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64 Ginecología general CAPÍTULO 3 Infecciones ginecológicas FLORA VAGINAL NORMAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64 Vaginosis bacteriana (BV) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65 ANTIBIÓTICOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67 MICROORGANISMOS PATÓGENOS QUE CAUSAN ÚLCERAS GENITALES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76 INFECCIONES POR EL VIRUS DEL HERPES SIMPLE . . . . . . 76 Sífilis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78 Chancroide . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80 MICROORGANISMOS PATÓGENOS QUE CAUSAN VAGINITIS CONTAGIOSA . . . . . . . . . . . . . . 82 Micosis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83 MICROORGANISMOS PATÓGENOS QUE CAUSAN CERVICITIS SUPURATIVA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86 Neisseria gonorrhoeae . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86 Chlamydia trachomatis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87 MICROORGANISMOS PATÓGENOS QUE CAUSAN LESIONES TUMORALES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88 Verrugas genitales externas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88 Molusco contagioso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88 MICROORGANISMOS PATÓGENOS QUE CAUSAN PRURITO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89 Escabiosis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89 Pediculosis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90 INFECCIONES DE LAS VÍAS URINARIAS . . . . . . . . . . . . . . 91 ENFERMEDAD PÉLVICA INFLAMATORIA . . . . . . . . . . . . . 93 INFECCIONES POSOPERATORIAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99 OTRAS INFECCIONES GINECOLÓGICAS . . . . . . . . . . . . . . 106 Absceso vulvar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106 Absceso del conducto de la glándula de Bartholin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106 FLORA VAGINAL NORMAL La fl ora vaginal de una mujer sana, asintomática y en edad fértil comprende diversos microorganismos aerobios, aerobios facultati- vos y anaerobios obligados (cuadro 3-1). De éstos, los anaerobios predominan sobre los aerobios en una proporción aproximada de 10 a 1 (Bartlett, 1977). Estas bacterias mantienen una relación simbiótica con el hospedador y se modifi can según el microam- biente. Se localizan en lugares donde se cubren sus necesidades para subsistir y están exentas de los mecanismos destructores que previenen infecciones en el hospedador humano. Aún se descono- cen la función y la razón de la colonización bacteriana de la vagina. Dentro de este ecosistema vaginal, algunos microorganismos producen sustancias como ácido láctico y peróxido de hidrógeno que inhiben a los microorganismos que no son parte de la fl ora normal (Marrazzo, 2006). Además, otros compuestos antibacteria- nos, llamados bacteriocinas, tienen una función similar y compren- den péptidos como la acidocina y la lactacina. Asimismo, diversos tipos de bacterias producen factores proteínicos de adherencia y se fi jan a las células del epitelio vaginal. Como protección en contra de muchas de estas sustancias tóxicas, la vagina secreta inhibidor de la proteasa leucocítica. Esta proteína protege a los tejidos locales de productos infl amatorios tóxicos e infecciones. Ciertas especies bacterianas que por lo normal forman parte de la fl ora bacteriana tienen acceso al aparato reproductor superior. Un estudio de 55 mujeres asintomáticas en edad reproductiva con- fi rmó una media de 4.2 especies bacterianas del endocérvix y 2.1 de la cavidad endometrial (Hemsell, 1989). De las especies recu- peradas, 17% se obtuvo sólo del endometrio, 50% sólo del endo- cérvix y el resto de ambos sitios. También se informó la presencia de bacterias en el líquido peritoneal obtenido del fondo de saco de mujeres asintomáticas que se sometieron a esterilización tubárica electiva (Spence, 1982). Estos y otros estudios muestran que el aparato reproductor femenino superior no es estéril, pero la pre- sencia de estas bacterias no indica infección activa. En conjunto, estos hallazgos ilustran la posibilidad de desarrollar una infección después de una operación ginecológica y la necesidad de imple- mentar profi laxis con antibióticos (cap. 39, pág. 958). También explican la posible aceleración de una infección aguda local cuando un patógeno, como Neisseria gonorrhoeae, obtiene acceso a la parte superior del aparato reproductor. 03_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 6403_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 64 06/09/13 20:4906/09/13 20:49 65Infecciones ginecológicas CA P ÍTU LO 3 menopausia en ausencia de otros síntomas. Además, la concentra- ción de hormona estimulante del folículo (FSH, follicle-stimulating hormone) y el pH vaginal son directamente proporcionales, mien- tras que la relación entre estos dos y el estradiol sérico es inversa. ■ Cambios en la flora Los cambios en los elementos de esta ecología modifi can la pre- valencia de diversas bacterias. Por ejemplo, en las mujeres posme- nopáusicas que no reciben estrógenos y en las niñas jóvenes, la prevalencia de Lactobacillus es menor que en las mujeres en edad fértil. Devillard et al. (2004) publicaron que el tratamiento de res- titución hormonal restablece la población de lactobacilos vaginales, que protegen contra los microorganismos patógenos del aparato reproductor. Otros fenómenos modifi can de manera predecible la fl ora del aparato reproductor inferior y pueden causar infecciones. El ciclo menstrual produce cambios en la fl ora; predominan en los prime- ros días y se presume que se relacionan con los cambios hormo- nales (Keane, 1997). También es posible que el fl ujo menstrual sirva como fuente de nutrimentos para varias especies bacterianas, lo que permite su crecimiento excesivo. No se conoce con certeza el papel que esto tiene en el desarrollo de infecciones del aparato reproductor superior, pero es probable que exista una relación. Por ejemplo, las mujeres sintomáticas con infección gonocócica aguda de la parte superior del aparato reproductor casi siempre están menstruando o se encuentran en fase proliferativa temprana. Se desconoce el papel exacto que tiene la abertura del conducto cervical en esta etapa del ciclo. Por último, el tratamiento con un antibiótico de amplio espectro puede causar síntomas atribuidos a infl amación por Candida albicans u otros organismos de este género, debido a que erradican otras especies de la fl ora. La histerectomía con extirpación del cuello uterino modifi ca la fl ora de la parte inferior del aparato reproductor, con o sin admi- nistración profi láctica de antibióticos. Durante el periodo pos- operatorio se cultivan diversas bacterias anaerobias de la vagina, aunque aumenta en particular la prevalencia de Bacteroides fragilis. En cuanto a las bacterias aerobias, se observa un incremento de la prevalencia de Escherichia coli y de especies de Enterococcus. Estos tres tipos de bacterias a menudo se observan en los cultivos vagina- les obtenidos de mujeres con infecciones pélvicas después de una histerectomía, sin embargo ocurren fenómenos similares en los cul- tivos vaginales obtenidos después de una histerectomía en pacientes asintomáticas (Hemsell, 1988; Ohm, 1975). ■ Vaginosis bacteriana (BV) Este enigmático síndrome clínico frecuente y complejo refl eja la presencia de fl ora vaginal anormal. Ha recibido diversos nombres como vaginitis por Haemophilus, por Corynebacterium, por anaero- bios o por Gardnerella y vaginitis inespecífi ca. Por razones desconocidas, la relación simbiótica de la fl ora vaginal cambia y aparece un crecimiento excesivo de bacterias anaerobias como Gardnerella vaginalis, Ureaplasma urealyticum, Mycoplasma hominis y especies de Mobiluncus y de Prevotella. Además, la vaginosis bacteriana se acompaña de una reducción considerable o ausenciade lactobacilos que producen peróxido de hidrógeno. No se sabe si el ecosistema alterado provoca la des- aparición de estos organismos o si la ausencia de ellos origina los cambios observados en la vaginosis bacteriana. ■ pH vaginal Por lo general, el pH vaginal varía entre 4 y 4.5. Aunque no se sabe con precisión, se cree que es resultado de la producción de ácido láctico, ácidos grasos y otros ácidos orgánicos por bacterias del género Lactobacillus. Además, la fermentación de aminoácidos por parte de las bacterias anaerobias tiene como resultado la pro- ducción de ácidos orgánicos, al igual que el catabolismo bacteriano de proteínas. El glucógeno contenido en la mucosa vaginal sana proporciona nutrientes para muchas bacterias en el ecosistema vaginal y es metabolizado en ácido láctico (Boskey, 2001). De esta manera, conforme el contenido de glucógeno dentro de las células epite- liales vaginales disminuye después de la menopausia, la reducción de este sustrato para la producción de ácido provoca una elevación del pH vaginal. De manera específi ca, Caillouette et al. (1997) demostraron que un pH vaginal de 6.0 a 7.5 es muy sugestivo de CUADRO 3-1. Flora bacteriana de la porción inferior del aparato reproductor femenino Especie o grupo de microorganismos Aerobios Grampositivos Lactobacillus spp. Difteroides Staphylococcus aureus Staphylococcus epidermidis Streptococcus del grupo B Enterococcus faecalis Staphylococcus spp. Actinomyces israelii Gramnegativos Escherichia coli Klebsiella spp. Proteus spp. Enterobacter spp. Acinetobacter spp. Citrobacter spp. Pseudomonas spp. Anaerobios Cocos grampositivos Peptostreptococcus spp. Clostridium spp. Bacilos grampositivos Lactobacillus spp. Propionibacterium spp. Eubacterium spp. Bifidobacterium spp. Gramnegativos Prevotella spp. Bacteroides spp. Grupo de Bacteroides fragilis Fusobacterium spp. Veillonella spp. Levaduras Candida albicans y otras especies 03_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 6503_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 65 06/09/13 20:4906/09/13 20:49 66 Ginecología general SECCIÓ N 1 Amsel et al. (1983) fueron los primeros en describir los crite- rios para el diagnóstico clínico, que comprenden: 1) la valoración microscópica de una preparación en fresco de la secreción vaginal; 2) la medición del pH vaginal, y 3) la liberación de aminas volátiles producidas por el metabolismo anaerobio. Primero se coloca una preparación salina en un portaobjetos (también conocida como “preparación húmeda”), la cual contiene una muestra de secreción vaginal mezclada con gotas de solución salina. Las células guía constituyen los indicadores más confi ables de vaginosis bacteriana y fueron descritos al inicio por Gardner y Dukes (1955) (fig. 3-1). Estas células del epitelio vaginal llevan numerosas bacterias adheri- das, que crean un borde celular punteado poco defi nido. El valor positivo predictivo de esta prueba en cuanto a presencia de vagino- sis bacteriana es de 95%. La adición de hidróxido de potasio al 10% (KOH) a una mues- tra fresca de secreción vaginal libera aminas volátiles con olor a pescado. Ésta se denomina prueba de liberación de aminas. El olor se manifi esta incluso sin el hidróxido de potasio. De igual forma, la alcalinidad del líquido seminal y la presencia de sangre acentúan el olor después del coito y con la menstruación. La presencia de células guía y una prueba de aminas positiva son patognomónicas, incluso en pacientes asintomáticas. De manera característica, en la vaginosis bacteriana el pH vagi- nal es >4.5 como consecuencia de la menor producción bacteriana de ácido. De la misma forma, la infección por Trichomonas vagi- nalis se acompaña de proliferación excesiva de microorganismos anaerobios y la producción de aminas. Por lo tanto, las mujeres con vaginosis bacteriana no deben tener evidencia microscópica de tricomonosis. El sistema de Califi cación de Nugent se utiliza para diagnosticar vaginosis bacteriana (BV, bacterial vaginosis) mediante el examen microscópico de un frotis de la secreción vaginal teñido con técnica de Gram. Se usa sobre todo en estudios de investigación pero no en la práctica clínica; las califi caciones se calculan valorando el predo- minio de tres tipos de morfología y tinción bacterianas: 1) bacilos gramnegativos grandes (Lactobacillus spp.), 2) bacilos pequeños con tinción de Gram variable (G. vaginalis o Bacteroides spp.) y Factores de riesgo Los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) (2010b) no consideran que este trastorno sea una enfermedad de transmisión sexual (STD, sexually transmitted disease), puesto que se observa en mujeres que no han tenido relaciones sexuales con anterioridad. Sin embargo, muchos de los factores de riesgo se relacionan con esta actividad y en las mujeres que padecen esta enfermedad se ha observado un mayor riesgo de adquirir alguna STD (cuadro 3-2) (Atashili, 2008; Wiesenfeld, 2003). Asimismo, Bradshaw et al. (2006) sugieren que quizá la transmisión sexual participa en la fi siopatología de la vaginosis bacteriana recurrente. Son pocas las medidas que hay para la prevención de la vaginosis bacteriana, aunque es posible que la eliminación o la reducción de la fre- cuencia de las duchas vaginales sea de utilidad (Brotman, 2008; Klebanoff , 2010). Diagnóstico Algunos autores han publicado que la vaginosis bacteriana es la causa más común de síntomas vaginales en las consultas. De los síntomas, el más característico es una fétida secreción transvaginal no irritante, que no siempre aparece. La vagina no suele encon- trarse eritematosa y el examen del cuello uterino no revela ano- malías. A B FIGURA 3-1. Fotografías de una preparación húmeda en solución salina que revelan células guía. A. Célula guía individual (flecha) entre células epiteliales normales. B. Varias de estas células escamosas están cubiertas por múltiples bacterias. Las células guía están cubiertas al grado que los márgenes celulares están borrosos y los núcleos no son visibles (flechas). (Cortesía del Dr. Lauri Campagna y Mercedes Pineda, WHNP.) CUADRO 3-2. Factores de riesgo para la vaginosis bacteriana Sexo oral Duchas vaginales Raza negra Tabaquismo Actividad sexual durante la menstruación Dispositivo intrauterino Inicio de relaciones sexuales a edad temprana Parejas sexuales nuevas o múltiples Actividad sexual con otras mujeres 03_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 6603_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 66 06/09/13 20:4906/09/13 20:49 67Infecciones ginecológicas CA P ÍTU LO 3 mico β confi ere actividad antibacteriana, en especial contra bacte- rias aerobias grampositivas. En vista de las sustituciones numerosas en la cadena R1, se ha sintetizado una gran variedad de antibióticos con espectros antibacterianos modifi cados y diferentes propiedades farmacológicas (cuadro 3-4). Algunas bacterias producen una enzima (lactamasa β) que abre el anillo lactámico β y desactiva el fármaco como su principal mecanismo de defensa. El ácido clavulánico, sulbactam y tazobac- tam son inhibidores de la lactamasa β que se han combinado con varias penicilinas para intensifi car el espectro contra una variedad más amplia de bacterias aeróbicas y anaeróbicas. Además, puede prescribirse probenecid oral por separado cuando se usan penici- linas. Este fármaco reduce la secreción tubular renal de estos anti- bióticos y se usa para aumentar la concentración plasmática de una penicilina o cefalosporina. Reacciones adversas En el cuadro 3-5 se enumeran las reacciones adversas a las penici- linas (Mayo Clinic, 1991). Hasta el 10% de la población general manifi esta alguna reacción alérgica a las penicilinas. Las prepara- ciones orales tienen menor riesgo, mientras que con los compues- tos combinados con procaína y con las fórmulas de administración intramuscular la probabilidad de alergia es mayor. Las reacciones anafi lácticas verdaderas (hipersensibilidad de tipo I) son raras y las tasas de mortalidad sonde aproximadamente una defunción por cada 50 000 regímenes de tratamiento. Si se identifi ca una alergia a la penicilina pero se necesita el tratamiento, es posible desensibi- lizar al paciente como lo describieron Wendel et al. (1985), de la forma en la que se resume en la página de Internet de los CDC: http://www.cdc.gov/std/treatment/2006/penicillin-allergy.htm Aplicaciones clínicas Estos fármacos logran una penetración excelente en los tejidos. La penicilina sigue siendo el tratamiento de elección para la sífi lis y esta familia de antibióticos también es útil para el tratamiento de infecciones cutáneas y celulitis y abscesos mamarios. La combi- nación de amoxicilina y ácido clavulánico proporciona la mejor cobertura antibiótica de amplio espectro por vía oral. Además, las 3) bacilos curvos con tinción de Gram variable (Mobiluncus spp.). Una califi cación de 7 a 10 es consistente con vaginosis bacteriana. En las mujeres con vaginosis bacteriana se han observado varios eventos ginecológicos adversos como vaginitis, endometri- tis, endometritis posterior a un aborto, enfermedad pélvica infl a- matoria (PID, pelvic infl ammatory disease) no asociada a Neisseria gonorrhoeae o a Chlamydia trachomatis e infección pélvica aguda a continuación de una cirugía pélvica, en especial después de una histerectomía. Tratamiento En el año 2010 el equipo de trabajo sobre vaginosis bacteriana de los CDC propuso tres esquemas terapéuticos para mujeres no embarazadas (cuadro 3-3). Las alternativas incluyen 2 g de tinida- zol por vía oral cada 24 h durante tres días, o 300 mg de clindami- cina por vía oral cada 12 h durante siete días. El índice de curación con estos esquemas varía del 80 al 90% en una semana, pero en los siguientes tres meses, 30% de las mujeres habrá experimen- tado alguna recurrencia o alteración de la fl ora. Cuando menos la mitad padecerá otro episodio de síntomas con cambios de la fl ora, muchos de los cuales se correlacionan con contactos heterosexua- les (Amsel, 1983; Gardner, 1955; Wilson, 2004). Sin embargo, el tratamiento de las parejas sexuales masculinas no benefi cia a las mujeres con esta enfermedad recurrente y no se recomienda. De la misma forma, otros tipos de tratamiento como la introducción de lactobacilos, geles vaginales acidifi cantes y el uso de prebióticos carecen de efi cacia constante (Senok, 2009). ANTIBIÓTICOS En ginecología, los antibióticos se utilizan con frecuencia para res- tablecer la alteración de la fl ora o tratar diversas infecciones. El antibiótico ideal es aquél que exhibe una buena biodisponibilidad cuando se administra por vía oral o parenteral, que actúa rá pi da men - te erradicando diversas bacterias aerobias y anaerobias, que no in - duce resistencia bacteriana, que no tiene efectos adversos, que no pro voca sensibilización y que es barato y de fácil producción. Este fármaco no existe, sin embargo hay muchos antibióticos disponi- bles para el tratamiento de las infecciones ginecológicas. Como grupo, los antibióticos se han relacionado con la dismi- nución de la efi cacia de los anticonceptivos orales. Por fortuna, esto se ha comprobado en muy pocos casos, que se listan en el cuadro 5-11. ■ Penicilinas Estructura La base de todas las penicilinas es un anillo lactámico β con un anillo de tiazolidina y una cadena lateral (fig. 3-2). El núcleo lactá- C C O 1 2 N C COOH R1 NH HC HC C S CH3 CH3 O FIGURA 3-2. Estructura química básica de las penicilinas. Sustituciones en la posición R1 confieren una actividad bacteriana variable. En esta figura, el número 1 representa el anillo lactámico-β y el 2 el anillo de tiazolidina. CUADRO 3-3. Tratamiento recomendado para la vaginosis bacteriana Medicamento Posología Metronidazol 500 mg por vía oral cada 12 h durante siete días Metronidazol en gel al 0.75% 5 g (un aplicador lleno) por vía intravaginal cada 24 h durante cinco días Crema de clindamicina al 2% 5 g (un aplicador lleno) por vía intravaginal al acostarse durante cinco días a El fármaco se retiró en 2009 porque su proceso de fabricación no cumplía con las prácticas actuales de manufactura apropiada. Modificado de “Centers for Disease Control and Prevention, 2010b”. 03_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 6703_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 67 06/09/13 20:4906/09/13 20:49 68 Ginecología general SECCIÓ N 1 (Continúa) Nombre genérico Vía Dosis Uso clínico por grupo Cobertura bacteriana por grupob Naturales Penicilina G Oral, IV, IM 1-2 millones de unidades cada 6 h Sífilisc Celulitis superficial cutánea Infección por Actinomyces Treponema pallidum de los grupos A y B Streptococcus spp. y de Enterococcus Sin actividad contra Staphylococcus spp. Sin actividad contra bacterias gramnegativas Algunos anaerobios: Actinomyces, Peptostreptococcus y Clostridium spp. Sin actividad contra C. difficile ni B. fragilis Penicilina G benzatínica IM 2.4 millones de unidades Penicilina V Oral 250-500 mg cada 6 h Resistentes a la penicilinasa Dicloxacilina Oral 125-500 mg cada 6 h Celulitis y abscesos mamarios Streptococcus spp. de los grupos A y B y Staphylococcus spp. Sin actividad contra MRSA ni Enterococcus spp. Sin actividad contra bacterias gramnegativas Pocos anaerobios: Peptostreptococcus spp. Nafcilina sódica IV 1-2 g cada 4-6 h Oxacilina sódica IV, IM 1-2 g cada 4-6 h Aminopenicilinas Amoxicilina Oral 500-1 000 mg cada 8 h Tratamiento oral: absceso de la glándula de Bartholin o vulvar simple Ampicilina IV: en tratamiento combinado para infección pélvica posoperatoria o adquirida en la comunidadd Ampicilina-sulbactam IV: para infección pélvica posoperatoria o adquirida en la comunidadd Streptococcus spp. de los grupos A y B y Enterococcus spp. Sin actividad contra Staphylococcus spp. Algunas bacterias gramnegativas: E. coli, P. mirabilis, H. influenzae, Salmonella spp. y de Shigella Muchos anaerobios: Actinomyces spp., Bacteroides, Peptostreptococcus y Clostridium spp. Sin actividad contra C. difficile Cobertura agregada con amoxicilina-ácido clavulánico o ampicilina-sulbactam: Muchas bacterias gramnegativas, incluida N. gonorrhoeae Sin actividad contra Serratia, Citrobacter, Pseudomonas o Acinetobacter spp. Ampicilina Oral IV 250-500 mg cada 6 h 2 g cada 6 h Amoxicilina-ácido clavulánico Oral 500-875 mg cada 8-12 h Ampicilina-sulbactam IV 1.5-3 g cada 6 h Carboxicilinas Ticarcilina IV 200-300 mg/kg/ día divididos cada 4-6 h Para infección pélvica adquirida en la comunidad o posoperatoriad Para SSI complicada Streptococcus spp. de los grupos A y B y Enterococcus spp. Sin actividad contra Staphylococcus spp. Muchas bacterias gramnegativas, incluida N. gonorrhoeae Sin actividad contra Klebsiella spp. ni de Acinetobacter spp. Pocos anaerobios: Clostridium spp. y de Peptostreptococcus spp. Sin actividad contra C. difficile Cobertura agregada con ticarcilina-ácido clavulánico S. aureus y S. epidermidis Sin actividad contra MRSA Klebsiella spp. y de Acinetobacter ssp. B. fragilis Ticarcilina-ácido clavulánico IV, IM 300 mg/kg/día divididos cada 4 h CUADRO 3-4. Clasificación de la familia de las penicilinasa 03_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 6803_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 68 06/09/13 20:4906/09/13 20:49 69Infecciones ginecológicas CA P ÍTU LO 3 Reacciones adversas El eritema y otras reacciones de hipersensibilidad aparecen hasta en el 3% de los pacientes. Las cefalosporinas son antibióticos lactámi- cos β y, si se administran a personas alérgicas a la penicilina, pro- vocan la misma respuesta o incluso una más acentuada. En teoría esto puede suceder hasta en el 16% de los pacientes (Saxon, 1987). Por lo tanto, si un individuo presenta anafi laxia a la penicilina, está contraindicada la administración de cefalosporinas. Aplicaciones clínicas Las cefalosporinas de primera generación se utilizan en principio para la profi laxis quirúrgica y el tratamiento de la celulitis super- fi cial. Su espectrode actividad es mayor contra cocos aerobios grampositivos, y poseen cierta actividad contra los gramnegativos extrahospitalarios. Sin embargo, ejercen muy poca actividad con- tra los microorganismos que producen lactamasa β o las bacterias anaerobias. A pesar de esta falta de actividad contra muchos de los microorganismos que causan infecciones pélvicas adquiridas durante procedimientos quirúrgicos, tienen cierta efi cacia profi - láctica. La actividad de las cefalosporinas de segunda generación es mayor contra las bacterias aerobias y las anaerobias gramnegativas y son un poco menos efectivas contra los cocos aerobios grampo- sitivos. Sus aplicaciones principales son la profi laxis quirúrgica o como único tratamiento de las infecciones pélvicas extrahospitala- rias y posoperatorias, incluyendo abscesos. Las cefalosporinas de tercera generación son efi caces en el trata- miento de la mayor parte de las infecciones pélvicas posoperatorias, incluyendo a los abscesos. Sin embargo se utilizan en primera ins- ureidopenicilinas y las que se combinan con algún inhibidor de la lactamasa β son efi caces contra las infecciones pélvicas agudas extrahospitalarias o posoperatorias. Asimismo, las infecciones por Actinomyces israelii, una complicación infrecuente del uso de dis- positivos intrauterinos (IUD), se tratan con penicilinas (American College of Obstetricians and Gynecologists, 2005). ■ Cefalosporinas Estructura Las cefalosporinas también son antibióticos lactámicos β. Las sustituciones en los sitios R1 o R2 del núcleo de las cefalospori- nas modifi can de manera considerable el espectro de actividad, la potencia, los efectos adversos y la vida media de estos antibióti- cos (fig. 3-3). La organización de estas cualidades ha tenido como resultado su clasifi cación en cefalosporinas de primera, segunda o tercera generación. Aunque quizá es una herramienta de mercado- tecnia, esta categorización permite agruparlas de acuerdo con un espectro general de actividad. Las utilizadas con más frecuencia por los ginecólogos se enumeran en el cuadro 3-6. CUADRO 3-4. Clasificación de la familia de las penicilinasa (Continuación) Nombre genérico Vía Dosis Uso clínico por grupo Cobertura bacteriana por grupob Ureidopenicilinas Piperacilina Piperacilina- tazobactam IV, IM IV 200-300 mg/kg/ día divididos cada 4-6 h o 3-4 g cada 4-6 h 3.375 mg cada 4-6 h Para infección pélvica adquirida en la comunidad o posoperatoriad Para SSI complicada Streptococcus spp. de los grupos A y B y Enterococcus spp. Sin actividad contra Staphylococcus spp. Algunas bacterias gramnegativas, incluida N. gonorrhoeae Sin actividad contra Serratia spp. ni de Acinetobacter spp. Muchos anaerobios: Actinomyces, Peptostreptococcus y Clostridium spp. Sin actividad contra C. difficile Cobertura agregada con piperacilina- tazobactam: S. aureus, S. epidermidis Sin actividad contra MRSA Serratia spp. y de Acinetobacter spp. B. fragilis a Las penicilinas son fármacos de categoría B en el embarazo, según la FDA. b Letras azules = bacterias grampositivas; letras rosas = bacterias gramnegativas; letras negras = microorganismos anaerobios. c Véase el cuadro 3-12 para consultar las dosis. d Véase el cuadro 3-31 para consultar las dosis. B. fragilis, Bacteroides fragilis; C. difficile, Clostridium difficile; E. coli, Escherichia coli; H. influenzae, Haemophilus influenzae; IM, intramuscular; IV, intravenosa; MRSA, Staphylococcus aureus resistente a la meticilina; N. gonorrhoeae, Neisseria gonorrhoeae; P. mirabilis, Proteus mirabilis; S. aureus, Staphylococcus aureus; S. epidermidis, Staphylococcus epidermidis; SSI, infección del sitio quirúrgico; spp., especies. S 1 2 N COOH O C O R1 R2 C HCHCNH FIGURA 3-3. Estructura química básica de las cefalosporinas. Sus ti tu- cio nes en R1 y R2 permiten una actividad bacteriana variable. 03_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 6903_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 69 06/09/13 20:4906/09/13 20:49 70 Ginecología general SECCIÓ N 1 Reacciones adversas Los aminoglucósidos pueden inducir toxicidad signifi cativa en los pacientes, por ejemplo, ototoxicidad, neurotoxicidad y bloqueo neuromuscular. El oído interno es en particular susceptible a los aminoglucósidos puesto que se acumulan de manera selectiva en las células vellosas y su vida media es prolongada en los líquidos del oído medio. Los pacientes con efectos adversos vestibulares manifi estan cefalea, náusea, acúfenos y pérdida del equilibrio. Los efectos tóxicos cocleares provocan pérdida auditiva para tonos de alta frecuencia. Ante cualquiera de estos trastornos es importante suspender la administración de aminoglucósidos de inmediato. La ototoxicidad puede ser permanente y el riesgo se correlaciona con la dosis y la duración del tratamiento. La efectos nefrotóxicos son reversibles y aparecen hasta en el 25% de los pacientes (Bertino, 1993). Algunos factores de riesgo son la edad, insufi ciencia renal, hipotensión, deshidratación, dosis frecuentes, tratamiento durante tres días o más, la administración de otros antibióticos y enfermedades de varios órganos y sistemas. Estos efectos adversos reducen la depuración de creatinina, sin oli- guria, con elevación de la creatinina sérica. El bloqueo neuromuscular es un efecto raro pero puede ser letal y es directamente proporcional a la dosis. Esta familia de antibió- ticos inhibe la liberación presináptica de acetilcolina, bloquea los receptores de dicho neurotransmisor e impide la absorción pre- sináptica de calcio. Es por esta razón que dos contraindicaciones de los aminoglucósidos son la miastenia grave y el uso simultáneo de succinilcolina. La administración intravenosa rápida a menudo produce bloqueo neuromuscular. En consecuencia, los aminoglu- cósidos se deben administrar por vía intravenosa en un periodo de 30 minutos. Los efectos adversos casi siempre se identifi can antes de que ocurra paro respiratorio y, ante los primeros signos, se administra gluconato de calcio por vía intravenosa para revertir este efecto adverso. Posología Dosis múltiples. Los aminoglucósidos se administran cada 8 h por vía parenteral en pacientes con función renal normal. En indi- viduos muy enfermos se recomienda administrar dosis iniciales de 1.5 a 2 mg/kg de gentamicina, tobramicina y netilmicina y de 7.5 a 15 mg/kg de amikacina. Luego se calcula que la dosis de sostén de los primeros tres aminoglucósidos debe ser de 3 a 5 mg/kg/día de peso corporal ideal y de 15 mg/kg/día para la amikacina. En sujetos con insufi ciencia renal la dosis se reduce o el inter- valo se prolonga, o se pueden aplicar ambas medidas. Los cálculos para estas reducciones pueden encontrarse en los documentos con la información para prescripción que se encuentran en la siguiente página de internet: http://www.drugs.com/pro/gentamicin-sulfate. html y en http://www.tevausa.com/assets/base/products/pi/Amika cin_PI.pdf. La fórmula que se muestra a continuación permite cal- cular la depuración de creatinina para hacer los ajustes correspon- dientes. Esta fórmula es para varones. El resultado, multiplicado por 0.85, proporciona la cifra para mujeres. Depuración de creatinina (ml/min) = (140 − edad) × peso (kg) ÷ creatinina sérica × 72 Para vigilar la concentración sérica, proporcionar una concen- tración terapéutica adecuada y evitar los efectos adversos en los tancia en el tratamiento de las infecciones respiratorias posopera- torias. Estos fármacos son efi caces como profi lácticos, pero deben reservarse para fi nes terapéuticos. ■ Aminoglucósidos Estructura y aplicaciones clínicas Esta familia de compuestos comprende a la gentamicina, tobrami- cina, netilmicina y amikacina. Difi eren en cuanto a su actividad antibiótica por los diversos azúcares aminados que forman las cade- nas laterales del núcleo central de los aminoglucósidos. Entre éstos, por lo general se selecciona la gentamicina por su bajo costo y su efi cacia clínica contra microorganismos patógenosque provocan infecciones pélvicas (cuadro 3-7). Los ginecólogos pueden com- binar gentamicina con clindamicina (con o sin ampicilina) para el tratamiento de diversas infecciones pélvicas graves. Otra opción es combinar gentamicina con ampicilina o metronidazol. Por último, se puede utilizar como único fármaco en la pielonefritis. La acti- vidad antibacteriana de cada aminoglucósido es directamente pro- porcional a su concentración en el suero y los tejidos. CUADRO 3-5. Reacciones adversas de las penicilinas Reacción adversa Penicilina representativa Alérgicas Anafilaxia Urticaria Fiebre medicamentosa Enfermedad del suero Hipersensibilidad tardía Dermatitis exfoliativa Cualquier penicilina Cualquier penicilina Cualquier penicilina Penicilina G Ampicilina Cualquier penicilina Neurológicas Convulsiones Mareos, parestesias Irritabilidad neuromuscular Penicilina G Penicilina G procaínica Penicilina G Hematológicas Anemia hemolítica Neutropenia Trombocitopenia Disfunción plaquetaria Penicilina G Oxacilina, piperacilina, penicilina G Piperacilina Carbenicilina Renales Nefritis intersticial Cualquier penicilina Hepáticas Elevación de las transaminasas Cualquier penicilina Digestivas Náusea, vómito Diarrea Colitis seudomembranosa Ampicilina Ampicilina Cualquier penicilina Anomalías electrolíticas Sobrecarga de sodio Hipopotasemia Carbenicilina Carbenicilina Tromboflebitis Nafcilina, oxacilina 03_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 7003_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 70 06/09/13 20:4906/09/13 20:49 71Infecciones ginecológicas CA P ÍTU LO 3 CUADRO 3-6. Clasificación de las cefalosporinasa Nombre genérico Vía Uso clínico Cobertura bacterianab Primera generación Cefadroxilo Cefalexina Cefazolina Oral Oral IV Celulitis cutánea superficial no complicada IV para profilaxis quirúrgicac La mayoría de las bacterias grampositivas Sin actividad contra Enterococcus spp. ni MRSA Pocas bacterias gramnegativas: E. coli, P. mirabilis y Klebsiella spp. Sin actividad contra anaerobios Segunda generación Cefaclor Cefprocilo Cefotetán Cefoxitina Cefuroxima Cefuroxima axetilo Oral Oral IV, IM IV, IM IV, IM Oral, IV, IM IV para infección pélvica adquirida en la comunidad o posoperatoriad La mayoría de las bacterias grampositivas Sin actividad contra Enterococcus spp. ni MRSA Pocas bacterias gramnegativas: E. coli, P. mirabilis, Klebsiella spp. y H. influenzae Pocos anaerobios: Peptostreptococcus spp. y de Clostridium spp. Sin actividad contra C. difficile ni B. fragilis. Tercera generación Cefditorén Cefdinir Cefixima Cefpodoxima Cefoperazona Cefotaxima Ceftazidima Ceftizoxima Ceftriaxona Oral Oral Oral Oral IV, IM IV, IM IV, IM IV, IM IV, IM Formas IV para infección pélvicad o respiratoria posoperatoria Ceftriaxona para profilaxis de STD después de un ataque sexuale La mayoría de las bacterias grampositivas Sin actividad contra Enterococcus spp. ni MRSA Bacterias gramnegativas, incluida N. gonorrhoeae Sin actividad contra Serratia spp., Pseudomonas, Morganella o Acinetobacter spp. Pocos anaerobios: Peptostreptococcus spp. Cobertura agregada con agentes IV: La mayoría de las bacterias gramnegativas, incluida N. gonorrhoeae Sin actividad contra Acinetobacter spp. Anaerobios: Actinomyces spp., Clostridium y Peptostreptococcus spp. Sin actividad contra C. difficile ni contra Bacteroides spp. Cuarta generación Cefepima IV, IM Para infección pélvica posoperatoria Streptococcus spp. de los grupos A y B, S. aureus y S. epidermidis Sin actividad contra MRSA La mayoría de las bacterias gramnegativas, incluida N. gonorrhoeae Pocos anaerobios: Peptostreptococcus spp. a Las cefalosporinas son fármacos de categoría B en el embarazo, según la FDA. b Letras azules: bacterias grampositivas; letras rosas: bacterias gramnegativas; letras negras: microorganismos anaerobios. c Véase el cuadro 39-6 para consultar las dosis. d Véase el cuadro 3-31 para consultar las dosis. e Véase el cuadro 13-16, para consultar la dosis y las recomendaciones profilácticas completas después de un ataque sexual. B. fragilis, Bacteroides fragilis; C. difficile, Clostridium difficile; E. coli, Escherichia coli; H. influenzae, Haemophilus influenzae; IM, intramuscular; IV, intravenosa; MRSA, Staphylococcus aureus resistente a la meticilina; N. gonorrhoeae, Neisseria gonorrhoeae; P. mirabilis, Proteus mirabilis; S. aureus, Staphylococcus aureus; S. epidermidis, Staphylococcus epidermidis; spp., especies; STD, enfermedades de transmisión sexual. 03_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 7103_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 71 06/09/13 20:4906/09/13 20:49 72 Ginecología general SECCIÓ N 1 (Continúa) CUADRO 3-7. Otros antibióticos de uso frecuente en ginecología Nombre genérico Vía Dosis usadas Uso clínico Cobertura bacterianaa Clindamicinab Oral IV Vaginal Tópica 300-600 mg por vía oral cada 8 h 600-900 mg por vía IV cada 8 h Crema vaginal al 2% Gel o loción dérmica al 1% cada 12 h Profilaxis quirúrgica en pacientes alérgicos a lactámicos-β combinada con un aminoglucósidoe En tratamiento combinado para infección pélvica adquirida en la comunidad o posoperatoriaf Infección por MRSA complicada Forma vaginal para BVg Forma tópica u oral para hidradenitis supurativa Bacterias grampositivas, incluido el MRSA Pocas bacterias gramnegativas: C. trachomatis, cierta acción contra N. gonorrhoeae Anaerobios Trimetoprim- sulfametoxazol Oral IV 160/800 mg por vía oral cada 12 h 2.5 mg/kg por vía IV cada 12 h Infección por MRSA UTI no complicada cuando la sensibilidad de E. coli es altah Bacterias grampositivas, incluido MRSA Cierta actividad contra la mayoría de las bacterias gramnegativas Sin actividad contra P. mirabilis ni P. aeruginosa Sin actividad contra anaerobios Vancomicinac IV 15-20 mg/kg cada 12 h En combinación, para profilaxis quirúrgica en sujetos con infección previa por MRSAe Infección por MRSA complicada En caso necesario para cobertura de grampositivos en pacientes alérgicos a lactámicos-β Bacterias aeróbicas grampositivas, incluido MRSA Doxiciclinad Oral, IV 100 mg cada 12 h Infección por C. trachomatis, incluyendo PID, LGV y granuloma inguinal; sífilis (fármaco alternativo)i Por vía oral para hidradenitis supurativa Infección por MRSA no complicada Profilaxis quirúrgicae Bacterias grampositivas, incluido MRSA Sin actividad contra Enterococcus spp. Pocas bacterias gramnegativas: E. coli, Chlamydia spp. y Mycoplasma spp. Pocos anaerobios: Clostridium spp. y Actinomyces spp. Sin actividad contra C. difficile ni Bacteroides spp. Gentamicinad IV Dosis múltiples: 2 mg/kg para impregnación, luego 1.5 mg/kg cada 8 h Dosis única diaria de 7 mg/kg/día En régimen combinado para infección pélvica adquirida en la comunidad o posoperatoriaf Pielonefritish Profilaxis quirúrgicae Sin actividad contra bacterias grampositivas La mayoría de las bacterias gramnegativas Sin actividad contra N. gonorrhoeae o Acinetobacter spp. Sin actividad contra anaerobios 03_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 7203_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 72 06/09/13 20:4906/09/13 20:49 73Infecciones ginecológicas CA P ÍTU LO 3 Dosis diaria única. La mayor concentración de aminoglucósi- dos aumenta la actividad antibacteriana pero también sus efectos adversos. Se estudiaron las dosis diarias únicas encontrando que son igualmente o menos nocivas que las dosis diarias múltiples sin sacrifi car su efi cacia clínica (Bertino, 1993). Tulkens et al. (1988) reportaron que la administración diaria de netilmicina es menos nociva que su administración cada 8 h, sin poner en peligro la efi cacia en el tratamiento de las mujeres con enfermedad pélvica infl amatoria. En 1992, Nicolau et al. presentaron sus resultados farmacocinéticos y un nomograma para la administración una vez al día de aminoglucósidos (fig. 3-4). La recomendación de la dosis inicial de 7 mg/kg se basa en la depuración de creatinina de la paciente. Cuando es mayorde 60 ml/min, la dosis se repite cada 24 h. Si se encuentra entre 40 y 60 ml/min, la administración se recomienda cada 36 h. Si la depu- pacientes que reciben varias dosis diarias, es necesario medir la concentración sérica del aminoglucósido en dos momentos. El primero es cuando ocurre el punto de concentración máxima en sangre, 30 min después de administrar el fármaco diluido en una solución en un periodo de 30 min, o 1 h antes de la siguiente inyección intramuscular. Las cifras para la gentamicina, la tobrami- cina y la netilmicina deben ser de 4 a 6 μg/ml. Para la amikacina deben ser de 20 a 30 μg/ml. La segunda muestra de sangre se obtiene justo antes de administrar la siguiente dosis, de 7.5 a 8 h después. La concentración mínima debe ser de 1 a 2 μg/ml para los primeros tres aminoglucósidos y de 5 a 10 μg/ml para la amika- cina. Estas mediciones se repiten si el tratamiento se prolonga (de tres a cuatro días) o si la concentración de creatinina sérica se eleva. Las concentraciones máxima y mínima indican el riesgo de padecer efectos adversos. CUADRO 3-7. Otros antibióticos de uso frecuente en ginecología (Continuación) Nombre genérico Vía Dosis usadas Uso clínico Cobertura bacterianaa Metronidazolb Oral, IV Vaginal 500 mg por vía oral cada 12 h durante 7 días Dosis de impregnación por vía IV: 15 mg/kg; dosis de mantenimiento 7.5 mg/kg cada 6 h En régimen combinado para infección pélvica adquirida en la comunidad o posoperatoriaf Formas vaginal u oral para BVg Tricomonosisj Combinado para PIDk Profilaxis quirúrgicae Infección por C. difficile Tricomonosis Patógenos de vaginosis bacteriana Sólo anaerobios Azitromicinab Oral 1 g al día Infección por Chlamydia spp.: incluyendo PID, chancroide y granuloma inguinali Profilaxis de STD después de un ataque sexuall Streptococcus spp. de los grupos A y B y S. aureus Sin actividad contra Enterococcus spp., MRSA o S. epidermidis Sin actividad contra bacterias gramnegativas Algunos anaerobios: Actinomyces, Peptostreptococcus y Clostridium spp. Sin actividad contra C. difficile ni B. fragilis a Letras azules: bacterias grampositivas; letras rosas: bacterias gramnegativas; letras negras: microorganismos anaerobios. b Fármaco de categoría B en el embarazo según la FDA. c Fármaco de categoría C en el embarazo según la FDA. d Fármaco de categoría D en el embarazo según la FDA. e Véase el cuadro 39-6, para consultar las dosis. f Véase el cuadro 3-31 para consultar las dosis. g Véase el cuadro 3-3 para consultar las dosis. h Véase el cuadro 3-24 para consultar las dosis. i Véase el cuadro del tratamiento de la infección específica de este capítulo para consultar las dosis. j Véase el cuadro 3-18 para consultar las dosis. k Véase el cuadro 3-27 para consultar las dosis. l Véase el cuadro 13-16, para consultar las dosis y las recomendaciones profilácticas completas después de un ataque sexual. B. fragilis, Bacteroides fragilis; C. difficile, Clostridium difficile; E. coli, Escherichia coli; H. influenzae, Haemophilus influenzae; IM, intramuscular; IV, intravenosa; LGV, linfogranuloma venéreo; MRSA, Staphylococcus aureus resistente a la meticilina; N. gonorrhoeae, Neisseria gonorrhoeae; PID, enfermedad pélvica inflamatoria; P. mirabilis, Proteus mirabilis; P. aeruginosa, Pseudomonas aeruginosa; S. aureus, Staphylococcus aureus; S. epidermidis, Staphylococcus epidermidis; spp., especies; STD, enfermedades de transmisión sexual; UTI = infección de las vías urinarias. 03_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 7303_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 73 06/09/13 20:4906/09/13 20:49 74 Ginecología general SECCIÓ N 1 gramnegativas aerobias resistentes, que no son sensibles a otros fár- macos lactámicos β. Se deben reservar sólo en estos casos con el fi n de conservar su efi cacia al evitar que las bacterias desarrollen resistencia. ■ Monobactámicos El monobactámico comercial, aztreonam, es un antibiótico lac- támico β sintético con un espectro de actividad similar al de los aminoglucósidos, esto es, contra los aerobios gramnegativos. Al igual que otros lactámicos β, estos compuestos inhiben la síntesis de la pared celular bacteriana al unirse a las proteínas enlazadoras de penicilina o provocando lisis celular. Tiene afi nidad sólo por las proteínas enlazadoras de las bacterias gramnegativas y no posee actividad contra microorganismos grampositivos ni anaerobios. En infecciones ginecológicas, el aztreonam tiene actividad contra bacterias aerobias gramnegativas, que también proporcionan los aminoglucósidos, en pacientes con insufi ciencia renal o alergia a éstos. ■ Clindamicina La clindamicina se introdujo a mediados del decenio de 1960 y es de gran utilidad en el tratamiento de varias infecciones ginecoló- gicas graves. La clindamicina es activa en primera instancia contra bacterias aerobias grampositivas y bacterias anaerobias y tiene poca activi- dad contra las bacterias aerobias gramnegativas. También es activa contra Chlamydia trachomatis. Neisseria gonorrhoeae tiene una sen- sibilidad moderada a la clindamicina, mientras que Gardnerella vaginalis es muy susceptible. Se puede administrar por vía oral, vaginal (crema al 2%) o intravenosa. En ginecología, la clindamicina (combinada con gentamicina) se usa con mayor frecuencia en mujeres con infecciones extrahospi- talarias o posoperatorias de los tejidos blandos o abscesos pélvicos. Su actividad contra Staphylococcus aureus resistente a meticilina (MRSA, methicillin-resistant Staphylococcus aureus) ha aumen- tado su uso en estos casos, así como en abscesos vulvares. La clin- damicina también se usa como fármaco único por vía vaginal en el tratamiento de mujeres con vaginosis bacteriana. Además, algunas pacientes mejoran con clindamicina tópica u oral por un periodo prolongado en las etapas tempranas de hidradenitis supurativa. Puesto que existen dos vías de administración, se puede cambiar del tratamiento parenteral, que es más caro, al oral en cualquier momento. ■ Vancomicina La vancomicina es un antibiótico glucopéptido con actividad específi ca contra bacterias aerobias grampositivas. El ginecólogo la utiliza en primera instancia para tratar pacientes que no pueden recibir lactámicos β por experimentar reacciones alérgicas de tipo I. Además, a las mujeres con colitis por Clostridium diffi cile que no responden al metronidazol oral se les puede administrar una dosis oral de 120 mg cada 6 h. Por último, a menudo se elige van- comicina para las infecciones por MRSA, cuya incidencia va en aumento. Reacciones adversas Las reacciones adversas se enuncian en el cuadro 3-8. Las principa- les son el síndrome del “hombre rojo”, una reacción dérmica que ración es menor de 40 ml/min es preferible recurrir a la posología tradicional. Para utilizar el nomograma que se muestra en la fi gura 3-4, se obtiene una concentración sérica aleatoria entre 8 y 12 h después de administrar la dosis inicial. A continuación se coloca esa cifra sobre el intervalo de tiempo para defi nir el rango de las dosis. Esto aplica para la gentamicina, la tobramicina y la netilmicina. En el caso de la amikacina, la dosis inicial es de 15 mg/kg y la concen- tración resultante a las 8 y 12 h se divide entre 2 y luego se coloca sobre el nomograma en el intervalo correspondiente. Con este método para calcular las dosis no es necesario obtener las concen- traciones máxima y mínima. Si el tratamiento se prolonga durante más de cuatro días se debe tomar una segunda muestra aleatoria. En teoría, la administración una vez al día es mejor porque se logra una concentración máxima más alta. ■ Carbapenémicos Estructura Los carbapenémicos son la tercera clase de antibióticos lactámicos β que difi eren de las penicilinas por la sustitución de un átomo de carbono por uno de azufre en el anillo tiazolidínico y por la adición de un doble enlace (fig. 3-5). Los tres antibióticos de esta familia son imipenem, meropenem y ertapenem. Reacciones adversasLas reacciones adversas son similares a las de los demás antibióticos lactámicos β. Como sucede con éstos, si el paciente ha experimen- tado una reacción de hipersensibilidad de tipo I a la penicilina o alguna cefalosporina, no deben administrarse carbapenémicos. Aplicaciones clínicas Estos antibióticos están diseñados contra infecciones bacterianas polimicrobianas, en particular las que son causadas por bacterias Nomograma para la administración de aminoglucósidos una vez al día14 13 12 11 10 9 8 7 6 5 4 3 2 6 7 8 9 10 11 12 13 14 C on ce nt ra ci ón ( µ g/ m l) Tiempo transcurrido entre el inicio de la infusión y la toma de la muestra (h) Cada 48 h Cada 36 h Cada 24 h FIGURA 3-4. Nomograma para administrar aminoglucósidos una sola vez al día. SH N NH2 COOHO OH FIGURA 3-5. Estructura química básica de los carbapenémicos. 03_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 7403_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 74 06/09/13 20:4906/09/13 20:49 75Infecciones ginecológicas CA P ÍTU LO 3 puede ser ventajoso para la tricomonosis resistente a metronidazol (Mammen-Tobin, 2005; Sobel, 2001). Reacciones adversas Hasta el 12% de los sujetos que reciben metronidazol por vía oral manifi estan náusea y un sabor metálico desagradable. Los pacientes se deben abstener de las bebidas alcohólicas para evitar el vómito y un probable efecto similar al del disulfi ram. Se han publicado casos de neuropatía periférica y crisis convulsivas, que pueden ser proporcionales a la dosis, pero que son raros. ■ Fluoroquinolonas También se les conoce simplemente como quinolonas y se han con- vertido en los fármacos de primera elección para el tratamiento de una gran variedad de infecciones por su excelente biodispo- nibilidad cuando se administran por vía oral, su penetración en los tejidos, su actividad antibacteriana de amplio espectro, su vida media prolongada y perfi l de seguridad satisfactorio. Al igual que las cefalosporinas, las fl uoroquinolonas se clasifi can en generacio- nes de acuerdo con su evolución, su actividad antibacteriana y sus propiedades farmacocinéticas (cuadro 3-9). Reacciones adversas Las quinolonas están contraindicadas en niños, adolescentes y mujeres embarazadas o lactando porque pueden afectar a los cartí- lagos de crecimiento. Como familia, son fármacos bastante seguros y las reacciones adversas graves son raras. La incidencia de efectos colaterales varía del 4 al 8% y ocurren con mayor frecuencia en el aparato digestivo después de su administración oral. Se han des- crito algunos casos de síntomas del sistema nervioso central como cefalea, confusión, temblores y convulsiones, pero éstos son más frecuentes en pacientes con alteraciones cerebrales subyacentes. Aplicaciones clínicas Los ginecólogos utilizan con frecuencia estos fármacos para tratar infecciones de las vías urinarias, de transmisión sexual e intestina- les bacterianas, así como la enfermedad pélvica infl amatoria. Sin embargo, se debe evitar su uso excesivo. Cuando existe una alterna- tiva más barata, más segura y con la misma efi cacia, se debe recurrir a ella para conservar la efectividad de las fl uoroquinolonas. ■ Tetraciclinas Estos antimicrobianos bacteriostáticos se usan a menudo por vía oral e inhiben la síntesis proteínica bacteriana. La doxiciclina, la tetraciclina y la minociclina tienen actividad contra muchas bacte- rias grampositivas y gramnegativas, aunque tienen mayor actividad contra las primeras. Los microorganismos susceptibles incluyen también varias bacterias anaerobias, especies de Chlamydia y de Mycoplasma, y algunas espiroquetas. Por consiguiente, la cervici- tis, la PID, la sífi lis, el chancroide, el linfogranuloma venéreo y el granuloma inguinal responden a estos fármacos. Además, las tetraciclinas están entre las opciones terapéuticas para las infec- ciones por MRSA en la piel y el tejido subcutáneo adquiridas en la comunidad. Para estas infecciones, en particular, son mejores la minociclina y la doxiciclina que la tetraciclina. Ésta tiene actividad contra especies de Actinomyces y es una alternativa para el trata- miento de la actinomicosis. Por último, estos antibióticos se unen a moléculas específi cas no microbianas, como las metaloproteinasas aparece durante los primeros minutos después de la administración intravenosa rápida. La reacción, que es una respuesta por libera- ción de histamina, consiste en eritema pruriginoso en el cuello, la cara y la parte superior del torso. Algunas veces se acompaña de hipotensión. Una medida que evita este síndrome es la administra- ción intravenosa del medicamento diluido en solución a lo largo de una hora o bien la administración previa de algún antihistamínico. La infusión rápida también provoca dolor en la espalda y espasmos de los músculos torácicos. Los efectos colaterales más importantes de la vancomicina son nefrotoxicidad, que aumenta con los aminoglucósidos, y oto- toxicidad. Ambos son secundarios a niveles séricos elevados de vancomicina. Es por esta razón que se recomienda medir las con- centraciones séricas máxima y mínima, que deben variar entre 20 y 40 μg/ml y entre 5 y 10 μg/ml, respectivamente. La dosis inicial es de 15 mg/kg de peso corporal ideal. ■ Metronidazol Este antibiótico fue aprobado por la Food and Drug Administration (FDA) al inicio del decenio de 1960 para el tratamiento de la trico- monosis. El metronidazol es el tratamiento primario para las infec- ciones por tricomonas. Además, es uno de los fármacos principales de la terapia antibiótica combinada en mujeres con infecciones pélvicas posoperatorias o extrahospitalarias, e incluso con absce- sos pélvicos. Puesto que es activo sólo contra los microorganismos anaerobios obligados, el metronidazol se debe combinar con otros fármacos con actividad contra bacterias aerobias grampositivas y gramnegativas como la ampicilina y la gentamicina. Este antibió- tico también es útil en el tratamiento de la vaginosis bacteriana y es tan efi caz como la vancomicina en el tratamiento de la colitis seudomembranosa por C. diffi cile. El tinidazol es también otro nitroimidazol aprobado para el tra- tamiento de tricomonosis y vaginosis bacteriana en mujeres adul- tas no embarazadas. Aunque es más costoso que el metronidazol, CUADRO 3-8. Efectos adversos de la vancomicina Reacciones de hipersensibilidad Fiebre medicamentosa (rara) Eritema alérgico (raro) Efectos colaterales relacionados con la infusión Hipotensión Síndrome del “hombre rojo” Síndrome de “dolor y espasmo” Nefrotoxicidad Rara Reversible Mayor riesgo si se administra con aminoglucósidos Neutropenia Reversible Aparece después del uso prolongado Ototoxicidad Hipoacusia: con frecuencia irreversible; rara; vinculada a concentraciones >30 μg/ml Mayor riesgo si se administra con aminoglucósidos Tromboflebitis Vinculada al uso de catéteres en las venas periféricas 03_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 7503_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 75 06/09/13 20:4906/09/13 20:49 76 Ginecología general SECCIÓ N 1 física. Las biopsias no suelen ser útiles, pero se pueden tomar del borde de una lesión nueva (fi g. 4-2). Es importante señalar que es obligatorio tomar una biopsia cuando se sospecha de carcinoma. En Estados Unidos la mayoría de las mujeres jóvenes y sexual- mente activas que tienen úlceras genitales padecen de una infec- ción por herpes simple, sífi lis o chancroide, pero en algunos casos se trata de linfogranuloma venéreo o linfogranuloma inguinal. En esencia todas estas entidades nosológicas se transmiten por vía sexual y aumentan el riesgo de padecer infecciones por el virus de la inmunodefi ciencia humana (VIH). Es por esta razón que se deben recomendar exámenes adicionales para descartar la presencia de dicho virus y otras enfermedades de transmisión sexual. Se debe examinar a las parejas sexuales y prescribirles tratamiento; ambos se deben realizar pruebas de laboratorio después de la terapia. ■ Infecciones por virus del herpessimple El herpes genital es la enfermedad ulcerosa genital más frecuente y es una infección vírica crónica. El virus penetra en las termina- ciones nerviosas sensitivas y se transporta por vía axonal retrógrada hasta el ganglio de la raíz dorsal, donde permanece latente hasta el fi n de la vida. La reactivación espontánea por diversas causas pro- voca el transporte anterógrado de las partículas/proteínas víricas hasta la superfi cie. Aquí se disemina el virus, con o sin formación de lesiones. Se supone que ciertos mecanismos inmunitarios regu- lan la latencia y la reactivación (Cunningham, 2006). Hay dos tipos de virus del herpes simple, HSV-1 y HSV-2. El primero es la causa más frecuente de las lesiones orales. El segundo es más típico de las lesiones de los órganos sexuales, aunque ambos pueden causar herpes genital. Se calcula que el 21% de las mujeres estadounidenses de 14 a 49 años ha tenido una infección genital de la matriz (MMP, matrix metalloproteinases), a las cuales inhi- ben de forma potente. Por tanto, tienen actividad antiinfl amatoria, además de antimicrobiana, para trastornos como el acné vulgar y la hidradenitis supurativa. Reacciones adversas Las tetraciclinas pueden causar irritación gastrointestinal directa con la administración oral, que se manifi esta como molestia abdo- minal, náusea, vómito o diarrea. Las tetraciclinas se unen con facili- dad al calcio de los dientes y de los huesos en etapa de crecimiento, por lo que producen deformidades, inhiben el crecimiento y cam- bian la coloración normal. Por consiguiente, estos medicamentos no se prescriben a mujeres embarazadas o en periodo de lactan- cia, ni a niños menores de ocho años. Dosis altas pueden causar mareo, vértigo, náusea y vómito. Además, es frecuente que ocurra trombofl ebitis en el sitio de administración intravenosa (IV). Las tetraciclinas modifi can la fl ora GI normal, lo que genera trastornos intestinales funcionales. En particular, el crecimiento excesivo de C. diffi cile puede causar colitis seudomembranosa. Como sucede con las penicilinas y las cefalosporinas, las tetraciclinas también modifi can la fl ora vaginal y permiten el crecimiento de especies de Candida y el desarrollo de vulvovaginitis sintomática. MICROORGANISMOS PATÓGENOS QUE CAUSAN ÚLCERAS GENITALES El término ulceración signifi ca pérdida completa del recubrimiento epidérmico con invasión en la dermis subyacente, mientras que erosión describe una pérdida parcial de la epidermis sin penetra- ción en la dermis. Éstas se distinguen por medio de la exploración CUADRO 3-9. Algunos antibióticos de la clase quinolonasa Nombre genérico Vía Uso clínico Cobertura bacterianab Segunda generación Norfloxacina Ciprofloxacina Ciprofloxacina, liberación prolongada Ofloxacina Oral Oral, IV Oral Oral, IV UTI aguda superior e inferiorc Chancroide y granuloma inguinald C. trachomatis (fármaco alternativo)e En combinación para profilaxis quirúrgicaf S. aureus Sin actividad contra Enterococcus spp. La mayoría de las bacterias gramnegativas Sin actividad contra N. gonorrhoeae Sin actividad contra anaerobios Tercera generación Levofloxacina Moxifloxacina Gemifloxacina Oral, IV Oral, IV Oral UTI aguda superior e inferiorc C. trachomatis (fármaco alternativo)e En combinación para profilaxis quirúrgicaf Bacterias grampositivas, incluida cierta actividad contra MRSA, también Enterococcus spp. La mayoría de las bacterias gramnegativas Sin actividad contra N. gonorrhoeae a Las fluoroquinolonas son fármacos de categoría C en el embarazo según la FDA. b Letras azules: bacterias grampositivas; letras rosas: bacterias gramnegativas; letras negras: anaerobios. c Véase el cuadro 3-24 para consultar las dosis. d Ciprofloxacina, véanse los cuadros 3-13 y 3-14 para consultar las dosis. e Ofloxacina o levofloxacina, véase el cuadro 3-20 para consultar las dosis. f Ciprofloxacina, ofloxacina, moxifloxacina, véase el cuadro 39-6, pág. 959, para consultar la dosis. C. trachomatis, Chlamydia trachomatis; C. difficile, Clostridium difficile; IV, intravenosa; MRSA, Staphylococcus aureus resistente a la meticilina; N. gonorrhoeae, Neisseria gonorrhoeae; S. aureus, Staphylococcus aureus; UTI, infección de las vías urinarias. 03_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 7603_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 76 06/09/13 20:4906/09/13 20:49 77Infecciones ginecológicas CA P ÍTU LO 3 cicatrización comienza en uno o dos días. El tratamiento precoz con antivíricos disminuye la carga vírica. Los pacientes inmunode- primidos son más susceptibles y tienen una respuesta menos efi caz que la normal, lo que provoca una curación tardía. En las pacientes sin infección previa, la fase inicial o vesicular es más prolongada. El periodo en el que se forman lesiones nue- vas es mayor, así como el tiempo de cicatrización. El dolor persiste durante los primeros siete a 10 días y las lesiones cicatrizan en dos a tres semanas. Si una paciente ya estuvo expuesta a HSV-2, el episodio inicial es mucho menos grave. La duración del dolor y la sensibilidad se acorta y el tiempo de curación es cercano a dos semanas. Por lo general el virus se disemina sólo durante la primera semana. Después de una infección por HSV-2, las recurrencias son fre- cuentes y casi el 66% de las pacientes manifi esta algún síntoma antes de la aparición de las lesiones. Las parestesias del periodo pro- drómico a menudo se describen como prurito o adormecimiento en el área que será afectada. Sin embargo, algunas veces se reportan sensaciones prodrómicas sin que se formen lesiones. Las manifes- taciones clínicas en las mujeres con recurrencias son mucho más limitadas y los síntomas tienen una duración aproximada de una semana. Diagnóstico El método ideal para el diagnóstico de una infección herpética es el cultivo de tejidos. Su especifi cidad es elevada pero la sensibilidad es reducida y disminuye más conforme las lesiones cicatrizan. En casos recurrentes, menos del 50% de los cultivos es positivo. La reacción en cadena de polimerasa (PCR, polymerase chain reaction) es de 1.5 a 4 veces más sensible que el cultivo y quizá lo sustituya en el futuro. Es importante señalar que un cultivo negativo no sig- nifi ca que no exista infección herpética. Existen pruebas serológicas basadas en glucoproteínas G de tipos determinados que permiten detectar anticuerpos específi cos contra la glucoproteína G2 parti- cular del HSV (HSV-2) y la glucoproteína G1 (HSV-1). La espe- cifi cidad del análisis es ≥96% y la sensibilidad de la prueba para detectar anticuerpos contra HSV-2 varía del 80 al 98%. Si bien es posible utilizar estos análisis para confi rmar la infección por herpes simple, se puede iniciar el tratamiento y realizar otros estudios para identifi car otras enfermedades de transmisión sexual en los casos que son evidentes desde el punto de vista clínico, después de la exploración física. Tratamiento Resumen de los cuidados. En la actualidad el tratamiento con- siste en la administración de algún fármaco antivírico. Asimismo, se prescriben analgésicos como antiinfl amatorios no esteroideos o narcóticos leves, por ejemplo, paracetamol con codeína. La aplica- ción de anestésicos tópicos, como la pomada de lidocaína, propor- ciona alivio. Las medidas locales son importantes para prevenir una infección bacteriana secundaria. Es indispensable informar a los pacientes; algunos de los temas que se deben revisar son la evolución de la enfermedad, su trans- misión sexual, las formas de reducir el contagio y sus consecuen- cias obstétricas. La adquisición de esta infección tiene un impacto psicológico signifi cativo y existen varias páginas electrónicas que ofrecen información y apoyo. La página de Internet de los CDC es http://www.cdc.gov/std/Herpes/STDFact-Herpes.htm Las mujeres con herpes genital deben evitar la actividad sexual con parejas no infectadas cuando tienen síntomas prodrómicos por HSV-2 y que el 60% es seropositivo para HSV-1 (Centers forDisease Control and Prevention, 2010a; Xu, 2006). La mayoría de las pacientes con infección por HSV-2 ignora este diagnóstico puesto que la infección fue leve o no se diagnos- ticó. Los individuos infectados diseminan virus mientras se hallan asintomáticos y la mayor parte de las infecciones se transmite por vía sexual por sujetos que desconocen su enfermedad. La mayor parte de las personas con una infección activa es de sexo femenino (65%). Síntomas Los síntomas iniciales dependen de la presencia de anticuerpos por un contacto previo. Si se carece de anticuerpos, el índice de infec- ción en una persona expuesta es de 70%. El periodo de incubación promedio es de una semana. Hasta 90% de las personas con una infección inicial sintomática manifestará otro episodio en el primer año. El virus infecta las células epidérmicas viables, lo cual provoca eritema y la formación de pápulas. Debido a la lisis de la pared celular se forman vesículas. Después, el tejido que las cubre se rompe y queda una úlcera casi siempre dolorosa. Estas lesiones for- man costras y sanan, pero algunas pueden desarrollar una infección secundaria. Las tres etapas de las lesiones son: 1) vesícula con o sin evolución a pústula, que dura cerca de una semana; 2) ulceración, y 3) costra. El virus se disemina durante las primeras dos fases del episodio infeccioso. Las lesiones vesiculares iniciales se acompañan de ardor y dolor intenso. En la fase de úlceras puede haber síntomas urinarios, como polaquiuria y disuria, por contacto directo de las úlceras con la orina (fig. 3-6). Puede haber infl amación local de las lesiones vulvares, lo que causa obstrucción uretral. Además, algunas veces las lesiones se extienden hasta la vagina, el cuello uterino, la vejiga y el recto. Con frecuencia la paciente manifi esta otros signos de viremia como febrícula, malestar general y cefalalgia. Es indudable que la carga vírica contribuye con el número, el tamaño y la distribución de las lesiones. Los mecanismos normales de defensa del hospedador inhiben el crecimiento de los virus y la FIGURA 3-6. Úlceras del herpes genital (Cortesía del Dr. William Griffith.) 03_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 7703_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 77 06/09/13 20:4906/09/13 20:49 78 Ginecología general SECCIÓ N 1 ■ Sífilis Fisiopatología La sífi lis es una infección de transmisión sexual causada por la espi- roqueta Treponema pallidum, un microorganismo de forma espiral y extremos ahusados (fig. 3-7). Las mujeres con mayor riesgo de padecer esta enfermedad son las que provienen de los grupos socioeconómicos más bajos, las adolescentes, las que tienen inicio precoz de relaciones sexuales y aquellas con un gran número de parejas sexuales. Su frecuencia aproximada es del 30%. En 2009, los departamentos de salud estatales informaron más de 44 000 casos de sífi lis en Estados Unidos (Centers for Disease Control and Prevention, 2009). Sífilis primaria. La historia natural de la sífi lis en las pacientes no tratadas se divide en cuatro etapas. La lesión principal de la infec- ción se denomina chancro, donde abundan las espiroquetas. Por lo general es una úlcera aislada no dolorosa con bordes redondeados y elevados y una base íntegra, no infectada. Sin embargo, se puede contaminar en forma secundaria y entonces resultar dolorosa. Los chancros se localizan por lo general en el cuello uterino, la vagina o la vulva aunque también pueden aparecer en la boca o alrede- dor del ano (fig. 3-8). Esta lesión suele aparecer entre 10 días y 12 semanas después del contacto, con un tiempo promedio de incubación de tres semanas. Este periodo es directamente propor- cional al inóculo. Sin tratamiento, estas lesiones se curan de forma espontánea en seis semanas. Sífilis secundaria. Esta fase se acompaña de bacteriemia y apa- rece entre seis semanas y seis meses después del chancro. Su signo principal es un eritema maculopapular que se extiende en todo el cuerpo, incluso las palmas de las manos, las plantas de los pies y las mucosas (fig. 3-9). Como sucede con el chancro, en este eritema se diseminan espiroquetas en forma activa. En las áreas del cuerpo que son húmedas y calientes, el eritema genera placas amplias de color rosado o grisáceo que son muy infecciosas, denominadas con- dilomas planos (fig. 3-10). La sífi lis es una infección generalizada, por lo que se acompaña de otras manifestaciones como fi ebre y malestar general. Algunas veces se dañan otros órganos y sistemas o lesiones. El uso de condón reduce potencialmente el riesgo de transmisión (Martin, 2009; Wald, 2005). Tratamiento antivírico. Los fármacos antivíricos disponibles en la actualidad son aciclovir, famciclovir y valaciclovir. Las recomen- daciones de tratamiento por vía oral de los CDC se enumeran en el cuadro 3-10. Si bien estos medicamentos aceleran la cicatrización y reducen los síntomas, no erradican al virus latente ni modifi can la evolución de las infecciones recurrentes futuras. En las mujeres con una infección establecida por HSV-2, no siempre es necesario administrar tratamiento si los síntomas son mínimos y tolerables. La terapia episódica para las recurrencias debe comenzar cuando menos en el primer día que aparece la lesión o durante la fase prodrómica, si es que existe. Las pacientes pueden contar con una prescripción anticipada para tener el fár- maco disponible con el fi n de iniciar el tratamiento cuando aparez- can los síntomas prodrómicos. Si los episodios suceden con frecuencia, algunas mujeres prefi e- ren recurrir al tratamiento supresor diario, que reduce las recurren- cias entre 70 y 80%. Existen datos sobre la seguridad y efi cacia del aciclovir en estas pacientes con un seguimiento hasta de seis años. Este tratamiento supresor incluso elimina las recurrencias en algu- nos casos y reduce la transmisión sexual del virus en 50% (Corey, 2004). Además, su administración una sola vez al día mejora el apego terapéutico y reduce el costo. FIGURA 3-7. Micrografía de Treponema pallidum. En imágenes de microscopia de campo oscuro las espiroquetas tienen aspecto de saca- corchos móviles y brillantes sobre el fondo oscuro. (Tomada de Cox, 2003, con autorización.) CUADRO 3-10. Esquemas recomendados para el tratamiento oral del herpes genital Primer episodio clínico de herpes genital Aciclovir, 400 mg cada 8 h durante 7 a 10 días o Aciclovir, 200 mg 5 veces al día durante 7 a 10 días o Famciclovir, 250 mg cada 8 h durante 7 a 10 días o Valaciclovir, 1 g cada 12 h durante 7 a 10 días Tratamiento episódico del herpes recurrente Aciclovir, 400 mg cada 8 h durante 5 días o Aciclovir, 800 mg cada 12 h durante 5 días o Aciclovir, 800 mg cada 8 h durante 2 días o Famciclovir, 125 mg cada 12 h durante 5 días o Famciclovir, 1 g cada 12 h un solo día o Valaciclovir, 500 mg cada 12 h durante 3 días o Valaciclovir, 1 g diario durante 5 días Opciones de tratamientos supresores orales Aciclovir, 400 mg cada 12 h o Famciclovir, 250 mg cada 12 h o Valaciclovir, 0.5 a 1 g diario Modificado de Centers for Disease Control and Prevention, 2010b. 03_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 7803_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 78 06/09/13 20:4906/09/13 20:49 79Infecciones ginecológicas CA P ÍTU LO 3 puede establecer el diagnóstico, pero se sospecha de la enfermedad, ésta se establece por medio de exámenes serológicos no treponémi- cos: 1) prueba del laboratorio de investigación de enfermedades venéreas (VDRL, Venereal Disease Research Laboratory) o 2) exa- men de la reagina plasmática rápida (RPR, rapid plasma reagin) (cuadro 3-11). También se puede optar por otras pruebas trepo- némicas: 1) absorción de anticuerpos treponémicos fl uorescentes (FTA-ABS, fl uorescent treponemal antibody-absorption) o 2) agluti- nación de partículas de Treponema pallidum (TP-PA, Treponema pallidum particle agglutination). El médico debe familiarizarse con las aplicaciones de las pruebas serológicas para la sífi lis. Para reali- zar una detección enla población, se puede optar por los estudios RPR o VDRL. Un resultado positivo de sífi lis en una mujer que no ha sido tratada con anterioridad o un aumento cuádruple del título (dos diluciones) en una mujer que ya haya recibido terapia para sífi lis obliga a confi rmar con pruebas treponémicas específi cas. Por tanto, para confi rmar el diagnóstico en una mujer con un resultado positivo en una prueba distinta a la de anticuerpos treponémicos o con sospecha de diagnóstico clínico, debe optarse por una prueba FTA-ABS o TP-PA. Por último, para la medición cuantitativa de títulos de anticuerpos con la fi nalidad de valorar la respuesta al tratamiento, casi siempre se usan pruebas RPR o VDRL. Después de la terapia es necesario realizar pruebas no trepo- némicas en serie. Durante la vigilancia debe usarse el mismo tipo de prueba para mantener la consistencia, ya sea RPR o VDRL. Se requiere un descenso de cuatro veces en el título a los seis meses posteriores al tratamiento para la sífi lis primaria o secundaria, o a los 12 a 24 meses en pacientes con sífi lis latente o con títulos ini- ciales altos (>1:32) (Larsen, 1998). Por lo general, estas pruebas dejan de ser reactivas después del tratamiento y con el paso del tiempo. Sin embargo, algunas mujeres tienen resultados bajos per- sistentes y se describen como serorresistentes. Es importante men- cionar que las mujeres con un resultado positivo en las pruebas como los riñones, el hígado, las articulaciones y el sistema nervioso central (meningitis). Sífilis latente. Durante el primer año posterior a la sífi lis secun- daria sin tratamiento, conocida como sífi lis latente precoz, los signos y síntomas secundarios pueden recurrir. Sin embargo, las lesiones de estos brotes no suelen ser contagiosas. La sífi lis latente tardía se defi ne como el periodo mayor de un año después de la infección inicial. Sífilis terciaria. Esta fase de la sífi lis no tratada puede aparecer hasta 20 años después de la latencia. Durante esta fase, se mani- fi estan alteraciones cardiovasculares, del sistema nervioso central y musculoesqueléticas. No obstante, la sífi lis cardiovascular y la neurosífi lis son 50% menos frecuentes en las mujeres que en los varones. Diagnóstico Las espiroquetas son demasiado pequeñas para ser teñidas por el método de Gram. La sífi lis precoz se diagnostica en general por medio de microscopia de campo oscuro o con la prueba directa de anticuerpos fl uorescentes en un exudado de la lesión. Si no se FIGURA 3-8. Chancro vulvar sifilítico en el perineo. (Tomada de Wilkin- son, 1995, con autorización.) FIGURA 3-9. Fotografía de una mujer con pápulas queratósicas múlti- ples en las palmas de las manos (flechas). Con la sífilis secundaria se observan erupciones papuloescamosas diseminadas en las palmas de las manos, las plantas de los pies o el tronco. (Cortesía del Dr. William Griffith.) FIGURA 3-10. Fotografía de una mujer con condilomas planos múl- tiples en perineo. La presencia de pápulas blandas, planas, húmedas y rosadas y nódulos en el periné y el área perianal es típica de esta manifestación dérmica de la sífilis secundaria. (Cortesía del Dr. George Wendel.) 03_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 7903_Chapter_03_Hoffman_4R.indd 79 06/09/13 20:4906/09/13 20:49 80 Ginecología general SECCIÓ N 1 de nuevo. Cuando el tratamiento se repite se recomienda utili- zar 2.4 millones de UI de penicilina benzatínica por vía IM cada semana durante tres semanas. Por lo tanto, si el paciente es alérgico a la penicilina y no puede someterse a seguimiento o si existen dudas con respecto al apego terapéutico, se recomienda realizar pruebas cutáneas, llevar a cabo la desensibilización y administrar tratamiento con penicilina benzatínica intramuscular (Wendel, 1985). ■ Chancroide El chancroide es una de las enfermedades clásicas de transmisión sexual, pero también es una infección poco frecuente en Estados Unidos. Aparece en forma de brotes por lo general en varones de raza negra y en hispanos. Es causado por Haemomphilus ducreyi, un bacilo gram ne ga ti vo, aerobio facultativo, móvil y que no produce esporas. Su periodo de incubación es de tres a 10 días y es probable que penetre al hospe- dador a través de una solución de continuidad en la piel o alguna mucosa. El chancroide no provoca una reacción generalizada ni se acompaña de síntomas prodrómicos. Síntomas Al principio esta enfermedad se manifi esta en forma de una pápula eritematosa que se convierte en pústula y se ulcera en 48 h. Los bordes de estas úlceras dolorosas son irregulares con bordes erite- matosos no indurados. Las bases de las úlceras son granulosas, de color rojo y, a diferencia del chancro sifi lítico, blandas. Las lesio- nes a menudo se cubren de material purulento y, si se infectan de manera secundaria, son fétidas. Las ubicaciones más comunes en la mujer son la horquilla, el vestíbulo, el clítoris y los labios. Las úlceras del cuello uterino o la vagina no son dolorosas. Alrededor del 50% de las pacientes manifi esta al mismo tiempo linfadenopatía inguinal unilateral o bilateral dolorosa. Cuando los ganglios son grandes y fl uctuantes, se denominan bubas. Éstas en ocasiones supuran y forman fístulas y su secreción origina otras úlceras. Diagnóstico Las enfermedades que originan cuadros clínicos similares al del chancroide son la sífi lis y el herpes genital. Algunas veces coexisten, pero estos casos son raros. Para establecer el diagnóstico defi nitivo es necesario cultivar H. ducreyi en un medio especial, sin embargo treponémicas específi cas con gran probabilidad tendrán resultados positivos durante el resto de su vida, sin embargo hasta el 25% puede obtener resultados negativos después de varios años. Tratamiento Desde 1943, la penicilina ha sido el medicamento de primera línea para esta infección y casi siempre se utiliza penicilina benzatínica. En el cuadro 3-12 aparecen las recomendaciones específi cas para el tratamiento de los CDC (2010b). Algunas veces, durante las primeras 24 h después de iniciado el tratamiento de la fase aguda, aparece una respuesta febril que cede en forma espontánea y que se conoce como reacción de Jarisch-Herxheimer, que se acompaña de cefalea y mialgia. Al igual que en otras STD, en las pacientes que reciben trata- miento por sífi lis (y en sus parejas sexuales) se deben buscar otras enfermedades de transmisión sexual. Las mujeres con manifesta- ciones clínicas neurológicas o cardiacas deben ser valoradas por un infectólogo. Después del tratamiento inicial, se cita a las mujeres en intervalos de seis meses para su valoración clínica y para repetir las pruebas serológicas. Es de esperarse una reducción de cuatro tantos en la dilución. Si esto no sucede, el tratamiento ha fracasado o la paciente sufrió una reinfección que se debe estudiar y tratar CUADRO 3-12. Tratamiento recomendado para la sífilis Sífilis primaria, secundaria y latente precoz (<1 año) Esquema recomendado: Penicilina G benzatínica, 2.4 millones de UI por vía IM en una sola dosis Opciones orales alternativas (mujeres no embarazadas alérgicas a la penicilina): Doxiciclina, 100 mg cada 12 h durante 2 semanas Sífilis latente tardía, terciaria y cardiovascular Esquema recomendado: Penicilina G benzatínica, 3 dosis de 2.4 millones de UI por vía IM, una cada semana Opción oral alternativa (mujeres no embarazadas alérgicas a la penicilina): Doxiciclina, 100 mg cada 12 h durante 4 semanas Tomado de Centers for Disease Control and Prevention, 2010b, con auto- rización. CUADRO 3-11. Sensibilidad de las pruebas serológicas para sífilis no tratada Pruebab Porcentaje promedio positivo (intervalo) durante el estadio de la enfermedad indicadoa Primaria Secundaria Latente Terciaria VDRL, RPR 78 (74–87) 100 95 (88–100) 71 (37–94) FTA-ABS 84 (70–100) 100 100 96 TP-PAc 89 100 100 NA FTA-ABS, absorción de anticuerpos treponémicos fluorescentes; NA, no disponible; RPR, reagina plasmática rápida;
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