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47 Fertirriego en Maiz

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Fertirriego
 en 
Autor: Equipo Editorial INTAGRI 
Maíz
Figura 1. El fertirriego en maíz permite lograr una producción más sostenible. 
Fuente: Intagri, 2016.
El maíz es uno de los tres 
principales granos alrededor del 
mundo junto con el trigo y el arroz. Origi-
nario de México, es base de la dieta humana y 
animal. La población humana cada vez crece más y 
exige mayor cantidad de alimentos, de ahí la impor-
tancia de lograr una producción constantemente a la 
alza. Una de las principales tecnologías que permiten 
lograr una alta productividad en maíz es el fertirriego. En 
maíz, el fertirriego ha demostrado ser una tecnología 
e�ciente y rentable, sobre todo en las regiones donde la 
disponibilidad de agua es limitada, logrando aprovechar-
la e�cazmente e incrementando los rendimientos.
Análisis de suelo. 
Es importante partir de un análisis de ferti-
lidad del suelo para conocer la disponibili-
dad de nutrimentos que se tienen y ten-
drán disponibles a los largo del ciclo de 
cultivo. Otros parámetros que otorga un 
análisis son el pH, salinidad y sodicidad del 
suelo, que sirven para determinar si es 
necesaria una enmienda de yeso o cal agrí-
cola, con el propósito de evitar problemas 
en el crecimiento del cultivo. A partir del 
análisis del suelo se determina un plan de 
mejora del suelo a largo plazo y se genera 
una aproximación al programa de fertiliza-
ción en función de las necesidades del 
cultivo. También nos proporciona informa-
ción para seleccionar los fertilizantes ade-
cuados.
Requisitos previos 
Análisis químico de agua. 
Este análisis es tan importante como el 
análisis de suelo, ya que el agua además de 
hidratar a la planta es el vehículo que nos 
ayuda a distribuir los nutrimentos al culti-
vo. Los principales aspectos que se evalúan 
en este análisis son el pH, conductividad 
eléctrica, alcalinidad (carbonatos y bicar-
bonatos) y contenido de nutrimentos. A 
partir de estos parámetros se pueden 
determinar si es necesario el acondiciona-
miento del agua para evitar obturaciones 
de los emisores de riego. De igual forma, el 
contenido de nutrimentos en el agua se 
toma en cuenta en el programa de fertiliza-
ción, llegando muchas veces a reducir con-
siderablemente la dosis de algunos nutri-
mentos. Para mayor información sobre 
cómo interpretar un análisis de fertilidad 
de suelo y un análisis de agua se recomien-
da tomar el curso: Formulación de progra-
mas de fertilización. 
Fenología del cultivo. Conociendo la fenología del maíz pode-
mos planear las labores que se deben realizar en el cultivo. El desarrollo 
de la planta se divide en dos grandes etapas: vegetativa (V) y reproducti-
va (R), cada una de éstas se subdividen en otras más (Figura 2). Conocer 
las etapas de desarrollo del maíz y su duración permite calendarizar la 
fertilización a lo largo del ciclo y las etapas críticas del cultivo. Una de las 
metodologías que ayudan a predecir el momento en el que ocurren cada 
una de las etapas es el cálculo de los grados días de desarrollo (GDD). 
Para mayor información se recomienda escuchar la conferencia: Cómo 
crece y se nutre una planta de maíz. 
Figura 2. Etapas fenológicas del maíz. 
Fuente: Emerson Nafziger, 2016.
Absorción de nutrimentos. 
Los nutrimentos más demandados por el 
maíz son nitrógeno y potasio, seguidos de 
fósforo, calcio, magnesio y azufre. Castella-
nos et al. (2019) a�rman que la acumula-
ción más grande de nutrimentos ocurre 
entre las etapas V12 y R1, con una tasa 
diaria de acumulación de 4.1 Kg de nitró-
geno (N)/ha/día, 1.5 kg de fósforo 
(P2O5)/ha/día y 4.4 kg de potasio 
(K2O)/ha/día. La programación de la fertili-
zación se hace en función de la curva de 
absorción de nutrimentos, proporcionan-
do la cantidad necesaria en el momento 
adecuado para la máxima expresión del 
rendimiento. 
Fuentes fertilizantes. 
Las principales características a tener en cuenta al seleccionar las fuentes fertilizantes son: 
solubilidad, pureza, índice salino, índice de acidez, compatibilidad, disponibilidad, composi-
ción y precio. Al momento de hacer las soluciones madre que se inyectarán al sistema de 
riego es recomendable tener tres tanques. En el primer tanque se colocarán nitratos, cloru-
ros y calcio; en el segundo tanque sulfatos y fosfatos y el tercer tanque se usará para disolver 
a los ácidos. Algunas de las fuentes fertilizantes empleadas en maíz son la urea, sulfato de 
amonio, fosfato monoamónico, cloruro de potasio, sulfato de magnesio, sulfato de potasio, 
sulfato de zinc, solubor, entre otros. 
Nutrición
Programa de fertilización. 
Las cantidades de cada nutrimento se 
obtienen de la diferencia entre la necesi-
dad del cultivo, según la meta de rendi-
miento, y el contenido de nutrimentos 
que aporta el suelo y el agua de riego. La 
cantidad resultante se multiplicará por la 
e�ciencia con la que el cultivo aprovecha 
dicho nutrimento. El programa de ferti-
rriego se fracciona de forma semanal pro-
curando suministrar la cantidad que va 
requiriendo el cultivo según la curva de 
absorción del nutrimento hasta la etapa 
R4. En la siembra del cultivo se recomien-
da aportar un 15% de N, 45% de P2O5, 
45% de K2O y 70% de magnesio de las 
necesidades totales. 
Monitoreo. El monitoreo nutrimental del cultivo permite ajustar el programa de 
fertirriego según el nivel de los nutrimentos contenidos en el tejido foliar del cultivo 
(Cuadro 2) y se puede llevar a cabo en cualquier etapa del cultivo. Este monitoreo se 
realiza a través de un análisis foliar realizado por un laboratorio. El órgano de muestreo 
para la mayoría de las etapas es la hoja más recientemente madura (hoja más joven con 
lígula formada); sin embargo, en las etapas V1, V2 y V3 se muestrea la planta completa 
descartando raíces y en la etapa de R1, la hoja que cubre al jilote.
Consumo hídrico. El consumo hídrico del cultivo está en función de factores 
climáticos y el desarrollo del cultivo. Existen distintos métodos para calcular las necesi-
dades de agua del maíz, una de ellos es a través de modelos como el de Penman-Mon-
teith; el cual considera la evapotranspiración (ETo) y el coe�ciente de cultivo (Kc). Otro 
método más práctico es el uso de sensores de humedad como los tensiómetros que 
pueden emplearse en batería, uno a una profundidad de 0 a 15 cm y el otro de 15 a 30 
cm. 
Las lecturas en los tensiómetros deben mantenerse entre los 10 a 20 centibares. 
Sistema de riego. En maíz los sistemas de riego más comunes son por gravedad o 
rodado, aspersión y goteo; este último el más conveniente para la aplicación del ferti-
rriego por su alta e�ciencia de aplicación del agua. 
Riego 
Cita correcta de este artículo 
INTAGRI. 2020. Fertirriego en Maíz. Serie Cereales, Núm. 47. Artículos Técnicos de 
INTAGRI. México. 4 p.
Literatura consultada
-Castellanos, J. Z. 2020. Fertirriego en el Cultivo de Maíz. 4° Diplomado Internacional 
de Fertirriego en Cultivos. INTAGRI. México. 
-Castellanos, J. Z.; Etchevers, J. B.; Peña, M.; García, S.; Ortiz, I.; Arango, A; Macías, J.; 
Venegas, C. 2019. ¿Cómo Crece y se Nutre una Planta de Maíz? FERTILAB. México. 124 
p. 
-Martínez G. M. A; Jasso, C. C.; Osuna, C. E. S.; Reyes, M. L.; Huerta, D. J.; Figueroa, S. B. 
2014. Efecto del Fertirriego y Labranza de Conservación en Propiedades del Suelo y el 
Rendimiento de Maíz. Revista Mexicana de Ciencias Agrícolas, 5 (6): 937-949 p.

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