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Fertirriego en Autor: Equipo Editorial INTAGRI Maíz Figura 1. El fertirriego en maíz permite lograr una producción más sostenible. Fuente: Intagri, 2016. El maíz es uno de los tres principales granos alrededor del mundo junto con el trigo y el arroz. Origi- nario de México, es base de la dieta humana y animal. La población humana cada vez crece más y exige mayor cantidad de alimentos, de ahí la impor- tancia de lograr una producción constantemente a la alza. Una de las principales tecnologías que permiten lograr una alta productividad en maíz es el fertirriego. En maíz, el fertirriego ha demostrado ser una tecnología e�ciente y rentable, sobre todo en las regiones donde la disponibilidad de agua es limitada, logrando aprovechar- la e�cazmente e incrementando los rendimientos. Análisis de suelo. Es importante partir de un análisis de ferti- lidad del suelo para conocer la disponibili- dad de nutrimentos que se tienen y ten- drán disponibles a los largo del ciclo de cultivo. Otros parámetros que otorga un análisis son el pH, salinidad y sodicidad del suelo, que sirven para determinar si es necesaria una enmienda de yeso o cal agrí- cola, con el propósito de evitar problemas en el crecimiento del cultivo. A partir del análisis del suelo se determina un plan de mejora del suelo a largo plazo y se genera una aproximación al programa de fertiliza- ción en función de las necesidades del cultivo. También nos proporciona informa- ción para seleccionar los fertilizantes ade- cuados. Requisitos previos Análisis químico de agua. Este análisis es tan importante como el análisis de suelo, ya que el agua además de hidratar a la planta es el vehículo que nos ayuda a distribuir los nutrimentos al culti- vo. Los principales aspectos que se evalúan en este análisis son el pH, conductividad eléctrica, alcalinidad (carbonatos y bicar- bonatos) y contenido de nutrimentos. A partir de estos parámetros se pueden determinar si es necesario el acondiciona- miento del agua para evitar obturaciones de los emisores de riego. De igual forma, el contenido de nutrimentos en el agua se toma en cuenta en el programa de fertiliza- ción, llegando muchas veces a reducir con- siderablemente la dosis de algunos nutri- mentos. Para mayor información sobre cómo interpretar un análisis de fertilidad de suelo y un análisis de agua se recomien- da tomar el curso: Formulación de progra- mas de fertilización. Fenología del cultivo. Conociendo la fenología del maíz pode- mos planear las labores que se deben realizar en el cultivo. El desarrollo de la planta se divide en dos grandes etapas: vegetativa (V) y reproducti- va (R), cada una de éstas se subdividen en otras más (Figura 2). Conocer las etapas de desarrollo del maíz y su duración permite calendarizar la fertilización a lo largo del ciclo y las etapas críticas del cultivo. Una de las metodologías que ayudan a predecir el momento en el que ocurren cada una de las etapas es el cálculo de los grados días de desarrollo (GDD). Para mayor información se recomienda escuchar la conferencia: Cómo crece y se nutre una planta de maíz. Figura 2. Etapas fenológicas del maíz. Fuente: Emerson Nafziger, 2016. Absorción de nutrimentos. Los nutrimentos más demandados por el maíz son nitrógeno y potasio, seguidos de fósforo, calcio, magnesio y azufre. Castella- nos et al. (2019) a�rman que la acumula- ción más grande de nutrimentos ocurre entre las etapas V12 y R1, con una tasa diaria de acumulación de 4.1 Kg de nitró- geno (N)/ha/día, 1.5 kg de fósforo (P2O5)/ha/día y 4.4 kg de potasio (K2O)/ha/día. La programación de la fertili- zación se hace en función de la curva de absorción de nutrimentos, proporcionan- do la cantidad necesaria en el momento adecuado para la máxima expresión del rendimiento. Fuentes fertilizantes. Las principales características a tener en cuenta al seleccionar las fuentes fertilizantes son: solubilidad, pureza, índice salino, índice de acidez, compatibilidad, disponibilidad, composi- ción y precio. Al momento de hacer las soluciones madre que se inyectarán al sistema de riego es recomendable tener tres tanques. En el primer tanque se colocarán nitratos, cloru- ros y calcio; en el segundo tanque sulfatos y fosfatos y el tercer tanque se usará para disolver a los ácidos. Algunas de las fuentes fertilizantes empleadas en maíz son la urea, sulfato de amonio, fosfato monoamónico, cloruro de potasio, sulfato de magnesio, sulfato de potasio, sulfato de zinc, solubor, entre otros. Nutrición Programa de fertilización. Las cantidades de cada nutrimento se obtienen de la diferencia entre la necesi- dad del cultivo, según la meta de rendi- miento, y el contenido de nutrimentos que aporta el suelo y el agua de riego. La cantidad resultante se multiplicará por la e�ciencia con la que el cultivo aprovecha dicho nutrimento. El programa de ferti- rriego se fracciona de forma semanal pro- curando suministrar la cantidad que va requiriendo el cultivo según la curva de absorción del nutrimento hasta la etapa R4. En la siembra del cultivo se recomien- da aportar un 15% de N, 45% de P2O5, 45% de K2O y 70% de magnesio de las necesidades totales. Monitoreo. El monitoreo nutrimental del cultivo permite ajustar el programa de fertirriego según el nivel de los nutrimentos contenidos en el tejido foliar del cultivo (Cuadro 2) y se puede llevar a cabo en cualquier etapa del cultivo. Este monitoreo se realiza a través de un análisis foliar realizado por un laboratorio. El órgano de muestreo para la mayoría de las etapas es la hoja más recientemente madura (hoja más joven con lígula formada); sin embargo, en las etapas V1, V2 y V3 se muestrea la planta completa descartando raíces y en la etapa de R1, la hoja que cubre al jilote. Consumo hídrico. El consumo hídrico del cultivo está en función de factores climáticos y el desarrollo del cultivo. Existen distintos métodos para calcular las necesi- dades de agua del maíz, una de ellos es a través de modelos como el de Penman-Mon- teith; el cual considera la evapotranspiración (ETo) y el coe�ciente de cultivo (Kc). Otro método más práctico es el uso de sensores de humedad como los tensiómetros que pueden emplearse en batería, uno a una profundidad de 0 a 15 cm y el otro de 15 a 30 cm. Las lecturas en los tensiómetros deben mantenerse entre los 10 a 20 centibares. Sistema de riego. En maíz los sistemas de riego más comunes son por gravedad o rodado, aspersión y goteo; este último el más conveniente para la aplicación del ferti- rriego por su alta e�ciencia de aplicación del agua. Riego Cita correcta de este artículo INTAGRI. 2020. Fertirriego en Maíz. Serie Cereales, Núm. 47. Artículos Técnicos de INTAGRI. México. 4 p. Literatura consultada -Castellanos, J. Z. 2020. Fertirriego en el Cultivo de Maíz. 4° Diplomado Internacional de Fertirriego en Cultivos. INTAGRI. México. -Castellanos, J. Z.; Etchevers, J. B.; Peña, M.; García, S.; Ortiz, I.; Arango, A; Macías, J.; Venegas, C. 2019. ¿Cómo Crece y se Nutre una Planta de Maíz? FERTILAB. México. 124 p. -Martínez G. M. A; Jasso, C. C.; Osuna, C. E. S.; Reyes, M. L.; Huerta, D. J.; Figueroa, S. B. 2014. Efecto del Fertirriego y Labranza de Conservación en Propiedades del Suelo y el Rendimiento de Maíz. Revista Mexicana de Ciencias Agrícolas, 5 (6): 937-949 p.
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