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INTRODUCCIÓN La producción diaria de eritrocitos, plaquetas y gra- nulocitos en el adulto normal es de aproximadamente 3 � 10 9, 2.5 � 10 9, y 1 � 10 9 por kilogramo de peso corpo- ral, respectivamente. Este nivel de producción se ajusta a las necesidades del individuo y puede variar desde casi cero hasta muchas veces lo normal. La médula ósea se encarga también de la producción de monocitos y macró- fagos, así como de linfocitos y células plasmáticas. En CSFha reciente se ha informado de que la célula madre hematopoyética (CMH) puede diferenciarse hacia células no hematopoyéticas capaces de formar tejido hepático, pancreático, cardíaco, cerebral y renal. El peso aproxima- do de la médula ósea en el adulto, calculado en estudios de necropsia, es de 3.4 a 5.9 % del peso corporal total. Con el empleo de coloides radiactivos se ha estimado que el peso aproximado de la médula ósea hematopoyéticamente acti- va es de 1000 g, y que ésta se distribuye en la pelvis (34%), vértebras (28%), cráneo y mandíbula (13%), ester- nón y costillas (10%), húmeros, escápulas y clavículas (8%), y en los fémures (4%). La hemopoyesis o hemato- poyesis se puede definir como la serie de fenómenos con- catenados que se inician a nivel unicelular con la autoduplicación, seguidos de diferenciación y madura- ción, culminando con la producción de elementos formes sanguíneos funcionales. Se considera la diferenciación como la secuencia de acontecimientos genéticos que per- miten a una célula sintetizar productos específicos, que le confieren potencialidad para determinada función. La maduración es la secuencia de fenómenos bioquímicos y morfológicos iniciados por la diferenciación y que confie- ren capacidad funcional a la célula. ESTROMA Hasta ahora no se conoce con exactitud la razón por la que la hemopoyesis en la etapa posnatal reside en la médu- la ósea, como tampoco se sabe por qué motivo la médula trasplantada a un ser humano a través de una vena perifé- rica se injerta finalmente en la cavidad ósea. Varios auto- res han propuesto que el estroma medular puede influir en la diferenciación celular hematopoyética, influencia cono- cida con el término de “microambiente inductivo hemato- poyético (MIH)”. El MIH se define, básicamente por su función, como un complejo heterogéneo de células y de sus respectivos productos, necesarios para mantener y regular el crecimiento de la CMH. Este complejo funcio- nal está constituido por fibroblastos, células reticulares que probablemente corresponden a preosteoblastos, osteo- blastos y células endoteliales, así como por linfocitos, monocitos/macrófagos y células mesenquimatosas. Estas últimas forman la matriz extracelular del MIH que fun- ciona como base para la unión de proteínas de la matriz extracelular, tales como los proteoglucanos y glucosami- noglucanos, fibronectina, tenascina, colágena, laminina, hemonectina, trombospondina y citoquinas. Las pruebas experimentales sugieren que el estroma instruye a la CMH para que ésta se diferencie hacia una línea celular determinada. Se han propuesto dos hipótesis acerca de la función del estroma en la regulación hemato- poyética. La primera propone que el estroma libera sus- tancias capaces de inducir la expresión de genes de diferenciación en la CMH. La segunda hipótesis sostiene que la CMH puede diferenciarse de manera estocástica (al azar) y que el estroma únicamente es responsable de la selección del linaje celular. En la actualidad se ha estable- cido que tanto las células estromales como las hematopo- yéticas del ser humano tienen un precursor común, la CMH. Aun cuando la relevancia biológica del MIH es reco- nocida, la información existente de los mecanismos mediante los cuales éste actúa aún es incompleta. Quizá el intercambio de información entre el estroma y la CMH se realice a través de interacciones célula-célula y célula-fac- tor(es) de crecimiento. Estos fenómenos se ejemplifican con las proteínas citoadhesivas: los progenitores eritroides se unen preferentemente a la fibronectina, mientras que las células de linaje granulocítico y las pluripotenciales se unen a la hemonectina y a la trombospondina, respectiva- mente. La unidad anatómica que consiste en un macrófa- go rodeado por eritroblastos ejemplifica la interacción célula-célula. El ligando c-kit (LK) y la interleuquina (IL) 3 (véase más adelante Regulación) son ejemplos de inter- acción célula-factor(es) de crecimiento. Estudios recientes muestran que las células estromales de la médula poseen ARNm para la producción de IL-3. Para mayor claridad en la presentación, la hemopoyesis se ha dividido en los com- partimientos pluripotencial, bipotencial, unipotencial y terminal (Tabla 19.1). 296 F I S I O L O G Í A D E L A S A N G R E Tabla 19.1. Compartimientos hematopoyéticos Compartimiento pluripotencial No restringido UFC-BL, UFC-LM Restringido UFC-GEMM, UFC-L Compartimiento bipotencial UFC-EG, UFC-GM, UFC-EMeg Compartimiento unipotencial Células progenitoras UFB-E, UFC-E, UFC-M, UFC-G, UFB-Meg, UFC-Meg, UFC-Bas, UFC-Eo, UFC-LB, UFC-LT, UFC-LGG Células precursoras Proeritroblasto, monoblasto, mieloblasto, megacario- blasto, linfoblasto Compartimiento terminal Eritrocito, monocito/macrófago, neutrófilo, plaqueta, basófilo/mastocito, eosinófilo, linfocitos T, B y GG Bas = basófilos; BL = blastos; E = eritroide; Eo = eosinófilos; G = gra- nulocitos; GEMM = granulocitos, eritrocitos, monocitos, megacarioci- tos; GG = grande granular; GM = granulocitos, monocitos; L = linfoide; LB = linfocitos B; LM = linfoide-mieloide; LT = linfocitos T; M = mono- citos; Meg = megariocitos; UFB = unidad formadora de brotes; UFC = unidad formadora de colonias.
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