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832 CAPÍTULO © 2017. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos Malformaciones y alteraciones del desarrollo del aparato respiratorio INTRODUCCIÓN Las malformaciones broncopulmonares congénitas son infrecuentes. Suponen entre el 1,4 y el 2,2% del total de las malformaciones congénitas. Muchas de estas anomalías no se diagnostican, lo que en algunas ocasiones resulta en una infraestimación de su incidencia real y de su verdadero signi- ficado clínico. Pueden dar manifestaciones clínicas a cualquier edad. Es posible que aparezcan de manera inmediata en el período posnatal, mientras que otras veces son un hallazgo casual en una radiografía de tórax realizada por cualquier otro motivo en una persona adulta. Respecto a su patogenia, estas malformaciones se producen por una interferencia en el desarrollo normal de los pulmones durante los períodos embrionario, pseudoglandular o cana- licular (entre la tercera y la vigesimocuarta semanas de vida intrauterina), con probabilidad al aparecer, alternativamente, algún trastorno en los factores de crecimiento, los receptores celulares, las hormonas maternas o fetales, los neuropéptidos o las sustancias que gobiernan la formación del aparato respira- torio. En este capítulo, las malformaciones broncopulmonares congénitas se clasifican según la estructura predominantemente afectada. Así, cabe distinguir las anomalías siguientes: a) las originadas en el esbozo broncopulmonar derivado del intes- tino anterior primitivo, y b) las originadas del sexto arco aórtico y las ramas venosas. Hay que tener en cuenta, no obstante, que en muchas malformaciones se originan anomalías de ambos tipos, por lo que a veces existe cierta dificultad para encua- drarlas en una clasificación morfológica precisa. MALFORMACIONES DE LAS VÍAS AÉREAS CENTRALES Malformaciones traqueales AGENESIA O APLASIA TRAQUEAL La agenesia traqueal es la ausencia total o parcial de la tráquea, situación que generalmente es incompatible con la vida. Patogenia. Deriva de un defecto en el primordio traqueal, de tal manera que la porción media del intestino embrionario anterior ha evolucionado solo hacia el esófago, sin dejar endo- dermo suficiente para el desarrollo de la tráquea. Clínica. Suele presentarse en el neonato, como un distrés respiratorio, con taquipnea, cianosis e insuficiencia respiratoria grave. Puede asociarse con otras anomalías congénitas del cora- zón, el tubo digestivo y el tracto genitourinario. Con frecuencia lleva a la muerte del feto en pocas horas. Diagnóstico. En la radiografía de tórax realizada con contras- te puede observarse un saco ciego. La endoscopia respiratoria proporciona el diagnóstico de certeza, al detectarse una imagen en bolsa al final de la laringe. Tratamiento. Se inicia con la administración de oxígeno median- te una sonda nasogástrica o una intubación esofágica. Posterior- mente debe intentarse una reconstrucción quirúrgica. ESTENOSIS TRAQUEAL Es una malformación congénita de la tráquea en la que se pro- duce un estrechamiento de la luz, bien en su totalidad o bien en una determinada zona. Puede afectar a un corto segmento traqueal (dos o tres anillos traqueales), a la porción media de la tráquea (tráquea en «reloj de arena») o a la porción distal de la misma (estenosis en «cola de ratón»). En ocasiones se asocian otras anomalías, como el tronco arterioso común, defectos del tabique interauricular, anomalías del tabique interventricular, imperforación anal o pie zambo. Patogenia. Se debe a un fallo en el crecimiento normal de la porción, ya sea media o distal, de los esbozos de la tráquea y de los pulmones. Clínica. Suele manifestarse con cuadros de tos, disnea, epi- sodios de cianosis y estridor. Si la estenosis es muy marcada, puede semejar un distrés respiratorio del neonato. Diagnóstico. Se basa en la radiografía de tórax efectuada con contraste acuoso y en la broncoscopia, que sirven para ver bien el estrechamiento de la luz traqueal. Tratamiento. Depende de la intensidad de los síntomas, pero son subsidiarias de un tratamiento quirúrgico aquellas 98 Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 98 Malformaciones y alteraciones del desarrollo del aparato respiratorio 833 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. estenosis traqueales moderadas o graves que causan un dis- trés respiratorio o deficiencias del crecimiento. Si la afectación traqueal se extiende a los bronquios no existe posibilidad quirúrgica alguna de corrección, por lo que la evolución es inevitablemente fatal. En los pacientes pediátricos se han utilizado las prótesis metálicas expandibles, ya que se introducen con facilidad en la vía aérea por medio de un broncoscopio rígido o, incluso, a través de un tubo endotraqueal. Aunque el uso de prótesis endobronquiales en los niños es reciente y la experiencia acu- mulada todavía es escasa, los resultados que se han obtenido hasta la fecha son prometedores. BRONQUIO TRAQUEAL Es una variante anatómica de la normalidad presente en el 0,5-5% de los seres humanos. Es un bronquio segmentario o lobular, que no se origina de los bronquios principales, sino de la tráquea. Acaba en un segmento o lóbulo de características anatómicas normales. Se observa con mayor frecuencia en el lóbulo superior derecho. Patogenia. No se conoce con seguridad. Existen dos teorías sobre la formación de los bronquios traqueales. La primera sugiere la existencia de una yema traqueal que no experimenta regresión. La segunda habla de la implantación de un mesén- quima bronquial dentro de la tráquea. Clínica. Suele expresarse con estridor, una estenosis o una malacia del bronquio traqueal, tos, neumonías recurrentes o aspiración de cuerpos extraños. Puede dar lugar a atelectasias e infecciones recurrentes por un drenaje deficiente, aparición de bronquiectasias, etc. Diagnóstico. La radiografía de tórax permite visualizar o hace sospechar el bronquio traqueal, pero la tomografía computa- rizada torácica es, hoy por hoy, el método de elección, dada su precisión diagnóstica, para valorar la vía aérea de manera adecuada (fig. 98.1). Tratamiento. Depende de la gravedad de los síntomas. Cuan- do hay infecciones respiratorias recurrentes, con formación de bronquiectasias, está indicada la resección del lóbulo y del bronquio anómalo, mientras que una actitud expectante es válida en los individuos asintomáticos. TRAQUEOBRONCOMEGALIA O SÍNDROME DE MOUNIER-KUHN Se caracteriza por la existencia de una dilatación marcada y anómala de la tráquea (diámetro transversal superior a 25 mm) y de los bronquios principales (fig. 98.2). Puede asociarse con estructuras saculares en las membranas intercartilaginosas (diverticulosis traqueal) y con infecciones respiratorias de repetición. Patogenia. Se produce una dilatación y una movilidad anor- mal de las vías aéreas, lo que facilita la acumulación de secre- ciones bronquiales y la aparición de infecciones respiratorias recidivantes. Posteriormente se forman bronquiectasias y se desarrolla una fibrosis intersticial o un enfisema pulmonar. Clínica. Se manifiesta con tos, sibilancias durante la espira- ción forzada y, en ocasiones, estridor. En el lactante el llanto puede provocar una obstrucción completa de la vía aérea, lo que da lugar a cianosis y a crisis comiciales, que pueden ser mortales. Cuando los síntomas aparecen en la edad adulta suelen hacerlo como infecciones pulmonares recurrentes, con tos, expectoración purulenta, disnea progresiva y, a veces, hemoptisis. Diagnóstico. En la proyección lateral de la radiografía de tórax es característico el colapso traqueal durante la espiración. La confirmación diagnóstica se lleva a cabo mediante una fibro- broncoscopia,en la que puede apreciarse el colapso dinámico de la luz traqueal durante los movimientos respiratorios. Tratamiento. Casi todos los pacientes están asintomáticos. Los que no mejoran con el tiempo, tienen un retraso en el crecimiento o sufren infecciones respiratorias de repetición pueden beneficiarse de la colocación de una prótesis traqueal o de la realización de traqueostomías transitorias. FIGURA 98.1 Bronquio traqueal derecho en una imagen broncoscópica virtual (A) y en una tomografía computarizada torácica, en la que se indica el nivel en el que se ha hecho el corte tomográfico (B). FIGURA 98.2 Broncografía de un enfermo con una traqueobroncomegalia (síndrome de Mounier-Kuhn). Obsérvese el aumento del diámetro transversal de la tráquea y de los bronquios principales. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN XVI Situaciones especiales y otras alteraciones del aparato respiratorio 834 FÍSTULA TRAQUEOESOFÁGICA Se han descrito comunicaciones traqueobronquiales con el esófago o incluso con el árbol biliar. La forma más común es la fístula traqueoesofágica. Patogenia. Es un defecto embriológico que se debe a una separación imperfecta del intestino anterior, entre la laringe y la tráquea, colocadas en la parte anterior, y el esófago, colocado en la parte posterior. Clínica. Las manifestaciones más habituales son la bronqui- tis y las neumonitis recurrentes por aspiración de contenido gástrico. Las anomalías esofágicas pueden persistir y provocar disfagia, esofagitis y reflujo gastroesofágico. En raras ocasiones puede ser compatible con una vida normal, no dar síntomas durante años y manifestarse únicamente con brotes de tos des- pués de beber, episodios de hemoptisis, dolor retroesternal y, a veces, episodios de neumonitis recidivantes. Diagnóstico. Para su diagnóstico se dispone de medios radio- lógicos y endoscópicos. La radiografía simple cervical y torácica puede mostrar una imagen hiperinsuflada de mayor tamaño que la tráquea y una dilatación esofagogástrica con aire, aparte de permitir una evaluación de las lesiones pulmonares que pueden asociarse. La broncoscopia es útil para evidenciar la existencia de la fístula y su localización. También para estimar la extensión del daño que se ha producido en la vía aérea, con el fin de seleccionar la mejor técnica quirúrgica para su reparación. Tratamiento. La cirugía es el tratamiento curativo adecuado y no debe retrasarse, para evitar la aparición de complicaciones pulmonares graves. Malformaciones bronquiales ATRESIA BRONQUIAL Es una anomalía anatómica en la que los bronquios pierden su comunicación con la vía aérea. A veces hay una ausencia com- pleta de la apertura de un bronquio lobular o segmentario. Tras el segmento atrésico aparece un bronquio residual dilatado, que generalmente contiene moco y tejido de descamación, lo que puede dar lugar a un mucocele y a una hiperinsuflación del tramo distal. El lóbulo superior izquierdo es el que se afecta con más frecuencia. Clínica. En muchas ocasiones es un hallazgo casual en una radiografía de tórax realizada por cualquier otro motivo, aunque también puede dar lugar a disnea en el recién nacido, sibilancias en los niños o episodios de infecciones recurrentes en el segmento o en el lóbulo pulmonar afectos, tanto en los niños como, incluso, en los adultos. Diagnóstico. En la radiografía de tórax se observa una hiper- lucidez pulmonar localizada, con una hiperinsuflación de parte o la totalidad de los lóbulos superiores y un desplazamiento mediastínico. Puede evidenciarse una masa circular u oval en la región perihiliar, que representa la dilatación correspondiente al segmento que se ha convertido en un mucocele. Tratamiento. En todos los casos se recomienda la resección del segmento o lóbulo pulmonar distal a la atresia bronquial. ESTENOSIS BRONQUIAL Es una malformación pulmonar extremadamente rara, cuya causa suele estar en relación con una compresión extrínseca originada por estructuras vasculares. Clínica. Suele manifestarse con tos, expectoración abun- dante e infecciones de repetición, como consecuencia de la cantidad de moco que se acumula distalmente a la zona de estenosis. Diagnóstico. Debe hacerse mediante técnicas de imagen (radiografía de tórax, tomografía computarizada torácica, etc.), que demuestran la disminución del calibre de la luz del bron- quio estenótico. La realidad y la ubicación de la estenosis debe confirmarse, posteriormente, mediante un estudio endoscópico. Tratamiento. Se basa en la resección del lóbulo o del seg- mento afectos cuando aparecen complicaciones que derivan de la estenosis bronquial. DIVERTÍCULO TRAQUEOBRONQUIAL Es una entidad rara que se localiza, casi siempre, en la pared inferomedial de los bronquios principal derecho o interme- diario (bronquio cardíaco accesorio). Suele terminar en un extremo ciego o en una pequeña cantidad de tejido pulmonar anormal. Es habitual que esta anomalía se asocie con otras malformaciones congénitas, sobre todo con síndromes de displasia esquelética. Clínica. Como norma no suele ocasionar manifestación clínica alguna, aunque puede predisponer a las infecciones res- piratorias, que cursan con tos productiva recurrente y traqueo- bronquitis recurrentes. Diagnóstico. Puede establecerse con facilidad si se realiza una tomografía computarizada torácica. MALFORMACIONES PARENQUIMATOSAS Y DE LAS VÍAS AÉREAS PERIFÉRICAS Agenesia, aplasia e hipoplasia pulmonares AGENESIA Y APLASIA PULMONARES La agenesia pulmonar es la ausencia completa de uno o de ambos pulmones. En la aplasia pulmonar, por el contrario, existe un bronquio rudimentario que finaliza en un fondo ciego, sin indicios de tejido parenquimatoso o vascularización acompañante (figs. 98.3 y 98.4). Las dos entidades son difíciles FIGURA 98.3 Radiografía de tórax (A) y broncografía (B) de un enfermo con una agenesia del lóbulo superior del pulmón izquierdo. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 98 Malformaciones y alteraciones del desarrollo del aparato respiratorio 835 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. de diferenciar desde el punto de vista clínico o patogénico, por lo que suelen considerarse de manera conjunta. La prevalencia de la agenesia unilateral es de 1 caso por cada 10.000-15.000 autopsias. Los factores que se postulan como causa son de naturaleza genética, viral, carenciales de algunos nutrientes (como la vitamina A y otros), etc. Se ha descrito en asociación con malformaciones de la pared torácica, el esqueleto y la mitad homolateral de la cara. La agenesia bilateral se acompaña a veces de anomalías de la tráquea o del esófago. Cuando existe un pulmón único, este experimenta un crecimiento mayor del habitual, en cuanto a volumen y número de alvéolos que lo constituyen. También se ha señalado que sufre infecciones con mayor frecuencia que lo que es normal en los pulmones sanos. Patogenia. Ambas anomalías son el resultado del daño o inte- rrupción del desarrollo embriofetal normal de la vasculatura pulmonar. El tipo y la gravedad de las malformaciones están deter- minados por la edad gestacional en el momento en el que actúa la noxa, la gravedad y localización del daño tisular y la existencia de adherencias entre el tejido necrótico y los órganos contiguos. Clínica. Las manifestaciones clínicas de la agenesia pulmo- nar son variables. Incluso puede no referirse síntoma alguno. De existir, suelen consistir en cuadros respiratorios febriles de repetición, taquipneay distrés respiratorio del recién nacido. Diagnóstico. Clásicamente se describe la ausencia de imagen pulmonar en la radiografía de tórax, hallazgo que se une a un desplazamiento mediastínico (en ausencia de hernia dia- fragmática) por el enfisema compensatorio del pulmón con- tralateral. El diagnóstico debe confirmarse con una tomografía computarizada torácica o una resonancia magnética nuclear (RMN). La fibrobroncoscopia y la broncoscopia rígida tienen una utilidad limitada, ya que solo permiten diagnosticar la agenesia pulmonar que se acompaña de ausencia de bronquio principal del lado afectado. No es así en los casos en los que hay una aplasia pulmonar con carina o sus remanentes. Tratamiento. En la gran mayoría de los casos solo se requiere un tratamiento conservador de los cuadros respiratorios agu- dos, muy habituales en estos enfermos como consecuencia del deterioro que existe en el aclaramiento mucociliar, la angula- ción que presenta la vía aérea y el acúmulo de secreciones res- piratorias que se produce. Sin embargo, en ocasiones se precisa una intervención quirúrgica para lograr la remisión total de las manifestaciones clínicas. HIPOPLASIA PULMONAR Es una anomalía congénita de la formación pulmonar que condiciona un desarrollo deficiente o incompleto del pulmón (p. ej., una disminución de los movimientos respiratorios fetales, una reducción del líquido pulmonar, como en el sín- drome de Potter). Se produce por una pérdida o descenso en la cantidad o el tamaño de las vías aéreas, los vasos sanguíneos y los alvéolos, aunque todos ellos tienen, sin embargo, una morfología macroscópica normal. Puede ser primaria, cuando no se asocia con otras alteraciones y, por tanto, se debe a un defecto intrínseco en el desarrollo pulmonar, o secundaria, cuando se acompaña de alguno de los siguientes factores: ● Disminución del volumen del hemitórax homolateral, generalmente por una lesión ocupante de espacio en el interior de la cavidad pleural (hernia diafragmática, tumores torácicos) o por deformidades musculoesqueléticas de la caja torácica. ● Disminución de la perfusión vascular pulmonar, por ejem- plo, en una tetralogía de Fallot. En los pulmones hipoplásicos se encuentra una reducción en el número de generaciones de vías aéreas, una menor cantidad de alvéolos y, a menudo, una disminución en el tamaño alveolar. Clínica. Depende de la intensidad y el grado de la anomalía y de la presencia de otras malformaciones asociadas. Los neo- natos con una hipoplasia pulmonar primaria suelen padecer una insuficiencia respiratoria y son propensos a las infecciones pulmonares recurrentes. También pueden sufrir asimetrías torácicas, menores movimientos respiratorios e hipofonesis del campo afectado. En la hipoplasia pulmonar la supervivencia de los enfermos es mayor que la que se observa en los pacientes con una agenesia o una aplasia. Además, algunos individuos llegan asintomáticos o con manifestaciones leves a la edad adulta. Diagnóstico. Las pruebas complementarias necesarias para establecer un diagnóstico más preciso son la tomografía com- putarizada torácica y la angiorresonancia torácica. Tratamiento. Se basa en la prevención y el tratamiento precoz de las infecciones respiratorias y de las anomalías congénitas asociadas. Secuestro broncopulmonar Es una de las anomalías pulmonares congénitas más frecuentes (del 0,15 al 6,4% del total de las malformaciones broncopul- monares). Es una masa de tejido pulmonar no funcionante y atípico, que se encuentra separado del resto del pulmón normal y que obtiene su propia nutrición sanguínea por una arteria sistémica (casi siempre procedente de la aorta torácica o abdominal). Suele aparecer en el lóbulo inferior izquierdo y puede ser de dos tipos bien diferentes: a) intralobular, cuando está al lado de un parénquima pulmonar normal y se mantiene recubierto por la misma pleura visceral que el pulmón sano, o b) extrapulmonar, cuando está revestido por una pleura visceral propia e independiente de la del pulmón normal. El tratamiento para ambos tipos de secuestro es quirúrgico, mediante una resección atípica o una lobectomía, debido a la constante amenaza de infecciones de repetición y hemorragias que tiene el secuestro. En algunas ocasiones se ha empleado, FIGURA 98.4 Radiografía posteroanterior (A) y lateral (B) de tórax de una enferma con una aplasia pulmonar izquierda. Obsérvese la pérdida de volumen que se aprecia en el pulmón izquierdo. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN XVI Situaciones especiales y otras alteraciones del aparato respiratorio 836 como procedimiento terapéutico alternativo, la embolización del sistema arterial aberrante, al tiempo que se realiza un cate- terismo, lo que en algunos casos consigue la desaparición de las manifestaciones clínicas. SECUESTRO INTRALOBULAR Representa el 75% del total de los secuestros pulmonares. En general recibe su irrigación arterial de la aorta torácica descendente o de la abdominal y, menos comúnmente, de las arterias intercostales. Drena al sistema venoso pulmonar, aunque también puede hacerlo a la vena cava inferior o a la vena ácigos. Se diagnostica más habitualmente en los niños y en los adultos jóvenes. Se localiza con más frecuencia en el segmento posterior del lóbulo inferior izquierdo o el segmento posterior del lóbulo inferior derecho, en situación paravertebral. Patogenia. Se explica con la llamada teoría vascular. El origen está en un vaso aberrante o anómalo, que en la época embrio- naria irriga un tejido pulmonar y que, de manera progresiva, en lugar de atrofiarse como muchos vasos aberrantes, permanece y tracciona parte del pulmón. Esa parte se aísla anatómicamente del resto normal y se separa así del árbol bronquial, con lo que aparece el secuestro. Clínica. Los pacientes suelen permanecer asintomáticos hasta que se produce una infección (casi siempre de naturaleza bacteriana, aunque también puede ser por micobacterias u hongos), lo que da lugar a los síntomas típicos de una neumo- nía aguda del lóbulo inferior. En ocasiones pueden producirse otros síntomas aislados, como disnea o hemoptisis. Diagnóstico. La forma de presentación radiológica del secues- tro pulmonar intralobular más característica es la opacidad homogénea, en general bien delimitada, de ubicación basal posterior izquierda o derecha, cercana al hemidiafragma. Tam- bién puede aparecer como una lesión quística o como unos vasos sanguíneos prominentes. Cuando existe una comuni- cación con el árbol bronquial, es posible observar imágenes quísticas en el interior del secuestro. Un signo radiológico llamativo es que los paquetes broncovasculares del pulmón normal se encuentren desplazados de su trayectoria habitual, por lo que se alejan del lóbulo anómalo, o muestren un aspecto festoneado en la periferia del secuestro. La tomografía computarizada helicoidal del tórax, con reconstrucción multiplanar de la trayectoria del vaso sistémico anómalo, permite visualizar la arteria nutriente de forma no invasiva. Aun así, la RMN torácica es la técnica no invasiva de elección para ver los vasos en múltiples planos. La aortografía sigue desempeñando un papel importante, sobre todo al hacer la valoración prequirúrgica de cada caso. SECUESTRO EXTRALOBULAR Es más raro que el secuestro intralobular y se relaciona con el hemidiafragma izquierdo en un 90% de los casos. Suele recibir su irrigación arterial de ramas de la aorta abdominal y drena al sistema venoso sistémico, lo que provoca un shunt de izquierda a derecha. En muchos casos acompaña a alguna otra malformación congénita, como una eventración, una parálisis del hemidiafragma o una hernia diafragmática. Pue- de asociarse con una hipoplasia pulmonar ipsolateralmás o menos completa. Clínica. El secuestro extralobular, al estar contenido dentro de un saco pleural propio, no suele sufrir infección alguna. Por tanto, es habitual que el diagnóstico se plantee al descubrir una lesión ocupante de espacio, asintomática, en el estudio de un niño con otras malformaciones congénitas, generalmente durante los primeros meses de la vida. Diagnóstico. El secuestro pulmonar extralobular suele pre- sentarse como una opacidad triangular bien delimitada en el ángulo costofrénico posterior, en la vecindad del hemidia- fragma izquierdo, o como una prominencia redondeada sobre dicho hemidiafragma. La aortografía permite evidenciar la irrigación arterial sistémica anómala, pero el primer procedi- miento diagnóstico que debe realizarse sigue siendo la RMN torácica, por ser menos cruenta e invasiva (fig. 98.5). Quiste broncogénico Es una porción del árbol traqueobronquial que queda separada durante el proceso de ramificación bronquial y que no conti- núa su desarrollo. Puede localizarse en el mediastino, en el que se encuentran la mayoría de estos quistes, o ser intrapulmonar, aunque también se han descrito otras ubicaciones más raras. Suele diagnosticarse en individuos jóvenes. Los quistes son, normalmente, de forma redondeada, de pared delgada y únicos o solitarios. Contienen un líquido seromucoso. Si se infectan pueden llegar a contener aire, al abrirse una comunicación con el árbol bronquial, o solo un material exudativo o purulento. QUISTE BRONCOGÉNICO PULMONAR Se desarrolla más tarde durante la gestación y se localiza dentro del parénquima pulmonar. En la mayoría de los casos se sitúa en los lóbulos inferiores, sin predominio del lado derecho sobre el izquierdo. Clínica. Suele ser asintomático. Es una lesión ocupante de espacio, que puede llegar a infectarse y manifestarse como una sepsis pulmonar en los niños o en los adultos, o como un dis- trés respiratorio en los recién nacidos. En ocasiones da lugar a episodios de hemoptisis. Puede sufrir complicaciones como un FIGURA 98.5 Aortografía en proyección anteroposterior (A) y lateral (B) de un enfermo con un secuestro pulmonar extralobular derecho. Obsérvese cómo la irrigación del secuestro procede de ramas arteriales sistémicas. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 98 Malformaciones y alteraciones del desarrollo del aparato respiratorio 837 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. neumotórax, el desarrollo de un adenocarcinoma o el aumen- to de su tamaño, si se origina un mecanismo valvular en su comunicación con el árbol bronquial. Diagnóstico. Desde un punto de vista radiológico el quis- te ofrece un aspecto nodular, redondeado u ovalado, y bien delimitado, generalmente localizado en uno de los lóbulos inferiores (fig. 98.6). En los casos en los que se ha establecido una comunicación con el árbol bronquial puede contener aire o mostrar un nivel hidroaéreo. A veces resulta difícil diferenciar entre una bulla o un quiste pulmonar adquirido (p. ej., tras un absceso pulmonar) y un quiste broncogénico pulmonar. Tratamiento. Consiste en la resección quirúrgica, mediante una segmentectomía o una lobectomía. QUISTE BRONCOGÉNICO MEDIASTÍNICO Es el más común. Según su ubicación puede clasificarse en para- traqueal, carinal (los dos tipos más frecuentes), hiliar, parae- sofágico y diverso (en el timo, el pericardio u otros lugares). Casi siempre es único. La mayoría de las veces se sitúa entre la tráquea y el esófago. Se produce en la fase temprana del desarrollo intrauterino (fig. 98.7). Clínica. Suele ser asintomático, aunque puede dar lugar a un distrés respiratorio en los neonatos. La sobreinfección es rara, ya que casi nunca se comunica con la vía aérea. Por ello puede alcanzar un gran tamaño. La localización del quiste es más importante que su tamaño a la hora de producir manifes- taciones clínicas por compresión de las estructuras vecinas. El quiste subcarinal origina más síntomas que el paratraqueal y suele ocasionar disnea, estridor, tos o dolor torácico. También puede acompañarse de los síntomas que se derivan de la com- presión de los grandes vasos mediastínicos, como ocurre en el síndrome de la vena cava superior. Diagnóstico. Aparece como una lesión ocupante de espacio, de densidad homogénea y bien delimitada, situada en la región paratraqueal derecha o en la zona subcarinal. Los quistes que se encuentran en esta ubicación son los más difíciles de visualizar en la radiografía simple de tórax. En estos casos es de gran utili- dad la tomografía computarizada torácica, que permite identi- ficar el carácter quístico de la lesión y su probable benignidad. Tratamiento. La resección quirúrgica puede realizarse por toracotomía o por videotoracoscopia. Bronquiectasias congénitas Es una rara anomalía del desarrollo en la que la presión ejer- cida por la vena cardinal izquierda común del feto (conducto izquierdo de Cuvier), al unirse al seno venoso, interfiere con el crecimiento del pulmón. Esto da lugar a una dilatación de los bronquios de un lóbulo o de un pulmón completo y a una disminución en el número de ramificaciones bronquiales (fig. 98.8). La bronquiectasia congénita puede asociarse con otras alte- raciones, entre las que se encuentra el síndrome de Kartagener, caracterizado por situs inversus, sinusitis crónica y bronquiectasias. FIGURA 98.6 Radiografía de tórax oblicua (A) y posteroanterior (B) de un enfermo con un quiste broncogénico pulmonar derecho. Obsérvese el nivel hidroaéreo, lo que indica que existe una comunicación con la vía aérea. FIGURA 98.7 Tomografía computarizada torácica de un enfermo con un quiste broncogénico mediastínico de gran tamaño. FIGURA 98.8 Radiografía de tórax (A) y broncografía (B) de un enfermo con unas bronquiectasias congénitas izquierdas. Obsérvense las importantes dilataciones bronquiales y la pérdida de volumen del pulmón izquierdo. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN XVI Situaciones especiales y otras alteraciones del aparato respiratorio 838 Su tratamiento es superponible al de las bronquiectasias de cualquier otro origen. Malformación adenomatoide quística congénita Con este nombre se designa una malformación pulmonar que adopta varias formas anatomopatológicas y en la que existe un trastorno en la arquitectura del tejido parenquimatoso y de la vía aérea terminal. Puede contener quistes en su interior y conectar, en alguna de las zonas malformadas, con el árbol bronquial. La nutrición de los quistes depende de la circula- ción bronquial. Patogenia. Se produce como consecuencia de un crecimiento adenomatoso de los bronquíolos terminales, con la subsi- guiente supresión del crecimiento alveolar. La causa de este sobrecrecimiento no se conoce. Clasificación. Esta malformación adopta tres formas de pre- sentación diferentes. Son las siguientes: ● Tipo I o quístico. Es el más frecuente. Consiste en un quis- te de gran tamaño, a menudo multiloculado, que puede asociarse con otros quistes circundantes más pequeños. ● Tipo II o intermedio. Se observan áreas sólidas separadas por quistes menores de 1 cm. ● Tipo III o sólido. Es una masa sólida sin quistes macros- cópicos. Clínica. Suele manifestarse como un distrés respiratorio agudo en el período neonatal, con taquipnea y una insuficiencia respiratoria secundaria a la expansión de los quistes y a la compresión de las estructuras adyacentes. Puede permanecer asintomática y descubrirse en la adolescencia o en la edadadulta, al realizar una radiografía de tórax por cualquier otro motivo, o bien ocasionar infecciones pulmonares recurrentes en un mismo lóbulo. Diagnóstico. Se evidencia como una opacidad compuesta por numerosos quistes, que se diseminan en su interior, aunque predominantemente en los lóbulos inferiores. Están rellenos de aire y líquido, lo que determina una opacidad total o marca claro un nivel hidroaéreo (fig. 98.9). La tomografía computa- rizada torácica es útil para dilucidar el grado de componente quístico o sólido que contiene la malformación. Tratamiento. Consiste en la resección quirúrgica del lóbulo afectado mediante una lobectomía. Se aconseja realizar esta intervención en todos los casos, dado el riesgo de degeneración maligna o de infección que tiene esta malformación. Hiperinsuflación lobular neonatal o enfisema lobular congénito El enfisema lobular congénito es una hiperinsuflación masiva y posnatal de uno o más lóbulos pulmonares. Se debe a un atrapamiento de aire como consecuencia de la existencia de un mecanismo valvular, lo que lleva a la hiperinsuflación y a la expansión progresiva del lóbulo, pero no a su vaciamiento. Clínica. Se manifiesta casi siempre en la infancia temprana, en cuyo caso suele expresarse como una insuficiencia respira- toria importante. Si aparece ya en el período neonatal con frecuencia da lugar a una asimetría torácica con taquipnea, hipofonesis o sibilancias localizadas. Suele asociarse con mal- formaciones cardíacas. Rara vez se produce en los lóbulos inferiores y casi siempre es unilateral. Diagnóstico. El lóbulo hiperinsuflado se ve más radiolú- cido que el resto del pulmón, por la disminución de su vas- cularización, y suelen apreciarse distintos signos que hablan del atrapamiento aéreo, como pueden ser la depresión del hemidiafragma o el desplazamiento mediastínico. Cuando el lóbulo enfisematoso es muy grande puede provocar una ate- lectasia del pulmón ipsolateral, un hundimiento de la cúpula diafragmática o una desviación mediastínica contralateral, así como una herniación hacia el pulmón contralateral con una atelectasia de ese pulmón. Tratamiento. Casi todos los casos deben tratarse quirúrgi- camente mediante una lobectomía, que ha de efectuarse con mayor o menor urgencia según el compromiso respiratorio existente. No obstante, también se ha descrito la posibilidad de una mejoría progresiva de la hiperinsuflación en los enfermos que se tratan de modo conservador. MALFORMACIONES VASCULARES Malformaciones arteriales AGENESIA DE LA ARTERIA PULMONAR PRINCIPAL Pueden existir arterias pulmonares derecha e izquierda que reciben la sangre de un conducto arterioso permeable (fig. 98.10). Otras posibilidades anatómicas rara vez son compatibles con la vida. TRONCO ARTERIOSO PERSISTENTE Se caracteriza por cursar con un solo tronco arterial grueso, que sale de una válvula cardíaca semilunar única y que se asocia con una comunicación interventricular, lo que permite que el árbol vascular pulmonar se irrigue con presiones sistémicas. INTERRUPCIÓN PROXIMAL DE LA ARTERIA PULMONAR DERECHA O IZQUIERDA Es más habitual en el lado derecho y da una imagen radiológica de disminución de volumen del pulmón y del hilio del mismo FIGURA 98.9 Radiografía posteroanterior (A) y lateral (B) de tórax de un enfermo con una malformación adenomatoide quística derecha. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org CAPÍTULO 98 Malformaciones y alteraciones del desarrollo del aparato respiratorio 839 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. lado, con hiperinsuflación y aumento hiliar contralateral. La interrupción proximal de la arteria pulmonar izquierda suele asociarse con una tetralogía de Fallot. NACIMIENTO ANÓMALO DE LA ARTERIA PULMONAR IZQUIERDA EN EL LADO DERECHO En su trayecto hacia el lado izquierdo puede provocar una este- nosis del bronquio principal derecho o del tercio distal de la tráquea, lo que se traduce en las manifestaciones clínicas que se derivan de la obstrucción de la vía aérea principal, como puede ser el estridor, las infecciones respiratorias recidivantes, etc. ESTENOSIS ARTERIALES PULMONARES Estas estenosis pueden afectar a ambas arterias en todo su tra- yecto. Se observan de manera aislada, asociadas con otras mal- formaciones cardíacas o en el seno de diversos síndromes malfor- mativos. Malformaciones venosas OBSTRUCCIÓN CONGÉNITA DE LAS VENAS PULMONARES Se produce bien por una compresión extrínseca de las venas por lesiones ocupantes de espacio o bien por defectos propios de la pared venosa. La hipertensión venosa y arterial pulmonar que se origina secundariamente puede provocar disnea, infecciones respiratorias recurrentes o hemoptisis. VARICES PULMONARES CONGÉNITAS Se manifiestan en la edad adulta como opacidades homogéneas redondeadas y ovaladas, de contorno bien definido y lobulado, en general situadas en la región del hilio. DRENAJE VENOSO PULMONAR ANÓMALO Constituye un shunt extracardíaco de izquierda a derecha en el que la sangre venosa pulmonar drena directamente en la aurícula derecha o en las venas sistémicas que desembocan en ella. Puede ser parcial o, si toda la sangre venosa pulmonar drena en el lado derecho, total. En este caso necesariamente tiene que existir una comunicación interauricular. Existe mucha variabilidad en la disposición anatómica de las conexiones venosas, aunque estas pueden agruparse en las cuatro confi- guraciones principales siguientes: ● Supracardíaca: cuando el drenaje se produce en la vena cava superior. ● Cardíaca: cuando se drena directamente en la aurícula dere- cha o en el seno coronario. ● Infradiafragmática: cuando el drenaje se hace a la vena porta o a una de sus ramas. ● Mixta: la forma menos frecuente. Malformaciones arteriales y venosas combinadas Es la denominada malformación pulmonar arteriovenosa. En realidad, el espectro de malformaciones pulmonares arteriove- nosas es muy amplio. Va desde las lesiones microscópicas, que pueden ser responsables de la aparición de una hipoxemia, a pesar de la existencia de una radiografía de tórax normal, hasta las grandes lesiones aneurismáticas múltiples, asociadas (no siempre) con otras malformaciones arteriovenosas en otros órganos. Esta última posibilidad constituye el síndrome de Rendu-Osler-Weber o telangiectasia hemorrágica familiar, de herencia autosómica dominante. En general, las malformacio- nes arteriovenosas suelen localizarse en los lóbulos inferiores y pueden ser únicas, lo que es más común, o múltiples. Patogenia. Su origen se debe a un defecto en la separación de los esbozos embrionarios arterial y venoso, de manera que puede llegar a constituirse un importante shunt de derecha a izquierda. Las consecuencias clínicas son la hipoxemia, la ciano- sis, la policitemia secundaria o, incluso, la embolia paradójica. Clínica. La hemoptisis es el síntoma más frecuente, aunque muchas malformaciones son asintomáticas y permanecen así toda la vida. También pueden manifestarse por disnea, cianosis, hipocratismo digital o, incluso, un soplo continuo auscultable sobre la lesión. Una complicación grave de las fístulas arterio- venosas, a veces potencialmente fatal, es el hemotórax. Diagnóstico. En el 98% de los casos la radiografía de tórax es patológica. Aparecen nódulos o masas bien delimitadas, con forma esférica u ovalada, a veces con un contorno polilobu- lado, pero bien definido (en algunos casos se llega a identifi- car la arteria aferente y la vena de drenaje). También pueden observarse lesiones de aspecto arracimado, con flebolitos en su interior (fig. 98.11). La tomografía computarizada torácica helicoidal con reconstrucción multiplanar es capaz de mostrar la angioarquitectura delas lesiones, por lo que se considera que es el procedimiento diagnóstico de elección. Sin embargo, aún se recomienda la realización de una angiografía pulmonar, de ambos campos pulmonares completos, cuando se tiene que planificar la intervención quirúrgica. En efecto, con esta técnica puede confirmarse definitivamente el diagnóstico, analizar las arterias aferentes y las venas de drenaje, y detectar otras posibles malformaciones asociadas. Tratamiento. Está indicado siempre en las lesiones aneuris- máticas mayores de 3 cm, incluso si son asintomáticas, por FIGURA 98.10 Tomografía computarizada torácica y su reconstrucción tridimensional de un enfermo con una agenesia de la arteria pulmonar derecha. Descargado de ClinicalKey.es desde Universidad Nacional Autonoma de Mexico diciembre 14, 2016. Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados. http://booksmedicos.org SECCIÓN XVI Situaciones especiales y otras alteraciones del aparato respiratorio 840 la morbimortalidad que tienen esas malformaciones a largo plazo. El tratamiento se basa en la cirugía o en la emboliza- ción. Esta última se indica en los enfermos no aptos para la intervención quirúrgica o cuando las lesiones son múltiples. MALFORMACIONES PULMONARES COMPLEJAS Síndrome de hipogenesia pulmonar El síndrome de hipogenesia pulmonar, pulmón en cimitarra o síndrome de la cimitarra es una hipoplasia pulmonar derecha que se acompaña de un drenaje venoso anómalo de dicho pulmón en la vena cava inferior, aunque también puede ser en la vena porta, las venas hepáticas, la ácigos, el seno coronario o la aurícula derecha. A veces se asocia con otras anomalías, como una arteria pulmonar derecha hipoplásica con irrigación sistémica total o parcial del pulmón derecho, malformaciones del árbol bronquial derecho, divertículos y malformaciones car- diovasculares diversas, etc. Clínica. Cuando da síntomas, pueden aparecer manifes- taciones clínicas similares a las de un shunt de izquierda a derecha con hipertensión pulmonar. Diagnóstico. La imagen radiológica es muy característica. La vena anómala es visible como una sombra ancha en forma de cimitarra, que desciende hacia el diafragma en el lado derecho del corazón, lo que se une a una pérdida de volumen del hemi- tórax de ese lado, con un hilio ipsolateral pequeño, una dis- minución de la trama vascular en el hemicampo derecho y una desviación de la silueta cardiomediastínica hacia la derecha. Tratamiento. La mayoría de las veces no se requiere trata- miento quirúrgico alguno. Este solo debe realizarse si exis- te un cortocircuito de izquierda a derecha importante, una hipertensión pulmonar, una cardiopatía congénita asociada o infecciones respiratorias recurrentes. Bibliografía Durell J, Lakhoo K. Congenital cystic lesions of the lung. Early Hum Dev 2014;90:935-9. García Peña P, Coma A, Enríquez G. Congenital lung malformations: radiological findings and clues for differential diagnosis. Acta Radiol 2013;54:1086-95. Gupta N, Vassallo R, Wikenheiser-Brokamp KA, McCormack FX. Diffuse Cystic lung disease. Part II. Am J Respir Crit Care Med 2015;192:17-29. Lee EY, Dorkin H, Vargas SO. Congenital pulmonary malformations in pediatric patients: review and update on etiology, classification, and imaging findings. Radiol Clin North Am 2011;49:921-48. Matsushima H, Takayanagi N, Satoh M, Kurashima K, Kanauchi T, Hoshi T, et al. Congenital bronchial atresia: radiologic findings in nine patients. J Comput Assist Tomogr 2002;26:860-4. McDonough RJ, Niven AS, Havenstrite KA. Congenital pulmonary airway malformation: a case report and review of the literature. Respir Care 2012;57:302-6. Mehta AC, Thaniyavarn T, Ghobrial M, Khemasuwan D. Common congenital anomalies of the central airways in adults. Chest 2015;148:274-87. Puligandla PS, Laberge JM. Congenital lung lesions. Clin Perinatol 2012;39:331-47. Setty S, Michaels A. Tracheal bronchus: case presentation, literature review and discussion. J Trauma 2002;49:943-5. Thacker PG, Rao AG, Hill JG, Lee EY. 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