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Manual de Onicopatias

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ARENAS 
_NICOPAT 
I 
ONICOPATÍAS
guía práctica de diagnóstico,
tratamiento y manejo
Roberto Arenas Guzmán
Profesor de Dermatología y Micología
Secretaría de Salud
Universidad Nacional Autónoma de México
MÉXICO • BOGOTÁ • BUENOS AIRES • CARACAS • GUATEMALA • MADRID • NUEVA YORK
SAN JUAN • SANTIAGO • SAO PAULO • AUCKLAND • LONDRES • MILÁN • MONTREAL
NUEVA DELHI • SAN FRANCISCO • SIDNEY • SINGAPUR • ST. LOUIS • TORONTO
ONICOPATÍAS
guía práctica de diagnóstico,
tratamiento y manejo
www.medilibros.com
NOTA
La medicina es una ciencia en constante desarrollo. Conforme surjan nuevos conocimientos, se requerirán cambios 
de la terapéutica. El (los) autor(es) y los editores se han esforzado para que los cuadros de dosificación medicamentosa 
sean precisos y acordes con lo establecido en la fecha de publicación. Sin embargo, ante los posibles errores humanos 
y cambios en la medicina, ni los editores ni cualquier otra persona que haya participado en la preparación de la obra 
garantizan que la información contenida en ella sea precisa o completa, tampoco son responsables de errores u omisiones, 
ni de los resultados que con dicha información se obtengan. Convendría recurrir a otras fuentes de datos, por ejem-
plo, y de manera particular, habrá que consultar la hoja informativa que se adjunta con cada medicamento, para tener 
certeza de que la información de esta obra es precisa y no se han introducido cambios en la dosis recomendada o en 
las contraindicaciones para su administración. Esto es de particular importancia con respecto a fármacos nuevos o de uso 
no frecuente. También deberá consultarse a los laboratorios para recabar información sobre los valores normales.
Director editorial: Javier de León Fraga
Editor de desarrollo: Héctor F. Guerrero Aguilar
Supervisor de producción: José Luis González Huerta
OnicOpAtíAs
Guía práctica de diagnóstico, tratamiento y manejo
 prohibida la reproducción total o parcial de esta obra,
 por cualquier medio, sin la autorización escrita del editor.
DEREcHOs REsERVADOs © 2012, respecto a la primera edición por
McGRAW-HiLL/intERAMERicAnA EDitOREs, s.A. DE c.V.
A subsidiary of The McGraw-Hill Companies, Inc.
prolongación paseo de la Reforma 1015, torre A,
piso 17, colonia Desarrollo santa Fe, 
Delegación Álvaro Obregón,
c.p. 01376, México, D. F.
Miembro de la cámara nacional de la industria Editorial Mexicana, Reg. núm. 736
ISBN: 978-607-15-0672-6
1234567890 1098765432101
impreso en México printed in Mexico
colaboradores VI
prefacio VII
prólogo VIII
introducción X
Capítulo 1 Aparato ungueal: embriología, anatomía y fisiología 1
Capítulo 2 Exploración del aparato ungueal 10
Capítulo 3 signos físicos de las uñas 20
Capítulo 4 Discromías ungueales 39
Capítulo 5 Manifestaciones ungueales de enfermedades dermatológicas 48
Capítulo 6 Manifestaciones ungueales de enfermedades sistémicas 66
Capítulo 7 Enfermedades genéticas 81
Capítulo 8 paroniquia 93
Capítulo 9 Onicomicosis 99
Capítulo 10 Alteraciones traumáticas y por contacto en uñas 125
Capítulo 11 tumores ungueales 131
Capítulo 12 Biopsia de uña 153
Capítulo 13 cirugía de uñas: onicocriptosis 165
Capítulo 14 cosméticos de uñas 172
índice alfabético 181
Contenido
V
Colaboradores
patricia chang
Josefina carbajosa
Judith Domínguez-cherit
Helga sarti
Heriberto Vázquez Flores
Elsa Vásquez del Mercado
Supervisión técnica en temas específicos
Daniel Asz-sigall
Eduwiges Martínez
Gabriela Moreno
sonia toussaint 
Se agradece la colaboración iconográfica de:
Daniel Asz-sigall
Robert Baran
Genévieve Buot
patricia chang
pablo campos 
Josefina carbajosa
José Miguel cortés 
Judith Domínguez-cherit 
Dan López 
carmen Liy
silvia Marte 
André Morales
Magda nájera 
Jorge Ocampo-candiani 
Érika Ramírez
silvia torres 
Helga sarti
José de Jesús Valdez
Heriberto Vázquez Flores
Elisa Vega Memije
Mirna toledo
Departamento de Dermatología, Hospital 
 General Dr. Manuel Gea González
VI
VIIPreliminares
Las uñas, como el pelo, son anexos de la piel que cumplen funciones específicas, pero poco 
evidentes —y, muchas veces, difíciles de evaluar—, en la cubierta cutánea. En los últimos 
años, la importancia de la patología ungueal ha tomado su verdadero lugar en la práctica 
médica, en especial la del dermatólogo.
casi siempre, sólo se percibe la importancia del aparato ungueal hasta que falta o se pier-
de su estructura normal, por alteraciones en el color, la forma o el estado de la superficie, o por 
cambios en la región periungueal. Muchos autores han señalado la verdadera trascendencia 
de las enfermedades ungueales y, gracias a ellos, se conoce mejor su aspecto estético o cos-
mético, junto con las alteraciones que experimentan, entre las que destacan las infecciones 
fúngicas, los tumores o los cambios traumáticos.
Las onicomicosis constituyen casi 50% de los problemas ungueales; por ello es muy im-
portante contar con métodos de diagnóstico apropiados y conocer los esquemas terapéuticos 
más útiles. por otra parte, el costo del tratamiento constituye un problema real, y tiene un 
efecto en la calidad de vida de los pacientes.
En la realización de este libro se contó con la colaboración de la doctora Judith Domín-
guez-cherit y del doctor Daniel Asz-sigall, ambos dermatólogos y cirujanos dermatólogos 
(la primera con una dedicación particular a las enfermedades de uñas); la doctora Elsa Vás-
quez del Mercado, dermatóloga y micóloga; las doctoras sonia toussaint-caire y Helga sarti, 
dermatopatólogas del Departamento de Dermatología del Hospital General Dr. Manuel 
Gea González; la doctora Josefina carbajosa, cirujana dermatóloga en el instituto nacional de 
la nutrición, y el doctor Heriberto Vázquez Flores, cirujano dermatólogo de Monterrey, 
nuevo León, quien además del dominio del bisturí ha mostrado una especial habilidad para 
ilustrar, lo que constituye una parte muy necesaria en una obra como ésta. se cuenta también 
con la inestimable participación de patricia chang, quien ya tiene en su haber una guía de las 
alteraciones ungueales más frecuentes y desde hace más de una década ha mostrado en sus pu-
blicaciones un particular interés por las uñas, que son tan importantes para la estética humana.
Dado el impacto físico, psicosocial y ocupacional de las alteraciones en las uñas, se espera 
que este manual cumpla con su objetivo de ser una guía práctica que permita enfrentar el 
diagnóstico cotidiano de la siempre interesante patología ungueal.
Dr. Roberto Arenas
Prefacio
VII
VIII Preliminares
En alguna ocasión le escuché decir al doctor Roberto Arenas: “El verdadero maestro no tiene 
por azar buenos discípulos, él hace a los buenos discípulos”. La reflexión anterior es muy 
contundente y su verdadera comprensión debe cuestionar a muchas de las personas que nos 
atrevemos a incursionar por los senderos de la enseñanza.
cuando nos encontramos con maestros que por su preparación y capacidad para trans-
mitir sus conocimientos entienden que la oportunidad que han tenido de prepararse conlle-
va una responsabilidad social y asumen la misión de compartir su sabiduría (como decía el 
maestro ignacio chávez: “no sólo con la altura intelectual propia del que enseña, sino con 
el pulimento moral que se requiere para enseñar con el ejemplo”), debemos entender que 
tenemos ante nosotros un paradigma a seguir.
Roberto ha tenido la fortuna de ser dotado con un intelecto altamente calificado, lo 
que por sí solo no tiene ningún significado, si no se acompaña de la comprensión de quien 
entiende que contando con esta cualidad que la naturaleza le ha regalado también tiene que 
asumir mayores responsabilidades y el valor de confrontarlas. sus enseñanzas, limitadas en 
un principio a las cuatro paredes del aula o de un auditorio durante algún evento académico, 
encontraron rápidamente sus limitaciones, las naturales que imponen la temporalidad del 
momento y la conformación de un grupo. De lo anterior, y ante la necesidad de encontrar 
vías más universales parallegar a todos los rincones y sin limitaciones de tiempo, contribu-
yendo a la formación o capacitación de un sinnúmero de alumnos y médicos, sin un rostro 
o un nombre específico, incursiona, al principio, en publicaciones y revistas médicas, y más 
adelante asumiendo un reto mayor: escribir un libro.
Es así como nace en 1987 Dermatología. Atlas, diagnóstico y tratamiento, obra que, como 
menciona el maestro Latapí, viene a complementar de una manera muy bien ilustrada la ense-
ñanza de la dermatología en México (en el año 2009 se presentó su cuarta edición). La versa-
tilidad con que Roberto Arenas se maneja dentro de la especialidad es muy amplia, lo que se 
ve reflejado en la diversidad de temas de sus publicaciones. Está, por ejemplo, en ese mismo año, 
Micosis superficiales, subcutáneas y pseudomicosis en República Dominicana, escrito junto con el 
Dr. Rafael isa isa. por cierto, la micología es el ramo en que más ha incursionado, al volcar 
su experiencia en 1993 en el libro Micología médica ilustrada, que en 2011 llegó a su cuarta 
edición. Vale la pena recordar que en 2001, con Roberto Estrada, escribió en inglés un manual 
muy didáctico sobre enfermedades tropicales, Tropical Dermatology.
Ahora Roberto asume otro reto: escribir, junto con un grupo de colaboradores, un 
manual práctico sobre patología ungueal. Los que hemos tenido la oportunidad de dar se-
guimiento a su producción científica y a sus frecuentes participaciones en congresos y cursos, 
nos hemos percatado de su interés cada vez mayor en las enfermedades de las uñas, que cul-
mina ahora con esta publicación, en donde comparte la experiencia que ha logrado acumular 
en el área durante su vida profesional.
La frecuencia con la que acuden pacientes a la consulta del médico general o del derma-
tólogo por problemas ungueales es alta. si bien 47% de los mismos corresponde a problemas 
micóticos, son múltiples las enfermedades que se pueden ver expresadas en las uñas, desde 
problemas primarios hasta manifestaciones de enfermedades sistémicas. A todos nos resulta 
evidente que para una gran cantidad de médicos las alteraciones morfológicas en las uñas 
Prólogo
VIII
IXPrólogo
se explican simple y llanamente por una etiología fúngica, prescribiéndose de manera poco 
responsable antimicóticos que no tienen justificación, lo que para los pacientes implica un 
gasto alto y la exposición innecesaria a efectos colaterales.
El Dr. Arenas menciona en este libro que por lo general es difícil entender la onicopato-
logía, porque las uñas tienen una expresividad escasa, una morfología similar, una nomencla-
tura compleja y además emplea términos confusos para la mayoría de los profesionales de la 
medicina. por tal motivo, el enfoque que da a su obra va encaminado a facilitar la comprensión 
de los procesos patológicos que afectan al aparato ungueal en su conjunto, facilitando la 
conformación de un protocolo de estudio y la aplicación de una terapéutica adecuada.
Uno de los puntos importantes a resaltar es que este título se encuentra estructurado de 
tal manera que responde a las expectativas de quienes se dedican a la medicina general, tanto 
como las de quienes laboramos en el área de la dermatología.
El contenido de la obra, desarrollado en catorce capítulos, muestra en forma sencilla la 
estructura anatómica del aparato ungueal, su estudio propedéutico y finalmente, en forma muy 
didáctica y concisa, el desarrollo de las diferentes entidades patológicas, manifestaciones 
primarias o de problemas dermatológicos, así como la expresión de enfermedades sistémicas, 
su forma de estudio, apoyos de laboratorio y técnicas para realizar biopsias, además de la 
terapéutica médica y los procedimientos quirúrgicos más frecuentes. se resaltan los cuidados 
que en general deben tenerse con las uñas y no puede obviar la mención de su importancia 
cosmética (después de todo, la traducción que tiene nuestra cultura para este anexo es princi-
palmente estética). El desarrollo de los temas cuenta como sustrato fundamental de apoyo 
didáctico con más de 360 ilustraciones de un material cuidadosamente seleccionado de una 
colección que requirió muchos años de trabajo y que el autor generosamente nos comparte.
Lo anterior hace evidente la importancia de este texto, que viene a llenar un hueco en 
la literatura médica latinoamericana. Es un documento que por su estructura, iconografía 
e información será una guía importante para la consulta diaria del médico general y del 
dermatólogo.
Dr. Pablo Campos Macías
Departamento de Dermatología
Facultad de Medicina de León, Universidad de Guanajuato
Otoño de 2011
X Preliminares
La onicología se ocupa del estudio y la investigación de la patología ungueal. Las uñas son 
un anexo importante por sus diversas funciones, por las enfermedades dermatológicas que 
pueden afectarlas, porque suelen ser la expresión de enfermedades sistémicas, reacciones 
a fármacos o enfermedades genéticas y porque, en muchas ocasiones, son el punto clave 
para el diagnóstico. Además, ofrecen al médico la posibilidad de intervenir para mejorar su 
aspecto o resolver algún problema, desde el punto de vista médico o quirúrgico. ninguna 
exploración dermatológica está completa sin una cuidadosa evaluación del aparato ungueal, 
sin contar que las uñas desempeñan una relevante función en la cosmética.
En los últimos años se ha incrementado el interés por conocer mejor las enfermedades 
que las afectan, además de los métodos de diagnóstico y tratamiento. por suerte, ahora 
hay gran cantidad de artículos sobre el tema, en especial relacionados con las onicomicosis, 
además de capítulos en libros, monografías y libros especializados o pequeños manuales 
como éste, que pretenden mostrar lo más práctico en el conocimiento de la uña normal y 
sus alteraciones, y comunicarlo de manera sencilla y objetiva. como señalaron de manera 
atinada cohen y scher hace 20 años, el dermatólogo tiene la responsabilidad de recono-
cer, evaluar y tratar las enfermedades de las uñas, pero también tiene la oportunidad de 
aprender con cada paciente y, por supuesto, de enseñar lo aprendido ( J Am Acad Dermatol, 
1989;21:1020-1022).
En las últimas dos décadas se han publicado algunos libros excelentes y muy completos 
sobre la patología ungueal, sin embargo, casi todos están en inglés; son escasos los libros de 
este tema en español, al igual que los manuales o las guías prácticas, orientados a quienes se 
inician en el conocimiento de las enfermedades ungueales o a quienes observan una onico-
patía muy parecida a las onicomicosis.
Las uñas protegen las falanges distales y permiten la discriminación táctil y la manipula-
ción de objetos pequeños. son un instrumento para rascarse o defenderse y también un arma 
ofensiva. Al mismo tiempo, pueden ser el sitio de estudios inmunológicos, bioquímicos o de 
biología molecular, y en ellas se aplican y desarrollan técnicas de microcirugía, investigación 
clínica o ciencias básicas. por todo ello, resulta indispensable el conocimiento de las enferme-
dades de las uñas, sobre todo las micóticas, relacionadas con infección por ViH-sida o con 
enfermedades sistémicas, sobre todo para dermatólogos, reumatólogos, infectólogos, ortope-
distas y podiatras.
En este libro se abordan los aspectos clínicos de las enfermedades más frecuentes en las 
uñas, que se ilustran a todo color y, en ocasiones, mediante esquemas o cuadros didácticos. 
se presenta, además, un capítulo muy extenso sobre onicomicosis, su diagnóstico micológico 
y su tratamiento. Y también reviste importancia el abordaje que se hace de los procedimien-
tos quirúrgicos y de algunos aspectos cosméticos.
Dr. Roberto Arenas
Introducción
X
1
1Capítulo
Aparato ungueal: embriología, 
anatomía y fisiología
•	 Helga M. Sarti
•	 Daniel Asz Sigall
•	 Eduwiges Martínez Luna
•	 Sonia Toussaint Caire
•	 Roberto Arenas
Las uñas forman parte de los anexos cutáneos y se localizan en la parte dorsal de la falange 
distal en los dedos de manos y pies. Formanparte de la unidad o aparato ungueal, que es 
una estructura dinámica, con crecimiento lineal, constituida por la lámina ungueal, el plie-
gue proximal o eponiquio, el pliegue distal o hiponiquio, los pliegues laterales, el lecho y la 
matriz ungueal (figura 1-1).
Es importante conocer la anatomía y el sistema de producción del órgano ungueal. De 
acuerdo con el origen de la alteración se producen distintas anormalidades; por ello, su 
examen proporciona claves importantes para el diagnóstico de enfermedades sistémicas, der-
matosis, infecciones, tics, consumo de fármacos y alteraciones traumáticas. Sus funciones 
son proteger los dedos, mejorar la habilidad, la destreza y la discriminación táctil y permitir 
el rascado, además de su función estética.
Embriología
Las estructuras que dan origen a la unidad ungueal comienzan a aparecer en la novena sema-
na de gestación, a partir de la epidermis que recubre la superficie ventral de los dedos. Se 
Figura 1-1 Partes de la uña (anatomía ungueal).
Lecho
Lámina
Cutícula
Eponiquio Lúnula
Matriz ungueal Tendón extensor
Cápsula interarticular
Tendón flexor
Tejido adiposo: pulpejo
Falange distal
Hiponiquio
2 Capítulo 1
forma el esbozo ungueal y casi de inmediato migra a la superficie dorsal, arrastrando con-
sigo ramas nerviosas. En la superficie dorsal, el esbozo ungueal forma una depresión poco 
profunda, denominada área ungueal primaria, rodeada por los pliegues proximal y laterales. 
En la semana 13 de gestación, el estrato germinativo del pliegue ungueal proximal pro-
lifera para convertirse en la matriz, que produce la placa ungueal córnea. Al principio, ésta se 
encuentra cubierta por una fina capa epidérmica, que luego degenera, excepto en la base, 
constituyendo la cutícula. En la semana 14 aparece la lámina ungueal, que tarda casi tres 
semanas en recubrir todo el lecho. A partir de la semana 20, la uña y el dedo van creciendo 
juntos y aparece el hiponiquio. 
Al nacimiento, es común observar coiloniquia (uña en cuchara), que mejora de manera 
espontánea con la edad. La lámina ungueal crece durante toda la vida.
Anatomía
Las estructuras anatómicas que conforman la unidad ungueal son la lámina ungueal, los 
pliegues ungueales laterales, el pliegue proximal, el hiponiquio, el lecho ungueal, la banda 
onicodérmica y la matriz ungueal. A continuación se describe en detalle cada una de estas 
estructuras.
Lámina o plato ungueal
Se trata de una estructura lisa, brillante, translúcida y queratinizada, compuesta por corneo-
citos que se organizan en tres capas horizontales: dorsal, intermedia y ventral. Cada una de éstas 
recibe su nombre por la zona de la matriz de la que derivan. En términos generales, la matriz 
proximal produce la lámina dorsal, y la matriz distal, la lámina ventral (figura 1-2).
La lámina ungueal recubre todo el lecho y parte de la matriz distal, y se adhiere de ma-
nera firme al primero (figura 1-3). Es curva en ambos ejes y gana grosor y densidad a medida 
que crece en sentido distal. Su grosor promedio es de 0.3 a 0.5 mm.
La capa dorsal tiene un contenido más alto de calcio, fosfolípidos y grupos sulfhidrilos. 
El componente de fosfolípidos es el que proporciona la resistencia al agua. La capa inter-
Figura 1-2 Esquema de lámina ungueal: matrices distal y proximal. Figura 1-3 Lámina ungueal sana.
3Aparato ungueal: embriología, anatomía y fisiología
media tiene una elevada actividad enzimática de fosfatasa, tal vez por la gran cantidad de 
remanentes nucleares en esa área. La capa ventral está compuesta por una o dos hileras de cé-
lulas, que son eosinófilas y se mueven de acuerdo con el crecimiento distal. Sus componentes 
bioquímicos son similares a los de la capa dorsal y la actividad de fosfatasa es elevada, igual 
que en la intermedia.
Pliegues ungueales
Son estructuras cutáneas que rodean a la lámina ungueal y que ocupan hasta 75% de su 
periferia. El pliegue proximal se extiende 15 mm desde la articulación interfalángica y está 
compuesto por dos partes:
a) La región dorsal o eponiquio. Es la continuación de la piel del dorso del dedo. Contiene 
glándulas sudoríparas pero no unidades pilosebáceas.
b) La cutícula o región ventral. Es la parte terminal del eponiquio. Resulta más delgada: 
mide 1 a 2 mm. Sólo está conformada por estrato córneo y se adosa a la cara dorsal de 
la lámina ungueal (figura 1-1).
El pliegue proximal tiene tres funciones primordiales:
• Contribuye a la generación de la lámina, a través de la matriz dorsal. 
• Influye en la dirección de crecimiento de ésta.
• Protege la entrada de agentes extraños al aparato ungueal.
Banda onicodérmica
Es una banda transversa que mide de 1 a 1.5 mm. Tiene color rosa o marrón. Se localiza en 
el margen distal de la lámina, donde inicia el hiponiquio. Está presente en 90% de la pobla-
ción sana y es la barrera principal para el ingreso de material extraño o microorganismos. Si 
presenta alguna alteración, el resultado es la onicólisis.
Lecho ungueal
Se encuentra debajo de la lámina y se extiende desde el margen distal de la lúnula hasta el 
hiponiquio (figura 1-1). Está compuesto por vasos capilares que se disponen en un patrón 
longitudinal, lo que explica las hemorragias en forma de astilla secundarias a traumatismo.
La epidermis del lecho es delgada (dos o tres capas de células) y se va engrosando a 
medida que se acerca a los pliegues. No tiene capa granulosa y mediante estudios de inmu-
nohistoquímica se ha comprobado la presencia de cantidades muy pequeñas de melanocitos 
inactivos en la capa basal. En esta zona no hay tejido celular subcutáneo, apéndices sebáceos o 
foliculares. Es posible observar algunas glándulas sudoríparas en el margen distal.
Hiponiquio
El hiponiquio es el espacio que se forma entre el borde distal del dedo y la región libre de la 
lámina ungueal. En este sitio es donde se da la separación del plato ungueal e inicia el lecho 
ungueal. Se ha comprobado que puede ser depósito de múltiples microorganismos, como Sta-
phylococcus epidermidis y algunos hongos.
4 Capítulo 1
Matriz ungueal
Es el centro germinativo de la unidad ungueal. Se extiende desde la zona que se encuentra bajo 
el pliegue proximal hasta 2 a 3 mm en sentido distal a la cutícula (lo que corresponde a la 
región visible denominada lúnula). Tiene dos pequeñas proyecciones laterales proximales 
que forman los “cuernos de la matriz”. Consta de dos porciones, una distal y otra proximal 
(figura 1-4). La primera carece de capa granular y contiene melanocitos activos (dopa posi-
tivos [+]), que se presentan como células dendríticas a lo largo de la capa basal y focalmente 
en la región suprabasal. Por el contrario, la matriz proximal contiene melanocitos inactivos, 
que no producen pigmento.
Aún existe controversia sobre la formación de la lámina ungueal; sin embargo, hay cuatro 
propuestas principales:
a) Teoría clásica. Propone que la lámina ungueal está formada de manera exclusiva por 
la matriz ungueal. La matriz proximal produce la parte dorsal superficial de la lámina; la 
distal, el tercio medio e inferior ventral. Esta teoría está sustentada por el trabajo auto-
radiográfico de Zaias.
b) Teoría de Lewis. De acuerdo con esta teoría, la uña se divide en tres partes: las porciones 
dorsal e intermedia provienen de la matriz ungueal; la ventral, de la queratinización del 
lecho ungueal.
c) Teoría de Pinkus. Se mencionan una matriz proximal fértil, que corresponde a la matriz 
ungueal, una estéril (lecho ungueal) y, por último, una matriz terminal fértil, localizada 
en el hiponiquio.
d) Teoría de Johnson. Se sugiere que una quinta parte de la lámina ungueal, que proporcio-
na el grosor final, es dada por el lecho ungueal.
Se ha estimado que hasta 81% de la lámina pro-
viene de la matriz proximal. Por ello, un traumatis-
mo en el área produce distrofia ungueal irreversible 
(figura 1-4).
Lúnula
Es el margen convexo de la matriz distal que se ve a 
través de la uña, a partir de la cutícula. Tiene un color 
más claro porque su queratinizaciónes incompleta, 
está menos vascularizada y existe mayor laxitud del 
tejido conectivo. Se observa con mayor facilidad en 
los primeros dedos de las manos (figura 1-3).
Aporte vascular
De las arterias radiales y cubitales surgen arcadas de 
arterias palmares que se anastomosan y ramifican 
hacia las falanges. Existen cuatro arterias en cada dí-
gito, dos a cada lado. Las dorsales son más pequeñas 
y surgen de las ramas de la arteria radial; sin embar-
go, éstas son las que proporcionan un mayor flujo 
Figura 1-4 Corte histológico longitudinal del 
aparato ungueal (HE 10×).
5Aparato ungueal: embriología, anatomía y fisiología
sanguíneo a los dedos. La región subungueal es irrigada por los arcos arteriales subungueales 
distales y proximales. El sistema venoso superficial está conformado por las venas digitales pal-
mares y dorsales.
Linfáticos
En el lecho ungueal, los linfáticos son numerosos, sobre todo cerca del borde libre de la uña. 
Las redes superficial y profunda se anastomosan entre sí.
Cuerpos glómicos
El glomus (glomo) se define como la acumulación de pequeños vasos o conglomerados de 
plexos cavernosos. En la piel, conforman un sistema en donde existe una anastomosis arte-
riovenosa que se encarga de permitir la rápida circulación entre los vasos, interviniendo en la 
regulación térmica. Esta anastomosis incluye una arteria aferente, el canal de Sucquet-Hoyer 
(rodeado por células cuboidales epitelioides o células glómicas que provienen del músculo 
liso, o pericitos) y una vena eferente, que conecta con el sistema venoso sistémico fuera de la 
cápsula glómica. El lecho ungueal contiene gran cantidad de cuerpos glómicos.
Inervación
Las arterias digitales están acompañadas por un par de nervios digitales que provienen de 
ramas de los nervios cubital, radial y mediano. Sus principales ramas terminales inervan el 
lecho y la matriz ungueal. Las ramas dorsales inervan los tejidos periungueales.
Fisiología
El aparato ungueal es una estructura dinámica que crece en dirección lineal, a una velocidad 
promedio de casi 0.1 mm al día. Por tanto, se demora de 4 a 6 meses en completar su creci-
miento. Las uñas de las manos crecen de 2 a 3 mm por mes; las de los pies, 1 mm por mes. El 
recambio completo de una uña demora desde 6 meses en las manos hasta 18 meses en los pies.
El crecimiento de las uñas es menor en los dedos de los pies, el pulgar y el meñique, 
cuando se tiene edad avanzada, durante la noche o el invierno, si se experimenta fiebre, se 
padecen enfermedades como onicomicosis, desnutrición o nefropatía crónica o se ingieren 
medicamentos como metotrexato, azatioprina, etretinato o acitretín. Por el contrario, el 
crecimiento se acelera en las uñas de los dedos de las manos, en la juventud, durante el día, 
el verano, ante enfermedades como hipertiroidismo, cortocircuitos arteriovenosos, psoriasis 
(soriasis) o pitiriasis rubra pilaris y por consumo de l-dopa, calcio, vitamina D e itraconazol.
Algunas de las principales funciones del aparato ungueal son las siguientes:
1. Protege de agentes externos (físicos, químicos y biológicos).
2. Forma parte del sistema de defensa rudimentario del ser humano.
3. Mejora la habilidad discriminatoria de la piel acral, lo que aumenta la sensibilidad.
4. Mejora la destreza para manipular objetos pequeños y la capacidad para realizar movi-
mientos digitales finos.
5. Tiene una función estética y cosmética.
6 Capítulo 1
Es importante resaltar que el escrutinio de los signos ungueales debe ser cuidadoso, por-
que son reflejo de numerosas enfermedades sistémicas y dermatológicas, además de algunas 
lesiones tumorales.
Entre las alteraciones más comunes se encuentran:
• Las líneas de Beau, que indican una interrupción temporal del crecimiento de la matriz. 
Pueden ser localizadas o afectar todas las uñas (figura 1-5).
• El pterygium (terigión) dorsal, que es el avance del eponiquio sobre el lecho. Su presencia 
se relaciona con liquen plano (figura 1-6) y su diagnóstico es muy sencillo si además se 
encuentran las lesiones dermatológicas características.
• El terigión ventral, que se relaciona con colagenopatías (figura 1-7).
Figura 1-6 Pterygium (terigión) dorsal en liquen 
plano.
Figura 1-5 Líneas de Beau.
Figura 1-7 Pterygium ventral en colagenopatías.
7Aparato ungueal: embriología, anatomía y fisiología
Figura 1-11 Leuconiquia en cirrosis hepática.
• La onicohemia o hematoma subungueal, que es secundario a traumatismos. Resulta 
relevante como diagnóstico diferencial de melanoma ungueal. Ayuda a su distinción el 
avance con el crecimiento ungueal (figura 1-8).
Hay alteraciones producidas por enfermedades dermatológicas y que contribuyen al 
diagnóstico de éstas, como las fosillas o depresiones puntiformes, la mancha de aceite y la oni-
cólisis observadas en la psoriasis (figura 1-9) o la traquioniquia que se aprecia en la alopecia 
areata (figura 1-10). Las uñas blancas se relacionan con cirrosis o hipoalbuminemia (figura 
1-11); las lúnulas azules, con enfermedad de Wilson (figura 1-12); las rojas, con artritis reu-
matoide (figura 3-37); las amarillas, con el síndrome de uñas amarillas (figura 3-5); las uñas 
en cuchara, o coiloniquia, con deficiencia de hierro (figura 1-13); el hipocratismo digital, 
con enfermedad pulmonar (figura 1-14), y las hemorragias en astilla, con endocarditis o 
traumatismo (figura 1-15).
Figura 1-10 Traquioniquia en alopecia areata.
Figura 1-8 Hematoma 
subungueal u onicohemia con 
onicólisis.
Figura 1-9 Psoriasis y fosillas ungueales.
8 Capítulo 1
Figura 1-12 Uñas azules en enfermedad de Wilson. Figura 1-13 Coiloniquia o uñas en cuchara.
Entre las patologías tumorales benignas más frecuentes se encuentran fibroqueratoma 
(véase la figura 11-6, en el capítulo 11), exostosis subungueal (figuras 11-18 a 11-20), encon-
droma (figuras 11-16 y 11-17), tumor glómico (figura 11-23), granuloma piógeno (figura 
11-23) y quiste mixoide (figuras 11-12 y 11-13). Aunque son menos comunes hay que tener 
presente la presencia de tumores malignos como carcinoma epidermoide (figuras 11-33 a 
11-39), carcinoma basocelular, queratoacantoma y melanoma (figuras 11-36 a 11-40).
Figura 1-15 Hemorragias en astilla.Figura 1-14 Uñas hipocráticas.
9Aparato ungueal: embriología, anatomía y fisiología
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Bibliografía
10
2
Exploración del aparato 
ungueal
Capítulo
•	 Roberto Arenas
Por lo general es difícil entender la patología ungueal, porque tiene una expresividad escasa, una 
morfologíasimilar y una nomenclatura compleja, además de que emplea términos confusos 
para la mayoría de los profesionales de la medicina. El médico suele tener poca experiencia 
en este campo, y el paciente o el propio dermatólogo muestra reticencia a la realización de 
una biopsia del aparato ungueal, por lo que suele perderse la oportunidad de hacer un diag-
nóstico correcto.
A la exploración, deben revisarse las uñas de manos y pies, observar si las alteraciones 
son simétricas, si se afecta la lámina, el lecho o la periferia de la uña, además de las mucosas o 
los pelos.
El estudio de las uñas se lleva a cabo mediante una adecuada inspección ocular, bajo ilu-
minación natural, si es posible, y sin esmaltes. Se debe aplicar un interrogatorio cuidadoso sobre 
el corte periódico, porque permite conocer la velocidad del crecimiento. 
Entre las maniobras para el diagnóstico, una muy sencilla en algunos tumores es 
la transiluminación o el uso del dermatoscopio (véanse las figuras 2-1, 3-7 y 9-4). Los es-
tudios complementarios más prácticos son el micológico o bacteriológico, la biopsia y los 
Figura 2-1 Transiluminación.
11Exploración del aparato ungueal
estudios radiográficos. Estas técnicas auxiliares para el diagnóstico suelen ser convenientes, eco-
nómicas y muchas veces definitivas para confirmar un diagnóstico.
La dermatoscopia, de la que existen muchos tipos, utiliza una lente de aumento de 
10×. Algunos dermatoscopios se adaptan a la computadora y permiten grabar de manera 
permanente las imágenes observadas. Otras opciones, entre el nuevo arsenal para diagnóstico 
dermatológico, son la microscopia confocal y las técnicas moleculares, en especial la reacción 
en cadena de polimerasa (PCR).
La onicopatología constituye 5 a 10% de las enfermedades dermatológicas y, entre éstas, 
las relacionadas con hongos en las uñas llegan a representar hasta 50% del total. Por ello, el tra-
dicional estudio micológico con examen directo con KOH o negro de clorazol, además del 
cultivo en agar de Sabouraud, forman parte de la rutina ante cualquier alteración de las uñas, 
aunque ahora se necesita la capacidad de identificar los mohos emergentes no dermatofitos 
(consúltese el capítulo 8).
En el estudio de una enfermedad de las uñas habrá que realizar también una adecuada 
exploración de la piel, los pelos y las mucosas, porque hay enfermedades, como el liquen 
plano, que se manifiestan por la presencia de pápulas poliédricas tan características que pue-
den ser determinantes en el diagnóstico (figura 5-11). Ante la presencia de fosillas (p. ej., en 
la soriasis) pueden ser determinantes las placas eritematoescamosas o las alteraciones en el 
cuero cabelludo (figura 5-22). En el eccema de manos se pueden observar eritema, vesículas, 
exulceraciones y liquenificación, acompañadas de prurito.
Cambios de aspecto en las uñas
Los cambios en las uñas se dividen en alteraciones de la forma, de la superficie y periungueales:
• Alteraciones en la forma: anoniquia, onicomadesis, coiloniquia, onicólisis, paquioni-
quia, hipocratismo digital y braquioniquia.
- Anoniquia es la falta de una parte o la totalidad de una o varias uñas (figura 2-2). La 
anoniquia temporal puede deberse a una onicomadesis relacionada con trastornos 
transitorios locales o sistémicos. Si es por cicatriz se llama onicoatrofia.
- Onicomadesis es la separación proximal de la lámina ungueal. Puede ser genética, 
como en la caída periódica de la uña (figura 2-3), o adquirida y ocasionada por al-
teraciones vasculares, intoxicaciones con fármacos o metales pesados y liquen plano, 
en ocasiones es causada por una onicólisis severa traumática, por deficiencia de cinc 
y estrés (figura 2-4).
Figura 2-2 Anoniquia. Figura 2-3 Caída periódica de la uña.
12 Capítulo 2
- Coiloniquia es la uña en cuchara; también se le denomina signo de la gota de agua. 
Predomina en manos. La lámina ungueal es delgada y asimétrica. Puede ser fisiológi-
ca, ocupacional, por deficiencia de hierro (anemia), liquen plano, hipoplasia dérmica 
focal, displasia ectodérmica hipohidrótica, tricotiodistrofia e idiopática (figura 2-5).
- Onicólisis es la separación distal o lateral de la lámina ungueal. Puede ser aguda y 
debida a traumatismos, sustancias químicas y medicamentos; cuando es crónica, 
puede deberse a hongos, sobre todo levaduras del género Candida y, con poca fre-
cuencia, T. rubrum (este dermatofito suele ocasionar hiperplasia epidérmica subun-
gueal, a lo que se le conoce como hiperqueratosis subungueal distal o lateral). La 
onicólisis por cosméticos se debe con mayor frecuencia a esmaltes, endurecedores, 
uñas artificiales y sustancias químicas, como el hipoclorito de sodio (consúltese el 
capítulo 14). Las onicólisis infecciosas pueden ser, además de micóticas, bacterianas 
y virales (figura 2-6).
Figura 2-6 Onicólisis por bacterias y Candida sp.
Figura 2-5 Coiloniquia.
Figura 2-7 Paquioniquia: uñas en garra.
Figura 2-4 Onicomadesis.
13Exploración del aparato ungueal
- Paquioniquia es el engrosamiento o hipertrofia de la lámina ungueal. En los casos 
extremos ocasiona onicogrifosis o uña en garra (figura 2-7). Cuando la uña tiene una 
sobrecurvatura longitudinal, se le conoce como uña en pico de loro; cuando ésta es 
transversal, uña en teja, pinza o tenaza (figuras 2-8 y 2-9).
- Hipocratismo digital es la sobrecurvatura transversal y longitudinal de la lámina un-
gueal. Son las uñas en vidrio de reloj y ocasionan los dedos en palillo de tambor. Las 
uñas hipocráticas pueden ser fisiológicas, acompañar a enfermedades genéticas car-
diovasculares o ser secundarias a padecimientos pulmonares, intestinales, tiroideas o 
hepáticas, por desnutrición o sida (figura 2-10). Acompañan a la paquidermoperios-
tosis (figura 2-11).
- Braquioniquia o uñas cortas. Afecta principalmente a los pulgares y adquiere aspecto 
de “uñas en raqueta”. La uña tiene un eje longitudinal más corto de lo normal y se 
puede acompañar de la falange (figura 2-12).
Figura 2-8 Onicogrifosis: uñas en pico de loro.
Figura 2-10 Hipocratismo digital.
Figura 2-9 Onicogrifosis: uñas en teja.
Figura 2-11 Lesiones cutáneas en la 
paquidermoperiostosis.
14 Capítulo 2
Figura 2-14 Traquioniquia.
• Alteraciones de la superficie: fosillas, fisuras y surcos, líneas horizontales y hendiduras:
- Las fosillas ungueales (pits) son depresiones puntiformes u hoyuelos sobre la superficie 
de la lámina ungueal. Constituyen el típico “signo del dedal” que se presenta en la 
psoriasis (figura 2-13). Cuando estas depresiones son muy pequeñas y están muy cer-
canas a la alteración que ocasionan, se les denomina traquioniquia y tienen el aspecto 
de “papel de lija” (figura 2-14). Por eso es muy importante determinar su tamaño y 
regularidad. Estas depresiones se pueden presentar junto a enfermedades dermatoló-
gicas como liquen plano, alopecia, eccema y psoriasis (figura 2-15). Pero también se 
presentan en paroniquia, onicomicosis, fiebre reumática y tuberculosis.
- Fisuras y surcos son depresiones horizontales que se presentan sobre la superficie de la 
lámina ungueal. Cuando son muy profundas se les conoce como líneas de Beau y se 
deben a una detención en el crecimiento de la matriz (figura 2-16). La forma clásica 
Figura 2-15 Lesiones de psoriasis en cuero cabelludo.
Figura 2-13 Hoyuelos en psoriasis: 
signo del dedal.
Figura 2-12 Braquioniquia.
15Exploración del aparato ungueal
se hace evidente en las uñas de las manos 4 a 8 semanas después del trastorno sisté-
mico; la profundidad de este surco oblicuo es variable. A veces se trata de una línea 
transversa; sin embargo, cuando el trastorno es grave, el surco se vuelve muy oblicuo y 
puede llevar a onicomadesis (figura 2-17). Este surco móvil con avance distal de 2.1 a 
5 mm por mes puede afectar a las 20 uñas, pero siempre es más notorio en las uñas de 
las manos. En algunos casos se presenta con leuconiquia, sobre todo relacionada con 
quimioterapia. Se encuentra en pacientes con enfermedades sistémicas agudas como 
fiebre,eritrodermia, hepatitis y enfermedad de Raynaud. Entre los factores locales se 
señalan uso prolongado de torniquetes en actos quirúrgicos, fenolización, paroniquia 
por psoriasis o eccema.
- Las líneas horizontales, que casi siempre son múltiples, se presentan como conse-
cuencia de eccema de manos, perionixis de diferente etiología, traumatismo como 
manicura y tics, además del uso de medicamentos citostáticos (figura 2-18). Cuando 
son múltiples, regulares y afectan las uñas de pulgares, constituyen la distrofia ungueal 
media canaliforme, que puede ser genética o adquirida, como la distrofia facticia 
(figura 2-19).
Figura 2-16 Líneas de Beau.
Figura 2-18 Líneas horizontales múltiples.Figura 2-17 Onicomadesis secundaria 
a surco transversal.
16 Capítulo 2
Figura 2-19 Distrofia ungueal media canaliforme.
Figura 2-21 Onicorrexis.
Figura 2-20 Hendidura longitudinal secundaria a 
tumor de matriz.
Figura 2-22 Pterygium (terigión) dorsal.
- Las hendiduras son depresiones longitudinales que se presentan a lo largo de la lámina 
ungueal. Cuando resultan únicas pueden ser la expresión de un tumor presente en 
la matriz ungueal (figura 2-20). Cuando son múltiples constituyen la onicorrexis y 
se observan en liquen plano o enfermedad de Darier, o pueden ser ocasionadas por 
radiodermitis (figura 2-21).
• Alteraciones periungueales: Pterygium (terigión) ungueal, paroniquia y onicocriptosis.
- El pterygium (terigión) ungueal, que puede ser ventral o dorsal (figura 2-22), se des-
cribe en principio en el capítulo 1, y se trata con más amplitud en el capítulo 3.
- Paroniquia o perionixis es la inflamación de los tejidos periungueales (sobre todo la 
cutícula). Cuando es aguda, casi siempre afecta a una sola uña y resulta secundaria 
a traumatismo repetido. Cuando es crónica, afecta a varias uñas, suele relacionarse 
con inmersión prolongada de las manos en agua e indica la presencia de una micosis 
17Exploración del aparato ungueal
como candidosis. También es posible que se relacione con oportunistas como Fusa-
rium (figura 2-23).
- La onicocriptosis es la introducción de la uña en las regiones periungueales vecinas. Con 
más frecuencia, se ven afectados los primeros ortejos en las regiones laterales, pero 
también se puede afectar la parte distal de la uña y, además, cualesquiera de las otras 
uñas (figura 2-24).
Cambios de color en las uñas
Las alteraciones discrómicas de las uñas pueden ser endógenas o exógenas (figuras 2-25, 4-1 
y 4-2). Las primeras se manifiestan porque los cambios de color suelen seguir la línea de la 
lúnula; las segundas, las de la cutícula. Pueden deberse a traumatismos y agentes físicos, 
Figura 2-23 Paroniquia crónica. Figura 2-24 Onicocriptosis.
Figura 2-25 Esquema de la pigmentación ungueal sistémica y local.
18 Capítulo 2
sustancias químicas, fármacos, hongos y bacterias, dermatosis, enfermedades sistémicas, ade-
más de nevos y tumores (figura 2-26).
Algunas discromías ungueales son leuconiquia, melanoniquia, xantoniquia, cloroni-
quia, eritroniquia, uñas azules y hemorragias en astilla.
Entre ellas destaca la melanoniquia longitudinal, que se caracteriza por la presencia de 
bandas oscuras estrechas que afectan la lámina ungueal y que se deben al depósito de mela-
nina; sin embargo, la presencia de sangre u otros cromógenos llega a simular este trastorno 
(figura 2-27). Estas bandas pueden ser únicas y tener origen neoplásico o no neoplásico.
• Entre las causas de bandas melanoniquínicas únicas neoplásicas se encuentran el síndrome 
del túnel carpiano, cuerpos extraños subungueales, hematoma longitudinal, irradiación 
local, hiperpigmentación posinflamatoria y traumatismos agudos o crónicos (figura 2-28).
• Entre las causas de bandas melanoniquínicas no neoplásicas se encuentran nevos, prolifera-
ción de melanocitos y melanoma, además de otras de origen no melanocítico, como quiste 
mucoso, histiocitoma, verruga vulgar, enfermedad de Bowen y carcinoma basocelular.
Figura 2-26 Melanoniquia por melanoma maligno. Figura 2-27 Melanoniquia longitudinal.
Figura 2-28 Melanoniquia friccional.
19Exploración del aparato ungueal
Las bandas múltiples pueden deberse a enfermedades dermatológicas, como el síndrome 
de Laugier-Hunzinker o el liquen plano o estriado; o a fármacos, como antimaláricos, arséni-
co, bleomicina, busulfán, ciclofosfamida, doxorrubicina, 5-fluorouracilo, oro, hidroxiurea, 
cetoconazol, melfalán, metotrexato, minociclina, fenotiazina, fenitoína, soralenos, sulfona-
midas, tetraciclinas y cidovudina, entre otros (figuras 2-29 y 4-1). También pueden tener 
origen infeccioso, como en el sida, bacteriano o por Candida u hongos dematiáceos, como 
Alternaria sp y Scytalidium sp (figura 9-12).
Ante quimioterapia, la pigmentación de las uñas puede deberse a doxorrubicina, ciclo-
fosfamida e hidroxiurea. Los cambios observados son bandas longitudinales y transversales, 
además de oscurecimiento difuso. Estas manchas se han relacionado con efectos tóxicos 
de los medicamentos, fotosensibilización y estimulación focal de melanocitos en la matriz 
(figuras 3-22 y 4-1).
Figura 2-29 Melanoniquia por citostáticos.
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3Capítulo
20
Signos físicos de las uñas
•	 Elsa Vázquez del Mercado
En este capítulo se enumeran los signos físicos fundamentales en el diagnóstico de las enfer-
medades de las uñas. También se señalan algunos síndromes (uñas amarillas) o alteraciones 
tan características (onicofagia, onicotilomanía) que su sola presencia determina el diagnós-
tico de la enfermedad. En algunos casos, por su importancia y frecuencia, se mencionan las 
causas etiológicas (coiloniquia, fosillas, líneas de Beau, onicólisis, leuconiquia, hemorragias 
en astilla, paroniquia), de manera que faciliten el diagnóstico fundamental.
Dedos hipocráticos o en palillo de tambor
Se caracterizan por aumento en la curvatura longitudinal y transversal de la uña, junto con 
crecimiento de los tejidos blandos (figura 3-1). Existen dos formas clínicas: hereditaria y 
adquirida:
• Forma hereditaria o idiopática. Se transmite por herencia autosómica dominante o ligada 
al sexo. Por lo general se hace evidente después de la pubertad. Afecta a las uñas de las 
manos y los pies. Se ha descrito una forma congénita, que es rara (5 a 10%). En este 
rubro se incluye al hipocratismo que acompaña a la paquidermoperiostosis (véase la 
figura 2-11).
• Forma adquirida simple. Es la más común (90 a 95%). Por lo general inicia en el dedo 
pulgar, en la porción proximal de la uña. Puede apreciarse una estría transversal. Es 
asintomática, pero en caso de inicio rápido puede haber dolor.
Figura 3-1 Dedos en palillo de tambor.
21Signos físicos de las uñas
Se caracteriza por aumento del tejido conectivo entre la lámina ungueal y la falange. Al 
principio, va de color rosa a lila y más adelante se vuelve cianótica. El hipocratismo digital suele 
tardar semanas a meses en establecerse y puede revertirse cuando no es de larga duración. No 
se han descrito cambios apreciables mediante métodos radiológicos. 
El diagnóstico se puede hacer mediante la medición del ángulo de Lovibond, que se 
forma entre la lámina ungueal y el pliegue proximal. El ángulo normal suele medir 160°; 
en el hipocratismo digital es mayor, y llega hasta 180° (figuras 3-2 y 3-3). Este ángulo es el 
que se observa si ambos dedos se colocande perfil, uno contra otro. Además, se forma una 
ventana en forma de diamante, que desparece ante los dedos en palillo de tambor. En el seu-
dohipocratismo, este ángulo se preserva y sólo hay sobrecurvatura de la uña en ambos ejes.
Las causas de esta alteración son multifactoriales. La hipótesis más probable es el aumento 
en el aporte sanguíneo secundario a cortocircuitos arteriovenosos en los dedos, con subsecuente 
congestión vascular en el nivel del lecho ungueal, hiperplasia y edema de tejidos blandos.
Figura 3-2 Esquema del ángulo de Lovibond.
Figura 3-3 Seudonhipocratismo digital, ángulo de Lovibond.
22 Capítulo 3
Este signo se ha descrito en:
a) Osteoartropatía pulmonar hipertrófica, acompañada de cambios radiológicos, como 
desmineralización de las falanges y engrosamiento cortical de diáfisis.
b) Carcinoma broncogénico en varones.
c) Enfermedades cardiovasculares: cardiopatías congénitas cianóticas, insuficiencia cardiaca, 
endocarditis bacteriana, mixoma auricular, acrocianosis y perniosis.
d) Enfermedades endocrinas: postiroidectomía, mixedema, cretinismo, y en 44% en sín-
drome de Crow-Fukase o POEMS (polineuropatía, organomegalia, endocrinopatía, 
proteína M y cambios cutáneos [skin changes]).
e) Alteraciones gastrointestinales: diarrea crónica, enfermedad celiaca, uso prolongado de 
laxantes, colitis ulcerativa, enfermedad de Crohn, anorexia nerviosa, síndrome de Peutz-
Jeghers, poliposis, esteatorrea, hepatitis, cirrosis, ictericia obstructiva e infecciones (ame-
biasis, disentería, tuberculosis, ascariasis) y candidosis mucocutánea crónica.
f ) Enfermedades hematológicas: policitemia vera y neutropenia crónica familiar.
g) Infecciones: empiemas, absceso pulmonar, tuberculosis, paracoccidioidomicosis, neu-
monía, pielonefritis, sífilis, lepra y fiebre reumática.
h) Carcinomas: hepatocarcinoma; carcinomas esofágico, colónico y de intestino delgado; linfo-
ma de Hodgkin; neoplasias pulmonares; sarcoma de Kaposi, y leucemia mielocítica crónica.
i) Padecimientos neurológicos: siringomielia.
j) Alteraciones metabólicas: desnutrición, kwashiorkor e hipervitaminosis A.
k) Trastornos respiratorios: enfisema pulmonar, fibrosis pulmonar, asma, sarcoidosis, quistes 
pulmonares y bronquitis.
l) Enfermedades reumatológicas: esclerodermia, enfermedad de Raynaud y lupus eritema-
toso sistémico.
m) Intoxicaciones: arsénico, fósforo, alcohol, mercurio, berilio, cloruro de vinilo y heroína.
n) Alteraciones vasculares: síndromes de Maffucci y de Osler-Weber-Rendu.
No es frecuente, pero se ha informado hipocratismo digital unilateral en casos de linfangitis, 
tumor de Pancoast, gota, subluxación de hombro, daño del nervio mediano, traumatismo 
local, aneurisma arterial, fístula arteriovenosa, eritromelalgia, sarcoidosis, encondroma, in-
clusiones subungueales y osteomas.
Uña en concha
Se caracteriza por un aumento en la curvatura longitudinal de la uña, junto con atrofia del 
lecho. Se desconoce la causa. Es lo contrario de los dedos hipocráticos. Se ha reportado en 
una niña con neumonía por bronquiectasias en las uñas de las manos y del primer ortejo.
Coiloniquia
También se le denomina uñas en cuchara. Al principio, las uñas se aplanan y, más adelante, la 
lámina ungueal se evierte y da lugar a una concavidad (figura 3-4). Puede afectar a todas las uñas 
23Signos físicos de las uñas
de las manos, aunque es menos frecuente en las de los pies. Se considera un fenómeno 
fisiológico cuando afecta al primer ortejo en niños menores de dos años de edad. Existe 
una forma congénita relacionada con defectos ectodérmicos que se transmite con herencia au-
tosómica dominante. En las formas adquiridas, la patogénesis es multifactorial. Las uñas se 
aprecian débiles y suaves. Estas alteraciones se han relacionado con bajos niveles de cisteína.
Este signo (llamado “de la gota de agua”) se ha descrito en:
 a) Padecimientos congénitos: síndrome uña-rótula, displasia condroectodérmica, síndrome 
de LEOPARD (siglas de lentiginosis, electrocardiograma con trastornos de la conducción, 
hipertelorismo ocular, estenosis pulmonar, anormalidades genitales, retardo del creci-
miento y sordera neurosensorial [deafness]), síndrome de Nezelof, incotinentia pigmenti 
(incontinencia pigmentaria), acrogeria, queratodermia palmoplantar, hipoplasia dérmica 
focal, monilethrix y esteatocistoma múltiple.
 b) Isquemia cardiaca.
 c) Psoriasis, liquen plano, liquen estriado, alopecia areata, enfermedad de Darier y esclerosis 
sistémica con fenómeno de Raynaud.
 d) Intoxicación por tioglicolatos.
 e) Trastornos endocrinos: tirotoxicosis, hipotiroidismo, acromegalia y diabetes mellitus.
 f ) Alteraciones gastrointestinales: posgastrectomía, malabsorción, síndrome de Plummer-
Vinson, sideropenia y glositis.
 g) Enfermedades hematológicas: policitemia vera, tumor de eritropoyetina, deficiencia de 
hierro, hemoglobinopatías y enfermedad de Banti.
 h) Infecciones: sífilis y onicomicosis.
 i) Trastornos metabólicos y nutricionales: porfiria cutánea tardía, hemocromatosis, caquexia, 
deficiencia de cisterna y avitaminosis.
 j) Postrasplante renal.
Figura 3-4 Coiloniquia en ama de casa.
24 Capítulo 3
 k) Enfermedades de tejido conectivo: enfermedad de Raynaud y esclerodermia.
 l) Factores externos: trauma ocupacional (contacto con cemento, álcalis, ácidos, petróleo, 
solventes), onicofagia, congelamiento, quemaduras y síndrome del túnel carpiano.
 m) Forma fisiológica en niños y recién nacidos.
 n) Formas idiopática y racial.
Síndrome de las uñas amarillas
Lo describieron Samman y White y se caracteriza por la tríada de uñas amarillas, linfedema 
y enfermedad respiratoria.
La clave es el crecimiento lento (0.1 a 0.25 mm por semana); sólo hay que cortarlas una 
o dos veces por año. Las uñas son de color amarillo verdoso, se ven engrosadas, con aumento 
en las curvaturas longitudinal y transversal. La lúnula es pequeña o está ausente. No hay 
cutícula. Puede existir onicólisis y, en ocasiones, las uñas se caen por completo. Los tejidos 
periungueales presentan edema, lo que simula paroniquia (figura 3-5).
Es un padecimiento multifactorial. Se han descrito alteraciones en el drenaje linfático, 
además de metabólicas, isquémicas, nutricionales o tóxicas. También se ha relacionado con:
 a) Enfermedades cardiovasculares: insuficiencia cardiaca e infarto del miocardio.
 b) Tratamiento con d-penicilamina.
 c) Trastornos endocrinos: hipo e hipertiroidismo y diabetes mellitus.
 d) Ascitis, linfangiectasia.
 e) Defectos inmunológicos: hipogammaglobulinemia, disminución de IgA e IgM, sida.
 f ) Infecciones: tuberculosis y sífilis.
 g) Malignidad: sarcoma, enfermedad de Hodgkin, macroglobulinemia, carcinoma de laringe 
y endometrio.
 h) Síndrome nefrótico, hipoplasia renal.
 i) Trastornos respiratorios: derrame pleural, bronquiectasias, bronquitis crónica, enferme-
dad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), asma y sinusitis crónica.
Figura 3-5 Síndrome de uñas amarillas. Figura 3-6 Fosillas ungueales, signo del dedal.
25Signos físicos de las uñas
 j) Artritis reumatoide.
 k) Linfedema congénito, retraso mental y apnea del sueño.
Fosillas ungueales (“pitting”)
También se les denomina depresiones de Rosenau. Cuando es una sola depresión de gran ta-
maño, que inicia en la lúnula y avanza con el crecimiento ungueal, se denomina elkonyxis; 
también se ha descrito en secundarismo sifilítico, psoriasis, síndrome de Reiter y trauma. Se 
observan como depresiones puntiformes en la uña, por defecto de formación en la matriz 
(figura 3-6). La longitud de la fosilla indica la duración del daño a la matriz, mientras que la 
profundidad y anchura hablan de la extensión. En la histopatología se observa paraqueratosis 
focal en la matriz proximal.
Se ha relacionado con:
 a) Psoriasis (signo del dedal), eccema, alopecia areata, paraqueratosis pustulosa, pitiriasis 
rosada, onicomicosis, pénfigo vulgar y edema crónico.
 b) Sífilis.
 c) Histiocitosis.
 d) Enfermedades de tejido conectivo: artritis soriásica, lupus eritematososistémico y der- 
matomiositis.
 e) Ocupación, manicura.
 f ) Enfermedad de Reiter, sarcoidosis.
Líneas de Beau
En 1846, el cardiólogo parisino Joseph Honoré Simone Beau describió estas líneas en pa-
cientes con tifoidea y otras enfermedades sistémicas agudas. De Nicola y colaboradores las 
describieron como depresiones de Rosenau. Se trata de depresiones transversales en la lámina 
ungueal, que van lado a lado y avanzan en forma distal, junto con el crecimiento de la uña. 
Se deben a una interrupción temporal en el crecimiento de la matriz (véanse las figuras 1-5 
y 2-16). Se puede hacer un cálculo aproximado del tiempo en que se produjo, si se divide la 
distancia del pliegue proximal a la línea entre la tasa de crecimiento de la uña.
Las líneas de Beau pueden afectar a las uñas de las manos y los pies. Cuando sólo apare-
cen en una uña, la causa suele estar en ésta. En la histología se aprecia que la queratinización 
epidérmica está alterada.
Se han descrito en relación con:
 a) Enfermedades dermatológicas: eccema, eritrodermia, paroniquia, síndrome de Stevens-
Johnson y acrodermatitis enteropática (deficiencia de cinc).
 b) Diabetes mellitus. 
 c) Síndrome febril, oclusión coronaria, choque, sida, enfermedad de Kawasaki y quimioterapia.
 d) Dismenorrea.
 e) Enfermedad de Raynaud.
 f ) Traumatismo, manicura, síndrome de túnel carpiano, torniquete.
26 Capítulo 3
Traquioniquia
En 1950, Alkiewicz describió este signo. Las uñas tienen superficie áspera, estrías longitudi-
nales y aspecto de lija; son frágiles y quebradizas (figura 3-7). También se ha descrito como 
distrofia idiopática de las veinte uñas. Existen una forma congénita y una adquirida. 
La forma adquirida se ha visto en contacto con químicos, psoriasis, liquen plano, alopecia 
areata, ictiosis vulgar, displasia ectodérmica y deficiencia de IgA.
Onicauxis
Se caracteriza por hipertrofia ungueal sin deformidad. Puede ser resultado de trauma, enfer-
medad de Darier, psoriasis, pitiriasis rubra pilaris y acromegalia (figura 3-8). También hay 
casos hereditarios. El tratamiento es con base en desbridación mecánica o química con urea 
a 40 por ciento.
Onicogrifosis
Hipertrofia ungueal que simula garras. Puede ser causada por traumatismo, enfermedad 
vascular periférica y, con frecuencia, descuidos. Se observa más en ancianos (véase también 
la figura 2-8).
Onicomadesis
Representa un detenimiento temporal en la función de la matriz ungueal. La uña se desprende 
en capas a partir del pliegue proximal. Puede ser resultado de alteraciones neurológicas, 
diálisis peritoneal, micosis fungoides, liquen plano erosivo (véase la figura 5-13) o queratosis 
punteada palmar y plantar. 
Uñas mitad y mitad
La uña se aprecia con su porción proximal blanca, muy bien demarcada de la parte distal, 
que es rojiza, rosada o marrón. Se relaciona con enfermedad renal crónica con azotemia 
(figura 3-9). También se observan en ancianos, en quimioterapia y sida.
Figura 3-7 Traquioniquia en distrofia de las
20 uñas.
Figura 3-8 Acromegalia, hipertrofia ungueal.
27Signos físicos de las uñas
Figura 3-9 Uñas mitad y mitad en insuficiencia 
renal.
Líneas de Mees
En 1910, Mees describió estas bandas blancas transversales, que son resultado de envene-
namiento por arsénico o talio. También se deben a septicemia, aneurisma aórtico disecante, 
infecciones parasitarias, quimioterapia e insuficiencia renal aguda o crónica (figura 3-10).
Uñas de Terry
Esta forma de leuconiquia fue descrita hace 55 años en pacientes con cirrosis. Por lo general, 
las uñas adquieren un color blanco opaco que afecta casi toda la uña, hasta 1 a 2 mm del borde 
distal. Hay una banda marrón o rosada paralela al borde, que mide 0.5 a 3 mm de ancho. El 
cambio de color se debe a cambios en el nivel del lecho ungueal y se ha descrito también 
en insuficiencia cardiaca congestiva, diabetes mellitus y edad avanzada (véase la figura 1-11). Las 
líneas de Muehrcke son bandas blancas transversales, paralelas a la lúnula y separadas de ésta 
y entre sí por bandas de uña rosada. Están relacionadas con hipoalbuminemia y desaparecen 
cuando los niveles son normales (figura 3-11).
Figura 3-10 Líneas de Mees por citostáticos.
Figura 3-11 Líneas de Muehrcke en insuficiencia renal crónica.
28 Capítulo 3
Figura 3-12 Onicosquisis.
Onicorrexis
Uñas frágiles, quebradizas, que pueden ser resultado de exposición crónica al agua y el ja-
bón, removedores de barniz (quitaesmalte), anemia, hipotiroidismo o terapia con retinoides 
sistémicos (véase la figura 2-17). Se observan hendiduras longitudinales, más evidentes en el 
borde distal. Son frecuentes en mujeres mayores de 40 años de edad. Hace poco se describió 
la utilidad del suplemento diario de biotina (2.5 mg) que aumenta el grosor ungueal hasta 
en 25 por ciento.
Onicosquisis
El borde distal de la uña se abre en capas o láminas. Se debe a la dehiscencia de las capas de 
queratina y tal vez es causada por deshidratación (figura 3-12). Es común en mujeres. Re-
lacionada con uso de detergentes. Como tratamiento se sugiere evitar el uso de esmaltes, 
manicura y se ha encontrado beneficio con la ingesta de biotina y el uso de emolientes.
Hapaloniquia
Uñas muy suaves, que se doblan por defectos en el nivel de la matriz. Se ha atribuido a 
malnutrición y está relacionada con lepra, mixedema, fenómeno de Raynaud, terapia con 
retinoides o radioterapia (figura 3-13). 
Distrofia ungueal media
Consiste en la formación de un canal o hendidura longitudinal en la porción media de la 
uña, en especial de pulgares (figura 3-14). Se origina en la porción proximal. Se cree que 
la causa principal es el traumatismo, aunque también puede ser resultado de un papiloma en 
el nivel de la matriz. Es muy parecida a la distrofia ungueal media canaliforme de Heller, con 
imagen en pino invertido. Su causa es desconocida, pero se muestra cierta tendencia familiar. 
También resulta muy semejante a la onicodistrofia facticia o por tic, que suele producirse en 
el dedo pulgar por el hábito repetido de frotar la lámina ungueal con otro dedo, lo que daña 
la matriz ungueal.
Figura 3-13 Hapaloniquia.
29Signos físicos de las uñas
Uñas en pinza, en teja o trompeta
Es casi exclusiva de las uñas de los pies. Se debe a una sobrecurvatura transversal que oca-
siona que los bordes laterales de la lámina ungueal se aproximen entre sí, comprimiendo el 
lecho y la dermis subyacente (figura 3-15). Puede ser hereditaria o estar relacionada con cal-
zado ajustado, psoriasis y consumo de beta bloqueadores. En caso de dolor crónico se sugiere 
la ablación química o quirúrgica de la uña. 
Onicólisis
Es la separación espontánea de la uña y el lecho ungueal (véase la figura 2-6). En casi todos 
los casos, inicia a partir de la porción distal y progresa hacia la proximal; se ven afectadas una 
o varias uñas. Es más común en mujeres jóvenes. A menudo se infecta con bacterias, como 
Pseudomonas, o levaduras, como Candida (figura 3-16).
Se ha descrito en:
 a) Psoriasis, dermatitis atópica, eccema crónico y liquen plano.
 b) Isquemia periférica.
 c) Tratamiento con tetraciclinas, benoxaprofeno, indometacina, tiazidas, anticonceptivos 
orales, citotóxicos, retinoides, soralenos, alopurinol, fluoroquinolonas, cloranfenicol. 
Figura 3-14 Distrofia ungueal media. Figura 3-15 Uñas en teja o trompeta.
Figura 3-16 Onicólisis dermatofítica.
30 Capítulo 3
La fotoonicólisis ocurre con la administración de un medicamento fototóxico, como 
dimetil-cloro-tetraciclina, o como complicación de PUVA (de [P]soralenos + luz ultravio-
leta A).
 d) Alteraciones tiroideas como tirotoxicosis y diabetes mellitus.
 e) Anemia.
 f ) Cáncer: mieloma múltiple, amiloidosis, carcinoma de pulmón, histiocitosis X, reticu-
lohistiocitosis multicéntrica y síndrome carcinoide.
 g) Porfiria eritropoyética, porfiria cutánea tardía.
 h) Neuritis, pelagra y deficiencia de hierro.
 i) Bronquiectasias.
 j) Enfermedades de tejido conectivo: lupus sistémico, esclerodermia y enfermedad de 
Raynaud.
 k) Sífilis.l) Trauma, hiperhidrosis, contacto con químicos, inmersión prolongada en agua.
 m) Enfermedad injerto contra huésped, embarazo.
Leuconiquia
Es la coloración blanca de la uña (figuras 3-17 y 3-18). Puede ser congénita o adquirida. La 
leuconiquia adquirida se divide en verdadera (cuando afecta a la lámina ungueal), aparente 
(secundaria a cambios en el lecho) o seudoleuconiquia (por infección micótica).
La leuconiquia congénita suele afectar a toda la uña. Puede transmitirse con patrón au-
tosómico dominante. Se trata de una alteración aislada o coexiste con coiloniquia, sordera, 
o ambas.
La leuconiquia adquirida afecta a la porción proximal de la lámina ungueal (subtotal) o 
se presenta en forma puntiforme, transversa o longitudinal (figura 3-19).
En la forma subtotal, la leuconiquia se debe a la refracción de la luz por parte de los nú-
cleos de los onicocitos más proximales; cuando llegan a la porción distal, pierden su núcleo 
y la coloración se vuelve normal.
Figura 3-17 Leuconiquia congénita total. Figura 3-18 Leuconiquia dermatofítica, onicomicosis 
blanca superficial.
31Signos físicos de las uñas
La forma puntiforme afecta sobre todo a las uñas de las manos y se considera que es 
resultado de microtraumatismos, lo que origina alteraciones focales en la queratinización.
La forma longitudinal se manifiesta como una banda blanca que puede ser congénita o 
adquirida. La forma adquirida puede deberse a una tumoración proximal que impide la que-
ratinización normal de la lámina. La leuconiquia transversal puede afectar varias uñas en el 
mismo nivel. Es posible que se relacione con enfermedad sistémica o traumatismo.
A continuación se enumeran algunas causas de leuconiquia:
 a) Infarto del miocardio, enfermedad vascular.
 b) Drogas citotóxicas, pilocarpina, sulfonamidas, cortisona, emetina, trazodone.
 c) Enfermedad de Addison, hipocalcemia.
 d) Cirrosis, colitis ulcerativa.
 e) Anemia.
 f ) Triquinosis, malaria, enfermedades por rickettsias, tifo endémico, herpes zoster.
 g) Enfermedad de Hodgkin, síndrome carcinoide.
 h) Envenenamiento por monóxido de carbono, alcalosis, gota, hemocromatosis, choque.
 i) Neuropatía periférica.
 j) Caquexia, ayuno, malabsorción, deficiencia de proteínas, deficiencia de cinc, pelagra, 
hiperalbuminemia.
 k) Insuficiencia renal postrasplante renal.
 l) Neumonía.
 m) Manicura, cirugía, fracturas.
 n) Lupus eritematoso sistémico.
 o) Arsénico, talio, antimonio, fluoruro, plomo, ácido nítrico.
Figura 3-19 Leuconiquia punteada
32 Capítulo 3
Se ha informado leuconiquia estriada o transversa en casos de insuficiencia cardiaca, in-
farto del miocardio, insuficiencia renal aguda y crónica, neumonía, enfermedad de Hodgkin, 
intoxicación por arsénico o talio, pelagra, lepra, malaria y anemia falciforme.
La leuconiquia aparente puede ser resultado de insuficiencia hepática (uñas de Terry), 
hipoalbuminemia (líneas de Muehrcke), uremia, anemia o lepra (figura 3-11). También puede 
ser causada por quimioterapia o retinoides sistémicos.
Melanoniquia
Pigmentación café o negra de la uña. Puede ser de origen racial en personas de piel oscura 
(figura 3-20), postraumática, relacionada con enfermedad sistémica, ingesta de medicamen-
tos (figura 3-21) o posinflamatoria. 
Se puede observar pigmentación de las uñas en:
 a) Acantosis nigricans, enfermedad de Addison.
 b) Síndrome de Peutz-Jeghers, sindrome de Laugier-Hunziker (figuras 3-22 y 3-23). 
 c) Deficiencia de vitamina B12.
 d) PUVA.
 e) Antimaláricos, minociclina, terapia con oro, zidovudina (AZT) y radioterapia.
 f ) Fricción.
 g) Infecciones por bacterias u hongos.
 h) Nevos melanocíticos.
 i) Melanoma maligno.
Cuando la pigmentación es de aparición reciente, de cambios rápidos, ocurre en pa-
cientes de raza blanca o no tiene una causa, se sugiere realizar una biopsia en el origen de la 
mancha para descartar proliferación melanocítica.
Figura 3-20 Melanoniquia racial. Figura 3-21 Melanoniquia por citostáticos.
33Signos físicos de las uñas
Uñas verdes
También se les conoce como cloroniquia. Se trata de una coloración verdosa en banda o 
irregular, que puede acompañarse de onicólisis y suele ser resultado de infección por Pseudo-
monas aeruginosa (figura 3-24).
Hematoma subungueal
Por lo general, es resultado de traumatismos, presión prolongada o calzado mal ajustado. Puede 
confundirse con melanoma maligno, por la presencia del signo tricolor (figura 3-25). Tam-
bién puede ser expresión de una discrasia sanguínea, como leucemia, o depresión de médula 
ósea por quimioterapia.
Uñas napolitanas
También se les denomina uñas blancas de la vejez. Las uñas muestran tres bandas: una proxi-
mal blanquecina, una distal rosada y un borde libre opaco. Se ha mencionado prevalencia de 
19% en personas mayores de 70 años. Afectan por igual a hombres y mujeres y se cree que son 
secundarias a cambios en el lecho ungueal debidos a la edad.
Figura 3-24 Cloroniquia por Pseudomonas sp. Figura 3-25 Hematoma subungueal por 
traslapado.
Figura 3-22 Síndrome de Peutz-Jeghers: pigmentación 
ungueal.
Figura 3-23 Síndrome de Peutz-Jeghers: pigmentación 
bucal.
34 Capítulo 3
Figura 3-26 Eritroniquia o lúnula roja. Figura 3-27 Argiria: lúnulas azules.
Pterygium (terigión) ungueal
Edwards lo describió en 1948. El pliegue proximal se fusiona con la matriz y el lecho ungueal, 
y se observa una extensión anormal de la cutícula sobre la lámina ungueal. Es posible que se 
pierda toda la lámina. Resulta característico del liquen plano, aunque se ha descrito también 
en lepra, enfermedad vascular periférica, síndrome de Raynaud, esclerodermia, sarcoidosis, 
diabetes mellitus y cambios posteriores a la radioterapia (véanse las figuras 2-22 y 5-12).
Pterygium ungueal inverso o terigión ventral
El extremo distal del lecho se adhiere a la porción ventral de la lámina ungueal. Se ha descrito 
una forma congénita, pero esta alteración suele ser adquirida y secundaria a esclerosis sisté-
mica progresiva, lupus eritematoso sistémico, enfermedad vascular periférica y traumatismo 
(véase la figura 1-7). En el tratamiento llega a ser necesaria la escisión del hiponiquio.
Lúnula roja o eritroniquia
Es un eritema confinado a la lúnula. Se presenta casi siempre en enfermedades sistémicas o 
dermatosis graves. Hay un eritema bien demarcado de la lúnula, más evidente en pulgares. 
Puede adquirir un tinte púrpura y se ha explicado por hiperemia del lecho. Se ha descrito 
en alopecia areata y en pacientes con tratamiento mediante prednisona para artritis reumatoide, 
lupus sistémico o dermatomiositis (figura 3-26). También en insuficiencia cardiaca, cirrosis, 
linfogranuloma venéreo, psoriasis, vitíligo, urticaria crónica, liquen escleroso y atrófico, envene-
namiento por monóxido de carbono, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), 
reticulosarcoma. Puede deberse al uso de medicamentos o ser idiopática.
Uña azul
Es la coloración azulada del lecho ungueal. Por lo general resulta profunda y permanente. Se 
presenta en casos de argiria, esquemas quimioterapéuticos, antimaláricos, enfermedad de Wilson, 
enfermedad por hemoglobina M y telangiectasias acrolabiales hereditarias (figura 3-27).
35Signos físicos de las uñas
Hemorragias en astilla
Las hemorragias del lecho ungueal suelen tener una disposición longitudinal. Son resultado 
de la extravasación de sangre y avanzan en forma distal (véase la figura 1-15). Afectan con más 
frecuencia a hombres, en pulgar e índice de la mano dominante. Se observan mejor en el 
tercio distal de la uña. En casi todos los casos se deben a traumatismo, pero cuando se ob-
servan en varias uñas y están cercanas a la lúnula, pueden deberse a enfermedad sistémica. 
Una de las enfermedades sistémicas con la que más se les ha relacionado es la endocarditis 
bacteriana (7 a 13%). 
Este signo se ha descrito en:
 a) Enfermedades cardiovasculares: endocarditis bacteriana, estenosis mitral, embolismo 
arterial, hipertensión.
 b) Tratamiento con radioterapia, 8-metoxisoraleno, tetraciclinas.
 c) Enfermedadesendocrinas: tirotoxicosis, diabetes mellitus, hipoparatiroidismo.
 d) Alteraciones gastrointestinales: cirrosis, úlcera péptica, hepatitis crónica activa, hemocro-
matosis.
 e) Padecimientos hematológicos: anemia, diátesis hemorrágica, púrpura, trombocitope-
nia, crioglobulinemia.
 f ) Infecciones: triquinosis, septicemia, sitacosis, infección por VIH.
 g) Trastornos metabólicos y nutricionales: amiloidosis, porfiria, escorbuto.
 h) Malignidad: leucemia, histiocitosis.
 i) Trastornos renales: diálisis, hemodiálisis, insuficiencia renal, glomerulonefritis.
 j) Fibrosis quística, sarcoidosis.
 k) Enfermedades de tejido conectivo: artritis reumatoide, enfermedad de Behçet, enferme-
dad de Raynaud, lupus eritematoso sistémico, síndrome antifosfolípidos y vasculitis.
 l) Traumatismo o baja tensión de oxígeno al escalar montañas elevadas.
 m) Síndrome de Osler-Weber-Rendu, enfermedad de Buerger.
 n) Enfermedades dermatológicas: eccema de manos, psoriasis, pitiriasis rubra pilaris y onico-
micosis.
Anoniquia
Significa ausencia de uñas (véase la figura 2-2). Puede ser resultado de defectos ectodérmicos 
congénitos, ictiosis, infección grave, traumatismo, fenómeno de Raynaud, liquen plano, 
enfermedades exfoliativas graves o secuela de síndrome de Stevens-Johnson.
Onicofosis
Se caracteriza por tejido hiperqueratósico formado entre el pliegue proximal o lateral y la 
lámina ungueal. Es más común en el primero y quinto ortejos. Es frecuente en personas de 
edad avanzada y puede ser resultado de traumatismos repetidos. Se trata mediante querato-
líticos y emolientes.
36 Capítulo 3
Paroniquia
Es la inflamación del pliegue lateral o proximal. También se le conoce como perionixis (véase 
la figura 2-23). Puede ser aguda o crónica.
Por lo general, la forma aguda es resultado de traumatismo en la cutícula (manicura), lo 
que predispone a infecciones bacterianas. Se han descrito casos debidos a metástasis. Tam-
bién se ha descrito en:
 a) Enfermedad vascular periférica, trombosis vascular, tromboflebitis y congelamiento.
 b) Tratamiento con retinoides, 5-fluorouracilo, contacto con cosméticos y resinas.
 c) Diabetes mellitus, hipoparatiroidismo.
 d) Enfermedad celiaca, sarcoidosis.
 e) Infecciones.
 f ) Histiocitosis X, leucemia, metástasis, reticulohistiocitosis multicéntrica.
 g) Encefalitis, neuropatía, acrodermatitis enteropática.
 h) Enfermedades de tejido conectivo: lupus eritematoso sistémico, esclerodermia, vasculi-
tis, enfermedad de Raynaud y síndrome de Reiter.
 i) Traumatismos, radiación ionizante.
La onicocriptosis se aborda en el capítulo 12.
Poiquilodermia
La piel periungueal muestra atrofia, telangiectasias y cambios en la coloración (roja, rosa, 
violeta, hiperpigmentación). Se ha comunicado en dermatomiositis, linfoma cutáneo de 
células T y pelagra.
Onicofagia 
No es un signo físico; se trata del comportamiento compulsivo de morderse las uñas. Como 
consecuencia, el lecho ungueal se acorta e incluso es posible que se llegue a dañar la matriz, 
Figura 3-28 Queratinofagia con paroniquia secundaria.
37Signos físicos de las uñas
con formación de pterygium. Una variante es la queratinofagia, en que el paciente no muerde 
la uña sino la cutícula; da lugar a paroniquia secundaria (figura 3-28).
Onicotilomanía
No es un signo físico; se trata de una neurosis compulsiva en que el paciente jala la uña de 
manera constante, con el fin de desprenderla (esto mismo lo hace con el pelo, a lo que se le 
denomina tricotilomanía). Si se manipulan los bordes laterales o proximal se ocasiona distro-
fia de la uña, se expone el hiponiquio y puede haber inflamación; además, cuando el hábito 
es repetido en la parte media de la uña de los pulgares, da lugar a la distrofia ungueal media 
u onicodistrofia facticia
Desprendimiento en guante o dedal (desenguantar, degloving, dégantage)
Se trata de la avulsión total o parcial de la uña y los tejidos adyacentes (perioniquio). Suele 
aparecer como desprendimiento en circunferencia o dedal, o pérdida total o parcial de la 
uña, con o sin tejidos blandos vecinos. Es resultado de diferentes agresiones al aparato un-
gueal (p. ej., traumatismo), de enfermedades dermatológicas (gangrena y liquen plano) o 
reacciones a medicamentos (síndrome de Lyell). Si hay daño en el lecho o matriz, queda una 
cicatriz como secuela.
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39
4
Discromías ungueales
Capítulo
•	 Patricia Chang
Discromía ungueal, o cromoniquia, significa cambio de coloración de la uña. Puede tener 
causas externas o internas, como transparencia de las uñas, vascularidad, superficie de la 
lámina ungueal, tejidos subungueales, melanina o depósito de sustancias, como cobre y 
arsénico, entre otras.
El color de las uñas puede alterarse debido a enfermedades dermatológicas o sistémicas, 
medicamentos tópicos y sistémicos, cosméticos, tabaquismo, traumatismo, agentes físicos, 
tumores e infecciones.
La coloración puede ser blanca, negra, marrón, verde, roja, azul y amarilla. Un mismo 
cambio de color puede tener diferentes causas.
Cuando la causa es exógena, la coloración tiende a seguir el contorno del pliegue proximal; 
cuando es endógena, sigue la forma de la lúnula (figuras 4-1 y 4-2).
Es muy difícil enumerar todas las causas de la discromía ungueal. Por ello, sólo se ex-
ponen las dos más frecuentes: los cambios a color blanco y negro; sólo se hace una breve 
mención de las demás coloraciones.
Figura 4-1 Coloración endógena por citostáticos. Figura 4-2 Coloración exógena por tabaco.
40 Capítulo 4
Coloración blanca o leuconiquia
Es la más frecuente. Puede ser congénita o adquirida. A su vez, la leuconiquia adquirida 
puede ser exógena o endógena. También se clasifica como verdadera, adquirida y aparente.
La leuconiquia verdadera se relaciona con alteraciones de la matriz ungueal y puede ma-
nifestarse en forma total o parcial. En la parcial se pueden ver las de tipo punteado, estriada 
longitudinal y transversal (figuras 4-3, 4-4 y 4-5). En la adquirida o seudoleuconiquia, el 
defecto está fuera de la matriz ungueal, como en las onicomicosis blanca proximal subun-
gueal y blanca superficial. La leuconiquia aparente puede deberse a onicólisis, hiperqueratosis 
subungueal o alteraciones del lecho ungueal, como las uñas de Terry o las mitad y mitad 
(cuadro 4-1 y figuras 4-6, 4-7 y 4-8; ver también figuras 1-11 y 3-9).
Figura 4-3 Leuconiquia

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