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Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente Yu ca p ar a la a lim en ta ci ón a ni m al e n la re gi ón C ar ib e: m an ej o, c on se rv ac ió n y us o efi ci en te Este manual constituye una oferta de conocimiento actualizada, diseñada para aumentar las capacidades de los asistentes técnicos y productores de ganadería en el manejo agronómico del cultivo de yuca forrajera. Así, contiene estrategias para su conservación (ensilaje, heno y harinas) y su uso eficiente en la alimentación y nutrición animal, especialmente, durante los periodos críticos. El objetivo es desarrollar sistemas ganaderos sostenibles y competitivos que permitan mejorar la cali- dad de vida de los productores y de sus familias. Por tal razón, en este manual también se evalúa el efecto de la suplementación con forraje de yuca tanto en la respues- ta animal como en los costos de producción. MINISTERIO DE AGRICULTURA Y DESARROLLO RURAL Distribución gratuita Prohibida su venta MINISTERIO DE AGRICULTURA Y DESARROLLO RURAL Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente Emiro Andrés Suárez Paternina | Lorena Inés Mestra Vargas Yacerney Paternina Paternina | Érica Salcedo Carrascal Lily Lorena Luna Castellanos | Hernando Alberto Araújo Vásquez MINISTERIO DE AGRICULTURA Y DESARROLLO RURAL Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria - agrosavia Centro de Investigación Turipaná. Kilómetro 13 vía Montería - Cereté. Código postal 687527, Colombia. Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente. / Emiro Andrés Suárez Paternina [y otros cinco] – Mosquera, (Colombia) : agrosavia, 2022. 92 páginas (Colección Transformación del Agro) Incluye referencias bibliográficas, tablas e ilustraciones. ISBN: 978-958-740-564-4 ISBN e-Book: 978-958-740-565-1 1. Mandioca 2. Manihot esculenta 3. Forrajes 4. Alimentación de los animales 5. Suplementos alimentarios 6. Desempeño animal 7. Costos de producción. Palabras clave normalizadas según Tesauro Multilingüe de Agricultura -Agrovoc Catalogación en la publicación – Biblioteca Agropecuaria de Colombia Esta publicación es producto del macroproyecto “Evaluación adaptativa de clones élite de yuca para producción intensiva de forraje y harinas como materias primas con mayor valor nutricional para la cadena avícola-porcícola” y “Modelo de adaptación y prevención a cambios climáticos” de la agenda de agrosavia. Así mismo, contó con el apoyo financiero del proyecto “Plan Yuca País”, del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR). Colección Transformación del Agro Tipología: Manual Primera edición: 1000 ejemplares Impreso en Bogotá, Colombia, 2022 Printed in Bogota, Colombia editorial@agrosavia.co Líder editorial: Astrid Verónica Bermúdez Díaz Edición: Jorge Enrique Beltrán Corrección de estilo: Amalia Tapiero Diseño y diagramación: Mónica Cabiativa Daza Ilustración de cubierta: Juan Felipe Martínez Tirado Citación sugerida: Suárez Paternina, E. A., Mestra Vargas, L. I., Paternina Paternina, Y., Salcedo Carrascal, E., Luna Castellanos, L. L., & Araújo Vásquez. Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente. Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria agrosavia. Doi: https://doi.org/10.21930/agrosavia.manual.7405651 Cláusula de responsabilidad: agrosavia no es responsable de las opiniones y de la información recogidas en el presente texto. Los autores asumen de manera exclusiva y plena toda responsabili- dad sobre su contenido, ya sea este propio o de terceros, decla- rando en este último supuesto que cuentan con la debida auto- rización de terceros para su publicación. Igualmente, expresan que no existe conflicto de interés alguno en relación con los re- sultados de la investigación propiedad de tales terceros. En con- secuencia, los autores serán responsables civil, administrativa o penalmente, frente a cualquier reclamo o demanda por parte de terceros, relativa a los derechos de autor u otros derechos que se vulneren como resultado de su contribución. Línea de atención al cliente: 018000121515 atencionalcliente@agrosavia.co www.agrosavia.co https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/ Contenido Agradecimientos 9 Presentación 10 Introducción 12 Capítulo 1. Generalidades del cultivo de yuca 14 Capítulo 2. Establecimiento y manejo agronómico del cultivo de yuca para la alimentación animal 17 Definición de áreas para conservar 18 Época de siembra 20 Análisis fisicoquímico del suelo 21 Procesamiento de la semilla 25 Posición del cangre al momento de sembrar 26 Siembra manual 26 Siembra semi-mecanizada 27 Densidad de siembra 28 Manejo de arvenses 28 Fertilización del cultivo de la yuca 32 Enfermedades y plagas causantes de pérdidas en variedades de yuca forrajera 35 Frecuencia, época, altura y calidad en la producción de forraje 40 Cosecha 42 Capítulo 3. Técnicas para la conservación de forraje de yuca y subproductos obtenidos de la cosecha de las raíces 43 Ensilaje 44 Proceso para la elaboración del ensilaje de yuca forrajera 45 Heno de forraje de yuca 49 Harina y chips de yuca: subproductos principales de la raíz de yuca 51 Cosecha de raíces 51 Lavado de las raíces 53 Picado de raíces 54 Secado de raíces 54 Valoración del contenido de humedad de raíces 56 Almacenamiento y conservación de los subproductos 56 Bloques multinutricionales 57 Capítulo 4. Rendimientos y composición nutricional del forraje de yuca 61 Calidad nutricional de subproductos, chips y harina de yuca 65 Calidad nutricional del heno de yuca 66 Calidad nutricional de los bloques multinutricionales 67 Concentraciones de cianuro en la yuca: rangos seguros para la alimentación animal 68 Capítulo 5. Evaluación del forraje de yuca en la respuesta animal (carne y leche) 70 Recomendaciones para el uso de raíces de yuca en la alimentación de rumiantes 70 Consumo del heno de forraje de yuca 75 Harina de raíz de yuca para alimentación de cerdos 75 Capítulo 6. Costos de producción asociados al establecimiento y conservación de yucas forrajeras 77 Costos de producción asociados al cultivo de yuca forrajera para ensilaje 77 Costo de producción del heno de yuca forrajera 79 Costo de producción de bmn 80 Conclusiones 81 Referencias 82 Los autores 89 Lista de figuras Figura 1 Remoción del material vegetal y orgánico de la superficie del suelo 21 Figura 2 Herramienta para la toma de muestra (palín) 22 Figura 3 Corte en “V” para la toma de submuestras de suelo 23 Figura 4 Homogenización de las submuestras de suelo 23 Figura 5 Mecanización de suelo 24 Figura 6 Procesamiento de semilla para la siembra 25 Figura 7 Siembra manual de la semilla de yuca 26 Figura 8 Siembra mecanizada de la semilla de yuca 27 Figura 9 Arvenses asociadas al cultivo de yuca 29 Figura 10 Control manual de arvenses en cultivo de yuca 30 Figura 11 Control químico de arvenses en el cultivo de yuca 31 Figura 12 Época de aplicación de fertilización del cultivo de yuca 33 Figura 13 Altura recomendada (20 a 30 cm) para el corte de la yuca 41 Figura 14 Cultivo de yuca forrajera para corte 45 Figura 15 Preparación del forraje para la elaboración de ensilaje 46 Figura 16 Aplicación de aditivos para promover el proceso fermentativo 47 Figura 17 Formaleta metálica circular para la elaboración de ensilaje 48 Figura 18 Compactación del ensilaje 48 Figura 19 Elaboración del heno 50 Figura 20 Cosecha de las raíces 52 Figura 21 Lavado de las raíces 53 Figura 22 Picado de raíces de yuca 54 Figura 23 Secado de yuca en carpa plástica y pista de concreto 55 Figura 24 Proceso de elaboración de bmn 60 Figura 25 Condición corporal de vacas doble propósito suplementadas durante la época de sequía con ensilaje de yuca, sorgo y bmn 71 Figura 26 Condición corporal de vacas romosinuano suplementadascon concentrado conformado por harina de yuca 73 Figura 27 Cerdos suplementados con concentrado a base de harina de yuca 76 Lista de tablas Tabla 1 Ración diaria de ensilaje de yuca forrajera por categoría animal 18 Tabla 2 Departamentos y municipios productores de yuca agrupados en 5 núcleos 20 Tabla 3 Nutrientes extraídos por la yuca según su rendimiento 32 Tabla 4 Descripción de síntomas causados por enfermedades asociadas al follaje de yuca 36 Tabla 5 Plagas causantes de daños en el forraje y tallo de plantas de yuca 38 Tabla 6 Composición nutricional del forraje y de la raíz de yuca 41 Tabla 7 Materias primas y niveles de inclusión para la elaboración de bmn en la región Caribe de Colombia 58 Tabla 8 Fórmula para la elaboración de bmn con inclusión de harina de raíz y hoja de yuca 59 Tabla 9 Rendimiento de forraje verde (kg/ha) de variedad Mcol 2215 de yuca con tres densidades de siembra, en tres cortes en el municipio de Sahagún, Córdoba 62 Tabla 10 Rendimiento de forraje verde (kg/ha) de cuatro variedades de yuca con tres densidades de siembra, en cuatro cortes en el municipio de Corozal, Sucre 62 Tabla 11 Variación de los rendimientos de forrajes en tres variedades de yuca forrajera durante la época sequía y lluvia en Cereté, Córdoba 63 Tabla 12 Efecto de la edad de corte sobre el rendimiento y la composición nutricional de yucas forrajeras 64 Tabla 13 Calidad nutricional de subproductos, chips y harina de yuca 65 Tabla 14 Calidad nutricional del forraje de yuca según la parte aérea cosechada 66 Tabla 15 Composición nutricional del pasto Bothriochloa pertusa durante la época seca y de los bmn elaborados con forrajes de yuca 67 Tabla 16 Concentración de ácido cianhídrico HCN en variedades de yuca en diferentes zonas agroecológicas de Colombia 69 Tabla 17 Producción de leche de vacas doble propósito suplementadas durante la época de sequía con ensilaje de yuca, sorgo y bmn en el sur de Bolívar 72 Tabla 18 Efecto de la suplementación con chip de yuca sobre el consumo de materia seca y condición corporal de vacas romosinuano 73 Tabla 19 Ganancia de peso de bovinos de la raza limousin suplementados con diferentes niveles de harina de yuca 74 Tabla 20 Suplementación de vacas con heno de yuca 75 Tabla 21 Costos de producción del cultivo yuca para ensilaje del forraje 78 Tabla 22 Costo de producción de heno de yuca forrajera 79 Tabla 23 Costo de producción de bmn con inclusión de harina de hoja y raíz de yuca 80 Agradecimientos Los autores agradecen al Ministerio de Agricultura y De- sarrollo Rural (madr) por financiar el proyecto “Plan Yuca País”. Igualmente, extienden su agradecimiento a los productores que participaron en los procesos de investi- gación de los proyectos “Evaluación adaptativa de clones élite de yuca para producción intensiva de forraje y hari- nas como materias primas con mayor valor nutricional para la cadena avícola o porcícola” y “Modelo de adapta- ción y prevención a cambios climáticos”. Gracias a la eje- cución de estos proyectos, se obtuvo la información ne- cesaria para realizar el presente manual. Asimismo, agra- decemos a los investigadores y profesionales de apoyo que contribuyeron al levantamiento de la información. Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 9 Presentación El presente manual es uno de los documentos desarrollados en el marco del proyecto “Plan Yuca País”, el cual fue formulado por el Mi- nisterio de Agricultura y Desarrollo Rural (madr) y ejecutado por la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (agrosa- via). Para la ejecución del plan, los investigadores aunaron esfuerzos técnicos, científicos y tecnológicos con el objeto de impulsar el sub- sector productivo de la yuca industrial como polo de desarrollo local promocionando capacidades de producción, transformación y mer- cado en organizaciones de pequeños productores de yuca en Sucre, Bolívar y Córdoba. Actualmente, la producción nacional de cereales es insuficiente para satisfacer la demanda de la industria de alimentos balanceados di- rigidos a animales de interés zootécnico. Por este motivo, la indus- tria ha incurrido en importaciones de maíz y oleaginosas, como la soya, para fabricar alimentos balanceados. Sin embargo, el costo de estas materias primas ha incrementado significativamente debido a la pandemia generada por el covid-19 y al cambio climático, que ha reducido notablemente las áreas de siembra (Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya [Fenalce], 2021). En este contexto, las alianzas entre entidades públicas y privadas han visto en las variedades de yuca amarga o industrial una opción para sustituir el maíz como materia prima para elaborar alimentos con- centrados para bovinos, aves y cerdos. Colección Transformación del Agro10 El presente manual recopila información sobre las experiencias ad- quiridas por investigadores de agrosavia adscritos a la red de raí- ces y tubérculos y la red de ganadería de la región Caribe. Este do- cumento se centra, especialmente, en el manejo agronómico como herramienta para actualizar los conocimientos sobre el manejo del cultivo, así como en las estrategias para conservar el forraje y sus ca- racterísticas productivas y nutricionales. Se evalúa el efecto de la su- plementación con forraje de yuca tanto en la respuesta animal como en los costos de producción. Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 11 Introducción La estacionalidad de las lluvias en la región Caribe ocasiona variacio- nes significativas en los rendimientos y la calidad nutricional de las pasturas, lo cual afecta considerablemente los indicadores zootécni- cos y económicos de los sistemas ganaderos. Así pues, uno de los re- tos a los que se enfrentan los productores es integrar las fuentes de alimentación de acuerdo con las condiciones biofísicas y sociocultu- rales de las zonas de producción. Lo anterior fomenta la implemen- tación de nuevas alternativas de alimentación no convencionales y disponibles en la zona que garanticen los requerimientos de mate- ria seca y nutrientes, así como los márgenes de productividad de los animales, especialmente durante los periodos críticos. Aparte de su utilización para el consumo humano, la yuca es apro- vechada por la industria para la extracción de almidón, harinas in- tegrales, alcohol carburante y, últimamente, como materia prima para elaborar alimentos balanceados para animales de interés zoo- técnico. La raíz es una fuente importante de carbohidratos, además, su follaje aporta altas concentraciones de proteína; ambos son nu- trientes esenciales para la nutrición de los animales. Convencionalmente, el ensilaje de maíz es la alternativa forrajera más utilizada para la suplementación de los bovinos en la región Ca- ribe. Sin embargo, debido a la baja tolerancia del maíz a las sequías prolongadas, las producciones de forraje se ven comprometidas (Mejía et al., 2020). En este orden de ideas, el cultivo de yuca cobra Colección Transformación del Agro12 mucha importancia, ya que de sus diversos atributos resalta su tole- rancia a extensos periodos de sequía, característica relacionada con el cierre de los estomas; mecanismo fisiológico que evita la pérdida de agua por traspiración (Ribeiro et al., 2019). Asimismo, el cultivo de yuca crece en suelos ácidos de escasa fertilidad (Aristizábal et al., 2007), produce mucho forraje (follaje y raíz), tiene excelentes conte- nidos de proteínas y carbohidratos y una alta digestibilidad (Da Silva et al., 2019; Salcedo et al., 2014). Sin embargo, la yuca posee cantida- des variables de glucósidos cianogénicos, los cuales producen ácido cianhídrico (HCN), el cual, dependiendo de la cantidad consumida, puede causar intoxicaciones (Mello et al., 2010). A raíz de esta limita- ción, se ha demostrado que los métodos de conservación de forraje como el ensilajey el heno pueden reducir la concentración de HCN a niveles seguros para los animales, ya que esta sustancia es altamen- te volátil y se elimina rápidamente a través del picado, el oreo y la fer- mentación de los glúcidos cianogénicos realizada por las bacterias anaeróbicas del silo (Silva et al., 2015; Da Silva et al., 2019). El presente manual, dirigido a productores y asistentes técnicos de la región Caribe de Colombia, brinda los conocimientos necesarios para manejar el cultivo de yuca destinado a la producción de forraje y raíz para la alimentación de rumiantes durante épocas críticas. Esta alternativa contribuye a mantener los márgenes de productividad de los sistemas de producción. Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 13 La yuca (Manihot esculenta) pertenece a la familia Euphorbiaceae, gru- po constituido, a su vez, por aproximadamente 7.200 especies. De estas, 98 son del género Manihot y solo la yuca tiene relevancia eco- nómica y es cultivada. Su reproducción alógama y su constitución genética heterocigótica constituyen la principal razón para propa- garla por estacas y no por semilla sexual (Ceballos & De la Cruz, 2012). Los nombres comunes de esta especie varían en todo el mundo: en el norte de Suramérica, América Central y las Antillas se le conoce como yuca, en Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay como man- dioca, en México como guacamote y en otros países como cassava (Montaldo, 1985). La yuca es originaria de América del Sur y está muy extendida en los trópicos y subtrópicos, incluidos los de África subsahariana y el su- deste asiático. Las principales áreas de producción se localizan den- tro de los 30° norte y 30° sur y desde el nivel del mar hasta una altitud de 2.000 m dependiendo de la latitud (Heuzé & Tran, 2016). Es una planta arbustiva de tamaño y forma variables que puede alcanzar al- turas de 1,5 a 2,5 m. De acuerdo con el tipo de ramificación, el tronco se divide a cierta altura en dos o tres ramas, las cuales, a su vez, se dividen en otras ramas que le dan a la copa forma redondeada. Las condiciones óptimas de crecimiento son una temperatura me- dia diaria anual superior a 20 °C, precipitaciones anuales que oscilan entre 500 mm y 3.500 mm, alta radiación solar y luz, y suelos bien drenados y ácidos. La yuca puede soportar heladas ligeras a altitudes más altas y condiciones nubladas, particularmente en el cinturón Capítulo 1. Generalidades del cultivo de yuca 14 ecuatorial húmedo y cálido de tierras bajas. Es altamente toleran- te a las malas condiciones del suelo, la sequía y las plagas (Vongs- amphanh & Wanapat, 2004) pero no crece bien en suelos pesados, rocosos y gravosos. Es susceptible a suelos anegados, salinos o alca- linos y la deficiencia de zinc debe evitarse, mientras que tolera muy bien los niveles muy bajos de fósforo (P). Las hojas son simples y constan de una lámina foliar y peciolo pal- meados y lobulados. Dependiendo de la variedad, las hojas comple- tamente desarrolladas son de diferentes colores (morado, verde y verde claro), los cuales varían según las condiciones ecológicas (Cock, 1989). El fruto es de tipo trilocular y al hacerle un corte transversal se observan el epicarpio, el mesocarpio y el endocarpio, tejidos bien diferenciados. La semilla es ovoide-elipsoidal y mide aproximadamente 10 mm de largo, 6 mm de ancho y 4 mm de espesor; la testa es lisa de color café con moteado. En las plantas provenientes de material vegetativo, las raíces son adventicias y se forman en la base inferior cicatrizada de la estaca y a partir de las yemas del tallo que están bajo tierra (Ceballos & De la Cruz, 2012). Nutricionalmente, el forraje de yuca provee excelentes contenidos de proteína (que oscilan entre 22 y 25 %). Presenta, además, buenos contenidos de fibra detergente neutra (46,0-52 %) y fibra detergente ácida (34-41%), lo que garantiza un buen consumo y digestibilidad a los 90 días después de la siembra. A través de la raíz, la yuca puede ofertar entre 3 y 4 Mcal/kg, lo que la convierte en un subproducto energético. En términos de producción, cuando la yuca se destina para forraje, puede alcanzar rendimientos que oscilan entre 65 y 75 toneladas de forraje verde por hectárea en tres y cuatro cortes, res- pectivamente: uno de los cultivos que más ofrece forraje. Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 15 Por otra parte, la ganadería bovina representa una de las principales actividades económicas en Colombia, ya que representa el 1,4 % del pib nacional y el 48,7 % del pib pecuario. Esta actividad genera cerca de 1,1 millones de empleos directos (Fedegán, 2022). Actualmente, Colombia tiene 29.301.392 bovinos distribuidos en 633.841 predios, de los cuales el 80 % tiene menos de 50 cabezas (Instituto Colombiano Agropecuario [ica], 2022). Esto indica que tal actividad se encuentra en manos de pequeños productores. En cuanto a la orientación pro- ductiva del hato, el sistema de cría es el que predomina en el país (39 %), seguido del sistema doble propósito (35 %), la ceba (20 %) y la lechería especializada (6 %) (Fedegán, 2022). La actividad ganadera se desarrolla en 22,9 millones de hectáreas establecidas en pastos y forrajes. Esta distribución, en relación con el inventario bovino, deja ver que los sistemas productivos son manejados de forma extensiva con baja adopción de tecnologías, lo cual hace que sean sistemas de baja productividad y sostenibilidad. Particularmente, en la región Caribe, los suelos donde se desarrolla la ganadería presentan un alto nivel de degradación, lo cual limita los rendimientos de las pasturas y, en consecuencia, la producción animal (Mejía-Kerguelén et al., 2019). Asimismo, los sistemas gana- deros de esta región enfrentan, año tras año, estacionalidad en las precipitaciones, principalmente en diciembre y a mediados de abril, lo que genera escasez de forraje y de los nutrientes necesarios para garantizar el mantenimiento y producción de los animales. De acuerdo con lo anterior, y dadas las bondades productivas y nu- tricionales que ofrece la yuca, este material puede emplearse como estrategia para la alimentación y nutrición animal, especialmente durante los periodos de sequía, ya que provee excelentes contenidos de proteína y energía. Colección Transformación del Agro16 En el presente capítulo se describe el comportamiento del sistema productivo de yuca industrial y forrajera con un sistema de prácticas de manejo adaptadas a este cultivo. Se ha demostrado que las prác- ticas de manejo descritas en esta sección contribuyen al aumento de los rendimientos en comparación con los obtenidos bajo prácticas de manejo agronómico tradicionales. Cabe aclarar que algunas de las prácticas de manejo agronómico descritas se pueden utilizar en la región Caribe, particularmente en los departamentos de Córdoba, Sucre y Bolívar. No obstante lo anterior, también se resaltan expe- riencias de su aplicación en el país y el mundo. Para empezar, se sugiere utilizar variedades industriales registradas ante el ica como la variedad Corpoica Belloti, Corpoica Tai, Corpoica Ropain, Corpoica Sinuana, Corpoica Verónica y las variedades forra- jeras Corpoica SM 2081-34, Corpoica SM 1511-6, Corpoica SM 2546-40 y Corpoica SM 1438-2, según las necesidades del mercado. Capítulo 2. Establecimiento y manejo agronómico del cultivo de yuca para la alimentación animal 17 Definición de áreas para conservar Un aspecto importante que debe considerar el productor al momen- to de establecer un cultivo forrajero es definir el área a sembrar en función de las necesidades de alimento para sus animales, ya que esto evitará los sobrecostos de producción. En ese sentido, el pro- ductor debe considerar, en primera instancia, la duración del periodo crítico, la fase fisiológica de los animales, la ración diaria por animal (Mejía et al., 2013) y los rendimientospromedio del cultivo. Con base en lo anterior, se propone el siguiente ejemplo: Se requiere suplementar 15 vacas en producción con sus respectivas crías, 7 vacas escoteras, 6 animales de levante y 1 toro. La ración diaria de ensilaje de yuca por animal está contenida en la tabla 1. Conside- rando que en la región Caribe la época de sequía limita la producción durante aproximadamente 5 meses, es necesario producir alimento para suplir las necesidades de ese periodo. Tabla 1. Ración diaria de ensilaje de yuca forrajera por categoría animal Categoría animal Ración diaria (kg) Vacas paridas 10-20 Crías > 4 meses 2-5 Vacas escoteras 5-15 Levante 5-10 Toro 5-15 Fuente: Elaboración propia con base en Mejía et al. (2013) Colección Transformación del Agro18 Con base en la información consignada en la tabla 1, se procede a cuantificar el consumo total de los animales durante el periodo indi- cado. Para efectos del ejemplo, se tomarán los valores medios. A. Consumo vacas paridas = 15 kg/d * 15 vacas * 150 d = 33.750 kg B. Consumo de las crías = 3,5 kg/d * 15 crías * 150 d = 7.875 kg C. Consumo vacas escoteras = 10 kg/d * 7 vacas * 150 d = 10.500 kg D. Consumo levante = 7,5 kg/d * 6 levantes * 150 d = 6.750 kg E. Consumo Toro = 10 kg/d * 1 Toro * 150 d = 1.500 kg Consumo total durante el periodo = 33.750 kg + 7.875 kg + 10.500 kg + 6.750 kg + 1.500 kg = 60.375 kg Bajo las condiciones de la región Caribe, el rendimiento promedio de las variedades de yuca forrajera Corpoica SM 1511-6 y Corpoica SM 2081-34 oscila entre 47 y 62 t/ha/año en tres cortes, respectivamente, con valores medios de 54,5 t/ha/año (Rivero et al., 2015). Con estos datos, se procede a establecer una regla de tres simple para estimar el área requerida: Para suplementar a los animales durante el periodo crítico (150 d), el productor debe producir 60.375 kg de ensilaje. Sin embargo, debe estimar un margen de pérdidas cercano al 10 %, el cual debe contem- plar y sumar a la cantidad estimada inicialmente. En este caso, se de- ben producir 66.412 kg o 66,4 t. Pérdidas = 60.375 kg * 10 % de pérdidas = 6.037 kg Total de forraje por producir = 60.375 kg + 6.037 kg = 66.412 kg o 66,4 t Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 19 Entre 2015 y 2017, agrosavia caracterizó el sistema productivo de yuca en diferentes zonas productoras conformadas por 5 núcleos (tabla 2), para lo cual tuvo en cuenta la zona agroecológica. Con base en los datos que arrojó la investigación, se concluyó que el 60 % de los productores de los núcleos 1, 2, 3 y 4 siembran durante los meses de abril y mayo. No obstante, algunos productores amplían el perio- do de siembra hasta junio y otros siembran durante el segundo se- mestre del año (agrosavia, 2017). Tabla 2. Departamentos y municipios productores de yuca agrupados en 5 núcleos. Núcleo Descripción 1 Subregión Montes de María: integra los municipios Los Palmitos, Carmen de Bolívar y San Jacinto (Bolívar). 2 Subregión Sabanas Colinadas: integra los municipios Chinú y San Andrés de Sotavento (Córdoba) y Betulia, Sincé y Sampués (Sucre). 3 Subregión Sabanas Colinadas: integra los municipios Corozal (Sucre) y Chinú y Ciénaga de Oro (Córdoba). 4 Subregión Valle del Sinú (Medio Sinú): integra los municipios Cereté y San Pelayo (Córdoba). 5 Subregión Valle del Sinú (Alto Sinú): integra los municipios Tierralta y Valencia (Córdoba). Fuente: Elaboración propia 1 ha 54,5 t X 66,4 t X = 66,4 t * 1 ha / 54,5 t = 1,2 ha Época de siembra Colección Transformación del Agro20 Análisis fisicoquímico del suelo Antes de establecer cualquier cultivo forrajero, se recomienda hacer un análisis fisicoquímico del suelo con el fin de aplicar las recomenda- ciones de adecuación y fertilización en caso de requerirlas. Los pasos para la toma de muestras se describen a continuación: ▪ Realizar un recorrido del lote a intervenir para identificar zonas altas y bajas o que presenten diferencias palpables y, con base en esas observaciones, definir el número de análisis. ▪ Una vez identificada el área y sus características, se debe tomar la decisión del tipo de muestreo a emplear, el cual puede ser en cuadrícula, zigzag o diagonal. ▪ En cada punto a muestrear se remueve el material vegetal y or- gánico que esté sobre la superficie (figura 1). Figura 1. Remoción del material vegetal y orgánico de la superficie del suelo. Foto: Emiro Suárez Paternina Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 21 ▪ Tomar las muestras de suelo a una profundidad de 0 a 25 cm. ▪ La muestra de suelo puede tomarse con la ayuda de un barreno holandés o, en su defecto, con pala o palín (figura 2). ▪ En caso de que la muestra sea tomada con una pala o palín, se realiza un hueco en forma de “V”. Posteriormente, se descartan los laterales del corte y solo queda la parte central, la cual se de- posita en un balde plástico (figura 3). Este procedimiento se repi- te varias veces hasta tener un número de submuestras represen- tativas del lote. ▪ Posteriormente, se homogenizan las submuestras, se toma un kilogramo de suelo y se deposita en una bolsa plástica (figura 4). Esta debe ir marcada con la identificación del productor, la direc- ción, el nombre de la finca, el municipio, el departamento, la al- tura sobre el nivel del mar, el nombre del productor, el cultivo a establecer, la profundidad de muestreo y el tipo de drenaje. Figura 2. Herramienta para la toma de muestra (palín). Foto: Leonardo López Colección Transformación del Agro22 Figura 3. Corte en “V” para la toma de submuestras de suelo. a. Se realiza un hueco en “V”; b. Se descartan los bordes del corte y se toma solo la parte central; c. Se deposita la muestra en un balde. Fotos: Leonardo López Figura 4. Homogenización de las submuestras de suelo. a. Mezcla de las submuestras; b. Se toma 1 kg de la mezcla y se envía al laboratorio. Fotos: Emiro Suárez Paternina a a c b b Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 23 En caso de que el suelo esté com- pactado, es necesario prepa- rarlo con un arado de cincel a la profundidad de la capa realizan- do la labor en la dirección de los drenajes principales (figura 5a). Este procedimiento mejora con- siderablemente las condiciones de drenaje, aireación y penetra- ción de las raíces, que pueden explorar un mayor volumen de suelo y formar una yuca de buen tamaño y sin deformaciones. Posteriormente, se debe realizar un pase de rastrillo con el fin de romper los agregados del suelo más grandes y lograr que el lote quede uniforme para la siembra (figura 5b). En suelos con proble- mas de humedad, se recomien- da realizar caballones a 1,0 m de distancia (figura 5c) y adecuar el terreno con canales de drenajes. Una vez cosechado el cultivo, se recomienda realizar una rotación adecuada con cultivos legumino- sos o cultivos con requerimien- tos nutricionales diferentes a los de la yuca con el fin de garantizar el buen estado fisicoquímico del suelo (Ospina & Ceballos, 2015). Figura 5. Mecanización de suelo. a. Pase de cincel para la descompactación del suelo; b. Pase de rastrillo para romper agregados y uniformizar el suelo; c. Elaboración de caballones para la siembra de yuca. Fotos: Víctor de la Ossa y Emiro Suárez Paternina a c b Colección Transformación del Agro24 Procesamiento de la semilla Para obtener material de siembra, se recomienda seleccionar plantas sanas y con buen vigor, fisiológicamente maduras, de tal manera que se garantice la calidad (figura 6a). Para la producción de estacas o can- gres (semilla), las varas se deben cortar utilizando una sierra circular o segueta con ángulo de corte redondo a un tamaño de 15 a 20 cm, de tal manera que se garanticen, por lo menos, 6 nudos (figura 6 b y c). Pre- vio a la siembra, el material de siembra debe ser tratado para prevenir eltraslado de plagas y enfermedades a los nuevos cultivos. Para ello se recomienda sumergir durante 10 minutos las estacas en una solu- ción de insecticida (de contacto y sistémico), fungicida a base de cobre y bactericida, para luego dejar escurrir a la sombra (figura 6d). Para el caso del sistema de siembra mecanizada, el corte de la estaca lo hace la sembradora con la ayuda de dos operarios, quienes introducen los tallos completos (varas) en la sembradora (Ospina & Ceballos, 2012). Figura 6. Procesamiento de semilla para la siembra. a. Cultivo de yuca en buenas condiciones; b. Corte de semilla; c. Semilla de yuca; d. Desinfección de semilla. Fotos: Emiro Suárez Paternina a b c d Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 25 Posición del cangre al momento de sembrar Estudios realizados por el Centro Internacional de Agricultura Tropi- cal (ciat) concluyeron que cortar el cangre en ángulo recto hace que las raíces se distribuyan uniformemente alrededor de la circunferen- cia del corte. Igualmente, plantar el cangre horizontalmente, hace que las raíces se separen más y la cosecha sea más fácil en compara- ción a cuando se planta en posición vertical o inclinada. Sin embargo, el enraizamiento y la emisión de brotes fue mayor cuando el cangre se sembró en posición vertical, factor que, además, redujo el volca- miento de las plantas (Ospina & Ceballos, 2012). Siembra manual Esta labor comprende aproxi- madamente el 5 % de los costos totales de producción correspon- dientes a mano de obra, sin em- bargo, este componente puede variar dependiendo del sistema de siembra (agrosavia, 2017). Dentro del proceso de siembra se realiza una clasificación de operarios: unos se encargan de repartir las estacas a lo largo del surco y otros de sembrar las es- tacas de manera vertical intro- duciéndolas entre 5 y 10 cm en el suelo (figura 7).Figura 7. Siembra manual de la semilla de yuca. Fotos: Emiro Suárez Paternina Colección Transformación del Agro26 Siembra semi-mecanizada Si bien en Colombia ya existen sembradoras de yuca —con las cuales se alcanzan a sembrar aproximadamente 6 hectáreas por día (Os- pina & Ceballos, 2012)—, su eficiencia está ligada a la topografía, la buena preparación del suelo, la potencia del tractor y la pericia de los operarios. Estas sembradoras son fáciles de utilizar y su manejo en campo depende del operario, que debe calibrar la distancia en- tre surcos, el tamaño de la estaca y surtir los aleros de la máquina con tallos de yuca (varas) previamente desinfectados. A medida que avanza el recorrido, dos operarios alimentan un dispositivo que tiene la sembradora con las varas de yuca. Paralelamente a esta acción, la sembradora corta la estaca (semilla) y con el disco doble hace el surco en la línea de siembra donde la deposita horizontalmente. Fi- nalmente, con ayuda de un patín, tapa la estaca y compacta el suelo sobre la estaca que ha quedado sembrada en el surco (figura 8). Figura 8. Siembra mecanizada de la semilla de yuca. Foto: Shirley Pérez Cantero Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 27 Uno de los parámetros que más incide en los rendimientos de los cul- tivos es la densidad de plantas por unidad de área. El área vital para un buen desarrollo y crecimiento de las plantas determinará la densidad óptima de población. Cuando la densidad de plantas no es la adecua- da, el cultivo compite más con las malezas por luz, agua y nutrientes, factores que, a su vez, afectan su desarrollo (Gutiérrez, 2001). La distancia entre surcos y plantas se define en función de paráme- tros como la arquitectura de la planta, la topografía del terreno, el sistema de siembra, el mercado hacia el que se destina la produc- ción, entre otros. En Colombia, la distancia de siembra más utilizada en cultivos tradicionales es de 1 m entre plantas y 1 m entre surcos (Ospina & Ceballos, 2012). Sin embargo, en estudios realizados por agrosavia (2017), los investigadores definieron que para las varieda- des industriales es más beneficioso usar densidades de población de 10.000 a 15.151 plantas/ha, las cuales corresponden a distanciamien- tos de 1,0 m entre surcos y 1,0 a 0,66 m entre plantas. Por su parte, para variedades forrajeras, se recomienda la utilización de densida- des de 40.000 a 70.000 plantas/ha, que corresponden a distancia- mientos de 1.0 a 0.7 m entre surcos y 0.20 a 0.25 m entre plantas. Densidad de siembra Manejo de arvenses Las arvenses representan un problema de importancia económica para la mayoría de los cultivos comerciales y, en el caso de la yuca, suelen ser un aspecto definitivo en el crecimiento, desarrollo y rendi- miento de la planta (figura 9). La determinación del período crítico de competencia es un dato específico de cada ambiente agroecológico que permite planificar adecuadamente el manejo de malezas en el cultivo (Aldrich & Kremer, 1997; Radosevich et al., 1997). Colección Transformación del Agro28 Figura 9. Arvenses asociadas al cultivo de yuca. Foto: Emiro Suárez Paternina Aunque la yuca es un cultivo que se adapta a condiciones adversas, varias investigaciones realizadas en la región Caribe han determina- do que la época crítica de competencia de las malezas ocurre, en el cultivo de yuca, entre los primeros 60 y 90 días del ciclo. Este factor ocasiona una disminución del 50 % en los rendimientos si se los com- para con una yuca libre de arvenses durante todo el ciclo (Rubiano & Cordero, 2019). Métodos de control de arvenses Para un control integrado de arvenses, a lo largo de los años se han implementado diferentes alternativas de manejo. Dentro de estas destacan los controles manual, mecánico y químico, que suelen combinarse, ya que no existe uno que sea la solución definitiva para el control de las malezas. Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 29 Debido a que la yuca es un cultivo de crecimiento lento, es necesario realizar varios controles manuales de arvenses hasta que el cultivo cierre completamente los espacios e impida la entrada de luz, la cual favorece el crecimiento y desarrollo de las arvenses (figura 10). Este es uno de los métodos más usados en Colombia cuando se trata de áreas pequeñas que no requieran mucha mano de obra. Sin embargo, en áreas un poco más grandes, el control manual se combina con el quí- mico y se inicia cuando el cultivo tiene entre 15 y 30 días de sembrado hasta que la cobertura de este lo permita (Ospina & Ceballos, 2012). Por su parte, el control químico consiste en realizar la intervención mediante la utilización de herbicidas preemergentes. Con la aplica- ción de estas moléculas químicas se busca impedir el desarrollo e in- cremento de las malezas por un período comprendido entre los 45 y 50 días, etapa en la cual el follaje de la yuca aún no ha cerrado los surcos (figura 11). Figura 10. Control manual de arvenses en cultivo de yuca. Foto: Érica Salcedo Carrascal Colección Transformación del Agro30 Para garantizar eficiencia en la aplicación, es importante que el suelo tenga una humedad adecuada, por lo que los suelos deben preparar- se de manera tal que tengan buena aireación y porosidad. Antes de la siembra se recomienda una aplicación de glifosato para el control de las arvenses que hayan emergido. Para las variedades de uso indus- trial, se recomienda la mezcla de herbicidas de hoja ancha y angosta, como diuron (0,5 a 1,0 kg/ha) y metolaclor (1,0 a 2,0 l/ha), respectiva- mente. En términos generales, el control de las arvenses por medio de mezclas de herbicidas preemergentes puede tener una duración que oscila entre 35 y 40 días después de la siembra. Posteriormente, se recomienda una limpieza manual a machete y, finalmente, apli- caciones “dirigidas” con un herbicida como el glufosinato de amonio para mantener un buen control de arvenses en cultivo hasta que se presenteun traslape del follaje entre plantas que eviten el crecimien- to de las arvenses. Figura 11. Control químico de arvenses en el cultivo de yuca. Foto: Érica Salcedo Carrascal Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 31 A continuación, se describen los aspectos fundamentales a tener en cuenta para la fertilización del cultivo de yuca. Requerimientos nutricionales La yuca es un cultivo altamente extractivo, principalmente de nitró- geno (N), fósforo (P), potasio (K), calcio (Ca) y magnesio (Mg). El or- den de extracción de los nutrimentos es el siguiente: K > N > Ca > Mg > P (Ospina & Ceballos, 2002). Los requerimientos de nutrientes del cultivo de yuca se muestran en la tabla 3. Tabla 3. Nutrientes extraídos por la yuca según su rendimiento Nutriente Extracción de nutrientes (kg/ha) para rrf (15 t/ha) (30 t/ha) N 66,3 132,6 P 10,1 20,1 K 53,7 107,4 Ca 20,4 40,8 Mg 12,3 24,6 rrf: Rendimiento de Raíces Frescas Fuente: Ospina & Ceballos (2002) Estudios realizados por agrosavia en las subregiones de Valle del Sinú, Valle del Cesar y Montes de María concluyeron que la aplica- ción de la mezcla de los herbicidas metolaclor y atrazina resultó ser la mejor para el control de arvenses en la fase de preemergencia y, por otro lado, el glufosinato de amonio para controlar las arvenses en posemergencia. Fertilización del cultivo de la yuca Colección Transformación del Agro32 La aplicación de fuentes nitrogenadas y de potasio debe realizarse entre los 30 y 50 días después de la siembra. Por su parte, las aplica- ciones de fósforo deben hacerse al momento de la siembra: en hoyos o al fondo de los surcos donde se posicionarán las estacas, esto pue- de facilitar su absorción (figura 12). Figura 12. Época de aplicación de fertilización del cultivo de yuca. Ilustración: Juan Felipe Martínez Tirado En todos los casos, el plan de fertilización del cultivo se debe hacer con base en un análisis de suelo actualizado, de tal manera que se pueda establecer el balance entre la oferta nutricional del suelo y las necesidades del cultivo para determinar las cantidades de fertilizan- te a aplicar. Los diferentes estudios realizados sobre la respuesta a la aplicación de abonos químicos u orgánicos han sido de gran ayu- da, lo cual se observa en sus resultados, a saber: el efecto benéfico y Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 33 altamente significativo sobre la producción y recuperación de la fer- tilidad del suelo. En 2017, agrosavia generó una oferta tecnológica que responde a las necesidades del cultivo de la yuca ante fertilizaciones realizadas con mezclas de fertilizantes químicos enriquecidos con fuentes de abono orgánico. Estas mezclas fueron desarrolladas en fincas de produc- tores de los municipios de Chinú y Ciénaga de Oro, en Córdoba, y Sampués, en Sucre. Para aquellos productores que utilicen el siste- ma de producción de monocultivo para yuca industrial y consumo en fresco, agrosavia recomienda la aplicación del 60 % del fertilizante químico requerido por el cultivo (150 kg/ha de urea, 80 kg/ha de fos- fato diamónico y 83,5 kg/ha de KCl), más el 10 % del abono orgánico (500 kg/ha, 2 % N). En el sistema de producción de monocultivo con yuca industrial, cuando no se fertiliza se observa un incremento en el rendimiento promedio de 25,7 t/ha (26,2 t/ha en la localidad de Cié- naga de Oro y 25,2 t/ha en la localidad de Sampués). Adicionalmente, cuando se usa la tecnología recomendada mediante la aplicación de fertilización química y orgánica, el rendimiento se incrementó a 34,2 t/ha en promedio (32,9 t/ha en la localidad de Ciénaga de Oro y 35,5 t/ha en la localidad de Sampués). Combatt et al. (2017), realizaron un estudio para determinar el ren- dimiento del cultivo de yuca con la aplicación de diferentes dosis de abonos orgánicos tipo bocashi en el municipio de Ciénaga de Oro (Córdoba) utilizando la variedad ica-costeña con una densidad de 12.300 plantas/ha. Con base en los resultados obtenidos, sugirieron que el tratamiento de 1.500 a 2.000 kg/ha de bocashi más 200 kg/ ha de lombriabono, produce el mejor índice de cosecha (74,57 %) y valores más altos de raíces, masa seca de raíz y rendimiento. Colección Transformación del Agro34 El forraje de la yuca constituye una fuente alternativa de proteínas y fibra para abastecer la demanda alimenticia animal durante las épo- cas críticas. Sin embargo, la producción, el rendimiento y la calidad del follaje pueden verse afectados por la incidencia de enfermedades y plagas. Enfermedades asociadas al follaje de la planta de yuca Las enfermedades causadas por agentes bióticos (hongos, bacterias, virus, etc.) reducen el vigor de las plantas y la producción de bioma- sa y afectan enormemente la calidad nutricional del forraje. Algunos patógenos pueden causar afectaciones solo en el tallo de la planta, mientras que otros causan manchas, tizones, defoliaciones y seca- miento del tallo. En la tabla 4 se describen las principales enfermeda- des que afectan a las variedades forrajeras. Enfermedades y plagas causantes de pérdidas en variedades de yuca forrajera Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 35 Tabla 4. Descripción de síntomas causados por enfermedades asociadas al follaje de yuca Enfermedad Agente causal Órgano que afecta Síntomas Manejo Mancha parda de la hoja Cercospora henningsii Hojas Manchas de forma angular, y en algunos casos circular, limitadas por las nervaduras de color ma- rrón oscuro en el centro de la lesión y halo amarillo (Álva- rez et al., 2012). Se recomienda emplear varieda- des resistentes y seleccionar para el establecimien- to distancias de siembra tendien- tes a reducir exce- sos de humedad relativa. Añublo pardo fungoso o mancha café grande Manchas grandes en las hojas Cercospora vicosae Hojas Mancha café grande, de for- ma irregular y sin bordes defi- nidos que cubre gran parte de la hoja (Álvarez et al., 2012). Sembrar varieda- des resistentes y emplear prác- ticas culturales para disminuir la humedad en el cultivo. Mancha blanca de la hoja de yuca Cercospora caribaea Hojas Manchas pequeñas y circulares, con coloración blan- ca en el centro, borde café y halo amarillo de la lesión (Ceba- llos et al., 1977). Sembrar varieda- des resistentes y prácticas cultu- rales adecuadas para la regulación de las condiciones ambientales en el cultivo. Colección Transformación del Agro36 Añublo bacteriano de la yuca Xanthomonas axonopodis pv. Manihotis Hojas Inicialmente se observan man- chas angulares de consistencia acuosa. Usual- mente, las lesiones cubren la mayor parte de la hoja y son de consistencia seca y color marrón, lo cual genera una apa- riencia de añu- blo o quemazón en las hojas. Finalmente, ocurre marchi- tez y muerte descendente de la planta (Zára- te et al., 2021). Para el manejo adecuado de la enfermedad se recomienda: - Emplear para el establecimiento semilla de bue- na calidad gené- tica y sanitaria, con tolerancia a la enfermedad. - Manejo adecua- do de la planta- ción: desinfectar las semillas con solución de fun- gicidas, realizar buenos drenajes y fertilización, controlar ma- lezas y erra- dicar plantas enfermas. Fuente: Elaboración propia Fotos: Lily Luna Castellanos y Jorge García Plagas causantes de daños foliares y vasculares en yuca Las plagas asociadas al cultivo de yuca forrajera pueden causar seve- ras pérdidas en el rendimiento al disminuir la actividad fotosintética de la planta a partir del consumo directo del tejido foliar y el debilita- miento del tallo por ataques en este órgano. En la tabla 5 se detallan las principales plagas causantes de daños en yuca forrajera. Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 37 Tabla 5. Plagascausantes de daños en el forraje y tallo de plantas de yuca Plaga Nombre científico Órgano que afecta Daño Moscas de las agallas Iatrophobia brasiliensis Hojas Las larvas de las moscas forman agallas que causan la deformación del tejido foliar (Cañarte et al., 2021). Trips Deformación de foliolos por ataque de trips Frankliniella williamsi, Scirtothrips manihoti y Corynothrips stenopterus Hojas Al raspar y succionar la savia de las hojas, causan deformación de los foliolos y ocasionan la aparición de puntos cloróticos en las hojas (Belloti, et al., 1983). Ácaros Mononychellus sp., Tetranychus sp. Y Oligonychus sp. Hojas Se alimentan de las hojas apicales, intermedias y bajeras de la planta y dentro de los síntomas que producen, destaca la aparición de pequeños puntos amarillos a lo largo de las nervaduras centrales y zonas cloróticas que disminuyen la calidad del forraje (Belloti et al., 1983; Cañarte et al., 2021). Colección Transformación del Agro38 Moscas blancas Bemisia spp., Aleurotrachelus spp. Y Trialeurodes spp. Hojas Ninfas y adultos se alimentan de la savia de las hojas, y causan amarillamiento desde el borde hacia el centro, reducción del tamaño foliar y en algunos casos deformación de hojas (Belloti et al., 1983). Gusano cachón Erinnyis ello Hojas Las larvas consumen grandes cantidades de tejido foliar, tallos tiernos y brotes, lo cual causa defoliación (Belloti et al., 1983). Barrenadores de tallo Chilomima clarkei Tallo Las larvas consumen grandes cantidades de tejido foliar, tallos tiernos y brotes, lo cual causa defoliación (Belloti et al., 1983). Fuente: Elaboración propia Fotos: Lily Luna Castellanos y Jorge García Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 39 La frecuencia de corte del follaje de la yuca forrajera depende de la capacidad que tenga la planta para producir forraje y rebrotar. Estos aspectos dependen de factores como la variedad, la precipitación, la altura de corte y la fertilidad del suelo. Según Buitrago et al. (2001), cuando el cultivo se destina a la producción de forraje, es convenien- te cosechar cada 2 meses en época lluviosa y cada 3 meses en época seca. Lo ideal es realizar cuatro cortes en un ciclo productivo al año y, de igual forma, mantener el cultivo durante 1 o 2 años, ya que con estas condiciones es posible obtener un producto de mejor calidad y máximo rendimiento. En cuanto a la altura del corte, esta depende de la variedad, ya que algunas rebrotan más rápido que otras. El corte del follaje se debe realizar a una altura donde puedan mantenerse las reservas de la planta para el rebrote (figura 13). Se recomienda realizar el corte del follaje a la altura del tallo donde inicia el tallo verde (20 a 30 cm de suelo) (López et al., 2008). La información bromatológica básica de las diferentes variedades muestra la amplia diversidad, que se expresa en un rango holgado de valores del contenido de materia seca, cenizas, proteína y fibra (tabla 6). En general, se evidencia la importancia de usar forraje de yuca como fuente de proteína y minerales (cenizas), mientras que la raíz tiene una alta importancia como fuente energía. Frecuencia, época, altura y calidad en la producción de forraje Colección Transformación del Agro40 Figura 13. Altura recomendada (20 a 30 cm) para el corte de la yuca. Foto: Emiro Suárez Paternina Tabla 6. Composición nutricional del forraje y de la raíz de yuca Ítem Forraje (% míiño-máximo) Raíz (% mínimo-máximo) Materia seca (%) 30,14 – 34,6 21,92 – 49,66 Proteína (%) 22,4 – 25,21 1,3 – 8,84 fdn (%) 36,48 – 50,55 fda (%) 20,54 – 33,53 EM (Mcal/kg/ms) 1,33 – 9,25 Cenizas (%) 4,15 – 8,9 1,45 – 5,81 Fuente: Elaboración propia Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 41 El ciclo de producción de un cultivo por lo general es de un año. Las raíces comienzan a engrosar a los tres meses y continúan incremen- tando su peso hasta los 9 o 15 meses. Las raíces de la yuca pueden co- secharse a los 7 meses de plantado el cultivo y permanecer en el suelo hasta tres años. Transcurrido el tiempo óptimo de cosecha, el conte- nido del agua y fibra aumentan y el porcentaje de almidón y su calidad disminuyen notablemente porque se produce gran cantidad de man- chas. Las raíces recogidas o cosechadas se degradan en tres o cuatro días, por lo tanto, deben llevarse al lugar de almacenamiento y proce- sarse o consumirse sin demora. Es por este motivo que el deterioro de la postcosecha es una de las principales limitaciones de la producción, el transporte y el procesamiento de la yuca (Aguilera, 2012). Adicionalmente, la cosecha puede realizarse de dos formas: manual o mecánicamente. La cosecha manual involucra varios momentos. El primero es el corte y selección del forraje y la semilla, fase en la cual se deja una parte del tallo de 20 a 40 cm de longitud, aproximada- mente, adherida a las raíces para facilitar la cosecha. La segunda par- te es la cosecha de las raíces, que comprende la recolección, limpieza y empaque de estas. La cosecha manual se puede hacer de varias for- mas dependiendo del sustrato. En suelos arenosos se puede realizar con la mano, sujetando y moviendo de un lado a otro el tallo hasta que salgan las raíces; en suelos más pesados y arcillosos se pueden utilizar palancas y, finalmente, se puede usar un arrancador, caso en el que, a modo de tenaza, se sujeta el tallo mediante un implemento de enganche que va unido a un palo de 2.5 m de largo o más. Se en- gancha entonces el tallo por su parte inferior y se hace palanca hacia arriba (Ospina et al., 2012). Por otro lado, teniendo en cuenta la pro- yección de la yuca en los mercados nacionales e internacionales, la mecanización del cultivo es una de las principales necesidades de la agricultura colombiana. Este método es más efectivo en suelos are- nosos o cuando el cultivo está en caballones o camas. La acción con- siste en aflojar el suelo y, en algunos casos, en voltearlo trabajando a profundidades de aproximadamente 40 cm (Ospina et al., 2012). Cosecha Colección Transformación del Agro42 La parte aérea y las raíces de la planta de yuca son utilizadas para la alimentación humana y animal, especialmente en rumiantes y her- bívoros no rumiantes (Buitrago, 1990). Algunas investigaciones han demostrado que la parte aérea de la yuca transformada en harina o conservada como ensilaje o heno puede ser incluida en la formula- ción de raciones para animales (Meyreles & Preston 1977; Preston et al., 1998; Modesto et al., 2004; Nunes-Irmao, 2007; Trompiz et al., 2007; Soares, 2009; Morrillo, 2009). Cabe aclarar que su productivi- dad y calidad nutricional dependen de variables como la variedad, la densidad de siembra, la edad de la planta, la época de corte, la ferti- lización y las condiciones edafoclimáticas (Rosero, 2002; Nunes-Ir- mao, 2007). Para la alimentación animal, se deben utilizar variedades cuyas raíces y parte aérea sean altamente productivas. Asimismo, la planta debe presentar alta productividad de materia verde y seca, alto contenido de proteína, buena retención foliar y bajos contenidos de compues- tos cianogénicos en sus hojas (Fukuda et al., 2006). Otra caracterís- tica deseable es una alta capacidad de brotación después del corte. Capítulo 3. Técnicas para la conservación de forraje de yuca y subproductos obtenidos de la cosecha de las raíces 43 El ensilaje es un método de conservación de forraje que se obtiene por medio de la fermentación de los carbohidratos solubles. Median- te este método de conservación, se mantienen las características nutricionales del forraje presentes al momento del corte. Durante el proceso de ensilaje tienen lugar dos grandes fases que se describen a continuación: la aeróbica y anaeróbica. Fase aeróbica: esta fase inicia cuando el forraje es cosechado y tras-curre durante el picado, la compactación y horas después del sellado hermético del silo. El oxígeno presente en el forraje es consumido por los microorganismos aeróbicos que aún siguen respirando, los cuales también utilizan los carbohidratos solubles del forraje como fuente de energía para la respiración. Durante este proceso se genera dióxi- do de carbono y agua, los cuales incrementan la temperatura dentro del silo hasta los 60 °C. La duración de esta fase es variable y depende de las condiciones en que se llevó a cabo el proceso de llenado. Puede durar desde unas pocas horas hasta varios días. Por lo tanto, reducir esta fase lo más que se pueda es una buena práctica en el proceso de ensilaje, ya que los carbohidratos solubles se están consumiendo y, además, otros nutrientes están siendo desnaturalizados, razón por la cual el animal no los aprovechará. Es decir, el calor generado por una fase aeróbica de larga duración puede elevar la temperatura del forraje a tal grado que cause una disminución en la calidad nutricio- nal del forraje (Mejía et al., 2013). Fase anaeróbica: empieza cuando el oxígeno contenido en el silo se agota. Durante esta fase los microorganismos anaeróbicos (bacte- rias que crecen en ausencia de oxígeno) empiezan a multiplicarse. Estos microorganismos benéficos producen ácido láctico a partir de los azúcares del forraje conservado. El ácido láctico que es pro- ducido disminuirá el pH del ensilado, es decir, aumentará la acidez, que es lo que se quiere en esta fase del proceso. La fermentación cesará completamente después de 3 semanas, cuando el pH sea Ensilaje Colección Transformación del Agro44 tan bajo como para inhibir el crecimiento de microrganismos inde- seables (Mejía et al., 2013). Se pueden implementar ciertas prácticas para reducir el tiempo en que los microorganismos aeróbicos y las enzimas oxidantes del forra- je pueden funcionar. Dentro de estas se destacan: el tamaño adecua- do de la partícula y realizar una buena compactación y sellado que garanticen la ausencia de aire. Proceso para la elaboración del ensilaje de yuca forrajera Cuando se establece yuca para la producción exclusiva de forraje, este se debe cortar por primera vez a una altura de 15 a 20 cm del suelo tres meses después de haberse establecido el cultivo (figura 14). El mismo tiempo debe transcurrir para hacer uso de los rebrotes. Con este manejo se pueden realizar entre 3 y 4 cortes por año. Si em- bargo, cuando la yuca se siembra para aprovechar la raíz, el forraje disponible en el cogollo se puede utilizar a partir de los 8 meses. Figura 14. Cultivo de yuca forrajera para corte. Foto: Yacerney Paternina Paternina Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 45 Una vez cosechado el forraje de toda la parte aérea, se acarrea al lugar donde se disponga del triturador de pasto. En caso de que se tenga una máquina que funcione con combustible, el picado del ma- terial se realiza en el mismo lote, lo cual reduce el empleo de mano de obra (figura 15). Se debe procurar obtener un tamaño de la partícula del forraje que oscile entre 10 y 20 mm; con este tamaño se facilitará la compactación del material. Figura 15. Preparación del forraje para la elaboración de ensilaje. a. Corte y acarreo de yuca forrajera; b. Picado del forraje de yuca para la elaboración de ensilaje. Fotos: Emiro Suárez Paternina a b Cuando se realiza ensilaje del forraje de yuca, para el crecimiento y desarrollo de los microrganismos anaeróbicos es fundamental adi- cionar un aditivo como fuente energética, las cuales pueden ser me- laza, salvado (maíz o trigo) o harina de la raíz de yuca (figura 16). En caso de que se utilice melaza, el nivel de inclusión de este aditivo po- drá oscilar entre 0,05 y 2 % por tonelada; igualmente, se recomienda diluir la melaza en igual volumen de agua. Por otro lado, si se em- plean salvados o harinas, el nivel de inclusión oscilará entre 2 y 4 % por tonelada. La adición de estas materias primas contribuirá a dis- minuir la humedad del ensilaje (Rivero et al., 2015). Colección Transformación del Agro46 Figura 16. Aplicación de aditivos para promover el proceso fermentativo. a. Aplicación de aditivos con regadera; b. Aplicación de aditivo con bomba de espalda. Fotos: Emiro Suárez Paternina a b Para los pequeños productores, se recomienda emplear formaletas circulares desarmables con capacidad de dos toneladas (figura 17). En caso de que se utilice esta estructura para elaborar el ensilaje, inicial- mente se debe extender sobre el suelo un plástico (calibre 4) y sobre este armar la formaleta. Posteriormente, deben depositarse capas entre 15 y 25 cm del forraje picado y compactarlas. La compactación se puede realizar utilizando el peso corporal de los mismos traba- jadores, sin embargo, se debe procurar que las botas estén lo sufi- cientemente limpias con el fin de evitar contaminación. El proceso anterior se repite hasta completar el volumen total de la formaleta. Posteriormente, se desarma la formaleta y se procede tapar la torta con un plástico calibre 4. Finalmente, se amarra con nylon de poli- propileno. Se recomienda agregar tierra sobre la base del perímetro de la torta con el objetivo de evitar la entrada de aire (figura 18). La compactación es uno de los factores que incide en la calidad del forraje conservado. La finalidad de esta fase es eliminar el oxígeno presente entre las partículas del forraje, lo que permitirá que se inicie rápidamente el proceso de fermentación. Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 47 Figura 17. Formaleta metálica circular para la elaboración de ensilaje. Fotos: Emiro Suárez Paternina Figura 18. Compactación del ensilaje. a. Compactación del material con el peso corporal; b. Torta de ensilaje sellada herméticamente. Fotos: Emiro Suárez Paternina a b Colección Transformación del Agro48 La parte aérea de la planta de yuca está compuesta por tallos, hojas y peciolos en proporciones variables. El heno de esta planta se ca- racteriza por sus altos contenidos de proteína y buena digestibilidad, asimismo, es una fuente considerable de vitamina A, C y complejo B. Además, contiene proporciones aceptables de minerales como Ca y Fe. Con base en las características nutricionales citadas anterior- mente, el heno de yuca puede emplearse en sistemas de alimenta- ción para bovinos, particularmente durante épocas de sequía. El principio de la técnica de conservación consiste en cortar y picar el forraje para luego, a través de la exposición al sol por un periodo de 24 a 48 horas, deshidratar el material hasta alcanzar un grado de humedad entre 10 y 18 % con el fin de favorecer su conservación. Con el picado y la deshidratación se elimina el ácido cianhídrico a concen- traciones seguras en caso de que se utilicen yucas industriales. Para el secado se debe disponer de una pista en concreto o utilizar poli- sombras del 50 %, las cuales deben ser extendidas y fijadas en el sue- lo. Posteriormente, se esparce el material para conformar capas de 2 a 5 cm y se procura voltearlo varias veces al día con el fin de facilitar el secado. Otra estructura que se puede utilizar para el secado del material son las marquesinas, como se ilustra en la figura 19. El almacenamiento se debe realizar en sacos o bolsas de polietileno para evitar que el material se humedezca. Asimismo, hay que trans- portar los sacos a un lugar de almacenaje, que puede ser una bodega o lugar con cobertizos, los cuales limitan el deterioro del material. Bajo estas condiciones el material conservado puede durar hasta un año sin perder sus características nutricionales. Heno de forraje de yuca Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 49 Figura 19. Elaboración del heno. a. Secado del material en marquesina; d. Empaque del heno. Fotos: Emiro Suárez Paternina a bColección Transformación del Agro50 Las raíces de yuca procesadas tienen una amplia aceptación en for- ma de chips o harina; estos son los principales subproductos alimen- ticios obtenidos de las raíces de yuca. Se consideran alimentos alter- nativos con un excelente aporte energético, además, pueden reem- plazar parcialmente algunos cereales utilizados tradicionalmente en los diferentes sistemas de producción animal principalmente por la constante oscilación en los precios de los cereales. Según la Organi- zación de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (fao, por sus siglas en inglés) (2011), más de un tercio de la produc- ción de yuca se destina a la alimentación animal. Comercialmente, la raíz de yuca es la parte más apetecida y valorada por la agroindustria nacional debido a sus múltiples usos, tanto culinarios como indus- triales. Para el proceso de elaboración de los subproductos, chips y harina de yuca, se indican los siguientes procedimientos: Harina y chips de yuca: subproductos principales de la raíz de yuca Cosecha de raíces La cosecha de raíces de yuca se realiza alrededor de los nueve meses de haberse establecido el cultivo (figura 20). En el caso de las varieda- des liberadas por agrosavia (Ropain, Belloti, Sinuana y Corpoica tai), se han registrado rendimientos promedio de 35,37; 31,62; 31,13 y 19,29 (t/ha), respectivamente. Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 51 Figura 20. Cosecha de las raíces. a. Cosecha manual de yuca; b. Raíz de yuca. Fotos: Lorena Inés Mestra Vargas a b Colección Transformación del Agro52 Posterior a la cosecha, las raíces seleccionadas (raíz integral con cás- cara) son lavadas a mano con agua a presión o lavadoras mecánicas para eliminar residuos de tierra y otras impurezas (figura 21). Lavado de las raíces Figura 21. Lavado de las raíces. a. Raíces de yuca con cáscara listas para ser lavadas; b. Raíces de yuca limpias y aptas para el picado. Fotos: Emiro Suárez Paternina a b Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 53 Acto seguido, las raíces deben cortarse manualmente con machete o mecánicamente con una picadora en rebanadas gruesas de 3 a 5 cm (figura 22). Figura 22. Picado de raíces de yuca. Foto: Emiro Suárez Paternina Picado de raíces Secado de raíces Este proceso tiene tres propósitos principales: eliminar la humedad de las raíces, garantizar la reducción de ácido cianhídrico (HCN) y concentrar los nutrientes presentes en las raíces de yuca frescas, es- pecialmente el almidón, y facilitar la incorporación del producto final Colección Transformación del Agro54 en las raciones balanceadas para consumo de animales. El secado puede realizarse de manera natural, por radiación solar (secado al sol), o artificialmente mediante secadores, entre los que se indican los secadores estáticos, secadores de fondo movedizo, secadores de fondo fluidizado o secadores rotativos, que dependen de la viabilidad económica del productor. El secado natural (secado al sol) se logra ubicando las raíces de yuca picadas con una densidad de 8 kg/m3 en carpas de polietileno (3,0 × 3,0 m) sobre pistas de cemento (figura 23). El secado se logra en un tiempo máximo de 72 h de exposición siempre procurando voltear las raíces cada tres horas. Figura 23. Secado de yuca en carpa plástica y pista de concreto. También se puede usar el secado en marquesina (figura 19a). Fotos: Amaury Espitia y Bernardo Ospina Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 55 Valoración del contenido de humedad de raíces El punto óptimo de secado se logra cuando las raíces secas adquie- ren menos del 15 % de humedad, lo cual se confirma de manera prác- tica tomando un pedazo de la raíz seca: si rasga como una tiza en piso de cemento, indica que el grado o contenido de humedad es el adecuado (Sampaio et al., 1997) Otra forma de determinar el contenido de humedad de las raíces e intrínsecamente el porcentaje de materia seca contenido (% ms) es mediante el cociente de la división entre el peso obtenido de las raí- ces completamente secas y el peso de las raíces frescas picadas an- tes del secado multiplicado por 100. Almacenamiento y conservación de los subproductos Los chips o harina de yuca pueden almacenarse en lonas o sacos de fibra (61 × 93 cm) de 50 kg de capacidad debidamente cerrados con un nudo o un nylon en la boca del saco. Estos se disponen sobre tol- vas de madera y bajo techo para protegerlos del ataque de roedores y de la lluvia. Bajo estas condiciones se puede conservar hasta por 6 meses. Colección Transformación del Agro56 Durante las épocas de sequía, la calidad nutricional de los pastos disminuye considerablemente, lo cual afecta el consumo de materia seca y nutrientes (proteína y energía) y, en consecuencia, reduce la producción de leche y las ganancias de peso de los animales. En ese sentido, una de las alternativas alimenticias que puede ser utilizada para suplir el déficit de nutrientes es la suplementación con bloques multinutricionales (bmn), los cuales proveen de forma concentrada energía, proteína y minerales: nutrientes necesarios para estable- cer un buen ambiente ruminal y, con ello, generar las condiciones adecuadas para un mejor aprovechamiento de la materia orgánica ingerida. Para la elaboración de los bmn, pueden emplearse diferentes mate- rias primas o subproductos de la agroindustria, como follaje de le- guminosas, árboles y arbustos energético-proteicos. Sin embargo, al momento de suplementar, el productor debe seleccionar aquellas materias primas que estén disponibles en la región o la finca, ya que esto contribuirá a reducir los costos de producción. Algunas de las materias primas utilizadas en la fabricación de bmn, así como sus respectivos niveles de inclusión pueden observarse en la tabla 6. Se recomienda moler y secar el follaje proveniente de la yuca, las legu- minosas, los árboles y los arbustos hasta convertirlos en harina, ya que este proceso facilitará la mezcla y la compactación del bloque. Bloques multinutricionales Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 57 Tabla 7. Materias primas y niveles de inclusión para la elaboración de bmn en la región Caribe de Colombia Fuente de nutriente Forrajes Porcentaje de inclusión (%) Energía Melaza 25 - 60 Harina de raíz de yuca 20-30 Salvado de maíz 20-30 Salvado de trigo 20-30 Proteína Harina de hoja de yuca 20-30 Cratilia (Cratylia argentea) 20-30 Leucaena (Leucaena leucocephala) 20-30 Guandul (Cajanus cajan) 20-30 Matarratón (Gliricidia sepium) 20-30 Guácimo (Guazuma ulmifolia) 20-30 Jobo (Spondias mombin) 20-30 Campano (Albizia saman) 20-30 Totumo (Crescentia cujete) 20-30 Nitrógeno no proteico Urea 5-10 Mineral Sales mineralizadas 3-5 Azufre 3-5 Aglutinante Cal hidratada 8-10 Fuente: Elaboración propia Como se mencionó anteriormente, para la elaboración de los bmn debe tenerse en cuenta la disponibilidad de las materias primas y el costo de estas. Actualmente, en los departamentos de Córdoba, Bo- lívar y Sucre la yuca es cultivada a gran escala para su uso industrial. Sin embargo, esta puede utilizarse también para la alimentación de bovinos, pues con sus raíces y hojas se fabrica harina, la cual puede incluirse en las fórmulas para la fabricación de bmn (tabla 8). Colección Transformación del Agro58 Tabla 8. Fórmula para la elaboración de bmn con inclusión de harina de raíz y hoja de yuca Materias primas Nivel de inclusión (%) Kg Melaza 40 2 Harina de hoja de yuca 20 1 Harina de raíz de yuca 20 1 Cal 10 0,5 Urea 5 0,25 Sal Mineralizada 2,5 0,125 Azufre 2,5 0,125 Total 100 5 Fuente: Elaboración propia Considerando la fórmula anterior, el proceso para la elaboración del bmn consiste, en primera instancia, en pesar cada una de las mate- rias primasteniendo en cuenta el nivel de inclusión. Si la elaboración es manual, se recomienda elaborar bloques de 5 kg para facilitar la mezcla de los ingredientes. Se debe disponer de un balde para diluir la urea, la sal mineralizada y el azufre en la melaza (mezcla 1). Poste- riormente, en otro recipiente cóncavo y amplio se deben mezclar las harinas de hoja y raíz de yuca con la cal hidratada (mezcla 2). Final- mente, se procede a mezclar homogéneamente ambas mezclas has- ta lograr una consistencia firme, la cual puede ser comprobada em- puñando una porción del material: si esta no se desmorona está lista para ser compactada en un recipiente plástico, de madera o metal, que debe lubricarse con aceite vegetal para facilitar la extracción del bmn. Se deben adicionar pequeñas cantidades de la mezcla y espar- cir uniformemente en el molde. Finalmente, se pueden compactar con un mazo (figura 24). Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 59 Figura 24. Proceso de elaboración de bmn . a. Melaza; b. adición de melaza a la mezcla; c. Mezcla de ingredientes; d. Consistencia de la mezcla; e. Compactación del bmn; f. bmn elaborado. Fotos: Érica Salcedo Carrascal a c e b d f Colección Transformación del Agro60 La producción y calidad nutricional del follaje depende —como la de las raíces— de factores como la fertilidad del suelo, la edad de la plan- ta, la variedad y la disponibilidad de agua (Buitrago, 1990; Montaldo 1991). Además, hay un factor que influye directamente en la calidad de cada uno de los subproductos que se obtienen de la parte aérea, a saber, la calidad del follaje original, que varía por la edad de la planta, la variedad y la proporción entre las hojas y el tallo (Buitrago, 1990; Trompiz et al., 2007; Nunes-Irmao, 2007). Aunque cualquier variedad de yuca puede destinarse a la producción de forraje, es necesario identificar aquellas que brindan los más al- tos rendimientos, parámetro que contribuye a reducir los costos por unidad de producto. Por otro lado, factores como la densidad de la planta también pueden influir en los rendimientos del forraje. Teniendo en cuenta lo planteado anteriormente, al evaluar la varie- dad Mcol 2215 a tres edades de cosecha (80, 90 y 100 días) y tres den- sidades de siembra bajo las condiciones edafoclimáticas del munici- pio de Sahagún, Córdoba, Paternina (2006) reportó que los factores evaluados no incidieron significativamente en los rendimientos de forraje verde durante la época de lluvia (tabla 9). Capítulo 4. Rendimientos y composición nutricional del forraje de yuca 61 Tabla 9. Rendimiento de forraje verde (kg/ha) de variedad Mcol 2215 de yuca con tres densidades de siembra, en tres cortes en el municipio de, Sahagún, Córdoba Edad de corte (d) Kg forraje verde/ha 80 9564,0 90 9052,0 100 7905,0 Promedio 8840,0 Densidad de siembra (Plantas.ha-1) Kg forraje verde/ha 42.840 9124,0 71.400 8665,0 99.960 8732,0 Promedio 8840,3 Fuente: Paternina (2006) Como se mencionó anteriormente, la variedad es uno de los factores que influye en los rendimientos de forraje. Ensayos agronómicos rea- lizados por agrosavia (2008) en el municipio de Corozal, Sucre, indi- caron que las densidades de siembra (48.000, 55.000, 60.000) y las variedades de yuca forrajera evaluadas (SM 2081-34, SM 2612-24, SM 1438-2, y SM 1511-6) influyeron en la producción de forraje. La variedad SM 2081-34 presentó los mayores rendimientos (73,3 t/ha) cuando se implementó una densidad de 60.000 plantas/ha (tabla 10). Tabla 10. Rendimiento de forraje verde (kg/ha) de cuatro variedades de yuca con tres densidades de siembra, en cuatro cortes en el municipio de, Corozal, Sucre Variedad Densidad (plantas/ha) 48.000 55.000 60.000 SM 2081-34 56,6 42,4 73,3 SM 2612-24 44,3 52,0 52,1 Colección Transformación del Agro62 SM 1438-2 37,1 52,8 51,3 SM 1511-6 40,7 49,1 47,1 Promedio por Densidad (t/ha) 44,7 49,1 56,0 Fuente: Elaboración propia La época y edad de corte también influyen sobre el rendimiento de las yucas forrajeras. A este respecto, al evaluar la producción y ca- lidad del forraje de tres variedades de yuca bajo tres densidades de siembra en el Caribe húmedo, Gómez et al. (2016) reportaron que los mayores rendimientos de forraje tuvieron lugar entre los meses de mayo y agosto. Este resultado era de esperarse ya que durante es- tos meses caen el 70 % de las precipitaciones que se registran en el año. Sin embargo, los rendimientos de forraje pueden disminuir en un 58,4 % durante la época de sequía en todas las variedades de yuca evaluadas (tabla 11). Tabla 11. Variación de los rendimientos de forrajes en tres variedades de yuca forrajera durante la época sequía y lluvia en Cerete, Córdoba Variedad Sequía Lluvia SM 2546-40 8,68 a 21,49 b SM 1511-6 9,66 a 24,7 ab SM 2081-34 13,03 a 29,21 a Nota: Letras diferentes en las columnas indican diferencias estadísticas significativas según la prueba de Tukey al 5 %. Fuente: Gómez et al. (2016) La edad de corte afecta significativamente los rendimientos de fo- rraje. En este orden de ideas, Gómez et al. (2016) reportaron que a la edad de 75 días se registraron los menores rendimientos de forraje, los cuales incrementaron en un 26,0 % y 43,4 % a la edad de 90 y 105 días, respectivamente (tabla 12). Los mayores rendimientos observa- dos a la edad de 105 días pueden relacionarse con el contenido de materia seca del forraje, ya que a mayor edad los tallos van maduran- do, con lo cual incrementan los niveles de fibra y, en consecuencia, el contenido nutricional y la digestibilidad tienden a disminuir. Por lo Yuca para la alimentación animal en la región Caribe: manejo, conservación y uso eficiente 63 tanto, con base en los resultados expuestos por Gómez et al., (2016), la edad adecuada de cosecha de la yuca forrajera es a los 90 días, cuando el contenido de nutrientes es bueno. Tabla 12. Efecto de la edad de corte sobre el rendimiento y la composición nutricional de yucas forrajeras Edad de Corte (d) kg/ha pb (%) fdn (%) fda (%) digms (%) 75 18,33 b 22,4 a 43,4 b 25,5 b 69,0 b 90 24,74 ab 19,3 b 44,6 b 27,9 b 67,1 b 105 32,36 a 19,3 b 50,1 a 30,3 a 65,2 a Nota: Letras diferentes en la columna indican diferencias estadísticas significativas se- gún la prueba de Tukey al 5%. Fuente: Gómez et al. (2016) Foto: Emiro Suárez Paternina Colección Transformación del Agro64 Calidad nutricional de subproductos, chips y harina de yuca La calidad nutricional de los subproductos de yuca varía de acuerdo con factores como la variedad de la yuca, la edad de la planta, la épo- ca del año y el tipo de procesamiento. En la tabla 13 se presenta la con- centración de nutrientes de la raíz de la yuca y sus subproductos. Con respecto al aporte de nutrimentos, las raíces de yuca contienen altas concentraciones de carbohidratos como el almidón: principal fuente de energía (70 a 85 % de la materia seca). El 5 % de este almidón esca- pa a la fermentación ruminal (Preston et al., 1999) y aporta glucosa. El resto sirve como sustrato fermentable y contribuye al incremento de la proteína bacteriana y la producción de ácidos grasos volátiles. Las raí- ces contienen sacarosa, maltosa, glucosa, fructosa y proteína (en can- tidades limitadas) y altas concentraciones de aminoácidos de calidad, como lisina y triptófano, en su fracción proteica verdadera (Smith, 1988). De modo que, cuando las raíces se procesan adecuadamente, son una fuente de energía básica para la alimentación intensiva del ganado. Tabla 13. Calidad nutricional de subproductos, chips y harina de yuca Item ms (%) pb (%) fdn (%) fda (%) chot (%) eb (Mcal/kg) Fuente Raíces sin cáscara 90 2,4 - - 91,0 3.43 Buitrago (1990) Chips de yuca 87,2 2,93 13,5 7,27 93,4 4,03 Mestra (2015) Harina de raíz de yuca con cáscara 88,7 3,6 8,5 5,7 - 4,0 Marques et al. (2000) 90 3,05 6,01 4,85 83,8 - Buitrago (1990) Fuente: Elaboración propia con base en
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