Logo Studenta

Resumen bioética Actis

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

-01-
Bioética
	La moral es el conjunto de costumbres, valores y normas que están vigentes en una comunidad. Responde a la pregunta “¿Qué debo hacer?”. La ética es una rama de la filosofía que intenta fundamentar este conjunto de normas. Responde a la pregunta “¿Por qué lo debo hacer?”. La ética es entonces la disciplina académica que estudia la moral, aunque no se limita a observar y describir esas acciones, sino que busca determinar si son buenas o malas, emitir juicio sobre ellas.
	La bioética es la reflexión ética aplicada a los dilemas morales de la vida, o en este caso, aplicada a los conflictos morales relacionados al ejercicio de la medicina. El surgimiento de la bioética se vió favorecido por la medicalización de la vida, los avances científico-tecnológicos, la revolución biomédica, investigación en seres humanos, y la crítica a la heteronomía (que otros decidan por uno). La bioética fue definida como “el estudio sistemático de la conducta humana en el área de las ciencias de la vida y la atención de la salud”.
	La medicalización de la vida es la expansión de la medicina hacia ámbitos y problemas que antes no eran considerados médicos, y para los que la medicina no dispone de soluciones adecuadas ni eficaces. Es el caso del control médico de etapas de la vida (adolescencia, menopausia, envejecimiento), y de problemas personales/sociales (duelo, síndrome postvacacional, etc).
	La bioética es una rama de la ética aplicada que en el campo de la medicina ayuda en el momento de la toma de decisiones, donde no sólo se toman en cuenta las consideraciones clínicas, sino también aparecen juicios de valor de la persona o paciente y del equipo sanitario. Existe un sujeto cognoscente (médico) y un sujeto observado (paciente), que pasa a ser “objeto”, se estudia la enfermedad, no al sujeto, y se pierde la visión de su humanidad, de su integridad. Es una relación objetivante.
	La ética médica o biomédica es la ética profesional en su sentido más restringido. Incluye el conjunto de normas que establecen los profesionales de la salud por las que rigen sus modelos de conducta profesional. Abarca la relación médico-paciente. Es una reflexión de lo que es bueno o errado, correcto o incorrecto en la práctica médica, en referencia a la relación médico-paciente. Valora criterios morales con el conjunto más probable de consecuencias.
	La bioética general ocurre en un plano superior de las relaciones médico-paciente, incluyendo las decisiones sobre la moral pública, la población, medio ambiente e investigación científico-tecnológica. 
	La bioética especial tiene que ver con la intervención en la vida humana desde el nacimiento a la muerte. Comprende la genética, contracepción, esterilización, aborto y tecnologías reproductivas; la experimentación humana y animal, control de la conducta; y la definición de la muerte, eutanasia, suicido asistido y prolongación de la vida.
Corrientes bioéticas
	Una corriente bioética es una cosmovisión que ofrece una respuesta a una cuestión bioética. Se basa en la filosofía, y ha generado muchas corrientes teóricas (utilitarismo, universalismo, personalismo y principialismo).
	La bioética utilitarista tiene como principio básico “el mayor bien para el mayor número de personas”. Sobre los valores del individuo están los valores de la sociedad. Requiere un cálculo costo-beneficio.
	La bioética universalista indica que las decisiones deben considerar la opinión de la mayoría de las personas. Para hacer objetivo el juicio ético se deben tomar en cuenta las opiniones subjetivas del mayor número de personas posibles. Se utiliza el consenso como fuente de autoridad.
	La bioética personalista dice que el eje de todo debate es la persona, y su cualidad de ser digna. Sobre los intereses de otras personas está el bien del individuo. El hombre es una persona por el hecho de ser humano. Solo puedo intervenir en la medida que la sacralidad de la vida me lo permita, y en la medida que no altere o modifique negativamente su dignidad.
	La bioética principialista fue propuesta por Beauchamp y Childress. Tiene los principios de beneficencia, no maleficencia, autonomía y justicia; y las reglas de privacidad, confidencialidad, veracidad y consentimiento informado.
-02-
Teorías éticas
	Las teorías que no pueden dar una respuesta argumentada frente a la pregunta ¿Por qué? son el escepticismo, el relativismo y el falibilismo. El escepticismo niega los motivos morales como determinantes de sus acciones, o niegan que estos se apoyen en verdades. No hay juicios verdaderos. El relativismo es la creencia que da igual valor, legitimidad, importancia y peso a todas las opiniones morales. Todo puede ser verdad o todo puede ser mentira. El falibilismo le otorga validez provisoria a las normas: lo que hoy está bien, quizás en unos años esté mal. Todo conocimiento empírico es susceptible de confirmaciones.
Las teorías que si pueden dar una respuesta a la pregunta ¿Por qué? son la teoría deontológica o del deber, y la teoría teleológica o de la felicidad.
Teoría deontológica
Immanuel Kant asume que el mundo que nos rodea puede ser conocido a través de los sentidos, pero existe una verdad absoluta, que no puede ser conocida por los sentidos, sino que se puede conocer sólo a través de la conciencia moral, que tiene un contacto con Lo Absoluto, y este absoluto es el Deber. Es la teoría deontológica o del deber.
Según Kant, nada puede considerarse bueno sin restricción, solo se puede considerar que algo fue hecho con buena voluntad.
En la conciencia moral existe el Imperativo Categórico, que manda de manera incondicionada. Tiene tres fórmulas:
· Fórmula de la Ley Universal: “Obra sólo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne ley universal”.
· Fórmula de la Ley de la Naturaleza: “Obra como si la máxima de tu acción debiera tornarse Ley universal de la Naturaleza”.
· Fórmula del Fin en sí mismo: “Obra de tal modo que uses a la humanidad siempre como un fin y nunca solamente como un medio”.
	Kant define al hombre como un ser moral, que se rige por leyes morales que se impone a sí mismo, es decir, tiene autonomía moral. Un ser humano es irrepetible, irremplazable, con un valor absoluto. Estas características definen su dignidad. Los objetos son amorales, un medio para conseguir un objetivo, son reemplazables, y tienen un valor relativo, que depende de la necesidad de ese objeto y de la calidad del mismo. Estas características definen su precio.
	Kant clasifica las acciones en 3 tipos: contrarias al deber (en contra de lo que debo hacer), conformes al deber (lo que se espera que haga, pero con segundas intenciones), por deber (lo que hay que hacer porque lo dicta la conciencia moral).
	La ética Kantiana es muy criticada por: 1° ser muy estricta, ya que todas las acciones son máximas de acción. 2° Conflictos de obligaciones perfectas, como todas las acciones son máximas, no hay escala de prioridades. 3° Noción de persona, ya que en el caso de aquellos que no puedan darse leyes morales a sí mismos, no serían personas para Kant.
Utilitarismo (teleológica)
	El utilitarismo se basa en un principio básico: el principio de utilidad, que dicta que debemos proceder de tal modo de obtener la máxima utilidad posible, teniendo en consideración los intereses de todas las personas afectadas. Es una teoría ética teleológica o consecuencialista, es decir, considera que la corrección moral de las acciones se determina por las consecuencias, y no por las características intrínsecas de las mismas. John Stuart Mill es el representante del utilitarismo.
	Para la teoría de Bentham, el utilitarismo clásico, la moralidad de los actos está determinada por el principio de mayor felicidad. Este principio dice que las acciones morales producen la mayor felicidad para el mayor número de personas.
	Para el utilitarismo, para ser persona se requiere la capacidad de conciencia. Es persona sólo aquel ser humano capaz de realizar actos de razón.
	La primera crítica al utilitarismo es que la felicidad es un concepto subjetivo,lo que hace feliz a uno, puede no hacerle feliz a otro. La segunda es ¿Qué es la mayoría? Si se entiende como la mitad más uno, puede haber 51 personas felices y 49 no.
	La tercera crítica es que exige demasiado, si es que nosotros mismos estamos involucrados en una decisión donde somos parte de la minoría, y estaría exigiendo nuestra felicidad a fin de maximizar la felicidad general.
-03-
Informe Belmont vs Principialismo
	El Informe Belmont llegó a la conclusión de que los principios son para la investigación con seres humanos, y se deben respetar en el siguiente orden de prioridad: 1. Autonomía; 2. Beneficencia; 3. Justicia.
	El principialismo dice que no existe un orden preestablecido de prioridad, y que aplica a investigación y asistencia. 
BENEFICENCIA
	La beneficencia es la obligación moral de actuar en beneficio de los otros. La beneficencia general es aquella en donde no existe un vínculo comprobable; mientras que la beneficencia específica es aquella en donde existe algún tipo de vínculo (sanguíneo, contractual, de amistad, etc.). La general no es obligatoria, salvo que se den las siguientes condiciones:
1. Que esté expuesto al riesgo de una pérdida significativa o de un perjuicio para su vida o para algún otro interés principal.
2. La acción de X es necesaria para prevenir esta pérdida o perjuicio.
3. La acción de X tiene una alta probabilidad de prevenirlo.
4. La acción de X no representará riesgos, costes o cargas significativas para X.
5. El beneficio que Y puede esperar obtener supera cualquier perjuicio, coste o carga en la que es probable que incurra X.
La específica es obligatoria al establecerse un vínculo relacional.
	En el juramento hipocrático el concepto de hacer el bien figura, otorgándole un marco histórico de relevancia: “A todo hogar que entre lo haré para ayudar al enfermo”.
NO MALEFICENCIA
	En cuanto a la no maleficencia, Beuchamp y Childress entienden por daño al resultado de obstaculizar o impedir que se cumplan los intereses de una de las partes. Hace referencia al daño físico, pero hay que tener en cuenta el daño psicológico, socio-cultural y legal. Culver entiende por daño a “la muerte, el dolor, la discapacidad, la pérdida de libertad, de oportunidades o de placer”. Se incluyen estos elementos porque ninguna persona racional desearía padecerlos. El daño es independiente de la intención.
	“Primum non nocere”, en el juramento hipocrático. La mala praxis es la actuación médica que no se adecúa a los conocimientos vigentes de la Medicina, por ignorancia o por desidia, imprudencia o mala organización, que provoca una lesión en el paciente, un daño o inclusive la muerte. Se distinguen:
· Imprudencia: El daño se produjo porque el acto médico se realizó sin las debidas precauciones ni medir las consecuencias. Descuidos graves.
· Impericia: Es la falta total o parcial de conocimientos técnicos, experiencia o habilidad en el ejercicio de la medicina. Ineptitud para el desempeño profesional.
· Negligencia: Omisión consciente o por ignorancia, culpable, derivada de una acción indebida. Inclumplimiento de los principios de la profesión. Lo que se debe hacer no se hace.
Indicar lo contraindicado califica como causar daño.
	Los tratamientos ordinarios son los habituales, comunes, rutinarios; mientras que los extraordinarios, son excepcionales, poco frecuentes. Los tratamientos proporcionados son adecuados para el estado de salud y condición del paciente, se asume que será beneficioso; mientras que los desproporcionados no son adecuados, y se asume que le va a ocasionar daños.
	Frente a situaciones que no prevén ningún resultado beneficioso, pueden justificarse ciertas acciones que tienen consecuencias negativas, si el acto es bueno o moralmente indiferente, el agente no tiene la intención de producir el efecto negativo, el efecto positivo se produce por la acción y no por el efecto negativo, y el efecto positivo es lo suficientemente bueno como para compensar el negativo. Es la regla del doble efecto.
	El principio de no maleficencia es una obligación perfecta (no se debe dañar a nadie), a diferencia de la beneficencia general que es una obligación imperfecta (en tanto no esté obligado, puedo elegir a quien ayudar).
AUTONOMÍA
	La autonomía es la facultad de la persona que puede obrar según su criterio, con independencia de la opinión o el deseo de los otros. Según Culver, se es autónomo si el sujeto es competente y la decisión es racional. La competencia es la capacidad para entender y apreciar la información que se le ofrece. No es constante, se puede perder, y es independiente de la decisión que se tome. La racionalidad aplica a la decisión: es racional si prioriza los beneficios por encima de los riesgos, y si es la decisión que tomaría la mayoría de las personas.
	Según Beuchamp y Mc Cullough, la autonomía involucra la comprensión, como habilidad cognitiva. La competencia es la capacidad de realizar una tarea. La información es el conocimiento de los riesgos y beneficios de todas las opciones para su situación. Involucra también la ausencia de coacciones internas (dolor, angustia, miedo, etc.), y externas (figuras autoritarias, familiares, el propio médico).
	La ley 17132/67, art. 19 dice que los profesionales que ejerzan la medicina están obligados a respetar la voluntad del paciente, salvo en los casos de inconsciencia, alienación mental, lesionados graves por causa de accidentes, tentativas de suicidio o de delitos. En las operaciones mutilantes se solicita la conformidad por escrito del enfermo, salvo cuando la inconsciencia, alienación, o la gravedad del caso no admitiera dilaciones. En los casos de incapacidad, los profesionales requieren la conformidad del representante del incapaz.
	Ley 26742/12, art. 2 dice que el paciente tiene derecho a aceptar o rechazar terapias o procedimientos médicos o biológicos, y a revocar posteriormente su manifestación de la voluntad. 
	El paternalismo es el abuso de la beneficencia, desconociendo la autonomía del paciente. Es el modo de llevar la relación del médico con su paciente en la cual todo el peso de las decisiones la lleva el médico. El paternalismo está justificado en personas incompetentes, y las decisiones deben ser tomadas por las personas que están a cargo del paciente. En caso de que el paciente en plena autonomía haya dejado instrucciones por escrito para X persona, es un caso de paternalismo fiduciario explícito, donde ésta decide por él. Cuando el paciente no tiene tiempo para reflexionar y elegir libremente, se puede considerar una legítima intervención del médico, para evitar un daño (paternalismo fiduciario implícito justificado).
	Las directivas anticipadas son un recurso legal que permite que las personas autónomas mayores de edad puedan expresar su voluntad y dejar por escrito que cuidados quieren recibir en situaciones en que ya no podrán expresarlo, sea por su estado de inconsciencia o enfermedad grave e irrecuperable.
	En el juramento hipocrático original no se reconoce la autonomía de los pacientes, por eso se dice que el paternalismo está presente en el modelo de relación médico-paciente de tipo hipocrático.
	Los comités hospitalarios de bioética son un espacio interdisciplinario para resolver asuntos éticos en los hospitales.
	El estado vegetativo persistente se caracteriza por la ausencia completa de conciencia sobre uno mismo y el entorno, unido a ciclos de sueño-vigilia, con preservación total o parcial de las funciones hipotalámicas y autonómicas del tallo encefálico. Se define como persistente cuando dura más de un mes, y cuando supera 6 meses las probabilidades de recuperación a un estado normal son nulas y rara vez se recuperan.
-04-
Principio de justicia
	La justicia es el principio moral que inclina a obrar y juzgar respetando la verdad y dando a cada uno lo que le corresponde. Equidad, imparcialidad. Entonces, se acepta que la justicia no es darle a todos por igual, sino a cada uno lo que necesita o lo que merece.
	La justicia se ocupa en sí del ordenamiento de las cosas y personas dentrode una sociedad. Es objeto de reflexión filosófica, legal y teológica, y de debate a través de la historia. Las sociedades establecen un conjunto de pautas y criterios como marco adecuado para las relaciones entre personas e instituciones, autorizando, prohibiendo y permitiendo acciones específicas. Este conjunto de criterios tiene un fundamento cultural, y en las sociedades modernas, un fundamento formal, que intervienen dentro del mismo concepto.
	El fundamento cultural se basa en un consenso amplio en los individuos sobre lo bueno y lo malo, y otros aspectos prácticos de cómo deben organizarse las relaciones entre personas. Es la concepción de lo justo de la sociedad, y se considera una virtud social el actuar de acuerdo con esa concepción.
	El fundamento formal es el codificado formalmente en varias disposiciones escritas, que son aplicadas por jueces y personas especialmente designadas, que tratan de ser imparciales con respecto a los miembros e instituciones de la sociedad y los conflictos que aparezcan en sus relaciones.
	En medicina se deben tratar a todos sin ningún tipo de discriminación, debiendo proteger más a los más desfavorecidos. El bien común o el bien de todos debe ser siempre superior al de individuos concretos. Cuando no se cumple este principio se produce maleficencia. Se enfoca en la justa administración de los recursos de salud, que siempre serán escasos. Todas las personas tienen la misma dignidad, independientemente de cualquier circunstancia, y por lo tanto son merecedoras de igual consideración y respeto. Hay que luchar por una distribución justa y equitativa de los limitados recursos sanitarios.
· Teorías utilitaristas: Aseguran el máximo de utilidad social. Qué es más útil para la sociedad. Se da preferencia a servicios sanitarios que proporcionan mayores beneficios.
· Teorías libertarias: Destacan los derechos de la libertad social y económica. Los recursos deben ser asignados según los principios del mercado, la elección individual está condicionada por la capacidad de pago.
· Teorías comunitaristas: Acentúan los principios y prácticas de justicia que se desarrollan a través de las tradiciones de una comunidad.
· Teorías igualitaristas: Defienden el acceso igual a los bienes de la vida que toda persona racional valora. Se asignan los recursos según la necesidad.
Para Beauchamp y Childress ninguna de estas teorías consigue una visión completa de la vida moral. 
Recursos de Salud
Según un punto de vista deontológico, se considera que un sistema es justo cuando se adapta a las leyes y a la moral, “dar a cada quien lo suyo”. Según la Asociación Médica Mundial, “El médico debe a sus pacientes todos los recursos de su ciencia y su lealtad”, considerándolos como iguales en derechos. Cuando los recursos son insuficientes para todos, se distribuyen de manera macro, medio y micro:
· A nivel macro: El gobierno decide que tanto presupuesto se asigna a la salud, qué tipo de atención será gratuita y cual requiere pago. La OMS recomienda que sea un 8% del PBI.
· A nivel medio: los directores de hospitales deciden cómo distribuir recursos entre distintos servicios.
· A nivel micro: los médicos deciden qué estudios y qué prácticas le corresponden a los pacientes.
En Argentina, existe asistencia gratuita en hospitales públicos, según el Programa Médico Obligatorio (PMO). Hay obras sociales, que se rigen según la Ley de obras sociales, y representa un 6% del sueldo de todos los trabajadores en blanco. Hay entidades especiales creadas por ley, obras sociales universitarias, prepagas y mutuales. Además, la Ley de Desregulación de Obras Sociales y Prepagas permite que las personas se pasen de obra social si les gusta más, y permite que algunas personas con sueldos altos puedan elegir pasarse a una prepaga y pagar la diferencia. No todas las obras sociales desregulan (por ejemplo, DOSUBA tiene población cautiva).
Desde un punto de vista teleológico, el nivel de las consecuencias indica que sería injusta la asignación de recursos si no se consigue el máximo beneficio con el mínimo costo. 
Para una respuesta en un problema de salud, se deben tener en cuenta los criterios para la distribución de Recursos terapéuticos:
1. Circunscripción: Es el ámbito geográfico cubierto por el hospital. Esto no se generaliza en el caso de Argentina, porque el Derecho a la Salud está garantizado en la Constitución. 
2. Proyecto de investigación: Cuando se está bajo protocolo de investigación, se deben respetar los criterios de inclusión y exclusión.
3. Posibilidad de éxito: Es relevante porque si se asigna un recurso sabiendo que será inefectivo se malgastara el recurso. Implica el éxito también desde lo social y la red familiar.
4. El azar y las colas: Muchos recursos se manejan de manera que el que llega primero lo obtiene (ej: planes de vacunación).
5. Utilidad social: En algunas ocasiones, se prioriza la asignación de recursos hacia aquellos que tienen cualidades que benefician al grupo social.
6. Proyecto de vida cumplido: En casos de extrema necesidad, se prioriza un recurso hacia alguien joven antes que un adulto muy mayor. Se asume que además, el adulto joven tiene mayor probabilidad de éxito.
7. Triage: Se utiliza en situaciones de catástrofe para seleccionar a aquellos pacientes que tienen mejor pronóstico. Se utiliza un código de colores: Rojo (vivo, con mal pronóstico), amarillo (vivo, con buen pronóstico), verde (vivo, sin mayores complicaciones), negro (fallecido).
Derecho a la salud
	Existen tres 3 generaciones de derechos humanos
1. 1era generación: Son los derechos civiles e individuales que surgen a partir de la revolución Francesa. Su lema es “la libertad”. Son el derecho a la libertad, a la vida, a la propiedad, al honor y a la intimidad.
2. 2da generación: Son los derechos económicos y sociales. Su lema es “la igualdad”. Son el derecho al trabajo, a la salud, a la educación, a la vivienda y al descanso.
3. 3ra generación: Son derechos Solidarios entre naciones. Su lema es “la solidaridad”. Son el derecho a la paz, al desarrollo, al medio ambiente, y al patrimonio común.
4. 4ta generación: Es teórica, pero se puede pensar que tiene que ver con el derecho a la comunicación en función del uso masivo de las redes sociales.
	El derecho a la salud entonces es el goce del grado máximo de salud que se pueda lograr, sin distinción de raza, religión, ideología política, condición económica o social. Es evidente que la salud también se ve condicionada por otros derechos humanos fundamentales, como el acceso a agua potable, a alimentos nutritivos, a una vivienda digna, etc. El derecho a la salud también hace referencia a que toda persona es dueña de su salud y su cuerpo, y a tener acceso a información y a servicios de salud sexual y reproductiva, sin violencia ni discriminación. Toda persona tiene derecho a la intimidad y a ser tratada con respeto y dignidad.
	El mayor problema es que la salud que se genera no se distribuye en forma adecuada entre la población. Hay 4 determinantes que influyen en la salud de la población: la biología humana, el ambiente, la forma de vida, y la organización del cuidado de la salud. 
Regla de privacidad
El derecho a la privacidad salvaguarda el acceso por parte de terceros y sin el consentimiento del sujeto, a la información sobre la persona, sus objetos y relaciones con amigos, pareja y otros. Se justifica por su valor instrumental (respetar el derecho favorece el fortalecimiento de las relaciones), porque deriva el principio de autonomía, y porque se basa en la dignidad.
El juramento hipocrático dice “Guardaré silencio sobre todo aquello que en mi profesión, o fuera de ella, oiga o vea en la vida de los hombres que no tenga que ser público, manteniendo estas cosas de manera que no se pueda hablar”. El secreto profesional, es un deber asumido por todos los profesionales de la salud. Abarca todo lo que las personas confían al personal sanitario, y lo que éstos hayan podido conocer amparados en su condición de confidentes necesarios.
Hay excepciones al deber de confidencialidad,como para evitar un daño a otras personas, para evitar un daño propio al paciente, o por imperativo legal (no está justificado éticamente, pero el contenido queda limitado a lo estrictamente necesario y relevante para el objetivo judicial).
La Ley de Protección de Datos personales regula la actividad de las bases de datos que registran información de carácter personal. Garantiza a las personas el control del uso de sus datos personales. La información del paciente debe observar el estricto respeto por la dignidad humana y la autonomía de la voluntad, así como el debido resguardo de la intimidad del mismo.
Los profesionales sanitarios deben limitarse a registrar lo estrictamente necesario para asegurar una atención médica de calidad. Lo mejor es que el paciente pueda conocer qué tipo de información está siendo recogida, así como quién y bajo qué condiciones puede acceder a ella. Todos los profesionales deben ser cuidadosos y responsables en el manejo de la información sanitaria.
La regla de confidencialidad tiene la figura legal en el secreto profesional. Revelar la información sobre un paciente sin su consentimiento no sólo inflige un daño a su dignidad, sino que puede ocasionar un daño material. Se justifica mediante argumentos consecuencialistas (si la violación de la confidencialidad fuese frecuente, los pacientes dejarían de brindar información), argumentos basados en la autonomía (se debe velar por el respeto de la autonomía), y basados en la lealtad.
Regla de veracidad
El médico tiene la obligación de intentar decir la verdad. Se justifica por el respeto a la autonomía, por ser una de las 4 condiciones de posibilidad de discurso, y por ser una condición necesaria para la confianza entre las personas. Esta regla se puede violentar mediante el engaño premeditado, ocultando información importante o mintiendo. Así como se tiene derecho a la información también se tiene derecho a no saber.
La verdad puede ser respecto a su estado de salud, gravedad y pronóstico. El paciente tiene derecho a recibir la información sanitaria necesaria, vinculada a su salud. También es importante la verdad del paradigma científico imperante. Es importante entender la imagen de “dueño de la verdad” que se genera en torno a la figura del médico.
-05-
Consentimiento informado
Es un proceso temporal y dinámico que se establece en la relación médico-paciente, el cual busca salvaguardar la autonomía de los pacientes y sujetos de investigación, y proteger legalmente el acto médico. También protege al paciente de posibles abusos médicos. Se apoya en los principios de autonomía, no maleficencia y justicia.
El médico debe constatar que el paciente es un sujeto con capacidad de comprensión y con voluntariedad, es decir, ausencia de coacciones. Debe brindar información sobre su estado de salud, sus posibilidades terapéuticas, riesgo, etc.; recomendar cuál sería la mejor opción en base a su condición y pronóstico; y evaluar el grado de comprensión de la información brindada. El proceso termina con la toma de la decisión por parte del paciente, y con la firma y autorización.
Es temporal, porque es para un determinado momento y circunstancia, no es para siempre. Es dinámico, porque debe darse la posibilidad de diálogo y de despejar dudas. No debe ser realizado por administrativos, es un papel del médico.
Si hay juicio de mala praxis y no hay un consentimiento informado que avale la práctica es bastante feito legalmente. Que haya consentimiento informado no significa que no haya habido una mala praxis igual.
El paciente debe ser competente (habilidad para tomar decisiones), voluntario (sin coacciones), comprensivo (debe entender el significado y la naturaleza de la información que se le brinda), y la información debe ser clara, concisa, completa y concreta.
La coerción (se impone un castigo con la intención de condicionar una decisión), invalida el consentimiento, al igual que la coacción (uso de amenazas o daños para influir en las decisiones, se observa en personas institucionalizadas).
La persuasión no anula la autonomía del individuo. Es éticamente aceptable si la argumentación es honesta y no está atravesada por conflictos de intereses ni apela a influencias indebidas. La manipulación es el intento de modificar la decisión de las personas por métodos no puramente persuasivos, con intenciones deshonestas, sin llegar a la amenaza ni a la restricción física.
Algunas excepciones al consentimiento informado son los casos de privilegio terapéutico, urgencias y emergencias, pacientes incompetentes, renuncia expresa de un paciente, y tratamientos exigidos por la ley (peligro de salud pública).
El consentimiento informado promueve la autonomía de los individuos, y fomenta la racionalidad en la toma de decisiones médicas. Protege a los enfermos y a los sujetos de experimentación, evitando el fraude y la coacción. Alienta la autoevaluación y el autoexamen en los profesionales de la medicina, disminuye temores, e introduce en la medicina una mentalidad más probabilista.
El código de Núremberg (1947) establece que el consentimiento voluntario del sujeto de investigación es absolutamente esencial. La persona implicada debe tener capacidad legal para dar su consentimiento, debe estar en una situación tal que pueda ejercer su libertad de escoger, sin factores coercitivos o coactivos; y que debe tener el suficiente conocimiento y comprensión del asunto en sus distintos aspectos para que pueda tomar una decisión consciente. Durante el curso del experimento el sujeto humano tiene la libertad de finalizarlo si llega a un estado en el que la continuación le parezca imposible.
El consentimiento informado NO está presente en el juramento hipocrático. Para los protocolos de Investigación la información a suministrar es mucho más extensa. Existe la posibilidad para algunas comunidades de emitir un Consentimiento Comunitario, muy cuestionado desde la ética.
PRIVILEGIO TERAPÉUTICO
	El privilegio terapéutico es la facultad que tiene el médico de omitir información durante el proceso de consentimiento informado, que pudiese provocar daño o sufrimiento en el paciente que la recibe. Se basa en los principios de beneficencia y no maleficencia. Se funda en anteponer el bien del paciente a cualquier otra consideración.
	La Asociación Médica Mundial permite que el profesional “retenga información médica que es probable que cause un serio daño físico, psicológico o emocional al paciente”, y agrega que sólo debe utilizarse en situaciones extremas, y reservarlo para aquellos casos en que esté convencido que causará más daño si dice la verdad que si la oculta.
-06-
Relación médico-paciente
	La responsabilidad moral es la calificación que recibe una persona por sus acciones desde el punto de vista de una teoría ética, o de sus valores morales particulares. Es la responsabilidad que se relaciona con las acciones y su valor moral. Desde una ética consecuencialista, el valor es dependiente de las consecuencias de las acciones.
	Desde una ética deontológica, las acciones tienen un valor intrínseco, independiente de sus consecuencias.
	La responsabilidad moral es entonces un sistema de principios y de juicios compartidos por los conceptos y las creencias culturales, religiosas y filosóficas. Estos conceptos son generalizados y codificados por una cultura o un grupo.
	El acto médico exige responsabilidad moral, y sobre todo cobra mayor importancia en los deberes sociales de la Medicina, que nunca contradiga los principios esenciales de la profesión.
	
MODELO DE BENEFICENCIA (PATERNALISTA)
	El modelo de beneficencia entiende los mejores intereses del paciente desde el punto de vista de la medicina. Trasciende los criterios particulares de cada médico, buscando el beneficio de los pacientes y evitando males. Reconoce las fuentes del juramento hipocrático y del corpus hipocraticum; y fuentes modernas como la filosofía de Hume. La filosofía de Hume dice que la base de los juicios morales no es la razón sino la simpatía. El médico actúa por simpatía siempre en beneficiodel paciente. La confidencialidad y la veracidad derivan de dicha simpatía.
Se fundamenta en el principio de Beneficencia (que corresponde al modelo paternalista). Busca los mejores intereses del paciente como los entiende la Medicina. Reconoce como obligaciones la confidencialidad y la Lealtad. Exige del médico las virtudes de benevolencia, caridad, humildad, sinceridad y prudencia.
El paternalismo es el modelo tradicional, que ha sobrevivido desde hipócrates. Se conoce como modelo sacerdotal. 
	La justificación se funda en el principio de beneficencia, y reproduce la relación padre-hijo. El padre tiene el saber y la experiencia y siempre desea el bien para su hijo. El bien es entendido desde la óptica del padre, no desde la perspectiva del hijo (relación asimétrica).
El abuso de este modelo conduce al autoritarismo médico.
MODELO DE AUTONOMÍA (INFORMATIVO)
	El modelo de Autonomía interpreta los mejores intereses del paciente desde su punto de vista. Puede ser una creencia diferente a la de la medicina, respetando los valores y creencias del paciente. Reconoce fuentes legales y filosóficas, como el liberalismo (Locke y Stewart-Mill) y el kantismo. Se fundamenta en el principio de Autonomía. Tiene como fin procurar los mejores intereses del paciente tal como lo entiende el paciente.
	El médico informa al paciente sobre el estado de su enfermedad, los diagnósticos posibles y las intervenciones terapéuticas. No hay lugar para los valores del médico, los pacientes determinan qué terapéutica se le aplica.
	Reconoce como obligaciones la veracidad, la privacidad, la confidencialidad y la necesidad del consentimiento informado. Exige del médico el respeto del paciente como interlocutor válido, sus creencias y valores.
	La filosofía de Locke y de Stewart-Mill son la base de este modelo. Se definen cuatro derechos universales: los derechos a la vida, a la integridad física, a la libertad y a la propiedad. El derecho a la libertad es el derecho al autogobierno, a la autonomía.
	Para Kant el otro no puede ser utilizado como medio para ningún fin. Los seres humanos son todos fines entre sí mismos, ya que, no tienen precio, sino dignidad, que deriva de su autonomía.
	Este modelo se basa en el respeto al derecho a la autodeterminación, que protege la soberanía sobre el propio cuerpo, la intimidad y los bienes personales frente a la intromisión de terceros.
	El abuso de este modelo conduce al despotismo del enfermo.
MODELO INTERPRETATIVO
	El médico determina los valores del paciente, y qué es lo que realmente desea en ese momento, para ayudarle a elegir entre todas las intervenciones médicas, aquellas que satisfagan sus valores. El médico informa al paciente, pero también le ayuda a aclarar y articular sus valores.
	Según este modelo los valores del paciente no son necesariamente fijos ni conocidos por él. El médico determina que pruebas y tratamientos desarrollan mejor estos valores. El médico no debe imponer sus órdenes al paciente, sino que es el paciente quien decide qué valores y formas se ajustan mejor a él. El médico es “consejero”. La autonomía del paciente se concibe como una autocomprensión.
MODELO DELIBERATIVO
	El médico ayuda al paciente a determinar y elegir entre todos los valores relacionados con su salud, aquellos que sean los mejores. El médico informa al paciente, y lo ayuda a dilucidar los tipos de valores incluidos en las opciones posibles. El médico y el paciente deben comprometerse en una deliberación conjunta sobre qué tipo de valores relacionados con la salud puede y debe buscar el paciente. Además, no debe ir más allá de la persuasión moral, se debe evitar la coacción, es el paciente quien define su vida.
	El médico actúa como un maestro o un amigo, entablando un diálogo sobre qué tipo de actuación sería la mejor. Indica lo que puede hacer y, deseando lo mejor para él, lo que debe hacer. La autonomía del paciente se concibe como un autodesarrollo moral. El paciente está capacitado para seguir valores establecidos y analizar los distintos valores relacionados con su salud.
MODELO INSTRUMENTAL
	Los valores del paciente son irrelevantes, el médico persigue algunos objetivos no relacionados con el paciente, como el bien para la sociedad o el avance del conocimiento científico. Un ejemplo es el experimento de Tuskegee sobre la sífilis. Este modelo constituye una aberración moral.
La familia en la relación médico-paciente
	La relación médico-paciente-familia es el acto central de la actividad clínica. El familiar del enfermo es quien mejor conoce al enfermo, y cuenta con suficiente información que si no la ofrece al médico, deteriora el diagnóstico de sospecha. Es también obligación del familiar preguntar la condición del paciente, pedir la explicación de términos médicos. Los médicos que están atendiendo al familiar deberán ser pacientes.

Continuar navegando