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la edad, y en la oscuridad es de unos 7 mm en el niño y de unos 4.5 mm en el anciano. El reflejo fotomotor El reflejo fotomotor se produce cuando la luz incide sobre la retina y consiste en una reducción del diámetro pupilar. El reflejo fotomotor es tanto más intenso cuanto mayor es la intensidad de la luz que lo genera, presenta la misma sensibilidad cromática que la retina, es mayor cuando se estimula la fóvea que cuando se estimula la periferia retiniana, tiene una latencia de unos 200 ms y no es dependiente del nivel de conciencia. La contracción pupilar producida en el ojo estimulado se denomina reflejo fotomotor directo y la que se produce en el ojo contralate- ral se denomina reflejo fotomotor consensual. Normal- mente son simétricos, pero en condiciones patológicas uno de ellos, o ambos, pueden ser anormales. La vía aferente del reflejo fotomotor comienza en los fotorreceptores retinianos y continúa por las fibras del ner- vio óptico hasta el pretectum, en donde hacen sinapsis con neuronas que después conectan con el núcleo de Edinger- Westphal, localizado cerca del núcleo del motor ocular común. En las inmediaciones del núcleo de Edinger-Wes- tphal se entrecruzan las fibras procedentes de ambos ojos, de tal forma que la estimulación de un ojo produce tam- bién un reflejo consensual en el otro (Fig. 12.26). La vía eferente del reflejo fotomotor parte del núcleo de Edinger-Westphal, de donde salen fibras que discurren por el nervio motor ocular común y hacen sinapsis en el ganglio ciliar, localizado en la órbita. Las fibras posgan- glionares entran en el globo ocular a través de los nervios ciliares cortos y terminan haciendo sinapsis en el músculo esfínter de la pupila, en donde el neurotransmisor utiliza- do es la acetilcolina. La activación de estas fibras produce contracción del esfínter pupilar y, por lo tanto, miosis. El sistema simpático relacionado con la pupila se ori- gina en el hipotálamo, desde donde descienden fibras has- ta el núcleo cilioespinal de Budge, localizado en la médula espinal, entre la octava vértebra cervical y la primera torá- cica. Aquí establecen sinapsis con neuronas que envían sus fibras hasta el ganglio cervical superior, perteneciente al simpático cervical. Desde este ganglio salen fibras simpá- ticas que ascienden por la arteria carótida y acceden al glo- bo ocular a través del nervio oftálmico y de los nervios ciliares largos. Estas fibras inervan el músculo dilatador de la pupila, utilizan la noradrenalina como neurotransmisor y su activación produce midriasis. Del grado de activación o inhibición del sistema simpático y parasimpático depen- derá el diámetro pupilar. Farmacología de la pupila Los efectos de los fármacos que actúan sobre el meca- nismo de transmisión simpática o parasimpática son muy evidentes en la pupila. Los fármacos simpaticomiméticas (epinefrina, fenilefrina, cocaína) producen midriasis por contracción del músculo dilatador. Las sustancias simpati- colíticas (guanetidina, reserpina) producen miosis por paralizar el músculo dilatador. Los fármacos parasimpati- comiméticos (carbacol, pilocarpina, neostigmina) produ- cen miosis por activar la contracción del músculo esfínter. Por último, las sustancias parasimpaticolíticas (atropina) producen midriasis, por parálisis del esfínter pupilar. BIBLIOGRAFÍA Forrester JV, Dick AD, McMenamin PG, Lee WR. The eye. Basic sciences in practice. Nueva York, W. B. Saunders, 2002. González F, Pérez R. Neural mechanisms underlying stere- oscopic vision. Prog Neurobiol 1998; 55:191-224. Hubel DH, Wiesel TN. Ferrier Lecture. Functional architec- ture of macaque monkey visual cortex. Proc R Soc (Lond) 1977; 198:1-59. Hubel DH. Eye, Brain, and Vision. Scientific American Library. Nueva York, W. H. Freeman & Co., 1988. Kaufman PL, Alm A. Adler's Physiology of the Eye. Clini- cal application. San Louis, Mosby Year Book, 2003. Zeki S. A vision of the brain. Oxford, Blackwell Scientific Publications, 1993. 216 N E U R O F I S I O L O G Í A I I PT CS CGL EW III GC Figura 12.26. Arco aferente y eferente del reflejo fotomotor. El primero discurre por el nervio óptico hasta el pretectum (PT) y desde aquí hasta el núcleo de Edinger-Westphal (EW). Estas fibras no pasan por el cuerpo geniculado lateral (CGL). El arco eferente discurre por el III par craneal hasta el ganglio ciliar (GC) y desde aquí entra en el globo ocular hasta alcanzar el músculo esfínter de la pupila. CS: colículo superior.
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