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Capítulo 20. Tratamiento e inmunoterapia. 154 INMUNOTERAPIA ESPECIFICA La inmunoterapia específica (ITE) con alergenos consiste en administrar dosis progresivamente crecientes de material alergénico al que el paciente está sensibilizado con el objetivo de incrementar la tolerancia a dicho alergeno, siendo en la actualidad el único tratamiento etiológico de las enfermedades alérgicas. Fue Noon en 1911 el primer investigador que utilizó este tipo de tratamiento en enfermos que padecían “fiebre del heno”. Desde entonces la ITE ha experimentado grandes cambios basados en el mejor conocimiento de los mecanismos inmunológicos, en la caracterización de los diversos alergenos así como en la estandarización de los mismos. El mecanismo de acción no es completamente conocido, si bien se observa que tras el tratamiento se producen una serie de cambios tales como: - Aumento de los niveles de IgG y regulación de la IgE específica - Disminución en el infiltrado celular bronquial y de la degranulación de mastocitos y eosinófilos. - Cambio en el perfil de citocinas segregadas por los linfocitos. Sin embargo estas modificaciones no siempre se correlacionan con la mejoría clínica y su significado clínico todavía no se alcanza. Indicaciones La ITE es el tratamiento etiológico de las enfermedades alérgicas, siendo las condiciones óptimas: Criterios americanos - Asma alérgico por sensibilización y clara asociación con alergenos inhalantes, no evitables y con tratamiento poco efectivo. - Rinitis alérgica que no se controla con poca medicación, la ITE parece prevenir la aparición de asma. Criterios europeos - Rinitis o asma por alergenos con los que se haya demostrado eficacia clínica - Con sensibilidad a alergenos que no sea posible evitar. - Se necesite tratamiento farmacológico diario por largos periodos de tiempo. Además, en caso de otros alergenos: • Aparición de reacción sistémica tras picadura de himenópteros (abeja, avispa), lo que constituye una indicación absoluta. La identificación de los pacientes que más probablemente se beneficiarán de la ITE, implica la demostración de un mecanismo IgE junto con una historia clínica compatible con los datos de laboratorio. Además se debe realizar una valoración de la relación beneficio / riesgo en ciertos pacientes. La ITE se debe comenzar en estadios iniciales de la enfermedad, lo que significa en una edad temprana en la mayoría de los pacientes, pero no es óbice para el inicio a cualquier edad. Las circunstancias en las que la ITE está contraindicada, se recogen el la tabla I La vía de administración es subcutánea, aunque se han propuesto otras vías como sublingual, nasal, oral, bronquial, sin embargo los estudios controlados con placebo todavía son escasos, aunque han demostrado claramente su eficacia. Capítulo 20. Tratamiento e inmunoterapia. 155 Tabla I. Contraindicaciones de la inmunoterapia específica. ABSOLUTAS Enfermedades autoinmunes o malignas Cuando está contraindicada la adrenalina (enfermedad coronaria, hipertensión severa)* Pacientes que reciben beta-bloqueantes (Valoración del riesgo beneficio)* Paciente no colaborador RELATIVAS Niños menores a 5 años * Embarazo ( No iniciarla) Asma grave y mal controlado Dermatitis atópica severa. * Hoy en día, otras formas de administración como la sublingual podrían emplearse sin tanto riesgo como la inmunoterapia parenteral y en niños más pequeños. Tipos de extractos: - Acuosos: el alergeno se degrada rápidamente y los efectos adversos son más frecuentes, excepto utilizados por vía sublingual. - Depot: el alergeno se libera de forma retardada, hecho que permite espaciar la frecuencia de las dosis, siendo los efectos secundarios más infrecuentes. - Modificados: con el objeto de reducir la alergenicidad, el extracto ha sido sometido a modificaciones químicas, pero se precisan más estudios que evalúen la eficacia de estos preparados, que por otra parte son muy utilizados por su seguridad. Pauta de administración: Existen dos pautas habituales de administración: - Preestacional, utilizada en la sensibilización a pólenes, se comienza el tratamiento unos meses antes de la primavera y al llegar esta se suspende. - Perenne: Se puede comenzar en cualquier época del año siempre que el paciente esté estable, se utiliza en la sensibilización a ácaros, hongos y veneno de himenópteros. En ambos casos la ITE consta de una fase de iniciación, en la que se administran dosis crecientes de alérgeno (hoy en día esta fase está en revisión, intentando acortarla y poniendo varias dosis por sesión, que se conoce como tipo cluster o racimo) y una fase de mantenimiento durante la cual la máxima dosis tolerada se repite a intervalos de 21- 30 días (con los extractos depot). En las vacunas sublinguales el mantenimiento se repite diariamente o a días alternos. La duración del tratamiento no está establecida de forma reglada por la falta de métodos objetivos de mejoría diferentes de la mejoría clínica comúnmente utilizada, en general se acepta que se debe mantener durante mínimo 3años y máximo 5 años. Y uno de los mayores problemas es la tendencia del sujeto alérgico o atópico a sensibilizarse a nuevos alergenos, los que obliga a nuevos tratamientos que parecen interminables para el paciente. Monitorización de la seguridad de la ITE: Antes de la administración de cada dosis se debe interrogar al paciente sobre su estado general y alérgico con el fin de evitar la administración en circunstancias que pueden elevar el riesgo de reacción adversa (reagudización del asma, presencia de procesos infecciosos respiratorios etc.). Capítulo 20. Tratamiento e inmunoterapia. 156 Los efectos secundarios pueden ser: -Locales: No es infrecuente la aparición de zonas de induración en el lugar de inyección, que pueden tener un inicio inmediato o tardío; generalmente no precisan tratamiento; si son muy molestas se puede aplicar hielo localmente y un antihistamínico oral. - Sistémicos: consistentes en urticaria, angioedema, rinitis, asma, incluso shock anafiláctico. Las reacciones más intensas aparecen en la primera media hora, siendo este periodo de tiempo el que debe permanecer el paciente en la consulta bajo supervisión médica tras la administración de cada dosis. El tratamiento es similar al del shock anafiláctico (adrenalina, corticoides, antihistamínicos). Las reacciones sistémicas no suelen ser frecuentes y pueden ocurrir por varias razones: error en la dosificación, inyección intravenosa accidental, elevada sensibilidad del paciente, por lo que se aconseja la permanencia en observación de 30 minutos tras la administración de una dosis. Ante cualquier reacción severa o locales severas repetidas conviene que el paciente sea revisado por el alergólogo que indico la inmunoterapia específica, con objeto de modificar o suspender la pauta de administración. Los últimos avances en el campo del tratamiento de la alergia están centrándose en los siguientes objetivos: • Síntesis de análogos peptídicos conteniendo una estructura similar a la región de la IgE que se une al receptor del mastocito o basófilo. Actuarían pues como péptidos agonistas competitivos para el receptor de la IgE (FcεRI). • Tratamientos antiinflamatorios dirigidos a inhibir la adhesión leucocitaria al endotelio vascular. • Tratamientos dirigidos a modificar el desequilibrio TH1/TH2. Datos muy recientes apoyan que la IL-10, que habitualmente se considera una terapia potencial para enfermedades inflamatorias mediadas por linfocitos TH1, también puede ser útil en el tratamiento de procesos inflamatorios mediados por linfocitos TH2, al ser capaz de prevenir la acumulación de eosinófilos activados en los órganos diana. TRATAMIENTO PREVENTIVO La prevención de las enfermedades alérgicas se puede dirigir a cualquiera de los tres estadio en que se puede dividirla sensibilización alérgica. • Prevención primaria, bloqueando la sensibilización IgE. • Prevención secundaria, evitando la expresión de la enfermedad a pesar de que exista sensibilización IgE. • Prevención terciaria, suprimiendo los síntomas cuando ya hayan aparecido estos. En la prevención primaria se deben identificar los niños de alto riesgo antes de nacer, y luego evitar los principales alergenos alimentarios, propiciando la leche materna, y retrasando los alimentos muy alergénicos, como la leche de vaca, cereales, huevo, pescado y frutos secos. También se deben evitar los alergenos ambientales, como polvo, hongos y animales de compañía, utilizar acondicionadores y purificadores de aire, suprimir alfombras y reducir la humedad de las casas. Además se deben evitar los irritantes y adyuvantes inespecíficos como el tabaco y la polución ambiental. Es en esta fase donde mejores resultados se pueden obtener. En la prevención secundaria se intenta modular la progresión de la marcha atópica. Un aproximación eficaz puede ser el seguimiento de los niños con riesgo alto de padecer alergia, realizando estudios a los alergenos citados entre el año y los 2 años, o identificando enfermedades como el eczema o al alergia a alimentos. La aplicación de las medidas terciarias en niños con riesgo, pero sin enfermedad pueden también ser útiles. Por ahora, más dudoso puede ser el tratamiento Capítulo 20. Tratamiento e inmunoterapia. 157 profiláctico con antihistamínicos con pretendidas propiedades anti-inflamatorias en niños sin enfermedad. La prevención terciaria, entra dentro de la situación habitual con la que se enfrentan los médicos cuando se presenta el enfermo en la consulta, suele ser poco estructurada y educativa, siendo más de palabra y con poco seguimiento de los resultados. Y todos tenemos nuestra responsabilidad, desde el pediatra o médico de atención primaria en reconocer rápidamente los síntomas, como las dificultades que entraña el estudiar rápidamente a los pacientes alérgicos, o las indicaciones claras para reducir el polvo de casa y sus ácaros, los epitelios de los animales domésticos o la humedad, así como reducir la polución ambiental incluido el tabaco, tanto activo como sobretodo pasivo. REFERENCIAS The Childhoud Asthma Management Program Research Group. Long-term effect of budesonide or nedocromil in children with asthma. N England J Med 2000; 343:1054-63. Guidelines for the diagnosis and management of asthma. Bethesda, MD, U.S. Department of Health and Human Services, National Institutes of Health; 1997.NIH publication Nº 97-4051. Malling jh. Weeckeb. Eds. EAACI. Immunotherapy position paper. Allergy 1993: 48. Suppl: 8. Nicklas R., Berstein L., Blessing Moore J. et al. Practice parameters for allergen immunotherapy. J Allergy Clin Immunol 1996. 98: 1-11. Björksten B., Kjellman B & Zeiger R. Development and prevention of allergic disease in childhood. In Allergy: Principles and practice. Fifth ed. E. Middleton et al. St Louis. Mosby –Year book Inc. 1998; pag. 816-37.
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