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© E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 756 71 Anticoncepción hormonal Marta Margarita Durand Carbajal La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año se embarazan 208 millones de mujeres. De ellas sólo 59% planearon su embarazo. Estos embarazos tienen diversos desenlaces; recién nacido vivo, aborto espontá- neo o muerte fetal intrauterina. El 41% restante, es decir 85 millones, son embarazos no deseados. En la actualidad, los embarazos no planificados son un problema de salud reproductiva y de salud pública de carácter tanto local como mundial que, de manera directa e indirecta, afectan el bienestar personal y económico de una sociedad com- pleta. En 2012 la OMS reportó que la cantidad total de abortos inseguros aumentó de 20 millones en 2003 a 22 millones en 2008. De estos, casi 47 000 corresponden a muertes maternas secundarias por complicaciones de un aborto inseguro en condiciones asociadas a altos niveles de pobreza y marginación social. Además, se estima que 5 millones de mujeres sufren secuelas como resultado de un aborto inseguro. Para el año de 2002 se reportaron 3.7 millones de abortos en forma insegura en la región de América Latina y el Caribe. Tanto el embarazo no deseado como el aborto indu- cido realizado en condiciones de riesgo, son dos entida- des potenciales prevenibles, que de satisfacer la deman- da de las usuarias implicaría un impacto positivo en los sistemas de salud, con beneficios económicos y sociales de un país. La anticoncepción hormonal en todas sus mo- dalidades representa una alternativa en la prevención de embarazos no planificados, y debe de ser una estrategia importante con el fin de reducir las muertes maternas. El adecuado conocimiento de los métodos anticonceptivos, por los prestadores de servicios de planificación familiar y las usuarias puede mejorar las tasas de aceptabilidad y continuidad de los métodos anticonceptivos disminu- yendo las tasas de morbilidad y mortalidad materno-in- fantiles. En conclusión, la anticoncepción hormonal indi- cada en forma adecuada puede salvar la vida de muchas mujeres. Es importante resaltar que existen barreras médicas para el uso de los métodos anticonceptivos hormona- les, en especial cuando se trata de mujeres portadoras de enfermedades crónicas. Es imperativo que se dé ca- pacitación adecuada a los proveedores de salud para la buena consejería y la indicación y prescripción correctas de los métodos anticonceptivos. Para tal tarea, la OMS ha producido dos valiosos documentos que se consideran piedras angulares en anticoncepción. Estos documentos regulan el uso de los diferentes métodos estableciendo quién puede y cómo debe usarlos. PREVALENCIA DE USO DE LOS MÉTODOS ANTICONCEPTIVOS EN MÉXICO En las últimas décadas, la difusión exitosa de los métodos anticonceptivos se ha visto acompañada de una amplia aceptación de los mismos. La prevalencia de uso en mu- jeres unidas en edad fértil se elevó de 30.2 a 68.5% de 1976 a 1997 en México y para el año 2009 este porcen- taje alcanzó 72.5% según las estimaciones del Consejo Nacional de Población y la Consulta Interactiva de Salud Sexual y Reproductiva, Dirección General de Estudios Sociodemográficos y Prospectiva con base en la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID). En la figura 71-1 se muestra el incremento comparativo de uso de anticonceptivos en el año 1997 comparado con el 2009 por tipo de método. HORMONAS ESTEROIDES Y SU USO EN ANTICONCEPCIÓN La historia de la anticoncepción hormonal data desde el decenio de 1920-29, cuando el fisiólogo austriaco Lud- wig Haberlandt demostró que trasplantes ováricos de animales hembras embarazadas podían prevenir la ferti- http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Anticoncepción hormonal 757 lidad en animales hembras no embarazadas. En el dece- nio de 1940-49, Russell Marker describió la manera de obtener grandes cantidades de progesterona a partir del barbasco (cactácea mexicana), de la cual se obtuvieron preparaciones de hormonas esteroides semi sintéticas más potentes que la progesterona natural con el fin de utilizarse como anticonceptivos seguros y eficaces para la regulación de la fertilidad. EFICACIA Y SEGURIDAD DE LOS ANTICONCEPTIVOS HORMONALES En el cuadro 71-1 se mencionan los métodos anticon- ceptivos disponibles en la actualidad, así como la tasa de falla o embarazo, la cual varía dependiendo del propio método así como de la manera en que se utiliza, ya sea de la forma correcta y sistemática (uso perfecto) o de la manera que por lo común le dan las usuarias, en ocasio- nes de manera errónea (uso típico). La seguridad del método difiere dependiendo del momento dentro de la vida reproductiva en que la mujer se encuentra o de la condición de salud de las usuarias. Como cualquier otra decisión preventiva o terapéutica en medicina, la prescripción de un método anticoncep- tivo se debe tomar con base en la evidencia científica, tanto en las mujeres sanas como en aquellas que pade- cen alguna condición patológica o especial. La OMS ha regulado el uso de los métodos anticonceptivos en un documento de consenso elaborado por diversas agencias internacionales, científicas y organizaciones responsables de políticas y programas de planificación familiar. En el documento se establecen los criterios para el inicio y la Figura 71-1. Distribución porcentual de mujeres en edad fértil unidas por tipo de método anticonceptivo que usan. Modificado de: Consejo Nacional de Población, Consulta interactiva de Salud Sexual y Reproductiva, Dirección General de Estudios Sociodemográficos y Prospectiva con base en la ENADID, 1997 y 2009. (http://www.conapo.gob.mx/en/CONAPO/Mexico_en_cifras). continuación de los diferentes métodos basando sus ar- gumentos en la literatura médica existente, actualizando la información cada cuatro años. La mujer con padeci- mientos de índole endocrinológico, como diabetes me- llitus, enfermedades tiroideas, dislipidemias, obesidad e hipertensión, está considerada en esta revisión exhausti- va de la literatura médica tomando en cuenta no sólo la patología, sino la historia ginecológica y obstétrica y la medicación que recibe en el momento de necesitar un anticonceptivo. Este documento utiliza categorías para proporcionar recomendaciones sobre el uso seguro de los métodos anticonceptivos. Las categorías se expresan de manera numérica del 1 al 4, donde la 1 indica que la mu- jer puede usar sin restricción el método anticonceptivo a elegir; y la categoría 4 menciona que la mujer no debe, bajo ninguna circunstancia, usar el método. La categoría 2 corresponde al caso en que los beneficios de la admi- nistración del método anticonceptivo superan los riesgos y el 3 significa que los riesgos superan a los beneficios y la administración del método debe ser sometida a conside- ración. A manera de ejemplo, en el cuadro 71-2 se mues- tran las categorías asignadas en la mujer con diversas patologías endocrinas para cada método anticonceptivo. DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LOS ANTICONCEPTIVOS HORMONALES Los anticonceptivos hormonales son métodos utilizados para la regulación de la fertilidad que contienen hor- monas esteroides sintéticas y que se utilizan de mane- ra temporal mientras no se planea un embarazo. En la actualidad se encuentran disponibles en diversas pre- Tipo de método Locales Pastilla de emergencia Otros Condón femenino Parche anticonceptivo Implante subdérmico Vasectomía Inyecciones Pastillas Tradicionales Condones DIU OTB Porcentaje 0.0 5.0 10.0 15.0 20.0 25.0 30.0 35.0 40.0 1997 2009 http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o.758 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 71) sentaciones: hormonales orales, hormonales inyectables, parches transdérmicos, anillos vaginales, implantes sub- dérmicos, dispositivos intrauterinos liberadores de hor- mona y para uso poscoital o de emergencia. A continuación se describen los diferentes tipos de anticonceptivos hormonales, sus formulaciones y vías de administración, eficacia, mecanismo de acción, modo de prescripción, efectos colaterales y beneficios adicionales para la salud. Anticonceptivos orales La anticoncepción oral es una opción eficaz y segura para las mujeres que están dispuestas a la toma diaria y siste- mática del anticonceptivo. En México existe una amplia gama de opciones con diferentes formulaciones, concen- traciones y presentaciones, y se ubican en dos grupos: • Hormonales combinados (estrógeno con progestina). • Minipíldora (que contienen sólo progestina). Usados de manera adecuada, los anticonceptivos hor- monales orales tienen una alta efectividad. De acuerdo con diversos estudios es de 99% para las formulaciones combinadas y de 90 a 97% para las formulaciones que sólo contienen progestina. La minipíldora ha garantizado eficacia y disminución importante de efectos colaterales en las usuarias; sin embargo, la efectividad por uso típico es menor. Las formulaciones combinadas más utilizadas contienen etinilestradiol combinado con alguna progesti- na (levonorgestrel, desogestrel, gestodeno, norgestimato, drospirenona o acetato de clormadinona). La presenta- ción farmacéutica es en ciclos de 21 o 28 grageas o table- tas. En la presentación de 28, las primeras 21 contienen los ingredientes hormonales y las 7 últimas contienen hierro o placebo, o 24 activas con 4 de placebo en pre- sentaciones de dosis más bajas. Las formulaciones que sólo contienen progestina más utilizadas contienen levo- norgestrel o desogestrel. La presentación farmacéutica es en ciclos de 28 o 35 grageas o tabletas. En cuanto al mecanismo de acción, los anticoncep- tivos orales combinados previenen el embarazo por inhi- bición de la ovulación. Un mecanismo adicional es el de inducir cambios en las características del moco cervical formando una barrera que impide el paso de los esper- matozoides. Los anticonceptivos orales que sólo contie- nen progestina no inhiben la ovulación en el 100% de las usuarias y su efecto preventivo del embarazo es atribuido a los cambios en la consistencia del moco cervical, que constituye una barrera que impide la migración de los espermatozoides por el aparato reproductor femenino. También hay cambios en el endometrio al alterar la pro- liferación del epitelio; en el miometrio y en las trompas uterinas tienen efecto alterando la motilidad del múscu- lo liso. Son una opción cuando no está indicado el uso de estrógenos. Para los anticonceptivos orales combina- dos se ha establecido el inicio de la toma de la primera tableta o gragea dentro de los primeros cinco días del ciclo menstrual en una dosis diaria, de preferencia a la misma hora. Se recomienda que sea después de la cena para minimizar la náusea, efecto colateral que aparece en algunas ocasiones durante los primeros meses. En el caso de la minipíldora se sugiere comenzar el ciclo des- de el primer día de una menstruación para maximizar la eficacia del método y sugerir a la usuaria que la hora de la toma siempre sea la misma. Después se ingiere una tableta o gragea diaria en forma ininterrumpida, incluso durante el sangrado menstrual. En el periodo posparto o posterior a la cesárea cuando la mujer está lactando se debe iniciar después de la sexta semana; si no lo está, se puede iniciar después de la tercera semana. Si la mujer suspende la lactancia puede recomendarse el cambio a un anticonceptivo combinado si así lo desea. Tanto en los orales combinados como en los que sólo contienen pro- gestina, es imprescindible que la mujer realice la toma diaria, ya que si llega a ocurrir el olvido de ingesta de una sola tableta el método puede fallar. Es necesario informar a la usuaria que al suspender el método de forma inten- Cuadro 71-1. Métodos anticonceptivos y su efectividad Método Tasa de embarazo Uso típico (%) Uso per- fecto (%) Sin método* 85 85 Espermicidas 28 18 Métodos naturales 24 0.4 a 5 Condón masculino 18 2 Anticonceptivos orales combina- dos y de progestina sola, parches y anillos 9 0.3 Anticonceptivos inyectables • Progestina sola 6 0.2 • Combinados 3 0.05 DIU • Cobre 0.8 0.6 • Progestina 0.2 0.2 Implantes subdérmicos 0.05 0.05 Esterilización • Masculina 0.15 0.1 • Femenina 0.5 0.5 Modificado de la referencia: World Health Organization. Medical eligibility criteria for contraceptive use. 5th ed. Geneva 2015. (Accessed at http://www. who.int/reproductive-health/publications). Uso típico: porcentaje de embarazo accidental durante el primer año de uso del método, cuando no se usa de manera correcta y sistemática. Esta tasa varía con aquellos métodos cuyo uso depende de la usuaria. Uso perfecto: porcentaje de embarazo accidental durante el primer año de uso del método sin interrupción bajo condiciones de uso correcto y sis- temático. * Las tasas de embarazo están basadas en datos de poblaciones de mu- jeres que no usan ningún método anticonceptivo y de mujeres que dejan de usar su método por deseo de embarazo. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Anticoncepción hormonal 759 cionada o accidental, el retorno a la fertilidad puede ser inmediato. Existen beneficios adicionales a la regulación de la fertilidad con el uso de los anticonceptivos orales. Se ha demostrado que disminuyen el riesgo de cáncer endo- metrial y de ovario, así como el de embarazo ectópico, incidencia de enfermedad inflamatoria pélvica aguda, patología mamaria benigna; previenen anemia en muje- res con sangrados abundantes, regularizan la periodicidad del sangrado menstrual y disminuyen o evitan los sínto- mas de endometriosis y la dismenorrea por otras causas. Es importante mencionar que la consejería es cru- cial en el caso de la anticoncepción de progestina sola, en general, en cualquiera de sus presentaciones debido a que pueden observarse irregularidades menstruales. En el caso de la minipíldora, los manchados prolongados o la amenorrea son frecuentes. Anticonceptivos inyectables Los anticonceptivos inyectables son métodos hormona- les considerados de larga acción que contienen hormonas esteroides sintéticas a dosis mayores que en la modali- dad oral. Estos se administran por vía intramuscular, y de acuerdo con su formulación, se dividen en dos grupos: in- yectables de sólo progestina y formulaciones combinadas. Los inyectables de progesterona sola se ubican entre los métodos reversibles más eficaces disponibles en la actua- lidad. Las formulaciones más utilizadas contienen: 200 mg de enantato de noretisterona que previene el embara- zo durante dos meses; y 150 mg de acetato de medroxi- progesterona para aplicación trimestral con un periodo de reinyección hasta de dos semanas, siendo independiente de si hay o no sangrado menstrual. Las formulaciones combinadas previenen el embarazo por un mes y las más recomendadas son las que contienen 25 mg de acetato de medroxiprogesterona combinado con 5 mg de cipionato de estradiol (Cyclofem®) o 50 mg de enantato de nore- tisterona combinado con 5 mg de valerato de estradiol (Mesigyna®). El periodo de reinyección debe de ser de 30 ± 3 días, siendo indistinto si hay o no presencia de sangrado menstrual. Fuera de este lapso, no se asegura la eficacia del método. Los anticonceptivos hormonales inyectables se apli- can dentro de cualquiera de los primeros siete días del ciclo menstrual contados a partir del primer día de san- grado, también se puede aplicar en cualquier momento si se está seguro de que no hay embarazo. Si el método se iniciadespués del séptimo día de sangrado menstrual debe usarse en forma simultánea con un método de ba- rrera durante los primeros siete días. En casos de aborto se pueden administrar de inmediato. Después de un par- to o cesárea el inicio varía dependiendo de la formula- Cuadro 71-2. Criterios de elegibilidad para el uso de los métodos anticonceptivos en pacientes con enfermedades endocrinas Condición: diabetes AOC A-P AIC AOP DMPA- NET Implante DIU-Cu DIU-LNG a) Historia de diabetes gestacional 1 1 1 1 1 1 1 1 b) Sin enfermedad vascular (i) No insulino dependiente (ii) Insulino dependiente 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 1 1 2 2 c) Nefropatía, retinopatía, neuropatía 3/4 3/4 3/4 2 3 2 1 2 d) Otra enfermedad vascular o DM > 20 años de evolución 3/4 3/4 3/4 2 3 2 1 2 Condición: enfermedad tiroidea AOC A-P AIC AOP DMPA- NET Implante DIU-Cu DIU-LNG a) Bocio simple 1 1 1 1 1 1 1 1 b) Hipertiroidismo 1 1 1 1 1 1 1 1 c) Hipotiroidismo 1 1 1 1 1 1 1 1 Condición: obesidad AOC A-P AIC AOP DMPA- NET Implante DIU-Cu DIU-LNG a) > 30 kg/m2 IMC 2 2 2 1 1 1 1 1 b) De la menarca a < 18 años de edad y > 30 kg/m2 IMC 2 2 2 1 2 1 1 1 Condición: dislipidemia AOC A-P AIC AOP DMPA- NET Implante DIU-Cu DIU-LNG a) Dislipidemias conocidas 2 2 2 2 2 2 1 2 Modificado de: World Health Organization. Medical eligibility criteria for contraceptive use. 5th ed. Geneva 2015. (Accessed at http://www.who.int/reproductive- health/publications) AOC = anticonceptivos orales combinados. A-P = anillos vaginales y parches anticonceptivos combinados. AIC = anticonceptivos inyectables combinados. AOP = anticonceptivos orales de progestina. DMPA-NET = inyectables de progestina. Implante = implantes subdérmicos de progestina. DIU-Cu = dispositivo intrauterino liberador de cobre. DIU-LNG = DIU liberador de progestina. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 760 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 71) ción anticonceptiva y de la lactancia. En el caso de los inyectables de progestina sola la primera dosis se aplicará después de la tercera semana, siempre y cuando la mu- jer no esté lactando. Si está lactando, el inicio se reco- mienda después de la sexta semana posterior al evento obstétrico. En el caso de los combinados, su inicio no se recomienda antes de los seis meses posparto o poscesárea si se está lactando; si no, pueden iniciarse después de las tres semanas, siempre y cuando no existan riesgos adicio- nales de trombosis. Es importante tomar en cuenta ciertos aspectos im- portantes en el uso de anticonceptivos inyectables. Su uso debe suspenderse 45 días antes de una cirugía mayor electiva o inmovilización prolongada de alguna extremi- dad, y reiniciarse dos semanas después. A las usuarias de métodos inyectables se deberá informar que el uso de estos métodos no brinda protección preventiva de en- fermedades de transmisión sexual, incluyendo la infec- ción por virus de inmunodeficiencia humana/síndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH/SIDA) o virus del papiloma humano (VPH), por lo que en condiciones de riesgo deberá recomendarse el uso adicional de preserva- tivo o condón; también se mencionará que al suspender el método, el retorno a la fecundidad no será inmediato. En el caso del inyectable bimensual el retorno de la ovu- lación ocurre en promedio de 3 a 6 meses después de la última inyección. En el caso del inyectable trimestral este periodo se extiende hasta de 9 a 12 meses después de su última aplicación y en el caso de los inyectables mensua- les es de 2 a 3 meses. Por último, es importante que en las usuarias de inyectables de progestina sola se dé la conse- jería adecuada debido a la amenorrea que estos métodos ocasionan y que no se debe a falla del método. Lo que se explica porque el endometrio no prolifera por efecto de la administración continua de la progestina. En casos de patología uterina benigna estos pueden ser una estra- tegia para evitar anemia por sangrado abundante. El mecanismo de acción consiste en inhibir la ovu- lación. Además, la proliferación endometrial se inhibe y la penetración espermática es inadecuada debido a que ocasiona que el moco cervical se vuelva escaso y espeso. Parches anticonceptivos y anillos vaginales Una opción de anticoncepción combinada es la adminis- tración transdérmica a través de la aplicación de parches en la piel que ofrece ventajas metabólicas en compara- ción con la administración oral. Sin embargo, las mismas indicaciones de los anticonceptivos orales combinados aplican para esta modalidad anticonceptiva. Otra ventaja es que no es necesaria la ingesta diaria, sólo se debe re- cordar la aplicación semanal del parche iniciando dentro de los primeros siete días del sangrado menstrual durante tres semanas y la cuarta semana se descansa para que el sangrado aparezca. En el caso de los anillos vaginales, éste se coloca durante tres semanas y la cuarta semana se retira para que haya sangrado. Se ha registrado la misma eficacia por uso perfecto que los anticonceptivos orales combinados. Las dosis de hormonas esteroides utilizadas en estas presentaciones de anticoncepción combinada son menores a las empleadas en la anticoncepción oral e inyectable. La liberación diaria de hormonas en el parche anticonceptivo es de 150 μg de norelgestromina y 20 μg de etinilestradiol y en el caso de los anillos se liberan 120 μg de etonogestrel y 15 μg de etinilestradiol. Estas dosis diarias pueden ocasionar cierta irregularidad menstrual en algunas mujeres. Implantes anticonceptivos subdérmicos En la actualidad en México se encuentra disponible el implante subdérmico liberador de etonogestrel conocido como Implanon®. Éste es uno de los métodos más efica- ces disponibles en la actualidad. El concepto inicial para el desarrollo de este método se presentó en 1967 a través de varias contribuciones científicas, las que propusieron el uso de cápsulas subdérmicas de polidimetilsiloxano para la liberación controlada del principio anticonceptivo. El desarrollo de métodos de liberación controlada a través de implantes subdérmicos ha estado, por más de 30 años, sujeto a investigación por la OMS. Estos cumplen con las características idóneas de seguridad, aceptabilidad y eficacia. Los implantes subdérmicos son una elección efi- ciente para el control de la fertilidad, estimándose en la actualidad un aproximado de 11 millones de usuarias de este método de forma segura y eficaz desde 1998 en más de 60 países. La aprobación de este método en México fue en octubre del 2002 a través de un estudio piloto in- troductorio realizado por la Secretaria de Salud (SSA) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en ocho entidades de la República Mexicana. En la actualidad se estima que existen alrededor de 250 000 usuarias de im- plantes en el país. El Implanon® contiene 68 mg de etonogestrel. El mecanismo de liberación después de su colocación sub- dérmica es la liberación lenta y sostenida a razón de 60 a 70 μg/día durante las primeras 5 a 6 semanas hasta al- canzar un promedio de 35 a 45 μg/día al final del primer año y de 25 a 30 μg/día al cabo de tres años. El mecanismo de acción consiste en la inhibición de la descarga preovulatoria de la LH y, por lo tanto, del fenómeno ovulatorio. También posee un mecanismo secundario que consiste en el espesamiento del moco cervical con disminución del volumen y aumento de la celularidad y viscosidad propiciando un ambiente hostil a la gameta sexual masculina. Al igual que otros anticonceptivos de progestinas, el uso de implantes de etonogestrel se asocia a patro- nes de sangrado menstrual impredecibles. La mayoría de las usuarias de implantes reportan una disminución en la frecuencia y el volumen de sangrado menstrual. No hay estudios que reporten estrategias cuantitativas de la pérdida hemática, pero la mayoría de lasmujeres experi- mentan una reducción en la frecuencia y el volumen de sangrado menstrual. A pesar de las desventajas e incon- venientes referidos, la mayoría de los estudios de acepta- ción de las usuarias de este método demuestran una tasa http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Anticoncepción hormonal 761 de continuación de cerca de 80% a un año. Estos estudios también son indicativos de que las tasas de continuación dependen en gran medida de la consejería e información que se proporcionen a las usuarias. Las razones dadas para el retiro de los implantes varían, pero casi 30% de las mujeres que deciden discontinuar el método en EUA y Europa lo hacen por “problemas de sangrado”. En la Clínica de Salud Reproductiva del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” la tasa de continuación del implante anticonceptivo en 3.6 años de seguimiento (2008-2011) fue de 85.9 y las prin- cipales causas del retiro fueron por indicación médica en 50% de los casos y por completar el periodo de efecti- vidad en 37.5 por ciento. Aunque 36% de las usuarias tuvieron alteraciones de sangrado, ésta no fue la causa de la discontinuación. La población en esta clínica en su mayoría es de mujeres con patologías crónicas diversas. Entre la buena consejería que se imparte con respecto a los efectos en el sangrado y que las preocupaciones en estas mujeres tienden a ser prioritariamente por sus padecimientos, pensamos que es la causa de que no lo discontinúen por esta razón. Para evitar que el problema de sangrado sea la causa de discontinuación del implante, se han establecido varios enfoques de tratamiento para el manejo de estos molestos sangrados, algunos autores refieren disminución del sangrado cuando utilizan anti- inflamatorios no esteroides, otros autores reportan que el uso de anticonceptivos orales combinados y progestina o estrógeno suplementario son adecuados para el manejo de los sangrados. Dispositivo intrauterino liberador de hormona El dispositivo intrauterino liberador de progestina es un sistema que consiste en una estructura de polietileno que tiene forma de “T” y que sostiene un cilindro con una mezcla de levonorgestrel y silicón. Este sistema conocido con el nombre comercial de Mirena®, contiene 52 mg de la progestina, liberada de manera continua a razón de 20 μg diarios al interior de la cavidad uterina. Este sistema se inserta dentro del útero con una técnica similar a la del dispositivo de cobre común. La vigilancia semestral es importante para verificar que se encuentra dentro de la cavidad uterina. Al mes de la inserción es recomendable la revisión debido a que las mayores tasas de expulsión son registradas en el primer mes de uso. La liberación local de la progestina provoca cambios en el endometrio que incluyen seudodesidualización del estroma, atrofia glandular e infiltración de leucocitos con disminución de mitosis estromales. En algunas mujeres, el levonorgestrel puede inhibir la ovulación. En los estudios de mecanismo de acción se demostró que entre 45 y 75% de los ciclos fueron ovulatorios en las usuarias. También se ha demos- trado que el moco cervical se vuelve espeso y muy escaso, impidiendo una buena penetración espermática. Todos estos mecanismos en conjunto hacen que este método sea altamente eficaz y similar a la esterilización femeni- na. El dispositivo es efectivo hasta por cinco años de uso continuo. Los cambios descritos en el endometrio hacen que este método provoque alteraciones menstruales en las usuarias, por lo que una adecuada consejería es im- portante para mantener la buena aceptación del método. Las alteraciones reportadas en la literatura son el man- chado prolongado, amenorrea, oligomenorrea, sangrado irregular y, con menor frecuencia, sangrado abundante. Como cualquier método de progestina sola, este dispo- sitivo puede favorecer la formación de quistes ováricos, que sólo necesitan vigilancia y rara vez, tratamiento. Su inserción se contraindica cuando existe enfermedad in- flamatoria pélvica aguda, malformaciones uterinas, en- dometritis posaborto, neoplasia uterina o sospecha de neoplasia ginecológica. Este método anticonceptivo pue- de usarse durante la lactancia, preferentemente después de las primeras cuatro semanas del parto o cesárea. La cantidad de hormona liberada no afecta la cantidad ni la calidad de la leche materna. El retorno a la fertilidad, una vez que el dispositivo es retirado, es inmediato. Este método anticonceptivo no brinda protección contra en- fermedades de transmisión sexual. Se recomienda el uso de preservativo adicional para tener esta protección. Al igual que el resto de los métodos, este dispositivo se debe insertar durante cualquiera de los primeros siete días del ciclo menstrual contados a partir del primer día de san- grado, también se puede insertar en cualquier momento si se tiene la seguridad razonable de que no hay embara- zo a pesar de que no haya sangrado menstrual. Anticoncepción hormonal de emergencia La anticoncepción hormonal de emergencia (AE), tam- bién conocida como anticoncepción poscoital o “píldora del día después”, se refiere al uso de ciertos anticoncepti- vos hormonales orales posteriores al coito como medida de emergencia para prevenir la ocurrencia de un embara- zo en mujeres que recién han tenido un coito sin protec- ción, incluyendo víctimas de violación o aquellas muje- res con falla en el uso de otro método anticonceptivo. Es importante mencionar que la AE se trata de un método para respaldo ocasional y no para uso rutinario o conti- nuo. Algunas de las indicaciones propuestas por la OMS para el uso de la AE publicadas en el Boletín Informativo No. 224 en el año de 2005 son: cuando ningún método anticonceptivo fue utilizado durante el coito, cuando ha ocurrido una falla en el método anticonceptivo utilizado o se ha utilizado incorrectamente, o cuando ha habido agresión sexual a una mujer que no estaba protegida por un método anticonceptivo eficaz. Para estas situaciones, existen numerosos métodos, que usados de forma correc- ta, disminuirán de forma significativa la tasa de embarazo no planificado. La OMS avala el uso de levonorgestrel 1.5 mg, acetato de ulipristal 30 mg y mifepristona 25 a 50 mg como anticonceptivo de emergencia, este último no aprobado para su uso como anticonceptivo de emer- gencia en México. La eficacia de la AE varía según sea la formulación utilizada. Aunque la ventana fértil se reduce de 5 a 6 días del ciclo ovárico, la AE se debe prescribir cuando sea so- licitada, sin importar el día del ciclo ovárico en el que se http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 762 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 71) encuentre la mujer debido a la incertidumbre que puede existir con respecto a su último sangrado menstrual y el momento exacto de la ovulación. Se han establecido las tasas globales de eficacia de las diferentes opciones de AE, tomando en consideración el día del ciclo dentro de la ventana fértil en que ocurrió el coito sin protección anticonceptiva regular y las horas transcurridas desde el coito, así como el peso de la usuaria y la toma adecuada del medicamento. La eficiencia del anticonceptivo com- binado, también conocido como método de Yuzpe, es muy baja y se reporta entre 75 a 80%. La efectividad de la dosis única de LNG 1.5 mg es de 89%, la dosis única de 30 mg de acetato de ulipristal es de 98%. Las revisiones sistemáticas han concluido que el ac- ceso fácil a la anticoncepción de emergencia conduce a su alta utilización; es lamentable que facilitar el acceso no ha resultado en una disminución significativa de la tasa de embarazos en la población. Las tasas de mortali- dad materno-infantilhan disminuido a partir de la lega- lización de la interrupción temprana del embarazo y no del uso de la anticoncepción de emergencia. CONCLUSIONES Cuando se prescriban métodos anticonceptivos hormo- nales se debe hacer un correcto balance entre los riesgos y los beneficios en cada caso en particular. Los puntos que se deben considerar antes de prescribir un método hormonal son: etapa de la edad reproductiva en la que se encuentra la usuaria, estado de salud/enfermedad en el momento de la prescripción, preferencias y necesidades de la mujer, riesgos potenciales y beneficios adicionales del efecto anticonceptivo. A este respecto, es importante mencionar que los métodos anticonceptivos hormonales brindan beneficios adicionales como tratamiento de al- gún problema médico. Algunos de estos beneficios inclu- yen la disminución en la incidencia de: • Cáncer endometrial. • Cáncer de ovario. • Embarazo ectópico. • Enfermedad inflamatoria pélvica aguda. • Anemia. • Enfermedad mamaria benigna. • Síntomas de endometriosis. • Dismenorrea y metrorragia. En general, el uso de los métodos anticonceptivos hor- monales no protege contra enfermedades de transmi- sión sexual; por esta razón debe prescribirse el uso del preservativo adicional. A esto se le conoce como el uso doble de método, lo cual contribuye a mejorar la eficacia de los mismos, disminuyendo el riesgo de infecciones en las pacientes inmunocomprometidas, aumentando la efectividad en pacientes tratados con medicamentos teratogénicos y en voluntarias de protocolos que evalúan medicamentos en fases tempranas de investigación. NORMATIVIDAD EN MÉXICO Por último, es importante mencionar que la prescripción de los métodos anticonceptivos son un derecho de la po- blación y el prestador de servicios está obligado a ofre- cerlos a las mujeres en edad reproductiva. Este derecho está considerado dentro de las garantías individuales de los ciudadanos. Los documentos que regulan el uso de los métodos anticonceptivos en México incluyen: • La Constitución Política de los Estados Unidos Mexi- canos. • La Ley General de Población. • La Ley General de Salud. • La Ley Federal de Protección de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes. • El Programa Nacional de Salud y el Programa de Ac- ción: Salud Reproductiva 2001-2006. • La Norma Oficial Mexicana, NOM 005-SSA2-1993, de los Servicios de Planificación Familiar. Es de crucial importancia que los proveedores de servi- cios de planificación familiar conozcan estos documen- tos para la adecuada indicación de los métodos apegados a la Ley, ofreciendo a las mujeres un futuro planeado para su desarrollo integral y el de sus familias. BIBLIOGRAFÍA Haspels AA: Emergency contraception: a review. Contracep- tion 1994;50:101-108. Aiken AR, Trussell J: Recent advances in contraception. F1000 Prime Rep 2014;6:113. Benagiano G, Bastianelli C, Farris M: Hormonal contraception: Present and future. 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Anticoncepción hormonal booksmedicos.org Botón1:
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