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702 CAPÍTULO © 2017. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos Afectación respiratoria en las enfermedades neuromusculares INTRODUCCIÓN Los músculos respiratorios, de tipo esquelético estriado, son los encargados de generar las diferencias de presión responsables de los movimientos ventilatorios (cuadro 84.1). Desde el punto de vista estructural se caracterizan por tener un porcentaje muy superior de fibras resistentes a la fatiga, lo que les permite realizar trabajos de baja intensidad, pero de larga duración, como es el de la ventilación. CONCEPTOS GENERALES SOBRE LAS ENFERMEDADES NEUROMUSCULARES Las enfermedades neuromusculares originan un trastorno en el sistema muscular en todo el organismo, incluida la musculatu- ra respiratoria (cuadro 84.2). Sin embargo, conviene recordar que las complicaciones broncopulmonares son la principal causa de muerte en esas enfermedades, cuya historia natural ha cambiado mucho en los últimos años gracias a los avances que se han producido en el diagnóstico de esas complicaciones y al enfoque multidisciplinar que se ha dado a su tratamiento. Conviene recordar que en la aparición de las complicaciones de estas neuromiopatías se ven implicados tres grupos musculares: el de los músculos inspiratorios, el de los músculos espiratorios y el de los músculos orofaríngeos. Cuando estos grupos mus- culares fallan se producen, respectivamente, las tres situaciones siguientes: una hipoventilación alveolar, una tos ineficaz y una alteración en los mecanismos de protección de la vía aérea. Hipoventilación alveolar La debilidad progresiva de la musculatura inspiratoria con- duce a un patrón respiratorio que se caracteriza por tener unos volúmenes corrientes bajos y una frecuencia respiratoria aumentada (como consecuencia de la reducción del tiempo inspiratorio, con lo que se acorta el tiempo de contracción del diafragma). Aparece así un patrón ventilatorio más ineficaz, en el que aumenta la ventilación del espacio muerto. Además, la debilidad muscular hace que disminuya la distensibilidad pul- monar y de la caja torácica, con la consiguiente sobrecarga de trabajo y el mayor riesgo de fatiga de esos músculos. Un factor favorecedor adicional de la hipoventilación es la afectación de la regulación central de la ventilación, un defecto que acom- paña a algunas enfermedades como la distrofia miotónica de Steinert. Las anomalías descritas inducen una hipoventilación que, al comienzo, solo se produce durante la noche, sobre todo coincidiendo con las fases de sueño REM (rapid eye movement), pero que luego, de manera progresiva, se extiende a la totalidad del tiempo de sueño y, por último, a las 24 horas del día. Tos ineficaz La ineficacia de la tos se debe, en esencia, a la debilidad de la musculatura espiratoria (músculos intercostales internos y abdominales), aunque también al trastorno existente en los demás grupos musculares respiratorios. Para generar una tos 84 Cuadro 84.1 MÚSCULOS QUE INTERVIENEN EN LOS MOVIMIENTOS RESPIRATORIOS Músculos inspiratorios: ● Diafragma ● Músculos intercostales externos ● Músculos paraesternales ● Músculos accesorios (especialmente escalenos, esternocleidomastoideo y dorsal ancho) Músculos espiratorios: ● Músculos abdominales (transversos, recto anterior y oblicuos) ● Músculos intercostales internos Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 84 Afectación respiratoria en las enfermedades neuromusculares 703 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. efectiva se requiere una inspiración profunda previa (musculatura inspiratoria), que ha de seguirse de una contracción máxima de los músculos espiratorios y de un cierre de glotis, con su pos- terior apertura (musculatura orofaríngea) y generación de un flujo espiratorio capaz de eliminar las secreciones o materias extrañas que estén presentes (tabla 84.1). Alteración en los mecanismos de protección de la vía aérea Las anomalías de la musculatura orofaríngea, además de con- tribuir a la ineficacia de la tos, pueden favorecer los trastornos de la deglución, lo que aumenta el riesgo de aparición de fenómenos de broncoaspiración. ¿CUÁNDO DEBE MEDIRSE LA FUNCIÓN DE LA MUSCULATURA RESPIRATORIA? La medida de la función de la musculatura respiratoria ha de realizarse en las enfermedades neuromusculares, al igual que en otras, como parte de un proceso diagnóstico que debe incluir una anamnesis, una exploración física, las oportunas técnicas de imagen y el correspondiente estudio funcional res- piratorio. En la clínica se presentan diferentes situaciones que deben sugerir la necesidad de efectuar una valoración funcional detallada de los músculos respiratorios. A continuación se hace referencia a cada una de esas situaciones. Presencia de síntomas o signos que sugieren una afectación de la musculatura respiratoria Las manifestaciones clínicas de la disfunción muscular res- piratoria dependen no solo de la intensidad del trastorno, sino también de su forma de aparición —bien sea aguda o crónica— y de la capacidad para realizar actividad física que tenga el individuo. Los síntomas y los signos más habituales que deben llevar a sospechar la existencia de una debilidad muscular respiratoria son la hipersomnia diurna, la cefalea matutina, el sueño no reparador, la ortopnea, la disnea no explicada, la reducción de la amplitud de la voz, la aparición de una disnea que impide hablar unas cuantas palabras segui- das, la tos ineficaz, las infecciones respiratorias frecuentes, etc. También debe sospecharse en los individuos en los que se observa una disminución de la capacidad vital, una hipercapnia o desaturaciones nocturnas de oxígeno no apneicas. La lesión de la musculatura de las extremidades suele preceder a la propia afectación respiratoria y, por tanto, esta última suele pasar inadvertida en las fases iniciales de la enfermedad neuro- muscular. La debilidad de la musculatura periférica imposibilita o dificulta que el sujeto realice ejercicios que requieren unos niveles de ventilación elevados. Por tanto, la disnea no suele ser perceptible hasta fases algo evolucionadas del proceso causal. Pacientes con una enfermedad conocida que afecta a la musculatura respiratoria y en los que debe realizarse periódicamente una valoración de su situación funcional En los pacientes que tienen una neuromiopatía que implica a la musculatura respiratoria debe efectuarse periódicamente una evaluación funcional, en la que ha de prestarse una atención especial tanto a los músculos inspiratorios como a los espira- torios (fig. 84.1). TABLA 84.1 Requerimientos para tener una tos normal Pasos Musculatura implicada ELA Distrofinopatías Inspiración previa hasta un 85-90% de la TLC Inspiratoria X √ Cierre glótico durante 0,2 segundos Bulbar X √ Presión intratorácica suficiente como para obtener un flujo espiratorio > 6 L/segundo Espiratoria X √ ELA, esclerosis lateral amiotrófica; TLC, capacidad pulmonar total; X, deteriorado; √, conservado. Cuadro 84.2 ENFERMEDADES NEUROMUSCULARES QUE CURSAN CON UNA AFECTACIÓN RESPIRATORIA Encéfalo: ● Síndrome de hipoventilación alveolar primaria ● Síndrome de Arnold-Chiari ● Síndrome de Ondine Médula espinal: ● Traumatismos ● Mielomeningocele ● Siringomielia Asta anterior de la médula espinal: ● Secuelas de una poliomielitis ● Esclerosis lateral amiotrófica ● Enfermedad de Werdnig-Hoffmann Nervios periféricos: ● Neuropatías (enfermedad de Charcot-Marie-Tooth) ● Lesiones del nervio frénico ● Síndrome de Guillain-Barré Músculos: ● Distrofia muscular de Duchenne ● Distrofia miotónica (enfermedades de Steiner y de Thomsen) ● Distrofia facioescapulohumeral ● Parálisis diafragmática● Déficit de maltasa ● Miastenia grave ● Enfermedad de Eaton-Lambert Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN XI Patología de la caja torácica 704 Evaluación de un paciente con una disnea de causa desconocida En el estudio de un individuo con una disnea de causa desco- nocida debe pensarse, tras realizar una valoración de las causas respiratorias o cardíacas más frecuentes, en la posibilidad de que exista una afectación de la musculatura respiratoria. Debe recordarse, por ejemplo, que entre un 3 y un 5% de las personas que padecen una enfermedad de la motoneurona debuta con síntomas respiratorios. EVALUACIÓN FUNCIONAL DE LOS MÚSCULOS RESPIRATORIOS EN LAS ENFERMEDADES NEUROMUSCULARES Espirometría, volúmenes pulmonares e intercambio gaseoso Son las primeras pruebas que deben llevarse a cabo en cual- quier paciente neuromuscular que refiere alguna manifestación respiratoria. Los enfermos que tienen un trastorno muscular sufren un defecto ventilatorio de tipo restrictivo, que se traduce en una reducción de la capacidad vital forzada (FVC). La sensi- bilidad diagnóstica de esta variable aumenta si la espirometría se realiza en sedestación y luego en decúbito supino. Un des- censo superior al 20% entre la primera y la segunda exploración sugiere que existe una lesión diafragmática. Al contrario, una FVC en decúbito supino que sea normal descarta, casi con seguridad, la participación de la musculatura respiratoria en la anomalía existente (fig. 84.2). En las neuromiopatías también se reduce la capacidad pulmonar total (TLC), la capacidad inspiratoria (IC) y la capacidad residual funcional (FRC). El volumen residual (RV) suele estar más conservado, quizás por la presencia concomitante de una deficiencia en la musculatura espiratoria. En el intercambio pulmonar gaseoso, aunque lo típico es la hipercapnia con un gradiente alveolocapilar de oxígeno conservado, la progresión de la enfermedad suele ocasionar una hipoxemia ligera. Tradicionalmente se ha atribuido esta hipoxemia a la disfunción de la musculatura espiratoria y la hipercapnia a la afectación inspiratoria (fig. 84.3). Estudio de las alteraciones respiratorias del sueño Las alteraciones del intercambio gaseoso suelen iniciarse duran- te el sueño, en el que el tono muscular es menor. La hipo- ventilación nocturna aparece al comienzo en las fases REM, para extenderse luego a todo el período nocturno. Algunas enfermedades neuromusculares pueden aumentar el número de apneas e hipopneas que suceden durante la noche. Sin embargo, a medida que la debilidad avanza, no es raro que el ronquido y el síndrome de apneas e hipopneas del sueño pierdan protagonismo por la progresiva debilidad diafragmá- tica que se produce. FIGURA 84.1 Diagrama diagnóstico que debe aplicarse ante la sospecha de una debilidad de la musculatura inspiratoria. EMG, electromiograma; FVC, capacidad vital forzada; Pdi, presión transdiafragmática; PImáx, presión inspiratoria máxima voluntaria; SNIP, presión inspiratoria máxima medida en la nariz mediante una maniobra de sniff. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 84 Afectación respiratoria en las enfermedades neuromusculares 705 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Valoración específica de la función muscular respiratoria En la práctica clínica, la fuerza muscular respiratoria se valora indirectamente midiendo las presiones que se generan durante una inspiración o una espiración máximas. La presión que se consigue se debe a todos los músculos implicados y no es especí- fica de un músculo concreto. En este apartado deben considerar- se tres tipos de pruebas: la determinación de la fuerza muscular respiratoria, la medida de la resistencia muscular respiratoria y el análisis de la reserva muscular respiratoria frente a la fatiga. MEDICIÓN DE LA FUERZA MUSCULAR RESPIRATORIA Se efectúa midiendo la capacidad del sujeto para producir una tensión durante una maniobra inspiratoria o espiratoria máxi- mas. La presión se mide en diferentes lugares (la boca, las fosas nasales, el esófago y el estómago) y puede cuantificarse a través de maniobras voluntarias o mediante la estimulación eléctrica o magnética del nervio frénico o de las raíces nerviosas. Presiones respiratorias máximas voluntarias medidas en la boca Las presiones respiratorias máximas voluntarias —inspiratoria (PImáx) y espiratoria (PEmáx)—, medidas en la boca, son las estimaciones no invasivas de la fuerza muscular respiratoria que se emplean con más frecuencia. Estas presiones se valoran en la boca frente a una vía aérea ocluida, utilizando para ello un esfuerzo inspiratorio o espiratorio máximo breve. La manio- bra suele realizarse a RV para la PImáx y a TLC para la PEmáx. Hacerla a FRC sería teóricamente más apropiado, pues así se neutralizaría el efecto de la distensibilidad de la pared torácica y del pulmón, con lo que se reflejaría mejor la tensión generada por los músculos respiratorios. Sin embargo, las maniobras son más reproducibles si se llevan a cabo desde posiciones extremas (RV y TLC). Se ha señalado que la PImáx es una variable más sensible que la FVC. No obstante, aunque una cifra normal suele servir para excluir una afectación clínicamente relevante de la fuerza muscular inspiratoria, un valor bajo debe inter- pretarse con precaución. Es decir, el valor predictivo negativo es bueno, pero el valor predictivo positivo es pobre. Además, se trata de pruebas técnicamente exigentes, no válidas en los individuos en los que la musculatura orofaríngea está compro- metida. Por último, al realizar la maniobra debe permitirse al paciente que descanse 1 minuto entre cada uno de los sucesivos intentos y efectuar al menos cinco, con el objeto de conseguir que la diferencia existente entre las dos mejores sea inferior a 5-10 cm H2O. FIGURA 84.2 Fisiopatología del fracaso de la musculatura respiratoria. V/Q, ventilación/perfusión. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN XI Patología de la caja torácica 706 Presión inspiratoria máxima medida en la nariz mediante una maniobra de sniff (SNIP) Su mayor ventaja estriba en que se efectúa mediante una maniobra natural y fácil de comprender por el enfermo. Ade- más, los valores que se obtienen reflejan las presiones existentes en el esófago, por lo que no son intercambiables, sino com- plementarios, de los que ofrece la Pimáx. En un individuo con una PImáx baja, la realización de una SNIP permite clarificar el proceso diagnóstico. Es una prueba muy útil cuando existe debilidad facial, una mala oclusión bucal o alguna anomalía en la musculatura orofaríngea. Medida de las presiones en el esófago y el estómago En ocasiones puede ser necesario medir las presiones directa- mente en el esófago (Pes) o en el estómago (Pga). La Pes refleja las presiones pleurales y la Pga habla de las presiones abdomi- nales. La diferencia entre ambas es la presión transdiafragmática (Pdi = Pga – Pes), que es una medida bastante específica de la función diafragmática. El catéter colocado en el estómago tam- bién permite cuantificar la presión que se genera con la tos, lo que puede ser de interés cuando se valora la musculatura espiratoria. Flujo pico espiratorio medido con la tos Se cuantifica con un medidor de pico flujo o conun neumota- cógrafo tras realizar un esfuerzo tusígeno vigoroso. Este valor sirve para estimar el grado de eficacia que tienen los músculos espiratorios. En los adultos es superior a 350 L/minuto. Cifras más bajas, sobre todo cuando son inferiores a 270 L/minuto, indican que la capacidad para eliminar las secreciones res- piratorias está limitada. La medición puede hacerse de manera espontánea o «asistiendo» (ayudando) a la tos mediante una maniobra de compresión abdominal. Determinaciones no voluntarias de la fuerza muscular respiratoria Las medidas voluntarias de la fuerza muscular respiratoria tienen el sesgo de que requieren de esfuerzos máximos, que muchas veces son difíciles de conseguir. Para superar esta difi- cultad, la medición puede hacerse gracias a la estimulación eléctrica o magnética del nervio frénico. Aunque estas técnicas no se emplean de modo habitual, pueden estar indicadas en estudios de investigación o en los individuos que no colaboran en las maniobras voluntarias. MEDIDA DE LA RESISTENCIA MUSCULAR RESPIRATORIA Aporta información adicional, sobre todo cuando la debilidad muscular inspiratoria es muy leve. En estos casos puede ayudar a desenmascarar un trastorno de este tipo. Las técnicas más utilizadas son las dos que se describen a continuación. FIGURA 84.3 Decisiones terapéuticas en los pacientes que padecen una enfermedad neuromuscular progresiva. FVC, capacidad vital forzada; PaCO 2 , presión arterial de anhídrido carbónico; VMNI, ventilación mecánica no invasiva; VMI, ventilación mecánica invasiva. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 84 Afectación respiratoria en las enfermedades neuromusculares 707 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Pruebas inespecíficas Son pruebas de esfuerzo físico, como la prueba de la marcha (de 6 o de 12 minutos), la ergometría respiratoria o la ventila- ción voluntaria máxima. Pruebas específicas Evalúan de manera específica la musculatura respiratoria al recurrir a circuitos diferenciales (colocando una carga o una resistencia), que permiten sobrecargar mecánicamente el grupo muscular que se desea estudiar (inspiratorio o espiratorio). ANÁLISIS DE LA RESERVA FUNCIONAL RESPIRATORIA FRENTE A LA FATIGA Tiene un gran interés desde un punto de vista clínico porque puede predecir el fracaso ventilatorio de causa muscular antes de que este se produzca. Existen diversos índices, pero el más empleado es el denominado índice de tensión-tiempo (ITT), que sirve para evaluar la relación existente entre la presión desa- rrollada por los músculos respiratorios a volumen corriente y la máxima presión que son capaces de alcanzar. Para ello es necesario conocer la relación existente entre el tiempo ins- piratorio (TI) y el tiempo total del ciclo respiratorio (índice TI/Ttot). El ITT puede calcularse para todos los músculos ins- piratorios en la boca (Pboca/PImáx × TI/Ttot) y el esófago (Pes/ Pesmáx × TI/Ttot) y, de manera específica, para el diafragma (Pdi/Pdimáx × TI/Ttot). Cuando en un individuo las presiones respiratorias son superiores al 40% de su máximo posible o se emplea en la inspiración más del 40% del total del ciclo respiratorio, puede afirmarse que tiene el riesgo de sufrir un fracaso ventilatorio. Esto ocurre cuando el ITT es superior a 0,2. Técnicas de imagen La radiografía de tórax es de poco valor en el estudio de las enfermedades neuromusculares, incluso aunque se compare la realizada en inspiración con la efectuada en espiración. Del mismo modo, la fluoroscopia tiene —además de una obvia complejidad para llevarla a cabo en la práctica— una sensi- bilidad y una especificidad bajas. La ecografía permite ver los movimientos del diafragma y medir el espesor del músculo en sus zonas de inserción en la cara interna de la caja torácica. Casi no requiere la colaboración del paciente, es portátil y se tolera muy bien. Por último, en la radiografía de tórax puede observarse, en algunos casos, la elevación de ambos hemidia- fragmas, que es muy poco específica, o un ascenso unilateral en el caso de las parálisis que afectan a un solo lado. ENFERMEDADES NEUROMUSCULARES ESPECÍFICAS La afectación de los músculos respiratorios se produce en la evolución de muchas enfermedades neuromusculares y la forma de presentación puede ser tanto aguda (síndrome de Guillain-Barré, crisis miasténica, etc.) como progresiva, que es lo más frecuente. En este último caso hay que diferenciar la evolución rápidamente progresiva, como la que ocurre en la esclerosis lateral amiotrófica, de la lentamente progresiva, como la que se observa en la enfermedad de Duchenne o en la distrofia miotónica de Steinert. Esclerosis lateral amiotrófica Es una enfermedad que afecta a las motoneuronas del asta anterior de la médula espinal y de los pares craneales motores. En el 90-95% de las ocasiones es de presentación esporádica, mientras que en el 5-10% de las veces es de origen familiar. La prevalencia se sitúa en torno a unos 5 casos/100.000 habitantes. Se observa con más frecuencia en los hombres y suele ponerse de manifiesto entre los 40 y los 70 años de edad. Desde un punto de vista respiratorio, es el prototipo de neuromiopatía rápidamente progresiva. Tiene una mediana de supervivencia tras el diagnóstico de 2 años y una mortalidad del 80% antes de los 5 años. Los rasgos distintivos de esta enfermedad son la rapidez de su evolución y la afectación bulbar. Distrofia muscular de Duchenne La distrofia muscular de Duchenne es una de las miopatías más comunes en la infancia. Su prevalencia se estima en 3 casos/100.000 habitantes. Tiene una base genética, ya que es un trastorno hereditario recesivo ligado al cromosoma X. Se debe a una mutación del gen de la proteína denominada distrofina. Su curso es muy estereotipado. Los primeros signos motores aparecen a los 2 o 3 años de edad. La capacidad para caminar se pierde a los 10 o 12 años. Desde un punto de vista respiratorio se diferencian tres fases: a) de incremento de la FVC, que se produce hasta los 10 años; b) de estabilización y lento deterioro de la FVC (30 mL/año), y c) de caída de la FVC, con decrementos anuales de unos 250 mL/año. La FVC máxima suele alcanzarse hacia los 10 años de edad. Si esta es entonces menor de 1.200 mL, la insuficiencia respiratoria se produce entre los 13 y los 17 años. Si ha sido mayor de 1.700 mL, no suele ocurrir antes de los 21 años. La hipercapnia surge, como norma, cuando la FVC cae por debajo de 500-700 mL. TRATAMIENTO La insuficiencia respiratoria es la principal causa de morbi- mortalidad en los pacientes que padecen una enfermedad neuromuscular. El tratamiento de estos casos precisa de la colaboración de un equipo médico multidisciplinar, que idealmente debiera estar constituido por un neurólogo, un neumólogo, un digestólogo, un rehabilitador, un fisiotera- peuta, un dietista, un psiquiatra, un terapeuta ocupacional, un otorrinolaringólogo, un traumatólogo y, a veces, incluso por algún otro especialista. Tratamiento de la disfunción respiratoria en las enfermedades neuromusculares El desarrollo de la ventilación mecánica no invasiva (VMNI), ocurrido en los últimos años, ha tenido un impacto considerable en la historia natural de todas las neuromiopatías en las que la insuficiencia respiratoria es una de las causas, casi siempre la más frecuente, de muerte prematura. En efecto, en estos pacientes la ventilación mecánica domiciliaria (VMD) ha aumentado mucho la supervivencia de los enfermos y ha mejorado de manera nota- ble su calidad de vida. No obstante, la aplicación de esta nueva modalidad terapéutica plantea en estos casos tres problemas fundamentales, que se describen a continuación. Descargadode ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN XI Patología de la caja torácica 708 ¿CUÁNDO DEBE INICIARSE UNA VENTILACIÓN MECÁNICA NO INVASIVA? En el momento actual la tendencia se dirige a iniciar la VMD en las fases precoces en cualquier enfermedad neuromuscular. Un trabajo reciente ha evidenciado que la supervivencia (desde el diagnóstico) en los sujetos que padecen una esclerosis lateral amiotrófica es superior si se da comienzo a la VMD cuando la FVC es mayor del 65%. También ha puesto de manifies- to la conveniencia de instaurar una VMNI en los pacientes que tienen una hipoventilación alveolar nocturna, incluso en ausencia de hipercapnia en vigilia. La decisión de iniciar la VMD puede depender de la enfer- medad concreta que padece el individuo, pero también de la velocidad de progresión que se aprecia en cada caso. En la esclerosis lateral amiotrófica la VMD debe comenzarse antes, cuando la afectación funcional respiratoria es aún leve, que en la distrofia muscular de Duchenne. En nuestra experiencia, el tratamiento ha de pautarse, en el primer caso, cuando la FVC está alrededor del 55%, mientras que en el segundo debe hacer- se cuando la FVC llega a un 20-25%. Esto quiere decir que los pacientes que tienen una esclerosis lateral amiotrófica quizás tienen una insuficiencia respiratoria clínicamente relevante cuando su FVC es casi tres veces superior que la que muestran los enfermos que padecen una distrofia muscular de Duchenne. En general, se acepta que la indicación de la VMNI debe establecerse mediante la valoración combinada de los siguien- tes tres aspectos: ● Datos clínicos que orientan hacia la existencia de una dis- función de la musculatura respiratoria. ● Afectación de la función muscular en vigilia, cuya aparición es variable en las diferentes enfermedades. Por ejemplo, debe considerarse en la distrofia muscular de Duchenne en la que la FVC está por debajo de 0,8-1 L, mientras que en la esclerosis lateral amiotrófica se recomienda valorarla cuando la FVC es inferior al 60-65% del valor teórico o cuando se producen descensos superiores al 20% al adoptar el decúbito supino. Al respecto, las pruebas que sirven para evaluar de forma más específica los músculos respiratorios tienen un papel claro en el diagnóstico y el seguimiento de la lesión respiratoria. Sin embargo, su importancia práctica en la indicación de la VMD está menos clara. Y esto es así, sobre todo, por las dificultades de colaboración que se encuentran en los pacientes que sufren una neuromiopatía avanzada. En algunos trabajos se refiere que cifras de la PImáx o de la SNIP por debajo de 40 cm H2O o inferiores a un 60% del valor teórico son un criterio válido para iniciar el tratamiento ventilatorio. ● Constatación de una hipoventilación alveolar nocturna en ausencia de hipercapnia en vigilia. En general, basta con la utilización de una pulsioximetría nocturna o, mejor aún, de su combinación con la monitorización de la presión parcial transcutánea del anhídrido carbónico (PtcCO 2). En circuns- tancias poco habituales puede requerirse la realización de una poligrafía respiratoria o de una polisomnografía. Es difícil definir puntos de corte para la indicación de la VMD. Es más que probable que no puedan darse con precisión. Además, debe tenerse en cuenta que la saturación trans- cutánea de oxígeno (StcO 2) es un reflejo poco sensible de la hipoventilación nocturna, por lo que se han propuesto, como alternativa, otros dos criterios: una StcO2 media noc- turna menor del 93% o una StcO2 menor del 90% durante, al menos, un 5% del registro de sueño. Otros autores se han basado en la existencia de una hipoventilación nocturna utilizando la PtcCO2 y considerando la existencia de valores pico superiores a 6,5 kPa (50 mm Hg). Puede concluirse que en los pacientes que tienen una enfer- medad neuromuscular con datos clínicamente relevantes en uno o más de los apartados anteriores debe considerarse la indicación de la VMD. No obstante, siempre han de tenerse en cuenta los deseos personales del individuo, los valores humanos en sentido estricto, la posibilidad de recibir cuidados en su domicilio y los recursos sanitarios disponibles. ¿CUÁNDO DEBE REALIZARSE UNA TRAQUEOTOMÍA? En los pacientes con una enfermedad neuromuscular la tra- queotomía puede plantearse en tres situaciones siguientes: ● Pacientes en los que el tiempo libre de VMNI es escaso. Los individuos con una distrofia muscular de Duchenne o con una esclerosis lateral amiotrófica sin afectación bulbar que cumplen bien con el tratamiento pueden mantener- se con una VMD que se aplique casi las 24 horas del día durante un tiempo relativamente prolongado (meses) de la historia natural de su enfermedad. Sin embargo, en los sujetos en los que existe una afectación bulbar o en los que la VMNI es menos eficaz debe plantearse la posibilidad de una traqueotomía con una VMNI de menor dependencia. En los enfermos que tienen una alta dependencia y que son colaboradores, una alternativa es la de combinar diferentes accesos no invasivos. ● Pacientes que manejan mal las secreciones respiratorias, circunstancia que es muy importante en la esclerosis lateral amiotrófica que tiene afectación bulbar. ● Pacientes que han requerido un ingreso en una unidad de cuidados intensivos, con intubación orotraqueal, y en los que se ha realizado una traqueotomía como única opción para progresar y salir de dicha unidad. En los enfermos que tienen una buena función bulbar y que son capaces de hablar antes de someterse a una traqueotomía pueden emplearse cánulas sin balón de neumotaponamiento, con lo que es posible mantener luego una buena fonación. Sin embargo, los individuos que tienen una afectación bulbar grave precisan, con frecuencia, de cánulas con un balón inflado, por lo que no van a ser capaces de hablar. La esclerosis lateral amiotrófica es, quizás, la neuromiopatía en la que pueden plantearse más dudas a la hora de iniciar una VMD. Tanto es así que la proporción de enfermos que recibe este tratamiento oscila entre el 15 y el 40%. Menos del 10% de los casos termina con una traqueotomía. En realidad, las decisiones terapéuticas suelen tomarse en función de diversos factores, en especial los que se relacionan con la actitud del equipo médico ante estas enfermedades y con la percepción sobre la calidad de vida que tiene cada paciente. Antes de tomar la decisión de someterse a una traqueoto- mía, la persona que padece una esclerosis lateral amiotrófica y su familia deben comprender que la muerte puede retrasarse Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 84 Afectación respiratoria en las enfermedades neuromusculares 709 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. si se ponen en marcha los cuidados adecuados. Sin embargo, también deben saber que la inmovilidad y las necesidades glo- bales crecen con el tiempo y que con la traqueotomía aumen- tan las atenciones que deben prestarse, por lo que se requiere un cuidador durante, prácticamente, las 24 horas del día. Debe recordarse que la opción de no iniciar una VMD también es posible y razonable. En atención al principio de autonomía de cada enfermo, debe respetarse el deseo del individuo que padece una esclerosis lateral amiotrófica a aceptar o a rechazar cualquier tratamiento, incluida la VMD. ¿CÓMO PUEDE FAVORECERSE LA TOS EN ESTOS ENFERMOS? La debilidad de los músculos espiratorios en las fases más avanzadas de las enfermedades neuromusculares haceque no puedan alcanzarse flujos suficientes como para conseguir que la tos sea eficaz (v. tabla 84.1). Además, en los pacientes que tienen una lesión bulbar no se produce el cierre de la glotis y su posterior apertura brusca en el momento de toser, por lo que la tos resulta ineficaz, incluso aunque la afectación de los músculos espiratorios sea escasa. Al respecto, algunos autores han sugerido que podría emplearse el flujo pico o máximo alcanzado con la tos como un buen indicador de la eficiencia con la que se cuenta para eliminar las secreciones respirato- rias. Valores por debajo de 3 L/segundo indican que la tos es inútil, mientras que si el flujo pico es superior a 4 L/segundo queda garantizada su eficacia, incluso frente a situaciones en las que aumenta el volumen de las secreciones respiratorias (infecciones de la vía aérea). En el momento actual es posible ayudar de diversas maneras al enfermo para que su tos sea más eficaz. Las técnicas más importantes al respecto se describen a continuación. Tos asistida manualmente El individuo realiza una inspiración máxima y, al iniciar la espiración, el cuidador ha de comprimir el abdomen del sujeto de forma brusca y enérgica, desplazando el contenido abdo- minal hacia dentro y arriba. Esta maniobra requiere de una buena coordinación entre el paciente y el cuidador, lo que suele conseguirse sin muchos problemas. Tos mediante una respiración glosofaríngea e insuflaciones con un ambú El individuo debe realizar pequeñas inspiraciones, tras las cuales se cierra la glotis, para efectuar una nueva inspiración, para conseguir así una capacidad de insuflación muy superior a la que se logra con una inspiración única. Puede completarse, facilitarse y optimizarse esta maniobra si las insuflaciones, en vez de hacerlas de manera espontánea, se llevan a cabo con la ayuda de un ambú. Esto permite obtener flujos muy superiores a los habituales con la tos. Es posible combinar los dos proce- dimientos anteriores: tos asistida e insuflaciones con un ambú. Tos asistida mecánicamente Puede hacerse tanto de forma no invasiva, mediante una mas- carilla facial o una pieza bucal, como con una traqueotomía. Los sistemas de ayuda encaminados a lograr una tos eficaz son muy útiles en las infecciones respiratorias, por lo que con ellos puede evitarse la aparición de graves complicaciones. Pero también han de emplearse al margen de esas infecciones, con el objeto de que el pulmón se mantenga expandido y mejore el intercambio de oxígeno. En los pacientes que tienen una afectación bulbar grave las ayudas no invasivas para la tos antes citadas suelen ser poco eficaces, por lo que en estos casos puede plantearse la opción de una traqueotomía. Otros aspectos del tratamiento de las enfermedades neuromusculares Ya se ha comentado la necesidad, no solo la conveniencia, del abordaje multidisciplinar de estas enfermedades. No deben olvidarse aspectos esenciales, como el tratamiento de la espas- ticidad, de los calambres y de la sialorrea, así como la rehabili- tación respiratoria, la fisioterapia, la cirugía de la cifoescoliosis en las fases precoces, la nutrición adecuada, etc. Atención al paciente en las fases finales de la enfermedad Las enfermedades neuromusculares tienen un curso bastante previsible, pero no siempre es posible saber con antelación o pronosticar con precisión que se está en la fase final de la vida. En los procesos de más rápida progresión el paciente puede tener dificultades, incluso, para su comunicación con los demás. En estos casos, como ocurre en la esclerosis lateral amiotrófica, desde las fases más iniciales de la atención médica que se presta, el médico, los cuidadores y el enfermo deben consolidar una relación de confianza y una actitud deliberativa sobre los deseos del propio individuo. Por ejemplo, si quiere que se le someta o no a una VMD, una alimentación mediante gastrostomía percutánea, una traqueotomía, etc. Como es lógico, también debe plantearse cómo abordar el momento de la muerte. Bibliografía Ambrosino N, Carpenè N, Gherardi M. Chronic respiratory care for neuromuscular diseases in adults. Eur Respir J 2009;34:444-51. American Thoracic Society. Respiratory care of the patient with Duchen- ne muscular dystrophy. Am J Respir Crit Care Med 2004;170: 456-65. Andersen PM, Borasio GD, Dengler R, Hardiman O, Kollewe K, Leigh PN, et al. 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