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porcionada por los termorreceptores centrales, siendo la contribución de los receptores cutáneos de frío o calor, escasa o nula. Sensaciones estáticas de temperatura Cuando experimentalmente aumentamos o disminui- mos la temperatura de un área de la piel hasta llevarla por debajo de los 25 °C o por encima de los 40 °C, se detecta respectivamente una sensación sostenida de frío o de calor, que persiste en tanto se mantenga la piel a esos valores de temperatura. Por el contrario, si el valor final de tempera- tura alcanzado está dentro de ese rango, la sensación de frío o calor es sólo transitoria y aunque la piel se manten- ga a esa temperatura, la sensación acaba extinguiéndose y es sustituida por una de neutralidad térmica. El rango tér- mico para la aparición de sensaciones continuas de tempe- ratura depende en gran medida del área de piel estimulada: cuando el enfriamiento o el calentamiento afectan a toda la superficie del cuerpo, el margen para la aparición de sen- saciones térmicas persistentes es mucho más estrecho que en el caso de áreas cutáneas más reducidas. Un sujeto des- nudo experimenta frío continuo con temperaturas de la piel por debajo de 31 °C, y calor sostenido cuando están por encima de 35 °C. Se denomina zona neutra o de con- fort al rango de temperaturas cutáneas dentro del cual las sensaciones térmicas son sólo transitorias. Sensaciones dinámicas de temperatura Cuando pasamos de una ducha muy fría al interior de una piscina a temperatura ambiente, el agua de ésta puede sentirse como templada, mientras que se obtiene una sensación de frío si se entra a ella directamente. Este ejemplo refleja el hecho de que la sensación subjetiva de temperatura cutánea, cuando ésta cambia rápidamente, depende de la dirección en la que se produzca el cambio. También depende del valor de la temperatura inicial. Si mantenemos un área determinada de la piel a una tem- peratura dada (por ejemplo, a valores entre 25° y 40 °C), a medida que esta temperatura inicial de la piel vaya siendo más fría, será necesaria una elevación mayor de la temperatura para producir en ella la sensación de que la piel se calienta, y menor el escalón de temperatura nece- sario para evocar la sensación de enfriamiento. Lo con- trario ocurre cuando la temperatura inicial de la piel es elevada: una elevación pequeña de temperatura produ- cirá una sensación de calentamiento, mientras que el descenso de temperatura mínimo, necesario para evocar una sensación de frío, deberá ser mucho mayor. Así, a 35 °C de temperatura cutánea un incremento de 0.2 °C e incluso uno de 0.01 °C, cuando se trata de toda la superficie del cuerpo, se detecta como «más caliente», mientras que se hace necesario un descenso de más de 1 °C para que la sensación experimentada sea de enfria- miento (Fig. 5.11). Termorreceptores cutáneos No existe una especialización morfológica de las ter- minaciones nerviosas encontradas en los puntos de frío o calor de la piel. Los termorreceptores están formados por terminaciones libres de fibras nerviosas amielínicas omie- línicas muy finas, que se ramifican en áreas pequeñas de la piel, dando lugar a campos receptores de menos de 1 mm2 de diámetro. La característica más señalada de los termo- rreceptores es su respuesta a los cambios de temperatura de la piel y su insensibilidad a estímulos mecánicos o quí- micos. Se distinguen dos tipos: termorreceptores al calor y termorreceptores al frío. En ambos casos, el estímulo ade- cuado es la temperatura de la piel, pero mientras que los termorreceptores al frío tienen su máximo de respuesta en el rango de los 25° a los 35 °C, los termorreceptores al calor responden máximamente a los 40-42 °C. Los termo- rreceptores cutáneos se comportan como receptores senso- riales de adaptación lenta. Los receptores de frío aceleran su frecuencia de descarga cuando la temperatura cutánea cae, y lo contrario hacen los termorreceptores de calor. La Figura 5.12, A muestra el ejemplo de la respuesta de un S I S T E M A S E N S O R I A L ( S E N S I B I L I D A D S O M Á T I C A Y V I S C E R A L ) 83 Sensación de mayor calor Sensación de calor Dintel de calor Calor persistente Frío persistente Sensación de mayor frío Sensación de frío Dintel de frío 0.8 0.6 0.4 0.2 0 0.2 0.4 0.6 0.8 1 1 C A M BI O D E TE M PE RA TU RA E N º C 26 28 30 32 34 36 38 40 TEMPERATURA DE ADAPTACIÓN Figura 5.11. Representación esquemática de las sensaciones térmicas en el hombre. Cada curva representa el umbral para la detección de una sensación de calor o frío. En abscisas se repre- senta la temperatura de adaptación a la que se encuentra la piel, y en ordenadas la magnitud del incremento o descenso de tem- peratura desde los distintos valores de adaptación. Las áreas señaladas indican la cualidad de la sensación experimentada.
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