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te distribuidos en muy diversos alimentos. Las fuentes vegetales más ricas son: brócoli, espárragos, espinaca, lechuga, plátanos, limones y melón; los alimentos de ori- gen animal con más abundancia de folatos son el hígado y el riñón. La dieta promedio diaria contiene de 400 a 600 �g de folato. La cocción prolongada de los alimentos puede disminuir en forma importante su contenido en folatos. Necesidades diarias. Éstas son 400 �g/día en el adul- to normal, de 600 �g en la mujer embarazada, de 500 �g en la mujer lactante y cantidades más pequeñas, crecientes según la edad, en los niños. Por extrapolación de un estu- dio de depleción, se sugiere que las reservas de folatos pueden disminuir en pocos meses a concentraciones inca- paces de sostener una hematopoyesis normal. En estudios antiguos se sugiere que el contenido de folato hepático excede los 7.5 mg. Absorción. La absorción de folatos combina procesos mediados por transportadores saturables específicos que predominan en la región superior del intestino delgado, y por transportadores no saturables, que predominan en el íleon. Los poliglutamatos son hidrolizados a monogluta- matos por la glutamatocarboxipeptidasa. La conversión a metil-FH4 ocurre en las células del intestino, desde donde son exportadas a la sangre. Los folatos aparecen en la san- gre rápidamente después de la ingestión, y alcanzan las concentraciones máximas a la hora. Transporte. Los folatos en el suero se encuentran principalmente como metil-FH4 monoglutamato, unido inespecíficamente y con baja afinidad a proteínas tales como la albúmina; aproximadamente una tercera parte cir- cula no unida, y una pequeña cantidad se encuentra unida a proteínas transportadoras de folatos derivadas de la membrana celular. Dentro de las células los folatos son convertidos a poliglutamatos, un proceso esencial para su retención dentro de las mismas, así como para su actividad óptima como coenzimas. Funciones. Las coenzimas activas de los folatos deri- van del FH4, y son necesarias para las reacciones de trans- ferencia de fragmentos de un carbono de una molécula a otra. La reacción de mayor importancia en la producción de glóbulos rojos es la conversión de desoxiuridilato a timidilato. Esta reacción requiere metilén-FH4, y parece ser grado-limitante en la síntesis de ADN. Los folatos tam- bién son necesarios en la síntesis de novo de las purinas, así como en la degradación de la histidina. METABOLISMO DE LA COBALAMINA Estructura química. La cobalamina, un miembro de la familia corrin y también conocida como vitamina B12 , es un tetrapirrol en un solo plano, con un átomo de cobalto en el centro, un nucleótido (5,6-dimetil bencimidazol) y una molécula prostética variable. Las cobalaminas específicas se designan de acuerdo con la molécula prostética; una molé- cula de metil da lugar a la metilcobalamina, que predomina en el plasma, en tanto que el 5 desoxi-adenosil origina la adenosilcobalamina, que predomina en la mitocondria. Nutrición Fuentes. Los alimentos que contienen cobalamina son los de origen animal: carne, hígado, pescados y maris- cos. No se han encontrado cobalaminas en los vegetales. Necesidades diarias. Son de 2.4 �g en el adulto. Una comparación interesante es que esta cifra es sólo aproxi- madamente el 1% de la cantidad de folatos requerido dia- riamente, aún cuando las reservas corporales de las dos vitaminas son casi iguales. Absorción. La cobalamina es liberada de las proteí- nas que lo transportan en los alimentos por acción de la pepsina y de un pH ácido, y posteriormente se une a la haptocorrin/transcobalamina I de la saliva. En el duodeno, las secreciones pancreáticas neutralizan el pH y propor- cionan proteasas que degradan la haptocorrin/transcobala- mina I. La cobalamina liberada, incluida la cobalamina biliar, se vuelve accesible por unión al factor intrínseco. El complejo factor intrínseco-cobalamina se une a los recep- tores en el íleon. Después de la endocitosis se rompe el complejo factor-intrínseco-cobalamina-receptor y la coba- lamina se une a la transcobalamina II. La cobalamina apa- rece en el torrente sanguíneo después de varias horas de su ingestión. Transporte. La cobalamina se puede unir a una de las tres proteínas transportadoras: factor intrínseco, transcoba- lamina II y haptocorrin o transcobalamina I. Las dos pri- meras tienen receptores específicos en la membrana de las células, vía por la cual transportan la vitamina a través de la célula por endocitosis. Las tres proteínas tienen diferen- te distribución en el cuerpo: el factor intrínseco se localiza en el intestino y las transcobalaminas I y II se localizan en el plasma y en otros fluidos. Funciones. Los folatos y las cobalaminas están entre- lazados en el metabolismo de la homocisteína y la metio- nina. La conversión de metionina a adenosil-metionina, dependiente de adenosina-trifosfato, es la responsable de varias funciones importantes: ayuda a regular el metabo- lismo de los folatos, la disposición de homocisteína y es el donador crítico de grupos metil para la mayoría de las reacciones de metilación celular que afectan a proteínas, ácidos nucleicos, histonas, fosfolípidos y neurotransmiso- res. Así la hipometilación del ADN, la cual se ha asociado con neoplasias, puede ser el resultado de una deficiencia de adenosil-metionina. La relación entre las funciones de las cobalaminas y las consecuencias metabólicas de su deficiencia no se ha establecido. Sin embargo, está claro que las dos principa- les anomalías producidas por la deficiencia de vitamina B12 son la anemia megaloblástica y los defectos desmieli- nizantes del sistema nervioso. La hipótesis de la trampa del metil-folato establece que la situación de la síntesis del ADN en la deficiencia de cobalamina es secundaria a una alteración del metabolismo de los folatos. Como una consecuencia de la alteración en la conversión de la homo- cisteína a metionina, el metil-FH4 no puede ser eficiente- mente convertido a FH4. El folato queda atrapado en su forma metil y se desarrolla una deficiencia de metilen- F I S I O L O G Í A D E L E R I T R O C I T O 291
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