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• Sentí os es ecza es Las terminaciones nerviosas periféricas son de dos tipos estructurales: a) terminales de axones, que transmiten impulsos del sistema nervioso central (SNC) a músculos esqueléticos y lisos (terminaciones motoras) o glándulas (terminaciones secretorias) y b) terminales de dendritas , denominadas terminales o receptores sensoriales que perciben diversos estímulos y transmiten esta información sensorial al SNC. Tales receptores sensoriales se clasifican en tres tipos , según sea la fuente del estímulo, y son componentes de las vías aferentes somáticas y viscerales generales o especiales: • Exteroceptores • Propioceptores • Interoceptores Los exteroceptores, localizados cerca de la superficie corporal, se especializan en percibir estímulos del ambiente externo. Estos receptores, sensibles a temperatura, tacto, presión y dolor, son componentes de las vías aferentes somáticas generales y se describen en la primera parte de este capítulo. Otros exteroceptores, especializados en percibir la luz (sentido de la vista) y el sonido (sentido de la audición), son componentes de las vías aferentes somáticas especiales, y se comentan más adelante. Los estímulos del olfato y el gusto se perciben por terminaciones nerviosas únicas en los órganos de los sistemas respiratorio y digestivo, respectivamente; estos exteroceptores se clasi- fican como la modalidad aferente visceral especial. Los receptores para el olfato (sentido del olfato) se describen en el capítulo 15 y los receptores del gusto en el 16. Los propioceptores son receptores especializados que se hallan en cápsulas articulares, tendones y fibras intra- fusales dentro de los músculos (cap. 8). Estos receptores aferentes somáticos generales transmiten impulsos sensoriales al SNC, que se traducen en información que relaciona y reconoce el cuerpo en el espacio y el movi- miento. Ciertos receptores del mecanismo vestibular (equilibrio) (véase más adelante ), situado dentro del oído interno, se especializan en recibir estímulos relacionados con vectores del movimiento dentro de la cabeza; esta • • • información se transmite al encéfalo para procesarla y reconocer el movimiento para corregir el equilibrio. Los interoceptores son receptores especializados que perciben información sensorial del interior de los órganos del cuerpo; en consecuencia, la modalidad que lleva a cabo esta función es aferente visceral general. RECEPTORES PERIFERICOS ESPECIALIZADOS Ciertos receptores periféricos, especializados para recibir estimulas particulares, incluyen mecanorreceptores, termorreceptores y nocirreceptores. Las terminaciones dendríticas de ciertos receptores sensoriales, localizadas en diversas regiones del cuerpo, entre e llas músculos, tendones, piel, fascia y cápsulas articulares, se especializan en recibir estímulos particulares. Estas adaptaciones ayudan a la dendrita a responder a un estímulo particular. Por consiguiente, dichos receptores se clasifican en tres tipos: • Mecanorreceptores, que responden al tacto (figs. 22-1 y 22-3) • Termorreceptores, que reaccionan al frío y calor • Nocirreceptores, que responden al dolor por esfuerzo mecánico, diferencias extremas de temperatura y sus-. /. tanclas qmmlCas Aunque estos receptores especializados sólo suelen reac- cionar a un estímulo particular, cualquier estímulo que sea lo bastante intenso puede activar cualquiera de los receptores. Mecanorreceptores Los mecanorreceptores responden a estímulos mecá- nicos que pueden deformar el receptor o los tejidos que los rodean. Los estímulos que activan los mecanorreceptores son tacto, estiramiento, vibraciones y presión. 485 486 ••• Sentidos especiales - A B o E G H Mecanorreceptores no encapsulados Los mecanorreceptores no encapsulados son receptores no mielinizados simples, que se encuentran en piel, tejidos conectivos y alrededor de folículos pilosos. Las terminaciones nerviosas peritriciales, la forma más simple de mecanorreceptores, no están mielinizadas, carecen de células de Schwann y no están recubiertas por una cápsula de tejido conectivo. Estas terminaciones nelvi osas se ubican en la epidermis de la piel, en especial en regiones de mayor sensibilidad, como la cara y la córnea del ojo, en donde responden a estímulos relacionados con el tacto \, la presión (fig. 22-1D). Además, las terminaciones nerviosas peritriciales están envueltas en la base y el tallo de los folículos pilosos y actúan en la percepción del tacto relacionado con la deformación de los pelos. Más aún, e F - - ---- - ------- :- ------ : Fig. 22-1. Escjuema de varios receptores sen- soriales . A , disco de Merkel. B, corpúsculo de Meissner. e, corpúsculo de Pacini . D, termina- ciones nerviosas peritrici ales (desnudas) . E, cor- púsculo de Ruffini . F, bulbo terminal ele Krause. G, haz muscular. H, órgano tendinoso de Golgi. algunas terminaciones nerviosas desnudas funcionan como nocirreceptores o te rmorreceptores. Los discos de Merkel son mecanorreceptores lige- ramente más complejos (fig. 22-1A ). Estos receptores , especializados en percibir el tacto discriminatorio , están compuestos de una te rminal nerviosa no mielinizada y expandida que se acompaña de células de Merkel, esto es, células epiteliales especializadas que se entremezclan con queratinocitos en el estrato basilar de la piel (fig . 14-1). Tales receptores se localizan sobre todo en piel lampiña y regiones del cuerpo más sensibles al tacto . Mecanorreceptores encapsulados Los mecanorreceptores encapsulados muestran estructuras características y se encuentran en sitios específicos. Los corpúsculos de Meissner (fig. 22-3) son meca- norreceptores encapsulados cuya especialización es la discriminación táctil. Dichos receptores se ubican en las papilas dérmicas de la porción lampiña (no vellosa) de los dedos y las palmas de las manos, en donde constituyen alrededor de la mitad de los receptores táctiles . También se hallan en párpados, labios, lengua, pezones , piel de los pies y el antebrazo. Los corpúsculos de Meissner, que miden 80 X 30 J.1m , se sitúan en las papilas dérmicas con sus ejes largos orientados de manera perpendicular a la superficie de la piel (fig. 22-1B). Cada corpúsculo de Meissner está formado por tres o cuatro terminaciones nerviosas y sus células de Schwann relacionadas, elementos todos que están encapsulados por tejido conectivo. Dentro de la cápsula están contenidos grupos de células epite- lioides, posiblemente células de Schwann o fibroblastos modificados, que sirven para separar las terminaciones nerviosas ramificadas. Los corpúsculos de Meissner son sensibles en especial a bordes y puntas y movimientos de estos objetos. Los corpúsculos de Pacini, otro ejemplo de meca- norreceptores encapsulados , se localizan en la dermis y la hipodermis en los dedos de las manos y las mamas, así como también en el tejido conectivo de las articulaciones y el mesenterio. Estos mecanorreceptores se especializan en percibir presión, tacto y vibraciones. Los corpúscu- los de Pacini son receptores ovoides y grandes, de 1 a 2 mm de largo por 0.1 a 0.7 mm de diámetro (fig. 22-2; véase fig. 22-1C). Cada receptor se compone de una fibra no mielinizada que discurre por toda la longitud del cor- púsculo. El centro del corpúsculo contiene la terminal nerviosa no mielinizada y sus células de Schwann rodeadas por aproximadamente 60 capas de fibroblastos modificados, separada cada capa de la siguiente por un espacio pequeño lleno de líquido. Al centro lo rodea un grupo adicional de 30 fibroblastos modificados menos densos que , a su vez, • - , ..... ~. - ,- ---" ';". F ~'" : , -'.r'"' _c ,1' "/ ./, , ~ . _ .,.. ,-,"" 'f'/ / .. """ ,/ . , Fig. 22-2. Corpúsculo de Pacini (x 132). J ,. ....... ~-..- I .. , . Sentidos especiales ••• 487 están envueltos en tejido conectivo , que forma la cáp- sula que circunda el centro. La disposiciónde las células en las láminas confiere al corte histológico de un corpúscu- lo de Pacini una imagen semejante a una cebolla reba- nada. Las terminaciones (corpúsculos) de Ruffini están encapsuladas y se las halla en la dermis de la piel, lechos de las uñas y cápsulas articulares . Estos receptores grandes, de 1 mm de largo por 0.02 mm de diámetro (fig. 22-1E) se conforman con terminales no mielinizadas y ramificadas, entremezcladas con fibras de colágena y rodeadas de cuatro a cinco capas de fibroblastos modificados. La cápsula de tejido conectivo que rodea a cada uno de estos receptores está fijada en cada extremo, lo cual incrementa su sensi- bilidad al estiramiento y presión de la piel y en las cápsulas articulares . Los bulbos terminales de Krause son terminaciones nerviosas encapsuladas y esféricas, ubicadas en la región papilar de la dermis (fig. 22-1F). Originalmente se pensó que eran receptores sensibles al frío, pero pruebas actuales no apoyan esta idea. Se desconoce su función. Tanto los haces musculares como los órganos ten- dinosos de Golgi son mecanorreceptores encapsulados que participan en la propiocepción. Los haces musculares . (fig. 22-1G) suministran retroalimentación respecto de los cambios de longitud del músculo y también del índice de alte ración de tal longitud; los órganos tendinosos de Golgi (fig. 22-1H) vigilan la tensión y también el grado al cual se produce esta última durante el movimiento. La información de estas dos estructuras sensoriales se procesa principalmente a niveles inconscientes de la médula espinal; empero, la información también llega al cerebelo e incluso a la corteza cerebral, de tal manera que la persona puede detectar la posición del músculo. Los órganos tendinosos de Golgi y los haces musculares se comentan en el capítu- lo 8. - ----." - / . o , . ...... '" - • \ I , I 488 ••• Sentidos especiales Fig. 22-3. Corpúsculo de Meissner, , Termorreceptores Los termorreceptores, que responden a diferencias de temperatura de unos 2°(, son de tres tipos: receptores de calor, receptores de frío y nocirreceptores sensibles a temperatura, Aunque no se han identificado receptores específicos para calor, se presupone que estos receptores son termi- naciones desnudas de fibras nerviosas no mielinizadas pequeñas que reaccionan a incrementos de la temperatura. Los receptores de frío derivan de terminaciones nerviosas desnudas de fibras mielinizadas que se ramifican y penetran en la epidermis, Debido a que los termorreceptores no se activan por estímulos físicos, se piensa que responden para diferenciar índices de reacciones bioquímicas dependientes de temperatura. Nocirreceptores Los nocirreceptores son receptores sensibles a dolor causado por esfuerzo mecánico, temperaturas extremas y citocinas, como bradicinina, serotonina e histamina. Los nocirreceptores se encargan de percibir el dolor. Estos receptores son terminaciones desnudas de fibras nerviosas mielinizadas que se ramifican libremente en la dermis antes de penetrar en la epidermis, Los nocirrecep- tores se dividen en tres grupos: a) los que responden a esfuerzo o daño mecánico, b) los que reaccionan a extre- mos de calor o frío y c) los que responden a compuestos químicos como bradicinina, serotonina e histamina, - OJO El bulbo del ojo se compone de tres túnicas: fibrosa, vascular y neural, Los ojos (globos ), de unos 24 mm de diámetro, están localizados dentro de las órbitas óseas huecas. Son los órganos fotosensibles del cuerpo. La luz pasa a través de la córnea, el cristalino y varias estructuras refractivas del ojo; a continuación se enfoca por el cristalino en la porción fotosensible de la túnica neural del ojo, la retina, que contiene los bastones y conos fotosensibles. A través de una serie de var~as capas de células nerviosas y de sostén se transmite la información visual por el nervio óptico al cerebro para su procesamiento, Los ojos comienzan a desarrollarse a partir de tres fuentes diferentes alrededor de la cuarta semana del desarrollo embrionario. Lo primero que se observa son proyecciones del cerebro anterior, la futura retina y nervio óptico, Como resultado del crecimiento continuo de esta estructura, se induce al ectodermo de la superficie para que se desarrolle en el cristalino y algunas de las estructuras accesorias de la porción anterior del ojo, Más adelante en el desarrollo se condensa el mesénquima adyacente para formar las túnicas y estructuras relacionadas del ojo, El bulbo del ojo se integra con tres túnicas (capas) (fig. 22-4): • • U na túnica fibrosa, que forma la capa externa fuerte del ojo Una túnica vascular, la capa media pigmentada y vascular • Una túnica neural, la retina, que constituye la capa más interna En la túnica fibrosa del ojo también se insertan los músculos extrínsecos del ojo, que se encargan de los mo- vimientos coordinados de los ojos para tener acceso a diversos campos visuales. Los músculos lisos localizados dentro del ojo acomodan el enfoque del cristalino y con- trolan la abertura de la pupila. Fuera del ojo, pero aún dentro de la órbita, se encuentra la glándula lagrimal (glándula de las lágrimas), que secreta líquido lagri- mal (lágrimas) que humedecen la superficie anterior del ojo. El líquido lagrimal humedece el ojo y la superficie interna de los párpados al pasar a través de la conjuntiva, una membrana transparente que recubre y protege la superficie anterior del ojo. Túnica fibrosa La túnica fibrosa está compuesta por la esclerótica y la córnea. La túnica fibrosa externa del ojo se divide en escle- rótica y córnea (fig. 22-4). La esclerótica opaca y blanca Músculo extrínseco del ojo Conjuntiva Ora Esclerótica- , Cuerpo vítreo Conducto hialoide Fóvea central en la mácula lútea Nervio , Vaina bulbar ;'- .../ Retina ----.::Y Coroides - - ../ Fig. 22-4. Esquema de la anatomía del ojo (globo). Cuerpo Proceso ciliar suspensor del cristalino Sentidos especiales ••• 489 recubre las cinco sextas partes posteriores del ojo, en tanto que la córnea transparente e incolora cubre su sexto anterior. Esclerótica La esclerótica blanca y opaca se integra con fibras de colágena tipo I entrelazadas con fibras elásticas. La esclerótica, la parte blanca del ojo, está casi despro- vista de vasos sanguíneos. Es una capa de tejido conectivo fibroso duro, de alrededor de 1 mm de grosor en la parte posterior, que se adelgaza en el ecuador y a continuación se engruesa nuevamente cerca de su unión con la córnea. Consiste en haces de colágena tipo 1 entrelazadas, alter- nadas con redes de fibras elásticas; esta disposición confiere la forma del ojo, que se conserva por la presión intraocular del humor acuoso (localizado adelante del cristalino) y el cuerpo vítreo (situado atrás del cristalino). Los fibroblastos localizados en el tejido conectivo de la esclerótica son células planas y alargadas. En las regiones profundas de la esclerótica se hallan melanocitos. En la capa superficial de tejido conectivo denso de la esclerótica se insertan los tendones de los músculos extraoculares; '--Cámara anterior '-- Iris '-- Cámara posterior '-- Cristalino ~Cuerpo ciliar Esclerótica ~-- Conducto de Schlemm ____ - - Cámara posterior ~-- Cámara anterior Membrana de Descemet Endotelio ~:""""'----~\---4--- Músculo dilatador de la pupila Músculo esfínter de la pupila 490 . • Sentidos especiales esta capa está envuelta por la cápsula de Tenon, una vaina fascial que recubre el nervio óptico y el ojo adelante hasta la región ciliar. Esta vaina, que separa el ojo de la grasa periorbitaria, está unida a la esclerótica por una capa delgada de tejido conectivo laxo llamada epiesclerótica. El ojo, aunado a sus diversas partes y músculos extraoculares insertados , se mueve en armonía dentro de la órbita ósea periorbitaria llena de grasa. Córnea La córnea es elabultamiento transparente del sexto anterior del ojo. La córnea es la porción anterior transparente, avascular y sumamente inervada de la túnica fibrosa que abulta hacia delante del ojo. Es ligeramente más gruesa que la escle- rótica y está compuesta de cinco capas histológicamente distintas: • Epitelio corneal • Membrana de Bowman • Estroma • Membrana de Descemet • Endotelio corneal El epitelio corneal, la continuación de la conjuntiva (una membrana mucosa que recubre la esclerótica anterior y reviste la superficie interna de los párpados) es un epitelio escamoso estratificado, no queratinizado, compuesto de cinco a siete capas de células que recubren la superficie anterior de la córnea. Las células superficiales más grandes tienen microvellosidades y muestran zonas ocluyentes. Las células restantes que constituyen el epitelio corneal se interdigitan entre sí y forman desmosomas. Su citoplasma contiene la disposición usual de organelos , junto con filamentos intermedios. El epitelio corneal está inervado por gran cantidad de múltiples terminaciones nerviosas libres. Se observan figuras mitóticas principalmente cerca de la periferia de la córnea con un índice de recambio de siete días aproximadamente. El daño de la córnea se repara con rapidez a medida que migran células hacia el defecto para recubrir la región lesionada. Subsecuentemente, la actividad mitótica reemplaza las células que migraron a la herida. El epitelio corneal también actúa transfiriendo agua y iones del estroma al saco conjuntiva!. La membrana de Bowman se ubica inmediatamente profunda al epitelio cornea!. Las foto micrografías muestran que es una lámina fibrilar de 6 a 30 J..lm de grosor, com- puesta de fibras de colágena tipo 1 dispuestas en una forma aparentemente aleatoria. Se piensa que la membrana de Bowman la sintetizan tanto el epitelio corneal como las células del estroma subyacente. A través de esta estructura pasan fibras nerviosas sensoriales para penetrar y terminar en el epitelio. El estroma transparente es la capa más gruesa de la córnea y constituye alrededor de 90% de su grosor. Se compone de tej ido conectivo colagenoso, que consiste principalmente en fibras de colágena tipo 1 dispuestas en 200 a 250 láminas, cada una de 2 ¡.un de grosor. Las fibras de colágena dentro de cada lámina están situadas paralelas unas con otras, pero su orientación cambia en lámin as adyacentes. Las fibras de colágena están entremezcladas con fibras elásticas delgadas, incluidas en sustancia fundamental que contiene sobre todo sulfato de condroitina y sulfato de queratán. Entre los haces de fibras de colágena también se encuentran fibroblastos delgados y largos. Durante la inflamación también se observan en el estroma linfocitos y neutrófilos. En el limbo (unión esclerocorneal) hay un surco esclerótico cuya superficie interna en el estroma está deprimida y aloja espacios recubiertos de endotelio, conocidos como red trabecular, que conducen al con- ducto de Schlemm, el sitio a través del cual sale el humor acuoso de la cámara anterior del ojo al sistema venoso. La membrana de Descemet es basilar, gruesa e interpuesta entre el estroma y el endotelio subyacente. Aunque esta membrana es de lgada (5 J..lm al nacer) y homogénea en personas jóvenes , la microscopia electrónica demostró que en adultos de mayor edad se engruesa (17 J..lm ) y tiene patrones de estriaciones transversales y fibras hexagonales. El endotelio corneal, que reviste la superficie interna (posterior) de la córnea, es un epitelio escamoso simple. Se encarga de sintetizar las proteínas necesarias para secretar y conservar la membrana de Descemet. Estas células muestran múltiples vesículas pinocíticas y sus membranas tienen bombas de sodio que transportan iones de sodio (Na+) a la cámara anterior; a estos iones le siguen pasiva- mente iones de cloruro (el") yagua. En consecuencia, el exceso de líquido dentro del estroma se resorbe por el endotelio y conserva el estroma relativamente deshidratado, un factor que contribuye a mantener la calidad refractiva de la córnea. Túnica vascular La túnica media del ojo, la túnica vascular (úvea), está compuesta de tres partes: a) coroides, b) cuerpo ciliar y c) iris (fig. 22-4). Coroides La coroides, la porción posterior pigmentada de la túnica vascular media, está unida laxamente a la esclerótica y separada de la retina por la membrana de Bruch. La coroides es la capa pigmentada, bien vascularizada, de la pared posterior del ojo que se une laxamente a la túnica fibrosa. Se integra con tejido conectivo laxo que contiene múltiples fibroblastos y otras células de tejido conectivo e incluye vasos sanguíneos en abundancia. El color negro de la coroides se debe a la gran cantidad de melanocitos que se encuentran en ella. Debido a la abundancia de vasos sanguíneos pequeños en la superficie interna de la coroides , esa región se conoce como la capa coriocapilar y se encarga de proporcionar nutrientes a la retina. La coroides está separada de la retina por la membrana de Bruch, una membrana de 1 a 4 f.Lm de grosor compuesta por una red de fibras elásticas localizadas en la región central y recubierta en ambos lados por capas de fibras de colágena. La superficie externa de cada fibra de colágena está recubierta por una lámina basilar que pertenece a capilares en un lado y al epitelio pigmentario de la retina en el otro. Cuerpo ciliar El cuerpo ciliar es una porción de la coroides en forma de cuña ubicada en la luz del ojo entre el iris y el cuerpo vítreo y que se proyecta hacia el cristalino. El cuerpo ciliar, la extensión en forma de cuña de la coroides que circunda la pared interna del ojo a nivel del cristalino, ocupa el espacio entre la ora serrata de la retina y el iris. Una superficie del cuerpo ciliar colinda con la escle rótica en la unión esclerocorneal y otra con el cuerpo vítreo y la superficie media se proyecta al cristalino para formar proyecciones digitiformes y cortas conocidas como procesos ciliares. El cuerpo ciliar se compone de tejido conectivo laxo que contiene múltiples fibras elásticas, vasos sanguíneos y melanocitos. Su superficie interna está recubierta por la parte ciliar de la retina, una capa pigm entada de la retina compuesta de dos capas celulares; la externa, que se orienta hacia la luz del ojo, es un epitelio cilíndrico no pigmentario (el epitelio ciliar no pigmentario), en tanto que la capa celular interna se conforma con un epitelio cilíndrico simple pigmentario (epitelio ciliar pigmentario), que contiene abundante melanina. El tercio anterior del cuerpo ciliar posee alrededor de 70 procesos ciliares, que se irradian desde un núcleo central de tejido conectivo que incluye en abundancia capilares fenestrados. De los procesos ciliares se proyectan fibras , compuestas de fibrilina (fibras de zona) para inser- tarse en la cápsula del cristalino y formar los ligamentos suspensores del cristalino, que fijan este último en su sitio. Los procesos ciliares están recubiertos por las dos mismas capas de epitelio que recubren el cuerpo ciliar. La capa no pigmentada interna tiene muchas interdigitaciones y plegamientos; sus células transportan a la cámara posterior del ojo un filtrado del plasma escaso en proteínas y forman así el humor acuoso, que fluye de la cámara posterior a la anterior pasando a través de la abertura pupilar entre el iris y el cristalino. El humor acuoso sale de la cámara anterior pasando a la red trabecular cerca del limbo y, por último, como se comentó, al conducto de Schlemm que lleva directamente al sistema venoso. El humor acuoso proporciona nutrientes y oxígeno al cristalino y la córnea. La mayor parte del cuerpo ciliar se integra con tres haces de células de músculo liso llamadas músculo ciliar. Un haz, debido a su orientación , estira la coroides y altera así la abertura del conducto de Schlemm para el drenaje del humor acuoso.Los dos haces musculares restantes , que se insertan en el espolón esc!e rótico, reducen la tensión en la zona. Las contracciones de estos músculos , mediadas Sentidos especiales ___ 491 por fibras parasimpáticas del nervio motor ocular común (nervio craneal [NC] UI) , estiran el cuerpo coroideo y, en consecuencia, liberan la tensión en los ligam entos suspensores del cristalino. Como resultado, este último se engruesa y se toma más convexo. Esta acción permite enfocar objetos cercanos , un proceso denominado aco- modación. CORRELACIONES CLlNICAS El glaucoma es un trastorno que resulta de la ele- vación prolongada de la presión intraocular debido a la falta de drenaje del humor acuoso de la cámara anterior del ojo. Es una de las principales causas mundiales de ceguera. En el glaucoma crónico, el trastorno más común, el incremento constante de la presión origina un daño progresivo del ojo, en particular en la retina; cuando no se trata, causa ceguera. Iris El iris, la extensión anterior de color de la coroides, es un diafragma contráctil que controla la abertura de la pupila. El iris, la prolongación más anterior de la coroides, se sitúa entre las cámaras posterior y anterior del ojo, recubriendo por completo e l cristalino, excepto en la abertura pupilar (pupila). El iris es más grueso en la parte media y se adelgaza hacia su unión con el cuerpo ciliar y el borde de la pupila. La superficie anterior consiste en dos anillos concéntricos: la zona pupilar, ubicada más cerca de la pupila, y la zona ciliar, más ancha. La superficie anterior del iris es irregular, con surcos que se extienden dentro de ella; también contiene surcos de contracción, que se distinguen con bcilidad cuando se dilata la pupila. La superficie anterior del iris está recubierta por una capa incompleta de células pigmentadas y fibro- blastos. En la profundidad de esta capa hay un estroma de tejido conectivo poco vascularizado que contiene múltiples fibroblastos y melanocitos, que dan paso a una zona de tejido conectivo laxo bien vascularizada. La parte posterior del iris es lisa y está recubierta por la continuación de las dos capas del epitelio de la retina que recubren el cuerpo ciliar. La superficie que ve al cristalino se compone de células intensamente pigmentadas, que bloquean el paso de luz a través del iris, excepto en la pupila. Las células epiteliales orientadas hacia el estroma del iris tienen prolongaciones que forman el músculo di- latador de la pupila. Por consiguiente, este músculo es de naturaleza mioepitelial. Otro músculo , el músculo es- fínter de la pupila, se localiza en un anillo concéntrico alrededor de la pupila. Las contracciones de estos múscu- los lisos modifican el diámetro de la pupila, que cambia inversamente con la cantidad de luz que penetra en ella. Por tanto, la luz brillante contrae el diámetro pupilar mientras que la luz tenue lo incrementa. El músculo dilatador de la 492 ••• Sentidos especiales pupila, inervado por el sistema nervioso simpático, dilata la pupila; el músculo esfínter de la pupila, que recibe su inervación de fibras parasimpáticas del nervio motor ocular común (NC !II), la contrae . La población abundante de melanocitos en el epitelio y el estroma del iris no sólo bloquea el paso de luz hacia el interior del ojo (excepto en la pupila), sino que también confiere color a los ojos. Estos últimos son oscuros cuando el número de melanocitos es considerable y de color azul cuando hay pocos melanocitos. Cristalino El cristalino, el disco biconvexo transparente localizado directamente atrás de la pupila, enfoca los rayos de luz en la retina. El cristalino del ojo es un disco transparente, biconvexo y flexible compuesto de células epiteliales y sus productos secretorios. Está constituido por tres partes: cápsula del cristalino, epitelio subcapsular y fibras del cristalino (fig. 22-4). La cápsula del cristalino es una lámina basilar, de 10 a 20 f.Lm de grosor, que contiene principalmente colágena tipo IV y glucoproteína que recubre las células epiteliales y envuelve la totalidad del cristalino. Esta estructura homogénea, transparente y elástica, que refracta la luz, es más gruesa en la parte anterior. El epitelio subcapsular sólo se halla en la superficie anterior del cristalino, inmediatamente profundo a la cápsula de éste (fig. 22-5 ). Se conforma con una capa de células cuboides, que se comunican unas con otras a través Fig. 22-5. Fotomicrografía del cristalino (x 132). Obsérvese el epitelio cuboidal simple !flecha ) en la superficie anterior. de uniones de intersticio. Los vértices de estas células están dirigidos hacia las fibras del cristalino y se interdigitan con ellas , en especial en la cercanía del ecuador en donde se alargan y tienen forma cilíndrica. La mayor parte del cristalino se compone de aproxi- madamente 2 000 células largas conocidas como fibras del cristalino, que se encuentran inmediatamente profundas al epitelio subcapsular y a la cápsula del cristalino (fig . 22-6). Las células del epitelio subcapsular originan estas células hexagonales , altamente diferenciadas , las fibras del cristalino, que pierden su núcleo y organelos y continúan alargándose hasta que alcanzan una longitud de 7 a 10 f.Lm. Este proceso de alargamiento, que se conoce como maduración, prosigue durante toda la vida de la persona. Al final , estas células hexagonales largas se llenan con cristalinas , que son proteínas del cristalino cuya presen- cia incrementa el índice de refracción de las fibras del cristalino. CORRELACIONES CLlNICAS La presbiopía es la incapacidad del ojo para enfocar objetos cercanos (acomodación) y se debe a una disminución de la elasticidad del cristalino relacio- nada con la edad. Como resultado, el cristalino ya no puede tornarse esférico para enfocar con exactitud. Este trastorno puede corregirse con anteojos. La catarata también suele ser un trastorno relacionado con la edad en el cual se opaca el cristalino y por tanto impide la visión. Esta anomalía puede deberse a una acumulación de pigmento u otras sustancias y también a la exposición excesiva a radiación ultravioleta. Aunque las cataratas no responden casi nunca a medicamentos , y finalm ente causan ceguera, puede extirparse el cristalino opaco y reemplazarse con una lente de corrección. Cuerpo vítreo El cuerpo vítreo es un gel refringente y transparente que llena la cavidad del ojo (cavidad vítrea) atrás del cristalino. Está compuesto sobre todo (99%) de agua que contiene una cantidad diminuta de electrólitos, fibras de colágena )' ácido hialurÓnico. Se adhiere a la retina en toda su superficie, en especial en la ora sen"ata. En la periferia del cuerpo vítreo se observan en ocasiones macrófagos )' células pequeñas llamadas hialocitos; se piensa que sintetizan colágena )' ácido hialurónico. El conducto hialoideo lleno con líquido, un conducto estrecho que estuvo ocupado por la arteria hialoidea en el feto, se extiende a través de todo el cuerpo vítreo de la superficie posterior del cristalino al disco óptico. Retina (túnica neural) La retina, compuesta por 10 capas, posee receptores especializados, llamados bastones y conos, que se encargan de la fotorrecepción. Sentidos especiales ••• 493 Fig. 22-6. Micrografía de barrido de la superficie posterior del cristalino (X28). c, cuerpo ciliar; 1, cristalino; z, fibras de la zona. (Tomaelo ele Leeson TS, Lesson eR, Paparo AA: TextlAtlas of Histology. Philadelphia, \VE Saunders, 1988.) La retina, la tercera túnica más interna del ojo, es la porción neural que contiene las células fotorreceptoras conocidas como bastones y conos (figs. 22-7 y 22-8; véase fig. 22-4). La retina se desarrolla a partir de la copa óptica, una evaginación del diencéfalo, que da lugar a la vesícula ópti- ca primaria. Más adelante en el desarrollo esta estructura se invagina para formar una vesícula óptica secunda- ria bilaminara partir de la cual se desarrolla la retina, en tanto que el tallo de la copa óptica se transforma en el nervio óptico. La retina está formada por una capa pigmentada externa que se desarrolla desde la pared externa de la co- pa óptica. La porción neural de la retina se forma a partir de la capa interna de la copa óptica y es la retina pro- piamente dicha. La capa pigmentada de la retina recubre toda la superficie interna del ojo y se refleja en el cuerpo ciliar y la pared posterior del iris, mientras que la retina propiamente dicha se detiene en la ora serrata. Las células que componen la retina representan una extensión del cerebro altamente diferenciada. El disco óptico, situado en la pared posterior del ojo, es el sitio de salida del nervio óptico. Debido a que no contiene células fotorreceptoras, es insensible a la luz y, por esta razón, se conoce como punto ciego de la retina. Aproximadamente 2.5 mm a un lado del disco óptico se halla una zona de color amarillo en la pared de la retina llamada mácula lútea (punto amarillo). Localizada en el centro de esta mancha existe una depresión oval, la fóvea central, en donde es mayor la agudeza visual (fig. 22-4). La fóvea es un área especializada de la retina que sólo contiene conos, que están tan densamente agrupados que empujan hacia un lado las otras capas de la retina. A medida que aumenta la distancia desde la fóvea, dismi- nuye el número de conos y se incrementa la cantidad de bastones. La porción de la retina que actúa en la fotorrecepción reviste la superficie interna de la capa coroides, desde el disco óptico hasta la ora serrata y se integra con 10 capas distintas (figs. 22-7 y 22-8). Desde la parte exterior adya- cente a la coroides a la interior, en donde se continúan con el nervio óptico, estas capas son las siguientes: • Epitelio pigmentario • Capa de bastones y conos • Membrana limitante externa • Capa nuclear externa • Capa plexiforme externa • Capa nuclear interna • Capa plexiforme interna • Capa de células ganglionares • Capa de fibras del nervio óptico • Membrana limitante interna Epitelio pigmentario El epitelio pigmentario, que deriva de la capa externa de la copa óptica, está compuesto de células cuboides a 494 ••• Sentidos especiales • • • • , Fig. 22-7. Micrografía de luz de la retina <.:on sus 10 capas descritas ( X270) cilíndricas (14 fLm de ancho y 10 a 14 fLm de alto ), cuyos núcleos se localizan en la base . E stas células están uni- das a la membrana de Bruch, situada entre la coroides y las células de pigmento. Se encuentran mitocondrias especialmente abundantes en el citoplasma cerca de las numerosas invaginaciones celulares con la membrana de Bruch, que sugieren transporte en esta región. Se observan desmosomas, zonas oclusoras y zonas adherentes en las membranas celulares laterales , que forman la barrera hematorretiniana. Más aún , las uniones de intersticio en las membranas celulares laterales permiten la comunica- ción intercelular. Los vértices de las células muestran microvellosidades y estructuras similares a manguitos que rodean y aíslan las puntas de células fotorreceptoras individuales. La característica más distintiva de las células pigmen- tarias es su abundancia en gránulos de melanina, que sintetizan y almacenan estas células en sus porciones apicales. El citoplasma apical también contiene cuerpos residuales que alojan puntas fagocitadas eliminadas por los bastones. Además, en el citoplasma hay retículo endoplás- mico liso, retículo endoplásmico rugoso (RER) y aparato de Golgi en abundancia. El epitelio pigmentario tiene varias funciones. Las células epiteliales pigm entarias absorben la luz una vez que pasa a través de los fotorreceptores, que los estimuló, evitando así que se refleje desde la túnica, lo que deterio- raría el enfocamiento. Estas células pigmentarias fagocitan continuamente discos membranosos gastados de las puntas de los bastones fotorreceptores. Las células epiteliales pigmentarias también tienen una función activa en la visión al esterificar los derivados de la vitamina A en su retículo endoplásmico liso. Epitelio --: __ _ pigmentario Bastón fotorreceptor Membrana limitante ext-e-rn-a-- cono --------~~tí.~ o fotorreceptor Núcleo de la célula co~n~o==:::::::::::::=:;~b~~J Núcleo de ~ la célula bastón Pedículo del cono Esférula .----______ ...¡.~ del bastón Célula horizontal---==""""t"1 Célula bipolar N úcleo de la :::-----J célula de Müller Cuerpo de la --__ _ célula de Müller Célula amacrina -------til~ Células ganglionares Fibras del nervio óptico o Luz del cristalino o o o Membrana limitante interna Fig. 22-8. Esquema de diversas capas de la retina. El espacio que se observa entre la <.:apa pigmentada \. el res to de la retina es un artefacto del desarrollo y no existe en el adulto excepto durante el desprendimiento de la retina. CORRELACIONES CLlNICAS Debido a qu e las prolongaciones de las cé lulas epiteliales pigmentarias semejantes a manguitos simplemente rodean las puntas de los bastones y conos fotorreceptores, las sacudidas súbitas intensas pueden separarlos y dar por resultado el desprendi- miento de la retina, una causa común de ceguera parcial. El trastorno puede corregirse con cirugía "soldando en puntos" las dos estructuras nueva- mente entre sí. Sin embargo, cuando no se atiende este trastorno mueren los bastones y los conos porque habrán perdido el sostén metabólico que normalmente proporciona el epitelio pigmentario. Su muerte deja un punto ciego en el campo visual que corresponde al área en la que se perdieron fotorreceptores. Capa de bastones y conos La porción óptica de la retina aloja dos tipos distintos de células fotorreceptoras llamadas bastones y conos. Tanto los bastones como los conos son células polarizadas cuyas porciones apicales , conocidas como segmentos externos, son dendritas especializadas. Los segmentos externos de los bastones y los conos están rodeados por células epiteliales pigmentarias (fig. 22-8 ). Las bases de los bastones y conos hacen sinapsis con las células subyacentes de la capa bipolar. Hay aproximadamente 100 a 120 millones de has- tones y 6 millones de conos. Los bastones son receptores es- pecializados para la luz tenue; los conos son receptores especializados para la recepción de luz brillante. Los conos están adaptados adicionalmente para la visión a colores, mientras que los bastones sólo perciben luz. Los conos y bastones están distribuidos en forma irregular en la retina, ya que los conos están altamente concentrados en la fóvea; en consecuencia, esta es el área de la retina en que ocurre la visión de alta agudeza. Bastones Los bastones son los fotorreceptores de la retina especializados en percibir luz tenue. Los bastones, que sólo se activan en la luz tenue , son tan sensibles que pueden producir una señal a partir de un fotón aislado de luz. Sin embargo, no pueden mediar señales en luz brillante ni detectar colores . Los bastones son células alargadas (,50 por 3 f.Lm ) orientadas de manera paralela unas con otras pero per- pendicular a la retina. Están compuestos por un segmento externo, un segmento interno, una región nuclear y una región sináptica (fig. 22-9). El segmento externo del bastón, que es su termi- nación dendrítica, presenta varios cientos de laminillas membranosas aplanadas orientadas de modo perpendicular a su eje largo (fig. 22-10; véase fig. 22-9 ). Cada lámina representa una invaginación del plasmalema, que está desprendida de la superficie celular, y forma así un disco. Cada disco se integra con dos membranas separadas entre sí por un espacio de 8 nm. Las membranas contienen rodopsina (púrpura visual), un pigmento sensible a la luz. Debido a que el segmento externo es más largo en los bastones que en los conos, los primeros contienen más rodopsina, responden más lentamente que los conos y tie -nen la capacidad de sumar colectivamente la recepción. El segmento interno del bastón está separado del externo por un estrechamiento denominado tallo de conexión. Pasando a través del tallo de conexión y hacia el segmento externo del bastón está un cilio modificado (que carece de microtúbulos centrales ) que proviene de un cuerpo basilar ubicado en el extremo apica] del segmento interno. Cerca de la interfaz con el tallo de conexión se hallan congregadas ahundantes mitocondrias y gránulos citoplásmicos de glucógeno , ambos necesarios para la producción de energía para el proceso visual. El citoplasma basal de las mitocondrias es rico en microtúbulos, poliso- mas, retículo endoplásmico liso , RER y complejos de Golgi . Sentidos especiales ••• 495 -SE - SE Ce .-SI :1----,,- S I :r-- RN ~\-RN RS A B Fig. 22-9. ESéF,ema de la morfología de un bastón (A ) y un cono (B ). SE , segm ento externo; CE , cuerpo basilar; C , tallo de conexión; Ce, centriolo: SI , segmento interno; M, mitoéondria; RN, región nucl ear; RS , región sináptic<1; VS, vesículas sinápticas. (Modificado de Lentz TL: Cell Fine Structure: An Atlas 01' Drawings 01' Whole-Cell Structure. Philadelphia, \VE Saunde rs , 1971.) Las proteínas que se producen en el segmento interno migran al externo, en donde se incorporan en los discos. Estos últimos migran gradualmente al extremo apical del segmento externo y al final se desprenden hacia las vainas de las células de pigmento, en donde se fagocitan. El tiempo desde la incorporación de la proteína, la migración de un lado a otro y, por último, el desprendimiento, es menor de dos semanas. El proceso de fotorrecepción se lleva a cabo como sigue: l. La fotorrecepción por bastones se inicia con la absor- ción de luz por el fotopigmento sensible a la luz rodopsina, compuesto por la proteína transmembranal opsina unida al retinal cis, la forma aldehído de la vitamina A. 496 ••• Sentidos especiales 2. La absorción de luz causa isomerización de la molécula retiniana en retinal todo-trans , que a continuación se disocia de la opsina, 3. Este aclaramiento proporciona opsina activada, que facilita la unión de trifosfato de guanosina (GTP) a la subunidad alfa de transducina, una proteína G trimérica. 4. La GTP-Galfa resultante activa la fosfodiesterasa de monofosfato de guanosina cíclico, una enzima que cataliza la descomposición de 3 ' ,5' -monofosfato de guanosina cíclico (3 ' -,5' -cGMP), 5. La disminución de la concentración citosólica de cGMP provoca el cierre de canales de Na+ en la membrana plasmática del bastón de tal manera que el Na+ no puede salir de la célula y el bastón se hiperpola- • riza. Fig. 22-10. Fotomicrografías de los basto- nes del ojo de una rana y los conos del ojo de una ardilla, Arriba a la izquierda, discos en el segmento exte rno y mitocondrias (m) en el segmento interno del bastón de una rana; la flecha señala un cilio que con ecta los segmentos interno y externo (x 16 200), Arriba a la dere- cha, gran aumento de los discos del segmento externo del bastón de una rana (X 76 500), Abajo a la i:oquierda, unión de los segmentos extern o e interno de los conos de una ardilla (X 28 800), Abajo a la del"Ccha , gran aumento de los discos del segmento externo del ojo de una ardilla que muestra la continuidad de las láminas con el plasmalema (puntas de flechas) (x 82 800), (Tomado de Leeson TS , Lesson e R, Paparo AA: Textl Atlas of Histology. Philadelphia, WB Saunders , 1988. ) 6. La hiperpolarización del bastón tiene como efecto una inhibición de la liberación del neurotransmisor en la sinapsis con las células bipolares. 7. Durante la siguiente fase oscura se regenera el valor de cGM P, se abren nuevamente los canales de Na+ y se reanuda el flujo de Na+ como antes . 8. El retinal todo-trans restante del catabolismo se difunde y se desplaza al epitelio pigmentario de la retina mediante proteínas retinianas de unión. 9. El retinal todo-trans se recicla hasta su for ma retinal ll-cis , 10. Por último, regresa el retinal cis al bastón, en donde se une una vez más a la opsina para formar rodopsina. Cuando el bastón no lo activa la luz, el cGMP conserva abiertos los canales de Na+ en el plasmalema de las células en bastón. Durante la fase oscura se bombean iones de sodio fuera del segmento interno y entran al segmento externo de los bastones a través de canales de iones con- trolados por sodio. La presencia de iones de sodio en el segmento externo da lugar a la liberación de una sustan- cia neurotransmisora en la sinapsis con las células bipo- lares. La señal no se induce mediante despolarización, como sucede en la mayor parte de las células; por el contrario, la hiperpolarización inducida por la luz origina que se transmita la señal a través de las diversas capas de células hacia las células ganglionares, en donde la señal genera un potencial de acción a lo largo de los axones que van al encéfalo. Conos Los conos son fotorreceptores de la retina especializados en percibir luz brillante y color. Aunque la forma en que funcionan los conos es similar a la de los bastones , los conos se activan con la luz brillante y producen mayor agudeza visual, en comparación con los bastones. Hay tres tipos de conos, que contienen cada uno una variedad diferente del fotopigmento yodopsina. Cada variedad de yodopsina tiene una sensibilidad máxima a uno de los tres colores del espectro rojo, verde y azul- y la diferencia reside en las opsinas, no tanto en el retinal ll-GÍs. Los conos son células alargadas (60 X 1.5 f.1m ), más largas y estrechas en la fóvea central. Con las pocas excep- ciones siguientes, su estructura es similar a la de los bastones (fig. 22-1; véase fig. 22-9B Y 22-10): 1. Su terminal apical (segmento externo) tiene más la forma de un cono que de un bastón. 2. Los discos de los conos, aunque compuestos de láminas del plasmalema, están unidos a la membrana plasmática, a diferencia de las láminas de los bastones, que están separadas . 3. La proteína que se produce en el segmento interno de los conos se inserta dentro de los discos a través de todo el segmento externo; en los bastones se concentra en la región más distal del segmento externo. 4. A diferencia de los bastones, los conos son sensibles a los colores y proporcionan mayor agudeza visual. 5. El reciclamiento del fotopigmento de los conos no requiere las células pigmentarias de la retina para el procesamiento. Membrana limitante externa Aunque el término membrana limitante externa aún se utiliza en descripciones de las capas de la retina, esta estructura no es una membrana. Por el contrario, foto micrografías revelaron que esta "capa" es una región de zonas adherentes entre células de M üller (células de neuroglia modificadas) y los fotorreceptores. Distal a ella se proyectan microvellosidades de las células de M üller en Sentidos especiales ••• 497 Fig. 22-11. Micrografía de exploración de la retina en un mono que muestra conos (e) y unos cuantos bastones (R) (X5 800). Z, segmentos internos; 3, membrana limitan te externa; 4, membrana nuclear exte rna; MV, microvellosidades pertenecientes a las células de Müller. (Tomado de Borwein B, Borwein D, Medeiros J, McGowan J: The ultrastructure al' monkey foveal photoreceptors, with special reference to the structure , shape, size, and spacing of the foveal canes. Am J Anat 159:1 95-146, 1980. Reimpreso con autori zación de John Wiley & Sons, rnc. ) los intersticios entre los segmentos internos de los bastones y los conos. Capa nuclear externa La capa nuclear externa consiste en una zona ocupada principalmente por los núcleos de los bastones y los conos. En cortes histológicos, los núcleos de los bastones son más pequeños y redondos y con tinción más oscura que los de los conos. Capa plexiforme externa En la capa plexiforme externa se localizan sinapsis axodendríticas entre las célulasfotorreceptoras y las dendritas de células bipolares y horizontales. En esta capa hay dos tipos de sinapsis: a) plana, que muestra la histología sináptica habitual, y b ) invaginada. Las sinapsis invagina- das son únicas porque consisten en una dendrita de una 498 ••• Sentidos especiales célula bipolar y una dendrita de cada una de dos células horizontales, lo que conforma una triada. Dentro de esta región sináptica invaginada se localiza una lámina parecida a un listón (listón sináptico) que contiene neurotransmi- sor. Se piensa que esta estructura captura el neurotrans- misor y ayuda a distribuirlo. Capa nuclear interna Los núcleos de las células bipolares , horizontales, ama- crinas y de Müller componen la capa nuclear interna. Entre las células fotorreceptoras y las células ganglio- nares están interpuestas neuronas bipolares, que pueden estar en contacto con muchos bastones (10 cerca de la mácula hasta casi 100 contactos cerca de la ora serrata), que permiten así la sumación de señales, que es en especial útil cuando la intensidad de la luz es baja. Sin embargo, los conos no convergen , cuando menos cerca de la fóvea; por el contrario, cada cono hace sinapsis con varias células bipolares e incrementa así adicionalmente la agudeza visual. Los axones de las células bipolares hacen sinapsis con dendritas de las células ganglionares. Las células horizontales situadas en esta capa hacen sinapsis con las uniones sinápticas entre las células fotorre- ceptoras y las bipolares. Estas células funcionan al modular la actividad sináptica. Las células amacrinas se hallan en los límites internos de esta capa. Todas sus dendritas salen de un área de la célula y terminan en complejos sinápticos entre células bi- polares y ganglionares. También hacen sinapsis en células interplexiformes que están entremezcladas con cuerpos celulares bipolares. Las células amacrinas actúan como un mecanismo de retroalimentación y transfieren información neuronal derivada del complejo de sinapsis célula bipolar- ganglio a las células interplexiform es, cuyos axones se comunican con células bipolares y horizontales. Las células de Müller son células de neuroglia que se extienden entre el cuerpo vítreo y los segmentos internos de los bastones y los conos , en donde terminan las célu- las de Müller para formar zonas adherentes con las células fotorreceptoras representadas por la membrana limitante externa. De la superficie apical se extienden microvellosi- dades. En consecuencia, las células de Müller actúan como células de sostén para la retina neural. Capa plexiforme interna Las prolongaciones de células amacrinas , bipolares y ganglionares están entrem ezcladas en la capa plexiforme interna. En este sitio también se localizan sinapsis axo- dendríticas entre los axones de células bipolares y las dendritas de células ganglionares y células amacrinas. Al igual que en la capa plexiforme externa, en esta capa hay dos tipos de sinapsis: plana e invaginada. Las sinapsis invaginadas poseen un axón de una célula bipolar y dos dendritas de células amacrinas o ganglionares, o una den- drita de cada una de las dos células diferentes , lo que integra una diada. Dentro de la sinapsis también está localizada una versión acortada del listón sináptico que contiene neurotransmisor. Capa de células ganglionares Los cuerpos celulares de neuronas multipolares grandes de las células ganglionares, hasta de 30 fLm de diámetro, se ubican en la capa de células ganglionares. Los axones de estas neuronas pasan al encéfalo. La hiperpolariza- ción de los bastones y los conos activa estas células gan- glionares, que a continuación generan un potencial de acción que pasa por sus axones al encéfalo a través del sistema visual de relevo. Capa de fibras del nervio óptico Las fibras neurales están formadas por axones no mie- linizados de las células ganglionares en la capa de fibras del nervio óptico. Estos axones se mielinizan a medida que el nervio perfora la esclerótica. Membrana Iimitante interna La membrana limitante interna se compone de láminas basilares ele las células de Müller. Estructuras accesorias del ojo Las estructuras accesorias del ojo incluyen la conjuntiva, los párpados y el aparato lagrimal. Conjuntiva La conjuntiva es la membrana mucosa que reviste los párpados y se refleja sobre la esclerótica en la superficie anterior del ojo. Una membrana mucosa transparente , conocida como conjuntiva, recubre la superficie interna de los párpados (conjuntiva palpebral) y la esclerótica de la porción anterior del ojo (conjuntiva bulbar). La conjuntiva está compuesta de un epitelio cilíndrico estratificado que con- tiene células caliciformes que recubren una lámina basilar y una lámina propia compuesta de tejido conectivo laxo. Las secreciones de las células caliciformes forman una parte de la película lagrimal, que contribuye a lubricar y proteger el epitelio de la superficie anterior del ojo. En la unión esclerocorneal, en donde se inicia la córnea, la conjuntiva se continúa como el epitelio corneal escamoso estratificado y carece de células caliciformes. CORRELACIONES CLlNICAS La conjuntivitis es una inflamación de la conjuntiva que suele acompañarse de hiperemia y un exudado. Puede deberse a varios agentes bacterianos , virus , alergen os y microorganismos parasitarios. Algunas formas de conjuntivitis son extremadamente con- tagiosas , perjudican el ojo y pueden causar ceguera si no se tratan. Párpados Los párpados, recubiertos en la parte externa por piel y en la interna por la conjuntiva, proporcionan una barrera de protección para la superficie anterior del ojo. Los párpados se forman como pliegues de piel que recubren la superficie anterior del ojo en desarrollo. En consecuencia, su superficie externa está recubierta por el epitelio escamoso estratificado de la piel; en la hendi- dura palpebral, la conjuntiva de los párpados recubre la superficie interna. Los párpados están apoyados por una estructura de placas tarsales. En la piel de los párpados se localizan glándulas sudoríparas y también pelos finos y glándulas sebáceas. La dermis de los párpados suele ser más delgada que la mayor parte de la piel, contiene múltiples fibras elc1sticas y carece de grasa. Los bordes de los párpados incluyen las pestañas dispuestas en hileras de tres o cuatro , pero carecen de músculos erectores del pelo. Las glándulas sudoríparas modificadas, llamadas glán- dulas de Moll, forman una espiral simple antes de abrirse en los folículos de las pestañas. Las glándulas de Mei- bomio, que son glándulas sebáceas modificadas situadas en el tarso de cada párpado, desembocan en el borde libre de éste . La sustancia oleosa que secretan estas glándulas se incorpora a la película lagrimal e impide la evaporación de las lágrimas . Con las pestañas se vinculan otras glándulas sebáceas modificadas más pequei'ias, las glándulas de Zeis, que secretan su producto a los folículos de las pestañas. Aparato lagrimal El aparato lagrimal conserva la superficie anterior del ojo lubricada con lágrimas e impide así la deshidratación de la córnea. El aparato lagrimal incluye: 1. La glándula lagrimal, que secreta el líquido lagrimal (lágrimas ) . 2. Los canalículos lagrimales , que llevan el líquido lagrimal fuera de la superficie del ojo. 3. El saco lagrimal, una porción dilatada del sistema de conductos. 4. El conducto nasolagrimal, que lleva el líquido lagri- mal a la cavidad nasal. La glándula lagrimal se encuentra en la fosa lagrimal localizada en la superficie superoexterna de la órbita. Se halla fuera del saco conjuntival, aunqu e se comunica con Sentidos especiales ••• 499 él a través de seis a 12 conductos secretorios que se abren dentro del saco en la porción externa del saco conjunti- val superior. La glándula es tubuloalveolar compues ta y serosa, semejante a la glándula parótida. Sus ácinos secretorios estánrodeados completamente por células mioepiteliales. El líquido lagrimal (lágrimas) se compone prin- cipalmente de agua. Este líquido esté ril, que contiene el agente antibacteriano lisozima, pasa a través de los conductos secretorios para penetrar en el saco conjuntival. Al parpadear, los párpados superiores llevan las lágrimas a la porción anterior de la esclerótica y la córnea y en esta forma las conservan húmedas y las protegen de la deshidratación. El líquido lagrimal se desplaza en dirección interna y penetra en el punto lagrimal, una abertura ubicada en cada uno de los bordes internos de los párpados superior e inferior. El punto de cada párpado conduce directamente al canalículo lagrimal, que se une en un conducto común que lleva al saco lagrimal. Las paredes de los canalículos lagrimales están cubiertas de epitelio escamoso estratificado. El saco lagrimal es la porción superior dilatada del conducto nasolagrimal. Está revestido de epitelio cilíndrico ciliado seuuoestratificado. La continuación inferior del saco lagrimal es el con- ducto nasolagrimal, que también posee un recubrimiento de epitelio cilíndrico ciliado seudoestratificado. Este con- ducto ll eva líquido lagrimal al meato inferior situado en el piso de la cavidad nasal. 0100 (APARATO VESTIBULOCOCLEAR) El oído, el órgano de la audición y el equilibrio, está compuesto de tres regiones: oídos externo, medio e interno. El oído, el órgano de la audición y también del equili- brio, se divide en tres partes: a) oído externo, b) oído medio (cavidad timpánica) y c) oído interno (fig. 22-12). A las ondas sonoras que recibe el oído externo, la membrana timpánica las convierte en vibraciones mecáni- cas . Los huesecillos del oído medio (cavidad timpánica) amplifican a continuación estas vibraciones y se transfieren al medio líquido del oído interno en la ventana oval. El oído inte rno , un laberinto óseo lleno con perilinfa, en el cual está suspendido un laberinto membranoso, regula la auuición (la porción coclear) y conserva el equilibrio (la porción vestibular). El impulso sensorial que llega a la totalidad del aparato vestibulococlear se transmite al encéhllo a través del nervio vestibulococlear (NC VIII ). Oído externo El oído externo se integra con el pabellón auricular, el meato auditivo externo y la membrana timpánica. El oído externo se conforma con el pabellón auricular (ore ja), el meato acústico externo y la membrana timpánica 500 ••• Sentidos especiales Conducto semicircular superior Conducto semicircular posterior Conducto semicircular lateral / N,>rVIO facial (VII) iiíiiii~C~~~""""~~(~---------------- N e rvio ve sti bu lococlea r (V 111) Tímpano Meato auditivo externo Fig. 22-12. Esquema de la anatomía del oído. Martillo Yunque Estribo (fig. 22-12). El pabellón auricular se desarrolla a partir de partes del primero y segundo arcos branquiales. Su forma general, tamaño y contornos específicos suelen ser característicos de cada persona, con similitudes familiares. La oreja está compuesta de una placa de cartílago elástico de forma irregular recubierta por piel delgada que se ad- hiere firmemente a ella. El cartílago de la oreja se continúa con el recubrimiento de cartílago de la porción cartilaginosa del meato auditivo externo. El meato auditivo externo es el conducto que se extiende dentro del hueso temporal de la oreja a la super- ficie externa de la membrana timpánica. Su porción super- ficial se compone de cartílago elástico, que se continúa con el de la oreja. En los dos tercios internos del conduc- to, el hueso temporal reemplaza el cartílago como sostén. El meato auditivo externo está recubierto con piel que contiene folículos pilosos, glándulas sebáceas y glándulas sudoríparas modificadas conocidas como glándulas ceru- minos as, que producen un material céreo llamado ceru- men (cera del oído). El pelo y la cera viscosa ayudan a evitar que penetren objetos en la profundidad del meato. La membrana timpánica recubre la porción final más profunda del meato auditivo externo. Es la placa de cierre entre el primer surco faríngeo y la primera bolsa faríngea, en la que se encuentran en proximidad ectodermo, mesodermo y endodermo. La superficie externa de la membrana timpánica está recubierta por una epidermis delgada, derivada del ectodermo, en tanto que su super- ficie interna es tá compuesta por un epitelio escamoso cuboidal simple derivado del endodermo. Entre las dos -----Cóclea Cavidad del oído medio Trompa auditiva capas epiteliales de la membrana timpánica se encuentra interpuesta una capa delgada de elementos mesodérmicos, que incluyen fibras de colágena y elásticas y fibroblastos. Esta membrana recibe las ondas sonoras que se transmiten a ella por el aire a través del meato auditivo externo y que causan su vibración. En esta forma se convierten las ondas sonoras en energía mecánica que se transmite a los huesecillos del oído medio. Oído medio El oído medio (cavidad timpánica) aloja los tres huesecíllos: martillo, yunque y estríbo. El oído medio o cavidad timpánica es un espacio lleno con aire localizado en la porción petrosa del hueso temporal. Este espacio se comunica en la parte posterior con las celdillas aéreas mastoideas y en la anterior, a través de la trompa auditiva (trompa de Eustaquio), con la faringe (fig. 22-12). Los huesecillos están alojados en este espacio y abarcan la distancia entre la membrana timpánica y la membrana de la ventana oval. La cavidad timpánica tiene una cubierta de epitelio escamoso simple, que se continúa con el recubrimiento interno de la membrana timpánica. Sin embargo, en sus dos tercios más profundos, el hueso de la cavidad timpánica cam bia a cartílago a medida que se aproxima a la trompa auditiva. En igual forma, su recubrimiento epitelial se torna en un epitelio cilíndrico ciliado seudoestratificado a medida que se aproxima a la trompa auditiva. La lámina propia sobre la pared ósea se adhiere a ella firmemente y no contiene glándulas, pero la lámina propia que recubre la porción cartilaginosa incluye múltiples glándulas mucosas cuyos conductos se abren a la luz de la cavidad timpánica. Además en la cercanía de la abertura farínCJ'ea se encuen-, b tran células caliciformes y tejido linfoide. Durante la deglución, al sonarse la nariz y al bostezar se abre el orificio de la trompa auditiva en la faringe y permite que se equilibre la presión del aire en la cavidad timpánica con la del meato auditivo externo, que está localizado en el lado opuesto de la membrana timpánica. Esta es la razón por la que la deglución, sonarse la nariz o bostezar alivian la "presión del oído" durante el descenso rápido en un avión. Dentro de la pared interna de la cavidad timpánica se hallan la ventana oval y la ventana redonda, que conectan la cavidad del oído medio con el oído interno. Estas dos aberturas están formadas por huecos en la pared ósea recubiertos por una membrana. El martillo, yunque y estribo están unidos en serie por articulaciones sinoviales recubiertas de epitelio escamoso simple . El martillo se une a la membrana timpánica, con el yunque interpuesto entre él y el estribo que, a su vez, se inserta en la ventana oval. Dos músculos esqueléticos pequeños, el tensor del tímpano y el estapedio, ayudan a mover la membrana tim- pánica y los huesecillos. Las vibraciones de la membrana timpánica ponen en movimiento estos últimos y, debido a su acción de palanca, se amplifica la oscilación para vibrar la membrana de la ventana oval, poniendo así en movimiento el medio líquido de la división coclear del oído interno. Oído interno El oído interno está compuesto del laberinto óseo, una cavidad irregular ahuecada en la porción petrosa del hueso temporal, y el laberinto membranoso, que está suspendido dentro del laberinto óseo (fig. 22-13). Laberinto óseo El laberinto óseo tiene tres componentes: conductos semicirculares,vestíbulo y cóclea. El laberinto óseo está recubierto con endostio y separado del laberinto membranoso por el espacio peri- linfático que está lleno con un líquido transparente llamado perilinfa, dentro del cual está suspendido el laberinto membranoso. La región central del laberinto óseo se conoce como vestíbulo. Los tres conductos semicirculares (superior, pos- terior y lateral) están orientados a 90° entre sí (fig. 22-13). Un extremo de cada conducto está ensanchado y esta región expandida se denomina ampolla. Los tres conductos semicirculares óseos se originan en el vestíbulo y regresan a él, pero un extremo de cada dos conductos comparte una abertura en el vestíbulo; en consecuencia, Conductos semicirculares: Superior Posterior Lateral Vestíbulo Ventana oval Ventana redonda Conducto semicircular: Utrículo Sáculo Conducto de reunión Mácula del utnll,;UIIU Mácula del sáculo Sentidos especiales ••• 501 a. Oseo Ampolla Nicho para el utrículo Nicho para el sáculo Cóclea Saco endolinfático b. Membranoso coclear Crestas ampollares de los conductos c. Sensorial semicirculares: Superior Posterior Lateral Organo de \.JU Fig. 22-13. Esquema de la cóclea del oído interno. Arriba, anatomía del laberinto óseo. Parte media, cóclea ósea que contiene el laberinto membranoso. Ab(Uo, anatomía del laberinto membranoso. sólo hay cinco orificios en el vestíbulo. Dentro de los conductos óseos se encuentran suspendidos los conductos semicirculares membranosos, como regionalmente se denominan estas continuaciones del laberinto membra- noso. El vestíbulo es la porción central del laberinto óseo ubicada entre la cóclea, situada en la parte anterior, y los conductos semicirculares, en la posterior. Su pared externa contiene la ventana oval (fenestra vestibular), 502 ••• Sentidos especiales recubierta por una membrana a la cual se inserta la placa podálica del estribo, y la ventana redonda (fe nestra coclear) recubie rta sólo por una membrana. E l vestí- bulo también incluye regiones especializadas del laberinto membranoso (el utrículo y el sáculo ). La cóclea surge como una espiral ósea hueca que gira sobre sí misma, como la concha de un caracol, dos y media veces alrededor de una columna ósea central , el m odiolo , que se proyecta hacia la cóclea en espiral con un entrepaño de hueso llamado lámina ósea espiral, a través de la cual pasan vasos sanguíneos y el ganglio espiral, la porción coclear del nervio vestibulococlear. Laberinto membranoso El laberinto membranoso está /leno con endolinfa y posee las áreas especializadas siguientes: sáculo y utrículo, conductos semicirculares y conducto coclear. El laberinto membranoso se conforma con un epitelio derivado del ectodermo em brionario, que invade el hueso temporal en desarrollo y da lugar a dos sacos pequeños, el sáculo y el utrículo, y también a los conductos semi- circulares y el conducto coclear (fig. 22-13). A través de todo el laberinto membranoso circula la endolinfa, un líquido viscoso que semeja líquido intracelular en cuanto a su composición iónica (es decir, poco sodio pero abundante potasio). A través de la perilinfa pasan filamentos delgados de tejido conectivo que se insertan en el endostio del laberinto óseo para insertarse en el laberinto membranoso. Además de fijar el laberinto membranoso al laberinto óseo, estos filamentos de tejido conectivo llevan vasos sanguíneos que nutren los epitelios del laberinto membranoso. Sáculo y utrículo El sáculo y el utrículo, estructuras similares a sacos que se encuentran en el vestíbulo, contienen células neuroepiteliales especializadas en detectar la posición de la cabeza y el movimiento lineal. El sáculo y el utrículo están unidos entre sí por un conducto pequeño, el conducto utriculosacular. Además, se unen conductos pequeños de cada uno para formar el conducto endolinfático, cuyo extremo ciego dilatado se conoce como saco endolinfático. Otro conducto pequeño, el conducto de reunión, une el sáculo con el conducto de la cóclea. Las paredes del sáculo y el utrículo están compuestas de una capa vascular externa delgada de tejido conecti vo y una interna de epitelio simple escamoso a cuboidal bajo. Regiones especializadas del sáculo y el utrículo actúan como receptores para detectar la orientación de la cabeza en relación con la gravedad y la aceleración, respectivamente. E stos receptores se denominan mácula de l sáculo y mácula del utrículo. Las máculas del sáculo y el utrículo están localizados de tal manera que se encuentran perpendiculares una con la otra (es decir, la mácula del sáculo se halla de manera predominante en la pared y detecta en consecuencia la acele ración ve rtical lineal , en tanto que la mácula del utrículo se encuentra sobre todo en el piso y reconoce así la aceleración horizontal lineal) . El epitelio de las regiones no receptoras del sáculo y el utrículo se integra con células claras y oscuras. Las cé lulas claras tienen unas cuantas mi- crovellosidades y su citoplasma incluye algunas vesículas pinocíticas, ribosomas y sólo un número pequeño de mito- condrias . Sin embargo, el citoplasma de las células oscu- ras incluye en abundancia vesículas recubiertas, vesículas lisas y gotitas lipídicas y también múltiples mitocondrias alargadas, situadas en los compartimientos formados por los plegamientos de la membrana plasmática basilar. Los núcleos de las células oscuras son de forma irregular y con frecuencia su localización es apical. Aunque se desconoce la función de estos dos tipos de células , se piensa que las claras tienen un papel en la absorción y que las células oscuras controlan la composición de la endolinfa. Las máculas son áreas engrosadas del epitelio, de 2 a 3 mm de diámetro y están compuestas de dos tipos de células neuroepiteliales, llamadas células vellosas tipos 1 y 11, Y también de células de sostén asentadas en una lámina basilar (fig. 22-14) . Las células neuroepiteliales están inervadas por fi bras nerviosas que provienen de la porción vestibular del nervio vestibulococlear. Cada célula pilifonne tipos 1 o 11 posee un cinocilio y 50 a 100 esterocilios dispuestos en hileras, según sea su longitud, con los más largos (lO 111 ) situados más cerca del cinocilio. Las células vellosas tipo 1 son células grandes con una base redondeada que se estrecha hacia el cuello (fig. 22-15). Su citoplasma contiene RER ocasional, un complejo de Golgi supranuclear y múltiples vesículas pequeñas . Cada este rocilio, que está fijado en una membrana terminal densa, es una microvellosidad larga con un núcleo de muchos fil amentos de actina enlazados transversalmente por fimbrina. El núcleo filamentoso confiere rigidez a los estereocilios , de tal manera que sólo pueden doblarse en la región del cuello, cerca de su sitio de origen de la mem brana plasmática apical. Las células vellosas tipo 11 son similares a las células vellosas tipo 1 respecto de los estereocilios y el cinocilio, pero su forma es más cilíndrica y su citoplasma contiene un complejo de Golgi más grande y más vesículas (fig. 22-15). Las células de sosté n de las máculas , que est án in terpuestas entre ambos tipos de células vellosas , tienen pocas microvellosidades. Estas células están unidas entre sí y a las células vellosas por complejos de unión grue- sos . Muestran un complejo de Golgi bien desarrollado y gránulos secretorios , que sugieren que pueden ayudar a conservar las células vellosas o contribuir a la producción de endolinfa . La inervación de las células vellosas deriva de la porción vestibular del nervio vestibulococlear. Las bases redondeadas de las células vellosas tipo 1 están rodeadas casi por completo de una fibra nerviosa aferente en forma de copa. Las células vellosas tipo 11 presentan muchas fibras aferentes que hacen sinapsis en el área basilar de Sentidos especiales ••• 503 Otolitos ~1~~~~Sl Membrana-otolítica - t--- Cinocilio _+-_" Estereocilio _ +-í\ o Células de sostén Fibras nerviosas~~! ¡::;:;lF, Membrana otolítica Corte transversal a través de la mácula del utrículo Endolinfa Fig. 22-14. Esquema de células vellosas y células de sos tén en la mácula del utrículo. la célula. Cerca de las bases de las células vellosas tipos 1 y II se identifican estructuras que semejan listones sinápticos. Probablemente, los listones sinápticos de las células vellosas tipo II funcionan en sinapsis con nervios eferentes, que se piensa tienen a su cargo incrementar la eficiencia de la liberación sináptica. Los estereocilios de las células vellosas neuroepiteliales están recubiertos por una masa de glucoproteína gelatinosa y gruesa y encajados en ella, la membrana otolítica. La región superficial de esta membrana contiene cristales de carbonato de calcio pequeños conocidos como otolitos u otoconios (fig. 22-15 ). Conductos semicirculares Cada uno de los tres conductos semicirculares tiene una región expandida, la ampolla, en la cual receptores especializados (células vellosas neuroepiteliales) detectan el movimiento lineal y angular. Cada conducto semicircular, una continuación del laberinto membranoso que surge del utrículo , está alojado dentro de su conducto semicircular óseo y, en consecuencia, se adecua a su forma. Cada uno de los tres conductos está dilatado en su extremo lateral (cerca del utrículo ). Estas regiones expandidas llamadas ampollas contienen las crestas ampollares , que son áreas receptoras espe- cializadas. Cada cresta ampollar posee un reborde cuya superficie libre está recubierta por epitelio sensorial que consiste en células vellosas neuroepiteliales y células de sostén (fig. 22-16). Las células de sostén se asientan en la lámina basilar, no así las vellosas; por el contrario, estas últimas están sostenidas entre las células de sostén. Las células neuroepiteliales , que también se conocen como cé- lulas vellosas tipos 1 y 11 muestran la misma m01'folo- gía que las células vellosas de las máculas. La cúpula, una masa gelatinosa de glucoproteína que recubre las crestas ampollares , es similar a la membrana oto lítica en cuanto a su estructura y función , pero tiene forma de cono y no incluye otolitos. Conducto coclear y órgano de Corti El conducto coclear y su órgano de Corti se encargan del mecanismo de la audición. El conducto coclear, un divertículo del sáculo, es otra porción con nombre regional del laberinto membranoso. El conducto coclear es un órgano receptor en forma de cuña alojado en la cóclea ósea y rodeado en dos lados por perilinfa, aunque separado de ella por dos membranas (figs. 22-17 y 22-18). El techo de la rampa media (conducto coclear) es la membrana vestibular (de Reissner), en tanto que el piso de la rampa media es la membrana 504 ••• Sentidos especiales Otolito (estereocilios) ~~ Cinocilio (estereocilios) • ~ Cinocilio ' __ ---~ Microtúbulos Célula vellosa tipo I del nervio aferente Fig. 22-16. Diagrama de las células vellosas y células de sostén en una de las cres tas ampollares de los conductos semi- circulares. Terminación nerviosa aferente Célula vellosa tipo II Endolinfa en el conducto semicircular Cresta ampollar del conducto semicircular posterior Terminación nerviosa aferente Fig. 22-15. Esquema en que se demuestra la morfología de las célu- las neuroepiteliales (vellosas ) tipos 1 y II de las máculas del sáculo y el utrículo. (Tomado de Lentz TL: Cell Fine Structu re: An Atlas of Drawings of Whole-Cell Structure. Philadelphia, WB Saunders, 1971 .) vellosa tipo I Célula de sostén vellosa tipo II Fibras nerviosas aferentes basilar. El compartimiento lleno con perilinfa situado arriba de la membrana vestibular se llama rampa vesti- bular, mientras que el compartimiento lleno con perilinfa que se encuentra abajo de la membrana basilar se deno- mina rampa timpánica. Estos dos compartimientos se comunican en el helicotrema, cerca del vértice de la cóclea. La membrana vestibular se compone de dos capas de epitelio escamoso separadas entre sí por una lámina basilar. La capa interna se integra con las células de recubrimiento de la rampa media y la capa externa con las células que revisten la rampa vestibular. Ambas capas de células están selladas por múltiples uniones estrechas , que aseguran así un gradiente iónico alto a través de la membrana. La membrana basilar, que se extiende de la lámina espiral en el modiolo a la pared lateral, apoya al órgano de Corti y está compuesta por dos zonas: arqueada y pectinada. La zona arqueada es más delgada, su posición es más medial y apoya el órgano de Corti. La zona pectinada es similar a una red fibrosa y contiene unos cuantos fibroblastos. La pared externa del conducto coclear, que se extiende entre la membrana vestibular y la prominencia espiral, posee un recubrimiento de un epitelio seudoestratificado llamado estría vascular. A diferencia de la mayor parte de los epitelios, contiene un plexo intraepitelial de capilares. Aunque diversos informes indican que la estría vascular está compuesta de tres tipos de células basilares, interme- dias y marginales los tres tipos se asemejan bastante entre sí en fotomicrografías. Las células marginales de tinción oscura tienen microvellosidades en abundancia en sus superficies libres . Su citoplasma denso contiene múltiples mitocondrias y vesículas pequeñas. En el laberinto abundan en la porción basilar de las células prolongaciones celulares estrechas que contienen mitocondrias alargadas. Las células basilares de tinción clara y las células intermedias poseen un citoplasma menos denso que sólo incluye unas cuantas mitocondrias. Ambas tienen procesos citoplásmicos que se irradian desde las superficies celulares para interdigitarse con los procesos celulares de las células marginales y con otras células intermedias. Las células ba- silares tienen también procesos celulares que ascienden alrededor de las bases de las células marginales y forman estructuras parecidas a copas que aíslan y apoyan a las células marginales. Los capilares intraepiteliales se colocan de forma tal que están rodeados por procesos basilares de las células marginales y los procesos ascen- dentes de las células basilares e intermedias. Aunque se ha sugerido que varias de las células del laberinto membranoso, incluidas las de la estría vascular, pueden producir endolinfa, aún no se aclara la naturaleza verdadera de su origen. Sin embargo, se ha señalado que las células marginales se encargan de conservar la composición iónica de la endolinfa. La prominencia espiral también se localiza en la porción inferior de la pared lateral del conducto coclear. Es una protuberancia pequeña que sobresale del periostio de la cóclea al conducto coclear en toda su longitud. Las células basilares de la estría vascular se continúan con la capa vascular de células que recubren la prominencia. Sentidos especiales ••• 505 En la parte inferior, estas células se reflejan en el surco espiral, en donde se tornan cuboides. Otras células de esta capa continúan hacia la lámina basilar, como células de Claudius, que recubren a las células de Bottcher más pequeñas. Estás últimas sólo se reconocen en los giros basilares de la cóclea. Se desconoce la función de las células de Claudius y Bottcher. En la porción más estrecha del conducto coclear, en donde se encuentran las membranas vestibular y basilar, se abulta e! periostio que recubre la lámina espiral hacia la rampa media y forma el limbo de la lámina espiral. Parte del limbo se proyecta sobre el surco espiral interno (túnel). La porción superior del limbo es e! labio vesti- bular y la inferior se conoce como labio timpánico del limbo, una continuación de la membrana basilar. Numerosas perforaciones en el labio timpánico incluyen ramas de la división coclear del octavo par. Las células
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