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mente se encuentra en la superficie de los linfocitos B coexpresándose junto con la IgM. La función biológica precisa de esta clase no se conoce, aunque se postula que desempeña un papel importante en la diferenciación de los linfocitos por activación con antígenos. La IgG es la principal inmunoglobulina presente en el suero humano y constituye alrededor del 70 al 75% del total de las inmunoglobulinas. La IgG consiste en una molécula sencilla de cuatro cadenas con un peso molecu- lar alrededor de 140 000. La clase IgG, que se distribuye equitativamente entre los espacios intra y extravasculares, es el principal anticuerpo presente en la respuesta inmunita- ria secundaria y la única con actividad de antitoxinas. Gra- cias a su capacidad de difundir a través de las membranas, atraviesa la placenta y confiere inmunidad pasiva al recién nacido. La región Fc de esta inmunoglobulina tiene la capacidad de unirse a receptores específicos presentes en macrófagos y neutrófilos, con lo que favorece la unión, la ingestión y la destrucción por las células fagocíticas de microorganismos infecciosos que han sido cubiertos con las IgG producidas en respuesta a la infección. La IgA es la inmunoglobulina predominante de las secreciones seromucosas tales como la saliva, el calostro, la leche y las secreciones genitourinarias y traqueobron- quiales; la estructura típica en estas secreciones es la de un dímero unido por la presencia de la cadena J. Una varian- te de la IgA es la IgAs (secretora), que consiste en el mis- mo dímero con la cadena J y un componente adicional llamado componente secretor. Este componente secretor está formado por la porción extracelular del polirreceptor para Ig presente en la cara basolateral de las células epite- liales, y permanece unido a la IgA durante el proceso de transporte desde la lámina propia hacia la luz protegiendo a la IgA de la degradación proteolítica. El mecanismo mediante el cual el dímero de IgA es transportado a través de las células epiteliales consiste en la unión de la IgA a través de la región Fc al polirreceptor Ig transmembrana. El complejo IgA-receptor es endocitado y transportado a través del citoplasma celular mediante vesículas para final- mente ser secretado en el lado opuesto de la célula por exocitosis. Cuando se expone hacia la luz, la parte del receptor Fc que está unida al dímero de IgA (el compo- nente secretor) es digerida y separada de su cola trans- membrana, lo que libera el anticuerpo en unión con el componente secretor. La IgE se caracteriza por la capacidad de unirse con alta afinidad a otro tipo de receptores Fc presentes en la superficie de las células cebadas en los tejidos y de los basófilos en la sangre; las moléculas de IgE unidas a estas células se convierten así en los receptores para antígeno de las mismas. La unión del antígeno trae como consecuencia la activación celular, lo que provoca la desgranulación inmediata y la liberación masiva de diversos mediadores de la respuesta inflamatoria, principalmente histamina. Estas aminas causan dilatación y un aumento en la perme- abilidad vascular, por lo que son responsables en gran medida de las manifestaciones clínicas de la mayoría de las reacciones alérgicas. Se ha propuesto también que esta clase de inmunoglobulina es importante en el desarrollo de inmunidad contra parásitos helmintos. En la Figura 21.9 puede verse la estructura de las dife- rentes clases de inmunoglobulinas. Citoquinas Las citoquinas constituyen un grupo grande de molécu- las que participan en la señalización entre las células durante las respuestas inmunitarias. Por lo general son proteínas pequeñas solubles y, en algunos casos glucopro- teínas, producidas por una célula que pueden afectar al comportamiento y las propiedades de otras células. Son producidas por diferentes tipos celulares, no sólo por las células inmunitarias, y por lo general regulan las fases efectoras de la respuesta inmunitaria tanto natural como específica. En la inmunidad natural, las citoquinas efecto- ras son producidas principalmente por los fagocitos mono- nucleares y por ello se les conoce como monoquinas. Las monoquinas pueden ser producidas directamente como respuesta a un estímulo microbiano, o bien en respuesta a los linfocitos T estimulados por antígenos, como parte de una respuesta específica. También desempeñan un papel importante como coestimuladoras de la activación de linfocitos, proporcio- nando mecanismos de amplificación para las respuestas inmunitarias específicas. La mayoría de las citoquinas pre- sentes durante una respuesta inmunitaria específica son producidas por los linfocitos T activados, y tales citoqui- nas han sido denominadas linfoquinas. En general, las citoquinas provenientes de los linfocitos T son las molécu- las efectoras de la inmunidad mediada por células y son también responsables de la comunicación entre células de los sistemas inmunitario e inflamatorio. Los linfocitos T producen varias citoquinas que regulan la activación, el crecimiento y la diferenciación de diferentes poblaciones de linfocitos. Algunas otras funcionan como activadoras y reguladoras de células inflamatorias tales como los fagoci- tos mononucleares, los neutrófilos y los eosinófilos. Exis- B A S E S C E L U L A R E S Y M O L E C U L A R E S D E L S I S T E M A I N M U N I TA R I O 323 IgD IgM Cadena J IgAs IgEIgG1 IgG3 Figura 21.9. Estructura de las diferentes clases de inmunoglo- bulinas.
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