción y la vasodilatación, la trombosis, la proliferación celular y la remodelación de las paredes de las arterias pulmonares con tribuyen a incrementar la RVP.5 Como ya hemos explicado anteriormente, la remodelación vascular pulmonar afecta a la íntima, la media y la adventicia de las arterias pulmonares de pequeño calibre (diámetro < 500 µm), y en esta alteración pueden desempeñar un papel destacado todos los tipos de células (endoteliales, musculares lisas y fibroblásticas), así como las células inflamatorias y las plaquetas. Se ha considerado que la vasoconstricción pulmonar constituye un componente inicial del proceso de HP, y se ha corre lacionado un exceso de vasoconstricción con una función o una expresión anómala de los conductos de potasio, y con una disfunción endotelial. La disfunción endotelial se caracteriza por una disminución de la síntesis de vasodilatadores, como el óxido nítrico (NO) y la prostaciclina, junto con una expresión excesiva de vasoconstrictores, como la endotelina 1.6 Muchas de estas anomalías incrementan el tono vascular y favorecen la remodelación de los vasos sanguíneos y, por consiguiente, constituyen objetivos farmacológicos lógicos. Estudios genéticos y fisiopatológicos recientes sobre la HP han puesto de manifiesto la importancia de algunos otros mediadores, como las angiopoyetinas, la serotonina, las proteínas morfogénicas óseas (BMP) y los factores de crecimiento (factor de crecimiento derivado de las plaquetas [PDGF], factor de crecimiento fibroblástico [FGF], factor de crecimiento epidérmico [EGF] y la superfamilia de factores transformador de crecimiento β [TGFβ]). Es probable que una proteólisis anómala de la matriz extracelular, la autoinmunidad y la inflamación contribuyan también a la patobiología de la HP, y cada vez se publican más trabajos sobre el papel que desempeñan las citocinas y las quimiocinas en la remodelación vascular pulmonar.7 TABLA 85-1 Clasificación clínica actualizada de la hipertensión pulmonar 1. Hipertensión arterial pulmonar 1.1. Idiopática 1.2. Hereditaria 1.2.1. Mutación de BMPR2 1.2.2. Otras mutaciones 1.3. Inducida por fármacos y toxinas 1.4. Asociada a: 1.4.1. Enfermedad del tejido conjuntivo 1.4.2. Infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) 1.4.3. Hipertensión portal 1.4.4. Cardiopatías congénitas 1.4.5. Esquistosomiasis 1’. Enfermedad venooclusiva pulmonar y/o hemangiomatosis capilar pulmonar 1’.1. Idiopática 1’.2. Hereditaria 1’.2.1. Mutación de EIF2AK4 1’.2.2. Otras mutaciones 1’.3. Inducida por fármacos, toxinas y radiación 1’.4. Asociada a: 1’.4.1. Enfermedad del tejido conjuntivo 1’.4.2. Infección por el VIH 1”. Hipertensión pulmonar persistente del neonato 2. Hipertensión pulmonar causada por una cardiopatía izquierda 2.1. Disfunción sistólica ventricular izquierda 2.2. Disfunción diastólica ventricular izquierda 2.3. Valvulopatía 2.4. Obstrucción congénita o adquirida al flujo de entrada o salida del corazón izquierdo y miocardiopatías congénitas 2.5. Estenosis venosa pulmonar congénita o adquirida 3. Hipertensión pulmonar causada por enfermedades pulmonares y/o hipoxia 3.1. Enfermedad pulmonar obstructiva crónica 3.2. Enfermedad pulmonar intersticial 3.3. Otras enfermedades pulmonares con un patrón mixto restrictivo y obstructivo 3.4. Trastornos respiratorios del sueño 3.5. Trastornos de hipoventilación alveolar 3.6. Exposición crónica a una altitud elevada 3.7 Enfermedades pulmonares del desarrollo 4. Hipertensión pulmonar tromboembólica crónica y otras obstrucciones arteriales pulmonares 4.1. Hipertensión pulmonar tromboembólica crónica 4.2. Otras obstrucciones arteriales pulmonares 4.2.1. Angiosarcoma 4.2.2. Otros tumores intravasculares 4.2.3. Arteritis 4.2.4. Estenosis arterial pulmonar congénita 4.2.5. Parásitos (hidatidosis) 5. Hipertensión pulmonar con mecanismos pulmonares poco claros y/o multifactoriales 5.1. Trastornos hematológicos: anemias hemolíticas crónicas, procesos mieloproliferativos, esplenectomía 5.2. Trastornos sistémicos: sarcoidosis, histiocitosis pulmonar, linfangioleiomiomatosis, neurofibromatosis 5.3. Trastornos metabólicos: enfermedades por depósito de glucógeno, enfermedad de Gaucher, trastornos tiroideos 5.4. Otros: microangiopatía trombótica tumoral pulmonar, mediastinitis fibrosante, insuficiencia renal crónica (con o sin diálisis), hipertensión pulmonar segmentaria BMPR2, receptor de la proteína morfogénica ósea de tipo 2; EIF2AK4, αcinasa 4 del factor 2 de inicio de traducción eucariota. Tomado de Galie N, Humbert M, Vachiery JL, et al: 2015 ESC/ERS Guidelines for the diagnosis and treatment of pulmonary hypertension. Eur Heart J 2016;37:67 FIGURA 85-1 Lesión plexiforme en un paciente con HAP. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University ofMexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 14, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1701 H ip erten sió n p u lm o n ar 85 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . GENÉTICA La hipertensión arterial pulmonar idiopática (HAPI) representa una alteración esporádica sin antecedentes familiares de HAP ni factores desencadenantes conocidos. En 1954, Dresdale et al. describieron el primer caso de HAP familiar y demostraron la existencia de una forma hereditaria de la enfermedad. Desde entonces se han descrito muchos casos de HAP familiar, y se ha comprobado que la HAP hereditaria/ familiar se hereda como un rasgo autosómico dominante con penetrancia incompleta (la enfermedad da lugar, a su vez, a ≈20% de portadores de la mutación). Se ha refutado un posible fenómeno de anticipación genética, caracterizado por una edad al comenzar la enfermedad significativamente más baja en cada una de las generaciones sucesivas, en relación con la HAP hereditaria/familiar.8 En 2000 se identificó el gen BMPR2 (receptor de BMP de tipo 2) como el primer gen que predispone a la HAP. Este gen se localiza en el brazo largo del cromosoma 2 (2q3132) y codifica un receptor de tipo II (BMPRII) perteneciente a la superfamilia de receptores TGFβ. El receptor BMPRII participa en la regulación del crecimiento, la diferenciación y la apoptosis de las células del endotelio y el músculo liso de las arterias pulmonares. Cuando la HAP aparece en un contexto familiar, se detectan mutaciones de líneas germinales en el gen BMPR2 en más del 75% de los casos.9 También pueden detectarse mutaciones de BMPR2 aproximadamente en el 1520% de los casos aparentemente esporádicos. La existencia de antecedentes personales o familiares de telangiectasia hemorrágica hereditaria en pacientes con HAP ha permitido identificar otros genes implicados en el desarrollo de la misma, como la cinasa 1 parecida al receptor de la activina A de tipo II (ACVRL1 o ALK1) y la endoglina (ENG). También se han identificado mutaciones en otros genes (es decir, BMPR1B, CAV1 y SMAD9), aunque son mucho menos frecuentes. Cabe destacar que ALK1, ENG y las proteínas Smads intervienen todas en la vía de señalización de TGFβ. Se ha identificado una nueva canalopatía causada por una mutación del gen KCNK3 en casos familiares idiopáticos de HAP, lo que parece indicar, por primera vez, que en el trastorno hereditario pueden intervenir factores aparentemente independientes de la vía de señalización de TGFβ.10,11 Al igual que la HAPI, la HAP hereditaria/familiar es dos veces más frecuente en las mujeres que en los hombres. También hay que destacar que los portadores de la mutación BMPR2 son más jóvenes en el momento de diagnosticarles la HAP y sufren un compromiso hemodinámico más grave (PAPm superior, GC inferior, RVP inferior y menos probabilidades de presentar un componente vasodilatador agudo). Por tanto, los portadores de la mutación BMPR2 tienen probabilidades de morir antes que sus homólogos con HAPI y también tienen más probabilidades de necesitar un trasplante.12 Actualmente, se recomienda ofrecer asesoramiento genético a los fami liares de los pacientes con HAP hereditaria/familiar.13 Se puede buscar en estos familiares la mutación causal (si existe), las investigaciones en curso intentan identificar el mejor método para cribar la HAP en portadores asintomáticos de la mutación.14 En las personas positivas para mutaciones causantes de HAP y en los familiares de primer grado de los pacientes con HAP hereditaria puede estar indicado un ecocardiograma anual.1 Se han descrito otras formas hereditarias de HAP con una trans misión recesiva en pacientes con EVOP/HCP. Utilizando secuenciación de exoma completo, se ha podido comprobar que mutaciones recesivas de EIF2AK4 (también conocido como GCN2) cosegregaban con la EVOP/ HCP en todas las familias estudiadas en el registro nacional francés. También se han detectado mutaciones bialélicas de EIF2AK4 en cinco de los 20 casos esporádicos de EVOP/HCP confirmados histológicamente. Todas las mutaciones, ya fueran homocigóticas o compuestashete rocigóticas, alteraban la función de este gen.15 EIF2AK4 codifica una serinatreonina cinasa presente en todas las células eucariotas que puede inducir cambios en la expresión genética en respuesta a una privación de aminoácidos. Seguimos sin conocer la conexión fisiopatológica entre las mutaciones bialélicas de EIF2AK4 con pérdida de función y la proliferación celular vascular y remodelación de los vasos pulmonares.3 HEMODINÁMICA La circulación pulmonar se caracteriza por un flujo elevado, una presión reducida y una resistencia muy baja. En reposo, la PAPm es 14 ± 3,3 mmHg, y ese valor es independiente del sexo y de la raza. La edad influye ligeramente en la PAPm en reposo (< 30 años, 12,8 ± 3,1 mmHg; entre 30 y 50 años, 12,9 ± 3 mmHg; > 50 años, 14,7 ± 4 mmHg). Por tanto, el valor normal de la PAPm en reposo es prácticamente independiente de la edad, y no suele sobrepasar los 20 mmHg. De acuerdo con las directrices vigentes, la HP se define como una PAPm de 25 mmHg o más en reposo, pero hay que seguir investigando para poder conocer mejor la evolución natural de los pacientes con una PAPm de entre 21 y 24 mmHg. La HP puede clasificarse como precapilar si la presión de enclavamiento arterial pulmonar (PEAP) es de 15 mmHg o menor, como poscapilar si la PEAP es > 15 mmHg o como combinada precapilar y poscapilar, como se ha descrito anteriormente. Durante el ejercicio, la PAPm depende de la intensidad del ejercicio y de la edad. Con un ejercicio suave, la PAPm es de 19,4 ± 4,8 mmHg en las personas menores de 50 años y de 29,4 ± 8,4 mmHg en los mayores de 50 años. La PAPm durante el ejercicio guarda relación con la edad, y suele superar los 30 mmHg, especialmente en las personas mayores, lo que hace difícil establecer unos valores normales de PAPm durante el ejercicio. Debido a estas circunstancias, en 2008 se abandonó el diagnóstico de HP inducida por el ejercicio debido a la falta de pruebas suficientes. Los datos recopilados desde entonces demuestran que el límite normal superior de las relaciones de flujo de la PAPm es de 3 mmHg/l/min, con una discrecionalidad vascular resistiva del orden de una variación del 12% del diámetro por cada mmHg de presión, y que una presión superior se asocia a una menor capacidad para el ejercicio. Debido a ello, la HP inducida por el ejercicio ha resurgido como una posible entidad clínica con un sustrato fisiológico, pero sigue siendo tema de investigación hasta que sepamos más acerca de la evolución natural de este trastorno. El lecho vascular pulmonar normal ofrece menos de un 10% de resis tencia al flujo que el lecho sistémico, y puede equipararse al cociente entre el descenso de la presión (en mmHg) y el flujo medio (en l/min). La RVP puede calcularse como el cociente (PAPm – PEAP)/GC, mientras que la resistencia pulmonar total (RPT) equivale al cociente PAPm/GC. Se puede multiplicar el cociente por 80 para poder expresar los resultados en dinass · cm–5, o puede expresarse en mmHg/l/min, que es lo que se conoce como unidad Wood. La RVP calculada en los adultos normales es de 67 ± 23 dinass · cm–5 (o 1 unidad Wood). Los márgenes fisiológicos de la RVP y la RPT, así como las consecuencias del ejercicio, la edad y la postura, han sido motivo de debate durante muchos años. La RVP en reposo en decúbito supino en las personas de menos de 24 años, de 24 a 50 años, de 51 a 69 años, y mayores de 70 años es de 61 ± 23, 69 ± 28, 86 ± 15 y 90 ± 39 dinass · cm–5, respectivamente. La RPT correspondiente es de 165 ± 50, 164 ± 46, 226 ± 64 y 223 ± 45 dinass · cm–5, respectivamente. Durante el ejercicio moderado en las personas de 50 años o menos,un aumento del GC del 85% se asocia a una disminución de la RPT del 25% y un descenso de la RVP del 12%. Entre los 51 y 69 años de edad no se observa un descenso significativo de la RPT y la RVP durante el ejercicio. En las personas mayores de 70 años, la RPT puede incluso disminuir un 17%, mientras que la RVP no varía de manera significativa. Con un ejercicio más intenso, la RPT disminuye en todos los grupos de edades. CLASIFICACIÓN DE LA HIPERTENSIÓN PULMONAR La clasificación clínica de la HP ha sido revisada más recientemente en las directrices de la European Society of Cardiology y la European Respiratory Society (ESC/ERS) de 2015 y se recoge en la tabla 85-1.1 Grupo 1. Hipertensión arterial pulmonar Se han introducido cambios en la clasificación para poder reflejar el mejor conocimiento de las manifestaciones clínicas histopatológicas de la HAP. No se debe considerar que la HAP sea una enfermedad por sí misma, sino que constituye un signo cuantificable (elevación de la presión arterial pulmonar) de una vasculopatía pulmonar subyacente en la que es necesario diagnosticar adecuadamente el contexto clínico. La experiencia clínica y las bases de registro de datos formales dejan cada vez más claro que las enfermedades del grupo 1 de la HAP, como las cardiopatías congénitas (CC) y las enfermedades del tejido conjuntivo, tienen unas características demográficas, unas manifestaciones y un pronóstico muy diferentes. La prevalencia de la HAP del grupo 1 oscila entre 15 y 50 casos por millón. Causas Hipertensión arterial pulmonar idiopática La HAPI, anteriormente conocida como hipertensión pulmonar primaria (HPP), es un trastorno poco frecuente de causa desconocida, y cons tituye el tipo más frecuente de las HAP del grupo 1 en los registros Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 14, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1702 En fE rm Ed a d Es d El m io ca rd io , d El p Er ic a rd io y d El l Ec h o v a sc u la r pu lm o n a r IX actuales. La HAPI es una enfermedad esporádica en la que no existen antecedentes familiares de HAP ni se puede identificar un factor de riesgo. Muestra una preponderancia femenina (2:1 en el registro de los NIH, 4:1 en el registro REVEAL actualizado). Aunque la edad media en el momento del diagnóstico era de 37 años en el registro de los NIH y aproximadamente 50 años en los registros más recientes, la HAPI puede afectar a niños y adultos mayores de 70 años. Hipertensión arterial pulmonar hereditaria Se ha podido observar una transmisión hereditaria de la HAP en el 610% de los pacientes con HAP, aproximadamente. Más adelante se analizan los aspectos genéticos de la HAP hereditaria. Hipertensión arterial pulmonar inducida por fármacos y toxinas En los años sesenta se observó por primera vez una asociación entre los anorexígenos (fármacos depresores del apetito que incrementan la liberación y bloquean la recaptación de la serotonina) y la HAP, cuando se detectó en Europa un brote epidémico de HAPI (conocida entonces como HPP) tras la aparición del fumarato de aminorex. En los años ochenta y noventa, y en la primera década del siglo XXI se demostró igualmente que algunos compuestos de estructura similar, como la fenfluramina, la dexfenfluramina y el benfluorex, se asociaban también al desarrollo de HAP, que posteriormente fueron retirados del mercado.16 Estudios epidemiológicos han establecido también una conexión entre el desarrollo de la HAP y el aceite de colza, el ltriptófano, el interferón α y β y algunas drogas ilegales, como las metanfetaminas. Más recientemente, se ha asociado el inhibidor de la tirosina cinasa dasatinib con el desa rrollo de HAP.17 Desde la aprobación de dasatinib en noviembre de 2006 hasta el 30 de septiembre de 2010 se identificaron nueve casos incidentes de HAP en pacientes tratados con dasatinib en el registro nacional francés, lo que corresponde a una incidencia estimada del 0,45% de los pacientes expuestos a dasatinib en Francia. Normalmente, suele observarse una mejoría tras la interrupción de la administración de dasatinib. Datos experimentales recientes han mostrado que el dasatinib causa toxicidad vascular pulmonar y predispone al paciente a HP.18 Hipertensión arterial pulmonar asociada a enfermedades del tejido conjuntivo. La HAP alcanza su máxima prevalencia entre los pacientes con enfermedades del espectro de la esclerodermia, aunque la HAP puede aparecer en cualquiera de las enfermedades del tejido conjuntivo. En dos estudios prospectivos en los que se ha utilizado la ecocardiografía como método de cribado, pero que requieren confirmación hemodinámica mediante CCD, se comprobó que la HAP tenía una prevalencia en la población con esclerodermia del 812%. Dado que la HAP tiene una alta prevalencia en pacientes con esclerodermia, estos pacientes son un grupo de riesgo alto que precisa cribado porque la prevalencia de HAP es alta. Si se confirma el diagnóstico, puede iniciarse tratamiento temprano. Las anomalías clínicas o ecocardiográficas pueden ir precedidas de una disminución en la capacidad de difusión del monóxido de carbono. Actualmente, la ecocardiografía constituye el método de cribado más utilizado (v. capítulo 14), aunque se están llevando a cabo estudios para perfeccionar el proceso de cribado en este grupo de alto riesgo. Recientemente, se ha desarrollado un nuevo método de cribado que implica un algoritmo en dos pasos e incluye variables clínicas, ecocardiográficas y de pruebas de la función pulmonar.19 En el primer paso del algoritmo se emplean seis pruebas de cribado muy simples para determinar si es apropiado derivar al paciente a ecocardiografía. En el segundo paso, se utilizan la puntuación de predicción del primer paso y dos variables ecocardio gráficas para determinar si es apropiado derivar al paciente para CCD. Este algoritmo tiene una sensibilidad del 96%, una especificidad del 48% y unos valores predictivos positivo y negativo del 35 y del 98%, respectivamente. Desgraciadamente, el pronóstico de los pacientes con HAP asociada a esclerodermia es poco favorable, incluso con los tratamientos actuales. En la PAH Quality Enhancement Research Initiative, los pacientes con HAP asociada a esclerodermia alcanzaron un índice de supervivencia a los 3 años del 60%, y los pacientes con HAPI alcanzaron un índice de supervivencia del 77%, en el registro nacional francés el índice de super vivencia a los 3 años de los pacientes con HAP asociada a esclerodermia era solo del 56%.20,21 Los pacientes con enfermedades del espectro de la esclerodermia pueden estar también más expuestos a otros tipos de HP, como disfunción diastólica y enfermedad pulmonar hipoxémica. Hipertensión arterial pulmonar asociada a la infección por el virus de inmunodeficiencia humana. La HAP es una complicación poco frecuente, pero claramente establecida, de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Estudios en poblaciones de individuos infectados por el VIH parecen indicar que la incidencia de HAP es del 0,5%, aproximadamente, y que no depende del número de linfocitos CD4+ y de infecciones oportunistas previas. La prevalencia de la HAP asociada al VIH no ha variado a pesar del uso generalizado de tratamientos antirretrovirales muy activos. Se desconoce el mecanismo, pero las características hemodinámicas y la evolución clínica son similares a las de la HAPI. El pronóstico de la HAP asociada al VIH ha mejorado en los últimos años. En una reciente observación en un único centro, el índice de supervivencia era del 88% al cabo de 1 año y del 72% a los 3 años, con un índice cardíaco superior a 2,8 l/min/m2 y un recuento de linfocitos CD4+ superior a 200 células/µl, quehan demostrado ser dos factores predictivos de supervivencia independientes.22 No se recomienda realizar un cribado rutinario de la HAP en pacientes infectados por el VIH debido a la prevalencia relativamente baja de la enfermedad en estos pacientes, aunque se debe considerar la posibilidad de la HAP en los pacientes infectados por el VIH con síntomas de disnea y en los que no se puede encontrar otra causa. Hipertensión arterial pulmonar asociada a hipertensión portal. Se conoce como hipertensión portopulmonar el desarrollo de HAP asociado a un aumento de la presión en la circulación portal. A diferencia de la hepatopatía subyacente, la hipertensión portal constituye el factor de riesgo. Ni la gravedad de la hepatopatía ni el grado de hipertensión portal permiten predecir la aparición o la gravedad de la hipertensión po r topulmonar. En estudios epidemiológicos se ha podido estimar que la prevalencia de HAP en estas personas es del 26%, pero podría ser mayor en los pacientes derivados para un trasplante de hígado. Aunque la ecocar diografía representa un método de cribado aceptable en esta población, se requiere confirmación hemodinámica. Es necesario diferenciar entre la hipertensión portopulmonar verdadera y el estado de flujo elevado de la enfermedad subyacente o la insuficiencia cardíaca de gasto elevado con aumento de las presiones de llenado del corazón izquierdo. La presencia de HAP incrementa el riesgo que conlleva un trasplante de hígado. Las International Liver Transplant Society Practice Guidelines recientes contienen recomendaciones de cribado, diagnóstico, tratamiento e implicaciones del trasplante hepático en presencia de hipertensión portopulmonar.23 Las cohortes de observación indican que una PAPm ≥ 35 mmHg pretrasplante hepático y una RVP alta se asocian a aumento de la morbimortalidad. Una PAPm ≥ 4550 mmHg debe considerarse una contraindicación absoluta para trasplante hepático. Hipertensión arterial pulmonar asociada a cardiopatías congéni- tas. La HAP es una complicación bien conocida del aumento no corregido del flujo sanguíneo pulmonar que se observa en las derivaciones sistémico pulmonares congénitas (v. capítulo 75). La HAP asociada a CC representa una población de pacientes muy heterogénea. La tabla 85-2 resume la clasificación clínica de la HAP asociada a CC. El síndrome de Eisenmenger se define como una CC con una importante derivación sistémicopulmonar inicial que induce una vasculopatía pulmonar progresiva con HAP y una inversión posterior de la derivación y cianosis central. El síndrome de TABLA 85-2 Clasificación clínica de la hipertensión arterial pulmonar asociada a cardiopatía congénita 1. Síndrome de Eisenmenger Incluye todos los defectos intracardíacos y extracardíacos grandes que empiezan como cortocircuitos sistémicopulmonar y progresan con el tiempo a aumento notable de la RVP y a cortocircuito inverso (pulmonarsistémico) o bidireccional; es frecuente la cianosis, la eritrocitosis secundaria y la afectación multiorgánica 2. HAP asociada a cortocircuitos prevalentes sistémicospulmonares Corregible* Incorregible Incluye defectos moderados a grandes; la RVP está de ligera a moderadamente aumentada; el cortocircuito sistémicopulmonar sigue siendo prevalente, pero no produce cianosis en reposo 3. HAP con defectos coincidentes o pequeños† Elevación notable de la RVP en presencia de defectos cardíacos pequeños (usualmente defectos del tabique ventricular < 1 cm y defectos del tabique auricular < 2 cm de diámetro efectivo medidos mediante ecocardiografía), que no son responsables de la subida de la RVP; el cuadro clínico es muy parecido al de la HAP idiopática; está contraindicado el cierre del defecto 4. HAP después de corrección del defecto La cardiopatía congénita está reparada, pero persiste la HAP justo después de la corrección o recidiva, o aparece meses o años después de la corrección en ausencia de lesiones hemodinámicas postoperatorias relevantes HAP, hipertensión arterial pulmonar; RVP, resistencia vascular pulmonar. *Con cirugía o técnica percutánea intravascular. †El tamaño se aplica a pacientes adultos. En los adultos, el diámetro simple puede ser insuficiente para definir la relevancia hemodinámica del defecto, y hay que tener en cuenta el gradiente de presión, el tamaño y la dirección del cortocircuito, así como el índice de flujo pulmonar a sistémico. Tomado de Galie N, Humbert M, Vachiery JL, et al: 2015 ESC/ERS Guidelines for the diagnosis and treatment of pulmonary hypertension. Eur Heart J 2016;37:67. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 14, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1703 H ip erten sió n p u lm o n ar 85 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . Eisenmenger es más frecuente cuando el flujo sanguíneo es muy elevado y la derivación expone los vasos pulmonares a una presión de valores sistémicos, como la que se observa en las comunicaciones interventriculares, la persistencia del conducto arterioso o el tronco arterioso. En estas circuns tancias está contraindicada la corrección quirúrgica del defecto. También puede haber HAP cuando el cortocircuito es predominantemente sistémico o pulmonar. En estos casos es importante determinar si el cortocircuito es corregible o no. A veces puede haber un ascenso notable de la RVP con defectos cardíacos pequeños, y se considera que estos pacientes tienen HAP con defectos coincidentes o pequeños. Es improbable que estos defectos pequeños sean responsables de la RVP alta. Los pacientes tienen un cuadro clínico similar al de la HAPI, y está contraindicado cerrar el defecto. Por último, los pacientes pueden tener HAP después de la corrección de un cortocircuito intracardíaco, sobre todo si el cierre se realiza tarde. Una característica importante de la HAP en los pacientes con CC es la respuesta de adaptación del ventrículo derecho a la HAP elevada. Cuando aparece en los primeros momentos de la vida, se produce una hipertrofia marcada con mantenimiento de un fenotipo similar al fetal. Debido a ello, estos pacientes pueden experimentar un aumento de la poscarga con una función ventricular derecha mejor durante muchos años o décadas que la de aquellos en los que la HAP aparece en un momento posterior de la vida. La supervivencia de los pacientes con síndrome de Eisenmenger es mejor que la de aquellos con HAPI. Los tratamientos específicos para la HAP aprobados actualmente han demostrado efectos beneficiosos en pacientes con síndrome de Eisenmenger. Hipertensión arterial pulmonar asociada a esquistosomiasis. Diag nosticada fundamentalmente en zonas endémicas de Sudamérica y África subsahariana, publicaciones recientes parecen indicar que la HP asociada a esquistosomiasis tiene unas manifestaciones clínicas e histológicas similares a las de la HAPI. Aproximadamente el 5% de los pacientes con esquis tosomiasis hepatoesplénica desarrollan HAP, lo que la convierte en una de las causas más prevalentes de HAP en todo el mundo.24 Grupo 1’. Enfermedad venooclusiva pulmonar y/o hemangiomatosis capilar pulmonar La EVOP y/o la HCP es una microvasculopatía pulmonar infrecuente que afecta principalmente a las venas septales y a las vénulas preseptales, caracterizada por lesiones fibrosas oclusivas, muscularización venosa y proliferación capilar difusa. La EVOP/HCP produce también los signos de la hipertensión venosa pulmonar, como hemosiderosis pulmonar, edema intersticial y dilatación linfática con adenomegalias (transformación vascular del seno). En teoría, es necesaria una confirmación histológica para hacer el diagnóstico definitivo de EVOP/HCP, pero la biopsia pulmonar quirúrgica es una técnicade riesgo alto en estos pacientes y está contraindicada. Aunque los factores de riesgo y las manifestaciones clínicas pueden ser indistinguibles de los de la HAP, los pacien tes con EVOP/HCP pueden tener un antecedente familiar de consanguinidad, o un antecedente personal de exposición a fármacos alquilantes (mitomicina C, ciclofosfamida), exposición laboral a disolventes orgánicos o una enfermedad del tejido conjuntivo como la esclerosis sistémica.25,26 Estos pacientes presentan habitualmente una capacidad de difusión de monóxido de carbono y una saturación de oxígeno muy bajas en reposo.27 En los pacientes con EVOP/HCP, la tomografía computarizada (TC) torácica de gran resolución se caracteriza por una mayor frecuencia de opacidades centrolobulillares esmeriladas, líneas septales y adenopatías mediastínicas que en los pacientes con HAP. El rápido desarrollo de edema pulmonar tras la administración de un tratamiento para la HAP representa a veces la primera pista para establecer el diagnóstico correcto y puede salvar la vida al paciente. Se han descrito casos familiares de EVOP/HCP, a menudo en familias con consanguinidad. Mutaciones recesivas de EIF2AK4 (también conocido como GCN2) han cosegregado con EVOP/ HCP en el 100% de los casos familiares y el 25% de los casos esporádicos de EVOP/HCP confirmados histológicamente. Estos hallazgos parecen señalar a EIF2AK4 como el principal gen asociado al desarrollo de EVOP/HCP, y se podría considerar como un posible medio de diagnóstico para esta enfermedad tan poco frecuente.15 La EVOP/HCP hereditaria por mutaciones EIF2AK4 bialélicas se caracteriza por una edad más temprana en el momento del diagnóstico, pero la gravedad de la enfermedad es parecida a la de los que no son portadores de mutaciones EIF2AK4. Las tasas de supervivencia de los pacientes con EVOP son bajas, y el trasplante pulmonar es el tratamiento de elección en los pacientes que cumplen los criterios. Diagnóstico clínico Teniendo en cuenta las numerosas causas potenciales y factores que con tribuyen a la aparición de la HP, está justificada una evaluación metódica y exhaustiva en la mayoría de los pacientes con síntomas habituales en los que se considera la posibilidad de este diagnóstico (fig. 85-2). Síntomas Los síntomas iniciales más frecuentes de HP son la disnea de esfuerzo o la menor tolerancia al ejercicio, el dolor torácico, el cansancio y los mareos. Las manifestaciones de la enfermedad más avanzada consisten en síncopes, distensión abdominal y edema de las extremi dades inferiores, atribuible a una insuficiencia ventricular derecha. Evidentemente, la presencia de factores de riesgo de desarrollo de HAP (p. ej., enfermedades del tejido conjuntivo, antecedentes familiares, CC, uso de depresores del apetito) debe aumentar las sospechas en relación con este trastorno. En el registro de los NIH, el tiempo medio transcurrido entre el comienzo de los síntomas y el diagnóstico era de 2 años (v. «Bibliografía clásica»). Por desgracia, los registros actualizados parecen indicar que sigue produciéndose una demora en su diagnós tico. En el registro REVEAL, el 21,1% de los pacientes experimentó síntomas durante más de 2 años antes de que les identificaran la HAP.28 El retraso en el diagnóstico era más frecuente en aquellos pacientes cuyos síntomas aparecían a una edad más temprana (< 36 años) y en aquellos con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o apnea obstructiva del sueño. Parece que las personas jóvenes en las que se considera menos probable la existencia de un trastorno cardiopulmonar o en los casos en los que se piensa en alguna explicación alternativa para los síntomas son los más expuestos a un retraso en el diagnóstico. Exploración física La exploración física puede ser sutil o inespecífica, pero hay algunos hallazgos que deben hacernos sospechar una posible HAP (v. también capítulo 10). En la tabla 85-3 se enumeran los rasgos de la exploración física que tienen relevancia en la evaluación de la HP. En la mayoría de los pacientes con HAP se aprecia un componente pulmonar acentuado del segundo tono cardíaco debido a que la elevada presión pulmonar provoca un cierre más contundente de la válvula pul monar. Si se escucha un S2 escindido en el ápice, P2 puede estar acentuado y hay que investigar aún más la posibilidad de la HAP. Los hallazgos de la exploración física ayudan a calibrar la gravedad de la HAP y detectar posibles trastornos asociados, tal como se resume en la tabla 85-3. Electrocardiograma Aunque el electrocardiograma no es sensible ni específico para la HAP, es una prueba barata y no invasiva que puede proporcionar información muy útil (v. también capítulo 12). Entre los hallazgos electrocardio gráficos habituales cabe destacar la dilatación de la aurícula derecha, la desviación del eje a la derecha y la dilatación del ventrículo derecho, a menudo con un patrón de sobrecarga (fig. 85-3A). Radiografía torácica Entre los hallazgos de la radiografía torácica que pueden sugerir la existencia de HP cabe destacar unas sombras extensas de las arterias pulmonares principal e hiliar, con «poda» o atenuación de los vasos periféricos (fig. 85-3B) y una dilatación del ventrículo derecho, que se aprecia mejor en las proyecciones laterales. Hay otros hallazgos de la radiografía torácica que pueden apuntar a un diagnóstico asociado, como hiperinsuflación con aplanamiento diafragmático (EPOC) o congestión venosa pulmonar (cardiopatía izquierda) (v. también capítulo 15). Ecocardiografía Si se sospecha la posibilidad de HP por la anamnesis, la valoración de los factores de riesgo y los resultados de la exploración física, la siguiente prueba que hay que solicitar es una ecocardiografía (v. también capí- tulo 14). La ecocardiografía constituye también una prueba de cribado no invasiva muy útil para descartar la HP en grupos de riesgo (p. ej., esclerodermia o pacientes con CC). La ecocardiografía Doppler puede proporcionar simultáneamente una estimación aproximada de la presión sistólica ventricular derecha y una valoración de las secuelas funcionales y morfológicas de la HP, además de aportar pistas sobre otras posibles causas cardíacas de HP. Entre los hallazgos ecocardiográficos más frecuentes de la HAP cabe citar la dilatación de la aurícula derecha, la dilatación y disfunción del ventrículo derecho, el tamaño reducido de las cavidades cardíacas izquierdas que no se llenan totalmente, el aplanamiento del tabique interventricular, la insuficiencia tricuspídea con una velocidad elevada y la menor excursión sistólica del plano anular tricuspídeo (TAPSE, tricuspid annular plane systolic excursion). Se puede inyectar medio de contraste salino para detectar una derivación intracardíaca. Hay que tener en cuenta las limitaciones de la presión sistólica ventricular derecha estimada debido a que esta medición está expuesta a numerosas fuentes de error posible. En un paciente determinado hay que valorar la presión Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 14, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1704 En fE rm Ed a d Es d El m io ca rd io , d El p Er ic a rd io y d El l Ec h o v a sc u la r pu lm o n a r IX sistólica ventricular derecha estimada dentro del contexto de los síntomas del paciente, los antecedentes médicos y otros hallazgos de la ecocardio grafía bidimensional. En ausencia de otras posibles causas de HP, como cardiopatía izquierda o enfermedad pulmonar hipoxémica, una presión sistólica ventricular derecha estimada de más de 40 mmHg suele justificar un estudio más exhaustivo en un paciente con disnea inexplicable. Otros hallazgos ecocardiográficos que justifican una evaluación más exhaustiva son la dilataciónde la aurícula y el ventrículo derechos y el movimiento anómalo del tabique interventricular. Recientemente se ha publicado una serie de directrices para el estudio ecocardiográfico del corazón derecho adulto.29 En la tabla e85-1 se muestra una lista de comprobación para la evaluación ecocardiográfica de la HP.30 La ecocardiografía proporciona, a menudo, información sobre la posibilidad de HP del grupo 2, o HP secundaria a una cardiopatía izquierda. La ecocardiografía permite valorar fácilmente una disfunción ventricular izquierda sistólica o diastólica y las valvulopatías aórticas y mitrales. La dilatación de la aurícula izquierda puede ser indicio de una presión de llenado del corazón izquierdo elevada. El espectro de hallazgos ecocardio gráficos y hemodinámicos en la HP se resume en la figura e85-1. En algunos casos, especialmente en un paciente con CC, una ecocardiografía transesofágica puede aportar información adicional. Actualmente, la ecocardiografía de esfuerzo tiene una utilidad controvertida. Los principales indicadores pronósticos ecocardiográficos de HAP son la presencia de un derrame pericárdico y la gravedad de la disfunción ventricular derecha. La estimación de la presión sistólica ventricular derecha tiene menos utilidad pronóstica y, de hecho, ese parámetro puede disminuir al progresar la enfermedad y aumentar la disfuncionalidad del ventrículo derecho. Gammagrafía pulmonar de ventilación-perfusión. En los pacientes con disnea inexplicable y HP hay que descartar una posible HPTEC. Se considera que la gammagrafía pulmonar de ventilaciónperfusión es la FIGURA 85-2 Algoritmo diagnóstico basado en la evidencia para los pacientes con HAP (solo pacientes del grupo 1). ETC, enfermedad del tejido conjuntivo. (Modificado de Galie N, Humbert M, Vachiery JL, et al: 2015 ESC/ERS Guidelines for the diagnosis and treatment of pulmonary hypertension. Eur Heart J 2016;37:67.) Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 14, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1705 H ip erten sió n p u lm o n ar 85 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . prueba más sensible en estos casos.31 Si se obtiene una gammagrafía de ventilaciónperfusión normal o de probabilidad muy baja, se puede descartar la HPTEC. Muchos pacientes con HAP muestran una perfusión ligeramente heterogénea, pero sin defectos segmentarios o más extensos. Aunque la TC helicoidal es excelente para evaluar a un paciente con embolia pulmonar aguda, puede pasar por alto una HPTEC accesible quirúrgicamente. Si sigue existiendo la posibilidad de una HPTEC tras los estudios de imagen no invasivos, hay que recurrir a la angiografía pulmonar. Esta prueba debe realizarse con mucho cuidado en los pacientes con hemodinámica avanzada. Es muy importante utilizar un material de contraste no aniónico y poco osmótico, con el menor flujo y en la menor cantidad posibles. En la angiografía pulmonar, la HPTEC puede producir siluetas irregulares de contornos arteriales llenos de contraste, bolsas, telarañas, bandas y oclusión vascular completa. Pruebas de la función pulmonar. Las pruebas de la función pulmonar permiten valorar posibles neumopatías obstructivas o restrictivas. Si hay que estudiar mejor estos posibles trastornos, se puede realizar una gasometría arterial o una TC de gran resolución. Los pacientes con HAP del grupo 1 pueden presentar una restricción modesta y una ligera reducción de la capacidad de difusión del monóxido de carbono. En los pacientes con esclerodermia, la aparición de HAP puede ir precedida por una dis minución de la capacidad de difusión del monóxido de carbono. Resonancia magnética cardíaca. Aunque no es necesaria para diagnosticar la HAP, la resonancia magnética cardíaca (RMC) proporciona una excelente valoración de la función ventricular derecha y puede ser muy útil para evaluar una CC. En respuesta a la HP crónica, el ventrículo derecho se dilata, y disminuyen la función sistólica y el volumen de eyección. El tabique interventricular se comba hacia el ventrículo izquierdo durante la diástole y la sístole. De acuerdo con esto, un índice de volumen telediastó lico ventricular derecho inferior a 84 ml/m2, un índice de volumen telediastólico ventricular izquierdo superior a 40 ml/m2 y un índice de volumen de eyección superior a 25 ml/m2 se asocian a una supervivencia más prolongada de los pacientes con HAPI. Una fracción de eyección ventricular derecha inferior al 35% en la RMC permite predecir una mayor mortalidad.32 Oximetría nocturna. Además de la anamnesis, la oximetría nocturna puede ayudarnos a identificar a los pacientes con apnea obstructiva del sueño. En pacientes con una desaturación nocturna significativa, puede estar indicada una polisomnografía formal. La apnea obstructiva del sueño puede causar una HP modesta, mediada, en parte, por la vasoconstricción hipóxica. TABLA 85-3 Características de la exploración física pertinentes para la evaluación de la hipertensión pulmonar signo implicación siGnos fÍsicos QuE rEflEJan la GravEdad dE la hipErTEnsiÓn pulmonar Componente pulmonar acentuado de S2 (audible a nivel del ápice en > 90%) La hipertensión pulmonar incrementa la fuerza de cierre de la válvula pulmonar Chasquido sistólico precoz Interrupción repentina de la apertura de la válvula pulmonar a una arteria a presión elevada Soplo de eyección mesosistólico Flujo de salida pulmonar transvalvular turbulento Elevación paraesternal izquierda Presencia de presión ventricular derecha elevada e hipertrofia S4 ventricular derecho (en el 38%) Presencia de presión ventricular derecha Onda A yugular aumentada Distensibilidad ventricular derecha reducida siGnos fÍsicos suGEsTivos dE hipErTEnsiÓn pulmonar dE modErada o GravE Hipertensión pulmonar moderada o grave Soplo holosistólico que aumenta con la inspiración Insuficiencia tricuspídea Ondas V yugulares aumentadas Pulso hepático Soplo diastólico Insuficiencia valvular pulmonar Reflujo hepatoyugular Presión venosa central elevada Hipertensión pulmonar avanzada con insuficiencia ventricular derecha S3 ventricular derecho (en el 23% de los casos) Disfunción ventricular derecha Distensión de las venas yugulares Disfunción ventricular derecha, insuficiencia tricuspídea o ambas Hepatoesplenomegalia Disfunción ventricular derecha, insuficiencia tricuspídea o ambas Edema periférico (en el 32% de los casos) Ascitis Hipotensión arterial, presión del pulso reducida, extremidades frías Gasto cardíaco reducido, vasoconstricción periférica siGnos fÍsicos suGEsTivos dE una posiBlE causa suByacEnTE o asociacionEs con la hipErTEnsiÓn pulmonar Cianosis central Cociente ventilaciónperfusión anómalo, comunicación intrapulmonar, hipoxemia, comunicación pulmonarsistémica Dedos en palillo de tambor Cardiopatía congénita, adenopatía pulmonar Hallazgos en la auscultación cardíaca, como soplos sistólicos y diastólicos, chasquido de apertura y galope Cardiopatía o valvulopatía congénita o adquirida Estertores, matidez o ruidos respiratorios reducidos Congestión pulmonar o derrame, o ambos Estertores finos, uso de músculos accesorios, sibilancias, espiración prolongada, tos productiva Enfermedad del parénquima pulmonar Obesidad, escoliosis, amígdalas aumentadas de tamaño Posible sustrato para una alteración de la ventilación Esclerodactilia, artritis, telangiectasias, fenómeno de Raynaud, erupciones Enfermedad del tejido conjuntivo Insuficiencia u obstrucción venosa periférica Posible trombosis venosa Úlceras por estasis venosa Posible anemia drepanocítica Ruidos vasculares pulmonares Hipertensión pulmonar tromboembólica crónica Esplenomegalia, angiomas de araña, eritema palmar, ictericia, caput medusae,ascitis Hipertensión portal Tomado de McLaughlin VV, Archer SL, Badesch DB, et al: ACCF/AHA 2009 expert consensus document on pulmonary hypertension: a report of the American College of Cardiology Foundation Task Force on Expert Consensus Documents and the American Heart Association developed in collaboration with the American College of Chest Physicians; American Thoracic Society, Inc., and the Pulmonary Hypertension Association. J Am Coll Cardiol 2009;53:1573. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 14, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1706 En fE rm Ed a d Es d El m io ca rd io , d El p Er ic a rd io y d El l Ec h o v a sc u la r pu lm o n a r IX Una HAP significativa (PAPm ≥ 35 mmHg) solo puede atribuirse a un trastorno respiratorio del sueño en muy pocos casos; sin embargo, si no se trata, la apnea obstructiva del sueño puede limitar la eficacia de otras medidas de tratamiento y, por consiguiente, debe estudiarse y tratarse concienzudamente en todos los pacientes con HAP. Estudios de laboratorio. Debido a las asociaciones epidemiológicas, la evaluación diagnóstica debe incluir estudios de laboratorio para des- cartar posibles enfermedades del tejido conjuntivo, enfermedad por el VIH y hepatopatías. También se pueden medir los péptidos natriuréticos para valorar el pronóstico y la respuesta al tratamiento. Evaluación funcional. La prueba de 6 min de marcha (6MM) por la sala es una importante prueba funcional para cuantificar la capacidad de ejercicio. A pesar de sus limitaciones y de su escasa elegancia técnica, la 6MM (cuando se realiza correctamente y de un modo estandarizado) ha demostrado una gran utilidad a la hora de predecir el pronóstico y representa un parámetro importante que hay que incluir en la valoración clínica de la progresión de la enfermedad y de los efectos del tratamiento. La 6MM ha sido la variable principal de casi todos los estudios clínicos publicados hasta la fecha sobre la HAP. En un reciente análisis de un grupo de pacientes que participaron en un estudio clínico de 16 semanas de tadalafilo frente a placebo, se intentó definir la mínima diferencia impor tante de la 6MM.33 Utilizando una metodología de distribución y anclaje, los autores analizaron la correlación entre las variaciones en la distancia 6MM y los cambios en la puntuación resumen de componentes físicos del ShortForm Health Survey (SF36) de 36 apartados, y comprobaron que la mínima diferencia importante de la 6MM era de 33 m, aproximadamente. En otros dos metaanálisis se ha valorado la correlación entre la variación en la distancia 6MM y los acontecimientos clínicos en estudios clínicos a corto plazo, y se ha observado una correlación modesta o ningún tipo de correlación.34,35 Aunque sigue siendo útil para la valoración longitudinal de un paciente determinado, actualmente se cuestiona la utilidad de la distancia 6MM como criterio principal en futuros estudios clínicos. La prueba de ejercicio cardiopulmonar representa un método más sofisticado para valorar la capacidad de esfuerzo y el intercambio de gases. Entre los indicadores de pronóstico desfavorable durante la prueba de ejercicio cardiopulmonar cabe destacar una presión sistólica máxima inferior a 120 mmHg y una captación de oxígeno máxima inferior a 10,4 ml/kg/min. Cateterismo cardíaco derecho El estudio hemodinámico invasivo mediante CCD es una prueba crucial en la evaluación de cualquier paciente con posible HAP. El CCD se realiza, generalmente, tras la prueba no invasiva para la HP que hemos descrito anteriormente. Algunos pacientes en los que se sospecha inicialmente la posibilidad de HAP no necesitan un CCD debido a que las pruebas no invasivas han proporcionado ya un diagnóstico alternativo. No obstante, todos aquellos en los que se sigue sospechando la posibilidad de HAP tras la evaluación no invasiva deben someterse a CCD antes de iniciar el tratamiento. La utilidad del CCD depende de la obtención de unos datos exactos y exhaustivos. Las mediciones fundamentales que se realizan durante el CCD son: • Saturación de oxígeno (venas cava superior e inferior, arterias pulmonares y sistémicas). • Presión auricular derecha. • Presión ventricular derecha. • Presión arterial pulmonar. • Presión de llenado del corazón izquierdo (PEAP, presión auricular izquierda o presión telediastólica del ventrículo izquierdo [PTDVI]). • GC/índice cardíaco. • RVP. • Presión arterial sistémica. • Frecuencia cardíaca. • Respuesta a vasodilatadores agudos. Un peligro habitual durante el diagnóstico invasivo de la HP es la interpretación errónea de la PEAP. La PEAP debe medirse al final de la espiración y en varios segmentos diferentes de los vasos pulmonares. Si hay alguna duda sobre la exactitud del registro de la PEAP, o si se obtienen unos resultados inesperados en un paciente determinado, es necesario medir la PTDVI. Puede que se necesite una sobrecarga de líquidos para poner de manifiesto la presencia de una disfunción diastólica. Se debe realizar una prueba con vasodilatadores agudos a la mayoría de los pacientes con HAPI, HAP hereditaria y HAP inducida por fármacos. Entre las excepciones cabe citar los pacientes que no serían candidatos al tratamiento prolongado con un antagonista del calcio, como aquellos con inestabilidad hemodinámica o insuficiencia cardíaca derecha manifiesta. Los pacientes con HAP asociada no suelen responder a esta prueba. Las sustancias más utilizadas para la prueba de respuesta a vasodilatadores agudos son el óxido nitroso inhalado, el epoprostenol intravenoso y la adenosina intravenosa. Una respuesta aguda se define como un descenso de la PAPm de 10 mmHg como mínimo hasta un valor absoluto inferior a 40 mmHg en el contexto de un GC que no varía o aumenta.36 Cumplimiento de las directrices A pesar de que se han publicado recomendaciones de algoritmos diagnós ticos en numerosas fuentes, en muchos pacientes se utilizan tratamientos específicos para la HAP sin haber completado los estudios diagnósticos necesarios. Recientemente, se ha estudiado el cumplimiento del tratamiento con el algoritmo diagnóstico del American College of Chest Physicians.37 Esta iniciativa demostró que el cumplimiento de las directrices era muy escaso y que los estudios que menos se realizaban eran la gammagrafía de ventilaciónperfusión (57%), la serología para el VIH (29%) y la serología para las enfermedades del tejido conjuntivo (50%). Al 10% de los pacientes se les asignó el diagnóstico de HAP sin un CCD. Solo el 7% de los pacien tes tratados con antagonistas del calcio cumplían los requisitos de pacientes que podían responder al tratamiento agudo. Los métodos para mejorar el cumplimiento de las directrices pueden ayudar a mejorar el tratamiento y el pronóstico de los pacientes con HAP. Antes de comenzar el tratamiento específico para la HAP, es fundamental establecer un diagnóstico correcto. Tratamiento El tratamiento de la HAP ha evolucionado considerablemente en la última década, debido, en parte, al mejor conocimiento de la enfermedad y a la aparición de fármacos que actúan específicamente sobre determinados aspectos conocidos del proceso patológico. En los últimos años se han publicado numerosos algoritmos de tratamiento. En la figura 85-4 se reproduce el algoritmo de las directrices de la ESC/ ERS de 2015.1 A menudo, se toman las decisiones sobre el tratamiento teniendo en cuenta la gravedad de la enfermedad. En la tabla 85-4 se FIGURA 85-3 Valoración clínica de la HAP. A. Electrocardiograma de un paciente con HAP. B. Radiografía torácica de un paciente con HAP. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 14,2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1707 H ip erten sió n p u lm o n ar 85 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . revisan algunos factores conocidos que influyen en el pronóstico de los pacientes con HAP. Los objetivos actuales del tratamiento consisten en paliar los síntomas, mejorar la tolerancia al ejercicio, la función ventricular derecha y la hemodinámica. Aunque nos esforzamos por mejorar la supervivencia, los estudios clínicos sobre la HAP tienen, en muchos casos, un tamaño y una duración insuficientes para poder demostrar un efecto beneficioso sobre la supervivencia, pero un metaa nálisis reciente de los tratamientos aprobados actualmente parece indicar que tienen efectos duraderos sobre el pronóstico.38 Medidas generales. El asesoramiento elemental y la información sobre la enfermedad son dos componentes importantes de la asistencia de los pacientes con HAP. Se recomienda un ejercicio aeróbico suave y esca lonado, como caminar. Se han podido demostrar los efectos beneficiosos de la rehabilitación pulmonar intensiva. Se aconseja a los pacientes que no realicen esfuerzos físicos muy intensos ni ejercicios isométricos, ya que pueden provocar un síncope por esfuerzo. Se recomienda el suplemento de oxígeno para mantener la saturación por encima del 92% en reposo, y con el esfuerzo, el sueño o la altitud. Esto puede ser inviable en pacientes con derivación intracardíaca (como un foramen oval persistente). Conviene seguir una dieta hiposódica (< 2.400 mg/día), especialmente cuando hay que tratar la volemia en los pacientes con insuficiencia ventricular derecha. También se recomiendan las vacunaciones rutinarias, por ejemplo, contra la gripe y la neumonía neumocócica. Las fluctuaciones hemodinámicas de la gestación, el parto y el período pos parto suponen un peligro potencial para la vida de las pacientes con HAP, con una mortalidad materna del 3050%. Las directrices vigentes recomiendan evitar o interrumpir prematuramente la gestación en las mujeres con HAP.1 En un informe contemporáneo de embarazos en pacientes con HAP se descri bían 26 gestaciones en 13 centros de HAP.39 Se produjeron tres fallecimientos (12%) y una paciente desarrolló insuficiencia cardíaca derecha refractaria y tuvo que someterse a un trasplante de corazónpulmón tras el parto. Se produjeron dos abortos espontáneos y seis inducidos. En conjunto, el 62% de las gestaciones dieron lugar a niños sanos sin complicaciones maternas. Estas mujeres tenían una HAP adecuadamente controlada (RVP media de 500 ± 352 dinass · cm–5). La mitad de ellas respondió prolongadamente a los antagonistas del calcio. Una observación retrospectiva en cinco hospitales de 18 embarazos entre 1999 y 2009 halló tres muertes (tasa de mortalidad, 17%).40 Es importante hablar sobre métodos anticonceptivos eficaces con las mujeres en edad fértil a las que se diagnostica HAP. Tratamiento de fondo. Aunque existe un fundamento patobiológico para utilizar anticoagulantes en la HAP, los datos de registro observa cionales actuales son heterogéneos y no concluyentes. En un registro europeo se observó un aumento de la supervivencia en los pacientes HAPI tratados con anticoagulación; sin embargo, este aumento de la supervivencia estaba ausente en el U. S. REVEAL Registry.41,42 Ningún registró demostró un efecto favorable en los pacientes HAP asociados. Los diuréticos están indicados para tratar la sobrecarga de volumen del ventrículo derecho. En ocasiones, hay que utilizar diuréticos intravenosos. Es necesario controlar estrechamente los electrólitos séricos y la función renal. Existen muy pocos datos sobre la digoxina, aunque a veces se utiliza en pacientes con insuficiencia cardíaca derecha y GC reducido, y en aquellos con arritmias auriculares. Antagonistas del calcio Los antagonistas del calcio pueden ser un tratamiento eficaz en los escasos pacientes que demuestran una respuesta muy intensa a la prueba con vasodilatadores agudos, como hemos explicado anteriormente. El consenso actual define una respuesta positiva como un descenso de la PAPm de al menos 10 mmHg hasta una PAPm de 40 mmHg o menos FIGURA 85-4 Algoritmo terapéutico basado en la evidencia para los pacientes con hipertensión arterial pulmonar (solo pacientes del grupo 1). (Modificado de Galie N, Humbert M, Vachiery JL, et al: 2015 ESC/ERS Guidelines for the diagnosis and treatment of pulmonary hypertension. Eur Heart J 2016;37:67.) Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 14, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1708 En fE rm Ed a d Es d El m io ca rd io , d El p Er ic a rd io y d El l Ec h o v a sc u la r pu lm o n a r IX con mantenimiento o aumento del GC. Los pacientes que cumplen estos requisitos pueden ser tratados con un antagonista del calcio, y hay que vigilar estrechamente la seguridad y la eficacia de este tratamiento. Si los pacientes que cumplen la definición de una respuesta aguda no mejoran a una clase funcional I o II con los antagonistas del calcio, no hay que con siderarlos respondedores crónicos y hay que prescribirles un tratamiento alternativo específico para la HAP. Son muy pocos los pacientes (< 7%) con HAPI que responden adecuadamente a largo plazo a los antagonistas del calcio (v. «Bibliografía clásica»). Los fármacos más utilizados son el amlodipino, el diltiacem y el nifedipino de acción prolongada. Hay que evitar el verapamilo, debido a sus posibles efectos inotrópicos negativos. Prostanoides Debido a la menor concentración de prostaciclina sintetasa, los pacientes con HAP sintetizan menos prostaciclina I2, un vasodilatador con efectos antiproliferativos. La administración de prostanoides ha constituido la piedra angular del tratamiento de la HAP durante casi dos décadas. Actualmente, se comercializan numerosos prostanoides: epoprostenol (intravenoso continuo), treprostinilo (subcutáneo continuo, intravenoso continuo, inhalado intermitente y oral) e iloprost (inhalado intermitente). Los prostanoides constituyen tratamientos complejos que es mejor administrar en centros con experiencia en los complicados sistemas de administración y en el tratamiento crónico de sus efectos secundarios y su posología. El epoprostenol fue el primer tratamiento aprobado por la Food and Drug Administration (FDA) estadounidense para lo que en 1995 se conocía como HPP. En estudios clínicos aleatorizados controlados en pacientes con HPP (actualmente denominada HAPI), se demostró una mayor tolerancia al ejercicio medida por la distancia 6MM, las pruebas hemodinámicas, la calidad de vida y la supervivencia en un período de 12 semanas (v. «Bibliografía clásica»). En series de observación a largo plazo se ha evidenciado igualmente un aumento de la supervivencia con epoprostenol intravenoso. Además, se ha estudiado el uso del epopros tenol intravenoso para tratar la HAP relacionada con el espectro de tras tornos esclerodérmicos. En un estudio clínico aleatorizado controlado de 12 semanas en esta población se observaron mejoras de la distancia 6MM y los parámetros hemodinámicos. En series de observación se han evidenciado también efectos favorables del epoprostenol intravenoso en pacientes con numerosas formas de HAP asociada. El epoprostenol debe administrarse en infusión intravenosa continua. Los pacientes deben aprender las técnicas de preparación estéril de la medicación, el manejo de la bomba de infusión ambulatoria y los cuidados del catéter venoso central. Más recientemente, se ha aprobado el uso deun preparado de epoprostenol termoestable con el que no hay que utilizar bolsas de hielo y que puede mezclarse con menos frecuencia. Normalmente, la administración intravenosa de epoprostenol comienza en el hospital con una dosis de 2 ng/kg/min y se va aumentando gradualmente la dosis, dependiendo de los síntomas de HAP y de los efectos adversos del tratamiento. Aunque la posología varía mucho de unas personas a otras, la dosis óptima para la mayoría de los pacientes adultos suele ser del orden de 2540 ng/kg/min. Se ha podido observar un estado de GC elevado en una serie de pacientes con HAPI tratados con epoprostenol crónico, lo que parece confirmar que este fármaco tiene efectos inotrópicos positivos. La aparición de un estado crónico de GC elevado podría tener efectos perjudiciales a largo plazo sobre la función cardíaca subyacente, por lo que debe evitarse. Los efectos secundarios más frecuentes son dolor mandibular, rubor, náuseas, diarrea, erupciones y dolores musculoesqueléticos. Las infecciones y las interrupciones de la infusión pueden poner en peligro la vida de los pacientes. El treprostinilo es un análogo estable de la prostaciclina que tiene efectos farmacológicos similares a los del epoprostenol, pero se diferencia porque es químicamente estable a la temperatura ambiente y tiene una vida media más larga (4 h). Actualmente, está autorizado su uso en infusión subcutánea continua, infusión intravenosa continua, inhalación intermitente u por vía oral. En un primer momento, se investigó su uso en infusión subcutánea en un estudio aleatorizado multicéntrico controla do frente a placebo en 470 pacientes a lo largo de un período de 12 sema nas. La distancia 6MM aumentó 16 m, aunque este aumento dependía de la dosis. No se ha establecido la dosis óptima de treprostinilo, pero suelen utilizarse dosis de 75150 ng/kg/min. Los efectos adversos son dolor y eritema en el lugar de la infusión subcutánea (85% de los pacientes). Otros efectos secundarios habituales son cefaleas, diarrea, erupciones y náuseas. Basándose en los datos de bioequivalencia, la FDA ha aprobado también el uso del treprostinilo en infusión intravenosa continua. Se ha publicado que la administración intravenosa de treprostinilo conlleva una mayor incidencia de sepsis por gramnegativos que la infusión intraveno sa de epoprostenol. Recientemente, un estudio con 60 pacientes demostró la viabilidad de administrar treprostinilo mediante un sistema de liberación intravascular programable e implantable.43 Se hizo un seguimiento de 1 año aproximadamente y no hubo infecciones ni oclusiones del catéter. Este sistema está siendo evaluado por la FDA en la actualidad. Parece que la eficacia a largo plazo de las prostaciclinas parenterales depende, en gran medida, de la estrategia de aumento gradual de la dosis del fármaco a lo largo del tiempo. Es importante incrementar la dosis hasta el punto en que los pacientes que siguen manifestando TABLA 85-4 Valoración del riesgo en caso de hipertensión arterial pulmonar dETErminanTEs dEl pronÓsTico* (mortalidad estimada a 1 año) riEsGo BaJo (< 5%) riEsGo inTErmEdio (5-10%) riEsGo alTo (> 10%) Signos clínicos de insuficiencia cardíaca derecha Ausentes Ausentes Presentes Progresión de los síntomas No Lenta Rápida Síncope No Ocasional† Repetido‡ Clase funcional de la OMS I, II III IV D6MM > 440 m 164440 m < 165 m Prueba de esfuerzo cardiopulmonar VO2 máx. > 15 ml/min/kg (> 65% previsible) Pendiente VE/VCO2 < 36 VO2 máx. 1115 ml/min/kg (3565% previsible) Pendiente VE/VCO2 3644,9 VO2 máx. < 11 ml/min/kg (< 35% previsible) Pendiente VE/VCO2 ≥ 45 Concentración plasmática NTproBNP BNP < 50 ng/l NTproBNP < 300 ng/l BNP 50300 ng/l NTproBNP 3001.400 ng/l BNP > 300 ng/l NTproBNP > 1.400 ng/l Pruebas de imagen (ecocardiografía, RMC) Área AD < 18 cm2 Sin derrame pericárdico Área AD 1826 cm2 Derrame pericárdico escaso o ausente Área AD > 26 cm2 Derrame pericárdico Hemodinámica PAD < 8 mmHg IC ≥ 2,5 l/min/m2 SvO2 > 65% PAD 814 mmHg IC 22,4 l/min/m2 SvO2 6065% PAD > 14 mmHg IC < 2 l/min/m2 SvO2 < 60% AD, aurícula derecha; BNP, péptido natriurético cerebral; D6MM, distancia recorrida en la prueba de 6 min de marcha; IC, índice cardíaco; NT-pro-BNP, propéptido natriurético cerebral Nterminal; OMS, Organización Mundial de la Salud; PAD¸ presión auricular derecha; RMC, resonancia magnética cardíaca; SvO2, saturación mixta de oxígeno venoso; VE/VCO2, equivalentes de respirador de dióxido de carbono; VO2, consumo de oxígeno. *La mayoría de las variables propuestas y de los valores límite están basados en opiniones de expertos. Pueden proporcionar información pronóstica y pueden emplearse para guiar las decisiones terapéuticas, pero la aplicación a pacientes individuales debe realizarse con precaución. También hay que fijarse en que la mayoría de estas variables se han validado principalmente para HAPI y que los valores límite utilizados no son aplicables necesariamente a otras formas de HAP. Además, en la evaluación del riesgo hay que tener en cuenta el uso de tratamientos aprobados y su influencia en las variables. †Síncope ocasional durante ejercicio moderado o intenso, o síncope ortostático ocasional en un paciente estable por lo demás. ‡Episodios repetidos de síncope, incluso con actividad física escasa o regular. Tomado de Galie N, Humbert M, Vachiery JL, et al: 2015 ESC/ERS Guidelines for the diagnosis and treatment of pulmonary hypertension. Eur Heart J 2016;37:67. Descargado para Anonymous User (n/a) en National Autonomous University of Mexico de ClinicalKey.es por Elsevier en enero 14, 2020. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2020. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 1709 H ip erten sió n p u lm o n ar 85 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n d el ito . síntomas puedan tolerar los efectos secundarios, ya que existe una relación directa entre la dosis del fármaco y la mejora en las pruebas de ejercicio y los parámetros hemodinámicos. Una vez que se ha alcanzado una dosis óptima, hay que mantenerla a partir de ese momento. Los pacientes que experimentan un deterioro tras un período de estabilidad prolongado no suelen responder a nuevos aumentos de la dosis. También se ha aprobado el uso del treprostinilo para la inhalación intermitente. En un estudio multicéntrico, aleatorizado, controlado frente a placebo en 235 pacientes con HAP que seguían manifestando síntomas a pesar del tratamiento con sildenafilo o bosentán oral, la adición de treprostinilo inhalado permitió mejorar el criterio primario de distancia 6MM.44 Los efectos secundarios habituales consistían en tos, cefaleas, náuseas, mareos y rubor. La dietanolamina de treprostinilo es una sal del treprostinilo que libera el fármaco lentamente en comprimidos osmóticos de liberación prolongada que se toman dos veces al día. Se ha estudiado el uso del treprostinilo oral como monoterapia en 349 pacientes con HAP durante un período de 12 semanas. Se observó un aumento de 23 m (P = 0,0125) en el criterio primario de distancia 6MM.45 No mejoraron los criterios secundarios de tiempo transcurrido hasta el empeoramiento clínico o de la clase funcional. Los efectos adversos más frecuentes fueron cefaleas, náuseas, diarrea y dolor mandibular. También se ha estudiado el uso del treprostinilo oral en 350 pacientes con HAP a modo de tratamiento complementario de antagonistas de receptores de la endotelina y/o inhibidores de la fosfodiesterasa (PDE).46 En este estudio de 16 semanas de duración, la diferencia media corregida frente a placebo en la distancia 6MM fue de 11 m (P = 0,07). No se observó ninguna mejora en los criterios secundarios de tiempo transcurrido hasta el empeoramiento clínico o en la clase funcional, y el perfil de efectos adversos fue similar al observado
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