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FISIOLOGÍA HUMANA-281

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núcleos mediales de la amígdala (amígdala vomerona-
sal) donde establecen sinapsis con neuronas que terminan
en el área preóptica medial del hipotálamo.
Los datos disponibles en la actualidad relacionan al
sistema vomeronasal con la recepción de feromonas
(sustancias que, sintetizadas y liberadas al exterior por
un animal, producen cambios en la fisiología o en la
conducta de otro animal de su misma especie). Este 
sistema se relaciona, principalmente, con los efectos fero-
monales que modulan el control de la fisiología neuroen-
docrina y la reproducción. Asimismo, su función se
relaciona con los parámetros de conducta evocados por el
olfato, aunque para esta función se necesita la integridad
del sistema olfatorio. La inmensa mayoría de los estudios
sobre la fisiología del sistema vomeronasal se ha llevado a
cabo en roedores.
El principal efecto de la estimulación del sistema
vomeronasal por las feromonas es la liberación de LH
junto con algunos cambios asociados con la regulación de
la secreción de prolactina. Este efecto aparece como con-
secuencia de la modificación previa de los mecanismos
hipotalámicos de la secreción de gonadotropinas. De todas
maneras, los efectos producidos por la estimulación del
sistema vomeronasal dependen de la especie estudiada, de
la edad y del estado fisiológico. Así, si el receptor es una
hembra prepúber, aparece una pubertad precoz; si es adul-
ta, el efecto consiste en una sincronización y acortamiento
del ciclo sexual. Si es una hembra preñada, los cambios
endocrinológicos relacionados con la actividad del sistema
vomeronasal se traducen, en la ratona, en el bloqueo de la
preñez. Asimismo, puede aparecer una pseudopreñez en
hembras agrupadas y aisladas de machos, debido a la esti-
mulación del sistema vomeronasal por feromonas de las
hembras. Si el animal receptor es macho, la activación del
sistema vomeronasal produce un incremento de las fun-
ciones reproductivas por aumentos de la secreción de tes-
tosterona. Como consecuencia, la actividad del sistema
vomeronasal está involucrada en el control de la madu-
ración sexual, tanto del macho como de la hembra; en el
control de la ovulación y, por consiguiente, en la duración
del ciclo sexual de la hembra y, en ciertos roedores, con el
control de la conducta sexual.
Si bien se especula desde hace tiempo con la existen-
cia de feromonas funcionales humanas, hasta la fecha, y a
pesar del grupo industrial citado y de otros que venden
feromonas supuestamente afrodisíacas, solo ha podido
demostrarse la presencia en secreciones axilares de muje-
res de un compuesto supuestamente feromonal que regula
la ovulación en otras mujeres. Esto explica la observación
descrita desde la década de 1980 de una sincronía del ciclo
menstrual entre las mujeres que viven en internados exclu-
sivamente femeninos.
RESUMEN
El reconocimiento del ambiente por el olfato está
mediado por las células sensoriales olfatorias, que se
encuentran en las fosas nasales y son capaces de discri-
minar pequeñas cantidades de miles de moléculas que 
tienen carácter de olientes. El olfato está relacionado, ade-
más, con funciones tan básicas como son la alimentación
y la reproducción. En el epitelio olfatorio interactúan los
olores con proteínas de membrana receptoras, situadas
en los cilios y en los botones olfatorios de las célu-
las sensoriales. La interacción olor-receptor da lugar a la
apertura de canales para el sodio y el calcio dependien-
tes de las sustancias olientes que activan el sistema
adenilciclasa que, produciendo un potencial de recep-
tor, aumentan la frecuencia de descarga espontánea de las
neuronas sensoriales. La suma de la actividad nerviosa
provocada por sustancias olientes y recogida por electro-
dos de superficie en la mucosa olfatoria, se llama electro-
olfatograma (EOG), y su estudio revela valiosos datos
acerca de la fisiología, la bioquímica y la biofísica del
olfato. La información se distribuye en el bulbo olfato-
rio, donde cada olor evoca una respuesta máxima en una
zona distinta del bulbo. Las sinapsis de las neuronas sen-
soriales se realizan, en el bulbo, en unas estructuras lla-
madas glomérulos olfatorios, compuestos por la terminal
axónica de dichas células y por las dendritas de las célu-
las mitrales y las células en penacho. La actividad de
estas últimas está modulada por fenómenos de inhibi-
ción lateral, retrógrada y cruzada, provenientes del
control eferente y del bulbo contralateral. Así elaborada,
la información olfatoria sale del bulbo por los axones de
las células mitrales y en penacho, formando el tracto
olfatorio, y se distribuye por el paleocórtex (corteza
prepiriforme, entorrinal, sistema límbico e hipotála-
mo), donde se producen los fenómenos de discrimina-
ción olfatoria, de emoción asociada a los olores y de
regulación conductual y neuroendocrina, y al neocórtex
(corteza orbitofrontal) vía núcleos de relevo talámicos,
donde se producen los fenómenos de percepción cons-
ciente del olor y otros de discriminación.
BIBLIOGRAFÍA
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