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149 CAPÍTULO © 2017. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos Asma en situaciones especiales ASMA EN LA INFANCIA Prevalencia La prevalencia del asma en la edad infantil, como sucede en la adulta, oscila ampliamente según el área geográfica con- siderada, si bien tiende a ser elevada. La enfermedad es más frecuente en los países económicamente desarrollados, sobre todo en los anglosajones, que en los no desarrollados y, aunque esa frecuencia aumentó de modo considerable en las últimas décadas del siglo pasado, más recientemente se ha estabilizado. A diferencia de lo que ocurre en los países centroeuropeos y anglosajones, la prevalencia del asma infantil en España es más baja. El International study of asthma and allergies in childhood (ISAAC) efectuado en nuestro país confirmó que el 9% de los niños de 13 a 14 años y el 10% de los de 6 a 7 años habían padecido síntomas compatibles con un asma durante el año previo a la encuesta. Definición y fenotipos Si bien la definición del asma en la edad infantil no difiere, como es lógico, de la del adulto, en el ámbito pediátrico la enfermedad posiblemente resulta aún más difícil de delimitar. Diversos procesos diferentes del asma, como por ejemplo la bronquiolitis vírica, afectan con frecuencia a los lactantes y a los niños. Por tanto, y bajo una perspectiva pragmática, el Third International Pediatric Consensus Statement on the Management of Childhood Asthma la definió por «la existencia de sibilancias recurrentes y/o tos persistente, en una situación en la que el asma es probable y se han descartado otras enfermedades menos frecuentes». En la actualidad se reconocen tres fenotipos (con pronós- tico, causas y características clínico-funcionales diferentes) en el niño con sibilancias: ● Sibilancias precoces transitorias: del 40 al 60% de todos los casos, sin alergia asociada alguna, que tienden a desa- parecer a los 3 años y que no cursan con hiperrespuesta bronquial. ● Sibilancias persistentes no atópicas: 20% de todos los casos, relacionadas con el virus respiratorio sincitial, sin alergia acompañante alguna, con hiperrespuesta bronquial, que acostumbra a desaparecer después y que suelen remitir a los 13 años. ● Sibilancias atópicas: 20% de todos los casos, con alergia e hiperrespuesta bronquial, más frecuentes en los varones y que suelen persistir a los 13 años. Se dispone actualmente de un índice predictivo para definir el riesgo de padecer un asma (IPA). Este índice se utiliza para estimar la posible evolución de un lactante con sibilancias recurrentes hacia un asma persistente atópica en la edad escolar (cuadro 20.1). Diagnóstico SÍNTOMAS Los síntomas del asma, aunque característicos, no son exclusi- vos de la enfermedad. La elevada prevalencia de las sibilancias en el lactante puede llevar a una sobreestimación del diagnós- tico. Por tanto, la anamnesis debe orientarse a descartar otras alteraciones, recoger la intensidad y frecuencia de los síntomas, identificar los desencadenantes y valorar la enfermedad alérgica global (rinitis, eccema, etc.). Las manifestaciones clínicas más frecuentes son las sibilancias y la tos crónica (frecuentemente nocturna), así como la disnea y la opresión torácica con el esfuerzo físico. FUNCIÓN PULMONAR La presentación clínica y la demostración de una obstrucción reversible al flujo aéreo son la base en la que se sustenta el diagnóstico del asma. La espirometría forzada con una prueba broncodilatadora es la técnica de elección. Los niños mayores de 5 años —colaboradores— suelen estar suficientemente capacitados como para efectuar apropiadamente las maniobras espiratorias. Esta prueba permite objetivar la obstrucción al flujo aéreo y su reversibilidad. Al igual que para los adultos, se acepta como criterio de reversibilidad un incremento del volumen espiratorio forzado en el primer segundo (FEV 1) mayor o igual al 12% tras la inhalación de un broncodilatador (v. capítulo 17). El estudio de la hiperrespuesta bronquial en pediatría se efectúa mediante una prueba de ejercicio, de provocación con suero salino hipertónico o de metacolina. En los niños no colaboradores y en los menores de 5 años deben emplearse otras exploraciones, como la pletismografía corporal, la oscilometría por impulsos o la medida de las resis- tencias por oclusión o por compresión toracoabdominal. No se recomienda la utilización de medidores portátiles del flujo 20 Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN III Enfermedades de las vías aéreas 150 espiratorio máximo (PEF) para el diagnóstico funcional de asma. INFLAMACIÓN BRONQUIAL El recuento de eosinófilos en el esputo (> 3%) y la medición del óxido nítrico exhalado (> 50 ppb) también pueden ayudar a establecer el diagnóstico. ALERGIA La técnica ideal es la prueba epicutánea (prueba del prick), por su bajo coste, su simplicidad, su rapidez de realización, su alta sensibilidad y su seguridad. En ocasiones especiales o cuando hay dudas diagnósticas, puede recurrirse a la determinación sérica de la inmunoglobulina E (IgE) específica (RAST, Immu- noCAP) o a la intradermorreacción. No obstante, todas estas exploraciones solo constatan una sensibilización alérgica y no guardan relación con la intensidad de los síntomas asmáticos. Clasificación clínica En el ámbito pediátrico, la clasificación clínica de la enfer- medad establece cuatro niveles de asma: episódica ocasional, episódica frecuente, persistente moderada y persistente grave. La tabla 20.1 recoge los criterios utilizados para definir cada uno de estos niveles. Tratamiento de mantenimiento El objetivo del tratamiento se dirige a alcanzar el adecuado control de la enfermedad. Uno de los criterios de ese con- trol, sin duda el más relevante, es prevenir la exacerbación o crisis de asma. Para establecer cuál es el grado de control de la enfermedad, deben hacerse evaluaciones periódicas del paciente. En el niño se recomienda la utilización del cues- tionario denominado Control del asma en niños (CAN), que consta de nueve preguntas que se puntúan de 0 a 4 (máximo, 36; mínimo, 0). El tratamiento de mantenimiento consta de tres apartados, que se describen a continuación. TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO Los fármacos que se deben emplear, preventivos y de alivio, no difieren de los que habitualmente se usan en el tratamiento del asma del adulto, tal y como se expone en el capítulo 18 de la presente obra. No obstante, independientemente de la menor dosis de fármaco que necesitan los niños, existen otras diferencias, fundamentalmente en la indicación de algunos de los fármacos que pueden prescribirse. El cuadro 20.2 recoge, en función de la clasificación clínica del asma del niño, el trata- miento farmacológico de mantenimiento que debe instaurarse. Los fármacos se administran con arreglo al nivel de control y a la gravedad de la enfermedad, empleando para ello el menor número de medicamentos y de dosis posible para conseguir y salvaguardar un buen control. Dada la naturaleza inflamatoria de la enfermedad, los glucocorticoesteroides inhalados en dosis TABLA 20.1 Clasificación del asma según su gravedad clínica en el niño Tipo de asma Exacerbaciones Síntomas con el ejercicio Función pulmonar Episódica ocasional Infrecuentes. ≤ 1 cada 4-6 semanas Sibilancias leves ocasionales tras un ejercicio intenso FEV1 ≥ 80% Variabilidad del PEF < 20% Episódica frecuente Frecuentes. > 1 cada 4-6 semanas Sibilancias > 1 vez a la semana tras un ejercicio moderado FEV1 ≥ 80% Variabilidad del PEF < 20% Prueba de ejercicio positiva Persistente moderada Frecuentes. Síntomas habituales e intercrisis que afectan a la actividad normal diaria y al sueño Sibilancias > 1 vez a la semana tras un ejercicio mínimo FEV1 >70-< 80% Variabilidad del PEF > 20-< 30% Persistente grave Frecuentes. Síntomas continuos Ritmo de actividad habitual y sueño muy alterados Sibilancias frecuentes ante un esfuerzo mínimo FEV1 < 70% Variabilidad del PEF > 30% FEV1, volumen espiratorio forzado en el primer segundo; PEF, flujo espiratorio máximo. Adaptado de Plaza Moral et al., 2003. Cuadro 20.1 CRITERIOS Y CARACTERÍSTICAS DEL ÍNDICE PREDICTIVO DE ASMA (IPA) Criterios mayores Diagnóstico médico de asma en alguno de los padres Diagnóstico médico de eccema atópico Sensibilización a algún alergeno inhalado Criterios menores Presencia de rinitis alérgica diagnosticada por un médico (a los 2-3 años) Sibilancias no relacionadas con resfriados comunes Eosinofilia en sangre periférica igual o superior al 4% Sensibilización a la leche, el huevo o el cacahuete Características Lactantes con más de tres episodios de sibilancias al año durante los primeros 3 años de vida que cumplen un criterio mayor o dos criterios menores: ● Sensibilidad: 16% ● Especificidad: 97% ● Valor predictivo positivo: 77% ● Valor predictivo negativo: 68% respecto a lactantes con sibilancias recurrentes para desarrollar un asma en la edad escolar (6-13 años) Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 20 Asma en situaciones especiales 151 © E ls ev ie r. F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. bajas son el tratamiento inicial de elección en la mayoría de los niños asmáticos. En todos los niveles han de añadirse, a demanda del propio enfermo, un agonista β2-adrenérgico de acción corta (salbutamol, terbutalina) como medicación de ali- vio (o de rescate). El tratamiento de los niños menores de 3 años difiere del expuesto básicamente en que no emplea ni agonistas β 2-adrenérgicos de acción larga ni omalizumab. EDUCACIÓN Es similar a la expuesta, en el capítulo 18, para los adultos, pero en este caso debe incluir obligatoriamente a los padres o tutores del niño. INMUNOTERAPIA Podría estar indicada en casos bien seleccionados, con sensi- bilización a un solo alergeno (de preferencia un polen), con rinitis, un asma episódica frecuente o persistente moderada y con una pobre respuesta al tratamiento convencional. Valoración y tratamiento de la exacerbación La exacerbación del asma es una urgencia prioritaria, que debe reconocerse, evaluarse y tratarse adecuadamente. Cualquier niño con asma, aunque sea leve, puede padecer una exacer- bación grave, que puede desencadenarse por diversos agentes, como son los cambios atmosféricos, las infecciones, la exposi- ción a aeroalergenos o a irritantes, etc. No obstante, casi todas las exacerbaciones en la infancia se deben a infecciones víricas, fundamentalmente causadas por Rhinovirus. Ante una agudización, en primer lugar ha de efectuarse una valoración objetiva de su intensidad, lo que tiene como objeto adaptar, de forma individualizada, la pauta terapéutica e iden- tificar a los pacientes con mayor riesgo. Dicha valoración ha de realizarse en dos tiempos: al inicio (evaluación estática) y tras el tratamiento (evaluación dinámica) (fig. 20.1). La valoración objetiva del grado de obstrucción debe efectuarse mediante una espirometría (FEV1) o, en su defecto, con un medidor del PEF. Los valores inferiores al 50% del óptimo o del mejor valor personal identifican las exacerbaciones graves. En los pocos casos en los que no se pueda medir la función pulmonar se podría utilizar otra valoración clínica cuantificada (Pulmonary score), tal y como recoge la tabla 20.2. El objetivo del tratamiento es preservar la vida del niño y revertir la exacerbación lo más rápidamente posible. Para ello hay que disminuir las resistencias de las vías aéreas y mejorar el intercambio de gases. El tratamiento ha de iniciarse de manera inmediata. Debe incluir bajas concentraciones de oxígeno, dosis múltiples de broncodilatadores inhalados de acción rápida y glucocorticoesteroides sistémicos. La actuación diag- nóstica y terapéutica en la exacerbación en el niño no difiere sustancialmente de la que se hace en el adulto. Como es lógico, la valoración de la función pulmonar depende de su edad y las dosis de los fármacos han de ajustarse a su tamaño. En atención a la intensidad o gravedad de la agudización asmática se pro- ponen actuaciones terapéuticas diferenciadas, tal y como se expone en la figura 20.1. GESTACIÓN Y ASMA Se estima que, en la actualidad, la prevalencia del asma en la mujer gestante oscila entre el 3 y el 8%, lo que supone un aumento del 3% respecto a la década anterior. Históricamente se consideraba que el asma ocasionaba complicaciones en un tercio de las embarazadas, otro tercio mejoraba y otro tercio permanecía estable. Sin embargo, las revisiones sistemáticas de la literatura y un metaanálisis reciente, en el que solo se incluyeron estudios realizados con un grupo control, mencionan otras cifras. Efectos del embarazo sobre el asma Hasta el 20% de las mujeres asmáticas embarazadas sufre exacerbaciones de la enfermedad y el 6% precisa un ingreso Cuadro 20.2 TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO DE MANTENIMIENTO EN EL ASMA DEL NIÑO SEGÚN LA GRAVEDAD CLÍNICA Asma episódica ocasional: ● Agonista β2-adrenérgico de corta duración a inhalado (a demanda) Asma episódica frecuente: ● Glucocorticoesteroide inhaladob (< 200 µg/día) ● Considerar, en algunos casos, cambiar por un antagonista de los receptores de los leucotrienosc Asma persistente moderada: ● Glucocorticoesteroide inhaladob (200-400 µg/día) ● Considerar, en algunos casos, añadir un agonista β2-adrenérgico de larga duración d o un antagonista de los receptores de los leucotrienosc (para disminuir la cantidad de glucocorticoesteroides inhalados) Asma persistente grave: ● Glucocorticoesteroide inhaladob (400-800 µg/día) junto con un agonista β2-adrenérgico de larga duración d inhalado ● Considerar, en algunos casos, añadir un antagonista de los receptores de los leucotrienosc (si no hay respuesta al tratamiento anterior y para disminuir la cantidad de glucocorticoesteroides inhalados) o una teofilina de liberación retardada (si no hay respuesta al tratamiento anterior) ● Añadir un glucocorticoesteroide orale (< 10 mg/día) si el control clínico es insuficiente, valorando el balance riesgo-beneficio ● Administrar omalizumab en el caso de un asma grave alérgica mal controlada ● En todos los niveles ha de añadirse, como medicación de alivio administrada a demanda, un agonista β2-adrenérgico de corta duración. aSalbutamol, terbutalina. bBudesonida, beclometasona, fluticasona (mitad de las dosis de budesonida). cMontelukast, zafirlukast. dSalmeterol, formoterol. ePrednisona, metilprednisolona, deflazacort. Adaptado de Plaza Moral et al., 2003, y de Castillo Laita et al., 2007. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN III Enfermedades de las vías aéreas 152 FIGURA 20.1 Actuación diagnóstica y terapéutica en la exacerbación asmática del niño. FEV 1 , volumen espiratorio forzado en el primer segundo; IDM, inhalador de dosis medida; IV, vía intravenosa; NEB, vía nebulizada; PEF, flujo espiratorio máximo; puls., pulsaciones; SaO 2 , saturación arterial de oxígeno; UCI, unidad de cuidados intensivos; VO, vía oral. Tomado de Rodrigo et al., 2008. TABLA 20.2 Valoración clínica de la exacerbación asmática en el niño (Pulmonary score) Puntuación Frecuencia respiratoria Sibilancias Uso de la musculatura respiratoria accesoria < 6 años > 6 años 0 < 30 < 20 No No 1 31-45 21-35 Final de la espiración Incrementoleve 2 46-60 36-50 Toda la espiración Aumentado 3 > 60 > 50 Inspiración/espiración Máximo esfuerzo (sin estetoscopio) Puntuación de 0 a 3 en cada apartado Exacerbación leve 0-3; SaO2 > 94% Exacerbación moderada 4-6; SaO2 > 91-94% Exacerbación grave 7-9; SaO2 < 91% SaO2, saturación arterial de oxígeno. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 20 Asma en situaciones especiales 153 © E ls ev ie r. F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. hospitalario por una exacerbación grave. Estos porcentajes empeoran en las pacientes con un asma persistente grave, en las que hasta un 50% de ellas puede sufrir una exacerbación. Las agudizaciones se observan con más frecuencia al final del segundo trimestre. Los desencadenantes más habituales son los virus. Su aparición se correlaciona con un bajo cumplimiento o adherencia al tratamiento glucocorticoesteroideo inhalado de mantenimiento. Los resultados de algunos estudios sugieren que las mujeres embarazadas asmáticas en las que el feto es de sexo femeni- no padecen un deterioro de su condición asmática, con un mayor número de exacerbaciones y de hospitalizaciones por la enfermedad durante el período gestacional. Se considera que las pacientes cuya asma previa empeora en los primeros días de la menstruación también se controlan peor durante el embarazo. La rinitis asociada con el asma puede agravarse en las embarazadas al superponerse a la rinitis vasomotora que a veces acompaña a la gestación. Efectos del asma sobre el embarazo Las exacerbaciones graves se relacionan con un aumento de la morbilidad fetal, por hipoxemia, ocasionando una mayor incidencia de niños con bajo peso al nacer. Por el contrario, no se ha constatado en estudios recientes que exista asociación sig- nificativa alguna entre las agudizaciones y el parto prematuro o la preeclampsia, como se adujo en el pasado. Pueden observar- se efectos derivados del tratamiento —como malformaciones congénitas (paladar hendido) y menor tamaño del feto— por la administración de glucocorticoesteroides por vía oral. Tratamiento farmacológico del asma durante el embarazo TRATAMIENTO DE MANTENIMIENTO Un mal control del asma materno conlleva un mayor riesgo para el feto que los eventuales efectos teratógenos que pue- dan tener los medicamentos que habitualmente se emplean en el tratamiento de la enfermedad. Por tanto, los fármacos usados en el asma de la gestante deben ser los que se utilizan en cualquier otra mujer con el mismo grado de gravedad. En el cuadro 20.3 se indican los fármacos más comúnmente reco- mendados. Un estudio realizado en 2.014 recién nacidos cuyas madres fueron tratadas con budesonida durante la gestación no constató que la incidencia de la teratogenia (3,8%) fuera mayor que la que se observa en la población general (3,5%). No existe evidencia sobre la posible teratogenicidad de los agonistas β 2-adrenérgicos de acción larga administrados por vía inhalatoria (formoterol y salmeterol). Sin embargo, no hay experiencia suficiente como para determinar la seguridad de los antagonistas de los receptores de los leucotrienos durante el embarazo. TRATAMIENTO DE LA EXACERBACIÓN Los fármacos que han de emplearse en el tratamiento de la agudización asmática que aparece durante el embarazo tam- poco difieren sustancialmente de los usados en el tratamiento habitual de la exacerbación asmática que se produce en las mujeres no gestantes. No obstante, es conveniente administrar oxígeno de manera precoz y siempre que la saturación de la hemoglobina sea igual o inferior al 92%, con el objeto de prevenir la hipoxia fetal. Debe evitarse la adrenalina, por sus efectos secundarios al inducir una vasoconstricción uterina. En su lugar puede recurrirse a los agonistas β 2-adrenérgicos de acción corta (salbutamol o terbutalina), administrados por vía subcutánea. El cuadro 20.4 recoge la pauta terapéutica que comúnmente se recomienda. ASMA DE CONTROL DIFÍCIL Definición La guía internacional (Global initiative for asthma [GINA]) y la nacional para el diagnóstico y tratamiento del asma (Guía española para el manejo del asma [GEMA]) establecen que el asma está bien controlada cuando no existen síntomas propios de la enfermedad, exacerbaciones, necesidad de usar la medicación de alivio, ni restricciones en la actividad física diaria, y cuando, Cuadro 20.3 TRATAMIENTO DE MANTENIMIENTO DEL ASMA DURANTE EL EMBARAZO Tratamiento preventivo Indicación progresiva de los fármacos si no se alcanza un control adecuado: ● Cromonas o nedocromil sódico inhalados ● Glucocorticoesteroide inhalado (budesonida, beclometasona) ● Glucocorticoesteroide inhalado (budesonida, beclometasona) en dosis bajas junto con un agonista β2-adrenérgico de acción larga inhalado (formoterol, salmeterol) ● Glucocorticoesteroide inhalado (budesonida, beclometasona) en dosis altas junto con un agonista β2-adrenérgico de acción larga inhalado (formoterol, salmeterol) ● Glucocorticoesteroide oral (prednisona) adicional, ajustando la dosis a la mínima necesaria para mantener el control de la enfermedad Tratamiento sintomático ● Agonista β2-adrenérgico inhalado (salbutamol, terbutalina) ● Considerar emplear una teofilina oral (no en el primer trimestre de gestación) ● Glucocorticoesteroide oral (ciclo corto de 30-40 mg/día de prednisona) ● Si se precisa un antibiótico, considerar la posibilidad de una amoxicilina, una cefalosporina o un macrólido. Evitar las tetraciclinas, el cotrimoxazol y las quinolonas ● Si se precisa un agente antihistamínico, es preferible la vía tópica. El ketotifeno, las cromonas o la beclometasona por vía tópica son alternativas. Se desaconseja utilizar los descongestionantes nasales ● Si se precisa un fármaco antitusígeno, no debe emplearse la codeína; puede considerarse el dextrometorfano Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN III Enfermedades de las vías aéreas 154 además, la función pulmonar es adecuada y el tratamiento se tolera bien. En contraposición, el asma mal controlada es la que cursa con alguno de los anteriores supuestos. Se des- conocen las causas por las que ciertos pacientes padecen esta asma de mayor agresividad. El término asma refractaria al tratamiento o, mejor dicho, asma de control difícil (ACD) engloba, según la normativa de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), a todos aquellos pacientes que tienen un asma que se caracteriza por ser especialmente agresiva y que está poco o mal controlada, a pesar de seguir un programa terapéutico apropiado y ajustado a su gravedad clínica. No existen datos fiables que constaten la prevalencia de este tipo de asma dentro de la población asmática, pero se estima que oscila alrededor del 4% de los casos. Anatomía patológica No existe hallazgo anatomopatológico alguno que permita identificar el ACD. Las biopsias bronquiales efectuadas en personas que padecen esta situación muestran un conjunto heterogéneo de diferentes lesiones, por ejemplo, las siguientes: a) extensión de la típica inflamación asmática por linfocitos T-H 2 (inflamación eosinofílica); b) inflamación neutrofílica; c) cambios estructurales irreversibles, hipertrofia de las células musculares y obstrucción crónica al flujo aéreo, sin evidencia de inflamación; d) infiltrados de mastocitos; e) remodelado de la pared bronquial; f) inflamación distal bronquiolar y alveo- lar, y, en ocasiones, g) un conjunto variado de varios de los hallazgos anteriores. Diagnóstico La valoracióninicial de un paciente en el que se sospecha un ACD tiene como objetivo confirmar que padece un asma y que no existen otros factores asociados o enfermedades agra- vantes que pueden contribuir al supuesto mal control. Estas enfermedades y factores pueden agruparse en los siguientes apartados: ● Causas ajenas a la enfermedad: pobre o nula adhesión al tratamiento, deficiente técnica en la maniobra inhalatoria, exposición mantenida a alergenos, diagnóstico erróneo de asma o existencia de un «pseudoasma» (disfunción de las cuerdas vocales, tumores laringotraqueales, cuerpo extraño inhalado, traqueomalacia o malformaciones, entre otras), etc. ● Otras enfermedades concomitantes: bronquiectasias, síndrome de ansiedad-hiperventilación, hipertiroidismo, tabaquismo, reflujo gastroesofágico, síndrome de apneas e hipopneas del sueño. El diagnóstico final de un ACD ha de establecerse cuando se cumplen los dos criterios mayores o bien uno de los mayores y dos de los criterios menores que se reseñan en el cuadro 20.5. Diversos estudios han insistido en la eficacia de hacer una correcta valoración diagnóstica del ACD mediante protoco- los secuenciales. En la figura 20.2 se expone cuál debe ser la actuación inicial y en el cuadro 20.6 se refieren las distintas exploraciones complementarias que deben realizarse según la GEMA. La normativa de la SEPAR propone, a su vez, un crono- grama basado en un mínimo de tres visitas médicas durante un período de tiempo que varía entre 6 y 12 meses. Cuadro 20.4 TRATAMIENTO DE LA EXACERBACIÓN ASMÁTICA DURANTE EL EMBARAZO Agonista β2-adrenérgico de acción corta (salbutamol, terbutalina) inhalado, mediante una cámara o por nebulización, en las dosis habituales Metilprednisolona intravenosa Teofilina intravenosa, en el caso de una pobre respuesta al tratamiento anterior: ● Si no recibía antes: 5 mg/kg, en 20-30 minutos ● Dosis de mantenimiento: 0,5 mg/kg/hora controlando la respuesta, los efectos secundarios y los niveles séricos Agonista β2-adrenérgico de acción corta (salbutamol, terbutalina) subcutáneo, en el caso de una exacerbación con riesgo vital inminente Oxigenoterapia si la saturación de oxígeno respirando aire ambiente es < 92% Cuadro 20.5 CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DEL ASMA DE CONTROL DIFÍCIL O ASMA REFRACTARIA AL TRATAMIENTO, SEGÚN LA NORMATIVA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE NEUMOLOGÍA Y CIRUGÍA TORÁCICA (SEPAR)* Criterios mayores: ● Empleo de glucocorticoesteroides orales continuos o durante más de 6 meses en el último año ● Empleo continuo de glucocorticoesteroides inhalados en dosis elevadas (budesonida o equivalente > 1.200 µg/día o fluticasona > 880 µg/día), junto con otro fármaco antiasmático, habitualmente un agonista β2-adrenérgico de acción larga Criterios menores: ● Necesidad diaria de un agonista β2-adrenérgico (de acción corta) de alivio o rescate ● FEV1 < 80% del valor teórico o variabilidad del PEF > 20% ● Una o más visitas a urgencias en el año previo ● Tres o más ciclos de glucocorticoesteroides orales en el año previo ● Episodio de asma de riesgo vital previo ● Rápido deterioro de la función pulmonar *El diagnóstico de asma de control difícil se establece cuando, tras haber descartado una falsa asma de control difícil, se constatan los dos criterios mayores, o uno de ellos junto con dos de los menores. Tomado de López Viña et al, 2005. FEV1, volumen espiratorio forzado en el primer segundo; PEF, flujo espiratorio máximo. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 20 Asma en situaciones especiales 155 © E ls ev ie r. F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. Fenotipos del asma de control difícil Clásicamente se han identificado diferentes variantes o feno- tipos del asma, que se definían en función de la característica que los agrupaba: a) fenotipos clínicos: grave, lábil, con obs- trucción crónica al flujo aéreo, resistente al tratamiento, de edad de inicio precoz o tardía; b) fenotipos según el factor desencadenante: por intolerancia al ácido acetilsalicílico o a los fármacos antiinflamatorios no esteroideos, por aeroalergenos ambientales, por aeroalergenos ocupacionales, relacionada con la menstruación, desencadenada por el ejercicio, y c) fenotipos inflamatorios: eosinofílica, neutrofílica y paucigranulocítica. Cuadro 20.6 TÉCNICAS Y ACTITUDES DIAGNÓSTICAS RECOMENDADAS EN EL ESTUDIO DEL ASMA DE CONTROL DIFÍCIL 1. Confirmar el diagnóstico de asma a. Espirometría con prueba broncodilatadora b. Prueba de broncoconstricción inespecífica (p. ej., con metacolina, con histamina, con carbacol, etc.) c. Variabilidad diaria del flujo espiratorio máximo 2. Confirmar el apropiado cumplimiento terapéutico a. Ingreso hospitalario para seguir un tratamiento supervisado b. Determinar el nivel matutino del cortisol plasmático (en los pacientes en tratamiento con glucocorticoesteroides orales) 3. Evaluación de otras enfermedades respiratorias a. Determinación de los volúmenes pulmonares estáticos b. Test de difusión alveolocapilar c. Tomografía computarizada de los senos paranasales y de las vías aéreas altas d. Tomografía computarizada de alta resolución de tórax e. Recuento de células inflamatorias en el esputo inducido f. Medición de la fracción exhalada del óxido nítrico (FeNO) g. Laringoscopia h. Broncoscopia 4. Evaluación de los factores agravantes a. Pruebas alérgicas cutáneas e inmunoglobulina E en sangre b. pH-metría esofágica c. Evaluación psiquiátrica d. Evaluación del riesgo laboral respiratorio 5. Fenotipo inflamatorio bronquial (mediante el análisis de un esputo inducido) FIGURA 20.2 Algoritmo para el diagnóstico de asma de control difícil (ACD). Modificada de la Guía Española para el Manejo del Asma (GEMA 4.0). Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN III Enfermedades de las vías aéreas 156 Recientemente, las modernas técnicas bioestadísticas, como el análisis en racimos (cluster analysis), han permitido depurar la existencia de los fenotipos mencionados y perfilarlos mejor. En el asma grave se han descrito cinco variantes clínicas o fenotipos: alérgica infantil menos grave, alérgica infantil grave, asociada con la obesidad, eosinofílica de inicio tardío y neu- trofílica. En la figura 20.3 se recogen sus principales caracterís- ticas clínicas. Tratamiento EDUCACIÓN La educación del enfermo asmático no se diferencia en estos casos, en cuanto a sus contenidos, de la que habitualmente se recomienda para el resto de la población asmática, aunque en estos pacientes debe realizarse de manera más rigurosa, individualizada y perseverante. En los individuos con una hipersensibilidad demostrada a los aeroalergenos han de extre- marse las medidas de evitación. Debe animarse al enfermo a abandonar el tabaquismo. Si se fracasa, ha de proporcionársele la ayuda necesaria. Asimismo, deben establecerse los planes de autocontrol y de autotratamiento basados en síntomas y en la medición del PEF. Han de establecerse planes de emergencia para el supuesto de una crisis. Estos planes deben ser sencillos en su elaboración y han de transmitirse al enfermo de forma oral y por escrito. FÁRMACOS El tratamiento farmacológico del ACD es el que se ha descrito en los escalones 4 y 5 de la GINA o en los escalones 5 y 6 de la GEMA. A los pacientes debe administrárseles un tratamiento con glucocorticoesteroides inhalados en dosis elevadas (bude- sonida o beclometasona 1.200 µg/día, fluticasona 750 µg/día), agonistas β2-adrenérgicos de acción prolongada (salmeterolo formoterol) y agonistas β2-adrenérgicos de acción corta como medicación de alivio o rescate (salbutamol o terbutalina). Han de añadirse otros fármacos si persiste el mal control, tales como el montelukast oral, la teofilina oral y, probablemente también, los anticolinérgicos de acción larga inhalados (tiotropio). En los pacientes con un ACD alérgica ha de considerarse la posibilidad de instaurar un tratamiento con omalizumab. Se trata de un anticuerpo monoclonal humanizado con capacidad para bloquear la inmunoglobulina E. Su administración alivia significativamente los síntomas y reduce las exacerbaciones de los pacientes con un asma persistente grave alérgica mal con- trolada. En los individuos que siguen un tratamiento continuo con glucocorticoesteroides orales deben ponerse en marcha las oportunas medidas preventivas de la osteoporosis. En los casos en los que resulta imposible obtener un control óptimo, el objetivo del tratamiento se dirige a conseguir los mejores resultados posibles con los mínimos efectos secundarios. Se desaconseja el empleo de los llamados inmunomoduladores, pues el escaso beneficio terapéutico que aportan los hasta hoy FIGURA 20.3 Fenotipos del asma grave. Modificado de Moore et al., 2010. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 20 Asma en situaciones especiales 157 © E ls ev ie r. F ot oc op ia r si n au to riz ac ió n es u n de lit o. disponibles con frecuencia se produce a costa de graves efectos secundarios. En el caso de que se sospeche la existencia de una rinitis crónica obstructiva concomitante, puede recurrirse a los glucocorticoides nasales tópicos. OTROS TRATAMIENTOS Recientemente se ha introducido la denominada termoplastia bronquial en el tratamiento de estos pacientes. Se trata de una técnica broncoscópica que reduce la broncoconstricción al dis- minuir la capa muscular lisa de la pared bronquial mediante la aplicación transendoscópica de calor por radiofrecuencia. Bibliografía Alonso Mostaza S, Álvarez Rodríguez C, Gómez-Outes A, Gómez Ruiz F, López Viña A, Molina París J, et al. GEMA 4.0. Guía española para el manejo del asma. Madrid: Luzán 5 S.A. de Ediciones. 2015. Dis- ponible en: www.gemasma.com. Consultado en junio de 2015. American Thoracic, Society. Proceedings of the ATS workshop on refrac- tory asthma. 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Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org Botón1:
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