Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Anatomía clínica594 to. In situ, la cara derecha es superior y la cara izquierda inferior. A partir de estas caras el peritoneo tapiza la convexidad de los lóbulos derecho e izquierdo (cara dia- fragmática) del hígado. Entre las láminas peritoneales se interpone una capa de tejido conectivo con más o menos tejido adiposo, que se engruesa a nivel del liga- mento redondo. El ligamento falciforme es un medio de fijación del hígado poco eficaz. Tiene un importante valor topográfico: divide el receso subfrénico en dos, interhepatofrénico derecho e interhepatofrénico izquier- do, separados entre sí por este ligamento. Ligamento coronario Amarra la porción posterior de la cara diafragmáti- ca del hígado al diafragma. El ligamento coronario está representado por la reflexión del peritoneo alre- dedor de una amplia superficie de adherencia del hígado. Las líneas de reflexión del peritoneo se aproxi- man entre sí, tanto hacia la derecha como hacia la izquierda. En ambos extremos el ligamento coronario se encuentra prolongado por los ligamentos triangu- lares, uno derecho y otro izquierdo. La superficie de adherencia, desprovista de peritoneo, es el área desnu- da del hígado, rodeada por el ligamento coronario. La lámina superior desciende desde el diafragma y se ubica en la porción posterior del lóbulo derecho. A la derecha, forma la lámina superior del ligamento trian- gular, asciende por delante de la vena cava inferior y se continúa con el origen posterior del ligamento falci- forme. A la izquierda y más allá de éste, el peritoneo se continúa delante del lóbulo izquierdo y constituye la lámina superior del ligamento triangular izquierdo. La lámina inferior une la parte baja del ligamento coronario al peritoneo parietal posterior, donde se con- tinúa con el proveniente de la celda renal derecha, y más arriba al peritoneo que tapiza el diafragma. La inserción hepática de esta lámina sigue, de izquierda a derecha, una línea complicada que se continúa con la lámina infe- rior del ligamento triangular izquierdo. Está interrumpi- da por el segmento vertical del omento menor. Pasa por encima y alrededor del lóbulo caudado. El peritoneo des- ciende luego a lo largo del borde izquierdo de la vena cava inferior. Pasa delante de la vena cava inferior en el punto en que ésta llega a la porción posterior de la cara diafragmática del hígado. Desde aquí asciende oblicuo hacia arriba y a la derecha para constituir la lámina infe- rior del ligamento triangular derecho. El ligamento coronario contribuye realmente a la fijación del hígado por intermedio de la vena cava inferior que, con sus tributarias, constituye el medio de amarre más sólido del órgano: por la brevedad de las venas hepáticas; por las prolongaciones de la cápsula fibrosa del hígado alrededor de la vena; por las adheren- cias de ésta al centro tendinoso del diafragma y a la aurí- cula (atrio) derecha del corazón inmediatamente supra- yacente. V. hepática derecha Lig. coronario Surco para la vena cava Lóbulo caudado Área desnuda Proceso caudado Conducto hepático derecho Lig. triangular derecho A. hepática derecha R. de la a. cística Lóbulo cuadrado Vesícula biliar Lóbulo derecho Conducto cístico A. hepática propia Conducto colédoco Lig. redondo del hígado A. hepática izquierda V. porta hepática Lig. triangular izquierdo V. hepáticas izquierda e intermedia Apéndice fibroso del hígado Lig. venoso Lóbulo izquierdo superficie visceral Fig. 6-67. Vista posterior del hígado y sus relaciones peritoneales. b027-06.qxd 7/14/11 12:55 PM Page 594
Compartir