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Yuca para la alimentación animal en la región Caribe manejo, conservación y uso eficiente

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Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: 
manejo, conservación
y uso eficiente
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Este manual constituye una oferta de conocimiento 
actualizada, diseñada para aumentar las capacidades 
de los asistentes técnicos y productores de ganadería en 
el manejo agronómico del cultivo de yuca forrajera. Así, 
contiene estrategias para su conservación (ensilaje, 
heno y harinas) y su uso eficiente en la alimentación y 
nutrición animal, especialmente, durante los periodos 
críticos. El objetivo es desarrollar sistemas ganaderos 
sostenibles y competitivos que permitan mejorar la cali-
dad de vida de los productores y de sus familias. Por tal 
razón, en este manual también se evalúa el efecto de la 
suplementación con forraje de yuca tanto en la respues-
ta animal como en los costos de producción.
MINISTERIO DE AGRICULTURA 
Y DESARROLLO RURAL
Distribución gratuita
Prohibida su venta
MINISTERIO DE AGRICULTURA 
Y DESARROLLO RURAL
Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: 
manejo, conservación
y uso eficiente
Emiro Andrés Suárez Paternina | Lorena Inés Mestra Vargas
Yacerney Paternina Paternina | Érica Salcedo Carrascal
Lily Lorena Luna Castellanos | Hernando Alberto Araújo Vásquez
MINISTERIO DE AGRICULTURA 
Y DESARROLLO RURAL
Corporación Colombiana de Investigación 
Agropecuaria - agrosavia
Centro de Investigación Turipaná. Kilómetro 13 vía Montería - Cereté. 
Código postal 687527, Colombia.
Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente. / 
Emiro Andrés Suárez Paternina [y otros cinco] – Mosquera, (Colombia) : agrosavia, 2022.
92 páginas (Colección Transformación del Agro) 
Incluye referencias bibliográficas, tablas e ilustraciones.
ISBN: 978-958-740-564-4
ISBN e-Book: 978-958-740-565-1
1. Mandioca 2. Manihot esculenta 3. Forrajes 4. Alimentación de los animales 5. Suplementos 
alimentarios 6. Desempeño animal 7. Costos de producción.
Palabras clave normalizadas según Tesauro Multilingüe de Agricultura -Agrovoc
Catalogación en la publicación – Biblioteca Agropecuaria de Colombia
Esta publicación es producto del macroproyecto 
“Evaluación adaptativa de clones élite de yuca para 
producción intensiva de forraje y harinas como 
materias primas con mayor valor nutricional para la 
cadena avícola-porcícola” y “Modelo de adaptación 
y prevención a cambios climáticos” de la agenda de 
agrosavia. Así mismo, contó con el apoyo financiero 
del proyecto “Plan Yuca País”, del Ministerio de 
Agricultura y Desarrollo Rural (MADR).
Colección Transformación del Agro
Tipología: Manual
Primera edición: 1000 ejemplares
Impreso en Bogotá, Colombia, 2022
Printed in Bogota, Colombia
editorial@agrosavia.co
Líder editorial: Astrid Verónica Bermúdez Díaz
Edición: Jorge Enrique Beltrán
Corrección de estilo: Amalia Tapiero
Diseño y diagramación: Mónica Cabiativa Daza
Ilustración de cubierta: Juan Felipe Martínez Tirado
Citación sugerida: Suárez Paternina, E. A., Mestra 
Vargas, L. I., Paternina Paternina, Y., Salcedo Carrascal, 
E., Luna Castellanos, L. L., & Araújo Vásquez. Yuca 
para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, 
conservación y uso eficiente. Corporación Colombiana de 
Investigación Agropecuaria agrosavia.
Doi: https://doi.org/10.21930/agrosavia.manual.7405651
Cláusula de responsabilidad: agrosavia no es responsable de las 
opiniones y de la información recogidas en el presente texto. Los 
autores asumen de manera exclusiva y plena toda responsabili-
dad sobre su contenido, ya sea este propio o de terceros, decla-
rando en este último supuesto que cuentan con la debida auto-
rización de terceros para su publicación. Igualmente, expresan 
que no existe conflicto de interés alguno en relación con los re-
sultados de la investigación propiedad de tales terceros. En con-
secuencia, los autores serán responsables civil, administrativa o 
penalmente, frente a cualquier reclamo o demanda por parte de 
terceros, relativa a los derechos de autor u otros derechos que se 
vulneren como resultado de su contribución.
Línea de atención al cliente: 018000121515
atencionalcliente@agrosavia.co
www.agrosavia.co
https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/
Contenido
Agradecimientos 9
Presentación 10
Introducción 12
Capítulo 1. Generalidades del cultivo de yuca 14
Capítulo 2. Establecimiento y manejo 
agronómico del cultivo de yuca para 
la alimentación animal 17
Definición de áreas para conservar 18
Época de siembra 20
Análisis fisicoquímico del suelo 21
Procesamiento de la semilla 25
Posición del cangre al momento de sembrar 26
Siembra manual 26
Siembra semi-mecanizada 27
Densidad de siembra 28
Manejo de arvenses 28
Fertilización del cultivo de la yuca 32
Enfermedades y plagas causantes de pérdidas en variedades 
de yuca forrajera 35
Frecuencia, época, altura y calidad en la producción de forraje 40
Cosecha 42
Capítulo 3. Técnicas para la conservación de 
forraje de yuca y subproductos obtenidos 
de la cosecha de las raíces 43
Ensilaje 44
Proceso para la elaboración del ensilaje de yuca forrajera 45
Heno de forraje de yuca 49
Harina y chips de yuca: subproductos principales 
de la raíz de yuca 51
Cosecha de raíces 51
Lavado de las raíces 53
Picado de raíces 54
Secado de raíces 54
Valoración del contenido de humedad de raíces 56
Almacenamiento y conservación de los subproductos 56
Bloques multinutricionales 57
Capítulo 4. Rendimientos y composición 
nutricional del forraje de yuca 61
Calidad nutricional de subproductos, chips y harina de yuca 65
Calidad nutricional del heno de yuca 66
Calidad nutricional de los bloques multinutricionales 67
Concentraciones de cianuro en la yuca: rangos seguros 
para la alimentación animal 68
Capítulo 5. Evaluación del forraje de yuca 
en la respuesta animal (carne y leche) 70
Recomendaciones para el uso de raíces de yuca 
en la alimentación de rumiantes 70
Consumo del heno de forraje de yuca 75
Harina de raíz de yuca para alimentación de cerdos 75
Capítulo 6. Costos de producción asociados 
al establecimiento y conservación de 
yucas forrajeras 77
Costos de producción asociados al cultivo de yuca 
forrajera para ensilaje 77
Costo de producción del heno de yuca forrajera 79
Costo de producción de bmn 80
Conclusiones 81
Referencias 82
Los autores 89
Lista de figuras
Figura 1 Remoción del material vegetal y orgánico de la superficie del suelo 21
Figura 2 Herramienta para la toma de muestra (palín) 22
Figura 3 Corte en “V” para la toma de submuestras de suelo 23
Figura 4 Homogenización de las submuestras de suelo 23
Figura 5 Mecanización de suelo 24
Figura 6 Procesamiento de semilla para la siembra 25
Figura 7 Siembra manual de la semilla de yuca 26
Figura 8 Siembra mecanizada de la semilla de yuca 27
Figura 9 Arvenses asociadas al cultivo de yuca 29
Figura 10 Control manual de arvenses en cultivo de yuca 30
Figura 11 Control químico de arvenses en el cultivo de yuca 31
Figura 12 Época de aplicación de fertilización del cultivo de yuca 33
Figura 13 Altura recomendada (20 a 30 cm) para el corte de la yuca 41
Figura 14 Cultivo de yuca forrajera para corte 45
Figura 15 Preparación del forraje para la elaboración de ensilaje 46
Figura 16 Aplicación de aditivos para promover el proceso fermentativo 47
Figura 17 Formaleta metálica circular para la elaboración de ensilaje 48
Figura 18 Compactación del ensilaje 48
Figura 19 Elaboración del heno 50
Figura 20 Cosecha de las raíces 52
Figura 21 Lavado de las raíces 53
Figura 22 Picado de raíces de yuca 54
Figura 23 Secado de yuca en carpa plástica y pista de concreto 55
Figura 24 Proceso de elaboración de bmn 60
Figura 25 Condición corporal de vacas doble propósito suplementadas 
durante la época de sequía con ensilaje de yuca, sorgo y bmn 71
Figura 26 Condición corporal de vacas romosinuano suplementadascon concentrado conformado por harina de yuca 73
Figura 27 Cerdos suplementados con concentrado a base de harina de yuca 76
Lista de tablas
Tabla 1 Ración diaria de ensilaje de yuca forrajera por categoría animal 18
Tabla 2 Departamentos y municipios productores de yuca agrupados 
en 5 núcleos 20
Tabla 3 Nutrientes extraídos por la yuca según su rendimiento 32
Tabla 4 Descripción de síntomas causados por enfermedades asociadas 
al follaje de yuca 36
Tabla 5 Plagas causantes de daños en el forraje y tallo de plantas de yuca 38
Tabla 6 Composición nutricional del forraje y de la raíz de yuca 41
Tabla 7 Materias primas y niveles de inclusión para la elaboración de bmn 
en la región Caribe de Colombia 58
Tabla 8 Fórmula para la elaboración de bmn con inclusión de harina de raíz 
y hoja de yuca 59
Tabla 9 Rendimiento de forraje verde (kg/ha) de variedad Mcol 2215 de yuca 
con tres densidades de siembra, en tres cortes en el municipio de 
Sahagún, Córdoba 62
Tabla 10 Rendimiento de forraje verde (kg/ha) de cuatro variedades de yuca 
con tres densidades de siembra, en cuatro cortes en el municipio 
de Corozal, Sucre 62
Tabla 11 Variación de los rendimientos de forrajes en tres variedades de yuca 
forrajera durante la época sequía y lluvia en Cereté, Córdoba 63
Tabla 12 Efecto de la edad de corte sobre el rendimiento y la composición 
nutricional de yucas forrajeras 64
Tabla 13 Calidad nutricional de subproductos, chips y harina de yuca 65
Tabla 14 Calidad nutricional del forraje de yuca según la parte aérea cosechada 66
Tabla 15 Composición nutricional del pasto Bothriochloa pertusa durante la 
época seca y de los bmn elaborados con forrajes de yuca 67
Tabla 16 Concentración de ácido cianhídrico HCN en variedades de yuca 
en diferentes zonas agroecológicas de Colombia 69
Tabla 17 Producción de leche de vacas doble propósito suplementadas durante 
la época de sequía con ensilaje de yuca, sorgo y bmn en el sur de Bolívar 72
Tabla 18 Efecto de la suplementación con chip de yuca sobre el consumo 
de materia seca y condición corporal de vacas romosinuano 73
Tabla 19 Ganancia de peso de bovinos de la raza limousin suplementados 
con diferentes niveles de harina de yuca 74
Tabla 20 Suplementación de vacas con heno de yuca 75
Tabla 21 Costos de producción del cultivo yuca para ensilaje del forraje 78
Tabla 22 Costo de producción de heno de yuca forrajera 79
Tabla 23 Costo de producción de bmn con inclusión de harina de hoja 
y raíz de yuca 80
Agradecimientos 
 
Los autores agradecen al Ministerio de Agricultura y De-
sarrollo Rural (madr) por financiar el proyecto “Plan Yuca 
País”. Igualmente, extienden su agradecimiento a los 
productores que participaron en los procesos de investi-
gación de los proyectos “Evaluación adaptativa de clones 
élite de yuca para producción intensiva de forraje y hari-
nas como materias primas con mayor valor nutricional 
para la cadena avícola o porcícola” y “Modelo de adapta-
ción y prevención a cambios climáticos”. Gracias a la eje-
cución de estos proyectos, se obtuvo la información ne-
cesaria para realizar el presente manual. Asimismo, agra-
decemos a los investigadores y profesionales de apoyo 
que contribuyeron al levantamiento de la información.
Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 9
Presentación
El presente manual es uno de los documentos desarrollados en el 
marco del proyecto “Plan Yuca País”, el cual fue formulado por el Mi-
nisterio de Agricultura y Desarrollo Rural (madr) y ejecutado por la 
Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (agrosa-
via). Para la ejecución del plan, los investigadores aunaron esfuerzos 
técnicos, científicos y tecnológicos con el objeto de impulsar el sub-
sector productivo de la yuca industrial como polo de desarrollo local 
promocionando capacidades de producción, transformación y mer-
cado en organizaciones de pequeños productores de yuca en Sucre, 
Bolívar y Córdoba.
Actualmente, la producción nacional de cereales es insuficiente para 
satisfacer la demanda de la industria de alimentos balanceados di-
rigidos a animales de interés zootécnico. Por este motivo, la indus-
tria ha incurrido en importaciones de maíz y oleaginosas, como la 
soya, para fabricar alimentos balanceados. Sin embargo, el costo de 
estas materias primas ha incrementado significativamente debido 
a la pandemia generada por el covid-19 y al cambio climático, que ha 
reducido notablemente las áreas de siembra (Federación Nacional 
de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya [Fenalce], 2021). En 
este contexto, las alianzas entre entidades públicas y privadas han 
visto en las variedades de yuca amarga o industrial una opción para 
sustituir el maíz como materia prima para elaborar alimentos con-
centrados para bovinos, aves y cerdos.
Colección Transformación del Agro10
El presente manual recopila información sobre las experiencias ad-
quiridas por investigadores de agrosavia adscritos a la red de raí-
ces y tubérculos y la red de ganadería de la región Caribe. Este do-
cumento se centra, especialmente, en el manejo agronómico como 
herramienta para actualizar los conocimientos sobre el manejo del 
cultivo, así como en las estrategias para conservar el forraje y sus ca-
racterísticas productivas y nutricionales. Se evalúa el efecto de la su-
plementación con forraje de yuca tanto en la respuesta animal como 
en los costos de producción.
Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 11
Introducción
La estacionalidad de las lluvias en la región Caribe ocasiona variacio-
nes significativas en los rendimientos y la calidad nutricional de las 
pasturas, lo cual afecta considerablemente los indicadores zootécni-
cos y económicos de los sistemas ganaderos. Así pues, uno de los re-
tos a los que se enfrentan los productores es integrar las fuentes de 
alimentación de acuerdo con las condiciones biofísicas y sociocultu-
rales de las zonas de producción. Lo anterior fomenta la implemen-
tación de nuevas alternativas de alimentación no convencionales y 
disponibles en la zona que garanticen los requerimientos de mate-
ria seca y nutrientes, así como los márgenes de productividad de los 
animales, especialmente durante los periodos críticos.
Aparte de su utilización para el consumo humano, la yuca es apro-
vechada por la industria para la extracción de almidón, harinas in-
tegrales, alcohol carburante y, últimamente, como materia prima 
para elaborar alimentos balanceados para animales de interés zoo-
técnico. La raíz es una fuente importante de carbohidratos, además, 
su follaje aporta altas concentraciones de proteína; ambos son nu-
trientes esenciales para la nutrición de los animales.
Convencionalmente, el ensilaje de maíz es la alternativa forrajera 
más utilizada para la suplementación de los bovinos en la región Ca-
ribe. Sin embargo, debido a la baja tolerancia del maíz a las sequías 
prolongadas, las producciones de forraje se ven comprometidas 
(Mejía et al., 2020). En este orden de ideas, el cultivo de yuca cobra 
Colección Transformación del Agro12
mucha importancia, ya que de sus diversos atributos resalta su tole-
rancia a extensos periodos de sequía, característica relacionada con 
el cierre de los estomas; mecanismo fisiológico que evita la pérdida 
de agua por traspiración (Ribeiro et al., 2019). Asimismo, el cultivo 
de yuca crece en suelos ácidos de escasa fertilidad (Aristizábal et al., 
2007), produce mucho forraje (follaje y raíz), tiene excelentes conte-
nidos de proteínas y carbohidratos y una alta digestibilidad (Da Silva 
et al., 2019; Salcedo et al., 2014). Sin embargo, la yuca posee cantida-
des variables de glucósidos cianogénicos, los cuales producen ácido 
cianhídrico (HCN), el cual, dependiendo de la cantidad consumida, 
puede causar intoxicaciones (Mello et al., 2010). A raíz de esta limita-
ción, se ha demostrado que los métodos de conservación de forraje 
como el ensilajey el heno pueden reducir la concentración de HCN a 
niveles seguros para los animales, ya que esta sustancia es altamen-
te volátil y se elimina rápidamente a través del picado, el oreo y la fer-
mentación de los glúcidos cianogénicos realizada por las bacterias 
anaeróbicas del silo (Silva et al., 2015; Da Silva et al., 2019).
El presente manual, dirigido a productores y asistentes técnicos de 
la región Caribe de Colombia, brinda los conocimientos necesarios 
para manejar el cultivo de yuca destinado a la producción de forraje y 
raíz para la alimentación de rumiantes durante épocas críticas. Esta 
alternativa contribuye a mantener los márgenes de productividad de 
los sistemas de producción.
Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 13
La yuca (Manihot esculenta) pertenece a la familia Euphorbiaceae, gru-
po constituido, a su vez, por aproximadamente 7.200 especies. De 
estas, 98 son del género Manihot y solo la yuca tiene relevancia eco-
nómica y es cultivada. Su reproducción alógama y su constitución 
genética heterocigótica constituyen la principal razón para propa-
garla por estacas y no por semilla sexual (Ceballos & De la Cruz, 2012). 
Los nombres comunes de esta especie varían en todo el mundo: en 
el norte de Suramérica, América Central y las Antillas se le conoce 
como yuca, en Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay como man-
dioca, en México como guacamote y en otros países como cassava 
(Montaldo, 1985).
La yuca es originaria de América del Sur y está muy extendida en los 
trópicos y subtrópicos, incluidos los de África subsahariana y el su-
deste asiático. Las principales áreas de producción se localizan den-
tro de los 30° norte y 30° sur y desde el nivel del mar hasta una altitud 
de 2.000 m dependiendo de la latitud (Heuzé & Tran, 2016). Es una 
planta arbustiva de tamaño y forma variables que puede alcanzar al-
turas de 1,5 a 2,5 m. De acuerdo con el tipo de ramificación, el tronco 
se divide a cierta altura en dos o tres ramas, las cuales, a su vez, se 
dividen en otras ramas que le dan a la copa forma redondeada.
Las condiciones óptimas de crecimiento son una temperatura me-
dia diaria anual superior a 20 °C, precipitaciones anuales que oscilan 
entre 500 mm y 3.500 mm, alta radiación solar y luz, y suelos bien 
drenados y ácidos. La yuca puede soportar heladas ligeras a altitudes 
más altas y condiciones nubladas, particularmente en el cinturón 
Capítulo 1.
Generalidades del cultivo 
de yuca 
14
ecuatorial húmedo y cálido de tierras bajas. Es altamente toleran-
te a las malas condiciones del suelo, la sequía y las plagas (Vongs-
amphanh & Wanapat, 2004) pero no crece bien en suelos pesados, 
rocosos y gravosos. Es susceptible a suelos anegados, salinos o alca-
linos y la deficiencia de zinc debe evitarse, mientras que tolera muy 
bien los niveles muy bajos de fósforo (P).
Las hojas son simples y constan de una lámina foliar y peciolo pal-
meados y lobulados. Dependiendo de la variedad, las hojas comple-
tamente desarrolladas son de diferentes colores (morado, verde y 
verde claro), los cuales varían según las condiciones ecológicas (Cock, 
1989). El fruto es de tipo trilocular y al hacerle un corte transversal 
se observan el epicarpio, el mesocarpio y el endocarpio, tejidos bien 
diferenciados.
 La semilla es ovoide-elipsoidal y mide aproximadamente 10 mm de 
largo, 6 mm de ancho y 4 mm de espesor; la testa es lisa de color café 
con moteado. En las plantas provenientes de material vegetativo, las 
raíces son adventicias y se forman en la base inferior cicatrizada de la 
estaca y a partir de las yemas del tallo que están bajo tierra (Ceballos 
& De la Cruz, 2012).
Nutricionalmente, el forraje de yuca provee excelentes contenidos 
de proteína (que oscilan entre 22 y 25 %). Presenta, además, buenos 
contenidos de fibra detergente neutra (46,0-52 %) y fibra detergente 
ácida (34-41%), lo que garantiza un buen consumo y digestibilidad a 
los 90 días después de la siembra. A través de la raíz, la yuca puede 
ofertar entre 3 y 4 Mcal/kg, lo que la convierte en un subproducto 
energético. En términos de producción, cuando la yuca se destina 
para forraje, puede alcanzar rendimientos que oscilan entre 65 y 75 
toneladas de forraje verde por hectárea en tres y cuatro cortes, res-
pectivamente: uno de los cultivos que más ofrece forraje. 
Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 15
Por otra parte, la ganadería bovina representa una de las principales 
actividades económicas en Colombia, ya que representa el 1,4 % del 
pib nacional y el 48,7 % del pib pecuario. Esta actividad genera cerca 
de 1,1 millones de empleos directos (Fedegán, 2022). Actualmente, 
Colombia tiene 29.301.392 bovinos distribuidos en 633.841 predios, de 
los cuales el 80 % tiene menos de 50 cabezas (Instituto Colombiano 
Agropecuario [ica], 2022). Esto indica que tal actividad se encuentra 
en manos de pequeños productores. En cuanto a la orientación pro-
ductiva del hato, el sistema de cría es el que predomina en el país 
(39 %), seguido del sistema doble propósito (35 %), la ceba (20 %) y la 
lechería especializada (6 %) (Fedegán, 2022). La actividad ganadera 
se desarrolla en 22,9 millones de hectáreas establecidas en pastos y 
forrajes. Esta distribución, en relación con el inventario bovino, deja 
ver que los sistemas productivos son manejados de forma extensiva 
con baja adopción de tecnologías, lo cual hace que sean sistemas de 
baja productividad y sostenibilidad. 
Particularmente, en la región Caribe, los suelos donde se desarrolla 
la ganadería presentan un alto nivel de degradación, lo cual limita 
los rendimientos de las pasturas y, en consecuencia, la producción 
animal (Mejía-Kerguelén et al., 2019). Asimismo, los sistemas gana-
deros de esta región enfrentan, año tras año, estacionalidad en las 
precipitaciones, principalmente en diciembre y a mediados de abril, 
lo que genera escasez de forraje y de los nutrientes necesarios para 
garantizar el mantenimiento y producción de los animales. 
De acuerdo con lo anterior, y dadas las bondades productivas y nu-
tricionales que ofrece la yuca, este material puede emplearse como 
estrategia para la alimentación y nutrición animal, especialmente 
durante los periodos de sequía, ya que provee excelentes contenidos 
de proteína y energía.
Colección Transformación del Agro16
En el presente capítulo se describe el comportamiento del sistema 
productivo de yuca industrial y forrajera con un sistema de prácticas 
de manejo adaptadas a este cultivo. Se ha demostrado que las prác-
ticas de manejo descritas en esta sección contribuyen al aumento de 
los rendimientos en comparación con los obtenidos bajo prácticas 
de manejo agronómico tradicionales. Cabe aclarar que algunas de 
las prácticas de manejo agronómico descritas se pueden utilizar en 
la región Caribe, particularmente en los departamentos de Córdoba, 
Sucre y Bolívar. No obstante lo anterior, también se resaltan expe-
riencias de su aplicación en el país y el mundo. 
Para empezar, se sugiere utilizar variedades industriales registradas 
ante el ica como la variedad Corpoica Belloti, Corpoica Tai, Corpoica 
Ropain, Corpoica Sinuana, Corpoica Verónica y las variedades forra-
jeras Corpoica SM 2081-34, Corpoica SM 1511-6, Corpoica SM 2546-40 
y Corpoica SM 1438-2, según las necesidades del mercado.
Capítulo 2.
Establecimiento y manejo 
agronómico del cultivo de yuca 
para la alimentación animal
17
Definición de áreas para 
conservar
Un aspecto importante que debe considerar el productor al momen-
to de establecer un cultivo forrajero es definir el área a sembrar en 
función de las necesidades de alimento para sus animales, ya que 
esto evitará los sobrecostos de producción. En ese sentido, el pro-
ductor debe considerar, en primera instancia, la duración del periodo 
crítico, la fase fisiológica de los animales, la ración diaria por animal 
(Mejía et al., 2013) y los rendimientospromedio del cultivo. Con base 
en lo anterior, se propone el siguiente ejemplo:
Se requiere suplementar 15 vacas en producción con sus respectivas 
crías, 7 vacas escoteras, 6 animales de levante y 1 toro. La ración diaria 
de ensilaje de yuca por animal está contenida en la tabla 1. Conside-
rando que en la región Caribe la época de sequía limita la producción 
durante aproximadamente 5 meses, es necesario producir alimento 
para suplir las necesidades de ese periodo.
Tabla 1. Ración diaria de ensilaje de yuca forrajera 
por categoría animal 
Categoría animal Ración diaria (kg)
Vacas paridas 10-20
Crías > 4 meses 2-5
Vacas escoteras 5-15
Levante 5-10
Toro 5-15
Fuente: Elaboración propia con base en Mejía et al. (2013)
Colección Transformación del Agro18
Con base en la información consignada en la tabla 1, se procede a 
cuantificar el consumo total de los animales durante el periodo indi-
cado. Para efectos del ejemplo, se tomarán los valores medios.
A. Consumo vacas paridas = 15 kg/d * 15 vacas * 150 d = 33.750 kg
B. Consumo de las crías = 3,5 kg/d * 15 crías * 150 d = 7.875 kg
C. Consumo vacas escoteras = 10 kg/d * 7 vacas * 150 d = 10.500 kg
D. Consumo levante = 7,5 kg/d * 6 levantes * 150 d = 6.750 kg
E. Consumo Toro = 10 kg/d * 1 Toro * 150 d = 1.500 kg
Consumo total durante el periodo = 
33.750 kg + 7.875 kg + 10.500 kg + 
6.750 kg + 1.500 kg = 60.375 kg
Bajo las condiciones de la región Caribe, el rendimiento promedio de 
las variedades de yuca forrajera Corpoica SM 1511-6 y Corpoica SM 
2081-34 oscila entre 47 y 62 t/ha/año en tres cortes, respectivamente, 
con valores medios de 54,5 t/ha/año (Rivero et al., 2015). Con estos 
datos, se procede a establecer una regla de tres simple para estimar 
el área requerida:
Para suplementar a los animales durante el periodo crítico (150 d), 
el productor debe producir 60.375 kg de ensilaje. Sin embargo, debe 
estimar un margen de pérdidas cercano al 10 %, el cual debe contem-
plar y sumar a la cantidad estimada inicialmente. En este caso, se de-
ben producir 66.412 kg o 66,4 t.
Pérdidas = 60.375 kg * 10 % de pérdidas = 6.037 kg
Total de forraje por producir = 
60.375 kg + 6.037 kg = 66.412 kg o 66,4 t
Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 19
Entre 2015 y 2017, agrosavia caracterizó el sistema productivo de 
yuca en diferentes zonas productoras conformadas por 5 núcleos 
(tabla 2), para lo cual tuvo en cuenta la zona agroecológica. Con base 
en los datos que arrojó la investigación, se concluyó que el 60 % de 
los productores de los núcleos 1, 2, 3 y 4 siembran durante los meses 
de abril y mayo. No obstante, algunos productores amplían el perio-
do de siembra hasta junio y otros siembran durante el segundo se-
mestre del año (agrosavia, 2017).
Tabla 2. Departamentos y municipios productores de yuca 
agrupados en 5 núcleos.
Núcleo Descripción
1 Subregión Montes de María: integra los municipios Los Palmitos, Carmen de Bolívar y San Jacinto (Bolívar).
2
Subregión Sabanas Colinadas: integra los municipios 
Chinú y San Andrés de Sotavento (Córdoba) y Betulia, Sincé 
y Sampués (Sucre).
3 Subregión Sabanas Colinadas: integra los municipios Corozal (Sucre) y Chinú y Ciénaga de Oro (Córdoba).
4 Subregión Valle del Sinú (Medio Sinú): integra los municipios Cereté y San Pelayo (Córdoba).
5 Subregión Valle del Sinú (Alto Sinú): integra los municipios Tierralta y Valencia (Córdoba).
Fuente: Elaboración propia 
1 ha 54,5 t
X 66,4 t
 X = 66,4 t * 1 ha / 54,5 t = 1,2 ha
Época de siembra
Colección Transformación del Agro20
Análisis fisicoquímico del suelo
Antes de establecer cualquier cultivo forrajero, se recomienda hacer 
un análisis fisicoquímico del suelo con el fin de aplicar las recomenda-
ciones de adecuación y fertilización en caso de requerirlas. Los pasos 
para la toma de muestras se describen a continuación:
▪ Realizar un recorrido del lote a intervenir para identificar zonas 
altas y bajas o que presenten diferencias palpables y, con base en 
esas observaciones, definir el número de análisis. 
▪ Una vez identificada el área y sus características, se debe tomar 
la decisión del tipo de muestreo a emplear, el cual puede ser en 
cuadrícula, zigzag o diagonal.
▪ En cada punto a muestrear se remueve el material vegetal y or-
gánico que esté sobre la superficie (figura 1).
Figura 1. Remoción del material vegetal y orgánico de la 
superficie del suelo. 
Foto: Emiro Suárez Paternina
Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 21
▪ Tomar las muestras de suelo a una profundidad de 0 a 25 cm.
▪ La muestra de suelo puede tomarse con la ayuda de un barreno 
holandés o, en su defecto, con pala o palín (figura 2).
▪ En caso de que la muestra sea tomada con una pala o palín, se 
realiza un hueco en forma de “V”. Posteriormente, se descartan 
los laterales del corte y solo queda la parte central, la cual se de-
posita en un balde plástico (figura 3). Este procedimiento se repi-
te varias veces hasta tener un número de submuestras represen-
tativas del lote.
▪ Posteriormente, se homogenizan las submuestras, se toma un 
kilogramo de suelo y se deposita en una bolsa plástica (figura 4). 
Esta debe ir marcada con la identificación del productor, la direc-
ción, el nombre de la finca, el municipio, el departamento, la al-
tura sobre el nivel del mar, el nombre del productor, el cultivo a 
establecer, la profundidad de muestreo y el tipo de drenaje.
Figura 2. Herramienta para la toma de muestra (palín). 
Foto: Leonardo López
Colección Transformación del Agro22
Figura 3. Corte en “V” para la toma 
de submuestras de suelo. a. Se realiza 
un hueco en “V”; b. Se descartan los 
bordes del corte y se toma solo la parte 
central; c. Se deposita la muestra en un 
balde.
Fotos: Leonardo López
Figura 4. Homogenización de las 
submuestras de suelo. a. Mezcla de 
las submuestras; b. Se toma 1 kg de 
la mezcla y se envía al laboratorio. 
Fotos: Emiro Suárez Paternina
a a
c
b
b
Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 23
En caso de que el suelo esté com-
pactado, es necesario prepa-
rarlo con un arado de cincel a la 
profundidad de la capa realizan-
do la labor en la dirección de los 
drenajes principales (figura 5a). 
Este procedimiento mejora con-
siderablemente las condiciones 
de drenaje, aireación y penetra-
ción de las raíces, que pueden 
explorar un mayor volumen de 
suelo y formar una yuca de buen 
tamaño y sin deformaciones. 
Posteriormente, se debe realizar 
un pase de rastrillo con el fin de 
romper los agregados del suelo 
más grandes y lograr que el lote 
quede uniforme para la siembra 
(figura 5b). En suelos con proble-
mas de humedad, se recomien-
da realizar caballones a 1,0 m de 
distancia (figura 5c) y adecuar el 
terreno con canales de drenajes. 
Una vez cosechado el cultivo, se 
recomienda realizar una rotación 
adecuada con cultivos legumino-
sos o cultivos con requerimien-
tos nutricionales diferentes a los 
de la yuca con el fin de garantizar 
el buen estado fisicoquímico del 
suelo (Ospina & Ceballos, 2015).
Figura 5. Mecanización de suelo. a. Pase de 
cincel para la descompactación del suelo; 
b. Pase de rastrillo para romper agregados 
y uniformizar el suelo; c. Elaboración de 
caballones para la siembra de yuca. 
Fotos: Víctor de la Ossa y Emiro Suárez Paternina
a
c
b
Colección Transformación del Agro24
Procesamiento de la semilla
Para obtener material de siembra, se recomienda seleccionar plantas 
sanas y con buen vigor, fisiológicamente maduras, de tal manera que 
se garantice la calidad (figura 6a). Para la producción de estacas o can-
gres (semilla), las varas se deben cortar utilizando una sierra circular o 
segueta con ángulo de corte redondo a un tamaño de 15 a 20 cm, de tal 
manera que se garanticen, por lo menos, 6 nudos (figura 6 b y c). Pre-
vio a la siembra, el material de siembra debe ser tratado para prevenir 
eltraslado de plagas y enfermedades a los nuevos cultivos. Para ello 
se recomienda sumergir durante 10 minutos las estacas en una solu-
ción de insecticida (de contacto y sistémico), fungicida a base de cobre 
y bactericida, para luego dejar escurrir a la sombra (figura 6d). Para el 
caso del sistema de siembra mecanizada, el corte de la estaca lo hace 
la sembradora con la ayuda de dos operarios, quienes introducen los 
tallos completos (varas) en la sembradora (Ospina & Ceballos, 2012).
Figura 6. Procesamiento 
de semilla para la siembra. 
a. Cultivo de yuca en 
buenas condiciones; 
b. Corte de semilla; c. 
Semilla de yuca; 
d. Desinfección de semilla.
Fotos: Emiro Suárez Paternina
a b
c d
Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 25
Posición del cangre al 
momento de sembrar
Estudios realizados por el Centro Internacional de Agricultura Tropi-
cal (ciat) concluyeron que cortar el cangre en ángulo recto hace que 
las raíces se distribuyan uniformemente alrededor de la circunferen-
cia del corte. Igualmente, plantar el cangre horizontalmente, hace 
que las raíces se separen más y la cosecha sea más fácil en compara-
ción a cuando se planta en posición vertical o inclinada. Sin embargo, 
el enraizamiento y la emisión de brotes fue mayor cuando el cangre 
se sembró en posición vertical, factor que, además, redujo el volca-
miento de las plantas (Ospina & Ceballos, 2012).
Siembra manual
Esta labor comprende aproxi-
madamente el 5 % de los costos 
totales de producción correspon-
dientes a mano de obra, sin em-
bargo, este componente puede 
variar dependiendo del sistema 
de siembra (agrosavia, 2017). 
Dentro del proceso de siembra 
se realiza una clasificación de 
operarios: unos se encargan de 
repartir las estacas a lo largo del 
surco y otros de sembrar las es-
tacas de manera vertical intro-
duciéndolas entre 5 y 10 cm en el 
suelo (figura 7).Figura 7. Siembra manual de la semilla de 
yuca. 
Fotos: Emiro Suárez Paternina
Colección Transformación del Agro26
Siembra semi-mecanizada
Si bien en Colombia ya existen sembradoras de yuca —con las cuales 
se alcanzan a sembrar aproximadamente 6 hectáreas por día (Os-
pina & Ceballos, 2012)—, su eficiencia está ligada a la topografía, la 
buena preparación del suelo, la potencia del tractor y la pericia de 
los operarios. Estas sembradoras son fáciles de utilizar y su manejo 
en campo depende del operario, que debe calibrar la distancia en-
tre surcos, el tamaño de la estaca y surtir los aleros de la máquina 
con tallos de yuca (varas) previamente desinfectados. A medida que 
avanza el recorrido, dos operarios alimentan un dispositivo que tiene 
la sembradora con las varas de yuca. Paralelamente a esta acción, 
la sembradora corta la estaca (semilla) y con el disco doble hace el 
surco en la línea de siembra donde la deposita horizontalmente. Fi-
nalmente, con ayuda de un patín, tapa la estaca y compacta el suelo 
sobre la estaca que ha quedado sembrada en el surco (figura 8).
Figura 8. Siembra mecanizada de la semilla de yuca. 
Foto: Shirley Pérez Cantero
Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 27
Uno de los parámetros que más incide en los rendimientos de los cul-
tivos es la densidad de plantas por unidad de área. El área vital para un 
buen desarrollo y crecimiento de las plantas determinará la densidad 
óptima de población. Cuando la densidad de plantas no es la adecua-
da, el cultivo compite más con las malezas por luz, agua y nutrientes, 
factores que, a su vez, afectan su desarrollo (Gutiérrez, 2001).
La distancia entre surcos y plantas se define en función de paráme-
tros como la arquitectura de la planta, la topografía del terreno, el 
sistema de siembra, el mercado hacia el que se destina la produc-
ción, entre otros. En Colombia, la distancia de siembra más utilizada 
en cultivos tradicionales es de 1 m entre plantas y 1 m entre surcos 
(Ospina & Ceballos, 2012). Sin embargo, en estudios realizados por 
agrosavia (2017), los investigadores definieron que para las varieda-
des industriales es más beneficioso usar densidades de población de 
10.000 a 15.151 plantas/ha, las cuales corresponden a distanciamien-
tos de 1,0 m entre surcos y 1,0 a 0,66 m entre plantas. Por su parte, 
para variedades forrajeras, se recomienda la utilización de densida-
des de 40.000 a 70.000 plantas/ha, que corresponden a distancia-
mientos de 1.0 a 0.7 m entre surcos y 0.20 a 0.25 m entre plantas.
Densidad de siembra
Manejo de arvenses
Las arvenses representan un problema de importancia económica 
para la mayoría de los cultivos comerciales y, en el caso de la yuca, 
suelen ser un aspecto definitivo en el crecimiento, desarrollo y rendi-
miento de la planta (figura 9). La determinación del período crítico de 
competencia es un dato específico de cada ambiente agroecológico 
que permite planificar adecuadamente el manejo de malezas en el 
cultivo (Aldrich & Kremer, 1997; Radosevich et al., 1997).
Colección Transformación del Agro28
Figura 9. Arvenses asociadas al cultivo de yuca. 
Foto: Emiro Suárez Paternina
Aunque la yuca es un cultivo que se adapta a condiciones adversas, 
varias investigaciones realizadas en la región Caribe han determina-
do que la época crítica de competencia de las malezas ocurre, en el 
cultivo de yuca, entre los primeros 60 y 90 días del ciclo. Este factor 
ocasiona una disminución del 50 % en los rendimientos si se los com-
para con una yuca libre de arvenses durante todo el ciclo (Rubiano & 
Cordero, 2019).
Métodos de control de arvenses
Para un control integrado de arvenses, a lo largo de los años se han 
implementado diferentes alternativas de manejo. Dentro de estas 
destacan los controles manual, mecánico y químico, que suelen 
combinarse, ya que no existe uno que sea la solución definitiva para 
el control de las malezas.
Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 29
Debido a que la yuca es un cultivo de crecimiento lento, es necesario 
realizar varios controles manuales de arvenses hasta que el cultivo 
cierre completamente los espacios e impida la entrada de luz, la cual 
favorece el crecimiento y desarrollo de las arvenses (figura 10). Este es 
uno de los métodos más usados en Colombia cuando se trata de áreas 
pequeñas que no requieran mucha mano de obra. Sin embargo, en 
áreas un poco más grandes, el control manual se combina con el quí-
mico y se inicia cuando el cultivo tiene entre 15 y 30 días de sembrado 
hasta que la cobertura de este lo permita (Ospina & Ceballos, 2012).
Por su parte, el control químico consiste en realizar la intervención 
mediante la utilización de herbicidas preemergentes. Con la aplica-
ción de estas moléculas químicas se busca impedir el desarrollo e in-
cremento de las malezas por un período comprendido entre los 45 
y 50 días, etapa en la cual el follaje de la yuca aún no ha cerrado los 
surcos (figura 11).
Figura 10. Control manual de arvenses en cultivo de yuca. 
Foto: Érica Salcedo Carrascal
Colección Transformación del Agro30
Para garantizar eficiencia en la aplicación, es importante que el suelo 
tenga una humedad adecuada, por lo que los suelos deben preparar-
se de manera tal que tengan buena aireación y porosidad. Antes de la 
siembra se recomienda una aplicación de glifosato para el control de 
las arvenses que hayan emergido. Para las variedades de uso indus-
trial, se recomienda la mezcla de herbicidas de hoja ancha y angosta, 
como diuron (0,5 a 1,0 kg/ha) y metolaclor (1,0 a 2,0 l/ha), respectiva-
mente. En términos generales, el control de las arvenses por medio 
de mezclas de herbicidas preemergentes puede tener una duración 
que oscila entre 35 y 40 días después de la siembra. Posteriormente, 
se recomienda una limpieza manual a machete y, finalmente, apli-
caciones “dirigidas” con un herbicida como el glufosinato de amonio 
para mantener un buen control de arvenses en cultivo hasta que se 
presenteun traslape del follaje entre plantas que eviten el crecimien-
to de las arvenses.
Figura 11. Control químico de arvenses en el cultivo de yuca. 
Foto: Érica Salcedo Carrascal
Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 31
A continuación, se describen los aspectos fundamentales a tener en 
cuenta para la fertilización del cultivo de yuca.
Requerimientos nutricionales
La yuca es un cultivo altamente extractivo, principalmente de nitró-
geno (N), fósforo (P), potasio (K), calcio (Ca) y magnesio (Mg). El or-
den de extracción de los nutrimentos es el siguiente: K > N > Ca > Mg 
> P (Ospina & Ceballos, 2002). Los requerimientos de nutrientes del 
cultivo de yuca se muestran en la tabla 3.
 Tabla 3. Nutrientes extraídos por la yuca según su rendimiento
Nutriente
Extracción de nutrientes (kg/ha) para rrf
(15 t/ha) (30 t/ha)
N 66,3 132,6
P 10,1 20,1
K 53,7 107,4
Ca 20,4 40,8
Mg 12,3 24,6
rrf: Rendimiento de Raíces Frescas
Fuente: Ospina & Ceballos (2002) 
Estudios realizados por agrosavia en las subregiones de Valle del 
Sinú, Valle del Cesar y Montes de María concluyeron que la aplica-
ción de la mezcla de los herbicidas metolaclor y atrazina resultó ser 
la mejor para el control de arvenses en la fase de preemergencia y, 
por otro lado, el glufosinato de amonio para controlar las arvenses 
en posemergencia.
Fertilización del cultivo 
de la yuca 
Colección Transformación del Agro32
La aplicación de fuentes nitrogenadas y de potasio debe realizarse 
entre los 30 y 50 días después de la siembra. Por su parte, las aplica-
ciones de fósforo deben hacerse al momento de la siembra: en hoyos 
o al fondo de los surcos donde se posicionarán las estacas, esto pue-
de facilitar su absorción (figura 12).
Figura 12. Época de aplicación de fertilización del cultivo de yuca. 
Ilustración: Juan Felipe Martínez Tirado
En todos los casos, el plan de fertilización del cultivo se debe hacer 
con base en un análisis de suelo actualizado, de tal manera que se 
pueda establecer el balance entre la oferta nutricional del suelo y las 
necesidades del cultivo para determinar las cantidades de fertilizan-
te a aplicar. Los diferentes estudios realizados sobre la respuesta a 
la aplicación de abonos químicos u orgánicos han sido de gran ayu-
da, lo cual se observa en sus resultados, a saber: el efecto benéfico y 
Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 33
altamente significativo sobre la producción y recuperación de la fer-
tilidad del suelo.
En 2017, agrosavia generó una oferta tecnológica que responde a las 
necesidades del cultivo de la yuca ante fertilizaciones realizadas con 
mezclas de fertilizantes químicos enriquecidos con fuentes de abono 
orgánico. Estas mezclas fueron desarrolladas en fincas de produc-
tores de los municipios de Chinú y Ciénaga de Oro, en Córdoba, y 
Sampués, en Sucre. Para aquellos productores que utilicen el siste-
ma de producción de monocultivo para yuca industrial y consumo en 
fresco, agrosavia recomienda la aplicación del 60 % del fertilizante 
químico requerido por el cultivo (150 kg/ha de urea, 80 kg/ha de fos-
fato diamónico y 83,5 kg/ha de KCl), más el 10 % del abono orgánico 
(500 kg/ha, 2 % N). En el sistema de producción de monocultivo con 
yuca industrial, cuando no se fertiliza se observa un incremento en 
el rendimiento promedio de 25,7 t/ha (26,2 t/ha en la localidad de Cié-
naga de Oro y 25,2 t/ha en la localidad de Sampués). Adicionalmente, 
cuando se usa la tecnología recomendada mediante la aplicación de 
fertilización química y orgánica, el rendimiento se incrementó a 34,2 
t/ha en promedio (32,9 t/ha en la localidad de Ciénaga de Oro y 35,5 
t/ha en la localidad de Sampués).
Combatt et al. (2017), realizaron un estudio para determinar el ren-
dimiento del cultivo de yuca con la aplicación de diferentes dosis de 
abonos orgánicos tipo bocashi en el municipio de Ciénaga de Oro 
(Córdoba) utilizando la variedad ica-costeña con una densidad de 
12.300 plantas/ha. Con base en los resultados obtenidos, sugirieron 
que el tratamiento de 1.500 a 2.000 kg/ha de bocashi más 200 kg/
ha de lombriabono, produce el mejor índice de cosecha (74,57 %) y 
valores más altos de raíces, masa seca de raíz y rendimiento.
Colección Transformación del Agro34
El forraje de la yuca constituye una fuente alternativa de proteínas y 
fibra para abastecer la demanda alimenticia animal durante las épo-
cas críticas. Sin embargo, la producción, el rendimiento y la calidad 
del follaje pueden verse afectados por la incidencia de enfermedades 
y plagas.
Enfermedades asociadas 
al follaje de la planta de yuca
Las enfermedades causadas por agentes bióticos (hongos, bacterias, 
virus, etc.) reducen el vigor de las plantas y la producción de bioma-
sa y afectan enormemente la calidad nutricional del forraje. Algunos 
patógenos pueden causar afectaciones solo en el tallo de la planta, 
mientras que otros causan manchas, tizones, defoliaciones y seca-
miento del tallo. En la tabla 4 se describen las principales enfermeda-
des que afectan a las variedades forrajeras.
Enfermedades y plagas 
causantes de pérdidas en 
variedades de yuca forrajera
Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 35
Tabla 4. Descripción de síntomas causados por enfermedades asociadas 
al follaje de yuca
Enfermedad Agente causal
Órgano 
que 
afecta
Síntomas Manejo
Mancha parda 
de la hoja
Cercospora 
henningsii Hojas
Manchas de 
forma angular, 
y en algunos 
casos circular, 
limitadas por 
las nervaduras 
de color ma-
rrón oscuro en 
el centro de la 
lesión y halo 
amarillo (Álva-
rez et al., 2012).
Se recomienda 
emplear varieda-
des resistentes y 
seleccionar para 
el establecimien-
to distancias de 
siembra tendien-
tes a reducir exce-
sos de humedad 
relativa.
Añublo pardo fungoso 
o mancha café grande
Manchas grandes 
en las hojas 
Cercospora
vicosae
Hojas
Mancha café 
grande, de for-
ma irregular y 
sin bordes defi-
nidos que cubre 
gran parte de la 
hoja (Álvarez et 
al., 2012).
Sembrar varieda-
des resistentes 
y emplear prác-
ticas culturales 
para disminuir la 
humedad en el 
cultivo.
Mancha blanca 
de la hoja de yuca
Cercospora
caribaea
Hojas
Manchas 
pequeñas y 
circulares, con 
coloración blan-
ca en el centro, 
borde café y 
halo amarillo de 
la lesión (Ceba-
llos et al., 1977).
Sembrar varieda-
des resistentes y 
prácticas cultu-
rales adecuadas 
para la regulación 
de las condiciones 
ambientales en el 
cultivo. 
Colección Transformación del Agro36
Añublo bacteriano 
de la yuca 
Xanthomonas 
axonopodis pv.  
Manihotis
Hojas
Inicialmente se 
observan man-
chas angulares 
de consistencia 
acuosa. Usual-
mente, las 
lesiones cubren 
la mayor parte 
de la hoja y son 
de consistencia 
seca y color 
marrón, lo cual 
genera una apa-
riencia de añu-
blo o quemazón 
en las hojas. 
Finalmente, 
ocurre marchi-
tez y muerte 
descendente de 
la planta (Zára-
te et al., 2021).
Para el manejo 
adecuado de la 
enfermedad se 
recomienda: 
- Emplear para el 
establecimiento 
semilla de bue-
na calidad gené-
tica y sanitaria, 
con tolerancia a 
la enfermedad. 
- Manejo adecua-
do de la planta-
ción: desinfectar 
las semillas con 
solución de fun-
gicidas, realizar 
buenos drenajes 
y fertilización, 
controlar ma-
lezas y erra-
dicar plantas 
enfermas. 
Fuente: Elaboración propia 
Fotos: Lily Luna Castellanos y Jorge García
Plagas causantes de daños 
foliares y vasculares en yuca
Las plagas asociadas al cultivo de yuca forrajera pueden causar seve-
ras pérdidas en el rendimiento al disminuir la actividad fotosintética 
de la planta a partir del consumo directo del tejido foliar y el debilita-
miento del tallo por ataques en este órgano. En la tabla 5 se detallan 
las principales plagas causantes de daños en yuca forrajera.
Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 37
Tabla 5. Plagascausantes de daños en el forraje y tallo de plantas de yuca
Plaga Nombre científico
Órgano 
que 
afecta
Daño 
Moscas de las agallas
Iatrophobia 
brasiliensis Hojas
Las larvas de las moscas 
forman agallas que causan la 
deformación del tejido foliar 
(Cañarte et al., 2021).
Trips
 
Deformación de foliolos por 
ataque de trips 
Frankliniella 
williamsi, 
Scirtothrips 
manihoti y 
Corynothrips 
stenopterus
Hojas
Al raspar y succionar la 
savia de las hojas, causan 
deformación de los foliolos 
y ocasionan la aparición de 
puntos cloróticos en las hojas 
(Belloti, et al., 1983). 
Ácaros
Mononychellus sp., 
Tetranychus sp. Y 
Oligonychus sp. 
Hojas
Se alimentan de las hojas 
apicales, intermedias y bajeras 
de la planta y dentro de los 
síntomas que producen, 
destaca la aparición de 
pequeños puntos amarillos 
a lo largo de las nervaduras 
centrales y zonas cloróticas 
que disminuyen la calidad 
del forraje (Belloti et al., 1983; 
Cañarte et al., 2021). 
Colección Transformación del Agro38
Moscas blancas
Bemisia spp., 
Aleurotrachelus 
spp. Y Trialeurodes 
spp.
Hojas
Ninfas y adultos se alimentan 
de la savia de las hojas, y 
causan amarillamiento desde 
el borde hacia el centro, 
reducción del tamaño foliar y 
en algunos casos deformación 
de hojas (Belloti et al., 1983).
Gusano cachón
Erinnyis ello Hojas
Las larvas consumen grandes 
cantidades de tejido foliar, 
tallos tiernos y brotes, lo cual 
causa defoliación (Belloti et al., 
1983).
Barrenadores de tallo
Chilomima clarkei Tallo
Las larvas consumen grandes 
cantidades de tejido foliar, 
tallos tiernos y brotes, lo cual 
causa defoliación (Belloti et al., 
1983).
Fuente: Elaboración propia 
Fotos: Lily Luna Castellanos y Jorge García
Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 39
La frecuencia de corte del follaje de la yuca forrajera depende de la 
capacidad que tenga la planta para producir forraje y rebrotar. Estos 
aspectos dependen de factores como la variedad, la precipitación, la 
altura de corte y la fertilidad del suelo. Según Buitrago et al. (2001), 
cuando el cultivo se destina a la producción de forraje, es convenien-
te cosechar cada 2 meses en época lluviosa y cada 3 meses en época 
seca. Lo ideal es realizar cuatro cortes en un ciclo productivo al año 
y, de igual forma, mantener el cultivo durante 1 o 2 años, ya que con 
estas condiciones es posible obtener un producto de mejor calidad y 
máximo rendimiento.
En cuanto a la altura del corte, esta depende de la variedad, ya que 
algunas rebrotan más rápido que otras. El corte del follaje se debe 
realizar a una altura donde puedan mantenerse las reservas de la 
planta para el rebrote (figura 13). Se recomienda realizar el corte del 
follaje a la altura del tallo donde inicia el tallo verde (20 a 30 cm de 
suelo) (López et al., 2008).
La información bromatológica básica de las diferentes variedades 
muestra la amplia diversidad, que se expresa en un rango holgado 
de valores del contenido de materia seca, cenizas, proteína y fibra 
(tabla 6). En general, se evidencia la importancia de usar forraje de 
yuca como fuente de proteína y minerales (cenizas), mientras que la 
raíz tiene una alta importancia como fuente energía.
Frecuencia, época, altura y 
calidad en la producción de forraje 
Colección Transformación del Agro40
Figura 13. Altura recomendada (20 a 30 cm) para el corte de la yuca. 
Foto: Emiro Suárez Paternina
Tabla 6. Composición nutricional del forraje y de la raíz de yuca
Ítem Forraje (% míiño-máximo)
Raíz (% 
mínimo-máximo)
Materia seca (%) 30,14 – 34,6 21,92 – 49,66
Proteína (%) 22,4 – 25,21 1,3 – 8,84
fdn (%) 36,48 – 50,55
fda (%) 20,54 – 33,53
EM (Mcal/kg/ms) 1,33 – 9,25
Cenizas (%) 4,15 – 8,9 1,45 – 5,81
Fuente: Elaboración propia
Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 41
El ciclo de producción de un cultivo por lo general es de un año. Las 
raíces comienzan a engrosar a los tres meses y continúan incremen-
tando su peso hasta los 9 o 15 meses. Las raíces de la yuca pueden co-
secharse a los 7 meses de plantado el cultivo y permanecer en el suelo 
hasta tres años. Transcurrido el tiempo óptimo de cosecha, el conte-
nido del agua y fibra aumentan y el porcentaje de almidón y su calidad 
disminuyen notablemente porque se produce gran cantidad de man-
chas. Las raíces recogidas o cosechadas se degradan en tres o cuatro 
días, por lo tanto, deben llevarse al lugar de almacenamiento y proce-
sarse o consumirse sin demora. Es por este motivo que el deterioro de 
la postcosecha es una de las principales limitaciones de la producción, 
el transporte y el procesamiento de la yuca (Aguilera, 2012).
Adicionalmente, la cosecha puede realizarse de dos formas: manual 
o mecánicamente. La cosecha manual involucra varios momentos. 
El primero es el corte y selección del forraje y la semilla, fase en la cual 
se deja una parte del tallo de 20 a 40 cm de longitud, aproximada-
mente, adherida a las raíces para facilitar la cosecha. La segunda par-
te es la cosecha de las raíces, que comprende la recolección, limpieza 
y empaque de estas. La cosecha manual se puede hacer de varias for-
mas dependiendo del sustrato. En suelos arenosos se puede realizar 
con la mano, sujetando y moviendo de un lado a otro el tallo hasta 
que salgan las raíces; en suelos más pesados y arcillosos se pueden 
utilizar palancas y, finalmente, se puede usar un arrancador, caso en 
el que, a modo de tenaza, se sujeta el tallo mediante un implemento 
de enganche que va unido a un palo de 2.5 m de largo o más. Se en-
gancha entonces el tallo por su parte inferior y se hace palanca hacia 
arriba (Ospina et al., 2012). Por otro lado, teniendo en cuenta la pro-
yección de la yuca en los mercados nacionales e internacionales, la 
mecanización del cultivo es una de las principales necesidades de la 
agricultura colombiana. Este método es más efectivo en suelos are-
nosos o cuando el cultivo está en caballones o camas. La acción con-
siste en aflojar el suelo y, en algunos casos, en voltearlo trabajando a 
profundidades de aproximadamente 40 cm (Ospina et al., 2012).
Cosecha
Colección Transformación del Agro42
La parte aérea y las raíces de la planta de yuca son utilizadas para la 
alimentación humana y animal, especialmente en rumiantes y her-
bívoros no rumiantes (Buitrago, 1990). Algunas investigaciones han 
demostrado que la parte aérea de la yuca transformada en harina o 
conservada como ensilaje o heno puede ser incluida en la formula-
ción de raciones para animales (Meyreles & Preston 1977; Preston et 
al., 1998; Modesto et al., 2004; Nunes-Irmao, 2007; Trompiz et al., 
2007; Soares, 2009; Morrillo, 2009). Cabe aclarar que su productivi-
dad y calidad nutricional dependen de variables como la variedad, la 
densidad de siembra, la edad de la planta, la época de corte, la ferti-
lización y las condiciones edafoclimáticas (Rosero, 2002; Nunes-Ir-
mao, 2007). 
Para la alimentación animal, se deben utilizar variedades cuyas raíces 
y parte aérea sean altamente productivas. Asimismo, la planta debe 
presentar alta productividad de materia verde y seca, alto contenido 
de proteína, buena retención foliar y bajos contenidos de compues-
tos cianogénicos en sus hojas (Fukuda et al., 2006). Otra caracterís-
tica deseable es una alta capacidad de brotación después del corte.
Capítulo 3.
Técnicas para la conservación 
de forraje de yuca y 
subproductos obtenidos de 
la cosecha de las raíces
43
El ensilaje es un método de conservación de forraje que se obtiene 
por medio de la fermentación de los carbohidratos solubles. Median-
te este método de conservación, se mantienen las características 
nutricionales del forraje presentes al momento del corte. Durante el 
proceso de ensilaje tienen lugar dos grandes fases que se describen a 
continuación: la aeróbica y anaeróbica.
Fase aeróbica: esta fase inicia cuando el forraje es cosechado y tras-curre durante el picado, la compactación y horas después del sellado 
hermético del silo. El oxígeno presente en el forraje es consumido por 
los microorganismos aeróbicos que aún siguen respirando, los cuales 
también utilizan los carbohidratos solubles del forraje como fuente 
de energía para la respiración. Durante este proceso se genera dióxi-
do de carbono y agua, los cuales incrementan la temperatura dentro 
del silo hasta los 60 °C. La duración de esta fase es variable y depende 
de las condiciones en que se llevó a cabo el proceso de llenado. Puede 
durar desde unas pocas horas hasta varios días. Por lo tanto, reducir 
esta fase lo más que se pueda es una buena práctica en el proceso de 
ensilaje, ya que los carbohidratos solubles se están consumiendo y, 
además, otros nutrientes están siendo desnaturalizados, razón por 
la cual el animal no los aprovechará. Es decir, el calor generado por 
una fase aeróbica de larga duración puede elevar la temperatura del 
forraje a tal grado que cause una disminución en la calidad nutricio-
nal del forraje (Mejía et al., 2013).
Fase anaeróbica: empieza cuando el oxígeno contenido en el silo se 
agota. Durante esta fase los microorganismos anaeróbicos (bacte-
rias que crecen en ausencia de oxígeno) empiezan a multiplicarse. 
Estos microorganismos benéficos producen ácido láctico a partir 
de los azúcares del forraje conservado. El ácido láctico que es pro-
ducido disminuirá el pH del ensilado, es decir, aumentará la acidez, 
que es lo que se quiere en esta fase del proceso. La fermentación 
cesará completamente después de 3 semanas, cuando el pH sea 
Ensilaje
Colección Transformación del Agro44
tan bajo como para inhibir el crecimiento de microrganismos inde-
seables (Mejía et al., 2013).
Se pueden implementar ciertas prácticas para reducir el tiempo en 
que los microorganismos aeróbicos y las enzimas oxidantes del forra-
je pueden funcionar. Dentro de estas se destacan: el tamaño adecua-
do de la partícula y realizar una buena compactación y sellado que 
garanticen la ausencia de aire.
Proceso para la elaboración del 
ensilaje de yuca forrajera
Cuando se establece yuca para la producción exclusiva de forraje, 
este se debe cortar por primera vez a una altura de 15 a 20 cm del 
suelo tres meses después de haberse establecido el cultivo (figura 
14). El mismo tiempo debe transcurrir para hacer uso de los rebrotes. 
Con este manejo se pueden realizar entre 3 y 4 cortes por año. Si em-
bargo, cuando la yuca se siembra para aprovechar la raíz, el forraje 
disponible en el cogollo se puede utilizar a partir de los 8 meses.
Figura 14. Cultivo de yuca forrajera para corte. 
Foto: Yacerney Paternina Paternina
Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 45
Una vez cosechado el forraje de toda la parte aérea, se acarrea al 
lugar donde se disponga del triturador de pasto. En caso de que se 
tenga una máquina que funcione con combustible, el picado del ma-
terial se realiza en el mismo lote, lo cual reduce el empleo de mano de 
obra (figura 15). Se debe procurar obtener un tamaño de la partícula 
del forraje que oscile entre 10 y 20 mm; con este tamaño se facilitará 
la compactación del material.
Figura 15. Preparación del forraje para la elaboración de ensilaje. a. Corte y acarreo 
de yuca forrajera; b. Picado del forraje de yuca para la elaboración de ensilaje. 
Fotos: Emiro Suárez Paternina
a b
Cuando se realiza ensilaje del forraje de yuca, para el crecimiento y 
desarrollo de los microrganismos anaeróbicos es fundamental adi-
cionar un aditivo como fuente energética, las cuales pueden ser me-
laza, salvado (maíz o trigo) o harina de la raíz de yuca (figura 16). En 
caso de que se utilice melaza, el nivel de inclusión de este aditivo po-
drá oscilar entre 0,05 y 2 % por tonelada; igualmente, se recomienda 
diluir la melaza en igual volumen de agua. Por otro lado, si se em-
plean salvados o harinas, el nivel de inclusión oscilará entre 2 y 4 % 
por tonelada. La adición de estas materias primas contribuirá a dis-
minuir la humedad del ensilaje (Rivero et al., 2015).
Colección Transformación del Agro46
Figura 16. Aplicación de aditivos para promover el proceso fermentativo. a. 
Aplicación de aditivos con regadera; b. Aplicación de aditivo con bomba de 
espalda. 
Fotos: Emiro Suárez Paternina
a b
Para los pequeños productores, se recomienda emplear formaletas 
circulares desarmables con capacidad de dos toneladas (figura 17). En 
caso de que se utilice esta estructura para elaborar el ensilaje, inicial-
mente se debe extender sobre el suelo un plástico (calibre 4) y sobre 
este armar la formaleta. Posteriormente, deben depositarse capas 
entre 15 y 25 cm del forraje picado y compactarlas. La compactación 
se puede realizar utilizando el peso corporal de los mismos traba-
jadores, sin embargo, se debe procurar que las botas estén lo sufi-
cientemente limpias con el fin de evitar contaminación. El proceso 
anterior se repite hasta completar el volumen total de la formaleta. 
Posteriormente, se desarma la formaleta y se procede tapar la torta 
con un plástico calibre 4. Finalmente, se amarra con nylon de poli-
propileno. Se recomienda agregar tierra sobre la base del perímetro 
de la torta con el objetivo de evitar la entrada de aire (figura 18).
La compactación es uno de los factores que incide en la calidad del 
forraje conservado. La finalidad de esta fase es eliminar el oxígeno 
presente entre las partículas del forraje, lo que permitirá que se inicie 
rápidamente el proceso de fermentación.
Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 47
Figura 17. Formaleta metálica circular para la elaboración de 
ensilaje. 
Fotos: Emiro Suárez Paternina
Figura 18. Compactación del ensilaje. a. Compactación del material con el peso 
corporal; b. Torta de ensilaje sellada herméticamente. 
Fotos: Emiro Suárez Paternina
a b
Colección Transformación del Agro48
La parte aérea de la planta de yuca está compuesta por tallos, hojas 
y peciolos en proporciones variables. El heno de esta planta se ca-
racteriza por sus altos contenidos de proteína y buena digestibilidad, 
asimismo, es una fuente considerable de vitamina A, C y complejo 
B. Además, contiene proporciones aceptables de minerales como Ca 
y Fe. Con base en las características nutricionales citadas anterior-
mente, el heno de yuca puede emplearse en sistemas de alimenta-
ción para bovinos, particularmente durante épocas de sequía. 
El principio de la técnica de conservación consiste en cortar y picar 
el forraje para luego, a través de la exposición al sol por un periodo 
de 24 a 48 horas, deshidratar el material hasta alcanzar un grado de 
humedad entre 10 y 18 % con el fin de favorecer su conservación. Con 
el picado y la deshidratación se elimina el ácido cianhídrico a concen-
traciones seguras en caso de que se utilicen yucas industriales. Para 
el secado se debe disponer de una pista en concreto o utilizar poli-
sombras del 50 %, las cuales deben ser extendidas y fijadas en el sue-
lo. Posteriormente, se esparce el material para conformar capas de 2 
a 5 cm y se procura voltearlo varias veces al día con el fin de facilitar 
el secado. Otra estructura que se puede utilizar para el secado del 
material son las marquesinas, como se ilustra en la figura 19. 
El almacenamiento se debe realizar en sacos o bolsas de polietileno 
para evitar que el material se humedezca. Asimismo, hay que trans-
portar los sacos a un lugar de almacenaje, que puede ser una bodega 
o lugar con cobertizos, los cuales limitan el deterioro del material. 
Bajo estas condiciones el material conservado puede durar hasta un 
año sin perder sus características nutricionales.
Heno de forraje de yuca
Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 49
Figura 19. Elaboración del heno. a. Secado del material en 
marquesina; d. Empaque del heno. 
Fotos: Emiro Suárez Paternina
a
bColección Transformación del Agro50
Las raíces de yuca procesadas tienen una amplia aceptación en for-
ma de chips o harina; estos son los principales subproductos alimen-
ticios obtenidos de las raíces de yuca. Se consideran alimentos alter-
nativos con un excelente aporte energético, además, pueden reem-
plazar parcialmente algunos cereales utilizados tradicionalmente en 
los diferentes sistemas de producción animal principalmente por la 
constante oscilación en los precios de los cereales. Según la Organi-
zación de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura 
(fao, por sus siglas en inglés) (2011), más de un tercio de la produc-
ción de yuca se destina a la alimentación animal. Comercialmente, la 
raíz de yuca es la parte más apetecida y valorada por la agroindustria 
nacional debido a sus múltiples usos, tanto culinarios como indus-
triales. Para el proceso de elaboración de los subproductos, chips y 
harina de yuca, se indican los siguientes procedimientos:
Harina y chips de yuca: 
subproductos principales 
de la raíz de yuca
Cosecha de raíces
La cosecha de raíces de yuca se realiza alrededor de los nueve meses 
de haberse establecido el cultivo (figura 20). En el caso de las varieda-
des liberadas por agrosavia (Ropain, Belloti, Sinuana y Corpoica tai), 
se han registrado rendimientos promedio de 35,37; 31,62; 31,13 y 19,29 
(t/ha), respectivamente.
Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 51
Figura 20. Cosecha de las raíces. a. Cosecha manual de yuca; 
b. Raíz de yuca.
Fotos: Lorena Inés Mestra Vargas
a
b
Colección Transformación del Agro52
Posterior a la cosecha, las raíces seleccionadas (raíz integral con cás-
cara) son lavadas a mano con agua a presión o lavadoras mecánicas 
para eliminar residuos de tierra y otras impurezas (figura 21).
Lavado de las raíces 
Figura 21. Lavado de las raíces. a. Raíces de yuca con cáscara listas 
para ser lavadas; b. Raíces de yuca limpias y aptas para el picado. 
Fotos: Emiro Suárez Paternina
a
b
Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 53
Acto seguido, las raíces deben cortarse manualmente con machete 
o mecánicamente con una picadora en rebanadas gruesas de 3 a 5 
cm (figura 22). 
Figura 22. Picado de raíces de yuca. 
Foto: Emiro Suárez Paternina
Picado de raíces
Secado de raíces
Este proceso tiene tres propósitos principales: eliminar la humedad 
de las raíces, garantizar la reducción de ácido cianhídrico (HCN) y 
concentrar los nutrientes presentes en las raíces de yuca frescas, es-
pecialmente el almidón, y facilitar la incorporación del producto final 
Colección Transformación del Agro54
en las raciones balanceadas para consumo de animales. El secado 
puede realizarse de manera natural, por radiación solar (secado al 
sol), o artificialmente mediante secadores, entre los que se indican 
los secadores estáticos, secadores de fondo movedizo, secadores de 
fondo fluidizado o secadores rotativos, que dependen de la viabilidad 
económica del productor.
El secado natural (secado al sol) se logra ubicando las raíces de yuca 
picadas con una densidad de 8 kg/m3 en carpas de polietileno (3,0 × 
3,0 m) sobre pistas de cemento (figura 23). El secado se logra en un 
tiempo máximo de 72 h de exposición siempre procurando voltear 
las raíces cada tres horas.
Figura 23. Secado de yuca en carpa plástica y pista de concreto. También se 
puede usar el secado en marquesina (figura 19a). 
Fotos: Amaury Espitia y Bernardo Ospina
Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 55
Valoración del contenido 
de humedad de raíces 
El punto óptimo de secado se logra cuando las raíces secas adquie-
ren menos del 15 % de humedad, lo cual se confirma de manera prác-
tica tomando un pedazo de la raíz seca: si rasga como una tiza en 
piso de cemento, indica que el grado o contenido de humedad es el 
adecuado (Sampaio et al., 1997)
Otra forma de determinar el contenido de humedad de las raíces e 
intrínsecamente el porcentaje de materia seca contenido (% ms) es 
mediante el cociente de la división entre el peso obtenido de las raí-
ces completamente secas y el peso de las raíces frescas picadas an-
tes del secado multiplicado por 100.
Almacenamiento y conservación 
de los subproductos
Los chips o harina de yuca pueden almacenarse en lonas o sacos de 
fibra (61 × 93 cm) de 50 kg de capacidad debidamente cerrados con 
un nudo o un nylon en la boca del saco. Estos se disponen sobre tol-
vas de madera y bajo techo para protegerlos del ataque de roedores 
y de la lluvia. Bajo estas condiciones se puede conservar hasta por 6 
meses.
Colección Transformación del Agro56
Durante las épocas de sequía, la calidad nutricional de los pastos 
disminuye considerablemente, lo cual afecta el consumo de materia 
seca y nutrientes (proteína y energía) y, en consecuencia, reduce la 
producción de leche y las ganancias de peso de los animales. En ese 
sentido, una de las alternativas alimenticias que puede ser utilizada 
para suplir el déficit de nutrientes es la suplementación con bloques 
multinutricionales (bmn), los cuales proveen de forma concentrada 
energía, proteína y minerales: nutrientes necesarios para estable-
cer un buen ambiente ruminal y, con ello, generar las condiciones 
adecuadas para un mejor aprovechamiento de la materia orgánica 
ingerida.
Para la elaboración de los bmn, pueden emplearse diferentes mate-
rias primas o subproductos de la agroindustria, como follaje de le-
guminosas, árboles y arbustos energético-proteicos. Sin embargo, 
al momento de suplementar, el productor debe seleccionar aquellas 
materias primas que estén disponibles en la región o la finca, ya que 
esto contribuirá a reducir los costos de producción. Algunas de las 
materias primas utilizadas en la fabricación de bmn, así como sus 
respectivos niveles de inclusión pueden observarse en la tabla 6. Se 
recomienda moler y secar el follaje proveniente de la yuca, las legu-
minosas, los árboles y los arbustos hasta convertirlos en harina, ya 
que este proceso facilitará la mezcla y la compactación del bloque.
Bloques multinutricionales
Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 57
Tabla 7. Materias primas y niveles de inclusión para la 
elaboración de bmn en la región Caribe de Colombia
Fuente de nutriente Forrajes Porcentaje de inclusión (%)
Energía
Melaza 25 - 60
 Harina de raíz de yuca 20-30
 Salvado de maíz 20-30
 Salvado de trigo 20-30
Proteína 
Harina de hoja de yuca 20-30
 Cratilia (Cratylia argentea) 20-30
Leucaena (Leucaena leucocephala) 20-30
Guandul (Cajanus cajan) 20-30
Matarratón (Gliricidia sepium) 20-30
Guácimo (Guazuma ulmifolia) 20-30
Jobo (Spondias mombin) 20-30
Campano (Albizia saman) 20-30
Totumo (Crescentia cujete) 20-30
Nitrógeno no proteico Urea 5-10
Mineral
Sales mineralizadas 3-5
Azufre 3-5
Aglutinante Cal hidratada 8-10
Fuente: Elaboración propia 
Como se mencionó anteriormente, para la elaboración de los bmn 
debe tenerse en cuenta la disponibilidad de las materias primas y el 
costo de estas. Actualmente, en los departamentos de Córdoba, Bo-
lívar y Sucre la yuca es cultivada a gran escala para su uso industrial. 
Sin embargo, esta puede utilizarse también para la alimentación de 
bovinos, pues con sus raíces y hojas se fabrica harina, la cual puede 
incluirse en las fórmulas para la fabricación de bmn (tabla 8).
Colección Transformación del Agro58
Tabla 8. Fórmula para la elaboración de bmn con inclusión de 
harina de raíz y hoja de yuca
Materias primas Nivel de inclusión (%) Kg
Melaza 40 2
Harina de hoja de yuca 20 1
Harina de raíz de yuca 20 1
Cal 10 0,5
Urea 5 0,25
Sal Mineralizada 2,5 0,125
Azufre 2,5 0,125
Total 100 5
Fuente: Elaboración propia 
Considerando la fórmula anterior, el proceso para la elaboración del 
bmn consiste, en primera instancia, en pesar cada una de las mate-
rias primasteniendo en cuenta el nivel de inclusión. Si la elaboración 
es manual, se recomienda elaborar bloques de 5 kg para facilitar la 
mezcla de los ingredientes. Se debe disponer de un balde para diluir 
la urea, la sal mineralizada y el azufre en la melaza (mezcla 1). Poste-
riormente, en otro recipiente cóncavo y amplio se deben mezclar las 
harinas de hoja y raíz de yuca con la cal hidratada (mezcla 2). Final-
mente, se procede a mezclar homogéneamente ambas mezclas has-
ta lograr una consistencia firme, la cual puede ser comprobada em-
puñando una porción del material: si esta no se desmorona está lista 
para ser compactada en un recipiente plástico, de madera o metal, 
que debe lubricarse con aceite vegetal para facilitar la extracción del 
bmn. Se deben adicionar pequeñas cantidades de la mezcla y espar-
cir uniformemente en el molde. Finalmente, se pueden compactar 
con un mazo (figura 24).
Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 59
Figura 24. Proceso de elaboración de bmn . a. Melaza; b. adición de melaza a la 
mezcla; c. Mezcla de ingredientes; d. Consistencia de la mezcla; e. Compactación 
del bmn; f. bmn elaborado. 
Fotos: Érica Salcedo Carrascal
a
c
e
b
d
f
Colección Transformación del Agro60
La producción y calidad nutricional del follaje depende —como la de 
las raíces— de factores como la fertilidad del suelo, la edad de la plan-
ta, la variedad y la disponibilidad de agua (Buitrago, 1990; Montaldo 
1991). Además, hay un factor que influye directamente en la calidad 
de cada uno de los subproductos que se obtienen de la parte aérea, a 
saber, la calidad del follaje original, que varía por la edad de la planta, 
la variedad y la proporción entre las hojas y el tallo (Buitrago, 1990; 
Trompiz et al., 2007; Nunes-Irmao, 2007). 
Aunque cualquier variedad de yuca puede destinarse a la producción 
de forraje, es necesario identificar aquellas que brindan los más al-
tos rendimientos, parámetro que contribuye a reducir los costos por 
unidad de producto. Por otro lado, factores como la densidad de la 
planta también pueden influir en los rendimientos del forraje.
Teniendo en cuenta lo planteado anteriormente, al evaluar la varie-
dad Mcol 2215 a tres edades de cosecha (80, 90 y 100 días) y tres den-
sidades de siembra bajo las condiciones edafoclimáticas del munici-
pio de Sahagún, Córdoba, Paternina (2006) reportó que los factores 
evaluados no incidieron significativamente en los rendimientos de 
forraje verde durante la época de lluvia (tabla 9). 
Capítulo 4.
Rendimientos y composición 
nutricional del forraje de yuca
61
Tabla 9. Rendimiento de forraje verde (kg/ha) de variedad Mcol 
2215 de yuca con tres densidades de siembra, en tres cortes en el 
municipio de, Sahagún, Córdoba
Edad de corte (d) Kg forraje verde/ha
80 9564,0
90 9052,0
100 7905,0
Promedio 8840,0
Densidad de siembra (Plantas.ha-1) Kg forraje verde/ha
42.840 9124,0
71.400 8665,0
99.960 8732,0 
Promedio 8840,3
Fuente: Paternina (2006)
Como se mencionó anteriormente, la variedad es uno de los factores 
que influye en los rendimientos de forraje. Ensayos agronómicos rea-
lizados por agrosavia (2008) en el municipio de Corozal, Sucre, indi-
caron que las densidades de siembra (48.000, 55.000, 60.000) y las 
variedades de yuca forrajera evaluadas (SM 2081-34, SM 2612-24, SM 
1438-2, y SM 1511-6) influyeron en la producción de forraje. La variedad 
SM 2081-34 presentó los mayores rendimientos (73,3 t/ha) cuando se 
implementó una densidad de 60.000 plantas/ha (tabla 10).
Tabla 10. Rendimiento de forraje verde (kg/ha) de cuatro 
variedades de yuca con tres densidades de siembra, en cuatro 
cortes en el municipio de, Corozal, Sucre
Variedad
Densidad (plantas/ha)
48.000 55.000 60.000
SM 2081-34 56,6 42,4 73,3
SM 2612-24 44,3 52,0 52,1
Colección Transformación del Agro62
SM 1438-2 37,1 52,8 51,3
SM 1511-6 40,7 49,1 47,1
Promedio por Densidad (t/ha) 44,7 49,1 56,0
Fuente: Elaboración propia 
La época y edad de corte también influyen sobre el rendimiento de 
las yucas forrajeras. A este respecto, al evaluar la producción y ca-
lidad del forraje de tres variedades de yuca bajo tres densidades de 
siembra en el Caribe húmedo, Gómez et al. (2016) reportaron que los 
mayores rendimientos de forraje tuvieron lugar entre los meses de 
mayo y agosto. Este resultado era de esperarse ya que durante es-
tos meses caen el 70 % de las precipitaciones que se registran en el 
año. Sin embargo, los rendimientos de forraje pueden disminuir en 
un 58,4 % durante la época de sequía en todas las variedades de yuca 
evaluadas (tabla 11). 
Tabla 11. Variación de los rendimientos de forrajes en tres 
variedades de yuca forrajera durante la época sequía y lluvia en 
Cerete, Córdoba
Variedad Sequía Lluvia
SM 2546-40 8,68 a 21,49 b
SM 1511-6 9,66 a 24,7 ab
SM 2081-34 13,03 a 29,21 a
Nota: Letras diferentes en las columnas indican diferencias estadísticas significativas 
según la prueba de Tukey al 5 %.
Fuente: Gómez et al. (2016)
La edad de corte afecta significativamente los rendimientos de fo-
rraje. En este orden de ideas, Gómez et al. (2016) reportaron que a la 
edad de 75 días se registraron los menores rendimientos de forraje, 
los cuales incrementaron en un 26,0 % y 43,4 % a la edad de 90 y 105 
días, respectivamente (tabla 12). Los mayores rendimientos observa-
dos a la edad de 105 días pueden relacionarse con el contenido de 
materia seca del forraje, ya que a mayor edad los tallos van maduran-
do, con lo cual incrementan los niveles de fibra y, en consecuencia, 
el contenido nutricional y la digestibilidad tienden a disminuir. Por lo 
Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 63
tanto, con base en los resultados expuestos por Gómez et al., (2016), 
la edad adecuada de cosecha de la yuca forrajera es a los 90 días, 
cuando el contenido de nutrientes es bueno.
Tabla 12. Efecto de la edad de corte sobre el rendimiento y la 
composición nutricional de yucas forrajeras
Edad de Corte (d) kg/ha pb (%) fdn (%) fda (%) digms (%)
75 18,33 b 22,4 a 43,4 b 25,5 b 69,0 b
90 24,74 ab 19,3 b 44,6 b 27,9 b 67,1 b
105 32,36 a 19,3 b 50,1 a 30,3 a 65,2 a
Nota: Letras diferentes en la columna indican diferencias estadísticas significativas se-
gún la prueba de Tukey al 5%.
Fuente: Gómez et al. (2016)
Foto: Emiro Suárez Paternina
Colección Transformación del Agro64
Calidad nutricional de 
subproductos, chips 
y harina de yuca 
La calidad nutricional de los subproductos de yuca varía de acuerdo 
con factores como la variedad de la yuca, la edad de la planta, la épo-
ca del año y el tipo de procesamiento. En la tabla 13 se presenta la con-
centración de nutrientes de la raíz de la yuca y sus subproductos. Con 
respecto al aporte de nutrimentos, las raíces de yuca contienen altas 
concentraciones de carbohidratos como el almidón: principal fuente 
de energía (70 a 85 % de la materia seca). El 5 % de este almidón esca-
pa a la fermentación ruminal (Preston et al., 1999) y aporta glucosa. El 
resto sirve como sustrato fermentable y contribuye al incremento de la 
proteína bacteriana y la producción de ácidos grasos volátiles. Las raí-
ces contienen sacarosa, maltosa, glucosa, fructosa y proteína (en can-
tidades limitadas) y altas concentraciones de aminoácidos de calidad, 
como lisina y triptófano, en su fracción proteica verdadera (Smith, 1988). 
De modo que, cuando las raíces se procesan adecuadamente, son una 
fuente de energía básica para la alimentación intensiva del ganado.
Tabla 13. Calidad nutricional de subproductos, chips y harina de yuca
Item ms (%)
pb
(%)
fdn
(%)
fda
(%)
chot 
(%)
eb
(Mcal/kg) Fuente
Raíces sin 
cáscara 90 2,4 - - 91,0 3.43
Buitrago 
(1990)
Chips de 
yuca 87,2 2,93 13,5 7,27 93,4 4,03
Mestra 
(2015) 
Harina de 
raíz de yuca 
con cáscara
88,7 3,6 8,5 5,7 - 4,0 Marques et al. (2000)
90 3,05 6,01 4,85 83,8 - Buitrago (1990)
Fuente: Elaboración propia con base en

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