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788 CAPÍTULO © 2017. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos Insuficiencia respiratoria crónica CONCEPTO La insuficiencia respiratoria (IR) se define como una alteración del intercambio gaseoso debida a un fallo en el sistema res- piratorio, que se traduce en una imposibilidad para mantener los niveles adecuados de oxígeno (O2) y de anhídrido carbó- nico (CO2) en la sangre arterial. Algo más difícil es establecer la definición operativa de la IR, que se hace en función de las cifras de presión parcial de O2 y de CO2 en la sangre arterial (PaO2 y PaCO2, respectivamente). El valor normal de la PaO2 varía con la edad, tal y como se muestra en el cuadro 93.1, aunque en general es superior a 80 mm Hg. Se considera que existe una IR cuando la PaO2 es inferior a 60 mm Hg, ya que, como consecuencia de la forma sigmoidea de la curva de diso- ciación de la hemoglobina, por debajo de ese punto pequeñas disminuciones en la PaO2 producen grandes caídas en la satu- ración de oxígeno de la hemoglobina. El valor normal de la PaCO2 está entre 35 y 45 mm Hg, de modo que los valores que se encuentran por debajo de 35 mm Hg se consideran como una hiperventilación y los que están por encima como una hipoventilación alveolar. Sin embargo, a veces una PaO2 baja coincide con una PaCO2 normal, por lo que para considerar que existe una IR debe hallarse, en la gasometría arterial, una PaO2 inferior a 60 mm Hg, con o sin que la PaCO2 sea superior a 45 mm Hg. Cuando, con una PaO2 reducida, se encuentra una PaCO2 normal o baja, se habla de IR parcial o hipoxémica, mientras que si la PaCO2 está elevada la IR se define como global o asfíctica. En el concepto de la IR también es importante introducir la definición del gradiente o diferencia alveoloarterial de oxí- geno (G[A-a]O 2), que se refiere a la diferencia en la presión parcial de oxígeno existente entre el alvéolo (PAO2) y la sangre arterial (PaO2) (v. cuadro 93.1). Su valor normal oscila entre 5 y 15 mm Hg y se considera que es anormal cuando está por encima de 20 mm Hg respirando aire ambiente a nivel del mar. Finalmente, es necesario recordar que hipoxemia e hipoxia tisular no son términos sinónimos de IR. Tal como se recoge en el cuadro 93.2 existen otras causas de hipoxia tisular distintas a la IR, que siempre deben tenerse en cuenta a la hora de estudiar a un enfermo en el que se sospecha la existencia de una IR. Según la rapidez con la que se instaura una IR pueden con- siderarse dos formas clínicas distintas: la IR aguda (IRA) y la IR crónica (IRC). No existe un período de tiempo establecido que marque la separación entre ambos tipos de IR. La diferencia entre las dos situaciones estriba en que en la IRC se ponen en marcha de mecanismos compensadores o de adaptación que están ausentes en la IRA. Existe una tercera situación denomi- nada IRC agudizada, que se define por el deterioro agudo de una IRC que se encuentra en fase estable. En este capítulo se estudia con detalle la etiología, la pato- genia, la fisiopatología y el diagnóstico de la IRC. Los aspectos relacionados con el tratamiento y el pronóstico de la IRC solo se comentan de manera esquemática, ya que su descripción se realiza en otras secciones de este libro. ETIOLOGÍA Y PATOGENIA La IRC puede deberse a múltiples causas, originadas tanto en el propio sistema respiratorio (pulmón, caja torácica y mús- culos respiratorios) como en los órganos y estructuras que intervienen en la regulación de la respiración. En el cuadro 93.3 se enumeran estas causas, agrupadas según el trastorno que provoca la IRC. La IRC secundaria a alteraciones en el centro respiratorio, enfermedades neuromusculares y defectos de la pared torácica cursa con una hipoventilación alveolar (hipo- xemia más hipercapnia), mientras que la IRC originada por anomalías en el calibre de las vías aéreas, el parénquima pul- monar o la circulación menor se acompaña de una hipoxemia sin hipercapnia, al menos en sus fases iniciales. Una vez que se desarrolla una IRC, se ponen en marcha diversos mecanis- mos de adaptación, que intentan compensar o minimizar las consecuencias que la hipoxemia y la acidosis respiratoria tienen sobre el organismo. Sin embargo, esos mecanismos también pueden producir efectos deletéreos en el organismo. Clasificación patogénica La IRC puede clasificarse, en atención al mecanismo patogé- nica que la origine, en IRC parcial o hipoxémica, IRC global, asfíctica o hipercápnica y, por último, en un tercer tipo, que es la IRC agudizada. INSUFICIENCIA RESPIRATORIA CRÓNICA PARCIAL O HIPOXÉMICA Se debe a un fracaso en el intercambio gaseoso alveolocapilar y es la situación que se asocia con las enfermedades cuyo 93 Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 93 Insuficiencia respiratoria crónica 789 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. mecanismo fisiopatológico fundamental reside en una altera- ción en la relación entre la ventilación y la perfusión pulmona- res o en la existencia de un efecto shunt. En los estadios finales de muchos de estos procesos puede añadirse un mecanismo de hipoventilación, que da lugar a una IRC global. Ejemplos característicos de trastornos que producen este tipo de IRC son la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o el asma en fase crónica, en los que al desequilibrio en el cociente entre la ventilación y la perfusión pulmonares se añaden cambios en la forma y en la función del diafragma, que también dan lugar a una hipoventilación alveolar. INSUFICIENCIA RESPIRATORIA CRÓNICA GLOBAL O HIPERCÁPNICA Se produce por un fracaso de la ventilación y es la situación que acompaña a las enfermedades que modifican la función motora o de bomba ventilatoria del sistema respiratorio. Este mecanis- mo es el predominante en la IRC secundaria a alteraciones del impulso ventilatorio, a anomalías en la transmisión neuro- muscular o a defectos mecánicos de la caja torácica. En todos estos trastornos el pulmón suele ser normal. En otros casos, como en las fases avanzadas de la EPOC, el gran desequili- brio existente en la relación entre la ventilación y la perfusión pulmonares ocasiona un importante aumento del espacio muerto fisiológico. Si este aumento no se acompaña de un incremento proporcional en la ventilación minuto, se produce una disminución en la ventilación alveolar y, por consiguiente, la hipercapnia correspondiente. INSUFICIENCIA RESPIRATORIA CRÓNICA AGUDIZADA Los pacientes que padecen una IRC suelen sufrir, en su historia natural, episodios de descompensación que aparecen de forma aguda por diversas circunstancias, como un empeoramiento propio de su enfermedad de base, una complicación intercu- rrente o la exacerbación de alguna comorbilidad subyacente, lo que da lugar a la denominada IRC agudizada. El motivo de la agudización determina el mecanismo que la produce, que pue- de ser tanto una acentuación del problema original como un fenómeno nuevo inducido por el factor desencadenante. Por ejemplo, una IRC parcial secundaria a una EPOC (alteración en el cociente entre la ventilación y la perfusión pulmonares) puede agudizarse por una infección (empeoramiento de esa alteración) o por un tratamiento inadecuado con fármacos hipnóticos o sedantes (hipoventilación alveolar). En el otro extremo, una IRC global debida a un síndrome de obesidad- hipoventilación (hipoventilación alveolar) puede agudizarse por la aplicación de un procedimiento anestésico (mayor hipoventilación) o por una neumonía (desequilibrio entre la ventilación y la perfusión pulmonares). En algunos individuos con tendencia a la hipercapnia, la IRC puede agravarse por una oxigenoterapia no apropiada, que provoca una caída en la ventilación minuto,con la consiguiente hipoventilación alveolar. Mecanismos de compensación Cuando una IR se prolonga en el tiempo, se desarrollan mecanismos de compensación que pretenden evitar la hipo- xia tisular. Los más importantes son los que se describen a continuación. AUMENTO DE LA VENTILACIÓN ALVEOLAR Las variaciones de la PaO2 inducen modificaciones en la venti- lación a través del estímulo de los quimiorreceptores periféricos localizados en los cuerpos carotídeos. La hipoxemia condiciona un aumento de la ventilación por este mecanismo, que se pone en marcha desde el primer momento en el que se produce la caída de la PaO 2. La supresión de este efecto (p. ej., adminis- trando oxígeno) puede llevar a una agravación de la IR, con el consiguiente desarrollo de una hipercapnia. AUMENTO DEL CONTENIDO DE OXÍGENO EN LA SANGRE La hipoxemia induce una mayor secreción renal de eritropoyeti- na, lo que conlleva una poliglobulia secundaria y una elevación Cuadro 93.1 ECUACIONES DE INTERÉS EN EL ESTUDIO DE LA INSUFICIENCIA RESPIRATORIA PaO2 ideal en función de la edad: PaO , edad (años)109 0 43 2 = − × Gradiente alveoloarterial de oxígeno: G(A-a)O [(Pat Pva) FIO ] (PaCO /R) PaO 2 2 2 2 = × −– – Relación entre la PaCO2 y la ventilación: PaCO (VCO /VA) K 2 2 = × FIO2, fracción inspirada de oxígeno; G(A-a)O2, gradiente alveoloarterial de oxígeno; K, constante; PaCO2, presión arterial de anhídrido carbónico; PaO2, presión arterial de oxígeno; Pat, presión atmosférica; Pva, presión del vapor de agua (47 mm Hg); R, cociente respiratorio; VA, ventilación alveolar; VCO2, producción de CO2. PaO2=109−0,43×edad(años) G(A-a)O2=[(Pat–Pva)×FIO2]−(PaCO2/R)–PaO2 PaCO2=(VCO2/VA)×K Cuadro 93.2 CAUSAS DE HIPOXIA TISULAR O CELULAR Hipoxemia (hipoxia hipoxémica): ● Disminución de la fracción inspirada de oxígeno ● Insuficiencia respiratoria ● Shunt o cortocircuito circulatorio de derecha a izquierda Disminución de la perfusión tisular (hipoxia circulatoria) Transporte anormal de oxígeno por la sangre (hipoxia hemática o anémica) Aumento de las necesidades metabólicas de oxígeno (hipoxia por hiperconsumo) Alteraciones enzimáticas celulares (hipoxia histotóxica) Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN XIV Insuficiencia respiratoria 790 en la cantidad de hemoglobina circulante. El objetivo de este mecanismo compensatorio se cifra en incrementar el aporte de O2 a los tejidos. DISMINUCIÓN DE LA AFINIDAD DEL OXÍGENO POR LA HEMOGLOBINA Se debe a un aumento en la concentración del 2,3-difosfogli- cerato (2,3-DPG) de los eritrocitos, que hace que la curva de disociación de la hemoglobina se desplace a la derecha, lo que facilita la liberación del O2 a los tejidos. VASOCONSTRICCIÓN PULMONAR Este mecanismo tiene como objetivo derivar el aflujo sanguí- neo a unidades alveolocapilares pulmonares bien ventiladas, aunque a la larga puede provocar, como efecto deletéreo, el desarrollo de una hipertensión pulmonar. RETENCIÓN RENAL DE BICARBONATO Además de los mecanismos de adaptación a la hipoxemia que se han referido, la hipercapnia y la acidosis respiratoria subsiguiente ocasionan, como respuesta compensadora, una retención de bicarbonato por los túbulos renales, que trata de normalizar el pH sanguíneo. FISIOPATOLOGÍA Los mecanismos fisiopatológicos que llevan al desarrollo de una IRC, junto con las anomalías de la PaO2, de la PaCO2 y del gradiente alveoloarterial que caracterizan a cada uno de esos mecanismos, se reflejan en la tabla 93.1. No es infrecuente que en un mismo enfermo la IRC se deba a dos o más de estos mecanismos, que entonces actúan de manera simultánea. Disminución de la fracción inspirada de oxígeno (FIO2) Es un mecanismo poco frecuente, que se produce cuando se respira aire con una baja concentración de oxígeno. El ejemplo más ilustrativo es el que ocurre en las grandes alturas (p. ej., en los alpinistas), en las que el individuo respira un aire ambiente en el que la presión parcial de oxígeno es baja. La hipoxemia se origina al disminuir la presión alveolar de O2 (PAO2), por lo que el G(A-a)O2 es normal. Además, este tipo de hipoxemia se acompaña de una hiperventilación compensadora, lo que da lugar a una hipocapnia. Hipoventilación alveolar La eliminación del CO2 producido por el organismo depende directamente de la ventilación alveolar, de tal manera que Cuadro 93.3 CAUSAS DE LA INSUFICIENCIA RESPIRATORIA CRÓNICA Alteraciones que cursan con una insuficiencia respiratoria crónica hipercápnica (hipoventilación alveolar): ● Alteraciones en el control de la respiración ● Síndrome de obesidad-hipoventilación ● Hipoventilación alveolar primaria ● Efectos adversos de fármacos: sedantes, hipnóticos, narcóticos ● Alteraciones metabólicas: mixedema, alcalosis metabólica ● Alteraciones del sistema nervioso central: ictus, traumatismos, infecciones, neoplasias ● Alteraciones de los quimiorreceptores de los cuerpos carotídeos ● Alteraciones neuromusculares: ● Distrofias musculares ● Poliomielitis ● Parálisis frénica ● Esclerosis lateral amiotrófica ● Lesión medular ● Síndrome de Guillain-Barré ● Miastenia grave ● Alteraciones de las propiedades mecánicas de la pared torácica: ● Cifoescoliosis ● Toracoplastia ● Enfermedades pleurales Alteraciones que cursan con una insuficiencia respiratoria crónica hipoxémica: ● Alteraciones del calibre de las vías aéreas (en las fases más avanzadas también pueden cursar con hipercapnia): ● Asma ● Enfermedad pulmonar obstructiva crónica ● Bronquiectasias ● Fibrosis quística ● Alteraciones de la estructura del parénquima pulmonar: ● Enfermedad pulmonar intersticial difusa ● Alteraciones de la circulación pulmonar: ● Tromboembolismo pulmonar ● Fístulas arteriovenosas pulmonares ● Disminución crónica de la fracción inspirada de oxígeno: ● Respiración en grandes alturas TABLA 93.1 Mecanismos fisiopatológicos implicados en la insuficiencia respiratoria Mecanismo PaO2 PaCO2 G(A-a)O2 Descenso de la FIO2 Baja Normal o baja Normal Hipoventilación alveolar Baja Alta Normal Trastorno de la difusión alveolocapilar Baja Normal o baja Alto Alteración de la relación entre la ventilación y la perfusión Baja Normal o alta Muy alto Efecto shunt o cortocircuito Baja Normal o baja Alto FIO2, fracción inspirada de O2; G(A-a)O2, gradiente alveoloarterial de oxígeno; PaCO2, presión arterial de anhídrido carbónico; PaO2, presión arterial de oxígeno. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 93 Insuficiencia respiratoria crónica 791 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. cuando esta disminuye a la mitad la PaCO2 aumenta al doble. La PAO2 también disminuye al fallar la bomba respiratoria (los músculos), por lo que el G(A-a)O2 es normal. La hipoxemia se corrige con facilidad suministrando oxígeno, aunque la hipercapnia no mejora con la oxigenoterapia. Incluso puede empeorar, al suprimirse el estímulo hipóxico que inducía una cierta hiperventilación compensadora, a veces mínima, pero algo eficaz. Es el mecanismo que produce la IRC que aparece en las enfermedades que afectan a la regulación o control de la respiración, en las neuromiopatías y en los defectos de la pared torácica, aunque también puede observarse, en especial en los estadios avanzados, en las alteraciones del parénquima pulmonar o de las vías aéreas. Trastornos en la difusión alveolocapilar La teoría clásica del «bloqueo alveolocapilar» como causa esencial de una IRC en las neumopatías difusasse ha puesto en duda en los últimos años, al menos en parte. La alteración de la difusión es un mecanismo más teórico que real, ya que en la práctica es muy difícil que se produzca debido al elevado margen de reserva que posee el parénquima pulmonar. El intercambio de los gases respiratorios entre el alvéolo y el capilar se lleva a cabo mediante un proceso de difusión pasiva, regulado por las leyes que gobiernan el paso de los gases a través de una membrana. Aunque este trastorno es el mecanismo de IR al que se atribuyó la hipoxemia de las neumopatías intersticiales (el engrosamiento de la membrana alveolocapilar), hoy en día se admite que en estas enfermedades tienen más importancia las anomalías de la arqui- tectura pulmonar y del lecho vascular, cuyo resultado parece ser un desequilibrio en la relación entre la ventilación y la perfusión. La hipoxemia en el esfuerzo que se observa en estos pacientes sí puede estar en relación con un trastorno en la difusión, como consecuencia del aumento de la velocidad de paso de la sangre por la unidad alveolocapilar (menor tiempo de contacto del eri- trocito con el alvéolo al incrementarse la velocidad de tránsito). Desequilibrios en la relación entre la ventilación y la perfusión pulmonares Es, sin duda, el mecanismo de IR más importante en las enfermedades broncopulmonares. En condiciones ideales, la unidad alveolocapilar debería recibir una cantidad de venti- lación similar a la cuantía de la perfusión. En esta situación, la relación entre la ventilación y la perfusión se acerca a la unidad. Lo cierto es que, sin embargo, dicha relación muestra grandes diferencias regionales: en los vértices la ventilación es mayor que la perfusión y en las bases ocurre lo contrario. Las alteraciones estructurales del pulmón y de la vía aérea provocan desigualdades en el cociente ventilación-perfusión, que en las fases iniciales pueden compensarse por mecanismos de vasoconstricción o de broncoconstricción, pero que al final provocan una IR, fundamentalmente de tipo hipoxémico, que cursa con un G(A-a)O 2 elevado. Efecto shunt intrapulmonar Es un desequilibrio extremo en la relación entre la ventilación y la perfusión pulmonares (V/Q), en el que una zona bien perfundida del parénquima carece por completo de ventilación (V/Q = 0). La hiperventilación compensadora hace que el CO2 se elimine de forma correcta en las regiones en las que el tras- torno no es tan extremo. El shunt o cortocircuito también cursa con un G(A-a)O2 elevado. Pero en este caso la hipoxemia no se modifica al suministrar oxígeno a altas concentraciones, ya que el gas no puede alcanzar las zonas no ventiladas. Aunque puede existir un shunt en algunas enfermedades poco frecuen- tes, como las fístulas arteriovenosas pulmonares, la causa más habitual de IR por este mecanismo es la que se debe a la ocu- pación de los espacios alveolares por agua (edema pulmonar), pus (neumonía), sangre (hemorragia alveolar) o materia propia de un colapso pulmonar (atelectasia). DIAGNÓSTICO El diagnóstico de sospecha de una IRC se establece a partir de las manifestaciones clínicas que ocasionan la hipoxemia y, en su caso, la hipercapnia. Su confirmación requiere la realización de una gasometría arterial. El diagnóstico etiológico se apoya en las pruebas de imagen y de función respiratoria (un estu- dio detallado de estos aspectos escapa a los objetivos de este capítulo, por lo que se remite al lector a los apartados corres- pondientes de este tratado) (figs. 93.1-93.3). Manifestaciones clínicas Las manifestaciones clínicas de la IRC están condicionadas por los síntomas y signos propios de la enfermedad de base y por los que derivan de la hipoxemia y, cuando existe, de la hipercapnia. En general, predominan las manifestaciones relacionadas con la enfermedad causal, ya que los mecanismos de adaptación que se ponen en marcha en la IRC hacen que los síntomas y los signos específicos de la IR cursen de manera indolente y lentamente progresiva. MANIFESTACIONES CLÍNICAS DE LA HIPOXEMIA Los síntomas y signos de la hipoxemia reflejan la respuesta fisiológica de los distintos órganos y sistemas a la falta crónica de oxígeno, como se describe a continuación: ● Hipertensión arterial por una vasoconstricción sistémica, mediada por un aumento en la actividad de los quimio- rreceptores periféricos. ● Taquicardia, como respuesta a la hipoxemia y en un intento de incrementar el volumen minuto cardíaco. Posteriormen- te pueden aparecer arritmias y anomalías miocárdicas, que son más graves en los pacientes que tienen una cardiopatía isquémica previa. ● Vasoconstricción pulmonar mantenida, que puede llevar a una hipertensión pulmonar y a un cor pulmonale crónico, con su cortejo de síntomas, según se acompañe o no de un fracaso ventricular derecho (ingurgitación yugular, hepato- megalia, ascitis, edemas, etc.). ● Policitemia secundaria, que favorece la cianosis y los fenó- menos tromboembólicos. ● Cianosis, que aparece cuando la cantidad de hemoglobina reducida en la sangre supera los 5 g/dL. Suele ser un signo tardío y depende de otros factores, como la tasa de hemo- globina, el estado de la circulación periférica y la coloración (tonalidad) propia de la piel del sujeto. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN XIV Insuficiencia respiratoria 792 ● Disnea, que suele relacionarse con la enfermedad de base, pero que también puede ser reflejo de la percepción por el individuo de un mecanismo de compensación que se ha puesto en marcha, en concreto la elevación de la ven- tilación, con el consiguiente incremento del trabajo res- piratorio. ● Trastornos neuropsíquicos, por la hipoxia cerebral, que van desde una alteración de la conducta o la agitación, en las fases iniciales, hasta la obnubilación y el coma en los estadios más avanzados (coma hipóxico). ● Pérdida de peso, que se observa en los enfermos que pade- cen una neumopatía crónica con IR y que se ha puesto en relación con la mayor secreción de algunos mediadores, como el factor de necrosis tumoral α, que se induce por la hipoxia tisular. ● Hipoxia crónica, que también puede producir cambios en las funciones renal y hepática, lo que tiene su expresión clínica propia. Puede favorecer, asimismo, la aparición de arritmias cardíacas, como antes se ha señalado. MANIFESTACIONES CLÍNICAS DE LA HIPERCAPNIA Las manifestaciones que se derivan del exceso de CO2 en sangre provienen fundamentalmente de los efectos del CO2 sobre el sistema nervioso central y el aparato circulatorio, como se des- cribe a continuación: ● Hipercapnia, que provoca una hipertensión intracraneal secundaria a la vasodilatación y que da lugar a cefaleas, náuseas e, incluso, vómitos. ● Excitación nerviosa en las fases iniciales, lo que ocasiona obnubilación, confusión y desorientación temporoespacial. El estadio final de estas manifestaciones es el coma hiper- cápnico. ● Trastornos del ritmo sueño-vigilia, que determinan una hipersomnia diurna. En los enfermos con un síndrome de apnea del sueño asociado, este síntoma es mucho más grave. ● Temblor fino, sobre todo de las manos, o flapping tremor. ● Estimulación del sistema nervioso autónomo, que origina otras manifestaciones, como sudoración, sialorrea y aumen- to de la secreción bronquial y gástrica. ● Efectos sobre el sistema vascular, que inicialmente se tra- ducen como una taquicardia o una hipertensión arterial y, más tarde, dan paso a una vasodilatación periférica con hipotensión arterial. Las manifestaciones clínicas de la IRC, sobre todo las de la hipercapnia, empeoran por la noche, ya que durante el sueño, FIGURA 93.1 Protocolo diagnóstico que debe seguirse ante la sospecha de una insuficiencia respiratoria crónica. G(A-a)O2 , gradiente alveoloarterial de oxígeno. Tomado de Díaz de Atauri et al., 2002. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 93 Insuficiencia respiratoria crónica 793 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. FIGURA 93.2 Protocolo diagnóstico que debe seguirse ante una insuficiencia respiratoria crónica hipercápnica. EPOC, enfermedad pulmonar obstructiva crónica; FVC, capacidad vital forzada; Pdi, presión transdiafragmática; PEmáx, presión espiratoria máxima; PImáx, presión inspiratoria máxima. Tomado de Díaz de Atauri et al., 2002. FIGURA 93.3 Protocolo diagnóstico que debe seguirse ante una insuficiencia respiratoria crónica no hipercápnica. EPOC, enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Tomado de Díaz de Atauri et al., 2002. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN XIV Insuficiencia respiratoria 794 en especial en la fase de movimientos oculares rápidos (REM), se producen cambios en la mecánica ventilatoria, además de una disminución fisiológica de la ventilación, lo que puede agravar la IR del enfermo. En las etapas iniciales de los procesos que cursan con una hipoventilación alveolar, los síntomas más precoces (cefaleas matutinas, hipersomnia, confusión) son los que derivan de la IR nocturna. MANIFESTACIONES CLÍNICAS DE LA INSUFICIENCIA RESPIRATORIA CRÓNICA AGUDIZADA La principal característica fisiopatológica de la IRC reside en que en esta situación están en marcha los mecanismos de adaptación y de compensación frente a la hipoxia y la hipercapnia. Uno de estos mecanismos es la retención renal de bicarbonato, lo que previene el desarrollo de una acidosis respiratoria por el exceso de CO 2 existente. Sin embargo, la evolución de casi todas las enfermedades que cursan con una IRC se complica por la existencia de un número mayor o menor de agudizaciones, que pueden ser más o menos graves, pero que descompensan la situación estable en la que se encontraba hasta ese momento la IRC. La agudización se acompaña de un incremento de la hipoxemia y, en función del mecanismo que la produce, puede aparecer también una hipercapnia, que ocasiona una acidosis respiratoria previa- mente inexistente. Los síntomas dependen en gran medida de la enfermedad de base y de la causa de la agudización. Las manifestaciones clínicas de la IRC empeoran y pueden surgir nuevos síntomas según cuál sea la gravedad del episodio. La acidosis respiratoria origina, fundamentalmente, trastornos del sistema nervioso central, que pueden terminar en un estado de obnubilación y coma. Diagnóstico sindrómico La gasometría arterial permite conocer los datos básicos refe- rentes a la PaO2, la PaCO2, el pH y el bicarbonato (HCO3 –) sérico. Con estos datos puede establecerse el tipo de IRC que está presente. Además, se hace posible valorar el grado de oxigenación y de ventilación que existe, así como cuál es la situación del equilibrio ácido-base en la que se halla el enfermo (v. tabla 93.1). Si a esto se le añade el cálculo del G(A-a)O2, puede conocerse también el mecanismo responsable de la IRC (tabla 93.2). En la figura 93.1 se muestra el algoritmo diagnós- tico que debe seguirse en el estudio de una IRC partiendo de una gasometría arterial. En el seguimiento del paciente con una IRC, sobre todo si se encuentra en un programa de oxigenoterapia continua domiciliaria (OCD), es muy útil saber el grado de oxigenación de la sangre por medio de una determinación transcutánea (o percutánea) de la saturación de oxígeno de la hemoglobina (pulsioximetría). Dado que esta es una prueba carente de com- plicaciones y de molestias para el sujeto, sirve muy bien para controlar una IRC cuando no se necesita saber el estado de la ventilación ni del equilibrio ácido-base. También se usa para analizar los cambios en la saturación de oxígeno que se producen con el esfuerzo, durante el sueño y en cualquier otra circunstancia que requiere una vigilancia continua de la oxigenación (respuesta a la oxigenoterapia o a la ventilación). Aunque menos extendidos, también existen métodos que permiten determinar la PaCO 2 por vía transcutánea y que se emplean para monitorizar la ventilación espontánea del indi- viduo durante el sueño o para ver, en su caso, los efectos de la ventilación mecánica no invasiva que se ha puesto en marcha. Diagnóstico etiológico Los síntomas y signos de la enfermedad de base que origina la IRC indican qué tipo de exploraciones complementarias deben realizarse para confirmar el diagnóstico etiológico. Estos aspectos se desarrollan en los capítulos de este libro corres- pondientes a cada entidad y se muestran de modo esquemático en las figuras 93.1 a 93.3. Las pruebas funcionales respiratorias son imprescindibles para completar el diagnóstico ante un enfermo con una IRC. Así, la espirometría permite clasificar el trastorno ventilatorio como obstructivo o restrictivo y permite establecer la gravedad de algu- nos procesos, como ocurre con en la EPOC o en lasneumopatías restrictivas. Además, puede ayudar a decidir cuándo es necesario practicar una gasometría arterial para valorar la existencia de una IR. El estudio de la capacidad de difusión o transferencia para el monóxido de carbono (DLCO) sirve a veces para conocer cuál es el mecanismo patogénico que ha llevado a la IRC. En efecto, la DLCO se encuentra disminuida en algunos procesos restrictivos, como las enfermedades intersticiales difusas, u obs- tructivos, como el enfisema (expresa la pérdida de parénquima pulmonar que aún es útil desde un punto de vista funcional). La valoración de los músculos respiratorios mediante pruebas simples, como la determinación de las presiones inspiratoria y espiratoria máximas (PImáx y PEmáx), o con exploraciones más complejas (presión transdiafragmática), es necesario en TABLA 93.2 Tipos de insuficiencia respiratoria según la gasometría arterial Tipo de insuficiencia respiratoria PaO2 PaCO2 pH HCO3 – Aguda parcial Baja Normal o baja Alto, normal o bajo Normal Aguda global Baja Alta Bajo Normal Crónica parcial Baja Normal o baja Alto, normal o bajo Normal Crónica global Baja Alta Normal Alto Crónica agudizada parcial Baja Normal o baja Alto, normal o bajo Normal Crónica agudizada global Baja Alta Bajo Alto HCO3 ̄, bicarbonato sérico; PaCO2, presión arterial de anhídrido carbónico; PaO2, presión arterial de oxígeno. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 93 Insuficiencia respiratoria crónica 795 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. los enfermos que tienen una IRC secundaria a algún trastorno neuromuscular. También resulta de interés para establecer el momento en el que deben indicarse algunos procedimientos terapéuticos (ventilación mecánica no invasiva). En ocasiones, la IRC se manifiesta únicamente durante el sueño. En estos casos debe realizarse un estudio respiratorio nocturno para evaluar la calidad que mantiene la oxigenación mientras se duerme. En este sentido pueden efectuarse distintos tipos de pruebas, que van desde las más sencillas, basadas en la pulsioximetría nocturna, hasta las más completas, como la poligrafía respiratoria y la polisomnografía. El análisis de la regulación de la respiración mediante la estimación del patrón ventilatorio, la determinaciónde la presión de oclusión inicial (P0.1) y la investigación de la respuesta de los centros respiratorios a la hipoxia o a la hipercapnia han permitido aclarar algunos mecanismos patogénicos implicados en el origen de las enfermedades que cursan con una hipoventilación alveolar. Las pruebas de esfuerzo hacen posible la detección de una IR que no se evidencia en reposo o evaluar la repercusión que una IR provoca cuando se aumentan los requerimientos de oxígeno y se eleva la producción de CO 2. Se engloban aquí desde las pruebas de la marcha más sencillas, en las que se mide la saturación de oxígeno durante el esfuerzo, hasta las más complejas, como la ergometría respiratoria, que examina múltiples variables relacionadas con la mecánica torácica, el intercambio gaseoso, el consumo de oxígeno, el umbral anaeróbico, la respuesta cardiovascular, etc. Diagnóstico de las complicaciones La repercusión hemodinámica de la IRC da lugar a las dos complicaciones básicas que deben tenerse siempre en cuenta en estos enfermos: la poliglobulia secundaria y el cor pulmonale crónico. El diagnóstico de la primera se efectúa con facilidad mediante un hemograma. El cor pulmonale puede ser más difícil de detectar, por lo que es obligado realizar un electrocardio- grama y una radiografía simple de tórax, como exploraciones iniciales, y considerar la eventual indicación de un ecocardio- grama en el caso de que persista la duda tras llevar a cabo las pruebas mencionadas. TRATAMIENTO El tratamiento comprende tres aspectos: medidas generales, tratamiento de la enfermedad de base y de las complicaciones y tratamiento en sí de las alteraciones gasométricas que definen la IRC. Medidas generales Son las medidas que deben adoptarse ante cualquier enfermo con una IRC, con independencia de cuál sea su causa, para intentar mejorar el intercambio gaseoso y prevenir las com- plicaciones. Son las siguientes: ● Abandono del tabaco. ● Corrección de los desequilibrios nutricionales, es decir, tanto la obesidad como la desnutrición. ● Evitación de los factores desencadenantes, como la inte- rrupción del tratamiento de la enfermedad de base o la utilización de fármacos que deprimen la ventilación, como los sedantes o los hipnóticos. ● Profilaxis de las infecciones (vacuna antigripal y antineu- mocócica). ● Manejo adecuado de las secreciones, cuando estas son muy abundantes o se producen en pacientes que tienen dificul- tades para la expectoración. ● Tratamiento de las enfermedades asociadas que pueden agravar las consecuencias de la IRC, como la anemia o el hipotiroidismo. ● Rehabilitación respiratoria y educación del paciente y de sus cuidadores, lo que puede mejorar la calidad de vida del enfermo y retrasar la aparición de complicaciones, aunque no se obtengan mejorías relevantes en la función pulmonar. En este apartado conviene insistir, además de en los progra- mas estructurados de rehabilitación, esenciales sobre todo en los individuos que tienen una disnea significativa, en el mantenimiento de un adecuado nivel de actividad física, que a veces puede mejorarse si se recurre a la oxigenoterapia durante la deambulación. Tratamiento de la enfermedad de base y de las complicaciones El tratamiento de la enfermedad de base se expone de manera detallada en los correspondientes capítulos de este tratado. La aparición de una IRC en el curso evolutivo de cualquier proceso debe plantear la posibilidad de que sea necesario instaurar medidas terapéuticas enérgicas acordes con el correspondiente nivel de gravedad del paciente. La poliglobulia, si es importante (hematocrito superior al 60%), puede tratarse mediante una flebotomía, aunque siempre ha de recordarse que esta circuns- tancia es reflejo de una inadecuada corrección de la hipoxemia, bien por una mala respuesta al tratamiento o bien por un mal cumplimiento del régimen programado. La aparición de un cor pulmonale requiere la aplicación de diuréticos y de una dieta hiposódica. Tratamiento de las alteraciones gasométricas El objetivo básico en este punto se refiere a la corrección de la hipoxemia y de la hipercapnia mediante la oxigenoterapia oportuna y, si fuera necesario, con la correspondiente venti- lación mecánica. Los fármacos que aumentan la ventilación, como la almitrina, la acetazolamida, la medroxiprogesterona, etc., no tienen eficacia alguna a largo plazo, por lo que hoy en día no se prescriben en el tratamiento de la IRC. OXIGENOTERAPIA La corrección de la hipoxemia mediante la administración con- tinuada de oxígeno suplementario es el objetivo fundamental del tratamiento de la IRC. La OCD es la única medida, junto con el abandono del tabaco, que ha demostrado su eficacia en cuanto a aumentar la supervivencia de los enfermos que padecen una IRC secundaria a una EPOC. Además, mejora la calidad de vida, reduce los ingresos hospitalarios y retrasa la aparición de complicaciones. En las demás neumopatías, dis- tintas por tanto a la EPOC, pero que también cursan con una IRC, no hay estudios tan concluyentes que evidencien con tanta Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN XIV Insuficiencia respiratoria 796 claridad la eficacia de la OCD, aunque es razonable pensar que la corrección de la hipoxemia también debe aportar beneficios similares a los que se logran en la EPOC. Las indicaciones y las técnicas que se emplean en la OCD se describen con detalle en otro capítulo de esta obra. No obstante, conviene insistir aquí en que los resultados de la OCD solo se consiguen si la adherencia al tratamiento es la adecuada. El paciente tiene que utilizar el oxígeno más de 15 horas al día y con una concentra- ción suficiente como para mantener la saturación transcutánea de oxígeno por encima del 90%. La indicación de la OCD en la IR que solo se manifiesta durante la noche o durante el ejercicio aún no se ha establecido de manera adecuada. Sin embargo, sí debe prescribirse la administración de oxígeno durante la deambulación en los individuos que tienen una hipoxemia basal, pero que son capaces de mantener cierta actividad física fuera de su domicilio y siempre que se compruebe la eficacia de esa oxigenoterapia. VENTILACIÓN MECÁNICA Es el tratamiento fisiopatológico fundamental de la hipoven- tilación alveolar que no se ha podido corregir con las medidas previas ni, como es lógico, mediante la administración de oxígeno. En la IRA, la ventilación mecánica se aplica mediante una intubación traqueal (ventilación mecánica invasiva con- vencional [VMI]) o mediante una mascarilla nasal, oronasal o facial (ventilación mecánica no invasora [VMNI]). En la IRC, la ventilación mecánica se utiliza de manera prolongada en el domicilio (VMD) del enfermo, generalmente de forma no invasora. En algunos casos puede requerirse, para llevar a cabo esta modalidad ventilatoria, la realización de una traqueos- tomía. Sin embargo, hoy en día, ya que el diagnóstico suele establecerse en fases más precoces, la necesidad de recurrir a esta vía de abordaje casi ha desaparecido y ha quedado rele- gada para los pacientes neuromusculares que precisan de un soporte ventilatorio continuo o casi continuo. En general, la VMNI a largo plazo está indicada en los pacientes que tienen una IRC secundaria a una neuromiopatía, una anomalía de la pared torácica o un síndrome de obesidad- hipoventilación, es decir, siempre y cuando el mecanismo patogénico fundamental es la hipoventilación alveolar. La utilidad de la VMNI en la IRC hipercápnica secundaria a una EPOC aún no se ha establecido bien. En otros capítulos de este libro puede encontrarse una exposición detallada sobre las técnicas de aplicación, las indicaciones y las limitaciones de la ventilación mecánica. PRONÓSTICO El pronósticode los individuos que padecen una IRC depende en gran parte de la evolución y progresión de la enfermedad de base que la origina. Como norma general, la aparición de una IRC en el curso de cualquier proceso es un signo de mal pronóstico, sobre todo cuando ya existe una hipercapnia. La VMNI ha aumentado la supervivencia de los enfermos que tienen una IRC secundaria a un trastorno neuromuscular o a un defecto de la pared torácica. También ha mejorado la evolución a corto y a medio plazo de los sujetos ingresados por una IRC agudizada secundaria a una EPOC. Bibliografía Bradley JM, O’Neill B. Short-term ambulatory oxygen for chronic obs- tructive pulmonary disease. The Cochrane Library. 2009. Chiner Vives E, Giner Donaire J. Sistemas de oxigenoterapia. En: Manual Separ de procedimientos. Barcelona: Editorial Respira. 2015;29:7-133. De Lucas Ramos P, Rodríguez González-Moro JM, Rodríguez Her- mosa JL, Cubillo Marcos JM. Insuficiencia respiratoria crónica. En: Manual de neumología y cirugía torácica. Caminero Luna JA, Fernández Fau L, eds. Madrid: Editores Médicos. 1998;729-45. 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