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CUIDADOS BASICOS DE LA MUJER

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2 Ginecología general
CAPÍTULO 1
Cuidados básicos 
de la mujer
ANAMNESIS Y EXPLORACIÓN FÍSICA
Para muchas mujeres, el ginecólogo es tanto especialista como 
médico de cabecera. Como tal, tiene la oportunidad de prevenir y 
tratar gran variedad de enfermedades. La frecuencia de éstas varía 
según el grupo de edad tratado. Por tanto, la orientación de la 
anamnesis debe refl ejar estos riesgos cambiantes. Además de inte-
rrogar sobre diversas molestias específi cas, la anamnesis detallada 
que incluye los antecedentes heredofamiliares, ayuda a dirigir la 
detección sistemática profi láctica adecuada.
Diversas organizaciones emiten normas para los cuidados pro-
fi lácticos y las actualizan de forma regular. Estas organizaciones 
comprenden a los Centers for Disease Control and Prevention 
(CDC), el U.S. Preventive Services Task Force (USPSTF), la 
American Cancer Society y el American College of Obstetricians and 
Gynecologists.
Se recomienda que las mujeres hagan su primera cita con el 
ginecólogo entre los 13 y 15 años de edad (American College of 
Obstetricians and Gynecologists, 2011). Durante esta consulta se 
establece la compenetración entre la adolescente y su ginecólogo, 
se valora la fase de la adolescencia y se resuelven las necesidades 
en cuanto a salud reproductiva. También es posible decidir si la 
atención periódica continúa con el ginecólogo o con el pediatra. 
A esta edad, no se lleva a cabo una exploración pélvica en ninguna 
adolescente asintomática a menos que esté indicado. En el capí-
tulo 14 (pág. 382) se describen las necesidades específi cas de las 
adolescentes y el American College of Obstetricians and Gynecologists 
ofrece información adicional en su página de Internet http://
www.acog.org/departments/dept_web.cfm?recno=7
En adultos, después de la anamnesis se lleva a cabo la explo-
ración física completa. Muchas mujeres manifi estan molestias 
específi cas de la mama o la pelvis. A continuación, se describe su 
valoración.
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3Cuidados básicos de la mujer 
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piel de naranja. Además se observa la simetría del contorno de la 
mama y la axila.
Valoración de los ganglios linfáticos
Después de la inspección, se palpan los ganglios linfáticos axila-
res, supraclaviculares e infraclaviculares con mayor facilidad colo-
cando a la mujer sentada con la extremidad superior sujetada por 
el médico (fig. 1-2). La axila está limitada por el músculo pectoral 
mayor en posición ventral y el músculo dorsal ancho en posición 
dorsal. Conforme el médico desliza la mano desde la parte superior 
a la inferior en la axila, detecta los ganglios linfáticos y los com-
prime de manera momentánea contra la pared torácica lateral. En 
una paciente delgada a menudo se perciben uno o más ganglios lin-
fáticos móviles que miden <1 cm de diámetro. El primer ganglio 
linfático que recibe metástasis del cáncer mamario (ganglio centi-
nela) casi siempre se ubica detrás de la porción media del vientre 
del pectoral mayor.
Palpación mamaria
Después de la inspección, se realiza la palpación mamaria con la 
mujer en posición supina y una mano por arriba de la cabeza para 
extender el tejido mamario sobre la pared torácica (fig. 1-3). La 
exploración abarca el tejido mamario limitado por la clavícula, el 
borde esternal, la línea inframamaria y la línea axilar media. La 
palpación mamaria dentro de esta región pentagonal se realiza de 
forma lineal. En esta técnica, se utilizan las yemas de los dedos con 
las cuales se realizan movimientos circulares y deslizados (fig. 1-4). 
En cada punto de palpación, se valoran los tejidos tanto superfi -
ciales como profundos (fig. 1-5). Durante la CBE no es necesario 
extraer secreción del pezón a menos que la paciente describa la 
salida espontánea de la misma.
En caso de encontrar algún resultado anormal, éste se describe 
según su ubicación en la mama derecha o izquierda, la posición 
según las manecillas del reloj, su distancia desde la aréola y su 
tamaño. La valoración y el tratamiento de las enfermedades de la 
mama y el pezón se describen con mayor detalle en el capítulo 12.
■ Exploración mamaria
La autoexploración mamaria (SBE, self breast examination) es la 
exploración que realiza la propia paciente para detectar anomalías. 
Los estudios demuestran que la SBE aumenta la frecuencia con 
que se llevan a cabo pruebas diagnósticas de mastopatía benigna, 
pero carece de efi cacia en la reducción de las tasas de mortalidad 
por cáncer mamario (Kösters, 2008; Th omas, 2002). Sin embargo, 
el American College of Obstetricians and Gynecologists (2011a), 
la American Cancer Society (2011a) y el National Comprehensive 
Cancer Network (Bevers, 2009) recomiendan el autoconocimiento, 
que incluye la autoexploración mamaria (American College of 
Obstetricians and Gynecologists, 2011a).
Por el contrario, la exploración clínica de las mamas (CBE, cli-
nical breast examination) la realiza un profesional de la salud, per-
mitiéndole detectar un pequeño porcentaje de cánceres mamarios 
que no se observan en la mamografía. Además, la CBE permite 
identifi car cánceres en pacientes jóvenes que no son personas ele-
gibles típicas para la mamografía (McDonald, 2004). Hay diversos 
métodos para realizar la exploración mamaria. Sin embargo, para 
estandarizar la productividad, un comité de la American Cancer 
Society describió una CBE que comprende la inspección visual 
combinada con palpación axilar y mamaria, que se describen a 
continuación (Saslow, 2004).
Inspección mamaria
Al principio, las mamas se observan con la mujer sentada en el 
borde de la cama con ambas manos en las caderas y los músculos 
pectorales fl exionados (fig. 1-1). Esta posición resalta la asime-
tría. Otras posiciones de los brazos, como colocarlos por arriba 
de la cabeza, no agregan información importante. La piel de la 
mama se inspecciona en busca de eritema; retracción; descama-
ción, principalmente sobre el pezón; y edema, que se denomina 
FIGURA 1-1. Esta imagen muestra la inspección mamaria. La bata de 
la paciente se deja caer brevemente para permitir la inspección. Ella 
debe colocar las manos sobre la cintura para flexionar los músculos 
pectorales. Con la paciente ligeramente inclinada hacia adelante, se 
inspeccionan las mamas para valorar en busca de asimetría o depre-
siones en la piel.
FIGURA 1-2. Se observa un método para palpar los ganglios linfáticos 
axilares. Las puntas de los dedos se extienden hasta el vértice axilar 
comprimiendo el tejido contra la pared torácica como rodando, tal como 
se muestra en la figura 1-4. El médico sostiene el brazo de la paciente.
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4 Ginecología general
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periné desde el monte de Venus en posición 
ventral hasta los pliegues genitocrurales en 
posición lateral y el ano. Muchas infecciones 
y neoplasias de la vulva también abarcan la 
piel perianal, por lo cual de igual modo es 
importante inspeccionarla. Algunos médicos 
palpan la zona en busca de anomalías de las 
glándulas de Bartholin y parauretrales. No 
obstante, en la mayor parte de los casos, los 
síntomas y la asimetría en estas áreas dictan 
la necesidad de esta valoración específi ca.
Exploración con espejo vaginal
Para esta parte de la exploración, se cuenta 
con espejos vaginales tanto de metal como de 
plástico, cada uno en diversos tamaños según 
la longitud y fl acidez de la vagina. Algunos 
espejos de plástico están equipados con una 
pequeña luz. El espejo de metal requiere de una fuente lumi-
nosa externa. La preferencia por cualquiera de éstos depende de 
cada médico. La vagina y el cuello uterino se observan luego 
de colocar un espejo de Graves o de Pederson (fig. 1-6). Previo 
a introducirlo, el espejo se calienta con agua o con una luz para 
Durante la exploración se explica a la paciente que cualquier 
tumor axilar o mamario nuevo, dolormamario no cíclico, secre-
ción espontánea del pezón, inversión del pezón y cambios en la piel 
de la mama, como formación de hoyuelos, descamación, úlceras, 
edema o eritema deben valorarse de inmediato. Es necesario ins-
truir a las pacientes que desean llevar a cabo la SBE en cuanto a 
los benefi cios, limitaciones y riesgos potenciales de esta práctica, 
además de enseñarles a realizar la SBE una semana después de la 
menstruación.
 ■ Exploración pélvica
Esta exploración se efectúa con la paciente en posición supina, las 
extremidades inferiores en posición de litotomía dorsal y los pies 
descansando en los estribos. La cabecera de la camilla se eleva 30 
grados para relajar los músculos de la pared abdominal, permi-
tiendo así la exploración bimanual. Se le advierte que la explo-
ración se puede detener e interrumpir en cualquier momento. 
Además es importante describir cada parte de la exploración antes 
de llevarla a cabo.
Ganglios linfáticos inguinales e inspección perineal
Muchos cánceres e infecciones pélvicas drenan en los ganglios linfá-
ticos inguinales, por lo cual éstos se deben palpar durante la explo-
ración física. Posteriormente se realiza una inspección metódica del 
FIGURA 1-4. La imagen muestra la técnica recomendada para la 
palpación. Se utilizan las yemas de los dedos y un movimiento circular 
para palpar la mama completa.
FIGURA 1-3. La imagen muesta la posición de la paciente que se recomienda y la dirección 
de la palpación durante la exploración mamaria.
Superficial
Profundo
Profundidad 
intermedia
FIGURA 1-5. La imagen muestra la palpación sobre las diversas pro-
fundidades en cada punto sobre un trayecto lineal.
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5Cuidados básicos de la mujer 
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tienen relaciones sexuales esporádicas, las que padecen dispareunia 
o las pacientes que padecen mucha ansiedad.
Al introducir el espejo, la vagina se contrae y algunas mujeres 
sienten presión o molestia. Si se hace una pausa en este punto, los 
músculos vaginales se relajan. Después de introducir completamente 
el espejo, se forma un ángulo de ∼30° en sentido inferior para llegar 
hasta el cuello uterino. Por lo general, el útero yace en anteversión 
y el ectocérvix se halla sobre la pared vaginal posterior. Una vez que 
se abre el espejo, se identifi ca el ectocérvix. Las paredes vaginales y 
el cuello uterino se observan en busca de tumores, úlceras, despig-
mentación o secreción anómala. Como se describe en el capítulo 29 
(pág. 740), se obtiene una muestra para citología vaginal y, si es 
necesario, otras muestras para cultivo o valoración microscópica.
Exploración bimanual
Por lo general, la exploración bimanual se lleva a cabo después de 
la exploración con espejo. Algunos médicos prefi eren realizar la 
exploración bimanual antes de introducir el espejo para identi-
fi car mejor la ubicación del cuello uterino. Cualquiera de estos 
métodos es adecuado. Durante la exploración bimanual, se valoran 
el tamaño del útero y los anexos, su movilidad y la presencia de 
hipersensibilidad. Para las mujeres con una histerectomía y oofo-
rectomía previas, la exploración bimanual es útil para excluir otras 
anomalías pélvicas. 
Durante la valoración, se introducen los dedos índice y medio 
con guante de forma simultánea en la vagina hasta llegar al cue-
llo uterino. Es importante tener a la mano guantes sin látex para 
los casos en que existe alergia a este material. Para facilitar la 
introducción, se aplica un lubricante a base de agua en los dedos 
enguantados. Una vez que se alcanza el cuello uterino, se analiza 
la orientación del útero mediante el dedo índice hacia el inte-
rior sobre la cara anterior del cuello uterino. Cuando el útero se 
encuentra en anterversión, el istmo se desliza en sentido superior, 
mientras que en el útero en retroversión se palpa la vejiga blanda. 
Sin embargo, cuando el útero se encuentra en retroversión, si se 
desliza un dedo a lo largo de la cara posterior del cuello uterino, se 
siente que el istmo se resbala hacia abajo (fig. 1-7). Con el útero en 
retroversión, este mismo dedo se desliza en sentido posterior hasta 
el fondo y luego de lado a lado para valorar el tamaño del útero y 
la presencia de hipersensibilidad.
calentamiento que se coloca dentro del cajón de la mesa de explo-
ración. Asimismo, el lubricante reduce las molestias durante la 
inserción. Griffi th et al. (2005) no encontraron que los lubricantes 
a base de gel aumentaran los resultados insatisfactorios de la cito-
logía vaginal ni redujeran la detección de Chlamydia trachomatis 
frente a los lubricantes a base de agua. En caso de utilizar un lubri-
cante en gel, se coloca una gota por fuera de la superfi cie externa 
de las hojas del espejo.
Antes de introducirlo, los labios menores se separan con deli-
cadeza y se identifi ca la uretra. A causa de la sensibilidad uretral, 
el espejo se introduce debajo del meato urinario. Otro método, 
antes de introducir el espejo, es colocar el dedo índice en la vagina 
aplicando presión en sentido posterior. A continuación, se pide a 
la mujer que relaje los músculos de la pared posterior para facilitar 
la introducción del espejo. Este método es especialmente útil en 
aquellas que se someten a su primera exploración y en quienes 
A B C
FIGURA 1-6. Fotografías de los espejos vaginales. A. Espejo pediátrico 
de Pederson. Éste se utiliza en niñas adolescentes o mujeres adultas 
vírgenes. B. Espejo de Graves. Éste se utiliza para la exploración de las 
mujeres que han tenido hijos y cuyas paredes vaginales se encuentran 
relajadas y se colapsan. C. Espejo de Pederson. Éste se usa en las muje-
res con vida sexual activa con un tono adecuado de la pared vaginal. 
(Cortesía de US Surgitech, Inc.)
A B
FIGURA 1-7. Imagen que muestra las posiciones del útero. A. Algunas veces se inclina en posición de anteversión, en el plano medio o retro-
versión. B. Como se muestra aquí, el fondo uterino se flexiona en sentido anterógrado, lo cual se denomina anteflexión. Otras veces el fondo se 
flexiona en sentido posterior, lo cual crea una retroversión uterina.
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6 Ginecología general
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Cuando está indicado realizar de inmediato una prueba oculta 
de sangre en heces fecales, se puede obtener una muestra en esta 
parte de la exploración.
CUIDADOS PREVENTIVOS
Como proveedores de atención de la salud de la mujer, el gine-
cólogo tiene la oportunidad de valorarlas en busca de las causas 
principales de morbimortalidad femenina y de esta manera aseso-
rarlas de la manera correspondiente. Por consiguiente, es funda-
Para medir el tamaño del útero en anteversión, los dedos se 
colocan debajo del cuello uterino ejerciendo presión en sentido 
superior para inclinar el fondo hacia la pared abominal anterior. 
El médico coloca la otra mano sobre la pared abdominal para ubi-
car la presión del fondo en sentido superior (fig. 1-8).
Para explorar los anexos, el médico utiliza dos dedos dentro de 
la vagina con el propósito de levantar los anexos del fondo de saco 
posterior o la fosa ovárica hacia la pared abdominal anterior. Los 
anexos se sostienen con estos dedos vaginales y mediante la otra 
mano se ejerce presión en sentido inferior hasta la parte inferior 
del abdomen. Cuando el tamaño del útero es normal, lo mejor es 
colocar la mano del abdomen por arriba del ligamento inguinal.
Exploración rectovaginal
La decisión de realizar una exploración rectovaginal varía según el 
médico. Algunos prefi eren llevarla a cabo únicamente en adultos y 
otros la efectúan en toda paciente con alguna indicación específi ca, 
como dolor pélvico, un tumor pélvico o síntomas rectales.
Entre la exploración bimanual y la rectovaginal, los guantes 
se cambian para evitar contaminar el recto con microorganismos 
vaginales potencialmente patógenos. Asimismo, cuando se buscasangre oculta en heces fecales durante esta etapa, el guante se cam-
bia luego de la exploración bimanual. De esta manera se llevan al 
mínimo los resultados positivos falsos por contaminación con san-
gre vaginal, en caso de existir. Inicialmente, el dedo índice se coloca 
en la vagina y el dedo medio en el recto (fig. 1-9). Estos dedos se 
deslizan uno contra otro como si fueran una tijera para buscar cica-
trices o adherencias peritoneales en el tabique rectovaginal. El dedo 
índice se extrae y el dedo medio se desliza en sentido circular en la 
cúpula rectal para excluir la posibilidad de la existencia de tumores.
FIGURA 1-8. Esta imagen muestra la exploración bimanual. Los dedos bajo el cuello uterino levantan el útero hacia la pared abdominal anterior. 
Una mano se coloca en el abdomen para detectar la presión en sentido superior desde el fondo uterino. Esta exploración permite valorar el tamaño 
del útero, su motilidad e hipersensibilidad.
FIGURA 1-9. Esta imagen muestra la exploración rectovaginal con 
valoración del tabique rectovaginal.
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los métodos y su aplicación, efi cacia, efectos adversos, benefi cios 
no anticonceptivos y contraindicaciones. Sin embargo, pese a los 
esfuerzos por proporcionar algún método anticonceptivo, casi 50% 
de los embarazos es imprevisto. Por tanto, es importante conversar 
sobre las opciones de anticoncepción de urgencia. Asimismo, se 
recomienda que toda mujer en edad reproductiva consuma diaria-
mente 400 μg de ácido fólico complementario para prevenir defec-
tos del tubo neural (NTD, neural-tube defects) en el feto en caso de 
un embarazo. Las pacientes con un hijo previo con un NTD deben 
recibir 4 mg diarios por vía oral (American College of Obstetricians 
and Gynecologists, 2003). 
Por otro lado, en aquellas que desean el embarazo, es impor-
tante tratar los temas enumerados en el cuadro 1-3 para mejorar 
la salud tanto materna como fetal (American College of Obstetricians 
and Gynecologists, 2005; Jack, 2008).
■ Detección sistemática de cáncer
Para las mujeres que se someten a una valoración sistemática 
periódica, está indicado buscar ciertos cánceres para detectarlos de 
forma oportuna.
Cáncer cervicouterino
En Estados Unidos, tanto la frecuencia como la mortalidad por 
cáncer cervicouterino ha disminuido en los decenios pasados gra-
cias a la citología vaginal. El American College of Obstetricians and 
Gynecologists (2009a) publicó diversas recomendaciones sobre la 
detección sistemática de la citología cervical. Éstas se describen con 
detalle en el capítulo 29 (pág. 742-743). Así, bastan las técnicas 
convencionales o de base líquida y estas pruebas se empiezan a rea-
lizar a los 21 años de edad. Se repiten cada dos años en las mujeres 
<30 años de edad y en las ≥30 de vida se realizan cada tres años 
cuando no existe antecedente de neoplasia intraepitelial cervicoute-
rina (CIN, cervical intraepithelial neoplasia) 2 o 3, no hay inmuno-
depresión ni contacto intrauterino con dietilestilbestrol. La citología 
vaginal se interrumpe en las mujeres de 65 a 70 años de edad con 
tres resultados negativos en los 10 años anteriores. Asimismo, esta 
prueba se suspende después de una histerectomía y en las pacientes 
sometidas a intervención quirúrgica por alguna indicación benigna 
y sin antecedente de displasia previa de alto grado.
Cáncer endometrial
Para la mujer con riesgo promedio, no se recomienda realizar una 
detección sistemática de cáncer endometrial con biopsia o ecogra-
fía. Sin embargo, el médico debe educar a la mujer, principalmente 
a quienes tienen factores de riesgo, sobre los síntomas típicos del 
cáncer.
Las mujeres con varios miembros de la familia con cáncer de 
colon pueden padecer cáncer de colon hereditario sin poliposis, 
(HNPCC, hereditary nonpolyposis colon cancer), también conocido 
como síndrome de Lynch (cap. 33, pág. 818). En estas mujeres o 
las que tienen un riesgo genético elevado de padecer este síndrome, 
se recomienda la detección sistemática anual de cáncer endometrial 
con biopsia desde los 35 años de edad (Smith, 2011).
Cáncer ovárico
No se recomienda la detección sistemática en las mujeres asintomá-
ticas con riesgo reducido de padecer cáncer ovárico ya sea con antí-
geno 125 (CA125) o ecografía (American College of Obstetricians and 
Gynecologists, 2011d). Hoy día, el recurso profi láctico principal en 
mental que se conozcan diversas normas de detección sistemática. 
Las recomendaciones del American College of Obstetricians and 
Gynecologists (2011c) sobre la atención primaria y profi láctica fue-
ron actualizadas en el año 2011. Además, el U.S. Preventive Services 
Task Force (2009a) actualiza sus recomendaciones sobre detección 
sistemática de forma regular y esta información se obtiene en 
http://www.ahrq.gov/clinic/prevenix.htm. Éstas, aunadas a una 
serie de recomendaciones específi cas para cada especialidad pro-
porcionan información de gran utilidad para el médico que ofrece 
atención profi láctica.
■ Prevención de infecciones
Vacunas
La mayor parte de las vacunas tradicionales se aplica antes de la 
adolescencia, pero es necesario valorar la recomendación nueva o 
repetida de diversas vacunas en la mujer adulta. Algunas se reco-
miendan en todas las mujeres, pero otras están indicadas por 
alguna enfermedad concomitante o riesgo ocupacional. Para la 
mayoría de las mujeres adultas sanas que han concluido el esquema 
de vacunación infantil y de adolescentes, algunas veces se admi-
nistran dosis adicionales de vacuna de difteria-tétanos-tos ferina 
(o toxoide tetánico, toxoide diftérico reducido y bacteria acelular
de tos ferina [Tdap]), herpes zoster y gripe estacional. En cuanto
al virus de papiloma humano (HPV, human papillomavirus), la
Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos ha apro-
bado dos vacunas para las mujeres de nueve a 26 años de edad.
La edad recomendada para vacunar es de 11 o 12 años, pero los
médicos deben analizar los benefi cios de esta vacuna y ofrecerla
a las pacientes de 13 a 26 años (American College of Obstetricians
and Gynecologists, 2006a). No se recomienda realizar una detección
sistemática de HPV antes de aplicar la vacuna en las mujeres con
vida sexual activa. Estas vacunas, se describen con mayor detalle en
el capítulo 29 (pág. 737).
En el cuadro 1-1 se resume el esquema recomendado de vacu-
nación del 2011 para adultos, además de las precauciones y las 
contraindicaciones de estas vacunas (Centers for Disease Control 
and Prevention, 2011). En la página de Internet de los CDC, apa-
rece una descripción completa y las normas específi cas y generales: 
http://www.cdc.gov/vaccines/recs/schedules/adult-schedule.htm
Detección sistemática de enfermedades 
de transmisión sexual
No es necesario realizar una detección sistemática de enfermedades 
de transmisión sexual (STD, sexually transmitted disease) en todas las 
mujeres. Sin embargo, se recomiendan ciertas pruebas para determi-
nados grupos con el objeto de reducir la morbilidad y la transmisión 
de enfermedades (cuadro 1-2). Además, se recomienda conversar 
sobre los factores de riesgo de las enfermedades de transmisión sexual 
y la profi laxis de las mismas con métodos de barrera y selección de 
la pareja en toda adolescente con vida sexual activa y mujeres con 
riesgo de padecer tales enfermedades. Éstas y otras infecciones del 
aparato reproductivo se describen en el capítulo 3 (pág. 64).
■ Anticoncepción
Es importante discutir cada año las necesidades de anticoncepti-
vos o planes de embarazo en toda mujer en edad reproductiva. 
En el capítulo 5 (pág. 132), se describen las recomendaciones de 
anticoncepción, pero por lo general comprenden educación sobre 
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8 Ginecología general
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CUADRO 1-1. Resumen de las recomendaciones parala vacunación de los adultos
Nombre de la 
vacuna y vía 
de administración Razón para vacunar
Administración de la vacuna 
(cualquier vacuna se puede 
administrar con otra)
Contraindicaciones 
y precaucionesa,b (la enfermedad 
leve no es una contraindicación)
Gripe
Vacuna trivalente 
inactivada contra 
gripe (TIV, trivalent 
inactivated influenza 
vaccine)
Se aplica IM
• Todos los adultos, a menos que 
esté contraindicada
Precaución
• Antecedente de GBS en las 
6 semanas previas a la vacuna 
contra la gripe
Gripe (influenza)
Vacuna de gripe de 
virus vivos atenuados 
(LAIV)
Se aplica intranasal
• Personas sanas no embarazadas 
<50 años
Contraindicación
• Embarazo
• Inmunodepresión
• Algunas enfermedades crónicas
Precaución
• Antecedente de GBS en las 6 
semanas previas a la vacuna de 
la gripe
• Siempre que sea posible, 
diferir el uso de antivirales tipo 
“-ciclovir”d durante 24 h antes y 
14 días después de la vacuna
Vacuna de 
polisacárido 
neumocócico (PPSV, 
pneumococcal 
polysaccharide 
vaccination)
Se administra IM o SC
• Personas ≥65 años
• Aquéllos con enfermedades 
crónicas, asplenia o 
inmunodepresión
• Fumadores; personas internadas en 
instituciones a largo plazo
• Una sola dosis
• Se recomienda la revacunación 
5 años después en los que 
tienen mayor riesgo y los 
≥65 años si la primera 
dosis se administró antes de 
los 65 años de edad y han 
transcurrido 5 años desde la 
primera dosis
Hepatitis B
Se administra IM
• Cualquier adulto que desea 
inmunidad contra la hepatitis B
• Contactos familiares y parejas de 
personas con HBsAg; drogadictos 
que utilizan drogas intravenosas; 
heterosexuales con más de una 
pareja sexual; MSM; personas con 
enfermedades de transmisión 
sexual; receptores de productos 
hematológicos; personas que 
trabajan en el sector salud; clientes 
y personal de las instituciones 
que tratan con discapacitados o 
prisiones; personas que viajan a 
regiones endémicasc
• Aquéllos con hepatopatía crónica; 
ESRD; VIH
• Se requieren 3 dosis en un 
régimen de 1, 2 y 6 meses
• Para la vacuna combinada 
contra hepatitis A y B se 
necesitan 3 dosis a los 0, 1 y 
6 meses 
Precaución
• Embarazo
Hepatitis A
Se administra IM
• Turistas que viajan a regiones 
endémicasc
• Hepatopatía crónica; usuarios de 
fármacos intravenosos; MSM; 
aquellos que reciben concentrados 
de factores de la coagulación
• Nuevo contacto en casa 
proveniente de una región 
endémica 
• Cualquiera que desee obtener 
inmunidad contra la hepatitis A
• Se requieren 2 dosis
• El intervalo mínimo entre las 
dosis es de 6 meses
Precaución
• Embarazo
• Cada año 
• Octubre y noviembre son los 
meses ideales
• Las TIV y las LAIV se pueden 
seguir administrando de 
diciembre a marzo
(Continúa)
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CUADRO 1-1. Resumen de las recomendaciones para la vacunación de los adultos (Continuación)
Nombre de la 
vacuna y vía 
de administración Razón para vacunar
Administración de la vacuna 
(cualquier vacuna se puede 
administrar con otra)
Contraindicaciones 
y precaucionesa,b (la enfermedad 
leve no es una contraindicación)
Td
(Tétanos, difteria)
Administrar IM
• Adultos que no han recibido una 
serie primaria que consta por lo 
menos de 3 dosis de vacuna que 
contiene tétanos y difteria
• Las embarazadas pueden recibir la 
vacuna Td durante el segundo o 
tercer trimestre si la última vacuna 
se aplicó hace >10 años
• Para las personas que no han 
sido vacunadas, la primera 
serie se completa con Td 
(espaciada a los 0, 1 y 2 
meses y a intervalos de 6 a 
12 meses). Se puede utilizar 
una dosis de Tdap para una 
de las tres dosis
• Refuerzo de Td cada 10 
años después de concluir la 
primera serie
Tdap
(Tétanos, difteria, 
pertussis)
Se administra IM
• Una sola dosis tan pronto como sea 
posible en las que se enumeran 
más adelante y que no han recibido 
previamente la vacuna Tdap
• Puérperas
• Mujeres en contacto cercano con 
niños <12 meses de edad
• Personal dedicado a la salud
• Para adultos de 19 a 64 años 
de edad, se recomienda 
una dosis de Tdap en algún 
momento para sustituir una 
dosis de Td
Varicela
Se administra SC
• Adultos sin evidencia de 
inmunidad, que se define como 
una vacunación inadecuada, 
varicela previamente diagnosticada, 
herpes zoster previamente 
diagnosticado, nacidos en Estados 
Unidos antes de 1980 o evidencia 
de inmunidad en el laboratorio
• Se necesitan 2 dosis a los 
0 y 1 o 2 meses. Incluso si 
se retrasa la segunda dosis, 
todavía se puede administrar
Contraindicaciones
• Embarazo o posibilidad de 
embarazo en las 4 semanas 
previas
• Inmunodepresión
Precaución
• Haber recibido productos 
hematológicos con anticuerpos en 
el último año
• Siempre que sea posible, diferir el 
uso de antivirales tipo “-ciclovir”d 
durante 24 h antes y 14 días 
después de la vacuna
Zoster
Se administra IM
• ≥60 años • Se necesita una dosis Contraindicaciones
• Inmunodepresión grave
• Embarazo o posibilidad de 
embarazo en las 4 semanas 
previas
Precaución
• Siempre que sea posible diferir el 
uso de antivirales tipo “-ciclovir”d 
durante 24 h antes y 14 días 
después de la vacuna
Meningococo
Vacuna conjugada 
(MCV4)
Se administra IM
Vacuna de polisacárido 
(MPSV4)
Se administra SC
• Asplenia anatómica o funcional 
o deficiencia terminal de algún 
componente del complemento
• Personas que viajan a regiones 
endémicasc
• Universitarios que viven en 
dormitorios
• Se requiere una dosis
• Se necesitan 2 series a los 
0 y 2 meses para asplenia, 
deficiencia de complemento y 
en quienes necesitan vacuna 
anti-VIH
• Si la edad es ≤55 años, se 
utiliza MCV4
• Si la edad es ≥56 años, se usa 
MPSV4
• Revacunar después de 5 años 
con MCV4 si el riesgo persiste
Precaución
• Únicamente para MCV4, 
antecedente de GBS
Contraindicación
• Únicamente para Tdap, 
antecedente de encefalopatía 
en los 7 días ulteriores a DTP/
DTaP
Precaución
• GBS en las 6 semanas luego 
de recibir una dosis previa de 
vacuna con toxoide tetánico
• Trastorno neurológico inestable
(Continúa)
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10 Ginecología general
SECCIÓ
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estas mujeres es la exploración pélvica cada año. Sin embargo, en 
las pacientes con las mutaciones genéticas BRCA1 o BRCA2 que 
no desean la ooforectomía profi láctica, tienen la opción de estos 
instrumentos de detección sistemática. También las mujeres con 
antecedentes heredofamiliares importantes de cáncer mamario y 
ovárico tienen mayor riesgo y son elegibles para la detección sis-
temática. En el capítulo 35 (pág. 856), aparece una descripción 
completa de la detección sistemática del cáncer ovárico.
Cáncer mamario
El Preventive Services Task Force (2009b) de Estados Unidos 
publicó recomendaciones nuevas sobre la detección sistemática 
de cáncer mamario en relación con CBE, SBE y los estudios de 
imagen mamarios. Como se muestra en el cuadro 1-4, las reco-
mendaciones del American College of Obstetricians and Gynecologists 
(2011a), la American Cancer Society (Smith, 2011) y el USPSTF 
varían en cuanto a la frecuencia de la detección sistemática por 
medio de estudios de imagen mamarios para las mujeres de 40 a 
49 años de vida respecto del uso de CBE y SBE. Todos concuerdan 
en que se deben ofrecer dichos estudios de imagen a las mujeres 
≥50 años de edad y que, conforme se acercan a los 75 años, la 
detección sistemática del cáncer mamario se debe individualizar. 
De manera específi ca para este grupo de edad, se debe incluir tam-
bién la salud general de la paciente, su morbilidad a causa del tra-
tamiento y la calidad de vida probable obtenida con el tratamiento 
contra el cáncer. En el capítulo 12 (pág. 347) aparece una descrip-
ción más detallada del cáncer mamario y su detección.
Cáncer de colon
El cáncercolorrectal afecta a 74 000 mujeres por año en Estados 
Unidos y constituye la tercera causa más importante de muerte por 
cáncer en la mujer, sólo después del cáncer de pulmón y mama 
(Levin, 2008). Diversas organizaciones recomiendan realizar la 
detección sistemática en las pacientes con riesgo promedio de pade-
cer cáncer colorrectal desde los 50 años de edad por medio de los 
métodos que se muestran en el cuadro 1-5 (American College of 
Obstetricians and Gynecologists, 2011b). El método que prefi ere la 
mayoría es la colonoscopia y se anotan las limitaciones y los bene-
fi cios de cada método. El cumplimiento de las pacientes de las 
normas para la detección del cáncer colorrectal, por lo general es 
<50% (Meissner, 2006). Por consiguiente, el ginecólogo adquiere 
una función activa en la asesoría de las pacientes sobre la impor-
tancia de una detección sistemática adecuada.
La prueba de sangre oculta en heces (FOBT, fecal occult blood 
testing) constituye un método anual adecuado cuando la paciente 
misma recolecta dos o tres muestras de heces y las lleva al laboratorio 
para su análisis. Este método se basa en una reacción de oxidación 
química entre el grupo hem de la sangre y el ácido guayacónico α, 
componente del papel de guayaco. El grupo hem cataliza la oxi-
dación de dicho ácido por medio del peróxido de hidrógeno, que 
es el componente activo del revelador. Esta reacción de oxidación 
da como resultado un color azul (Sanford, 2009). La carne roja, la 
colifl or cruda, el brócoli, los miembros de la familia del rábano y 
los melones poseen el mismo potencial oxidante y generan resul-
tados positivos falsos. La vitamina C supuestamente reacciona con 
CUADRO 1-1. Resumen de las recomendaciones para la vacunación de los adultos (Continuación)
Nombre de la 
vacuna y vía 
de administración Razón para vacunar
Administración de la vacuna 
(cualquier vacuna se puede 
administrar con otra)
Contraindicaciones 
y precaucionesa,b (la enfermedad 
leve no es una contraindicación)
MMR
(Sarampión, parotiditis, 
rubéola)
Se administra SC
• Las personas nacidas en 1957 o 
después deben recibir por lo menos 
1 dosis de MMR en ausencia de 
documentación serológica o clínica 
de inmunidad
• Mujeres en edad reproductiva sin 
evidencia aceptable de inmunidad o 
vacuna contra la rubéola
• Se necesitan 1 o 2 dosis
• Se recomiendan 2 dosis para: 
después de la exposición 
o brote; estudiantes 
universitarios; personas que 
trabajan en el sector salud; 
personas que viajan fuera de 
su país. Cuatro semanas entre 
las dosis
• En caso de encontrar que 
una embarazada tiene 
predisposición a padecer 
rubéola, se administra MMR 
en el puerperio
Contraindicaciones
• Inmunodepresión grave
• Embarazo o posibilidad de 
embarazo en las 4 semanas 
previas
Precaución
• Antecedente de trombocitopenia 
o púrpura trombocitopénica
• Haber recibido productos 
hematológicos con anticuerpos en 
el año previo
Virus del papiloma 
humano
Se administra IM
• Mujeres no vacunadas de 9 a 26 
años de edad
• Se necesitan 3 dosis a los 0, 
1 a 2 y 6 meses. Se utiliza 
vacuna cuadrivalente o 
bivalente
Precaución
• En el embarazo, diferir hasta el 
puerperio
a La reacción anafiláctica previa a cualquiera de los componentes de la vacuna constituye una contraindicación para aplicar cualquier vacuna.
b Las enfermedades moderadas o graves consituyen una precaución para administrar cualquier vacuna.
c Aparece una lista en http://www.cdc.gov/travel/yellowbook/2010/table-of-contents.aspx
d Incluyen aciclovir, famciclovir, valaciclovir.
DTP, vacuna contra difteria, tétanos y tos ferina (diphtheria, tetanus and pertussis); ESRD, nefropatía en etapa terminal (end-stage renal disease); 
GBS, síndrome de Guillain-Barré (Guillain-Barré syndrome); HBsAg, antígeno de superficie de hepatitis B (hepatitis B surface antigen); IV, intravenosa; 
MSM, varones homosexuales (men who have sex with men); STD, enfermedades de transmisión sexual.
Recopilado de los Centers for Disease Control and Prevention, 2011 y Fiore, 2010.
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11Cuidados básicos de la mujer 
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los reactivos y genera resultados negativos falsos. Es importante eli-
minar estas sustancias durante tres días antes de realizar la prueba. 
Además, la mujer debe evitar los antiinfl amatorios no esteroideos 
(NSAID, nonsteroidal anti-infl ammatory drugs) durante siete días 
antes de realizar la prueba para reducir los riesgos de irritación 
gástrica y hemorragia. Estas restricciones son molestas para algunas 
pacientes y ocasionan que rechacen la prueba recomendada.
Por otro lado, la prueba inmunoquímica en heces (FIT, fecal 
immunochemical test) se basa en una reacción inmunitaria a la 
hemoglobina humana. De manera similar a la FOBT, la FIT se 
realiza para la detección sistemática anual en dos o tres muestras 
de heces recolectadas por la propia paciente y no requiere de limi-
taciones alimentarias antes de realizarla. La ventaja de la FIT es su 
mayor especifi cidad para sangre humana y, por tanto, menos resul-
tados positivos falsos por la presencia de carne y vegetales en los 
alimentos y menos resultados negativos falsos por la vitamina C. 
Los resultados positivos de la FOBT y la FIT se deben valorar por 
medio de una colonoscopia.
Por último, la detección sistemática concluye con una prueba 
de DNA en heces (sDNA, stool DNA). Esta prueba identifi ca 
diversas mutaciones específi cas del DNA relacionadas con el tumor 
en las células que se desprenden en las neoplasias del colon hacia 
el contenido intestinal. Todavía no se realiza de manera extensa y 
una gran desventaja es su costo tan elevado en comparación con 
otras FOBT.
Los ginecólogos llevan a cabo con relativa frecuencia una 
FOBT o una FIT en una sola muestra de heces que se obtiene en 
el momento de la exploración pélvica digital. Sin embargo, esta 
muestra no se debe considerar un sustituto de los métodos reco-
mendados para la detección de cáncer colorrectal.
En algunas personas, la prueba se realiza con más frecuencia. 
Éstas comprenden aquéllas con antecedentes personales de cáncer 
colorrectal en un pariente de primer grado o un familiar de pri-
mer grado con cáncer de colon; aquéllos con enfermedad intestinal 
infl amatoria; sujetos con poliposis adenomatosa previa o personas 
con un síndrome conocido o sospechoso de cáncer de colon here-
ditario, como el HNPCC (Levin, 2008).
Cáncer de piel
El incremento en la frecuencia de cáncer cutáneo (melanoma y no 
melanoma) en Estados Unidos durante los últimos años ha provo-
cado la detección sistemática regular de este cáncer. Sin embargo, 
el Preventive Services Task Force (2009a) de Estados Unidos ad-
vierte que es insufi ciente la evidencia para recomendar la detec-
ción sistemática de todo el cuerpo en busca de cáncer de piel en la 
población general de adultos. En esa publicación, se aconseja a los 
médicos que utilicen el sistema “ABCD” (asimetría, bordes irregu-
lares, color y dimensión) (diámetro >6 mm) para valorar las lesio-
nes cutáneas. El American College of Obstetricians and Gynecologists 
(2011c) recomienda aconsejar a las mujeres sobre los riesgos del 
cáncer de piel, que comprende la exposición prolongada al sol o 
los rayos ultravioleta, el antecedente heredofamiliar o personal de 
cáncer cutáneo, la piel clara, el pelo claro o la presencia de pecas, la 
inmunodepresión, la xerodermia pigmentosa y la edad.
CUADRO 1-2. Guías para la detección sistemática de enfermedades de transmisión sexual en mujeres asintomáticas, 
no embarazadas y con vida sexual activa
Microorganismo patógeno Recomendaciones Factores de riesgo
Chlamydia trachomatis + 
Neisseria gonorrhoeae
Todas las <25 años
Detección sistemática en mayores en caso 
de existir factores de riesgo
Parejas sexuales nuevas o múltiples; uso de preservativo 
poco constante; trabajadora sexual; STD actual o previa
Treponema pallidum Detección sistemáticaen aquéllas con 
factores de riesgo
Trabajadora sexual; confinamiento en una prisión; MSM
VIH Detección sistemática en mujeres de 13 
a 64 años de edada
Detección sistemática en mujeres de 19 
a 64 años de edadb
Detección sistemática en aquéllas con 
factores de riesgoc
Parejas múltiples; uso de fármacos intravenosos; 
trabajadora sexual; STD concomitante; MSM; 
transfusión entre 1978 y 1985; parejas con riesgo; 
diagnóstico inicial de Tb
Virus de hepatitis C Se puede realizar detección sistemática en 
aquéllas con factores de riesgo
Uso de fármacos inyectables; diálisis; parejas con 
hepatitis C; parejas múltiples; recibió productos 
hematológicos antes de 1990
Virus de hepatitis B No se realiza detección sistemática 
Virus del herpes simple tipo 2 No se realiza detección sistemática 
a Los Centers for Disease Control and Prevention (2006) recomiendan realizar detección sistemática no obstante la presencia de factores de riesgo a 
menos que la prevalencia de VIH sin diagnóstico en la práctica sea <0.1%. Se recomienda realizar pruebas anuales en quienes tengan factores de 
riesgo.
b El American College of Obstetricians and Gynecologists (2008) recomienda realizar la detección sistemática no obstante la presencia de factores de 
riesgo y, además, fuera de este rango de edad para los que tienen mayor riesgo.
c El Preventive Services Task Force (2005c) de Estados Unidos recomienda realizar la detección sistemática en quienes presenten mayor riesgo.
VIH, virus de inmunodeficiencia humana; MSM, varones homosexuales; STD, enfermedades de transmisión sexual; Tb, tuberculosis.
Tomado de los antes mencionados y los Centers for Disease Control and Prevention, 2010a y el U.S. Preventive Services Task Force, 2004a,b,d; 2005a, 
b; 2007.
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12 Ginecología general
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CUADRO 1-3. Temas para la asesoría previa a la concepción
Tema Recomendaciones para la asesoría previa a la concepción
Peso anormal Calcular cada año el BMI (fig. 1-7)
BMI ≥25 kg/m2: aconsejar sobre la alimentación. Análisis en busca de diabetes y síndrome metabólico 
cuando esté indicado
BMI ≤18.5 kg/m2: valorar un trastorno de la alimentación
Enfermedades 
cardiovasculares
Orientar sobre los riesgos cardiacos durante el embarazo. Mejorar la función cardiaca y ofrecer algún método 
anticonceptivo eficaz durante este intervalo y para quienes no desean concebir. Conversar sobre los efectos 
teratógenos de la warfarina, los inhibidores de la ACE y los antagonistas de los receptores de angiotensina y, 
siempre que sea posible, cambiar a un fármaco menos peligroso cuando se planea concebir. Ofrecer asesoría 
genética a las pacientes con alguna anomalía cardiaca congénita
Hipertensión 
crónica
Orientar sobre los riesgos específicos durante el embarazo. Valorar a las mujeres que padecen hipertensión 
prolongada en busca de hipertrofia ventricular, retinopatía y nefropatía. Asesorar a las mujeres que reciben 
inhibidores de la ACE y antagonistas de los receptores de angiotensina sobre los efectos teratógenos de los 
fármacos, los métodos anticonceptivos y la necesidad de cambiar los fármacos antes de la concepción
Asma Orientar sobre los riesgos del asma durante el embarazo. Mejorar al máximo la función pulmonar y ofrecer algún 
método anticonceptivo eficaz durante este intervalo
Trombofilia Buscar antecedentes personales o heredofamiliares de episodios trombóticos o de embarazos fallidos 
recurrentes. En caso de encontrarlos, se asesora y realiza una detección sistemática en quienes contemplen la 
posibilidad de un embarazo. Ofrézcase asesoría genética a las mujeres que padecen trombofilia conocida. Se 
conversa sobre los efectos teratógenos de la warfarina, otros métodos anticonceptivos eficaces y se cambia a 
un fármaco menos teratógeno, siempre que sea posible, antes de la concepción
Nefropatías Se orienta sobre los riesgos específicos durante el embarazo. Se mejora la regulación de la presión arterial 
y se ofrece un método anticonceptivo eficaz durante este intervalo. Se asesora a las mujeres que reciben 
inhibidores de la ACE y antagonistas de los receptores de angiotensina sobre los efectos teratógenos, el uso 
de algún método anticonceptivo eficaz y la necesidad de cambiar a otro fármaco antes de concebir
Enfermedad del 
tubo digestivo
Enfermedad intestinal inflamatoria: se orienta a las pacientes sobre los riesgos de una menor fertilidad 
y de un resultado adverso del embarazo. Se conversa sobre los efectos teratógenos del MTX y otros 
inmunomoduladores, sobre los que se conoce menos, por ejemplo, mofetilo de micofenolato, etc. Ofrézcase 
algún método anticonceptivo eficaz durante el tratamiento y se cambian los fármacos, siempre que sea 
posible, antes de la concepción
Hepatobiliopatías Hepatitis B: se vacuna a las mujeres con riesgo elevado antes de la concepción (cuadro 1-1). Se orienta a las 
portadoras crónicas sobre la manera de prevenir la transmisión a sus parejas y al feto
Hepatitis C: detección sistemática en las mujeres de alto riesgo. Se orienta a las pacientes sobre los riesgos 
de padecer y transmitir esta enfermedad. Se envía a tratamiento, se conversa sobre las ramificaciones del 
tratamiento durante el embarazo y se ofrece algún método anticonceptivo eficaz
Enfermedades 
hematológicas
Enfermedad de células falciformes: detección sistemática en todas las mujeres de raza negra. Se orienta a las 
que tienen el rasgo o la enfermedad. Se realiza la prueba en la pareja si se desea
Talasemias: detección sistemática en las mujeres con ascendencia del sureste asiático o el Mediterráneo
Diabetes Se aconseja una buena regulación de la glucemia, inmediatamente antes y después de la concepción, para 
reducir los efectos teratógenos de la diabetes manifiesta. Se valora en busca de retinopatía, nefropatía, 
hipertensión, etcétera
Tiroidopatías Detección en las mujeres con síntomas de alguna tiroidopatía. Cerciórese que la alimentación contiene suficiente 
yodo. Se trata el hipertiroidismo o el hipotiroidismo manifiesto antes de la concepción. Se orienta sobre los 
riesgos para el resultado del embarazo
Conjuntivopatías RA: se orienta sobre el recrudecimiento después del embarazo. Se conversa sobre los efectos teratógenos del 
MTX y la leflunomida, así como los efectos posibles de otros inmunomoduladores. Se ofrece algún método 
anticonceptivo eficaz durante el tratamiento y se cambian los fármacos antes de la concepción. Se suspenden 
los NSAID hacia las 27 semanas de gestación
SLE: se orienta sobre los riesgos durante el embarazo. Consígase mejoría de la enfermedad y ofrézcase un 
método anticonceptivo eficaz durante este intervalo y en aquellas que no desean concebir. Se conversa sobre 
los efectos teratógenos del mofetilo de micofenolato y la ciclofosfamida además de los efectos posibles 
de los inmunomoduladores más modernos. Se recomienda algún método anticonceptivo eficaz durante el 
tratamiento. Siempre que sea posible, se cambian los fármacos antes de la concepción
(Continúa)
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13Cuidados básicos de la mujer 
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 ■ Obesidad
Diagnóstico y riesgos
Entre los años 2007 y 2008, 35% de las mujeres en Estados 
Unidos se consideraba obesa y 64% padecía sobrepeso u obesidad 
(Flegal, 2010). El índice de masa corporal (BMI, body mass index), 
pese a no ser una medida directa del contenido de grasa corporal, 
constituye una herramienta de gran utilidad para valorar el riesgo 
de cada paciente de padecer diversas enfermedades vinculadas con 
el peso (cuadro 1-7). Si se utilizan libras y pulgadas, el BMI se 
calcula dividiendo el peso (en libras) entre la talla (en pulgadas) al 
cuadrado y multiplicando el resultado por un factor de 703. Si se 
utiliza el sistema decimal, el BMI se calcula dividiendo el peso (en 
kilogramos) entre la talla (metros) al cuadrado. En la página de 
 ■ OsteoporosisEn Estados Unidos, ∼15% de las mujeres >50 años de edad padece 
osteoporosis y entre 35 y 50% tiene osteopenia (Ettinger, 2003). 
Estas enfermedades que debilitan el hueso provocan más fracturas 
y se ha demostrado que la densidad ósea es inversamente propor-
cional al riesgo de padecer estas fracturas. Por consiguiente, para 
identifi car la osteopenia y pronosticar el riesgo de padecer fracturas, 
se utilizan diversos recursos que miden la densidad ósea, como la 
absorciometría radiográfi ca con doble energía (DEXA, dual-energy 
x-ray absorptiometry). En el cuadro 1-6 se enumeran las recomenda-
ciones prácticas de la National Osteoporosis Foundation (2010) para 
pacientes posmenopáusicas. En el capítulo 21 (pág. 563) se des-
cribe con mayor detalle la osteoporosis, su profi laxis y tratamiento.
Tema Recomendaciones para la asesoría previa a la concepción
Trastornos 
neurológicos y 
psiquiátricos
Depresión: se buscan síntomas de depresión. En caso de encontrarlos, se orienta sobre los riesgos del tratamiento 
y de la enfermedad no tratada además del riesgo elevado de exacerbación durante el embarazo y el puerperio
Trastorno convulsivo: se optimiza la regulación de las convulsiones mediante monoterapia siempre que sea 
posible
Enfermedades 
dermatológicas
Se conversa sobre los efectos teratógenos de la isotretinoína y el etretinato, se recomienda algún método 
anticonceptivo eficaz durante el tratamiento y la necesidad de cambiar por otro fármaco antes de la 
concepción
Cáncer Se orienta sobre las opciones para conservar la fertilidad antes de administrar el tratamiento contra el cáncer 
y sobre la menor fertilidad después de utilizar ciertos fármacos. Ofrézcase asesoría genética a las pacientes 
que padezcan algún cáncer vinculado con una mutación. Se valora la función cardiaca en quienes reciben 
cardiotóxicos, como adriamicina. Obténgase una mamografía en las que recibieron radioterapia torácica durante 
la infancia. Se conversa sobre los efectos teratógenos de SERM, se ofrece un método anticonceptivo eficaz 
durante el tratamiento y se habla de la necesidad de cambiar de fármacos antes de la concepción. Se revisa la 
quimioterapia y se conversa sobre sus posibles efectos teratógenos si se prolonga su uso durante el embarazo
Enfermedades 
infecciosas
Bacteriuria asintomática: no es necesaria una detección sistemática antes de la concepción
Vaginosis bacteriana: no es indispensable una detección sistemática antes de la concepción
Gripe: se vacuna a todas las mujeres antes de la temporada de gripe
Paludismo: se recomienda evitar los viajes a las regiones endémicas durante la concepción. En caso de no ser 
posible, se ofrece algún método anticonceptivo eficaz durante el viaje o se proporciona quimioprofilaxis a 
quienes desean un embarazo
Rubéola: se valora la inmunidad contra la rubéola. En caso de ser negativa, se vacuna y se recomienda un 
método anticonceptivo eficaz durante los tres meses siguientes
Tuberculosis: detección sistemática en las mujeres de alto riesgo y tratamiento antes de la concepción
Tétanos: se actualizan las vacunas, conforme sea necesario en toda mujer en edad reproductiva
Varicela: se interroga sobre la inmunidad. En caso de ser negativa, se vacuna
Enfermedades 
de transmisión 
sexual
Gonorrea, sífilis, clamidiosis: detección sistemática en las mujeres de alto riesgo y tratamiento como está 
indicado
VIH: detección sistemática en mujeres de 19 a 64 años de edad y en aquellas que se encuentran fuera de este 
rango de edad en caso de riesgo elevado (cuadro 1-2). Se asesora a las pacientes sobre los riesgos durante 
el embarazo y la transmisión perinatal. Se conversa sobre el inicio del tratamiento antes del embarazo para 
reducir el riesgo de transmisión. Se ofrece algún método anticonceptivo eficaz a quienes no desean concebir
HPV: detección por medio de citología vaginal. Se vacuna a las mujeres elegibles 
HSV: detección serológica en mujeres asintomáticas con parejas enfermas. Se asesora a las pacientes sobre el 
riesgo de transmisión perinatal y las medidas profilácticas durante el tercer trimestre y el trabajo de parto
ACE, enzima convertidora de angiotensina (angiotensin-converting enzyme); ARB, antagonista de los receptores de angiotensina (angiotensin receptor 
blockers); BMI, índice de masa corporal; VIH, virus de inmunodeficiencia humana; HPV, virus del papiloma humano; HSV, virus del herpes simple (herpes 
simplex virus); MTX, metotrexato; NSAID, antiinflamatorio no esteroideo; RA, artritis reumatoide (rheumatoid arthritis); SERM, modulador selectivo de la 
respuesta a estrógenos (selective estrogen-receptor modulator); SLE, lupus eritematoso sistémico (systemic lupus erythematosus); STD, enfermedad de 
transmisión sexual.
Adaptado del American College of Obstetricians and Gynecologists, 2008; Fiore, 2010; y Jack, 2008.
CUADRO 1-3. Temas para la asesoría previa a la concepción (Continuación)
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14 Ginecología general
SECCIÓ
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tomando en consideración sus antecedentes heredofamiliares y 
sociales. Durante la valoración inicial de la paciente obesa, se debe 
considerar la posibilidad de medir la presión arterial, así como los 
lípidos y la glucemia en ayuno y la función tiroidea.
Una vez identifi cada una paciente con un BMI por fuera del 
nivel deseado, el médico establece si está preparada para realizar un 
cambio en el estilo de vida y le proporciona guía, apoyo o la envía 
a quien corresponda (cuadro 1-10). Este tipo de asesoría se utiliza 
no sólo para el tratamiento del sobrepeso sino para otros trastornos 
de la conducta, como abuso de sustancias, tabaquismo y uso de 
anticonceptivos. Para cualquier cambio duradero de la conducta es 
importante crear un vínculo emocional y ayudarle a atravesar estas 
etapas (American College of Obstetricians and Gynecologists, 2009b).
Tratamiento
Cambios en el estilo de vida. En el cuadro 1-11 se ilustran 
las normas recomendadas para dirigir el tratamiento en las pacien-
tes con sobrepeso u obesidad (National Heart, Lung, and Blood 
Institute, 1998). Las enfermedades concomitantes, como se defi nen 
en el cuadro 1-9, son importantes para elegir el tratamiento. La des-
cripción detallada de pérdida de peso por medio de alimentación va 
más allá del alcance de este capítulo, pero en la página de Internet 
http://www.nhlbi.nih.gov/guidelines/obesity/prctgd_c.pdf 
se proporcionan varios métodos auxiliares para el médico y la 
paciente.
En general, para la mujer adulta, es posible bajar 10% del peso 
en seis meses cuando el BMI es de 27 a 35 al reducir diariamente 
entre 300 y 500 kcal. En aquéllas con un BMI mayor, es posi-
ble reducir de peso de forma similar con un decremento de 500 
a 1 000 kcal diarias. Para adolescentes con un BMI mayor de la 
porcentila 85 para la edad, el médico debe decidir si puede ofre-
Internet http://www.cdc.gov/healthyweight/assessing/bmi/adult_
bmi/english_bmi_calculator/bmi_calculator.html se encuentra un 
cálculo del BMI para adultos. En adolescentes (y niños), el BMI 
se expresa de manera distinta. La edad y el género corresponden 
a ciertos factores y el BMI se calcula como porcentila. En http://
apps.nccd.cdc.gov/dnpabmi/ se proporciona un cálculo del BMI 
para adolescentes. En el cuadro 1-8 se listan las defi niciones de 
bajo peso, sobrepeso y obesidad para adolescentes y adultos.
Además del BMI, la circunferencia abdominal es directa-
mente proporcional al contenido de grasa abdominal que, cuando 
aumenta constituye un factor de riesgo independiente. Para la 
mujer, la circunferencia abdominal mayor de 88 cm se considera 
excesiva (National Heart, Lung, and Blood Institute, 2000). La cir-
cunferencia abdominal se mide a nivel de las crestas iliacas al fi nal 
de una espiración normal. La cinta debe quedar apretada, pero sin 
hundirse en la piel.
Además de los estigmas sociales que suelen acompañar al peso 
corporal excesivo, las mujeres con sobrepeso y obesidadtienen 
mayor riesgo de padecer hipertensión, hipercolesterolemia, diabe-
tes mellitus tipo 2, colecistopatías, osteoartritis de rodilla, apnea 
del sueño, cardiopatía coronaria (CHD, coronary heart disease) y 
ciertos cánceres (Must, 1999; National Task Force on the Prevention 
and Treatment of Obesity, 2000). Por consiguiente, el tratamiento 
de estas mujeres se orienta hacia la pérdida de peso y la correc-
ción de otros factores de riesgo (cuadro 1-9). Las características 
ginecológicas que se modifi can con la obesidad son los patro-
nes menstruales, el riesgo de hiperplasia endometrial y el cáncer 
endometrial, el síndrome de ovarios poliquísticos y la elección 
del método anticonceptivo. No hay un solo análisis o grupo de 
análisis que esté indicado para la paciente obesa. La búsqueda 
de otras enfermedades concomitantes se diseña según cada mujer, 
CUADRO 1-4. Normas para la detección sistemática del cáncer mamario
Organización Mamografía
Exploración 
mamaria
Autoexploración 
mamaria
Suspensión 
de la mamografía
American College of 
Obstetricians and 
Gynecologists
≥40 años de edad: 
cada año
20-39 años de edad: 
c/1-3 años
Edad ≥40 años: cada 
año
Se recomienda el 
conocimiento de la 
mama; considérese 
la posibilidad 
de enseñar la 
autoexploración 
mamaria a las 
pacientes de alto 
riesgo
Individualizar a los ≥75 años de 
edad, tomar en consideración 
las enfermedades concomitantes 
y los benenficios frente a los 
riesgos
American Cancer Society ≥40 años de edad: 
cada año
20-39 años de edad: 
c/1-3 años
≥40 años de edad: 
cada año
Opcional para ≥20 
años de edad
No existen recomendaciones 
específicas para cada edad; 
individualizar
Preventive Services 
Task Force de Estados 
Unidos
40-49 años de edad: 
sin detección 
sistemática; se 
puede recomendar 
c/2 años en ciertas 
pacientes
50-74 años de edad: 
c/2 años
Evidencia insuficiente 
de beneficios 
adicionales
No No existen recomendaciones 
específicas para cada edad; 
individualizar
Recopilado del American College of Obstetricians and Gynecologists, 2011a; Smith, 2011; U.S. Preventive Services Task Force, 2009b.
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15Cuidados básicos de la mujer 
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LO
 1
CUADRO 1-5. Normas para la detección sistemática y temprana de cáncer colorrectal y adenomas para la mujer 
con riesgo promedio ≥50 años de edad 
Pruebas que detectan pólipos adenomatosos y cáncera
Prueba Intervalo Dificultades principales para tomar decisiones informadas
Colonoscopia Cada 10 años Se necesita una preparación intestinal completa
En la mayor parte de las instituciones se utiliza sedación consciente; la paciente 
faltará un día al trabajo y necesitará algún cuidador para transportarla de la 
institución
Los riesgos comprenden perforación y hemorragia, que son raros pero 
potencialmente graves; la mayor parte de los riesgos corresponde a la 
polipectomía
FSIG con inserción de 40 
cm o hasta la flexura 
esplénica
Cada 5 años Se necesita una preparación intestinal completa o parcial
No suele ser necesaria la sedación, por lo que es posible que el procedimiento sea 
molesto
El efecto protector de la sigmoidoscopia se limita principalmente a la porción del 
colon que se explora
La paciente debe comprender que los datos positivos en la sigmoidoscopia casi 
siempre terminan en una colonoscopia
Enema con bario de doble 
contraste (DCBE, double-
contrast bariun enema)
Cada 5 años Se necesita una preparación intestinal completa
Si la paciente tiene uno o más pólipos ≥6 mm, se recomienda una colonoscopia
Los riesgos del DCBE son reducidos; se han publicado algunos casos de perforación
Colonografía con tomografía 
computarizada (CTC, 
computed tomographic 
colonography)
Cada 5 años Se necesita una preparación intestinal completa
En la paciente con uno o más pólipos ≥6 mm, se recomienda una colonoscopia
Los riesgos de la CTC son reducidos; se han publicado algunos casos de perforación
Algunas veces, la CTC revela anomalías fuera del colon que requieren una 
valoración ulterior
Pruebas que detectan principalmente cáncera
Prueba Intervalo Dificultades principales para tomar decisiones informadas
gFOBT Anual Se necesitan 2 o 3 muestras de heces fecales recolectadas en casa para realizar 
la prueba. Una sola muestra de heces fecales obtenida durante la exploración 
digital en el consultorio no constituye una prueba completa aceptable
FIT Anual Los resultados positivos aumentan el riesgo de cáncer de colon y neoplasia 
avanzada; se recomienda realizar una colonoscopia si el resultado es positivo
Si el resultado es negativo, se repite cada año
Las pacientes deben saber que una sola prueba carece de eficacia
Prueba de DNA en heces 
(sDNA)
Incierto Es necesario obtener una muestra adecuada de heces y empacarla con los 
conservadores adecuados para su transporte al laboratorio
El costo unitario de la prueba existente hoy día es bastante mayor que el de otras 
pruebas con heces 
Si el resultado es positivo, se recomienda una colonoscopia
Si el resultado es negativo, se desconoce el intervalo adecuado para repetir la 
prueba
a Se selecciona un método de este grupo.
FIT, prueba inmunoquímica en heces; FSIG, sigmoidoscopia flexible (flexible sigmoidoscopy); gFOBT, prueba de sangre oculta en heces con guayaco 
(guaiac-based fecal occult blood test).
Adaptado con autorización de Levin, 2008; American College of Obstetricians and Gynecologists, 2011b.
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16 Ginecología general
SECCIÓ
N
 1
de peso en los individuos con obesidad patológica y se ha obser-
vado que mejoran los factores de riesgo comórbidos y la tasa de 
mortalidad (Christou, 2004; Sjostrom, 2004). Sin embargo, algu-
nas complicaciones quirúrgicas son graves y comprenden embolias 
pulmonares, fugas del aparato digestivo en el sitio del engrapado o 
las líneas de sutura, obstrucción o estenosis del estoma y hemorra-
gia (Steinbrook, 2004).
Después de la intervención quirúrgica bariátrica, se aconseja 
a las pacientes que difi eran el embarazo durante 12 a 18 meses. 
Durante este intervalo, la pérdida rápida de peso impone diversos 
riesgos restrictivos teóricos al crecimiento fetal intrauterino y caren-
cias nutricias. Sin embargo, conforme la paciente baja de peso, la 
fertilidad mejora y la posibilidad de embarazo aumenta (Merhi, 
2009). Por consiguiente, es necesario recurrir a algún método efi -
caz de anticoncepción (Centers for Disease Control and Prevention, 
2010b). Muchos métodos anticonceptivos son tan efi caces en las 
mujeres con un BMI elevado como en las testigos de peso normal. 
No obstante, el parche anticonceptivo es menos efi caz en aquéllas 
con peso >90 kg. Los fabricantes no probaron el implante sub-
dérmico anticonceptivo en mujeres con peso >130% por arriba 
de su peso ideal, por lo que es importante asesorar correctamente 
a las pacientes. Además, la efi cacia de los anticonceptivos orales es 
menor en las mujeres con sobrepeso y obesidad. De manera especí-
fi ca, la efi cacia de los anticonceptivos orales es menor en las muje-
res que se someten a una intervención quirúrgica bariátrica que 
se acompaña de malabsorción (Society of Family Planning, 2009). 
Por tanto, en vista de que el acetato de medroxiprogesterona de 
depósito conlleva el riesgo de aumentar de peso, constituye una 
elección poco generalizada entre las mujeres que están intentando 
disminuir de peso.
 ■ Hipertensión crónica
Ésta es frecuente y se calcula que 39 millones de las mujeres esta-
dounidenses padecen hipertensión (American Heart Association, 
2010). El riesgo de padecer hipertensión aumenta con la edad y 
>65% de las mujeres >60 años tiene la presión arterial elevada 
(Ong, 2007; Vasan, 2002). La hipertensión es un problema impor-
tante de salud que aumenta el riesgo de infarto del miocardio, apo-
plejía, insufi ciencia cardiaca congestiva, nefropatía y vasculopatía 
periférica.Para reducir estos efectos, los ginecólogos deben conocer 
cer la asesoría adecuada en su consultorio o debe enviarles con un 
nutriólogo. En la adolescente, más que en la adulta, muchas veces 
el objetivo es reducir la velocidad con que aumenta de peso para no 
interferir con el crecimiento y el desarrollo normales.
Fármacos. Además de la alimentación y el ejercicio, en ciertas 
pacientes obesas se recomiendan opciones farmacológicas o quirúr-
gicas. El orlistat es el único fármaco aprobado por la FDA para la 
obesidad. El orlistat es un inhibidor reversible de las lipasas gástri-
cas y pancreáticas y bloquea 30% de la absorción de la grasa en la 
alimentación (Henness, 2006). Este fármaco se prescribe en forma 
de una sola cápsula de 120 mg por vía oral con los alimentos, 
pero también se vende sin prescripción en forma de cápsulas de 
60 mg que también se consumen tres veces al día. Por su meca-
nismo de acción, el orlistat provoca distensión abdominal, fl a-
tulencia, diarrea o evacuaciones aceitosas, lo cual disminuye 
consumiendo poca grasa. La malabsorción concomitante provoca 
carencias de las vitaminas liposolubles A, D, E y K y estas pacien-
tes deben recibir un complemento diario enriquecido con estas 
vitaminas. En algunas ocasiones, se han publicado casos de lesión 
hepática y en la etiqueta nueva se menciona este riesgo (Food and 
Drug Administration, 2010a).
La sibutramina es un inhibidor selectivo de la recaptación de 
serotonina y noradrenalina de acción central que actúa básicamente 
como supresor del apetito. Fue eliminada de manera voluntaria 
del mercado estadounidense en el año 2010 por el mayor número 
de alteraciones cardiovasculares (Food and Drug Administration, 
2010b).
Cirugía bariátrica. Como otro complemento de la alimentación 
y el ejercicio, es posible recurrir a la cirugía bariátrica en las pacien-
tes con un BMI ≥40 o un BMI ≥35 en caso de padecer alguna 
enfermedad concomitante (Buchwald, 2005). De las técnicas exis-
tentes, dos son las más frecuentes. En la banda gástrica, se coloca 
un anillo de plástico ajustable por vía laparoscópica alrededor del 
estómago para limitar el consumo de alimentos. En la derivación 
gástrica en Y de Roux, se crea una pequeña bolsa en el estómago 
al engraparlo en sentido vertical, lo cual limita el consumo. Este 
estómago más pequeño se conecta directamente con el yeyuno para 
desviarlo del duodeno. De esta manera, disminuye la absorción 
de calorías y nutrimentos. Ambas cirugías provocan gran pérdida 
CUADRO 1-6. Normas generales para la profilaxis de osteoporosis en mujeres posmenopáusicas
Orientar sobre el riesgo de osteoporosis y fracturas vinculadas
Buscar causas secundarias (cuadro 21-6)
Recomendar la cantidad adecuada de calcio (por lo menos 1 200 mg/día) y vitamina D (800 a 1 000 UI/día) incluido algún 
complemento en caso necesario en las mujeres ≥50 años de edad 
Recomendar ejercicio regular con pesas y para reforzar los músculos para así reducir el riesgo de caídas y fracturas
Aconsejar que se eviten el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol
En las mujeres ≥65 años de edad, recomendar una prueba de la densidad mineral ósea
En las mujeres posmenopáusicas de 50 a 69 años de edad, se recomienda la prueba de BMD cuando hay duda de las posibilidades de 
factores de riesgo (cuadro 21-7)
Recomendar la prueba BMD en aquellas que han padecido alguna fractura para establecer el grado de la enfermedad
La prueba BMD se realiza en los centros que tienen DEXA con medidas de calidad aceptada y basta para vigilar osteopenia. Para las 
pacientes que reciben farmacoterapia, se lleva a cabo dos años después de empezar el tratamiento y de ahí en adelante cada dos 
años. Sin embargo, en ciertas situaciones clínicas es necesario realizar las pruebas con mayor frecuencia. 
BMD, densidad mineral ósea (bone mineral density); DEXA, absorciometría radiográfica con doble energía.
Abreviado de la National Osteoporosis Foundation, 2010.
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17Cuidados básicos de la mujer 
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CUADRO 1-7. Tablas de índice de masa corporal
BMI 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35
Talla 
(pulg.) Peso corporal (libras)
58
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60
61
62
63
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 96
 99
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131
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100
104
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111
115
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105
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112
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153
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110
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130
134
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146
151
155
160
165
169
174
179
184
189
115
119
123
127
131
135
140
144
148
153
158
162
167
172
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182
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192
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119
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132
136
141
145
150
155
159
164
169
174
179
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200
205
124
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133
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161
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171
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129
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197
203
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215
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233
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246
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180
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192
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235
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153
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204
210
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204
211
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197
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217
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167
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185
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197
204
210
216
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230
236
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250
258
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272
279
287
BMI 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54
Talla 
(pulg.) Peso corporal (libras)
58
59
60
61
62
63
64
65
66
67
68
69
70
71
72
73
74
75
76
172
178
184
190
196
203
209
216
223
230
236
243
250
257
265
272
280
287
295
177
183
189
195
202
208
215
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280
287
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304
181
188
194
201
207
214
221
228
235
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257
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303
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186
193
199
206
213
220
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234
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256
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279
287
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303
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320
191
198
204
211
218
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203
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217
224
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238
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285
293
302
310
319
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336
201
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309
318
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335
344
205
212
220
227
235
242
250
258
266
274
282
291
299
308
316
325
334
343
353
210
217
225
232
240
248
256
264
272
280
289
297
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333
342
351
361
215
222
230
238
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254
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295
304
313
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331
340
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369
220
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312
322
331
341
351
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239
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264
273
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300
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244
252
261
269
278
287
296
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315
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345
355
365
375
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293
302
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341
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362
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383
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415
426
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289
299
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328
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369
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390
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295
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376
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408
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18 Ginecología general
SECCIÓ
N
 1
CUADRO 1-8. Definiciones de peso anormal para adultos y adolescentes
Grupo de edad Bajo peso Sobrepeso Obeso
Adolescentes BMI menor de la porcentila 5 
para la edad
BMI entre las porcentilas 85 y 95 
para la edad
BMI mayor de la porcentila 95 
para la edad
Adultos BMI <18.5 BMI de 25-29.9 BMI ≥30
CUADRO 1-9. Factores de riesgo comórbidos de obesidad
Angiopatía coronaria establecida
Otros trastornos ateroescleróticos concomitantes
 Vasculopatía periférica
 Aneurisma aórtico abdominal
 Arteriopatía coronaria sintomática
Diabetes mellitus tipo 2
Apnea del sueño
Tabaquismo
Hipertensión crónica
Lípidos anormales
 Colesterol LDL elevadoTriglicéridos elevados
 Colesterol HDL reducido
Antecedentes heredofamiliares de cardiopatía temprana
Anomalías ginecológicas
 Menorragia o metrorragia
 Hiperplasia endometrial
 Cáncer endometrial
Osteoartritis
Cálculos biliares
HDL, lipoproteína de alta densidad; LDL, lipoproteína de baja densidad.
Recopilado del National Heart, Lung, and Blood Institute, 2000.
CUADRO 1-10. Fases del cambio
Fase del cambio Ejemplo de la conducta
Precontemplación Sin interés en bajar de peso; no 
percibe un problema
Contemplación Reconoce un problema; considera 
un régimen alimentario 
específico
Preparación Advierte los beneficios del cambio; 
planea cambios, por ejemplo, 
acomoda su alacena como 
corresponde
Acción Empieza el tratamiento o el 
cambio de la conducta
Mantenimiento Incorpora cambios nuevos en su 
estilo de vida
CUADRO 1-11. Recomendaciones para el tratamiento según el índice de masa corporal (BMI)
Tratamiento BMI 25 a 26.9 BMI 27 a 29.9 BMI 30 a 34.9 BMI 35 a 39.9 BMI �40
Régimen alimentario, actividad 
física, terapia conductual
WCM WCM + + +
Farmacoterapia − WCM + + +
Intervención quirúrgica − − WCM WCM WCM
+ representa el uso del tratamiento indicado, no obstante las enfermedades concomitantes; WCM, con enfermedades concomitantes (comorbilidades).
Tomado del National Heart, Lung, and Blood Institute, 2000.
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19Cuidados básicos de la mujer 
CA
P
ÍTU
LO
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los criterios utilizados para diagnosticar hipertensión. Muchos de 
ellos prefi eren enviar a sus pacientes para el tratamiento de la hiper-
tensión con un especialista, pero deben conocer los valores ideales 
y los riesgos a largo plazo de esta enfermedad.
Diagnóstico
Exploración física. El método ideal para obtener la presión arte-
rial es colocar a la mujer sentada en una silla con el brazo que se va 
a utilizar en reposo sobre una mesa. Se selecciona el manguito del 
tamaño adecuado, donde la bolsa envuelva por lo menos 80% 
del brazo. Se diagnostica hipertensión cuando las lecturas son ele-
vadas en un mínimo de dos citas.
Como se observa en el cuadro 1-12, las categorías de la hiper-
tensión comprenden prehipertensión, que se diagnostica cuando 
las lecturas se encuentran entre 120 y 139/80 a 89 mmHg. Este 
rango es importante puesto que las pacientes con prehipertensión 
tienen mayor riesgo de padecer hipertensión más adelante (Wang, 
2004). Además, frente a las lecturas normales de la presión arterial, 
la prehipertensión conlleva mayor riesgo de padecer enfermedades 
cardiovasculares (CVD, cardiovascular diseases) (Mainous, 2004). 
En caso de diagnosticar hipertensión, a continuación se exclu-
yen las causas de fondo de hipertensión y las anomalías resultantes 
en los órganos terminales (cuadro 1-13). Por consiguiente, la valo-
ración incluye la confi rmación de una presión arterial similar en el 
brazo contralateral; la exploración del fondo de ojo; el cálculo del 
BMI y la medida de la circunferencia abdominal; la auscultación 
en busca de soplos carotídeos, abdominales y femorales; la palpa-
ción de la glándula tiroides; la auscultación cardiaca y pulmonar; la 
exploración abdominal en busca de hipertrofi a renal y pulsaciones 
aórticas anormales e inspección de las extremidades en busca de 
edema y pulsos.
Pruebas de laboratorio y otros procedimientos diagnós-
ticos. Los estudios que se recomiendan de forma sistemática 
antes de empezar el tratamiento son electrocardiograma, análisis 
general de orina, glucemia, hematócrito, perfi l de lípidos, prue-
bas tiroideas, potasio sérico y creatinina. Casi nunca está indicado 
CUADRO 1-12. Clasificación y tratamiento de la hipertensión
Clasificación
SBP 
(mmHg)
DBP 
(mmHg)
Sin indicación 
apremiantea
Aquéllos con una indicación 
apremiantea
Normal <120 y <80 No se recomienda 
tratamiento 
antihipertensivo
No se recomienda tratamiento 
antihipertensivo
Prehipertensión 120–139 o 80–89 No se recomienda 
tratamiento 
antihipertensivo
Fármacos para las indicaciones 
apremiantes
Hipertensión en 
estadio 1
140–159 o 90–99 Diuréticos tiacídicos para 
la mayoría. Quizás ACEI, 
ARB, BB, CCB o una 
combinación
Fármacos para las indicaciones 
apremiantes. ACEI, ARB, BB, CCB 
conforme sea necesario
Hipertensión en 
estadio 2
≥160 o ≥100 Combinación de dos 
fármacos para la 
mayoría, por lo general 
un diurético tiacídico y 
ACEI o BB o CCB
Fármacos para las necesidades 
apremiantes. Se agregan diuréticos, 
ACEI, ARB, BB, CCB, conforme sea 
necesario
a Las indicaciones apremiantes comprenden: 1) insuficiencia cardiaca congestiva; 2) infarto del miocardio; 3) diabetes; 4) insuficiencia renal crónica; 
5) antecedente de apoplejía. En todos, se recomienda realizar modificaciones al estilo de vida que comprenden: 1) bajar de peso en caso de sobrepeso; 
2) limitar el consumo de alcohol; 3) aumentar la actividad física aeróbica (30 a 45 min diarios); 4) reducir el consumo de sodio (<2.34 g/día); 5) dejar 
de fumar y 6) régimen Estrategias alimenticias para reducir la hipertensión (DASH, Dietary Approaches to Stop Hypertension) (cuadro 1-14).
ACEI, inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina; ARB, antagonista del receptor de angiotensina; BB, antagonista β; CCB, antagonista de los 
conductos de calcio (calcium channel blocker); DBP, presión arterial diastólica (diastolic blodd pressure); SBP, presión arterial sistólica (systolic blood 
pressure).
Tomado del National Heart, Lung, and Blood Institute, 2003.
CUADRO 1-13. Causas identificables de hipertensión
Nefropatía crónica
Tratamiento prolongado con esteroides y síndrome de Cushing
Coartación de la aorta
Farmacológica o vinculada con fármacos
 Antiinflamatorios no esteroideos
 Cocaína y anfetaminas
 Simpaticomiméticos (descongestivos, anorexígenos)
 Anticonceptivos orales combinados
 Esteroides suprarrenales
 Ciclosporina y tacrolimús
 Eritropoyetina
 Orozuz
 Herbolaria (efedra, ma huang)
Feocromocitoma
Aldosteronismo primario
Enfermedad renovascular
Apnea del sueño
Tiroidopatías o paratiroidopatías
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20 Ginecología general
SECCIÓ
N
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la American Diabetes Association (2010) recomienda considerar la 
posibilidad de realizar la detección sistemática a intervalos de tres 
años, empezando a los 45 años de vida, principalmente en aqué-
llas con un BMI ≥25. Además, la prueba se puede llevar a cabo 
antes o con mayor frecuencia en las mujeres con sobrepeso o en 
quienes tienen otros factores de riesgo, como los que se muestran 
en el cuadro 1-15. Además de la detección, las mujeres con sín-
realizar una búsqueda más extensiva de ciertas causas a menos que 
no sea posible regular la hipertensión con el tratamiento inicial 
(Chobanian, 2003).
Tratamiento
Los cambios en el estilo de vida constituyen un método efi caz 
para reducir la presión arterial y se pueden utilizar tanto para pre-
venir como para tratar la hipertensión (cuadro 1-14). No obs-
tante, cuando la presión arterial se encuentra muy elevada o no 
se modifi ca únicamente con los cambios en el estilo de vida o 
existen otros padecimientos concomitantes, es necesario empezar 
con tratamiento farmacológico para reducir las complicaciones a 
largo plazo. Los medicamentos utilizados para el tratamiento son 
numerosos y es posible obtener una lista extensa en la publicación 
del National Heart, Lung, and Blood Institute sobre la hiperten-
sión (2003) en http://www.nhlbi.nih.gov/guidelines/hypertension/
express.pdf
 ■ Diabetes mellitus
La diabetes es frecuente y cerca de 11 millones de las mujeres adul-
tas en Estados Unidos son diabéticas (National Institute of Diabetes 
and Digestive and Kidney Disease, 2007). Las consecuencias a largo 
plazo de esta enfermedad endocrina son graves y comprenden 
angiopatía coronaria, apoplejía, vasculopatía periférica, enferme-
dad periodontal, nefropatía, neuropatía y retinopatía.
Detección sistemática
Hoy día,

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